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arqueología, ciencia y sociedad

Author(s): iraida vargas arenas


Source: Boletín de Antropología Americana, No. 14 (diciembre 1986), pp. 5-52
Published by: Pan American Institute of Geography and History
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40977184
Accessed: 02-02-2018 19:41 UTC

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iraida vargas arenas*

arqueología,
ciencia y sociedad

Ciencia y Arqueología la arqueología. Puede decirse que en estas


últimas décadas se ha observado un cambio
Mucho se ha hablado y escrito en foros, notable en relación al quehacer arqueoló-
seminarios, simposia y otros, y en la litera- gico de los años 50 y 60, sobre todo en lo
tura arqueológica de los últimos veinte años, que se refiere a la caracterización del obje-
acerca de la importancia de definir lo que tivo de conocimiento de la disciplina.
los autores han denominado una teoría ar- La historia del conocimiento en general
queológica, en un intento por confirmar el nos demuestra que el objetivo de conoci-
carácter científico de la disciplina1. Cierta- miento de toda ciencia se halla en constante
mente, en las últimas dos décadas la tenden- cambio, porque dicho objeto se restringe y
cia hacia la búsqueda de la "verdadera teo- amplía simultáneamente. La naturaleza de
ría arqueológica" ha acaparado los trabajos estos cambios obedece a que, en la profun-
publicados; ha persistido como un interés dización de los conocimientos, se descu-
que se traduce en innumerables artículos bren aspectos, facetas y leyes nuevas, no
aparecidos en revistas especializadas, estudiadas ni descubiertas antes. Es así que
doYide se ofrecen disertaciones en torno a cada forma histórica de conocer confiere
lo que en adelante denominaremos el objeto cualidades y calidades distintivas al objeto
de conocimiento y el objeto de trabajo de de estudio. Ésta dinámica del conocimiento,
que genera variaciones en el objeto de estu-
dio de la arqueología, ha permitido que hoy
día reconozcamos dos posturas teóricas en
* Este texto es parte de la obra "Arqueología, ciencia y torno a la esencia del objeto estudiado por
sociedad. Ensayo sobre teoría arqueológica y la forma-
la arqueología. Una de ellas dice, por ejem-
ción económico social tribal en Venezuela", que la
autora escribió en 1987, se encuentra aún inédita. En plo, que la arqueología es una ciencia social
*»sta primera parte se trata sobre los objetos de investi- que explica fenómenos culturales ahistóri-
gación en la arqueología y las categorías y conceptos cos y, en consecuencia, debe basarse en la
mas generales. (N. del Consejo Editorial).
teoría general de la antropología para lograr
1 Si una disciplina es científica entonces debe contar
con su propio cuerpo de nociones, conceptos, catego-
sus interpretaciones, definida ésta como la
rías y leyes, es decir, con una teoría. ciencia que estudia la variabilidad cultural.

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6 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

Por otro lado, otra corriente demismo,


pensamiento
cuáles de estos conceptos tienen
define también la arqueología valorcomo
categorial,una
es decir, sirven para ex-
ciencia social, pero establece como su ob-
plicar la realidad y suponen la delimita-
jetivo -al igual que el de otrasción ciencias
del campo so-
de la ciencia, del domi-
ciales- explicar los distintos aspectos que en este caso, de la
nio de la disciplina,
caracterizan al desarrollo de la sociedad. arqueología.
Dado que las sociedades con las cuales tra- 3. La tercera premisa que manejamos es:
baja el arqueólogo son pretéritas, su explica- todo proceso o procesos (dijimos reali-
ción servirá para conocer las particularida- dad) está regulado por leyes; toda ciencia
des del desarrollo histórico de la sociedad debería estar en capacidad de definir le-
en general y utilizará por tanto en sus expli- yes científicas que permitan explicar el
caciones, el marco de la teoría general de comportamiento de los procesos. Así
la historia. De esa manera, esta postura in- pues, los procesos que estudia la arqueo-
tenta reconocer cómo, en las sociedades logía ¿están regulados por leyes? ¿son
pretéritas, se cumplen de manera concretas esas leyes exclusivas de la arqueología
las leyes generales del desarrollo de la socie- o por el contrario pertenecen a una esfera
dad. mayor -o diferente- del conocimiento?,
A los fines del presente trabajo obviare- y, ¿cómo explican (de qué manera) tales
mos la discusión sobre la primera postura leyes a la realidad?.
-conocida como Nueva Arqueología- y nos 4. La explicación del objetivo de conoci-
concentraremos en la segunda, refiriéndo- miento de una ciencia se rige por la teoría
nos someramente a si existe lo que podría- sustantiva, mientras que la explicación
mos denominar una teoría arqueológica. de su objetivo de trabajo se rige por una
Por una parte, consideraremos -si la arqueo- teoría media. Entre ambas existe una re-
logía es una ciencia- el papel de la teoría lación de esencia a fenómeno.
sustantiva o general; es decir, aquélla que
explica su objeto de conocimiento; por la Para tratar el papel de la teoría sobre el
otra, si se puede hablar de una teoría de objeto de trabajo del arqueólogo, lo hare-
rango medio ligada a la aprehensión y expli- mos (brevemente) partiendo de cuatro pre-
cación de su objeto de trabajo, la teoría misas fundamentales que son:
arqueológica.
Para aclarar si consideramos a la arqueo- 1 . Toda ciencia requiere que los hechos
logía como una ciencia, partiremos de cua- que conforman la realidad sean conoci-
tro premisas básicas: dos. Este conocimiento se adquiere a tra-
vés de la interacción que mantenemos
1. El objetivo fundamental de cualquier con los procesos (realidad) como sujetos
ciencia es lograr la explicación de la rea- cognoscentes y actuantes, mediante el
lidad, y toda realidad tiene carácter de examen y observación de la realidad.
proceso. Así pues, para definir el estatus Luego, ¿podemos establecer la existencia
científico de la arqueología, discutire- de una manera arqueológica de capta-
mos brevemente si esta disciplina explica ción de la realidad o se trata más bien
la realidad (proceso o procesos) y de cuál de una manera de captar la realidad ar-
realidad se trata, es decir, si esa realidad queológica?
que explica es únicamente arqueológica, 2. En toda ciencia los hechos conocidos
y si lo es, qué le confiere esa cualidad. deben ser ordenados, descritos y compa-
2. Como segunda premisa decimos: toda rados. Esta labor debe realizarse usando
ciencia posee un sistema de conceptos un sistema de conceptos operativos, el
propios que supone abstracciones de la cual estará (o debe estar) en concordan-
realidad (del o de los procesos) que in- cia con el conjunto de conocimientos
tenta explicar; luego entonces, tratare- que agrupa la teoría general, de manera
mos de ver si existen en la arqueología de poder, finalmente, establecer y expli-
conceptos que sean de su dominio parti- car los vínculos entre los hechos, que
cular y de cuáles conceptos se trata. Asi- están regidos por leyes. ¿Es posible en-

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tonces, en la arqueología, precisar unlas sociedades pretéritas con las contempo-


sistema de ordenamiento, descripción ráneas.y Estos procesos no son solamente
comparación de los datos que sea afínacumulativos sino que se crean y recrean
con la teoría general, que es la que posee continuamente, se transforman y se proyec-
las leyes explicativas?, y más aun, ¿Es tan hacia el futuro. Pero el comportamiento
preciso para ello, acaso, una teoría dede los procesos siempre se rige por leyes.
naturaleza diferente a esa general aludi- Las leyes que explican el desarrollo social
da?
son leyes históricas basadas en los conoci-
3. La realidad a ordenar, describir y compa- mientos obtenidos de procesos societarios
rar no tiene siempre las mismas cualida- en los cuales se observan similares compor-
des. En el caso de la arqueología, el dato tamientos cuando se cumplen determina-
arqueológico puede ser de primera ciones claras y objetivas. De esta manera,
mano, extraído directamente del registro elevamos al rango de la teoría de la historia
arqueológico, o puede estar contenido los conocimientos que extraemos de los da-
en publicaciones que corresponden, ge- tos, al observar en ellos determinadas regu-
neralmente, a diversas épocas y son el laridades empíricas. La realidad arqueoló-
producto de distintas metodologías. En gica permite entonces comprender cómo se
consecuencia, es necesario contar con transforma la sociedad, no tan sólo en sus
un sistema teórico coherente que permita aspectos generales pero sobre todo en los
convertir la información obtenida de di- particulares; en otras palabras, conocemos
versas maneras en datos que compartan con la arqueología las estructuras y causas
una misma naturaleza teórica. En este
del desarrollo social y la intrincada red que
sentido, la teoría no sólo es la que con- se manifiesta en procesos sociales concre-
fiere la calidad al dato, la que convierte tos. Dado que los procesos sociales están
un dato en información, sino también es sujetos a leyes, es decir, tienen un orden y
la que permite reconocer los vacíos de una causalidad específicos, los estudios so-
información existentes y las fallas y acier- bre las sociedades pasadas permiten expli-
tos presentes en interpretaciones realiza- car cómo se manifiestan regularmente tales
das dentro de marcos teóricos diferentes.
leyes generales en el material que dichas
4. La última premisa general que considera- sociedades dejan sobre el planeta. Tales ma-
mos es aquélla que nos dice que los fe- teriales reflejarán, en consecuencia, el or-
nómenos, lo que se nos manifiesta de den y la causalidad de los procesos socia-
inmediato en las investigaciones arqueo- les2.
lógicas, no constituye la esencia, lo que La teoría general sobre la cual se sustenta
puede servirnos para interpretación cien- la arqueología para lograr explicar su objeto
tífica. Los fenómenos son para nosotros, de conocimiento es entonces la teoría de la
siguiendo a Kosik (1 967:25), la represen- historia, ya que es la que sirve para explicar
tación del dato, de la esencia de los pro- la existencia objetiva de sociedades, su de-
cesos, no la esencia misma. sarrollo, desenvolvimiento, interacciones,
cambio, elementos que se expresan con una
La Arqueología: Ciencia Histórica
2 En este punto de la discusión nos parece pertinente la
Según nuestra concepción de ciencia, la siguiente cita de López: "La arqueología como ciencia
cual se define por su objeto de conocimien- social, tiene como objetivo de conocimiento el desa-
to, concebimos a la arqueología como una rrollo de toda la sociedad en la interdependencia de
ciencia histórica, cuyo objetivo (objeto de sus facetas o elementos, o bien sin ser excluyente con
lo anterior, el desarrollo de una o varias de sus facetas
conocimiento) es reconstruir el desarrollo
estructurales" (López, 1984a: 26). También López ha
de las sociedades antiguas; estudiar sus pro- tratado con cierta profundidad la cuestión de la defini-
cesos de transformación hasta su unión con ción de una teoría arqueológica o teoría de la media-
sociedades más recientes. Esta visión del ob- ción y su relación con la teoría de la historia, caracte-
rizando los procedimientos que operan para la genera-
jetivo de la arqueología considera que las
ción de hipótesis enmarcadas por una serie de concep-
sociedades antiguas son el sustento de la tos sobre la dinámica de formación y transformación
historia, los inicios de procesos que unen de los contextos arqueológicos.

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8 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

variabilidad histórica. En este sentido, Bate


ha aclarado -con mucho acierto- el carácter
histórico del objeto de conocimiento de la
arqueología (Bate, 1982: 17).
Por otra parte, aceptamos que la arqueo-
logía tiene como objeto de estudio los ma-
teriales arqueológicos, es decir, los restos
culturales de las sociedades desaparecidas.
La arqueología, tal como la concebimos, ve
estos matei ¡ ¿!c¿ como la expresión concreía
de una serie de actividades de los hombres
-así como las sociedades- no son inmuta-
bles sino que cambian históricamente. Por
ello, los restos arqueológicos constituyen in-
dicaciones sensibles de los cambios históri-
cos y son usados por los arqueólogos para
la reconstrucción histórica.
No todos los arqueólogos conciben de
la misma manera las acciones humanas re-
flejadas en el registro arqueológico en
cuanto a las causas que las determinan. Para
nosotros, las actividades de los hombres
sólo pueden ser entendidas en relación al
trabajo. Los hombres para subsistir necesi-
tan trabajar, es decir, realizar actividades que las categorías utilizadas por el arqueó-
productivas aprendidas socialmente. Me- logo son las mismas que usa cualquier otro
diante el trabajo producen instrumentos, ar- científico social. De acuerdo con el materia-
tefactos, bienes, etc. que les permiten satis- lismo histórico, las categorías explicativas
facer las necesidades primordiales; se con- generales y centrales son las de Formación
cluye que los restos culturales con los cuales Económico Social y Modo de Producción.
se enfrenta el arqueólogo surgen como con- Los hechos con los que trabaja el arqueó-
secuencia y son las expresiones objetivas logo no hablan por sí solos sino que siempre
de la actividad productiva de los hombres, está presente la teoría de la historia que per-
no por uno solo sino por varios, y los hom- mite interpretarlos; sin embargo, es menes-
bres viven en sociedad. Tales hombres se ter establecer sus características y la forma
relacionan entonces, dentro de la sociedad cómo se vinculan con dicha teoría. Sólo así
en la cual viven, unos con otros, en torno podremos determinar sobre qué nos infor-
a las actividades que realizan, en torno a man los datos. Siendo los datos con los que
las actividades relacionadas con el trabajo labora el arqueólogo su objeto de trabajo,
humano. ios restos culturales de las sociedades anti-
Dado que el objetivo de la arqueología, guas, necesita de un cuerpo de conceptos
su objeto de conocimiento, son las antiguas que le permita dar cuenta de la realidad que
sociedades, no solamente conocerlas sino observa, para ordenarla, clasificarla y com-
explicar sus cambios y transformaciones, el pararla de manera de hacer inteligibles tales
arqueólogo necesita un cuerpo de catego- materiales en términos de la teoría general,
rías, es decir, una serie de conceptos con en términos de la concepción de cómo se
valor explicativo que le permita desentrañar estructura y cambia la sociedad. En torno a
su desarrollo histórico. En este sentido, esto, el abordaje de la realidad empírica
como historiador que es, usará categorías requiere, previamente, de una proposición
comunes a toda ciencia histórica. No existen acerca de la totalidad y su desenvolvimien-
pues, a nuestro juicio, categorías que sean to; luego, aplicamos conceptos que facilitan
solamente arqueológicas cuando se trata de y sistematizan su aprehensión, tomando en
explicar procesos históricos generales ya consideración los resultados de las observa-

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dones, de forma tal de arribar a una interpre-


dos por las distintas ciencias, es la sociedad
tación de las mismas y a un cuerpo en desuinfe-
devenir; luego, la teoría arqueológica
rencias. Esta segunda instancia es requiere
la que se refiere a la explicación de cómo
también de un cuerpo teórico sistematizado,
se presentan, cambian, relacionan, etc. las
con leyes e hipótesis. El arqueólogo proce- en otras palabras, supone la ex-
sociedades,
derá, a partir de ahora, por la vía de la abs-parcial de la realidad o procesos,
plicación
tracción a la búsqueda de lo quelahemoscual siendo cognoscible no lo es nunca
denominado, siguiendo a Bate (1978),como "los
totalidad absoluta aunque sí como to-
contenidos fundamentales" que expresan
talidad concreta, por su cambio incesante
los fenómenos. Se ordena, clasifica y des-
e ininterrumpido y por el carácter en conti-
cribe para facilitar la inferencia. Como he-
nuo desarrollo que tiene el proceso de cono-
mos dicho en el pasado, pueden existir
cer. Es di-
evidente, de lo anterior, que este
versos contenidos sociales expresados en los
objetivo no es privativo de la arqueología
fenómenos (Vargas, 1 984), siendo sino
necesario
de todas las disciplinas históricas.
distinguir cuáles de ellos poseen carácter
Los factores endógenos de cambio dentro
fundamental (Bate, 1978, 1982). de la totalidad que es la sociedad tienen
Dado que el registro arqueológico unaposee
jerarquía en lo que se refiere a su nivel
información con múltiples significados,
de acción;lano todos ellos tienen la propie-
interpretación de los materiales quedadlode con-
hacer cambiar a la totalidad social
forman requerirá también de una en teoriza-
cuanto a la aparición de nuevas propie-
ción sobre sus procesos de formación y
dades cualitativas; para ello hay que discri-
transformación. minar en el análisis cuándo se trata de trans-
formaciones
Según la teoría materialista histórica, la sustanciales o fundamentales
concepción de totalidad y cambio reconoce
y, en consecuencia, sus factores de causali-
que son los factores de una sociedad los fundamentales, y cuándo se
dad también
que prioritariamente provocan su transfor-
trata de transformaciones secundarias y, en
mación, es decir, toda sociedad posee in-
consecuencia, sus factores de causalidad
trínsecamente factores internos de contingenciales,
desequi- accidentales o secunda-
librio, estimuladores del cambio, que tienen
rios. Tal como nos plantea Marx (1980), los
carácter contradictorio. factores económicos son determinantes en
Partimos de la concepción de la sociedad la provocación de las transformaciones; por
como una totalidad concreta, tal como ésta ello, para entender y explicar el proceso
fuese definida por Kosik (1967), totalidad histórico de una totalidad concreta como es
que es cognoscible aunque no en todos sus la sociedad, es indispensable acceder a las
aspectos sino en cuanto que, al ser una con- contradicciones que se generan en su estruc-
creción con una estructura dinámica de tura económica. Consideramos que lo fun-
creación y recreación, es posible el estudio damental de los contenidos reside en la con-
y comprensión de lo que Kosik denominatradicción que se produce entre las relacio-
"sectores tematizados de la realidad (...) esta
nes que establecen los hombres en torno a
comprensión más profunda de la unidad de la producción de su vida material correspon-
lo real representa una comprensión más pro- dientes a un grado de desarrollo de las fuer-
funda del carácter específico de sus distintos
zas productivas de una sociedad. En este
sectores y fenómenos particulares" (1967: sentido, consideramos que los económicos
56-57; subrayado nuestro). También afirma: son los factores que ejercen una influencia
"la idea de totalidad (...) comprende la rea-decisiva en los procesos societarios.
lidad en sus leyes internas y descubre, bajo La realidad, nuestra realidad a estudiar,
la superficialidad y causalidad de los fenó- hemos dicho la transformación de una so-
menos, las conexiones internas y necesa-ciedad determinada, se expresa como un
rias" (1967: 53). proceso. Pero un proceso posee siempre
Queremos conocer la realidad; pero toda vinculaciones necesarias con otros. Tal
realidad es, dijimos, un proceso o parte de como bien ha señalado Kosik (1967: 59):
un proceso. Nuestra realidad, producto de "...las regiones de la realidad objetiva son
la particularización de los procesos aborda- sistemas, es decir, complejos de elementos

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ción de la totalidad, es decir, a la teoría


que se influyen mutuamente". Entendemos
general de
que su interacción no es la única fuente que -en todo caso- adquiere de
su dinámica, también lo es, principalmente,
nuevo carácter de hipótesis para continuar
con el ciclo del proceso de conocer.
su desarrollo y transformación; no obstante,
es posible que al estudiar los procesosHemos
haga-dicho que en la instancia de la
mos abstracción de tales desarrollos y los
observación-captación de la realidad se pro-
consideremos en sus aspectos relativamente
cede por la vía del ordenamiento, clasifica-
estables. Es así entonces que entendemos a
ción y descripción de los materiales en uni-
la sociedad como una totalidad estructurada dades que faciliten el hacer inferencias
en términos de los procesos de intercone- acerca de los contenidos fundamentales;
xión y de los procesos de transformación de para ese momento de su investigación, el
sus partes constituyentes. Por tanto, es me- arqueólogo describe sus materiales, para lo
nester conocer y determinar las característi- cual antes tiene que clasificarlos, vale decir,
cas y naturaleza de las conexiones intra e separarlos en unidades taxonómicas o clasi-
¡nterprocesos si queremos explicar a uno de ficatorias; es por ello que una adecuada ta-
ellos. Esto nos lleva a tratar de entender de xonomía es básica en la arqueología, como
qué manera afectan a un proceso dado los lo es para cualquier otra ciencia. Es necesa-
factores de transformación y los cambios ge- rio señalar, no obstante, que no todo orde-
nerados en otro con el cual posee una cone- namiento supone por sí o es suficiente para
xión, pero siempre en su expresión en un explicar el desarrollo histórico; tiene que
momento histórico determinado y en un ni- tratarse de un ordenamiento que se base en
vel definido y, sobre todo, en su momento conceptos y unidades que sean inteligibles
de crisis contradictoria que adquiere carác- y compatibles con la teoría general. Con
ter de determinación para entender los cam- esto queremos decir que la clasificación
bios de cualidad. Así accedemos a las tran- debe hacerse -primordialmente- con el ob-
siciones en el proceso de transformación de jetivo de facilitar la inferencia de los conte-
la sociedad y, asimismo, a los diversos as- nidos fundamentales (tal como fuesen defi-
pectos o fases de su desenvolvimiento. Este nidos antes), y, lógicamente, no deben ha-
sistema de conexiones intra e interprocesos ber contradicciones entre dichos conceptos
societarios es infinito e inagotable y es lo y la concepción general de la explicación
que determina la existencia del devenir de del proceso3.
las sociedades y la posibilidad de definir La mera captación de la empiria no basta
leyes universales e históricas que explican para la explicación, dado que no todo lo
su desarrollo. Consideramos entonces que que el arqueólogo capta u observa de ma-
el análisis de la sociedad implica el conoci- nera inmediata es lo concreto. Evidente-
miento de lo concreto de sus movimientos mente, nos referimos a la noción de Kosik
y de sus cambios intrínsecos, para cada con- sobre la diferencia que existe entre lo
dición histórica definida. pseudo-concreto y lo concreto. Lo primero
El abordaje de la realidad -la sociedad es lo sensible, fenoménico, lo segundo es
concebida como totalidad concreta- parte lo esencial; lo primero lo secundario res-
primero de la proposición de una explica- pecto a lo segundo. Lo pseudo-concreto es
ción sobre la totalidad y su desenvolvimien- la abstracción a partir de lo sensorial, de la
to, una teoría que posee características de
hipótesis. Para ello usamos categorías que
explican el proceso histórico; luego teoriza- 3 Este punto lo trataremos con cierta extensión en el
mos de nuevo, proponemos nuevas hipóte- aparte sobre las unidades analíticas clasificatorias. Lo
que queremos plantear es que tales unidades no deben
sis que guíen la aprehensión y, con ese operar como una esfera totalmente independiente de
cuerpo de datos, estamos en capacidad de la que corresponde a la teoría general. En este sentido,
ofrecer explicaciones de esa realidad, de aunque las unidades de captación y descripción pue-
proponer nuevas formulaciones hipotéticas dan, nominalmente, corresponder con las definidas
por la arqueología funcionalista, deben aludir a un
que regresarán a la teoría media, en una contenido que facilite la actuación del arqueólogo
suerte de comprobación, corrección o refor- como científico social a la hora de hacer las explicacio-
mulación sino también de la misma explica- nes de la realidad procesal que estudia.

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 11

Teniendo los fenómenos un orden y una


estructura que pueden ser descritos, tales
descripciones no bastan para establecer la
verdadera relación fenómeno-esencia, aun-
que constituyen una vía para conocerla. Es
necesario tener un planteamiento previo so-
bre lo que es la esencia, de lo que queremos
explicar, de forma tal que la indagación, su
búsqueda, pueda realizarse una vez lo-
grando lo que Kosik denomina la ruptura
de la pseudo-concreción.
Nuestro interés como arqueólogos reside
en conocer y explicar la esencia de los fenó-
menos que, en el caso de la arqueología,
hemos dicho es el cumplimiento de las regu-
laridades esenciales de los procesos sociales
que tienen carácter histórico, en sociedades
concretas. No podemos aproximarnos a esa
esencia de manera directa, debemos valer-
nos de los fenómenos. Kosik nos advierte:
"...el mundo fenoménico no es algo inde-
pendiente y absoluto; los fenómenos se con-
vierten en mundo fenoménico en conexión
con la esencia" (1967: 28). Los "fenómenos
identidad formal, mientras que lo concreto
arqueológicos", a pesar de su variabilidad,
es la "cosa", la identidad de la contradic-
no pueden
ción, la identidad dialéctica. Al respecto, Ko- encubrir una esencia distinta a
sik señala (1967: 25): "...la cosa mismalano
de los fenómenos digamos contemporá-
se manifiesta inmediatamente al hombre". neos; seguirán siendo "fenómenos socia-
Según el mismo autor, hay que distinguir les", "fenómenos económicos", etc.4. Su
entre la representación y el concepto de las condición de estar "enterrados" no les con-
cosas: "...la existencia real y las formas fe- cede una cualidad fundamental diferente;
noménicas de la realidad (...) son distintas la distinción en su esencialidad estriba en
y con frecuencia absolutamente contradic- que unos y otros corresponden a momentos
torias respecto a la ley del fenómeno, de la históricos definidos, por lo cual, cada uno
estructura de la cosa, o del núcleo interno de ellos será pertinente para entender las
esencial y su concepto correspondiente" maneras particulares como se manifiestan
(1967: 26). las leyes generales del desarrollo social, en
En el campo de los fenómenos en el cual relación a determinadas sociedades concre-
el arqueólogo se mueve asumimos, si- tas. Serán necesarios también, para conocer
guiendo a Kosik, que los objetos suponen cómo se expresan y cuáles son las leyes
fenómenos pseudo-concretos, es decir, im- específicas que rigen para cada momento
presiones sensibles que se desarrollan en la histórico, desentrañar cómo se comportan
superficie de procesos esenciales o -dicho los procesos y cuáles son las condiciones
de otra manera- objetos a los cuales no po- para su cumplimiento. Por ejemplo, según
demos captar de manera inmediata como el materialismo histórico, una ley general
lo esencial, sino manifestaciones comunes
de la acción de los hombres que encubren 4 Se les denomina fenómenos arqueológicos porque co-
el sentido de la esencia pues, tal como dice rresponden, por una parte, con los vestigios de socie-
Kosik, "...el fenómeno muestra la esencia dades antiguas y, por la otra, porque la arqueología
y al mismo tiempo la oculta. La esencia se como ciencia posee procedimientos propios para ex-
traerlos y ordenarlos cronológicamente, cultural y so-
manifiesta en el fenómeno, pero sólo de ma- cialmente a fin de hacerlos inteligibles para la explica-
nera inadecuada parcialmente, en algunas ción. Estos procedimientos operan en base a leyes pro-
de sus facetas y ciertos aspectos" (1967: 27). pias de la teoría de la mediación.

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12 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

es aquélla que dice que en esencia, cualquier


el abordajetipo
de la realidad debe par-
de sociedad lo econòmico es tir de esta noción de unidad, pero enten-
determinante;
mientras que una ley específica diendo que
diceuna que
mismalo esencia puede apa^
econòmico no sólo es determinante en la recer expresada en fenómenos diversos y un
sociedad capitalista sino que también es do- mismo fenómeno puede responder a varios
minante (Marx, citado por Díaz-Polanco, contenidos.
1982: 147). Lo objetivo de la cultura hace insoslaya-
La naturaleza histórica de las leyes socia- ble el estudio de la esencialidad a partir de
les específicas establece la caducidad de las los fenómenos culturales. Cada expresión
mismas, cuando los sistemas sociales o pro- cultural es perfectamente legítima por la
cesos que explican dejan de tener vigencia. propia razón de ser de la cultura (especifici-
En otras palabras, la ley específica y el pro- dad de cada grupo humano) y también por
ceso social que ella explica tienen la misma su unidad con la esencia; como señala Ko-
duración. sik: "...la realidad es la unidad del fenó-
Como arqueólogos, entonces, nos es ne- meno y la esencia..." (1967: 28).
cesario conocer al fenómeno que es lo que Es así que el arqueólogo debe sumergirse
primero e inmediatamente se nos presenta en el mundo de la cultura para poder captar
para, luego, desentrañar la esencia que él la razón de ser de la variabilidad de los
enmascara. Si establecemos una relación fenómenos y determinar en cada caso a cuál
unívoca entre esencia y lo que hemos defi-esencia encubren.
nido como el objetivo de la arqueología, y
entre el fenómeno y lo que hemos definido
como su objeto, quedará claro ' carácter EL OBJETO DE TRABAJO DE LA
histórico social de la disciplina y el papelARQUEOLOGIA
de la teorización sobre el material arqueoló-
gico (su contexto, su clasificación y descrip-El método de conocimiento en la arqueo-
ción) en el proceso de conocer. Esto equi-logía
vale a decir que existe, entonces, una teoría
explicativa y una teoría de la observaciónPuesto que todo proceso debe ser explicado
o de rango medio, entre las cuales se señalanen su dinámica interna y en sus conexiones
relaciones no sólo de lo general a lo particu-con otro(s), es necesario un cuerpo teórico
lar sino también de esencia a fenómeno (Ló-que permita tales explicaciones. No se de-
pez, 1984a)5. ben confundir, por tanto, los distintos nive-
Puesto que para acceder a la esencia par-les teóricos implícitos en el proceso de co-
timos de los fenómenos, el arqueólogo se nocer. Se hace necesaria una distinción en-
enfrenta a una alta variabilidad. Esta variabi- tre las realidades que se explican y la rela-
lidad de los datos arqueológicos se ve in- ción causal entre ellas. Es evidente la dife-
fluida nor su origen cultural; en otras pala- rencia entre desarrollo histórico (nivel de
bras, los cor.tenidos esenciales de las socie-existencia de las sociedades concretas-ob-
dades se manifiestan objetivamente bajo jeto de conocimiento de la ciencia) y los
una forma cultural (Bate, 1978). procesos que determinan las formas como
El reconocimiento del carácter fenomé- se expresa fenoménicamente el desarrollo
nico de la cultura no supone una disminu- histórico (nivel de existencia del objeto de
ción de su valor con respecto a la esencia. trabajo) y los procesos que intervienen mo-
Puesto que es imposible que exista esencia dificando y alternando las objetivaciones de
sin fenómeno y todo fenómeno encubre una las acciones de los hombres que viven en
sociedad (condiciones que influyen en la
5 En este sentido, recomendamos la lectura del libro presentación de los fenómenos de trabajo;
"Elementos para una construcción teórica en arqueolo- formación y transformación de los registros
gía" (López, 1984a), donde el autor discute extensa- arqueológicos). Esto nos permite establecer
mente la relación entre la teoría sustantiva y la teoría
una distinción entre realidad a explicar y
de la observación en arqueología. Aunque no suscribi-
mos todos los planteamientos de López en su obra,
realidad a ordenar (la cual también debe ser
ésta sistematiza esta importante temática. explicada); esta última corresponde a un or-

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 13

El registro arqueológico, donde el ar-


den distinto al de la realidad general a expli-
car aunque nos sirve para acceder aqueólogo la se- encuentra los materiales que
gunda. Su interconexión es evidente;constituyen es im- los referentes de la realidad a
posible ordenar la realidad sin que previa- explicar (fenómenos), constituye una orde-
mente tengamos una proposición explica- nación de fenómenos no sólo vivenciales
tiva de qué es esa realidad, cómo surge y
sino también naturales; dicho en otras pala-
cómo se presenta fenoménicamente; asimis- bras, no todo lo que compone al registro
mo, es preciso conocer el grado de pertinen- arqueológico es producto del quehacer hu-
cia que tienen los fenómenos y procesos mano,de aunque está grandemente relacio-
naturaleza diferente y que, en último nado con éste. Todo registro arqueológico
caso,
se explican a la luz de teorías de otras posee
cien-entonces un componente comple-
cias, para la presentación de la información mentario que es producto de la acción de
en el registro arqueológico. la Naturaleza. Siendo así, el arqueólogo
La realidad a ordenar es materia de la debe aproximarse al registro tratando de es-
observación que permite el descubrimiento tablecer su "ordenamiento humano" y su
de las relaciones espacio-temporales en los "ordenamiento natural". No de otra manera
procesos y es este descubrimiento el que podrá, luego, realizar una interpretación de
posibilita el acceso a la explicación cuando los materiales en donde se relacionan las
advertimos la relación de causalidad que características culturales y sociales con las
liga a un proceso con otro. Se plantea enton- naturales y las accidentales.
ces una formulación teórica sobre lo que se Debemos considerar además, que no
observa y la reformulación teórica general todo registro arqueológico se presenta de
al advertir, en los nuevos hallazgos, cone- manera "correcta" y "ordenada". Los restos
xiones y aspectos que no han sido concep- arqueológicos pueden desplazarse de su lu-
tualizados, etc. Sólo así es posible cerrar el gar original de deposición o pueden sufrir
ciclo temporal del proceso de conocimiento transformaciones, altamente variables, que
en un momento dado, sistematizando la no dependen de su naturaleza social; es de-
oposición interna de lo particular con lo ge- cir, un mismo componente cultural o un
neral. mismo aspecto pueden aparecer en dos si-
Ordenar, clasificar y describir suponen tios diferentes cubiertos por capas de sedi-
entonces parte del proceso de conocimien- mentos, vegetación y otros, que se caracte-
to. Siendo la realidad a explicar el producto rizan por poseer espesores y composiciones
de un proceso, la manera cómo se presenta distintos, obedeciendo tales variaciones a
es el producto de varios procesos: unos de factores naturales. Pero es necesario aclarar
carácter intrínseco a las acciones de la gente que los factores naturales que actúan sobre
de la sociedad en estudio, y otros, de carác- el registro arqueológico no lo hacen siempre
ter exógeno a ella, temporalmente diferen- de manera perturbadora. El estudio de tales
ciados de los anteriores (profundidad tem- factores implica el intento no sólo de cono-
poral, ritmo de deposición, compactación, cer y explicar las causas de las alteraciones
sedimentación, accidentes mecánicos, naturales, sino también permite entender las
etc.)6. Entre los primeros se toman en cuenta variaciones presentadas en las acciones hu-
aquéllos que implican también reuso de ma- manas, reflejadas en el registro, ligadas a la
teriales por parte de poblaciones cronológi- ecología de la zona donde se ejecutaron.
camente posteriores a las que los elaboraron Partiendo de lo anterior, el enfrenta-
originalmente. miento del arqueólogo con el registro debe
ser totalmente diferente según las regiones
ecológicas donde éste se presenta. Existen
6 Autores como Schiffer (1976) han trabajado sobre los
factores que intervienen en la transformación del regis- numerosos ejemplos reveladores de cómo
tro arqueológico. Asimismo, López (1984a) dedica en un registro arqueológico "tropical" debe ser
su libro un capítulo a esta cuestión. También Veloz abordado de manera distinta a uno "templa-
(1981) ha insistido sobre la necesidad de estudiar los do" o a uno "de altura". Un determinado
procesos de conformación y transformación del regis-
tro arqueológico, especialmente en aquéllos de las nicho ecológico puede constituir, para un
áreas tropicales. grupo social, un reservorio de recursos por

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14 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

lo cual no se justifica la ejecución rios


de deactivi-
similitud formal que presentan los
dades "preservadoras", por ejemplo, objetossino
entre sí o sus similitudes funciona-
extractivas sobre el mismo, lo cual les,
traeo ambas.
comoLas unidades clasificatorias se
consecuencia un registro que refleja basan,accio-
fundamentalmente, en la distinción
nes diferentes a las que hace otro grupo hu- tecnología, materias primas
de morfología,
mano el cual mantiene, con respecto al ni-
y funcionalidad. Los objetos producidos
cho, comportamientos distintos. por grupos humanos no agotan la informa-
En el caso de zonas tropicales, elciónaspecto
en sus cualidades formales; por el con-
ecológico muestra tal variabilidad, que
trario, es
representan concreciones de las ac-
-si no determinante- por lo menosciones de los hombres destinadas a las satis-
indispen-
sable para entender la conformidad del re-
facciones de las necesidades, por lo cual ni
gistro arqueológico. su creación ni su utilización son azarosas.
Por tanto,
Visto lo anterior se puede establecer quelos criterios de clasificación de-
resulta imposible la existencia de una teoría y basarse en la búsqueda de
ben orientarse
de la observación arqueológica que no sea
aquellas agrupaciones que reflejen de la me-
histórica. Toda observación, como jor hemos
manera las funciones para las cuales los
objetos fueron
planteado en párrafos anteriores, denota por diseñados y las formas cómo
sí una concepción teórica sustantiva; cumplieron
en tales funciones (asociaciones
contextúales).
otras palabras, entre la teoría explicativa y
Puesto que el arqueólogo no trabaja,
la que sirve para observar existe una relación
necesaria. La teoría de la historia como ha señalado Childe (1958), con indi-
explica
los procesos históricos generales deviduos concretos sino con grupos abstractos
la socie-
dad; los hechos arqueológicos son de parte
personas
delque participaban de una tradi-
ción a la cual cada individuo había contri-
grupo de hechos históricos que conforman
buido, debe valerse de las abstracciones
dichos procesos. La teoría de la observación
arqueológica daría cuenta de las explicacio-
para establecer la relación causal entre gru-
nes pertinentes a las asociaciones de poslos
de ma-
fenómenos y las actividades sociales
teriales arqueológicos: asimismo,que dellospor-
originaron. Entramos así de lleno en
qué las acciones humanas se presentan el campo"fo-
de las inferencias. Las inferencias
silizadas" de tal o cuál manera y arqueológicas
de cuáles se corresponden con niveles
de abstracción,
acciones se trata. Esto permite visualizar a los cuales -a su vez- están
los fenómenos no como una masa caótica relacionados con las instancias metodológi-
de elementos desarticulados sino como cas que parten de lo general hasta lo espe-
cífico.
aquéllos unidos entre sí por causalidades
específicas, aunque tales causalidades noTodo lo anterior permite reiterar el carác-
ter de ciencia social que tiene la arqueolo-
sean inmediatamente perceptibles. Es así
que establecemos mediante la clasificación
gía: por una parte, posee un objeto de cono-
un ordenamiento de los datos en unidades cimiento que la caracteriza como ciencia
cuantificables y/o comparables entre sí. El histórica y, por otro lado, realiza una serie
grado de significación de dichas unidades de procedimientos sistemáticos para la cap-
estará dado por su efectividad para estable- tación de sus datos, que van desde la formu-
cer la correspondencia entre el fenómeno y lación de hipótesis hasta la explicación de
la información que indaga la teoría y, sabe- la realidad contextual de los registros. Para
mos, la teoría se establece luego de la cons- uno y otro caso, emplea conceptos y catego-
tatación de las proposiciones con la reali- rías y se basa en la existencia de leyes gene-
dad. Es precisamente esto lo que convierte rales y específicas.
a los fenómenos en información y a éstos Podemos decir que la teoría sustantiva y
en datos. la teoría de la observación arqueológica
Para la separación de la empiria en uni- comparten una misma ontologia y su dife-
dades el arqueólogo se basa en los objetivos rencia estriba en la "función" que cumplen
que persigue como investigador social, lo en el proceso de conocimiento. Existe pues
que le permite fijar criterios clasificatorios. una realidad arqueológica que debe ser ex-
Puede lograr agrupaciones manejando crite- plicada con conceptos y leyes; pero puesto

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 15

que ninguna observación es neutra lasEnhipó-


cualquier caso, la inducción y la deduc-
ción son fases diferentes, aunque no separa-
tesis que esa observación tendrá a demostrar
das, del proceso de investigación. Puesto
para explicar, se generan desde la teoría
que la inducción se opone a la deducción,
sustantiva que supone el nivel de conoci-
mientos que poseemos sobre la realidad la solución
his- de la oposición se logra me-
tórica. Nuestro sujeto de interés, por diante
tanto,una síntesis dialéctica que las unifica
requiere de la mediación porque no consti-
de manera transitoria y relativa; se logra el
tuye un sujeto de observación directa. enlace objetivo entre la experiencia y la ra-
cionalización de la experiencia; entre teoría
Las inferencias y práctica, y práctica y teoría (Gortari,
1979).
Como hemos dicho las inferencias juegan
un papel muy importante en la investigación
arqueológica. El arqueólogo procede me- Las instancias metodológicas
diante la utilización de las inferencias de-
ductivas, inductivas y transductivas. En páginas anteriores hemos intentado ilus-
En el primer caso, parte de premisas teó- trar la relación entre inducción y deducción,
ricas generales que la deducción demostra- racionalización y praxis que exponemos en
rá, estableciendo las interconexiones forma- el párrafo precedente. Esa relación -que de-
les existentes entre los conocimientos parti- finimos en tres niveles- puede ser expresada
así:
culares adquiridos. Dicho en otras palabras,
parte de una racionalización para obtener
elementos también racionales. 1 . No podemos conocer la realidad (socie-
En el segundo caso, hace proposiciones dad) sin antes contar con una proposi-
singulares o particulares, hasta llegar a otras ción de lo que es esa realidad (teoriza-
de carácter general, estableciendo la rela- ción acerca de la conformación y desa-
ción entre las informaciones existentes y las rrollo de la sociedad).
desaparecidas. En breve, elabora inferen- 2. No podemos teorizar acerca de la reali-
cias racionales a partir de los datos suminis- dad si antes no contamos con un con-
trados por la experiencia. junto de datos extraídos de esa realidad,
En el tercer caso, establece las vincula- en condiciones particulares y específi-
ciones existentes en los conocimientos que cas, que sirven para las generalizaciones
adquiere durante la investigación, mante- (teorización sobre los contextos arqueo-
niéndolas en un grado equivalente de gene- lógicos).
ralidad y particularidad. En las inferencias 3. Nunca conocemos la totalidad de la rea-
transductivas, la analogía constituye una de lidad por su carácter cambiante, portan-
las fuentes básicas para la elaboración de to, cada conocimiento es histórico (es
las inferencias arqueológicas. Hemos dicho decir, relativo). Pero sí es posible cono-
que los materiales con los que trabaja el cer la totalidad por ser concreta, al rom-
arqueólogo son referentes de las acciones per la pseudo-concreción; al ser la reali-
humanas realizadas dentro de una sociedad, dad un todo estructurado es posible co-
por lo cual, tales materiales cumplen dentro nocer los hechos de la realidad y conocer
de ella una función. La determinación de el lugar que ocupan en la totalidad de
las funciones de los materiales arqueológi- esa realidad.
cos se hará, en general, empleando inferen-
cias por analogía. Por lo dicho anteriormente, podemos es-
En todos los casos, la inferencia tiene un tablecer que el trabajo del arqueólogo em-
contexto definido y está condicionada por pleando inferencias, comienza desde el mo-
'a existencia objetiva. Puesto que no pode-mento mismo de la obtención de los datos.
mos inducir sin antes deducir y no es posibleEste trabajo con las inferencias opera de ma-
deducir sin contar con una síntesis inducti- nera creciente a medida que avanzamos en
va, las inferencias inductivas y deductivas el proceso de investigación, por lo cual es
guardan relaciones opuestas y recíprocas. posible definir ''niveles" diferentes en el tra-

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16 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

bajo inferencial del arqueólogo, los cuales


arqueólogo trabaja con un conjunto confor-
están ligados a los distintos pasos
madometodoló-
por los fenómenos empíricos y las
gicos que sigue. inferencias que los convierten en datos,
Bate establece tres instancias metodoló- mientras que en la segunda y tercera instan-
gicas en la investigación arqueológica cia el arqueólogo trabaja sólo con inferen-
(1977: 23): cias que poseen un grado creciente de abs-
tracción.
1 . Obtención y observación de los datos.
2. Ordenación de la información.
3. Generalización-particularización. Obtención y observación de los datos

En la primera, primer nivel de inferen- Por lo expuesto hasta ahora, podemos afir-
cias, comienza el desarrollo de las mismas mar que observar en arqueología implica
cuando seguimos el proceso de conversión conocer previamente qué se va a observar,
del fenómeno en información y de ésta en es decir, determinar cualitativamente el su-
dato. La segunda instancia, segundo nivel jeto de observación. Este primer nivel meto-
de inferencias, permite el análisis facilitando dológico permite acumular observaciones
la inferencia de agrupaciones significativas cualitativas y determinarlas cuantitativa-
de información. La tercera, tercer nivel de mente. Pero las observaciones en arqueolo-
inferencias, sirve para inferir las formacio- gía tienen que estar imbuidas del conoci-
nes económico-sociales. El proceso se cierra miento de que todo dato arqueológico se
con las formulaciones acerca del desarrollo manifestó en un espacio y un tiempo dados.
histórico concreto. Estas dos variables permiten establecer, para
Cada uno de estos niveles de inferencia efectos de la observación, el conocimiento
supone pasos diferenciados en el proceso del movimiento y las interacciones de cau-
de conocer, que implica en cada caso -a salidad. En consecuencia, observar datos ar-
su vez- niveles diferentes de abstracción. queológicos supone registrar las manifesta-
En la primera instancia metodológica, el ciones espontáneas de los fenómenos que,

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 17

en sus relaciones o asociaciones contextúa- dos los hombres. La investigación científica,


les, manifiestan una temporalidad, una es- por su parte, implica la selección consciente
pacialidad y una dinámica. de lo que se observa y la manera sistemática
En general, durante el proceso de obser- cómo se hace7.
vación el investigador tiende a actuar pasi- Puesto que en páginas anteriores hemos
vamente, tratando de no perturbar el pro- abordado lo referente a lo que el arqueólogo
ceso que intenta explicar, si no la perturba- observa, en esta parte nos abocaremos a lo
ción del proceso, sí la destrucción y/o la referente al cómo lo observa.
alteración de las manifestaciones de su pre- Para efectuar la acumulación de los da-
sentación. Al obtener y registrar sus datos tos, el arqueólogo procede estableciendo,
en el campo, el arqueólogo destruye parte primero, cuáles medios le servirán para rea-
de la evidencia, no obstante que la recrea lizarla. Estos medios consisten -básica-
en sus notas; pero esta recreación nunca mente-en los instrumentos que permiten la
corresponderá exactamente a la realidad de precisión y el mejoramiento de la captación
la cual fue obtenida. Al no poder reproducir sensorial, la reiteración de las observacio-
fielmente la realidad observada, el arqueó- nes, su exactitud, su cuantificación y su re-
logo produce alteraciones en los datos, refe- gistro; en otras palabras, medios que per-
rentes del proceso que estudia. miten que el arqueólogo aumente el alcance
Las perturbaciones ocasionadas durante y afinamiento de sus percepciones.
la obtención de los datos arqueológicos de- Lumbreras (1982:3) establece lo que de-
ben ser minimizadas o corregidas, lo cual fine como los principios que norman la acu-
equivale a la ejecución -por parte del ar- mulación del dato empírico en arqueología.
queólogo- de una serie de acciones; usará Tales principios son:
técnicas e instrumentos de excavación ade-
cuados para cada sitio; registrará y cuantifi- 1 . los medios de acceso al objeto de estu-
cará las modificaciones ocasionadas -en sus dio, constituidos por los equipos de me-
notas- y tomará en consideración tales dición y los instrumentos de interven-
variaciones al momento de analizar los re- ción.
sultados. 2. el sistema de registro.
Puesto que toda observación es selectiva 3. la descripción detallada de todos los as-
y deliberada (deliberación que no implica pectos del proceso de acumulación de
falta de objetividad), ya que el arqueólogo datos.
discrimina qué va a observar y cómo, el
procedimiento puede ser corregido y ajus- Para recopilar sus datos, el arqueólogo
tado con la práctica; sin embargo, es claro se vale de varias técnicas, especialmente de
que si bien ésta última propicia la destreza, la prospección y la excavación. La excava-
en cada acto de observación arqueológica ción supone la recuperación física y el regis-
habrá cierto grado de destrucción. tro sistemático de datos arqueológicos, to-
mando en cuenta sus manifestaciones cua-
En la arqueología, como en cualquier
otra ciencia, los fenómenos empíricos cons- litativas y cuantitativas que se expresan en
tituyen la base sobre la cual se lograrán un tiempo y espacio definidos. Durante la
construir las explicaciones de la realidad; excavación u obtención de los datos, el ar-
siendo así, los procedimientos que se efec-
túan -al estar imbuidos de la teoría deben
7 Lumbreras (1 981 : 14-15) define cuatro aspectos funda-
ser sistematizados y rigurosos a fin de lograr mentales de la investigación científica: "1 ) la investiga-
la mayor precisión. Nuestro conocimiento ción científica siempre tiene que ver con objetos con-
cretos o específicos. 2) la ciencia procede por medio
científico y objetivo de la empiria requiere
de tareas de investigación bien diferenciadas: las em-
entonces de una sistematicidad que difiere píricas y las teóricas. 3) en la investigación científica
radicalmente de las acciones intuitivas que se establece una clara diferencia entre los conocimien-
se producen en el proceso del conocimiento tos firmemente establecidos y las hipótesis. 4) el obje-
empírico. El conocimiento elemental pro- tivo principal de la investigación científica es la cons-
trucción de la explicación científica de los hechos y
cede de la interacción que establece con la procesos estudiados y la elaboración de sistemas lógi-
realidad, siendo una actividad común a to- cos que permiten hacer predicciones".

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18 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

queólogo deberá controlar los aspectos téc-


rales y materiales naturales (eco-datos). De-
nicos del procedimiento empleado, de fine
ma-a los materiales arqueológicos cultura-
nera de lograr la mayor cantidad posible de ". . .objetos o entidades discretas. . .
les como
información y la mayor confiabilidad de la en artefactos y elementos, a partir
divididas
misma8. de la asociación de sus atributos y su rela-
Los datos del arqueólogo se presentan ción con otros materiales...".
bajo la forma de materiales arqueológicos, Así pues podemos decir que un yaci-
es decir, los materiales arqueológicos apor- miento arqueológico supone la existencia
tan las informaciones básicas para poder en una localidad dada de artefactos, ele-
construir los datos que nos participarán so- mentos y ecodatos que se presentan refle-
bre las actividades humanas realizadas en jando un orden (asociaciones que guardan
localidades específicas. Puesto que las acti- entre sí) determinado por la causalidad so-
vidades humanas, socialmente determina- cial. Dentro de tal estructura podemos reco-
das, no se realizan sobre el espacio de ma- nocer la existencia de agrupaciones espacia-
nera azarosa sino que tienen un orden y les significativas de combinaciones de arte-
una causalidad determinados por los proce- factos, elementos y ecodatos que denomina-
sos de trabajo realizados por la sociedad, mos áreas de actividad, producidas por la
la forma como se presentan los materiales ejecución de un conjunto específico de ta-
arqueológicos -objetivaciones de las activi- reas sociales.
dades sociales- posee una estructura. Esa Un sitio arqueológico constituye una uni-
estructura se manifiesta en una serie de aso- dad de agregación deposicional de materia-
ciaciones espaciales que refieren a la distri- les arqueológicos. Dado que las actividades
bución y organización internas de las tareas sociales poseen diferente naturaleza, esas
sociales. Las nociones de estructura arqueo- variaciones se manifiestan también en loca-
lógica y de áreas de actividades sociales es- lidades espaciales específicas. La excava-
pecíficas, constituyen guías para la excava- ción de un depósito arqueológico debe pro-
ción de los sitios arqueológicos. ceder tratando de establecer separaciones
Para Sanoja, los materiales arqueológi- de todas las áreas de actividad que se mani-
cos que se presentan en un yacimiento pue- fiestan en los distintos pisos que conforman
den ser abordados -tomando en cuenta su un depósito, lo que López denomina super-
naturaleza, origen y significación- como ficies de ocupación "... parte expuesta (. . .ge-
fuentes de información sobre: 1) materiales neralmente horizontal) de depósitos estrati-
que informan sobre las relaciones del grupo gráficos naturales donde se realizaron distin-
social con su objeto de trabajo. 2) Materia- tos tipos de actividades humanas" (1984b:
les que informan sobre las relaciones socia- 29). Estas consideraciones nos llevan a de-
les entre individuos y que manifiestan sobre finir un registro arqueológico como un con-
los procesos de trabajo necesarios para el texto asociacional mayor, constituido por la
equipamiento material para el trabajo. agregación de contextos asociacionales me-
3) Materiales que informan sobre los códi- nores (horizontales), que pueden ser identi-
gos comunicacionales, referentes de etnici- ficados por la existencia de conjuntos dados
dad. 4) Materiales que reflejan relaciones de áreas de actividad.
intercomunitarias. 5) Materiales que rele- Desde el punto de vista de la excavación,
van de la cronología (Sanoja, 1 984: 35-36). los pisos ocupacionales o superficies de
López, por su parte (1 984b: 28-30), esta- ocupación constituyen las unidades inicia-
blece una diferencia entre materiales cultu- les de extracción de datos, las cuales están
integradas por contextos (conjuntos especí-
ficos de áreas de actividad) los que, a su
8 Por escaparse del ámbito de este trabajo no nos interesa
extendernos aquí sobre los pasos y principios que ri-
vez, constituyen las unidades mínimas (so-
gen, o deben regir, una excavación arqueológica. Sí cialmente significativas) de excavación. Es-
insistiremos, sin embargo, en que el investigador -al tamos pues de acuerdo con Sanoja cuando
momento de excavar- debe manejar las nociones de nos dice: "La localización de las áreas de
"unidades socialmente significativas" (tal como fuesen
definidas por Lumbreras, 1981: 56), como guía para
actividad requiere o presupone una técnica
la excavación de contextos. de excavación horizontal orientada a reçu-

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 19

perar no solamente los artefactos sino tam- aparecen en el registro arqueológico son
bién los contextos que le dan sentido a és- también rasgos; como tales, permiten cali-
tas../' (1984: 39). brar la fuerza de trabajo del grupo social,
pues su creación implica la inversión de tra-
bajo por parte del hombre sobre el ambiente
La ordenación de los datos u objeto de trabajo.

Como bien ha señalado Lumbreras (1974),La temporalidad


el arqueólogo debe ordenar sus materiales
de manera de poder establecer el nivel de Todo material arqueológico, o rasgo, tiene
desarrollo que es necesario dentro de un una dimensión temporal implícita; esta lo-
grupo social para que exista la producción.calización temporal de los materiales es
Para ello, usa la taxonomía -la clasifica- única dentro de un sistema social vivo, pues
ción- variando el enfoque hasta encontrarellos existen como tales durante el lapso
los elementos que permiten determinar la que cubre desde el momento en que fueron
función y uso de tales materiales clasifica-
fabricados hasta el momento en que son
dos.
destruidos o descartados. Cada objeto ar-
Al momento de ordenar, el arqueólogoqueológico, sea una vasija u otro artefacto,
parte de la premisa que dice que el hombre tiene lo que se podría llamar un período de
para poder realizar la producción necesita uso; pero eso sucede en cuanto que objeto
de instrumentos que le permitan ejercer su físico. Su función y la necesidad que satis-
acción sobre el medio ambiente (objeto de face puede persistir o variar ligeramente, pu-
trabajo), por lo cual inventa, descubre o in-
diendo suceder que otro objeto sea creado
tercambia artefactos. Estos surgen, pues, para satisfacerla aunque sus modalidades di-
como consecuencia de la función para la fieran de las del objeto anterior, implicando
cual sirven, y por ello el estudio de los arte-
muchas veces un mejoramiento en su efec-
factos sólo tiene sentido en la medida en tividad para el cumplimiento de su función.
que sirve para ilustrar el proceso social; Por lo tanto, lo que hace modificar a un
aquellos estudios dedicados a describir arte- objeto de una forma a otra, o lo que hace
factos, técnicas o simbolismo, tienden a ol- que cambie dando lugar a uno nuevo, no
vidarse del papel del hombre como creador es el paso del tiempo mismo sino que, du-
de los mismos, pero sobre todo de la función rante ese lapso, la o las actividades que se
que cumplen tales instrumentos en el pro- realizan, la forma cómo se realizan y la ca-
ceso general de desarrollo de la sociedad. lidad o intensidad de la necesidad que dicho
Para lograr esos objetivos deben enton- objeto va a satisfacer, cambian.
ces ser capaces de observar en los datos, Existen numerosos ejemplos que ilustran
por un parte, su temporalidad, su localiza- la aseveración anterior. Un artefacto litico,
ción espacial y sus asociaciones contextúa- pongamos por caso, producido para cortar
les; por la otra, debe clasificarlos tomando puede ser sustituido por otro cuya función
en cuenta sus aspectos formales; propieda- sea también la de cortar pero cuya efectivi-
des físicas, técnica y materias primas y, fi- dad se vea mejorada mediante la aplicación
nalmente, la función. de retoques en el filo. Asimismo, objetos
El arqueólogo clasifica datos e informa- producidos para cumplir funciones múlti-
ción que corresponden con rasgos arqueoló- ples, sean sustituidos o se vean posterior-
gicos. El rasgo arqueológico, como dice mente acompañados de otros, los cuales
Childe (1958), refleja en sí una actividad cumplen de manera individual y más efec-
humana, la cual fue ejecutada para satisfa- tiva las mismas funciones que cumplía uno
cer algún propósito y fue aceptada social- solo.
mente. En consecuencia, la presencia de La alfarería es otro ejemplo en tal sentido.
determinado rasgo arqueológico permite, La alfarería surge, en general, para satisfacer
por inferencia, caracterizar la naturaleza de las necesidades conexas con el procesa-
los propósitos y necesidades de la sociedad miento, almacenamiento y consumo de los
que lo creó. Los artefactos y objetos que alimentos. Para ello, los recipientes cons-

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20 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

truidos deben tener determinadas magnitu-


temporalidad de los materiales arqueológi-
des, cierto tipo y dimensión de
cosapertura que observables en su mor-
y las variaciones
estarán determinados por la función
fología y a la cual
funcionalidad, permiten inferir la
están destinados; deben ser impermeables,
calidad de las necesidades sociales, cuyos
etc. La utilización de cierto tipo de materia-
cambios son un referente del grado de desa-
les y las técnicas en la fabricación deLos
rrollo social. los
rasgos arqueológicos, los
recipientes garantizan, al menos, el mínimo
materiales, nos remiten al estudio y conoci-
de las condiciones necesarias miento
para de cumplir
la secuencia histórica que im-
la función. Sin embargo, un grupo humano
plica el paso de una polifuncionalidad a una
a lo largo de su historia, puede utilizar ma-
especialización, secuencia que refleja a su
vez lala
teriales diferentes que aumenten ecuación función-efectividad.
efectivi-
dad del recipiente o que le confieran El establecimiento
otras de ordenamientos
características que le ayuden cronológicos en el cumpli- es necesario en cuanto que
miento de su función. Esto nos lleva a reco- todo rasgo cultural, todo grupo humano, el
nocer las distinciones necesarias entre la sin- quehacer del hombre sobre determinado es-
gularidad funcional de un artefacto y la fun- pacio, se realiza en un tiempo dado; ésto
cionalidad social que implica la satisfacción es tan obvio que no necesita mayor discu-
de las necesidades. Por singularidad fun- sión; sin embargo, como vemos, la dimen-
cional de un artefacto entendemos los requi- sión temporal se convierte en elemento im-
sitos concretos de fabricación que se deben portante en el análisis ya que los eventos
cumplir para que tal artefacto sirva para un que caracterizan el desarrollo de determina-
fin o uso determinado. En el caso de una dos grupos sociales varían temporalmente
vasija, por ejemplo, esos requisitos se tradu- debido, precisamente, a su carácter histó-
cen en una serie de requerimientos comu- rico y dialéctico.
nes: constituir un recipiente con cierta capa- Los factores que estimulan el cambio en
cidad; cierto grado de cohesión de la pasta una sociedad, entiéndase el cambio que re-
para que al cocerse la pieza no se rompa; flejan los distintos artefactos y las activida-
determinada apertura en la boca para poder des y necesidades representadas por ellos, se
trasvasar líquidos, contener sólidos, sólidos asientan en las relaciones que se establecen
fluidos y otros; ser refractaria al calor si va entre los mismos individuos de esa socie-
a ser usada para cocinar; una determinada dad. Luego, cuando el arqueólogo utiliza
silueta y proporciones para que sea funcio- cualquier técnica que le permite medir el
nal, etc. Por funcionalidad social entende- cambio reflejado en los artefactos, en reali-
mos, siguiendo con el ejemplo de la vasija, dad intenta medir la dinámica de las relacio-
cómo ésta se inserta en un régimen de nes entre los individuos que la componen,
formas el cual cumple con un sistema de ya que la forma de organizarse la sociedad
funciones concatenadas en la satisfacción está movida por el tipo, intensidad y varia-
de necesidades ligadas al procesamiento, al- ción de las relaciones sociales. Es induda-
macenamiento, consumo y transformación ble que estos cambios que se observan en
de alimentos!". los materiales arqueológicos reflejan, a su
Es por ello que la función es determinante vez, aquéllos que se suceden en las activi-
para establecer la temporalidad de las nece- dades desarrolladas para producirlos y los
sidades; los artefactos y rasgos arqueológi- cambios que se producen en el tipo de las
cos en general, constituyen las maneras pre- necesidades, así como los propósitos que
cisas como se satisfacen esas necesidades los grupos poseen. Tales cambios, portanto,
en un tiempo dado. En cualquier caso, la pueden ser -y lo son las más de las veces -
significativos en cuanto que se convierten
en instrumentos que permiten identificar
4 La funcionalidad social de las vasijas también puede ciertos momentos históricos, para fines me-
estar referida a otros aspectos de la vida social no todológicos.
necesariamente ligados a la transformación de los ali-
mentos. Puede tratarse de recipientes elaborados con
Existen rasgos arqueológicos que no pue-
fines rituales, ceremoniales, o vasijas domésticas usa- den ser tipificados como artefactos ya que
das posteriormente en rituales específicos. no tienen expresiones tangibles en cuanto

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 21

que objetos tísicos. Tales rasgos arqueológi- pero esas tendencias fundamentalmente del
cos poseen, sin embargo, la misma cualidad cambio social sólo pueden ser formuladas
de reflejar y responder a actividades concre- una vez que conocidos los innumerables
tas y a necesidades sociales también concre- cambios sociales se pueden establecer cuá-
tas10. les representan o tienen mayor importancia
El cambio, y su segmentación, para esta- y cuáles son determinantes.
blecer referencias temporales significativas,
constituyen el medio para poder acceder al La espacialidad
tipo y cualidades de las relaciones entre los
individuos, que es -como hemos dicho- lo A los fines del discurso, estamos analizando
que caracteriza el desarrollo de la sociedad. separadamente los elementos tiempo y es-
La dinámica del cambio, pues, está motori- pacio pero, en realidad, ambos constituyen
zada por el desarrollo de las relaciones que una unidad ¡unto con movimiento.
se manifiestan en el seno de la sociedad, Veamos como plantea Gortari (1979:
relaciones contradictorias que se expresan 119) la relación de dichos elementos: "...el
en la suma de formas sociales que confor- universo no se desenvuelve en el tiempo y
man a un grupo social, las cuales están liga- el espacio, sino que el tiempo y el espacio
das, de diversas maneras, al proceso de de- son aspectos de su desarrollo, esto es, formas
sarrollo social. de su existencia. Igualmente, el movimiento
Cada momento histórico está caracteri- es la forma fundamental que manifiesta la
zado por un conjunto particular de activida- existencia y es el meollo de su desenvolvi-
des que se realizan para producir objetos miento. El tiempo es la totalidad de las ma-
que devienen en arqueológicos y por un nifestaciones objetivas de un orden único,
conjunto específico de necesidades e impe- común y fundamental para todos los proce-
rativos de la sociedad que son satisfechos sos (...) el espacio es ese mismo conjunto
por tales objetos, de una cierta manera. Esto total de manifestaciones de la existencia,
quiere decir que los requerimientos en rela- incluidas como elementos en una serie de
ción a la producción, las necesidades de
determinado grupo van variando lo sufi-
ciente como para obligar a los individuos a
elaborar un determinado conjunto de pro-
ductos y bienes y, obviamente, a organi-
zarse y relacionarse de una manera que
puede distinguirse de la del período ante-
rior, por la producción de un nuevo con-
junto de bienes.
Estas distinciones entre períodos pueden
ser de magnitud tal que permitan definir
cuándo existen modificaciones estructurales
básicas, o pueden ser de menor intensidad
y cualidad, señalando las fluctuaciones que
caracterizan la dinámica de las relaciones
entre los individuos y sus necesidades.
Como científicos sociales nos interesa es-
tudiar los acontecimientos sociales, no en
su detalle minucioso sino las tendencias fun-
damentales y los resultados determinantes
de la evolución histórica de la sociedad;

10 La dimensión temporal nos interesa, entonces, para


acceder al carácter procesal de la realidad y a las
variaciones temporales significativas que se dan en la
esencia de todo proceso.

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22 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

multitud de ordenaciones coexistentes (...) fiere su temporalidad; el orden de coexisten-


movimiento es la síntesis en que se conjugan cia, la espacialidad y los cumplimientos de
el espacio y el tiempo, en su actividad, con dichos órdenes, su movimiento. El cierto
su contradicción y por su continua conver- orden de coexistencia que se manifiesta en
sion mutua, como otra forma más completa cada conjunto de rasgos arqueológicos, re-
de la existencia universal". ferentes de las necesidades sociales que sa-
Decimos, por tanto, toda sociedad, que tisfacen, implica la conexión, la continui-
supone la suma de las formas de existencia dad física de sus manifestaciones; dicha co-
referidas a los procesos sociales, los cuales nexión nos lleva a considerar las propieda-
se inician en uria etapa elevada de la orga- des que les son inherentes a los procesos
nización biológica, existe objetivamente y sociales para que se produzcan los rasgos.
está constituida por rasgos siempre cam- Dicho en otras palabras, entender las rela-
biantes, siempre en movimiento; ocupa un ciones de determinación que tiene la causa-
espacio (orden de coexistencia específico) lidad social sobre el lugar que ocupan los
y se manifiesta a lo largo del tiempo (orden rasgos en el tiempo y su movimiento.
único del proceso o procesos sociales que Los rasgos arqueológicos se manifiestan
toda sociedad representa); pero al ser el objetivamente en un espacio físico, pero
tiempo y el espacio societarios elementos éste no constituye una suerte de recipiente
recíprocos e inseparables, continuos y dis- donde ellos aparecen; es -por el contrario-
continuos, son propiedades del proceso so- el conjunto de manifestaciones de las pro-
cial que se muestran directamente en el de- piedades espaciales, el orden de coexisten-
sarrollo (movimiento). A su vez, los distintos cia que menciona Gortari (1979).
momentos del movimiento social se expre- En arqueología, la dimensión temporal
san en el tiempo y en el espacio; ese movi- se expresa en asociaciones espaciales, es
miento se manifiesta en cambios continuos decir, la noción de orden de coexistencia
en momentos discontinuos. (espacio) y la de orden único y común de
Los rasgos arqueológicos, que manifies- procesos (tiempo), se manifiestan en ar-
tan la relación rasgo-necesidad-función, su- queología en un solo orden: el de coexisten-
ponen movimiento expresado como rasgos cia. El principio de deposición usado en ar-
cambiantes, necesidades en transforma- queología para definir la dimensión tempo-
ción, funcionalidad dinámica. Por ello, la ral, también se basa en elementos espacia-
relación temporalidad-cambio que aludi- les. Puesto que toda sociedad hace uso so-
mos en páginas anteriores, consiste en nece- cial del tiempo y el espacio, las diversas
sidades sociales que se satisfacen de deter- asociaciones espaciales podemos abordar-
minada manera (momento) y la generación las como momentos particulares o singula-
de otras nuevas que son satisfechas de otro res de la totalidad concreta que es una socie-
modo (continuum dialéctico basado en la dad; es lo que Bate (com. per.) define como
reciprocidad y la negación). Así, cada con- "contextos momentos": "conjuntos de trans-
junto formado por necesidades específicas formaciones materiales de la naturaleza ge-
y cierta manera de satisfacerlas, supone un nerados por la sociedad, los cuales constitu-
orden único (un tiempo histórico) que se yen momentos de la totalidad viva". Esta
expresa en un determinado orden de coexis- concepción supone la relación necesaria
tencia (espacio histórico) y supone la nega- entre la unidad social y el espacio de esa
ción del conjunto que le antecede (demues- unidad social como espacio vivido; este úl-
tra así la discontinuidad de la continuidad timo nos refiere, inmediatamente, a 'a no-
del movimiento)11. El orden único le con- ción de vida cotidiana. Así, un espacio vi-
vido es la unidad donde se hacen observa-
ciones sobre las actividades de la vida coti-
11 El tiempo, el espacio y el movimiento históricos no
son, por supuesto, conceptos de uso solamente ar- diana que realizó una unidad social.
queológico; pero es interesante señalar que su defini-
ción dentro de la arqueología no se había sistematiza-
do, aunque muchos de los trabajos publicados de- vimiento, su propiedad fundamental, son elementos
muestren su uso o empleo en las investigaciones ar- "consumidos socialmente" por cada grupo social de
queológicas. El tiempo, el espacio histórico, y el mo- una manera relativa, por lo tanto histórica.

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 23

La cotidianeidad supone el "consumo"


las acciones sociales que produjeron la ma-
nifestación
rutinario del tiempo. En ese tiempo, la repe- de la asociación.
tición provee de los factores que garantizan
Como se infiere de lo anterior, no es po-
la seguridad social y protege a los grupos
sible o no es deseable trabajar los datos ar-
de lo aleatorio. Pero, aunque la monotonía
queológicos utilizando aisladamente el cri-
de las acciones diarias se da en un espacio
terio temporal o el criterio espacial, puesto
-allí se objetiva la repetición- también es
que existe una relación indisoluble entre
ese espacio el lugar de la innovación tiempo
y cam- y espacio; asimismo, puesto que
bio, de la creación y la transformación. Así
tiempo y espacio no tienen sentido si no
la cotidianeidad tiene también una "ontolo-
consideramos al principio de asociación
gia del movimiento" . (causalidad social de los rasgos que poseen
una temporalidad y una espacialidad), el
El espacio para el arqueólogo le permite
encontrar la constancia estructural de trabajo
lo co- arqueológico debe partir de los con-
tidiano, pero también le facilita medirtextos. el
Esto convierte a los contextos en el
tiempo al constatar el devenir humano puntoen de partida para el establecimiento de
su desarrollo y definir las facetas que las unidades sociales significativas y, en
adquie-
re, de manera particular, ese desarrollo. El
consecuencia, de las unidades mínimas cla-
arqueólogo accede a las regularidadessificatorias,
y ci- donde se conjugan las variables
espacio, tiempo y causalidad social.
clos así como a las rupturas de lo cotidiano.
Lumbreras señala, en torno a lo anterior,
cómo "...una arqueología basada en las aso-
Los contextos en la clasificación ciaciones permite rescatar no sólo los cam-
bios que se producen en los artefactos a lo
Cada rasgo u objeto en sí tiene un determi-largo del tiempo y el espacio, sino sobre
nado orden de coexistencia, lo cual equi- todo posibilita definir el conjunto de formas
vale a decir que ocupa un determinado es-específicas o generales de la conducta de
pacio y, dijimos también, tiene un determi-los pueblos en cada uno de los momentos
nado tiempo de uso; pero ni el espacio nide su historia (..) el dato arqueológico, de
el tiempo de uso individuales de los objetossimple indicador de cambios pasa a ser in-
tienen sentido para el arqueólogo, al menosdicador de formas de vida" (Lumbreras,
no para el tipo de arqueología que propone-1984a: 3).
mos. Es sólo la manifestación témporo-espa- El conjunto interrelacionado: espacio-
cial de un conjunto de materiales arqueoló-tiempo-movimiento-causalidad social, ex-
gicos lo que nos interesa rescatar como datopresado a su vez en asociaciones contextúa-
arqueológico. Aunque cada objeto aisladoles específicas, es usado por el arqueólogo
es concebido por el arqueólogo como elcomo unidad ya desde la aprehensión de
resultado concreto de una o varias acciones los datos como sistema de referencia para
sociales, los conjuntos aludidos constituyen la ordenación de los materiales con los cua-
un sistema interrelacionado de elementos
les trabaja. Cada uno de tales conjuntos po-
arqueológicos cuya significación estriba no see dimensiones espacio-temporales defini-
sólo en constituir referentes -a su vez- de das, pero lo más importante reside en el
un conjunto determinado de acciones socia- hecho de que cada unidad es determinada
les, pero también de las circunstancias cómo por el contenido que posee; en otras pala-
se generaron y cómo se presentan en el re- bras, cada contexto supone la manifestación
gistro arqueológico. objetiva de un conjunto de actividades so-
Ese conjunto se expresa en las relaciones ciales que puede ser distinguido de otro por
de asociación que existen entre sus partes la naturaleza y la forma como se realizaron
constituyentes, relaciones que se producen las acciones representadas.
cumo consecuencia de las acciones sociales Cuando podemos establecer, mediante
que les dieron origen y uso. A cada conjunto el análisis de contenido, la existencia de
de asociaciones significativo lo llamamos contextos de asociaciones recurrentes en
contexto y la calificación que le otorgamos el tiempo y en el espacio, asumimos que
estará en relación directa a la naturaleza de
tales contextos fueron producidos o son el

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24 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

reflejo de circunstancias sociales similares.


zonamientos deductivos que provee la ex-
Puesto que el cambio y la transformación
periencia v !a teoría y, establecemos las se-
son inherentes a las acciones y, encuencias
conse-de acciones posibles, contingentes
cuencia, a los contextos, es necesario tam-
y necesarias realizadas para que se produje-
bién tratar de establecer los ritmos de su ran las representadas físicamente en el regis-
dinámica. tro. Siendo así, tomamos en consideración,
Establecemos entonces la existencia de también, lo que Bate (com.pers.) denomina
dos principios básicos que deben ser toma- principio de sincronía posible y secuencia
dos en cuenta para el análisis arqueológico; necesaria. Al efecto, un contexto remite a
por una parte, el principio de asociación y, las acciones posibles de haber sido efectua-
por la otra, el principio de recurrencia; am- das, es decir, aquéllas que pudieron haberse
bos nos remiten al objetivo primordial que realizado para que se manifestasen las que
es conocer la causalidad (Lumbreras, 1 982). están reflejadas en el mismo. Las contingen-
Esto convierte a los sitios arqueológicos tes serán aquéllas que pudieron ocurrir, u
en conjuntos de contextos los cuales anali- ocurrir eventualmente para que otras se pro-
zaremos usando el principio de recurrencia. dujeran y se reflejaran en el contexto, y re-
Así, primero identificaremos los contextos miten al conocimiento y caracterización de
presentes, caracterizando los elementos queacciones concretas. Las acciones necesarias
los componen, y con un análisis cruzado, son aquéllas cuyo cumplimiento fue indis-
accedemos a los ritmos de la vida cotidiana pensable para que ocurrieran las representa-
representada en los sitios. das. Asimismo, empleando el principio de
El principio de asociación regula la com- asociación y el de sincronía posible y se-
posición de los contextos y el de recurrencia cuencia necesaria, es factible determinar
regula el de la función social mediante la el conjunto de acciones sincrónicas que ne-
repetición de características formales en el cesariamente tuvieron lugar con las repre-
espacio que obedecen a actividades comu- sentadas.
nes. La función adquiere significado social Según lo anterior, podríamos entonces
por el uso recurrente de elementos forma- analizar los contextos de acuerdo a las ac-
les12. ciones representadas, manejando el criterio
Para trabajar correctamente utilizando de certitud, empleando la contrastación y
los principios de recurrencia y asociación comprobación de las evidencias físicas con
para realizar inferencias, es necesario tomar las propuestas y derivar de elio información
en consideración los procesos de formación referencial acerca de otras, manejando los
y transformación de los contextos, discrimi- criterios de posibilidad, contingencia, pre-
nando entre aquellos procesos sociales y los cedencia y relación necesaria.
naturales. En el primer caso, tenemos que Bate nos ofrece un interesante e ilustrado
tener en mente que un contexto puede refe- ejemplo de como puede operar un arqueó-
rirnos no solamente al conjunto específico logo en este juego de inducción-deducción
de las actividades "fosilizadas" representa- en la inferencia de contenidos sociales a
das en él; también puede suministrar infor- partir de objetos arqueológicos, manejando
mación sobre otras acciones conexas. A és- el principio de sincronía posible y secuencia
tas accedemos mediante una cadena de ra- necesaria. Al referirse a una punta de dardo
(Bate, 1977: 35) es posible inferir, según el
autor:
12 Lumbreras (com.pers.) entiende que las asociaciones "1 . que se trata de un instrumento de
contextúales pueden ser entendidas también en rela- caza...
ción a su carácter continuo, discontinuo o segmenta-
do, permitiendo la presencia de contextos primarios,
2. evidencia el trabajo de la p
fortuitos y alterados, respectivamente. Para el mismo da...
autor, un contexto se define tomando en considera- 3. presupone el trabajo de recolección de
ción la asociación espacial, la temporal y la funcional. las materias primas...
Todas estas asociaciones -a nuestro juicio- se mani- 4. da datos sobre el medio ambiente... so-
fiestan espacialmente. Tanto el tiempo como la fun-
ción, en forma y contenido, se manifiestan espacial- bre las áreas de desplazamiento de los
mente. cazadores..."

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 25

Para el punto 1, instrumento de caza, decir, elementos culturales que harán dife-
aunque el contexto no presente elementos rente formalmente a una secuencia necesa-
materiales que refieran al proceso de fabri-
ria de otra similar. Las asociaciones determi-
cación del instrumento, es posible inferirlos
narán la existencia de acciones que presen-
como acciones precedentes necesariamente ten o supongan una sincronía. En el ejem-
realizadas para que se produjese la punta.plo, aparecen como sincrónicas acciones de
Asimismo, es posible plantear la existencia
transformación del animal cazado en ali-
de la cacería como acciones que forman parte
mento con acciones que refieren a la caza
de la secuencia necesaria en el uso posterior
misma del animal como la punta. Esto nos
de la punta de dardo. La asociación de esta
lleva en la cadena de razonamientos a con-
punta con restos de un animal cazado con- siderar a esa punta como la que posible-
vertiría a la caza en un conjunto de acciones
mente se empleó en la caza de ese animal
en sincronía posible con las que hemos o in-como la que se empleó, posiblemente, en
ferido de la punta; si además los huesos
la caza de otro animal. Como corolario se
infiere la caza.
presentan evidencias de fuego, ésto nos per-
mitiría plantear una sincronía de accionesOtros procesos sociales pueden influir en
que pueden pertenecer a otras secuencias la
ne-presentación de un contexto y nos refieren
cesarias. Para que se presenten los restos
a la existencia de modificaciones que se ori-
óseos quemados de nuestro ejemplo, deben ginan por el re-uso o re-elaboración de algu-
haberse realizado -con carácter necesario- nos de sus componentes. Estas acciones so-
otras secuencias de caza y debe haber ocu- ciales estarán temporalmente diferenciadas
rrido un conjunto de acciones necesarias de las que produjeron el contexto primario,
para cocer el animal: recolección de com- y deben ser establecidas para poder realizar,
bustible, preparación del fuego, etc. Las ac- luego, las inferencias. Tendremos así que
ciones contingentes serían aquéllas que, en los contextos pueden ser primarios, o sea,
el ejemplo, den una caracterización formal aquéllos que se presentan sin modificación
diferencial: silueta de la punta, utilización social subsecuente, y contextos secunda-
de color para hacerla más "eficaz", etc., es rios, aquéllos que presentan modificaciones
sociales temporalmente diferenciadas de las
primarias.
En el caso de los procesos de transforma-
ción de los contextos debemos tomar en
consideración, también, a aquellos proce-
sos que obedecen a causas naturales (a los
cuales hemos aludido anteriormente) y que
determinan algunas modificaciones obser-
vables en los contextos primarios. Una estra-
tigrafía invertida, que refiere a la inversión
de los depósitos arqueológicos por factores
mecánicos, sería un ejemplo de tales proce-
sos de transformación. No obstante, la trans-
formación de los contextos por procesos na-
turales no es azarosa pues dichos procesos
también, como los sociales, están regidos
por leyes, en este caso, naturales13.

11 La siguiente cita de Sarmiento (1 986: 44) es ilustrativa


de lo que queremos decir: "Los sitios arqueológicos
están ubicados en un medio natural específico, cual-
quier sitio está asociado a una geoforma que tiene un
origen, composición y desarrollo determinados, con
una dinámica explicable a partir del entendimiento
de los procesos que la crearon y constantemente la
modifican. Un tipo de evidencia en el que se apoya

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26 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

En otro orden de ideas debemos decir Cada uno de estos factores puede presen-
que, indudablemente, como arqueólogostársenos como una visión "congelada" en
sociales nos interesa determinar la existen- el registro arqueológico, como si constitu-
cia de las particularidades que adoptan los yese "un paso" separado para que se de la
procesos societarios; siendo así, utilizare- totalidad del proceso productivo. En efecto,
mos la inferencia no solamente para deter- una unidad habitacional puede ser conce-
minar la ejecución de acciones, sino tam- bida por el arqueólogo como un contexto
bién para precisar cómo tales acciones ca- básicamente de consumo; un taller litico,
racterizan al proceso productivo. Será nece- por su parte, puede referirnos a acciones
sario, entonces, inferir la existencia de: que lo califican como un contexto básica-
mente de producción. En cada caso, este
1 . Los medios de producción: medios y ob- consumo y esta producción implican y refle-
jeto de trabajo jan los demás factores de la totalidad y es,
2. El proceso de trabajo concreto precisamente, por el carácter de unidad or-
3. Productos y/o desechos del trabajo gánica que podemos reconstruir al proceso
4. Formas de consumo (Bate, 1977). productivo como totalidad concreta,
cuando reconstruimos uno de dichos facto-
En efecto, los contextos pueden ser abor- res representados en el registro arqueológi-
dados según nos refieran a las acciones im- co, manejando los principios de sincronía
plicadas en algunos de los distintos segmen- posible y secuencia necesaria, y el de aso-
tos del proceso productivo. Será posible dis- ciación y el de recurrencia.
tinguir (o deseable) entonces, contextos de Hemos dicho que los contextos se califi-
producción de los de consumo, pudiendo can por su composición cualitativa y que
algunos de ellos ser catalogados como mix- ésta está determinada por las actividades
tos (producción-consumo, por ejemplo). realizadas en torno al proceso productivo.
Los contextos de distribución y/o cambio Así los contextos se estructuran en áreas de
son especialmente difíciles de reconocer ya actividad, las cuales, decíamos, constituyen
que las acciones que caracterizan a tales las unidades mínimas de excavación y supo-
procesos difícilmente se objetivan en un re- nen agrupaciones discretas del conjunto de
gistro. materiales arqueológicos usados en la
Debemos aclarar que esta división que ejecución de una actividad social determi-
hacemos del proceso productivo en seg- nada. Siendo así, un contexto mixto
mentos reconocibles en los contextos ar- de hecho debe contener varias áreas de ac-
queológicos, es sólo un ardid metodológico tividad con composiciones cualitativas dife-
para facilitar la inferencia del proceso pro-rentes que corresponden con distintos "mo-
ductivo en su totalidad pues, como bien se-mentos" del proceso productivo. Un con-
ñala Marx: "El resultado a que llegamos no texto de producción, por su parte, se estruc-
es que la producción, la distribución, elturaría en áreas de actividad que refieren al
cambio, e¡ consumo, son idénticos, sino conjunto de tareas sociales ejecutadas du-
que todos ellos son miembros de una totali-rante los procesos de obtención y transfor-
dad, diferencias de una unidad, (...) al existir mación de las materias primas en productos.
relaciones recíprocas determinadas de estosUn contexto de este tipo se manifiesta en el
diferentes factores como ocurre en cualquier registro arqueológico, en consecuencia, por
todo orgánico" (Marx, 1980: 267-268). la presencia de la materia prima misma y
de objetos elaborados o semi-efaborados así
como también de desechos. Este contexto
la geomorfologia para entender la acción de tales pro-
cesos es el registro sedimentológico, de donde se ex-
de producción, no obstante, supone de al-
trae información tanto del habitat como del ambiente guna manera también uno mixto pues se
unidad producen objetos y se consumen materias
regional . . . y es debido a que sabemos que cada
geomorfológica tiene procesos de sedimentación pro- primas.
pios y específicos, como se puede entender cuáles El contexto de consumo se estructura so-
son los posibles contextos de deposición de un sitio
arqueológico y, por ende, nos dará elementos para bre la base de actividades sociales ligadas
entender la secuencia estratigráfica del mismo. a procesos de trabajo concreto en las cuales

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 27

se emplean artefactos u objetos elaborados la composición de los contextos y las cuales


con distintas materias primas; éstos, asocia- responden a los cambios que se dan en la
dos, cumplen un sistema de funciones. Es vida cotidiana. El espacio vivido se "consu-
posible identificar arqueológicamente un me" de manera diferente a como lo hace
contexto de consumo por la existencia de un grupo cazador recolector; en consecuen-
un conjunto heterogéneo de artefactos que cia, los contextos generados tenderán a re-
corresponden a una misma unidad de depo- flejar una especialización de funciones. De
sición.
la polifuncionalidad o indiferenciación es-
Hemos dicho que los contextos arqueo- pacial de los contextos de los cazadores-re-
lógicos están influidos en su presentación, colectores, se nos presentará ahora, entre
de manera muy importante, no sólo por los grupos tribales, una organización espacial
factores naturales que intervienen en su jerarquizada de las tareas sociales. Los usua-
transformación pero sobre todo por los fac- rios del espacio lo consumirán según la
tores sociales que determinan su formación. nueva lógica que le imprime su cotidianei-
Efectivamente, al suponer los sitios arqueo- dad. Esta lógica implica, generalmente, que
lógicos y sus contextos la materialización la sociedad genera continuamente "contex-
de las formas de vida de los pueblos (su tos momentos" integrados por un número
cotidianeidad), las maneras de manifestarse
cada vez mayor de áreas de actividad, o
tales contextos responderán en gran medida éstas son generadas por acciones sociales
a las condiciones materiales y sociales que cada vez más especializadas, o ambas.
rigen para esos pueblos. Por tanto, es indu-
dable que la formación de los contextos varia-
rá según cuál sea el desarrollo de los grupos Forma y fundón en la clasificación
sociales ya que de éste depende no sólo lo
que produce sino también el cómo y, de Para estudiar los contextos -conjuntos par-
alguna manera, el dónde. Es posible esperar ticulares de materiales arqueológicos (léase
que las primeras formas sociales se manifies- actividades para producirlos y necesidades
ten arqueológicamente en contextos poco que ellos satisfacen)- el arqueólogo procede
diferenciados cualitativamente, es decir, a la clasificación. La clasificación opera en-
que los sitios arqueológicos testigos de su tonces con el fin de ordenar los materiales
ocupación se nos presenten como lugares y la información conexa con ellos, de ma-
donde se concentraba la mayoría de las ac- nera de hacerlos susceptibles de compara-
ciones sociales ejecutadas por los grupos: ción.
en un espacio reducido donde no sólo se En la clasificación los contextos se some-
manufacturaban los artefactos, sino también ten al análisis, es decir, son separados y
se transformaban y procesaban los recursos estudiados en partes en lugar de observarlos
en alimentos, se repusiera la fuerza de traba- como todos indivisibles, para luego -me-
jo, se enterrara a los muertos, etc. Esto nos diante la síntesis- volver a integrarlos. El
lleva a afirmar que los contextos arqueoló- abordaje inicial y más común del análisis
gicos generados por las formaciones socia- de los contextos parte de la forma; ella cons-
les más antiguas tiendan a ser indiferencia- tituye un proceso de la realidad que posee
dos, no obstante que es posible encontrar propiedades objetivas y constituye a su vez
contextos de producción separados espa- un elemento componente de otro proceso
cialmentede los contextos de consumo. Esta que es el de la función. Este proceso funcio-
afirmación es todavía más valida para los nal mayor, que integra a la forma, se com-
sitios de habitación, especialmente en lo porta como un todo en un nivel superior.
que se refiere a los espacios domésticos de La forma, elemento integrante del todo fun-
los cazadores-recolectores, donde la no es- cional, manifiesta su propia singularidad
pecialización espacial en las funciones es como proceso relativamente independiente
la norma.
y se integra en la síntesis que se produce en
A medida que trabajamos con formacio- el seno del proceso funcional; este último,
nes sociales cada vez más complejas pode- constituye un elemento de la síntesis proce-
mos encontrar variaciones significativas en sal que supone un contexto.

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28 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

Trabajando en niveles de profundidad función posee cualidades de determinación


podemos decir que el arqueólogo sobreopera
la forma,depor lo cual esta última se
la siguiente manera: convierte, una vez realizada su síntesis, en
el indicador de la función. Estamos así,
1er. nivel: Determinación del todo pues, de acuerdo con Lumbreras (1983: 3)
(Contexto) en su planteamiento de que la clasificación
2do. nivel: Análisis del todo (Segrega-
arqueológica debe permitir "la segregación
de conjuntos cuya significación real es la
ción de los elementos proce-
sales del contexto para co-función que les dio origen y no la forma en
nocerlos en detalle) tanto tal". Es claro que ni la forma ni la
función son elementos idénticos, también
3er. nivel: Síntesis del todo (Integra-
ción del contexto para ob-es evidente que para establecer la función
servarlo con mayor penetra-no podemos obviar la definición previa de
ción) la forma. Forma y función guardan entre sí
relaciones recíprocas, de interpenetración,
Este trabajo, empleando las operaciones que no pueden ser establecidas si no son
de análisis y síntesis, permite visualizar a consideradas como "diferencias de una uni-
los contextos no como la suma de sus ele- dad".
mentos sino como un conjunto que siempre La causalidad de los procesos que conlle-
posee cualidades nuevas, producto de la van a la producción de las formas se logra
conjunción e interpretación de los elemen- sólo cuando establecemos las necesidades
tos. Un contexto no es, entonces, la enume- funcionales a ser resueltas; esto permite re-
ración de los elementos formales y de los conocer a las formas como los elementos
funcionales sino la reunión, en una unidad, de los cuales se vale el proceso para resolver
de sus determinaciones elementales. las necesidades; tal resolución, en conse-
Así, al analizar un contexto por medio cuencia, es el ejercicio de la función. Esto
de la forma, establecemos las cualidades de implica que los materiales arqueológicos
sus componentes, las cuales -a su vez- son constituyen lo que Lumbreras (1 984b: 3) de-
una síntesis de la interpenetración de los nomina "un régimen de formas que res-
distintos atributos físicos. Al analizarlo por ponde a un sistema de funciones concatena-
medio de la función, en un nivel abstracto das", que se refiere a una cadena de nece-
más elevado, establecemos las determina- sidades. Pero el "sistema de funciones con-
ciones de sus componentes, que son tam- catenadas que suplen una cadena de nece-
bién una síntesis de la interpenetración de sidades" no puede ser aprehendido de ma-
sus elementos constituyentes, donde la sín- nera inmediata. Por ello, análisis y síntesis
tesis formal es uno de ellos. Dicho en otras formal se convierten en "pasos" previos al
palabras, la síntesis funcional en el estudio análisis y a la síntesis funcional, y es ésta la
de los contextos incluye al análisis formal secuencia metodológica que sigue el ar-
de manera necesaria, porque la forma es un queólogo.
elemento integrante de la función. Tal como En términos de causalidad, entonces, la
plantea Lumbreras (1983: 3), la forma y la forma es "diseñada" a partir de la función
función constituyen una unidad orgánica, que cumple y por eso el abordaje de la rea-
siendo la forma -según el mismo autor- "la lidad que efectuamos parte de la forma para
relación específica de los atributos físicos definir la función. La síntesis funcional su-
con su destino a satisfacer una necesidad pone el análisis y síntesis formal y la conju-
determinada". gación de ambos se expresa en los contex-
Debido a la interpenetación y reciproci- tos, manifestando en ellos relaciones recí-
dad de los elementos de esta unidad orgáni- procas de ambos elementos de una determi-
ca, los morfológicos son segregados me- nada manera.
diante el análisis para poder realizar el estu- Se hace obvio para el lector que aquí
dio del proceso funcional. Aunque esta se- aludimos a una unidad orgánica forma/fun-
paración permite considerar al proceso for- ción, donde la forma se diseña de acuerdo
mal como relativamente independiente, la a los imperativos funcionales de los objetos.

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 29

cluye otros factores que podemos analizar.


En efecto, las formas arqueológicas suponen
la síntesis de elementos integrados dentro
de otro proceso que denominaremos tecno-
lógico, el cual -aunque lo trataremos sepa-
radamente- guarda una relación real con la
función (necesidad social). Es del todo evi-
dente, desde el primer momento, que la tec-
nología es producida por los miembros de
una sociedad dentro de sus procesos de tra-
bajo como una manera de apropiarse de la
naturaleza, de producir sus medios de vida,
manera que se expresará en grados y con
efectos diferentes según sea el nivel histórico
real de esa sociedad.
Para el análisis de la tecnología debemos
tener presente que sus resultados servirán
para -vía la inferencia- establecer la exis-
tencia de un determinado grado, en términos
cuantitativos, del desarrollo de las fuerzas
productivas de una sociedad. Asimismo,
servirán al arqueólogo para establecer la
composición cualitativa específica de las
fuerzas productivas. En el estudio de la tec-
nología se manifiesta, a efectos de las fuer-
Tales objetos, asimismo, se integran azas productivas, la transformación recíproca
otra
entre cualidad y cantidad. La composición
unidad orgánica que es la de forma/conteni-
cualitativa de las fuerzas productivas a que
do, aludiendo a la relación entre la cultura
hacemos referencia: relaciones técnicas de
y la forma social. La "forma cultural", enton-
ces, no debe ser confundida con la "forma producción y división del trabajo dentro de
funcional". determinadas relaciones sociales de produc-
Refiriéndonos de nuevo a los niveles de ción (propiedad), condicionan un determi-
profundidad y a los niveles de abstracción, nado grado de desarrollo de las fuerzas pro-
tenemos que, en la clasificación arqueológi- ductivas, es decir, la composición cuantita-
ca, operamos inicialmente con un primer tiva de las mismas. Por tanto, dentro de la
nivel de profundidad y abstracción en la relación cualidad-cantidad, una misma cua-
definición de las formas, y con un segundo lidad se manifiesta en cantidades diferentes;
nivel, más profundo y abstracto, en la defi- unas mismas relaciones sociales de produc-
nición de la función. Ambos niveles guardan ción se manifiestan en niveles cuantitativos
una relación indisoluble; no podemos defi- diferentes expresados en el grado de desa-
nir las formas sin una proposición acerca rrollo de las fuerzas productivas pero, alcan-
de las funciones que las determinan, ni po- zado cierto nivel de cambio cuantitativo, la
demos establecer el sistema de funciones cualidad se transforma. En otras palabras,
sin proponer previamente sus requerimien-alcanzado cierto nivel de desarrollo de las
tos formales. En primer lugar, se analizan fuerzas productivas, se hace perceptible el
las manifestaciones inmediatas; en el se- cambio de las relaciones sociales de produc-
gundo caso, esas manifestaciones se sinteti-ción. Con el estudio de la tecnología pode-
zan en la reconstrucción racional de las ne- mos analizar las transformaciones cuantita-
cesidades. tivas que se expresan dentro de ciertos lími-
Manteniendo en mente /a determinación tes los cuales se corresponden a unas mis-
de la función sobre la forma, en lo que se mas relaciones sociales de producción.
refiere a la causalidad, la producción de las Para acceder al estudio del componente
formas como proceso forma/contenido, in- cuantitativo de la contradicción esencial de

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30 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

una sociedad en la investigación grar arqueoló-


si no contamos con un dominio técnico
gica partimos, en general, de la tecnología. que lo posibilite. Es claro que la disponibi-
En términos de la clasificación arqueológi- lidad de materias primas en el objeto de
ca, el análisis de la tecnología nostrabajo sobre el cual labora un grupo social,
advierte
de la existencia de tres factores: interponiendo técnicas,las técnicas, no basta para
materias primas y diseños. De nuevo que tal grupo
esta- las use. Es sólo el reconoci-
mos ante la presencia de una unidad miento inte-
de ciertas materias como útiles lo
grada por factores que guardan entre que determinará
sí rela- su empleo en la tecnología.
ciones de reciprocidad. UtilizandoEsta loscapacidad
nive- para "reconocer" está en re-
les de profundidad y de abstracción laciónen directa
el con el grado de desarrollo
razonamiento es posible establecer, histórico.
a los Para analizar ese conocimiento
efectos del análisis y síntesis del todo entramostecno-en lo que denominamos las esferas
lógico, un primer nivel donde sedehace determinación.
evi- El reconocimiento de la
dente la reciprocidad de sus factores utilidad
compo- de las materias primas se relaciona
nentes. Pero, cuando el todo tecnológico directamente escon tres elementos sociales:
disgregado en partes, cada una de ellas -al que el grupo posee sobre las
conocimiento
ser analizadas por separado entran condiciones
en nue-naturales objetivas de su me-
vos tipos de relaciones hasta llegar dioambiente,
a ias que capacidad y dominio tecnoló-
denominaremos "esferas de determinación" gico del grupo para trabajar las materias pri-
que se dan a la luz de procesos que mas, y significación social que tienen los
parecie-
ran operar independientemente del objetos
tecnoló-producidos con dichas materias pri-
gico. mas. En esta trilogía de elementos sociales,
El proceso metodológico parte entonces el último posee carácter de determinación
de un primer nivel donde establecemos las sobre los demás. La significación social está
relaciones de reciprocidad de las partes que dada por la necesidad social y en conse-
constituyen al todo, lo que equivale al esta- cuencia, ésta determinará la función que
blecimiento del todo como unidad orgáni- cumplirán los objetos producidos por medio
ca: relaciones entre los factores materias pri- de la técnica, tabajando sobre ciertas mate-
mas, técnicas y diseños. En un segundo nivel rias primas. Esto es evidente cuando obser-
observamos la disgregación del todo en sus vamos que -a pesar de la reciprocidad de
partes constituyentes: el análisis de cada una los factores- éstos parecen operar indivi-
de ellas y el establecimiento de las nuevas dualmente, ya que las funciones pueden ex-
relaciones que cada parte guarda con otros presarse mediante el empleo de varias técni-
procesos "independientes" del tecnológico cas, sobre materias primas diversas, y con
y las que guardan las partes entre sí. En un arreglo a diseños y formas distintas; pero no
tercer nivel, la nueva síntesis del todo tecno- podemos entender la función si antes no
lógico, al conocer en profundidad las rela- consideramos que los tres factores objetivan
ciones de sus partes y de éstas con otros el conocimiento, el dominio técnico y el
procesos, lo que equivale a la definición de apoyo societario.
un nuevo todo. Cuando vemos a los factores de la unidad
A efectos de ilustrar la cadena de relacio- como partes aparentemente independientes
nes recíprocas de los factores, que conlleva podemos establecer sus relaciones recípro-
a las relaciones de determinación, diremos cas. Sólo al advertir lo que no son podemos
que el logro de un modelo de silueta, armo- establecer lo que son y cómo se relacionan.
nía y equilibrio -en general de diseño- im- Es así que las técnicas, por ejemplo, pueden
plica el conocimiento y manejo de una téc- actuar sobre diferentes materias primas; un
nica o técnicas para lograrlo; a su vez, las mismo modelo de diseño puede lograrse
propiedades de una determinada materia con distintas materias primas; una misma
prima condicionan el empleo de las técnicas materia prima puede ser trabajada con di-
(su adecuación) para trabajar y obtener los versas técnicas y, asimismo, con ella se pue-
diseños. Finalmente, una materia prima y den lograr diferentes diseños. Pero cada fac-
un modelo dado no se pueden trabajar y lo- tor no se inventa per se, sino en función

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 31

de los demás, en su empleo para la satisfac- debe reflejar, en consecuencia, al proceso


ción de las necesidades mediante un pro- de generación y satisfacción de las necesida-
ceso de trabajo concreto. des sociales. La síntesis de los tres factores
La diferencia y la reciprocidad se mani- componentes de la unidad procesal de la
fiestan para cada factor; es así que las mate- tecnología mostrará, por tanto, su relación
rias primas poseen -en términos de su natu- con el proceso dialéctico ya descrito. Al
raleza- propiedades intrínsecas distintasmismo a tiempo, la tecnología y las necesida-
las técnicas; suponen la combinación de des históricamente determinadas, se expre-
atributos físico-químicos determinados por sarán en fenómenos culturales, es decir, el
la existencia de procesos naturales que, en contenido histórico adoptará una forma.
absoluto, tienen que ver con las técnicas ni Para el arqueólogo, la tecnología debe
con los diseños. Lo mismo podría decirse ser concebida como un proceso de trabajo.
de los diseños, los cuales incluyen requeri- Como tal, puede ser entendida no sólo como
mientos funcionales y también elementos una unidad orgánica sino que también es
como armonía, equilibrio, siluetas y propor- necesario considerar a cada factor como la
ciones; señalaremos además que la combi- representación objetiva de procesos de ma-
natoria de tales elementos ciertamente re- yor amplitud. Las materias primas, por ejem-
fleja imperativos culturales. Las técnicas, plo, son equivalentes dentro del todo tecno-
por su parte, suponen elementos como fuer- lógico del objeto de trabajo, representando
za, penetración, principios mecánicos, etc. bienes naturales o productos de complica-
Por ello, entender a los factores como pro- dos procesos de trabajo. Las técnicas, por
cesos independientes es un paso necesario su parte, constituyen el referente de la apli-
para comprenderlos en su unidad. cación del trabajo sobre el objeto, las mane-
La unidad orgánica de los tres factores ras específicas como un grupo humano hace
se expresa en el reconocimiento de la tecno- las cosas o genera productos. Los diseños
logía como un proceso de trabajo, y todc representan los requerimientos funcionales
proceso de trabajo connota -a su vez- una y, todo ello, se materializará siguiendo pau-
o varias necesidades sociales. Expresada en tas tradicionales culturales.
términos dialécticos, la relación que aludi- El empleo de las técnicas supone la apli-
mos se manifiesta así: existe la (o las) nece- cación de la fuerza de trabajo que recae
sidad(es) socialmente reconocida^); la so- sobre el objeto de trabajo (materias primas)
ciedad diseña la tecnología con la cual se para obtener un producto. Dado que es muy
apropiará de la naturaleza para satisfacer la poco frecuente que las materias primas
necesidad (escoge la materia prima, aplica como bienes naturales satisfagan las necesi-
las técnicas y con un diseño, elabora uno dades sociales, es necesaria la transforma-
o varios objetos); la sociedad elabora un (o ción de tales bienes, mediante procesos de
unos) objeto(s) el cual(es) al cumplir con su trabajo, en objetos de trabajo y luego en
función satisface la necesidad(es). Es así que productos finales. Esto alude a una cadena
la necesidad es el opuesto de la satisfacción, de procesos de trabajo. Al suponer las téc-
es decir, la satisfacción es la negación de la nicas la acción mediatizadora que permite
necesidad. Cuando la necesidad se satisfa- la transformación de las materias primas de
ce, los opuestos se conjugan. La satisfacción bienes naturales en objetos de trabajo, y de
y las condiciones en las cuales se da implica éstos en productos, implican la inversión de
la penetración de la satisfacción en la nece- energía humana con el fin de satisfacer una
sidad; esto lleva a la transformación de la necesidad. La tecnología, en consecuencia,
necesidad en satisfacción y la generación es la conjunción en lo producido del cómo
de una nueva unidad; del primer proceso y el porqué se produce y de qué se satisface.
surge otro: nueva(s) necesidades), menos En la aplicación de las técnicas sobre las
objetos y nuevos modos de satisfacer las materias primas u objeto de trabajo, inter-
necesidades. De lo anterior se infiere que vienen los instrumentos, es decir, aquellos
tecnología y necesidades, productos y satis- recursos que permiten obtener determina-
facciones, son elementos relativos, o sea, das modificaciones en los objetos de trabajo
históricos. La tecnología como proceso cuando se aplica fuerza de trabajo. Los ob-

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32 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

se cerrará
jetos producidos en esta cadena en una nueva síntesis de los mis-
de procesos
de trabajo que supone la tecnología objeti-
mos para luego realizar su estudio cruzado
van, pues, conocimientos, pericia, expe- de otros sitios, áreas y
con los contextos
riencias y pautas culturales. regiones.
A efectos de la clasificación del todo tec-
nológico el arqueólogo debe, por tanto, te- Nivel de generalizacíón-particularízacíón
ner en cuenta que los objetos con los cuales
trabaja son productos del proceso antes des- En este nivel metodológico, tal como ha
crito y que como en todo proceso de trabajo planteado Bate (1977: 22), el arqueólogo
procede a la formulación de las relaciones,
el tecnológico opera por etapas y en secuen-
regularidades y leyes para explicar los casos
cia. El arqueólogo trabaja, generalmente,
particulares estudiados. Puesto que como
con productos y con desechos de ese proce-
so. arqueólogos tenemos interés en estudiar el
desarrollo histórico de los procesos sociales,
La clasificación del todo tecnológico
se hará necesario en este nivel inferir las
debe, en consecuencia, definir en primera
formaciones
instancia las etapas y fases del trabajo ob- económico sociales represen-
jetivo en los productos y, sobre todotadas en los casos concretos que estamos
las con-
diciones en las cuales tales fases se trabajando.
cumplie-
Como arqueólogos partimos de los fenó-
ron. La definición de las etapas implica:
menos que se expresan -dijimos-cultural-
mente.
/ . Obtención de materias primas, de nuevoPor tanto, se hará necesario estable-
cer en cada caso estudiado lo que Bate
concebidas como procesos de trabajo
donde se observa si tales materias (1977)
primasdenomina los conjuntos culturales y
ordenados de acuerdo a los todos que ya
son bienes naturales o si, por el contrario,
son el resultado o producto de otro(s) hemos definido: tiempo-espacio-movi-
procesos de trabajo. Si el último fuera mientoel (concreciones del trabajo) y forma-
caso, se tratará de definir en el función-contenido
proceso (procesos de trabajo), ex-
el empleo (características y sus propias presados en los contextos excavados. Una
fases) de instrumentos de trabajo. vez Esto
logrados tales ordenamientos, a partir
conlleva al análisis necesario del ambiente de algunos conjuntos culturales inferimos la
y al estudio del comportamiento de la información pertinente a los contenidos fun-
materia prima (procesos "independien- damentales o esenciales que ellos encubren.
tes'' del tecnológico). Esas inferencias serán ordenadas a su vez
2. Elaboración y aplicación de los instru- de acuerdo (según Bate, 1977) a los tres
mentos de trabajo sobre los objetos de niveles de profundidad o abstracción. En un
trabajo para lograr su conversión en pro- primer nivel se ordenará la información in-
ferida en relación a:
ductos. Empleo de las técnicas (caracte-
rización y secuencia).
3. Definición de los elementos formales del
a) Producción y consumo
b) Reconstrucción del proceso productivo
diseño y su adecuación, con carácter de
(medios de producción, medios de traba-
subordinación, a los requerimientos fun-
cionales.
jo, objetos de trabajo), proceso de tra-
bajo concreto.
c) Estimación de las fuerzas productivas
En segunda instancia, la clasificación (demografía, tecnología y recursos ex-
debe definir la utilización de los productos
plotados)
en la satisfacción de las necesidades (cum-
d) División social del trabajo
plimiento de la función para la cual fueron e) Distribución y cambio
diseñados o elaborados). Para ello se anali-
f) Elementos de la conciencia social
zarán los contextos tomando en cuenta los
g) Elementos de la superestructura institu-
principios de asociación, de recurrencia y cional.
de sincronía posible y secuencia necesaria.
De esa manera, el ciclo que se inicia con En un segundo nivel, las inferencias serán
la disgregación o análisis de los contextos, ordenadas ahora en relación a:

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 33

a) La infraestructura (Modo de Producción)


b) Las superestructuras.

En un tercer nivel se emplearán los orde-


namientos anteriores en la definición del de-
sarrollo histórico concreto. Para ello será
necesario:

a) Definir las secuencias históricas


b) Establecer las características de la diná-
mica del desarrollo (Bate, 1977).

Finalmente, mediante el empleo de las


categorías históricas, explicaremos el desa-
rrollo histórico concreto.
Como se infiere de todo lo dicho acerca
de los tres niveles interpretativos diferentes,
íntimamente conectados, un todo en el cual
guardan relación de dependencia los dos
primeros con respecto al tercero. El primero
tiene sentido en la medida que nuestro inte-
rés interpretativo se centre en artefactos y
sitios: el segundo, cuando nuestros objeti-
vos estén en interpretar un conjunto particu-
lar de observaciones y, el tercero, existe en
la medida que tratemos de entender y expli- tercer nivel). Simultáneamente, no podemos
car el desarrollo social en su conjunto. Pero plantearnos que las puntas de flecha son
puesto que nuestro conocimiento de una instrumentos de producción, inferir de ellas
sociedad humana específica deriva del estu- una actividad productiva como la caza, si
dio inicial de artefactos y sitios, y es sólo antes no contamos con una proposición de
con este conocimiento con el que contamos producción dentro de una totalidad como
sociedad concreta.
para iniciar la comprensión del desarrollo
histórico de la sociedad, la relación de inter-
dependencia en los niveles interpretativos
se hace obvia. La ¡nterrelación de los niveles CATEGORIAS Y CONCEPTOS
no sólo existe sino que también es recíproca,
y si como dijimos la teoría sustantiva es la El sistema categorial
única con capacidad de explicación de la
totalidad, la interpretación y la determina- Hasta ahora hemos venido aludiendo a ca-
ción son también condiciones necesarias en tegorías que dentro del materialismo histó-
los tres niveles metodológicos. Ilustremos el rico se emplean en la explicación de los
aserto con un ejemplo: no nos interesa co- procesos. En la primera parte de este trabajo
nocer la existencia de -digamos- puntas de nos hemos referido, de manera general, a
flecha en un contexto (sitio-artefactos, pri- las categorías cultura y formación econó-
mer nivel), si este conocimiento no lo rela- mico social cuando planteamos nuestra po-
cionamos con un intento de determinación sición en torno a la relación fenómeno esen-
de procesos de trabajo como la caza (activi- cia, identificando dicha relación como la
dad productiva inferida, segundo nivel), y que se expresa entre fenómenos culturales
si esta información no la empleamos para y contenidos esenciales de la formación so-
la determinación del proceso productivo y cial. En adelante, creemos necesario expli-
del desarrollo de las fuerzas productivas e car cuál es el sistema de categorías con el
inferir las relaciones sociales de producción cual trabajamos para ofrecer las explicacio-
conexas (explicación del desarrollo social, nes de los procesos sociales e históricos.

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34 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

En la proposición que hacemos


Batedel sis- al apoyo institucional del
y gracias
tema categorial, así como elI.P.G.H.,
estableci-
se estructura un grupo de.trabajo
miento mismo de cada una de conlas que lo latinoamericanos, inte-
investigadores
conforman, adoptamos una postura queG. Lumbreras, Felipe Bate,
grado por Luis
puede catalogarse de "no ortodoxa".
EduardoEsto
Matos, Héctor Díaz Polanco, Ma-
equivale a decir que, si bien consideramos
rio Sanoja, Marcio Veloz Maggiolo e Iraida
que las categorías históricas tradicional-
Vargas, quienes producen dos documentos
mente empleadas por el marxismo de trabajodan
en ocasión de las reuniones rea-
cuenta de la realidad social en los distintos lizadas en Oaxtepec (México, 1983) y
momentos históricos, es necesario reactua- Cusco (1984; Materiales inéditos). Dichos
lizarlas, en algunos casos, y en otros hacer documentos constituyen un aporte no sólo
explícitas algunas usadas por los clásicos en lo que se refiere a la reformación y pre-
pero no definidas expresamente. Esto es ló- cisión de las categorías históricas sino en la
gico y consecuencia del avance del conoci- generación de tesis sobre el desarrollo socio-
miento sobre realidades concretas, estudia- histórico de las formaciones autóctonas pre-
das en profundidad con posterioridad a los capitalistas americanas.
trabajos realizados por el marxismo clásico. La necesidad de contaren la arqueología
Tal como plantea Molina (1 984: 1 29), la con un cuerpo categorial coherente para ha-
década del 60 se caracteriza por la búsque- cer interpretaciones a la luz del materia-
da, por parte de los científicos sociales lati- lismo histórico ya había sido planteada por
noamericanos, de nuevos discursos teóri- varios autores, así como también la necesi-
cos, revisando los aportes del materialismo dad de reformular categorías. Tal es el caso
histórico y, dentro de ellos, aquéllos referi- de Sanoja y Vargas (1978: 18) cuando nos
dos a las categorías formación económica dicen: "...uno de los problemas que con-
social y modo de producción, definidas y fronta el arqueólogo social, cuando intenta
usadas por Marx desde 1857. Es así como analizar y exponer las características de los
aparecen en estos años numerosos trabajos procesos históricos que han determinado la
escritos, sobre todo, por economistas, so- existencia de una sociedad particular, ra-
ciólogos e historiadores. En la arqueología dica fundamentalmente en el poco desarro-
latinoamericana, la búsqueda se refleja en llo de las herramientas conceptuales y ope-
la edición, a mediados de la década del 70, rativas que pudiesen reemplazar con éxito
de tres obras: "La Arqueología como Ciencia a los conceptos e instrumentos clasificato-
Social" de Lumbreras (1 974), "Antiguas For- rios de la arqueología funcional ista". Asi-
maciones y Modos de Producción Venezo- mismo, estos autores señalan que: "El mate-
lanos" de Sanoja y Vargas (1974) y rialismo histórico, al menos en lo que con-
"Marxismo y Sociedades Antiguas" de Bartra cierne al estudio de las sociedades antiguas
(1975). del Nuevo Mundo, no ha podido -salvo ex-
Estos trabajos se orientaron, por una par- cepciones- desarrollar una metodología
te, a la discusión conceptual (Lumbreras y que permita analizar con elementos propios
Bartra) y, por la otra, a la interpretación de los datos de primera mano obtenidos en la
datos empíricos a la luz del materialismo observación directa de los hechos sociales
histórico (Sanoja y Vargas). Con posteriori- (...) metodología (...) que sólo será posible
dad aparecen importantes obras que siguen mediante la aplicación experimental del
estos planteamientos, como es el caso de materialismo histórico a la realidad sensi-
"Medio Ambiente y Adaptación Humana en ble" (Sanoja y Vargas, 1978: 19).
la Prehistoria de Santo Domingo" (Veloz, Bate, al referirse al punto, plantea: "Los
1 976), "Arqueología y Materialismo Históri- conceptos tradicionales de 'cultura' entre ar-
co", "Sociedad, Formación Económico So- queólogos y antropólogos contienen en gran
cial y Cultura" (Bate, 1977, 1978), medida, aunque de muy diversas maneras
"Marxismo y Arqueología" y "Fundamentos y por lo general parcialmente, este aspecto
para una Teoría Arqueológica" (Montane, fenoménico objetivo de la sociedad. Pero
1980a, 1980b). era necesaria su reformulación (...) desde
En la década del 80, por iniciativa de una integración congruente con la teoría ge-

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 35

neral del materialismo histórico sobre la


endia-
contraposición a la arqueología "de las
léctica objetiva de la sociedad". Más adelante altas culturas", donde lo que abunda es el
afirma: "No era éste un problema que dato sobresaliente y se ha privilegiado la
estu-
viera resuelto por el materialismo históri- "arqueología de pirámides", la "arqueología
co..." (Bate, 1978: 12). de los dominadores", de lo extraordinario15.
Lumbreras, en su obra sobre Arqueología rio15.
Social, tanto en su primera edición (1974) Tanto Sanoja y Vargas (1978: 19) como
como en la segunda (revisada, 1981), reco- Veloz Maggiolo (1 984: 96-97) han señalado
noce también la necesidad de redefinir o como ya en la Ideología Alemana, Marx y
replantear algunas categorías históricas; seEngels empleaban el concepto de modo de
refiere específicamente a la categoría cultu- vida, aunque no lo definían expresamente.
ral (Lumbreras, 1981: 29). En su argumentación sobre la existencia de
En cualquier caso, nuestro interés no re- la categoría modo de vida, Sanoja y Vargas
side en tratar de "descubrir" nuevas catego- plantean que para Marx y Engels: "...el con-
rías históricas, sino reformular -como secepto de modo de producción, más que una
dijo- las existentes y formular algunas cuyo categoría histórica formal, clasificatoria, era
uso fue tácito. Entre estas últimas podemosuna praxis determinada que era posible
considerar a las categorías modo de vida y comprender a partir de una manera de vivir,
modo de trabajo14. de producir de los individuos" (1978: 19).
Tanto Veloz (1 984), como Sanoja y Var- De lo anterior se desprende que para los
gas (1974; 1978) reconocen que el empleo autores, Marx y Engels establecían una dife-
de las categorías modo de producción y for- rencia entre la categoría general de modo
mación económico social era necesario de producción y la particular de modo de
dentro de la arqueología ya que las catego- vida, siendo la última aquélla que daba
rías explicativas de la etnología tradicional,cuenta de las praxis específicas que adopta
usadas hasta entonces, eran incapaces e elin- modo de producción de una sociedad
suficientes, además de poco operativas,
determinada.
para entender a las sociedades preclasistas.Veloz, por su parte, insiste sobre la
Por otro lado, la reformulación de categorías misma línea de razonamiento, destacando
como modo de vida y modo de trabajo, ycómo su la noción de modo de vida ya había
uso en la arqueología se hacía perentorio, sido usada por Marx en las Formen, cuando
según los autores mencionados, dentroplanteaba de que dentro de unas mismas rela-
la llamada "arqueología tropical", dondeciones se de producción existía un modo de
privilegia la visión de la vida cotidiana. existencia o un modo de vida (1984: 96).
Como bien señala Veloz, "...la arqueología Sistematizando los planteamientos de Marx
tropical (...) fuerza a la búsqueda del hecho y los de éste y Engels, Veloz establece que
mínimo, del dato escaso (...) de la parte más los modos de vida constituyen las diversas
cotidiana del quehacer vital..." (1984: 103), praxis de un mismo modo de producción,
los modos de organizar la vida, los modos
14 Esta búsqueda ha sido vista en el pasado, sobre todo de producir, dentro de un mismo sistema
por parte de algunos arqueólogos progresistas, como de relaciones sociales de producción (Ve-
algo negativo, partiendo del supuesto ortodoxo de loz, 1984: 96).
que los clásicos del marxismo ya habían definido y
formulado todas las categorías necesarias. Sin embar-
go, pensamos que existe objetivamente la necesidad
de definir o reformular nuevas categorías históricas 15 Estas tendencias en la práctica arqueológica ameri-
toda vez que el conocimiento (y dentro de él las cate- cana han suscitado la creencia errada, sobre todo en
gorías) es histórico y que los clásicos, especialmente el público general, de que la historia prehispánica de
Marx, prestaron una atención periférica a las comuni- zonas como México y Perú sólo se limita a la que
dades primitivas. Asimismo, los conocimientos que corresponde con las llamadas "altas culturas" y. asi-
ha producido la investigación científica arqueológica mismo, que la arqueología de las zonas bajas de Amé-
desde entonces, han demostrado la existencia de pro- rica, en general de las llamadas "culturas marginales",
cesos en la realidad en cuya explicación las categorías no tiene nada que ofrecer al conocimiento y explica-
históricas tradicionales -tal como fuesen definidas y ción de los procesos históricos de complejización de
usadas- han probado ser, en cierta medida, ambiguas la sociedad, debido a que no llegaron a "formar" so-
y poco precisas (Tabío, 1978: 7). ciedades clasistas estatales.

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36 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

En lo que se refiere a la categoría modo


posición que en general compartimos16. N
de trabajo, su formulación y uso dentro de
centraremos tampoco nuestra discusión e
la arqueología se debe a Veloz (1 984: las1 02).
categorías formación económico socia
Este autor plantea que la categoríayhabía modo de producción, las cuales fueron
sido empleada, aunque no definida, por
trabajadas con mayor propiedad que las qu
Marx. Según Veloz, la categoría modo de
podemos ofrecer, por Marx, Engels, Lenin
trabajo es necesaria para poder conocer "los
Hosbwan, y como se ha dicho, por vario
aspectos prácticos y culturales que se otros
consi-autores, a cuyas obras remitimos (Se
deran fundamentales para el mejoramiento reni et al., 1973; Althusser, 1971; etc.). N
de esa calidad de las relaciones de produc-
obstante, por tratarse de un sistema dond
ción (...)" y que "...las variables culturales
cada categoría no puede ser comprendida
de un modo de vida, (...) están íntimamente
y explicada aisladamente, haremos conti
ligadas a la funcionalidad de los modos nuas dereferencias a la categoría formación
trabajo" (Veloz, 1984: 102). económico social y, en consecuencia, a la
Luego de esta breve introducción al detema modo de producción y cultura.
de las categorías históricas, debemos seña-
lar que nuestro interés en adelante, estará
orientado más que todo a plantear una Las dis-
categorías
cusión en torno a las categorías modo de
vida y modo de trabajo, con las cuales Siendo que
y para nosotros el objeto de estu-
sobre las cuales hemos trabajado en los dio de
úl- la arqueología como ciencia social
timos años en las investigaciones quees veni-
la sociedad, en todas las formas y aspec-
mos realizando (Vargas, 19: 81; Vargas tos deetsu organización, incluyendo no sólo
al., 1983: 92; Vargas, 1985a, b, 1986a).las actividades
En que el hombre realizó y sus
productos
lo que se refiere a la categoría cultura, ésta resultantes sino también su propia
ha sido discutida in extenso por Batehistoria,
en lasnecesitamos de un sistema de cate-
dos obras antes citadas (Bate, 1977, gorías
1978), que nos permita descubrir y explicar
los nexos internos y las interacciones funda-
mentales que existen en los procesos socie-
tarios. El sistema de categorías permite, en
consecuencia, dar cuenta del desarrollo de
la sociedad en su movimiento y con arreglo
al desenvolvimiento dialéctico que le es
intrínseco. El sistema está formado por tres
categorías, conceptos comunes a toda disci-
plina histórica, contenidos en la teoría ma-
terialista de la historia. Las categorías son:
cultura, modo de vida y formación econó-
mico social; se incluye en esta última el
concepto de modo de producción como la
esfera social de reproducción económica de
la vida material (Vargas, 1984: 137; Bate,
1977: 48).
Cada categoría del sistema explica a un
conjunto de procesos que como tales posee
un desenvolvimiento inarmónico y contra-

16 En su obra "Sociedad, Formación Económico Social


y Cultura", Bate se dedica no sólo a definir cultura
como una categoría histórica, integrada a un sistema
tricategorial, sino además revisa y refuta los plantea-
mientos hasta ahora mantenidos en torno a la noción
de cultura como un sistema total, postulado central
de la Nueva Arqueología Norteamericana.

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 37

dictorio inherente, y poseen conexión o vin- dad, no quiere decir que no existan propie-
culación con otro u otros, los que a su vez dades secundarias en vinculación orgánica
tienen también cualidades desarmónicas conyesas propiedades fundamentales. Es por
contradictorias y son explicados con otra ello que se hace necesario practicar una se-
categoría. En consecuencia, podemos decir lección entre los procesos y definir catego-
que el sistema categorial tiene la capacidad rías que expliquen a esos procesos confor-
de explicar a los procesos de la realidadmados en por propiedades fundamentales y por
sí y en su concatenación, lo que equivale propiedades secundarias.
a decir la totalidad del proceso social. AhoraEntendemos aquí que el carácter de se-
bien, la realidad social no sólo está com- cundario está dado por la sujeción a las de-
puesta por procesos concatenados, vincula- terminaciones causales y por los niveles de
dos por multitud de regularidades comunes, vinculación orgánica con las propiedades
sino que cada proceso posee asimismo un fundamentales; cada nivel de vinculación
rango de dimensiones espaciales gobernado de las propiedades secundarias con las fun-
por un grupo determinado de leyes. La rea- damentales se presenta como un proceso
lidad social se conforma, pues, por la cone- que se explica con una categoría.
xión y el movimiento de un proceso regido La categoría formación económico social
por leyes; además, posee propiedades y dentro re- del sistema comprende a aquellos
laciones que la caracterizan peculiarmente procesos cuyas cualidades lo determinan e
con factores que ejercen una influencia incluye de- a otros, miembros de su misma cla-
cisiva en su desarrollo. se, cuya comprensión enriquece el conoci-
Puesto que las categorías (como resulta- miento de los primeros, es decir, al conte-
do) son abstracciones, y cada abstracción nido cualitativo. Esta categoría resume en
es (como proceso) una operación racional sí toda la clase del proceso social que define
que nos permite separar una o varias cuali- a la totalidad. Pero como no podemos cono-
dades de un proceso para poder estudiarlas, cerla y explicarla considerando simultánea-
cada categoría del sistema supone la separa- mente todos sus elementos y propiedades,
ción dentro del proceso social de un con- tenemos la necesidad de realizar una serie
junto de propiedades concretas. Cada cate- de abstracciones (otras categorías) para co-
goría refleja abstracciones cada vez más su- nocer el conjunto de la totalidad en sus múl-
tiles, que nos permiten finalmente llegar a tiples determinaciones. El sistema se integra
las determinaciones más simples del proce- entonces con categorías que suponen abs-
so. Se hace necesario, luego, regresar al pro- tracciones del proceso, desde la más general
ceso social sensible de donde partieron las hasta la más específica; abstraemos de los
abstracciones, de nuevo a la realidad. Es a datos conocidos y, luego, abstraemos de las
ello a lo que nos referimos cuando señala- abstracciones. El proceso de conformación
mos los niveles metodológicos explicados del sistema categorial opera entonces así:
en páginas anteriores.
a) Integración de procesos de una misma
clase (procesos sociales) y grado de de-
terminación de los procesos, dados por
La categoría formación económico social
factores y propiedades fundamentales
(Modo de Producción)
(formación económico social).
b) Inclusión de los procesos por los niveles
El sistema categorial integra unidades donde
de vinculación orgánica que presentan
cada una refleja aspectos de la realidad; la
dentro de las clases (modo de vida) o
categoría formación económica social su-
aspectos propios de toda la case (cultu-
pone la abstracción de la totalidad de los ra).
elementos fundamentales de esa realidad;
se refiere a aquéllos que hemos dicho ejer- Visto así el sistema categorial, ninguna
cen una influencia decisiva en el desarrollo categoría puede ser entendida separada-
social. Pero el que definamos esta categoría mente sino en correspondencia con la tota-
que explica los procesos más generales y lidad. En este sentido, es conveniente seña-
de mayor determinación causal de la reali- lar que ya Bate -refiriéndose a las catego-

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38 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

rías formación social y cultura-categorías


dice: "...las
de las cuales se puede prescindir
categorías de cultura y formación en el análisis
econó- histórico, ya que la realidad
mico social no expresan entre sociai
sí una rela-
no existe sólo a nivel de sus procesos
ción de partes constituyentes delmástodogenerales,
social aunque sean los fundamen-
tales;
(...) la categoría cultura no puede ser estos últimos también existen en una
enten-
dida como sistema sino en inseparable co-
integración intermedia y en los más singula-
rrespondencia con la formación res social (...)
y específicos.
Pára entender
no es más que la manifestación aparente deal todo social es necesario
la relación orgánica del todo y las partes
partir de
de la categoría formación económico
una formacióh económico social" social,(Bate,
puesto que es aquélla que señala la
1978: 42)17. formación y génesis de los procesos y la ley
Es conveniente señalar también o leyesquede suendesarrollo; pero puesto que
el sistema categorial las relaciones ese desenvolvimiento
entre las es dialéctico, se pre-
categorías no establecen diferencias entre que permitan conocer en
cisa de categorías
ellas basadas en magnitudes: ladetalle formación
las maneras como operan dialéctica-
económico social no es una categoría ma-
mente los procesos. Todo proceso se estruc-
yor, modo de vida una de rango tura medio y
y se transforma; la categoría que lo ex-
cultura una menor; ni tampoco endará
plica grados
cuenta entonces de la dimensión
de abstracción: la formación social no es sincrónica del proceso (su estructura) y de
más abstracta, modo de vida medianamente la dimensión diacrònica (su dialéctica). Así
abstracta y cultura más concreta, puesto que es conveniente tener claro que ninguna ca-
al ser categorías todas son abstracciones ra- tegoría es más dialéctica ni tampoco más es-
cionales. Las distinciones no estarían dadas tructural que otra. Modo de vida y cultura
tampoco por la naturaleza de los procesos sirven para conocer las formas de existencia
que explican: todos son sociales; estribarían de los procesos sociales, el lugar y momento
en los grados de generalidad, particularidad en que ocurren, los modos y maneras de su
y especificidad de los procesos abordados. comportamiento, mientras que formación
Habiendo aclarado que todas se integran a económico social permite postular su exis-
un sistema o todo orgánico, sin embargo, tencia y las causas y razones por las cuales
formación económico social constituye una se producen.
categoría de orden superior a la cual se en- En el pasado (Vargas, 1984: 142) consi-
cuentran subordinadas modo de vida y cul- derábamos que formación social como cate-
tura, pues éstas dan cuenta de diferencias goría daba cuenta del proceso de formación
particulares y específicas que adoptan pro- de las sociedades, y decíamos no correspon-
cesos determinados causalmente por las día con las sociedades mismas. Hoy día con-
propiedades fundamentales que la catego- sideramos que la categoría abarca tanto los
ría formación social explica. Serían concep- procesos de formación y/o disolución como
tos que se refieren a un conocimiento más de aquéllos que la caracterizan estructural-
profundo de la formación económico social, mente. Los procesos que determinan la exis-
la cual se encuentra en el tope del sistema; tencia de una formación social no se dan
constituyen "especies" del mismo "genero". súbitamente, totalmente estructurados de
La subordinación dentro del sistema de una sola vez, ni permanecen inmutables;
modo de vida y cultura a formación econó- tales procesos se van integrando para que
mico social no implica, sin embargo, que la formación social sea, es decir, implican
sean menos necesarias o que se trate de la existencia de los procesos del siendo y,
al mismo tiempo, de los procesos del dejar
de ser. Sin embargo, nuestra posición ante-
rior denotaba una oposición a la tendencia
17 Si la totalidad social es un todo estructurado y en
transformación, vale decir, no es algo caótico ni inmu- que a nuestro entender se había suscitado
table, cada "parte" se entiende sólo como parte estruc- en las ciencias sociales, que delimitaba el
turada del todo, en vinculación orgánica. Cada cate- empleo de la categoría a uno de los momen-
goría explicará procesos de la totalidad que reflejan, tos de los procesos señalados y que corres-
necesariamente, esa estructura orgánica (Kosik, 1 967:
55). pondían a los de la dimensión estructural

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 39

de la formación, olvidando su dimensión un grupo humano a las condiciones objeti-


histórica. vas de su objeto de trabajo. Como categoría,
Una formación económica social sería modo de vida permite acceder a la explica-
la sociedad que se expresaría en variados ción de procesos particulares dentro de una
modos de vida, los cuales a su vez adoptaránformación social, considerar las particulari-
distintas expresiones culturales. dades de las condiciones técnicas y las con-
diciones sociales de la producción y, de esa
La categoría modo de vida manera, explicar los ritmos de cambio y las
formas de estructuración de la formación
Al referirnos a los procesos de la realidadeconómico social, tomando en considera-
social hemos dicho que están regidos por ción los contenidos que presentan otros as-
leyes determinadas. Efectivamente, en la so-pectos de la totalidad en ese proceso. De
ciedad existen leyes que gobiernan sus pro-lo anterior se colige que el modo de vida,
cesos y su desenvolvimiento. Pero esas leyes como categoría, no sirve para explicar "for-
no sólo rigen el desarrollo social en su con-mas de comportamiento adaptativo", si es
junto y en sus etapas; también existen otras que éstas existen, relacionadas con medios
que tienen vigencia para determinados siste-ambientes específicos, no obstante que para
mas sociales. Siendo cada formación social poder definir un modo de vida sea necesario
un sistema social dado, la categoría forma- conocer los recursos naturales o el medio
ción económico social permite entender ambiente donde se expresa. La caracteriza-
cómo se cumplen en cada caso las leyes ción y el conocimiento del medio ambiente
sociales generales y cómo operan y se trans- como uno de los factores primordiales en
forman las leyes específicas hasta el surgi- la definición de los modos de vida es impres-
miento de las nuevas. Pero como la transfor- cindible, no porque las formas sociales se
mación de las leyes sociales específicas no "adapten" a él, sino porque el ambiente na-
es azarosa sino el resultado de la actividad tural es objeto y medio de trabajo, es decir,
humana, ya que son los hombres los que parte importantísima del sistema producti-
con su acción consciente permiten el fin o vo. El conocimiento del medio como objeto
el surgimiento de nuevos sistemas sociales,
necesitamos conocer las características que
adopta la actividad humana para que se dé
la transformación de los sistemas, los ritmos
de estructuración social, las maneras como
las nuevas organizaciones sociales despla-
zan a las viejas, para saber cómo y de qué
manera actúan y pierden vigencia las leyes
específicas. En este sentido, creemos, la ca-
tegoría modo de vida es de enorme utilidad
ya que, cuando definimos a los modos de
vida que se presentan al interior de una for-
mación, en realidad estamos reconociendo
la existencia de ciertas maneras particulares
de la organización de la actividad humana,
ciertos ritmos de estructuración social y, en
consecuencia, los cumplimientos objetivos
de las leyes específicas que rigen para esa
formación social.
En el pasado hemos definido a un modo
dp vida como "...las manifestaciones de las
praxis particulares de una formación social,
constituyendo los elementos que dinamizan
su dialéctica" (Vargas, 1984: 139). Asimis-
mo, como aquellas respuestas sociales de

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40 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

mite comprender la más amplia defor


y/o medio de trabajo nos permite caracteri-
zar las condiciones naturales en lasción económico social" (1980b:49), com-
cuales
se da el trabajo; conocer las condiciones
prensión que no es sólo estructural sino tam-
bién
generales, específicas y materiales del histórica. Es cierto que con la categoría
traba-
jo, ya que son las bases productivasformación
las que económico social podemos en-
tenderEsto
sirven para definir los modos de vida. las leyes generales del desarrollo social;
nos lleva al planteamiento, que paracon la categoría modo de producción entende-
definir
a un modo de vida, nos basamos en: mos cómo operan esas leyes de manera especí
fica dentro de cada formación social. Esa
1. totalidad Hel proceso productivo, inte-expresa la ley de correspondencia
categoría
entre de
grado -como se sabe- por los medios desarrollo de las fuerzas productivas
y las relaciones sociales de producción para
producción (medios de trabajo, objetos
cada etapa de desarrollo social; esa contra-
de trabajo), procesos de trabajo, produc-
dicción principal que define a la ley se re-
tos de trabajo y formas de consumo.
suelve siempre revolucionariamente, pues
2. los procesos de distribución y cambio,
al hacerlo afecta a toda la formación social
sistemas de repartición de lo producido,
de los medios de producción yende sus la
aspectos fundamentales. El modo de
fuerza productiva en los diferentesproducción
ren- es la unidad orgánica de múlti-
glones de la producción, así comoples procesos de trabajo y producción que
inter-
cambio de productos acabados puedenpara el establecerse bajo diversas formas o
consumo inmediato. tipos de relaciones sociales, tipos que con-
3. los elementos de la conciencia social.
forman el sistema de relaciones de produc-
ción, caracterizado por un tipo fundamental
Un modo de vida no se reduce, pues,de relaciones
a sociales de producción.
uno de estos elementos o a partes deEl uno carácter histórico de la formación eco-
de ellos, sino a todos puesto que esnómico
la par-social hace que a veces sus modos
ticularidad de la totalidad. de vida (uno de ellos) puedan coincidir con
las fases
En el pasado (Sanoja y Vargas, 1 978: 1 7- de desarrollo de su modo de pro-
22) pensábamos que una formación ducción;
social pero no siempre es necesaria-
estaba expresada en varios modos mente
de pro- así. De lo anterior se infiere que es
posible
ducción, así el modo de vida daba cuenta observar una secuencia lineal histó-
rica
de las expresiones particulares de la de modos de vida para una región de-
totali-
terminada, secuencia que puede no presen-
dad que suponía cada modo de producción.
Actualmente, al definir al modo de tarse para otras regiones, demostrando el
produc-
carácter
ción como "... la unidad de los procesos eco-particular de los procesos que la
nómicos organizados bajo diversos categoría
tipos de modo de vida explica. Puesto que
relaciones de produ^nón" y, como el surgimiento
"...la de un modo de vida está en
relación
esfera social (dentro de la formación econó- directa tanto con la base social
como con
mico social) de reproducción económica dela base física, a partir de las cuales
emerge
la vida material..." (Vargas, 1984: 137-y se asienta, es posible que un modo
1 41 ), el modo de vida es en realidad dela
vida (que supone dentro de una forma-
pra-
xis particular de la totalidad que es lación un grado determinado de desarrollo de
forma-
ción social, por cuanto incluye no las fuerzas
sólo la productivas) se convierta en el
reproducción económica de la vida antecedente
material histórico necesario para una re-
(esfera de la formación social que lagión específica de manera que se dé otro
catego-
ría modo de producción explica) sino cuyotam-
grado de desarrollo sea mayor. Pero
bién los aspectos superectructurales.esta condición
No puede "saltarse" para otra
zona, apareciendo
obstante, es claro que por las relaciones de un modo de vida sm que
determinación base-superestructura, tengaescomo
el predecesor al mismo modo de
modo de producción el que dinamiza vida dia-
"menos desarrollado" perteneciente a
lécticamente a la formación económicola misma
so-formación económico social. Po-
demos
cial. Tal como señala Montane, "...el mododecir que esta acotación es válida
de producción es la categoría que nos per- para los modos de vida sino
no solamente

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 41

también para los modos de producción. este Tal marco teòrico-metodològico las catego-
como ya hemos señalado en otros trabajos: rías modo de vida y modo de trabajo. Esta-
"...ni el modo de producción ni los modos mos conscientes que para ello no bastan,
de vida ni mucho menos las culturas poseenpor supuesto, las citas de autoridad sobre
una línea de sucesión única, obligatoria elenuso tácito de estas categorías por parte
sus manifestaciones concretas. Existe, porde los clásicos del marxismo18.
supuesto, una sucesión de modos de pro-
ducción, pero no nos referimos a un modo
de producción ni a un orden particular.La Locategoría modo de trabajo
universal es la existencia de la sucesión, no
el orden de la misma" (Vargas, 1 984: 1 42).
Un punto interesante de destacar es que en
Es evidente por todo lo dicho que la ca-
lo personal consideramos que la categoría
tegoría modo de vida no sólo es útil sino modo de trabajo debe aludir a la praxis del
necesaria en la comprensión y explicación modo de producción. Si consideramos a los
del desarrollo histórico de las sociedades. modos de trabajo como las praxis de los
Sin embargo, estamos conscientes que ne-modos de vida (Veloz, 1984: 98), o sea, el
cesita ser trabajada con mayor profundidad conjunto de actividades que manifiestan
para su integración congruente en la teoríauna relación determinada entre instrumen-
materialista de la historia. Un problema in-tos de producción, organización de la fuerza
teresante que se nos plantea, y sobre el cual de trabajo, características específicas del
debemos elaborar más, es aquél referido aobjeto de trabajo y la ideología, integrando
los niveles de particularidad que la categoría las costumbres y tradiciones (idiosincracia?)
abarca. Ciertamente, si la categoría modo que tales prácticas conllevan, los modos de
de vida permite la explicación de los proce- trabajo se convierten, así definidos, en una
sos particulares, intermedios entre los gene- versión en pequeño de los modos de vida,
rales y los específicos que las categorías for- englobando en su explicación, de hecho,
mación económico social y cultura expli- los niveles "más mínimamente particulares"
can, se nos presenta una amplia gama de de la realidad social. Su definición portanto,
particularidades. Evidentemente, la cues- no diferiría de la de modo de vida en la
tión reside en establecer con claridad a cuál esencial idad de los procesos que explica.
nivel de particularidad aludimos y cuales Hemos planteado que cada modo de trabajo
son los criterios empleados para acceder a resume varios procesos de trabajo: aquéllos
la manifestación de procesos particulares. destinados a la utilización de instrumentos
Esos procesos constituyen una cadena de en procesos de trabajo concretos. Para unos
eslabones intermedios que no son posibles y otros procesos los grupos sociales organi-
de explicar como formación social. zan su fuerza de trabajo, resumen conoci-
No se nos escapan las dificultades que mientos y experiencias sobre el objeto de
para un arqueólogo supone el tratar de infe- trabajo y generan mecanismos de conesión
rir los elementos superestructurales de la for- y adhesión social, culturales e ideológicos.
mación social, expresados en sus modos de Ahora bien, Veloz señala (com.pers.), con
vida, dado que éstas y las demás categorías gran acierto, que cada modo de trabajo es
del materialismo histórico fueron diseñadas
el resultado de un conjunto de prácticas
para el estudio de sociedades vivas, donde relacionadas con la supervivencia social y
resulta relativamente fácil aprehender no dice que es de esperarse que tales prácticas
sólo los elementos del proceso productivo, se perpetúen cuando han sido exitosas, es
el sentido social de la producción, sino tam- decir, sean "resistentes" y casi "impermea-
bién los elementos superestructurales, con- bles" a modificaciones violentas como con-
ciencia social e ideología. Esta dificultad secuencia, precisamente, del éxito. Enton-
constituye un reto para desarrollar nuestras
armas metodológicas ya que la inferencia
de la superestructura es posible. Este y otros 18 Si concebimos a la sociedad como totalidad concreta,
será posible también la inferencia de los cohtenidos
aspectos deben ser dilucidados por los ar- superestructurales de una formación económico so-
queólogos sociales si queremos integrar en cial.

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42 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

ces, la práctica de un modo de trabajo


bajo paradado
cumplir con las nuevas exigen-
estriba en la capacidad que tengacias,
unengrupo
suma, reoperar a la sociedad y al
social de reformular internamente sus fuer-
objeto. Simultáneamente, tendrían asi-
zas productivas, en palabras de Veloz.
mismo que Másreelaborar sus procesos ideoló-
adelante, alude a la "funcionalidad,
gicos yretro-
hasta los culturales, porque la prác-
ceso y decadencia" de un modo de ticatrabajo.
reiterada -"exitosa", "impermeable",
Si esto es así, la implementación, decai-
"resistente", en términos de Veloz- de un
miento o desaparición de un modo modo dedetra-
trabajo ya ha creado formas de
bajo nos remite directamente, pensamos,
comportamiento a cultural, actitudes y aptitu-
un conocimiento de primera mano de las y manifestaciones en gene-
des (expresiones
fuerzas productivas y, por ende,ral del
de modo
lo que se conoce hoy día como "la
de producción. cultura popular") también resistentes.
Los retos que el objeto de trabajo plan-de los procesos señalados con-
Además
tea a la sociedad son resueltosviene porrecalcar
ésta que la adopción de un nuevo
mediante la realización del procesomodo produc-
de trabajo "revolucionario" no es po-
tivo; si en esta relación la explotación
sible si nocons-
existe la base social que la garan-
ciente del objeto no es "exitosa", es ladecir,
tiza, base material; es decir, no es un
no garantiza óptimamente la supervivencia
asunto de voluntad o deseo. No es posible
social, la sociedad tiene dos opciones:
"improvisar"1) oun desarrollo determinado de
reformula solamente sus fuerzas productivas
las fuerzas productivas para objetivar un
y transforma cualitativamente su nuevoproceso
modo de trabajo. Esto quiere decir
productivo, para lo cual se requieren
que no cam-modifica quien quiere sino quien
bios esenciales en las relaciones puede.
sociales,Por ejemplo, no puede reorientarse
2) o reformula sólo sus fuerzas productivas,
una fuerza de trabajo para actuar sobre el
duplicandoci proceso productivo objeto
sobre si otro
las cantidades de fuerza de trabajo
objeto de trabajo con características simila-
requeridas para la ejecución de las nuevas
res, o se contenta con una explotación "sub-
actividades productivas no existen (Vargas,
desarrollada" del mismo. 1985c: 65).
Es del todo evidente que la escogencia Por lo dicho, podríamos plantear que
de la primera opción constituye un "modelo cada modo de vida en su dimensión estruc-
revolucionario" de acción y que, cuando tural, supone la implementación de un
un modo de vida adopta un modo de trabajo modo de trabajo, el cual se inserta de ma-
de este tipo, adquiere lo que hemos denomi- nera cuantitativamente diferente en tal di-
nado "viabilidad histórica". Así un modo de mensión y que lo hace cualitativamente di-
trabajo determinado influye para la transfor- ferente en la dimensión histórica (Vargas,
mación cualitativa de un modo de vida y, 1985c: 65).
en consecuencia, del modo de producción En general, compartimos las considera-
de ia formación social. ciones que ha hecho Veloz (1984) sobre la
La escogencia de la segunda opción categoría modo de trabajo y, en este sentido,
plantea, como señala Veloz, una actitud queremos resaltar nuestra coincidencia con
"reaccionaria" de los grupos sociales; antes el autor sobre la operatividad de esta catego-
de modificar o transformar su modo de tra- ría al incidir notablemente en nuestra com-
bajo "prefieren perennizarlo". prensión y aprehensión de la vida cotidiana.
Indudablemente, la escogencia de la pri- La categoría modo de trabajo, hemos dicho,
mera opción planteada implica procesos de "...permite reconocer la existencia de regu-
enorme complejidad; por un lado, el grupo laridades y ciclos de las actividades produc-
o grupos sociales tendría que reelaborar sus tivas, captar la temporalidad y la espaciali-
procesos técnicos de producción para lograr dad de lo cotidiano, donde las actividades
implementarla; tomar decisiones que supo- productivas se repiten rutinariamente (Var-
nen una "revolución" de todo el proceso gas, 1985c: 65). Por supuesto, la cotidianei-
productivo. Planificar de nuevo sus fuerzas dad no sólo estriba en la producción mate-
productivas: elaborar nuevos instrumentos rial sino también en las praxis ideológicas y
de producción, reorganizar la fuerza de tra- culturales. Precisamente, en lo cotidiano ad-

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 43

vertimos el carácter de unidad indisoluble al mismo tiempo, el reconocimiento de los


de lo material, lo ideológico y lo cultural; modos de trabajo nos ofrece información
un modo de trabajo de una comunidad dada prioritaria y de primera mano sobre las fuer-
supondría la síntesis de lo cotidiano. zas productivas, entonces tal concepto alu-
No obstante las coincidencias con Veloz diría más bien a las praxis del modo de pro-
y nuestras definiciones anteriores, las for- ducción, cual es la esfera de reproducción
mulaciones sobre modo de trabajo no difie- de la vida material. Siendo así, nos permiti-
ren esencialmente de las que ofrecemos ría plantear que los modos de trabajo obje-
para modo de vida. Ahora bien, ¿si los mo- tivan las diversas maneras concretas como
dos de vida explican procesos particulares se cumple el proceso productivo de una so-
de la totalidad, cómo aproximarnos a los ciedad dada. El modo de trabajo se conver-
más específicos que se suceden en la esfera tiría, así definido, en un elemento metodo-
de reproducción de la vida material; se re- lógico operativo, inicial y objetivo (por lo
queriría de otra categoría?. Pensamos que sí. tanto válido) con el cual se aprehendería al
Esta respuesta permite postular, enton- conjunto de instrumentos y medios de pro-
ces, a la categoría modo de trabajo como ducción y los procesos de trabajo concreto
aquélla ligada a los modos de vida en la que caracterizan a una unidad social. Esto
esfera de la reproducción de la vida mate- permitiría llegar, por comparación con otros
rial. Así un modo de trabajo sería para un modos de vida y de trabajo, al reconoci-
modo de vida lo que es el modo de produc- miento y definición concreta así como a la
ción para la formación económico social. caracterización estructural del modo de pro-
Hagamos una revisión de lo dicho hasta ducción de la formación social que se trate.
ahora; Si ciertamente los modos de trabajo Por lo expuesto se infiere que no sola-
aluden al conjunto de actividades sociales mente sirve el modo de trabajo para inferir
que manifiestan una relación determinada desarrollo de fuerzas productivas sino tam-
entre instrumentos de producción, organi- bién para reconocer y aprehender a las rela-
zación de la fuerza de trabajo y caracterís- ciones sociales de producción. En la arqueo-
ticas específicas del objeto de trabajo, y si, logía, la categoría serviría para: "...recons-

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44 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

truir la configuración del proceso


objetivas.produc-
Admitimos que no es posible en-
tivo general, entendido comotender
el sistema deprocesos materiales y
y explicar los
procesos de trabajo que la sociedad efectúa como unidades inde-
los superestructurales
a fin de elaborar todos los bienes quedenece-
pendientes la totalidad cuando hacemos
sita y cuyo grado de desarrolloun
de las fuerzas
análisis concreto, porque en tal realidad
productivas posibilita producir" (Bate,
concreta dichos procesos nunca se dan por
1977: 38). Las relaciones sociales
separado; de
pero pro-
es evidente que constituyen
ducción se reconstruirían, esferas
arqueológica-
diferentes, sectores objetivamente
mente hablando, utilizando las inferencias
distintos pero inseparables.
en su más alto grado de abstracción.
Con esta "separación" intentamos lograr:
Si mantuviésemos la noción enunciada
en 1 984, de los modos de trabajo como las
1 . un análisis penetrante y profundo de los
praxis de los modos de vida, sería necesario
incluir en esta definición los elementos que
procesos materiales.
2. un estudio sistemático de las relaciones
relevan de la superestructura, con lo cual
que conectan mutuamente a los elemen-
repetiríamos en la formulación la que se ha
tos que integran a los procesos materia-
hecho para los modos de vida. Esto nos lleva
les.
a otro interesante punto de discusión que,
3. una estructuración ordenada de los ele-
por cierto, fue tratado en la Tercera Reunión
sobre Formaciones Autóctonas Americanas,
mentos materiales de la sociedad y sus
celebrada en Caracas en 1985. Se refiere a conexiones, para reconstruirlos unitaria-
mente en un nivel más amplio y profun-
la definición de un modo de producción do.
como la esfera de la formación económico
4. poner al descubierto nuevas posibilida-
social donde se reproduce materialmente la
des de aplicación de la categoría modo
sociedad, sin incluir la superestructura
de producción. Consideramos que la no-
(Bate, Sanoja, Díaz, Vargas, 1985). Aunque
ción de modo de trabajo influye notable-
es indiscutible que los procesos de la base
mente para lograr estos objetivos.
material de la sociedad ocurren siempre en
asociación con los superestructurales, esta-
blecemos con fines materialistas, una distin- El concepto de modo de trabajo definido
ción entre "partes" de una formación social como aquél que explica las praxis de un
cuando definimos al modo de producción modo de producción dentro de cada modo
como una de sus esferas, la determinante. de vida, le confiere a esta categoría mayor
Esta distinción obedece, asimismo, a intere- operatividad al aumentar su capacidad no
ses metodológicos y prácticos y creemos no sólo para explicar los procesos, sino tam-
contraviene, de ninguna manera, la noción bién en la aprehensión, con mayor rigor,
de totalidad orgánica de la formación eco- de todas sus variaciones estructurales. Modo
nómico social. La separación analítica de de trabajo alude a una caracterización obje-
los procesos materiales de los procesos su- tiva y válida de los procesos que el modo
perestructurales obedece pues al reconoci- de producción explica y, como consecuen-
miento de una jerarquía causal, una manera cia, nos ayuda a conocer y explicar la uni-
de distinguir entre lo que se piensa y lo que dad real de la totalidad.
se hace, siendo necesario destacar que Si los modos de vida reproducen las pra-
siempre la hacemos de acuerdo al análisis xis particulares de una formación econó-
histórico concreto, ya que concebimos a la mico social, en su dimensión estructural, el
formación social como un sistema orgánico modo de producción obviamente está in-
en el cual las características y la compleji- cluido dentro de esas praxis; asimismo, si
dad de las relaciones entre las partes y el los modos de trabajo objetivan las praxis de
todo cambian de acuerdo con el desarrollo un modo de producción, ciertamente supo-
del sistema. nen de alguna manera la reproducción de
Las diferencias que alude la base material los modos de vida los cuales incluyen todas
o modo de producción no son sólo el resul- las "partes" de la totalidad que es la forma-
tado del análisis, corresponden a diferencias ción social.

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 45

Los conceptos las primeras las utilizamos más frecuente-


mente en el segundo y tercer nivel y a los
A inicios de este trabajo decíamos que la
conceptos básicamente en el primero; pero,
teoría explicativa de la arqueología debía por la existencia de la interpretación y reci-
contar no sólo con categorías sino también procidad y de la determinación de los nive-
con conceptos operativos que, integrados les, existe también un carácter de unidad
congruentemente con aquéllas, permitieran orgánica entre categorías y conceptos.
la aprehensión de las propiedades objetivas En el tipo de aqueología que postulamos
de los procesos. Autores como Gortari partimos, entonces, de un conjunto de con-
(1978: 25) definen a un concepto como: ceptos cuya operatividad está dada no sola-
"...la síntesis en la cual se expresan los menteco- por su capacidad para reflejar con
nocimientos (subrayado nuestro) adquiridos certeza la esencial ¡dad de los procesos so-
acerca de un proceso o de sus conexiones ciales sino, también, para sistematizarla de
internas". También afirma: "...las propieda- manera de poder dirigirnos eficazmente en
des concretas de los procesos se funden nuestras acciones como investigadores de
en la unidad del concepto..." (1978:la 25). vida social. En este sentido, diríamos que
Kopnin, por su parte, establece una todos dife- los conceptos que proponemos son
rencia entre la acepción del término con-
operativos.
cepto, considerado como una significación Puede ser útil en este momento conside-
especial del término, y aquélla que lorarcon- los supuestos generales que subyacen a
sidera: "...como una forma de aprehensión la interpretación funcionalista. La arqueolo-
de la esencia de los fenómenos" (1 966: gía 229).
tradicional ha trabajado en este nivel del
En este sentido, entonces, consideramos a
conocimiento científico proponiendo un
los conceptos como reconstrucciones conjunto racio- de conceptos operativos: sitio ar-
nales de los datos o fenómenos, no losqueológico,datos localidad arqueológica, áreas,
mismos, pues como señala el mismoregión Kop- arqueológica, componente, fase, es-
nin: "...el concepto como forma de conoci- tilo, tipo, modo, tradición, etc., los cuales
miento carece de elementos sensibles" son ciertamente operativos en cuanto obe-
(1966: 232). decen a los intereses de este tipo de arqueo-
La teoría arqueológica, como cualquier logía y sirven para sistematizar los datos en
otra, está conformada por categorías y con-función de su teoría general.
ceptos, siendo ambos abstracciones de pro- Nadie puede negar, obviamente, que ta-
cesos objetivos de la realidad. En el empleoles conceptos responden al énfasis que tal
de unas y otros, el arqueólogo es quien de-arqueología da a la significación del cambio
cide cuáles procesos de la realidad abstraey la variabilidad cultural. En este tipo de
o qué partes de los procesos abstrae. Hemosarqueología, por tanto, observamos una re-
visto que las categorías generales históricaslación unívoca entre fenómeno y esencia:
constituyen en sí conceptos de orden supe-los fenómenos culturales son la esencia
rior a los cuales se subordinan los demás;misma buscada; la "explicación", en conse-
conceptos que poseen mayor extensión den-cuencia, será de hecho la unidad sintética
tro de la conciencia de la historia ya que de los fenómenos culturales. Ya Bartra
abarcan su dominio de estudio. En la estruc- (1975: 54) señalaba, refiriéndose al modelo
tura de la interpretación arqueológica se ob- analítico de Rouse, cómo los conceptos fun-
servan tres niveles de estudio: • el primer cionalistas del autor limitaban los procesos
nivel de captación de los fenómenos; • el a aquéllos relativos a la formación de rasgos
segundo, de ordenamiento de las inferen- culturales y a la distribución y reconstruc-
cias sobre los contenidos, y • el tercero, de ción de los mismos.
explicación de los contenidos. Hemos seña- En nuestro caso el problema estriba en
lado ya su interdependencia y reciprocidad el contenido y la naturaleza de los fenóme-
y la determinación del tercero sobre los de- nos y, siendo así, necesitamos conceptuali-
más. Si establecemos una correlación entre zar esa naturaleza y cómo se ve reflejada
estos tres niveles de interpretación y las ca- en su expresión fenoménica, la cual, indu-
tegorías y conceptos, nos encontramos que dablemente, es cultural. Se puede argumen-

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46 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

tar que no hay nada más objetivo que trabajar


Preferimos los con conceptos como
procesos que conceptual izan vida las cotidiana,
nociones grupo doméstico, espacio
de "sitio" y "localidad arqueológicos"; pero
doméstico, grupo territorial y espacio territo-
es interesante resaltar cuáles son rial,
los así
criterios
como con el de región histórica (Sa-
empleados en su definición: "...las formas
noja, 1984a; Vargas, 1985b: 14).
culturales (subrayado nuestro) Indudablemente,
deben ser estos son conceptos ge-
ubicadas espacialmente para demostrar la
néricos con los cuales, primero, podemos
hacer abstracción de todas las clases de re-
continuidad geográfica y la contemporanei-
dad.^...) un sitio es la unidad laciones
más pequeña
que existen dentro -digamos- de
con la que cuenta un arqueólogo y ladomésticos
los grupos más y, luego, podemos
difícil de definir (...) el requerimiento
profundizarque seque se objetivan entre
en las
hace para definir un sitio es que grupos
estédomésticos
cubiertocazadores-recolectores,
de restos de ocupación y la tribales,
idea etc.,
general
y ponen de manifiesto las leyes
es que pertenezca a una solade suunidad
desarrollo. de
asentamiento.. (...) ..la localidad -hablando
en términos estrictamente arqueológicos- es
Vida cotidiana
un espacio geográfico lo suficientemente
pequeño para permitir el supuesto de trabajo
de la completa homogeneidadA cultural
todos estos conceptos
en los engloba el de
un tiempo dado" (Willey y Phillips,
vida cotidiana,
1958:
ya que ésta supone la suma
delos
11,18). Es del todo evidente que actividades que un grupo social realiza
criterios
empleados son: diariamente, sus quehaceres, sus oficios, sus
acciones y su devenir. Partimos entonces,
1. localización espacial (geografía)
siguiendo a Heller (1985), de una noción
2. temporalidad (cronología) de lo cotidiano como históricamente deter-
3. homogeneidad cultural (formas).
minado (Vargas, 1985d: 14, 15). Heller nos
dice: "...la
No entran en juego, obviamente, lassignificación
no- de la vida cotidia-
na, al igual
ciones de: grupos sociales, actividades so- que su contenido, no es simple-
mente heterogénea,
ciales, desarrollos y movimientos, los cualessino también jerárquica
(...) a diferencia del hecho mismo.de la he-
constituyen los agentes activos que dan lu-
terogeneidad,
gar al surgimiento y transformación la forma concreta de la jerar-
de sitios
quía no es
y localidades arqueológicos. Ya lo decíamos eterna e inmutable, sino que se
modifica de
antes en este trabajo, para nosotros elmodo
espa-específico según las dife-
rentes estructuras económico-sociales"
cio no es un recipiente, el tiempo no es sólo
(1985d: 40).
el transcurrir, sino que espacio y tiempo son
Según la autora
facetas del desarrollo de la materia, y el la heterogenidad y el or-
movimiento es la forma fundamental de la den jerárquico constituyen la condición de
existencia19. organicidad de la vida cotidiana.
Lo cotidiano se define como la repetición
19 Vale la pena aclarar, siguiendo a López, las definicio- de las actividades diarias, el ritmo de las
nes que sobre sitios y materiales arqueológicos se ade- relaciones interpersonales, su intensidad y
lantan en el marco de una arqueología social: su frecuencia, las maneras de consumir, los
"El material arqueológico cultural. ..incluye cualquier
modos de innovar y crear, en suma, el con-
objeto... sobre el cual se ha efectuado alguna actividad
humana de manera no ocasional..." (1984b: 28). "Las junto de hechos que expresan una experien-
actividades humanas inferibles a partir del material cia social en movimiento.
arqueológico se realizan en localidades específicas, Heller señala que la característica domi-
cuyo origen puede ser de deposición natural o artifi-
cial.. .El concepto de superficie de ocupación se refiere
nante de la vida cotidiana es la "espontanei-
a la parte expuesta (...) de depósitos estratigráficos
naturales sobre los que se realizaron distintos tipos de
actividad humana directa" (1984b: 29-30). "Pisos de comprehendido por el concepto de sitio (...) cual-
ocupación implican la intervención humana directa quier lugar en donde existan materiales arqueológicos
para su elaboración ya que fueron, en un momento agrupados espacialmente, con límites restringidos,
dado, objetos de trabajo" (1984b: 30). "Un nivel ma- cuya distribución es resultado de la actividad humana"
yor de agregación de los materiales arqueológicos es (1984b: 30).

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 47

cionan entre otras pertenencias a la misma


categoría, por sus nexos causa-efectos y por
su acción en el contexto de totalidades ma-
yores. Por lo tanto, deben establecerse las
innumerables relaciones entre los hechos
seleccionados y los restantes acontecimien-
tos, procesos y productos, en cuyo contexto
el o los hechos se manifiestan y son inteligi-
bles. Es sólo cuando establecemos la coti-
dianeidad cuando podemos advertir qué se
convierte en hecho histórico, parte mínima
del pasado histórico de la cotidianeidad.
Lo cotidiano envuelve una cantidad infi-
nita de hilos, de hechos diarios del devenir
social, que se constituyen como partículas
de un todo. En esa red, los hechos históricos
se conforman gracias a la existencia de co-
rrelaciones e interacciones objetivas que los
distinguen y permiten su reconocimiento,
tales que se manifiestan en la cotidianeidad.

Espacio y grupo doméstico

Sanoja (1985a: 38) define a un grupo do-


dad", advirtiendo -sin embargo- queméstico
no "...como aquellos individuos uni-
toda actividad cotidiana es espontánea dos al en su mayoría por el parentesco bioló-
mismo nivel. Estas diferencias de nivel per- gico, aunque no incluya todos los descen-
miten acceder a los ritmos del comporta- dientes de una misma pareja y pueda com-
miento consetudinario, el ritmo de la vida, prender (...) otras personas extrañas al vín-
en palabras de Heller: el ritmo de motivacio- culo biológico". Hemos señalado en otros
nes efímeras en constante alteración, trabajos en que en la definición de grupo do-
constante aparición y desaparición. Para méstico que hace Sanoja, el autor emplea
Heller la vida cotidiana está cargada de el apelativo de doméstico para denotar la
al-
ternativas y de elecciones; esas opciones calidad de tribales de tales grupos (Vargas,
funcionan en la medida que son imprescin- 1985d: 15), pero que, a nuestro entender,
dibles para la continuación de la cotidianei- esa expresión puede ser extendida a grupos
dad. Siendo así, la más clara expresión de de la
otras formaciones sociales, precisamente
cotidianeidad se da en lo que definimos cuando el concepto genérico pasa a ser es-
como grupo doméstico, o unidad social pecífico, mí- por la relación indisoluble entre la
nima. universalidad y la singularidad de la esencia
La arqueología parece ser, a la luz de lo que todo concepto posee. Para entender
anteriormente expuesto, la ciencia histórica esta relación diremos que, cuando defini-
de lo cotidiano, la manera científica de his- mos el concepto genérico grupo doméstico,
toriar lo cotidiano, lo diario del quehacer estamos expresando nuestra indiferencia a
vital. Pero la historia es la ciencia que estu- las peculiaridades específicas de los grupos
dia hechos históricos ¿Son acaso los cotidia- sociales en las diversas épocas históricas,
nos hechos históricos? Toda manifestación precisamente porque tales grupos domésti-
de la vida de los individuos puede ser un cos poseen una universalidad propia de to-
hecho histórico, aunque no lo es necesaria- das las formas domésticas, vinculada y refe-
mente. Es evidente que los hechos históricos rida a sus formas singulares.
son las manifestaciones de la vida de los Desde el punto de vista arqueológico,
individuos y de las sociedades que se selec- este concepto permite, a diferencia del uso

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48 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

del concepto grupo social apojar


secas, recono-
a la expresión doméstica de su conno-
cer la existencia de una unidad social situando
tación histórica, pero el problema en el
en relación con las accionesreconocimiento
concretas(elque cual comparte el mismo
realizó en su vida cotidiana,Meillassoux,
dirigidas a las
1982: 7) de la existencia de la
funciones básicas de reproducir y mantener
producción de los individuos como agentes
la especie. En este sentido, es clara la
productores defi-
y reproductores de la vida so-
nición que hace Sanoja cuando dice en
cial en general, que:
todos los tiempos histó-
"...los miembros del grupo ricos,
(doméstico), a
para luego profundizar en cada
excepción de las diferenciastiempo
impuestas
histórico por
específico. La comunidad
la edad o el trabajo fuera de la vivienda,
doméstica de Meillassoux, según nuestro
siguen un mismo patrón para el empleo
planteamiento, del
sería el equivalente de todos
tiempo, participan de las mismas
los gruposfiestas
domésticosyque caracterizan a la
ceremonias..." (1984a: 38). formación económico social tribal. Estas dis-
Este concepto de grupo doméstico per- tinciones que hacemos entre el concepto de
mite al arqueólogo examinar el proceso que grupo doméstico y comunidad doméstica
se produce en un grupo social en su aspecto obedecen en gran medida a las diferencias
no deformado por las casualidades; su em- que existen en los modos y maneras de ac-
pleo en cada formación económico social tuar de arqueólogos y etnólogos, es decir,
permite comprender, en toda su profundi- están relacionadas con el objeto de trabajo
dad, cómo se objetivan las rutinas de vida, de cada uno, pero no con su objeto de co-
las relaciones interpersonales y las acciones nocimiento; consideramos que el concepto
productivas e ideológicas de un conjunto de grupo doméstico le facilita al arqueólogo
singular de individuos en una etapa históri- una mayor posibilidad de aprehensión de
ca, pero también la existencia de propieda- la esencial idad. Por otra parte, como se ve
des y nexos generales o universales de todo por sus contenidos, grupo doméstico y co-
grupo social. En suma, este concepto mar - munidad doméstica no son conceptos com-
tiene el vínculo entre lo universal y lo singu- parables.
lar de lo cotidiano. El mismo carácter genérico y específico,
Debemos señalar que no debe confundir universal y singular que hemos aludido para
el concepto de grupo doméstico con el de grupo doméstico, podríamos decir que
comunidad doméstica de Meillassoux existe para los demás conceptos operativos
(1982: 9), quien la define como: "...el únicoseñalados: espacio doméstico, grupo territo-
sistema económico y social que dirige la rial, espacio territorial.
reproducción física de los individuos, la re- El concepto de grupo doméstico, por su
producción de los productores y la repro-parte, alude de manera necesaria a un espa-
ducción social en todas sus formas mediantecio doméstico, es decir, las acciones coti-
un conjunto de instituciones..." No contra- dianas de reproducción de un grupo domés-
viene, tampoco, la posición de Meillassoux tico, cualquiera que sea la formación social
cuando dice que: "...las relaciones domés- a la que pertenece, se manifiestan en uno
ticas y la familia han intervenido como rela- o varios espacios físicos. Tales espacios no
ciones necesarias al funcionamiento de to- constituyen meros contenedores geográfi-
dos los modos de producción posteriores acos sino son aquellos lugares donde un
la economía doméstica" (1982: 10). Al de- grupo doméstico ejerce sus actividades, ac-
finir grupo doméstico no pretendemos negar ciones que obedecen asimismo a una con-
los planteamientos de Meillassoux en torno ceptual ización que hace el grupo sobre los
a la comunidad doméstica ni al carácter ne- espacios donde deviene su vida cotidiana.
cesario de las relaciones domésticas, por élEsta conceptual ización está relacionada di-
definidas, en los modos de producción querectamente con su grado de desarrollo histó-
le siguen. Ciertamente, en la formación eco- rico.
nómico social que él alude, es cuando se Sanoja define el espacio donde un grupo
da la institucionalización del control sobredoméstico actúa como aquél que: "...com-
la reproducción humana. prende el o los espacios donde se desarrolla
Nuestro concepto intenta más bien des-la vida comunitaria del grupo, esto es,

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IRAIDA VARGAS ARENAS ARQUEOLOGIA, CIENCIA Y SOCIEDAD 49

donde los individuos duermen, preparan sus contextos de consumo y, a veces, contextos
comidas, reparan sus pertenencias, repro- mixtos (producción-consumo).
ducen su especie y las relaciones que sirven
para el mantenimiento de la comunidad" Espacio y grupo territoriales
(1984a: 39).
De acuerdo con la connotación tribal del Las diferencias entre los conceptos de grupo
término doméstico, Sanoja asimila el grupo y espacio doméstico con los de grupos y
doméstico con una familia extensa y un es- espacios territoriales son de magnitud y ca-
pacio doméstico con una vivienda comunal lidad. Sanoja define al grupo territorial
(Sanoja, 1 984: 39). Consecuentes con nues- como "...constituido... por un conjunto de
tro píanteamineto, el cual consideramos grupos domésticos que ocupan y usufruc-
más útil para los arqueólogos, el concepto túan un espacio determinado..." Arqueoló-
de espacio doméstico nos referiría a aquél gicamente hablando, es un concepto que
en el cual un grupo social desarrolla su vida permite organizar la información que posea-
cotidiana en los aspectos referidos sobre mos sobre las praxis vitales de varias unida-
todo a la reposición de la fuerza de trabajo des sociales que comparten una región geo-
(Vargas 1985d: 16). gráfica común y entender su pertinencia
Preferimos este concepto al de sitio de para la generación de una "región histórica"
habitación ya que mantiene el carácter uni- (Vargas, 1985d: 16). Los grupos domésticos
versal, no del espacio solamente, sino tam- se convierten en grupos territoriales no sólo
bién de las acciones conexas con la reposi- por la agregación de nuevos grupos, sino
ción de la fuerza de trabajo, las cuales son cuando realizan -dentro de su vida coti-
generalmente para las distintas formaciones diana- praxis que tangencialmente actúan
sociales. Siendo así, un espacio doméstico para favorecer la reproducción de la espe-
coincidiría con las áreas de los campamen- cie, pero sobre todo, aquéllas que abarcan
tos de las bandas de cazadores-recolectores, el resto de la gama de las acciones comuni-
o con las áreas de habitación de una familia tarias: las de reproducción de la vida social
extensa tribal, etc. Se infiere que, al referir- en su conjunto. Incluye, hablando en térmi-
nos a cada formación en particular, un nos arqueológicos, las áreas de cultivo, las
grupo doméstico se puede asimilar a una de caza, las de recolecta, los puntos estraté-
familia nuclear o a una banda, a una familia gicos de intercambio, las áreas de disposi-
extensa, etc. Los grupos domésticos, inte- ción de los muertos, etc.
grados en bandas o tribus (si hablamos de Los grupos territoriales se definen, enton-
formaciones preclasistas) compartirían y re- ces, en su universalidad, por la existencia
presentarían "...una modalidad que encie- de unidades sociales similarmente constitui-
rra una división característica del trabajo y das que comparten un territorio común so-
del tipo de tecnología, determinadas rela- bre la base de acciones también comunes
ciones de propiedad, objetos de producción y sobre el cual actúan sincrónicamente: el
definidos y relaciones sociales con grupos espacio territorial. Un espacio territorial, en
similares establecidos" (Sanoja, 1984a: 38- consecuencia, estaría dado no por sus lími-
39). tes geográficos sino por existencia, posesión
Cada espacio doméstico supondría, asi- y uso que de un lugar haga un grupo territo-
mismo, la definición de la organización del rial, o sea, un conjunto de grupos domésti-
espacio vital por parte de un grupo domés- cos. En su singularidad (en las formaciones
tico, en las acciones de la vida cotidiana, económicos sociales preclasistas, por ejem-
reflejando así el desarrollo de sus fuerzas plo), un grupo y un espacio territoriales pue-
productivas, sus condiciones de trabajo y, den corresponder con la tribu y con todo el
en alguna medida, su ideología (Vargas, territorio tribal: las aldeas y las áreas de ex-
1985d: 16). En general, podemos decir que plotación de recursos naturales; entre caza-
un espacio doméstico podría expresarse en dores y recolectores, el grupo y el espacio
el registro arqueológico, en lo que hemos territoriales se corresponderían con las ban-
definido en otra parte de este trabajo como das y el territorio explotado, definido este

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50 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 14 DICIEMBRE 1986

mos a los procesos


último por los recursos de subsistencia exis- que señalan el uso de
tentes20. una misma área o territorio geográfico por
Indudablemente, la definición
partede los es-
de grupos territoriales históricamente
pacios territoriales se hace más clara en
diferenciados. Estola
permite entender cómo
medida que las sociedades se una
complejizan,
misma región geográfica ha sido utili-
ya que con la complejización,zada
seo especiali-
humanizada a lo largo de la historia;
cómo cada
zan espacialmente las acciones de momento
la vida histórico ha contri-
cotidiana, teniendo la especialización
buido para que sede
dé el enlace con los sub-
secuentes,
funciones un reflejo en el espacio vale decir,
donde se cómo los grupos do-
vive. El espacio territorial de mésticos
una banday territoriales
ca- que actuaron sobre
un territorio han
zadora-recolectora existe objetivamente diseñado e implementado
de-
limitado, pero sus límites y los modos
las de vida en cada formación eco-
funciones
que en él se realizan son menos especializa-
nómico social, sobre una misma región geo-
das que en el espacio territorialgráfica.
de una Estatribu,
noción o concepto de región
el cual no sólo es más definido sino también histórica centra la atención en los tres aspec-
las acciones sociales están más claramente tos esenciales de todo proceso: tiempo, es-
definidas en el espacio. Pero en lo que se pacio y desarrollo. De más está decir que
refiere al espacio doméstico, el de una consideramos a este abordaje de las dimen-
banda de cazadores-recolectores tiende a siones espacio, tiempo y la forma funda-
ser más concentrado que el de los gruposmental de la existencia que es el movimien-
tribales, ya que el grupo doméstico cazador-to, como indispensable para comprender no
recolector cumple sus funciones de reposi- sólo las sincronías y diacronías de las forma-
ción de la fuerza de trabajo en un área rela- ciones económico sociales antiguas sino
tivamente reducida. también -y muy especialmente- de las con-
temporáneas.
Región histórica El concepto de región histórica, al hacer
énfasis en los procesos esenciales ocurridos
Sanoja, muy acertadamente, señala que -a dentro de una región geográfica determina-
nivel arqueológico- es posible esperar que da, permite la aprehensión, conocimiento
"...la organización de los espacios domésti- y explicación de las raíces de los procesos
cos se presenten como reflejando similares contemporáneos (Vargas, 1985d: 16-17). La
conceptualizaciones que nacen de la sincro- síntesis de grupos y espacios domésticos,
nía de las relaciones sociales y de los proce- grupos y espacios territoriales y, en conse-
sos de trabajo que presenta el grupo territo- cuencia, de modos de vida en una región
rial" (Sanoja, 1984a: 41 )21. Esta definición histórica común permite la comprensión de
es muy importante para trabajar con la no- la persistencia de prácticas tradicionales en
ción de región histórica. Con ésta aludiría- una región.

20 Los espacios territoriales de diferentes bandas se pue- Esta lógica esta determinada por la conducta social,
den superponer espacialmente, ya que su definición por la forma de relaciones sociales de producción que
está dada por la existencia y dispersión de los recursos mantenían aquellos individuos que integraban al grupo
de subsistencia. Esta coincidencia estaría basada en doméstico, relaciones que parecían expresarse en la
la posesión consensual de un mismo espacio territo- forma y dispersión de las áreas de actividad que carac-
rial. terizan material y locacionalmente los diferentes pro-
21 En relación a este punto, Sanoja ha trabajado recien- cesos de trabajo necesarios para la reproducción del
temente tratando de definir en la excavación la loca- grupo social (o doméstico).
lización espacial que correspondería con cada grupo ...Uno de los elementos más aparentes dentro de las
o grupos domésticos. Para ello maneja varios criterios distintas calidades de áreas de actividad que se en-
sociales como se nota en la siguiente cita: "La excava- cuentran dentro de un sitio arqueológico es el fogón.
ción de un sitio arqueológico debe proceder primera- Y su importancia viene dada por el hecho de constituir
mente al análisis de la lógica que explica la distribu- no sólo un área de actividad, sino también el locus
ción de los restos materiales en un área determinada de una serie de características relaciones sociales"
o del área en estudio. (Sanoja, 1986, inédito).

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