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El espacio

El siguiente documento está elaborado tomando como base los textos:

La matemática escolar, de H. Izcovich Ed Aique

La enseñanza de la Matemática en el Jardín, Gonzalez Adriana. Ed Homo Sapiens

Relaciones Espaciales y cuerpos geométricos, Giarrizzo A. Ed Novedades Eductivas

Desde una perspectiva didáctica, el dibujo y los problemas propios de la representación plana son un
medio ideal para provocar intencionalmente el inicio en la conceptualización de algunos aspectos del
entorno físico.

Microespacio o espacio de las interacciones ligadas a la manipulación de los pequeños objetos.

Es el sector del espacio más próximo al sujeto y que contiene objetos accesibles tanto a la visión como a la
manipulación.

El sujeto puede mover al objeto y a sí mismo prácticamente en cualquier dirección. Por lo tanto, es posible
establecer cualquier perspectiva del objeto. El sujeto es exterior al espacio, centrado sobre su propia
perspectiva. Las acciones en este espacio no necesitan conceptualización. La necesidad de una
conceptualización puede aparecer en la comunicación o la lectura, por ej. el plano. También por ej.
proponer a los niños hacer con distintos cuerpos geométricos (cajas) una construcción sobre la mesa o el
piso, y luego comunicar a sus compañeros lo realizado, con el fin de que ellos construyan lo mismo.

Mesoespacio o espacio de los desplazamientos del sujeto en un dominio controlado por la vista. Se trata
de un recorte del espacio accesible a una visión global desde una misma posición, aunque no de un solo
vistazo, es decir con desfasajes temporales mínimos y requiere de movimientos.

Los objetos están fijos y son puntos de referencia para el sujeto, cuya orientación se origina en una
referencia corporal. En su desplazamiento, el sujeto tiene diferentes perspectivas que a veces producen
representaciones obtenidas por yuxtaposición o por el ajuste de las representaciones parciales.

Por ej. proponer representar el recorrido que hacemos desde el aula hasta el patio; jugar a la búsqueda del
tesoro dentro de la escuela o parte de ella; pintar en un plano los lugares por los cuales pasamos cuando
nos dirigimos desde la escuela hasta la plaza; observar torres realizadas por el docente con cuerpos para
identificar cantidad de cuerpos y tipo usadas en cada una, etc.

Macroespacio o espacio de tipo urbano, o rural, o marítimo.

Corresponde a un sector del espacio cuya magnitud es tal que no puede obtenerse una imagen de
conjunto de él sin realizar desplazamientos y/o mediante conceptualizaciones que permitan reunir
representaciones sucesivas. La orientación en este espacio no puede realizarse únicamente en relación con
la referencia corporal, sino que necesita de un sistema de referencias exterior aél como, por ejemplo, los
puntos cardenales.

Los planos o mapas de estos espacios permiten que los sujetos se orienten en dos de sus dimensiones sin
considerar las alturas, como en el caso de una montaña

Conocer un barrio alejado de la escuela, salir de visita a una granja, constituyen situaciones interesantes
que dan cuenta del espacio rural y urbano.
El conocimiento del espacio se aborda también con el conocimiento del medio ambiente, desde una
perspectiva ecológica, la interacción del sujeto con el entorno específico.

El estudio del conocimiento ambiental se realiza sobre ambientes reales, en los que el observador es parte
interactiva del medio y no un observador pasivo del objeto-estímulo. El medio envuelve al sujeto y puede
verse desde múltiples puntos de vista a medida que se lo explora. Dentro de este enfoque, las
representaciones espaciales que el sujeto construye se denominan mapas cognitivos.

Neisser (1977)29 los define como: «el esquema que guía nuestra conducta en el espacio y que nos permite
abordar la solución de problemas espaciales...». Los mapas cognitivos son los procesos, las
representaciones internas, por medio de los cuales las personas usan la información que procede de su
entorno.

Dentro de los mapas cognitivos se diferencian tres tipos de elementos, que se adquieren secuencialmente:
mojones, rutas y configuraciones.

Mojones

Son los elementos básicos de los mapas cognitivos que se destacan por sus características visuales y/o
funcionales. Son objetos o elementos del entorno que llaman la atención, o que se perciben y se recuerdan
fácilmente, alrededor de los que el sujeto coordina sus acciones y decisiones. Son puntos estratégicos
desde los cuales y hacia los cuales se mueven las personas. Sirven como instrumento para mantener el
rumbo. Son diferentes para cada persona y también varían con las edades. Por ejemplo: el semáforo, el
color de una casa, un mástil, una plaza, un puente, etcétera.

Rutas

Son las rutinas que permiten moverse de un mojón a otro. Su conocimiento es de tipo secuencial. Si la
secuencia de mojones que percibimos al recorrer un itinerario no coincide con nuestras expectativas sobre
ese recorrido, tenemos la sensación de estar perdidos. Por ejemplo: todos tenemos una representación
interna de la ruta de un colectivo de uso cotidiano, en ella reconocemos determinados mojones. Si el
colectivo, por algún motivo, debe modificar el recorrido, nos sentimos perdidos, porque no encontramos
los mojones habituales en el nuevo recorrido.

Configuraciones

Son representaciones que abarcan coordinada y simultáneamente gran cantidad de información espacial
del entorno. Los planos de las ciudades, que se encuentran en diferentes guías de uso cotidiano, son
ejemplos gráficos de configuraciones.

Un cartero que reparte correspondencia en un determinado barrio logra construir una configuración del
mismo que le permite llegar a un mismo lugar desde distintos puntos utilizando diferentes rutas.

La representación gráfica, que los niños pueden realizar de los mapas cognitivos muestra una progresión
que gradualmente comprende representaciones en las que:

• únicamente aparecen elementos aislados (mojones);

• aparecen conexiones entre algunos elementos (rutas);

• todos los puntos están conectados entre sí (configuraciones).


En el aula podemos plantear a los niños realizar una representación gráfica del recorrido que realizamos
habitualmente entre el aula y el salón de música. Los niños probablemente realicen representaciones en
las cuales:
• Dibujen sólo mojones tales como: el baño, el patio, la dirección, otra aula; uno a continuación del otro,
en forma aislada. En algunos casos pueden incluir como primer mojón el aula y como último el salón dela
dirección o SUM.
• Dibujen una ruta sobre la cual marquen diferentes mojones. Esa ruta da cuenta del camino recorrido y
los mojones, de lo que se ve en dicho camino. En este caso, por lo general, se determinan con claridad el
punto de salida y el de llegada.
Para que el niño domine el espacio es necesario que sea capaz de manejar un lenguaje que le posibilite
comunicar posiciones, describir e identificar objetos y también indicar oralmente movimientos. Se trata de
un lenguaje que se construye y se hace más preciso a partir de su utilidad en la resolución de situaciones
problemáticas significativas.

Es sabido que la construcción del espacio es un proceso que tiene su inicio en el momento del nacimiento;
el niño utiliza primero a su propio cuerpo como referente, realiza descripciones y ubicaciones desde él.
Posteriormente, se va descentrando y va logrando incorporar referentes externos que le permiten
describir posiciones desde las relaciones entre los objetos, entre ellos y las personas, y de las personas
entre sí. Las relaciones mencionadas deberán ser objeto de trabajo intencional en el Jardín, para lo cual
sugerimos realizar, entre otras, actividades que impliquen:
• Problemas relacionados con acciones concretas, como describir el recorrido que un niño debe realizar
para ir desde su mesa hasta la biblioteca de la sala.
• Analizar las posiciones de los objetos en su relación con el sujeto y con otros objetos. Retomando el
ejemplo anterior, reflexionar en tormo a las posiciones de los objetos nombradas en la descripción inicial.
• Plantear situaciones que lleven al niño a darse cuenta de que un mismo objeto no se ve de igual forma
desde distintas posiciones.
• Realizar representaciones espaciales que indiquen los objetos y su ubicación. Continuando con el
ejemplo, le podemos proponer al niño que dibuje el recorrido realizado para ir desde su mesa hasta la
biblioteca de la sala.
• Pasar de lo tridimensional a lo bidimensional y viceversa, a través de las representaciones.
• Comprender que los desplazamientos de las personas y de los objetos generan modificaciones en las
relaciones espaciales involucradas.
• Seleccionar puntos de referencia externos para orientarse u orientar a otros en los desplazamientos.
• Usar el lenguaje para comunicar posiciones y desplazamientos.
• Anticipar acciones, desplazamientos, posiciones, etcétera.
Por todo lo nombrado es importante que las acciones que se realicen se basen en: observar (imagen
mental), copiar, comunicar o dictar y representar.

Ahora bien en cuanto a las referencias:

• En la hoja de papel o plano vertical existe una referencia convencional que determina el arriba, el
abajo, la derecha y la izquierda. Esto se obtiene por proyección de la referencia corporal.
• En el caso de una representación plana del espacio sensible (fotografía, dibujo, plano) la referencia
puede hacerse en relación con el espacio representado.

Las referencias pueden clasificarse en:

• Subjetivas. En el mesoespacio de tres dimensiones pueden establecerse referencias corporales que


se ubican sobre el sujeto u otra persona para describir posiciones o trayectorias: arriba-abajo,
delante-detrás, derecha-izquierda. Por ej. “delante de mí”, a la izquierda de Luis”. Si el punto de
referencia es un objeto fijo (no orientado) desde el punto de vista del observador podrá expresarse
por ej. A la derecha de la ventana.
• Objetivas. Son relativas y se caracterizan con independencia del punto de vista del observador y los
objetos elegido sirven como puntos de referencia temporarios: “arriba del mueble cerca de la caja
roja”. Estas referencias, son utilizadas frecuentemente en el macroespacio, en su mayoría son fijas.
• Absolutas. Son definidas para todos los problemas de lugares o trayectos en los que debemos
ubicarnos. Por ej. Cuando damos la dirección de nuestra casa o las coordenadas de un lugar
desconocido par ubicarlo en un plano de la ciudad.

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