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Presentado a:
Desarrollo
1.
Según Hinestrosa, (2007), la transacción es un arreglo amigable de conflicto surgido entre las
partes, esté pendiente de decisión judicial o no haya sido sometido aun a ella; Así mismo, Domat
(1766), define este modo de extinguir las obligaciones como un convenio entre dos o más
personas, que para prevenir o terminar un proceso, zanjan su diferendo por las buenas, de la
manera que convienen; y que cada una de ellas prefiere a la esperanza de ganar, unida al riesgo
de perder. En este orden de ideas, el artículo 2469 del Código Civil Colombiano estipula que la
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• Debe reunir los requisitos establecidos en las normas civiles para que este revestido de
validez.
• Es bilateral, ya que las obligaciones son para ambas partes.
• Es consensual, se perfecciona solo con el consentimiento de las partes de llegar a un
acuerdo y ceder sus pretensiones.
• Es intuito persona, pues, esta se acepta en consideración a la persona con la que se
celebra, tan importante es esta característica, que, si se cree transigir con una persona y se
transige con otra, por esta causa se puede rescindir el contrato, según lo establecido en el
inciso segundo del artículo 2479 del código civil.
• Es un contrato nominado, debido a que, se encuentra regulado en el código civil, a partir
del artículo 2469 y siguientes.
por último y para asegurar que la transacción es un contrato, cabe destacar, que la Corte
Suprema de Justicia, sala civil, en sentencia de 22 de marzo de 1949, hizo énfasis a que el
contrato de transacción tiene condiciones para su formación las cuales son:
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o eventual, porque el objeto de ella es poner fin a una situación real que parecía sin solución. De
igual manera, Castro y Calonje (2015), aseveran que no podrá considerarse transacción el acto
mediante el cual una de las partes renuncia a un derecho que no es objeto de la disputa.
3.
Hinestrosa (2007), plantea que la transacción presupone que quienes la celebran gocen de
plena capacidad para obrar, supeditado a los artículos 1502, 503 y 489 del Código Civil, sin
embargo a la luz del ART 2470, podrá transigir aquella persona capaz de disponer de los objetos
comprendidos en la transacción, También es menester, hacer alusión al artículo 2471 C.C, el
cual, determina que la transacción, por parte de un mandatario necesita de poder especial, donde
se debe incluir y especificar expresamente, los bienes, derechos y acciones sobre que se quiera
transigir y que no se entiende dada por el mero hecho del apoderamiento para actuar en proceso.
Por último, y en lo que atañe a la transacción por parte de entidades públicas, el artículo 313 del
Código General del Proceso, prevé que los respectivos representantes de las entidades
territoriales, no podrán transigir, sin autorización del gobierno Nacional.
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La transacción tiene un evidente contenido patrimonial, por el cual, no opera frente a los
intereses de distinta naturaleza, como tampoco en torno de aquellos que siendo valorables
pecuniariamente no son susceptibles de enajenación, en razón de lo antes expuesto e invocando
el artículo 2472 C.C, la transacción puede recaer sobre la acción civil que nace de un delito, pero
sin perjuicio de la acción penal es decir, que es posible transigir los perjuicios civiles, mas no, la
sanción penal, no obstante, si se da una reparación integral del daño patrimonial, eventualmente
se puede mitigar la sanción penal . de tal forma es dable recalcar que el estado civil no es materia
transigible, como tampoco lo son la acción penal, y el derecho a alimentos futuros ( ARTS. 2472 A
2474 C.C), con la exclusión, de que el ultimo evento, valdrá con aprobación judicial, cuyo
otorgamiento exige que se tenga en la cuenta la no disponibilidad del derecho de pedir alimentos
y la no compensabilidad del crédito respectivo, conforme a los artículos 424 y 425 C.C. La
transacción, en fin, ha de versar sobre derechos susceptibles de renuncia y de derechos existente;
de ahí que no se pueda tranzar sobre derechos ciertos e indiscutibles emanados de relación
laboral, ni sobre derechos que no existan, fundamentado en el art 2475 C.C. (Hinestrosa, 2007)
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permiten dilucidar que esta es un contrato intuite personae, ya que presume haberse efectuado en
consideración a la persona con la cual se transige. Por lo tanto, puede caber el error en cuanto a
la persona, pues creyendo transigir con un sujeto se transige con otro, causal por la cual puede
rescindirse la transacción, lo que significa que podría deprecarse su nulidad. También opera la
rescisión si, al momento de realizarse la transacción, existiera algún tipo de título en el cual
constara que alguna de las partes no tenía la facultad para transigir sobre alguno de los asuntos
objeto de la misma y, que no fuese conocido por la parte a que estos favorecen en el momento de
ser realizada. Así mismo puede haber lugar al error en cuanto al objeto, y pretendiéndose
transigir sobre una cosa en específico, finalmente se transige con otra, este tipo de error permite
rescindir la transacción.
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Según Monje (2020), en la transacción se renuncia a los derechos no de manera total, sino
parcial, y se renuncia sobre los derechos que recaen sobre el objeto o prestación que es contenida
dentro de la transacción, por lo tanto, la renuncia general de todo derecho, acción o pretensión,
deberá solo entenderse de los derechos, acciones o pretensiones relativas al objeto u objetos que
se transige; y en concordancia con el artículo 2487 del Código Civil, si una de las partes ha
renunciado el derecho que le correspondía por un título, y después adquiere otro título sobre el
mismo objeto, la transacción no priva del derecho posteriormente adquirido.
11.
“Si en la transacción se pacta una cláusula penal, esta se hará efectiva sin afectar el normal
desarrollo de la transacción, en virtud de que la transacción llegue a extinguir la obligación; su
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naturaleza consensual reviste este efecto (Monje, 2020)”, si una persona incumple la transacción,
acrecerá la cláusula penal que se ha pactado en la obligación, pero si se cumple, posteriormente
la cláusula penal, la transacción podrá seguir adelante y podrá cumplir ese fin la obligación. Lo
anterior se encuentra estipulado en el Código Civil en el artículo 2486, el cual, reza que, si se ha
estipulado una pena contra el que deja de ejecutar la transacción, habrá lugar a la pena, sin
perjuicio de llevarse a efecto la transacción en todas sus partes.
Bibliografía
Domat. (1766). Les loix civiles dans leur ordre natural. Título XIII, PP. 146.
Monje, D. (2020). Clase magistral, la transacción. Google class room, Universidad Católica de
Colombia.
Salamanca, H. (1974). Derecho civil IV contratos. Universidad Externado de Colombia. Bogotá D.C.