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1.

    ¿Estás de acuerdo con la posición mayoritaria o en minoría, del pleno? ¿Por


qué?

No, ya que en el presente pleno casatorio se desnaturaliza el verdadero sentido de una


transacción extrajudicial, bajo el argumento de una “interpretación sistemática” y en
pro de la seguridad jurídica y los MARS, se comete un craso error al considerar a la
transacción extrajudicial como sustento de una excepción procesal.

En ese sentido y siguiendo lo dispuesto en el inciso 10 del artículo 446 del Código
Procesal Civil, sólo se puede proponer la excepción de conclusión del proceso por
transacción si se llega a establecer que la misma ha puesto fin a un proceso
judicial. ¿A que transacción hace referencia el código? Queda claro que nuestro
Código Procesal Civil hace referencia a una transacción judicial debidamente
homologada por un juez. Inclinarnos por una interpretación “sistemática”, que en
términos prácticos se trata de una aplicación analógica nos puede llevar a una grave
incongruencia en materia jurídica.  Toda interpretación tiene sus límites y debe
respetar lo literal.

La contradicción surge cuando consideramos que los efectos de una transacción


judicial y extrajudicial son idénticos, cabe preguntarnos enfáticamente como un
contrato entre privados (dígase transacción extrajudicial) puede tener la misma
validez y fuerza normativa que una sentencia que está dotada del ius
imperium. Caemos en el absurdo de pensar que los privados pueden convertirse
en jueces al momento de celebrar transacciones extrajudiciales, esto rompe con
la eficacia del negocio jurídico, puesto que los privados no tienen ius imperium.

Por otro lado, el artículo 1302 del CC establece que:

Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre un


asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que
está iniciado. Con las  concesiones recíprocas, también se pueden crear, regular,
modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de
controversia entre las partes.  La transacción tiene el valor de cosa juzgada.”

Una segunda critica es la falta de reciprocidad al momento de resarcir el daño causado


a los pobladores, los montos irrisorios no cumplen la reciprocidad de la transacción
extrajudicial. Así también, debemos reconocer que no existe una nulidad manifiesta
como lo expresaba en su momento la Defensoría del Pueblo, pues en ningún
momento hay una renuncia al derecho a la salud o a otros derechos fundamentales,
los pobladores no están renunciando a derechos fundamentales, sino a derechos
patrimoniales e indemnizatorios, por lo tanto, sí son renunciables. Y esto se ve
reforzado por el articulo 1306 del CC que incluso permite transigir sobre la
responsabilidad civil que provenga de un delito.

En otro extremo, la empresa Yanacocha se aprovecha de la ignorancia del daño


causado a los pobladores de San Juan de Choropampa al transigir montos irrisorios.
Considero que no existe una nulidad manifiesta de las transacciones extrajudiciales,
pero sí ostentan un defecto de ANUBALIBILIDAD, en concreto, el vicio de la voluntad
resultante del DOLO regulado en el artículo 221 del CC, es decir, del engaño producido
Yanacocha al ofrecer montos tan desproporcionales. La gente desconocía el verdadero
daño ocasionado, mientras que Yanacocha era consciente de las graves consecuencias
de interactuar con el mercurio.  Finalmente, me adscribo a la postura académica de los
maestros argentinos Llambías, Borda y Compagnucci que sostienen que la transacción
como contrato NO tiene capacidad de producir efectos de cosa Juzgada, sólo
tendrá aquella fuerza la que ha sido homologada por el juez.

VICTOR: Concuerdo en todos los sentidos contigo, compañero. Por los argumentos que
utilizas, es muy claro que te adhieres a la posición minoritaria del pleno, posición que
me parece la más coherente y la que comparto también. Es un gran error el considerar
a la transacción extrajudicial como sustento de una excepción procesal, pues va en
contra de la seguridad jurídica, y claramente en contra de la interpretación correcta del
tipo de transacción a que se refiere el articulo 446 inciso 10 del código procesal civil,
este obviamente se refiere a la TRANSACCION JUDICIAL.

Después de la lectura y análisis del Primer Pleno Casatorio Civil, mi postura está ligada
a la posición adoptada por la minoría del citado Pleno, bajo los siguientes argumentos:

1) La transacción extrajudicial dentro de los márgenes de la interpretación, es una


defensa de fondo o sustancial; ahora bien, el artículo 1302 del CC, establece tal figura
de la siguiente manera: " por la transacción las partes, haciéndose concesiones
recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando un pleito que
podría promoverse o finalizando el que está iniciado. Con las concesiones recíprocas,
también se pueden crear, regular,modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas
que han constituido objeto de controversia entre las partes. La transacción tiene valor
de cosa juzgada. Por lo cual, considero que el problema en estas transacciones
extrajudiciales desarrolladas evidencian que, una de las partes en este caso, la empresa
minera, aprovechándose de su mejor posición y sin respetar la garantía de la igualdad
en los intereses y la diferenciación de las condiciones en la que se encuentra, obtienen
mejores concesiones de la otra parte. Respecto a ello la posición mayoritaria, para
desestimar, aplica la teoría de actos propios, haciendo quedar a la demandante como
que quiere sorprender a la justicia, señalando que la recurrente ya había percibido un
monto en las tres transacciones que llevó a cabo y por tanto había llegado a un
acuerdo con la empresa Yanacocha y los demandados, sin embargo, ahora al pedir
más dinero se estaba contradiciendo con la aceptación del pacto antes celebrado.

Asimismo, el legislador en la norma citada, regula dos tipos de transacción:


extrajudicial y judicial, sin embargo,  solamente ha considerado como excepción o
defensa de forma a la segunda, es decir, a la judicial, al prescribir en inciso 10 del
artículo 446 del CPC; además, dicho dispositivo comienza con el término "El
demandado solo puede proponer las siguientes excepciones". Esta interpretación, nos
hace concluir, que el artículo 446 del CPC, adopta el sistema de numerus clausus,
puesto que, el juzgador no puede incorporar otra excepción no establecida de manera
taxativa en dicho artículo. Toda interpretación contraria, es atentatoria, es decir, un
juez legislador o viceversa, figura violatoria a nuestro sistema constitucional.

Respecto al efecto de la transacción, es necesario recalcar, que será cosa juzgada,


mientras esté sujeta a un control de legalidad, claro está, que la judicial pasa el filtro a
través de los artículos 334 hasta el 337, 452 y 453 del CPC; mientras la extrajudicial,
satisface este criterio, en tanto, sea una defensa de fondo, y será la sentencia donde
podrá definirse si tal figura, extinguió, total o parcialmente, la obligación que se
reclama en la demanda, y ahí recién podría actuar el efecto de la cosa juzgada.

Por otro lado se advierte que se han inaplicado los artículos 5° y 1305° de Código Civil
al haberse transigido sobre daños a la salud de los afectados, derechos que son
personalísimos y extra-patrimoniales, por ende no son transables,  siendo nulas de
pleno derecho; contradiciendo la mayoría alega que no se habría transigido en
derechos extrapatrimoniales, sino que si cabía dentro de los derechos patrimoniales
que se pueden transar en cuanto a lo que se negoció no fue el derecho a la salud, sino
la cuantificación del daño.

La transacción realizada por la demandante, respecto a sus hijos, se debe tener como
no interpuesta, en cuanto, no existió la aprobación previa o ex-ante del juez, criterio
establecido en el art. 1307 del CC. Asimismo, debe declararse de oficio su nulidad en
concordancia con el art.220 y el art. V del T.P del CC 

2) Respecto, a la teoría de los actos propios en el caso, es inaplicable, en cuánto no


satisface de manera completa los presupuestos configuradores del mismo, siendo así:

A) Conducta Vinculante: La conducta de la demandante, subyace del error, puesto que,


no tenía conocimiento de la magnitud del daño continuo y permanente en el tiempo.
Mientras en la conducta del demandado está presente la mala fe( materia de
probanza), en tanto, tenía conocimiento  que la intoxicación por mercurio causaba
lesiones en el cuerpo de manifestación progresiva en el tiempo, y no advirtió a la
demandante. 
B) Pretensión contradictoria: Los hechos materia de transacción no son los mismos a
los alegados en el presente caso, por ser un daño de manifestación en el tiempo, es
decir, los daños sobre los cuales se transigieron no son los mismos daños alegados en
el presente, ya que han variado las condiciones que se daban al producirse la conducta
vinculante. Por tanto, no existe contradicción.

C) Identidad: este es el único presupuesto que se cumple, pero al ser copulativo, se


tiene como no interpuesta al caso. 

El caso materia del Primer Pleno Casatorio, posee especial relevancia jurídica, por
cuanto se pone en evidencia una notoria divergencia respecto a las líneas
jurisprudenciales adoptadas por la Sala Civil Permanente y Transitoria de la Corte
Suprema respecto a los alcances de la Transacción Extrajudicial celebrada bajo el
amparo del artículo 1302 del C.C y si cabe la posibilidad de ser invocada como defensa
de forma, esto es como excepción procesal o se debe limitar su invocación como mera
defensa de fondo en la contestación de la demanda.

 Particularmente, comparto la decisión esgrimida por la minoría del Pleno Casatorio,


debido a que a todas luces se ha tergiversado la esencia de la transacción judicial, cuyo
alcance claramente se encuentra justificado en su utilidad como instrumento eficaz
para solucionar litigios y en la seguridad jurídica que desprende su contenido. A tenor
del artículo 1302 del CC “Por la transacción las partes, haciéndose concesiones
recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que
podría promoverse o finalizando el que está iniciado. Con las concesiones recíprocas,
también se pueden crear, regular, modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas
que han constituido objeto de controversia entre las partes. La transacción tiene valor
de cosa juzgada”. Resulta totalmente incongruente dotar de plena validez y
eficacia a la transacción extrajudicial como defensa de forma, toda vez que
deriva de un contrato celebrado bajo el imperio de la autonomía de la voluntad,
que a diferencia de la transacción judicial carece de la fuerza vinculante y
efectiva dotada por la homologación de un juez, juez que hace las veces de ente
imparcial, garantizando que las concesiones materia de la transacción estén revestidas
de justicia y congruencia entre lo dañado y lo dispuesto para su reparación; cuestión
que no se verifica en el caso de autos, debido a los montos irrisorios objeto de la
transacción, teniendo en cuenta el poder adquisitivo de Yanacocha, lo que hace
plausible de cuestionarnos ¿Realmente la minera a actuado de buena fe, tuvo la
transacción extrajudicial la voluntad de reparar lo dañado o fue utilizada como medio
alternativo para evadir su verdadera responsabilidad? Al respecto, de haberse iniciado
un proceso judicial, los hechos aportados dan cuenta de la negligencia y la casi nula
cautela con la que la empresa operaba, a pesar de la notable experiencia que poseía
en el rubro minero, haciendo posible su sanción administrativa y la determinación de
responsabilidad civil.

De otro lado, se justifica la interposición como defensa de forma de la transacción


extrajudicial bajo el argumento del informalismo, y de la naturaleza de la transacción,
en tanto mecanismo alternativo de resolución de controversias; es decir, se enfatiza en
la innecesaridad de ser celebrada dentro de un previo proceso judicial, lo que significa
una clara inaplicación del artículo 453 del CPC, de cuya literalidad se desprenden las
razones por las que la precitada transacción extrajudicial no puede en modo alguno
sustentar la excepción de conclusión del proceso por transacción recogida en el inciso
10, del artículo 446 del mismo cuerpo legal a) En primer lugar, la transacción no fue
celebrada para dar por finalizado un proceso judicial en curso;  b)Segundo,    no
fue homologada o aprobada por el Juez del proceso; c)  Y finalmente, la
transacción, al no haberse generado en un proceso, no puede en modo alguno
configurar la hipótesis legal requerida de un primer proceso idéntico al segundo,
en el que se alude la excepción.

Se pretendió recurrir a la teoría de los actos propios para desestimar el recurso de


casación, teoría que constituye un instrumento para cuestionar el actuar incoherente
de la accionante; sin embargo, se hizo un análisis aislado respecto al caso; si bien
existió una conducta anterior relevante y vinculante de parte de la demandante
(celebración de transacciones extrajudiciales), no se estimó valorar su validez (libre de
vicios de la voluntad). Por tanto, si la precitada conducta deviene en inválida resulta
totalmente lícito volverse en contra de ella. Decisiones como estas dan cuenta que
interpretaciones incoherentes y arbitrarias fácilmente podrían incidir en la seguridad
jurídica y dejar en indefensión a la parte afectada.

RIMAICUNA: Buenas noches compañera Anicka. Concuerdo plenamente con todos los
argumentos expresados. Cabe precisar que es cierto que se trata de una
desnaturalización de la transacción, haciendo que la transacción extrajudicial se
equipare a la judicial, cuando de la propia doctrina se deriva que esta es un contrato y
en muchos casos, como el presente, suele haber la duda sobre si se tranza en razón de
justicia o beneficio propio como nos cuestionamos sobre la empresa gracias a tu
análisis. Muy satisfactorio aporte, muchas gracias.
JOCELYN ; Frente al Pleno Casatorio N° 1465-2007-Cajamarca, y luego del análisis
personal que he realizado, mi conclusión es no estar a favor de la postura mayoritaria.
Por ello me uno a los criterios señalados por la posición minoritaria; siendo así mis
fundamentos, en base a las siguientes cuatro consideraciones:

a)      PRIMERA CONSIDERACIÓN.- Naturaleza de la Transacción Extrajudicial:

En el primer párrafo del Artículo 1302, del Código Civil, muy claramente se puede
señalar de forma general a las transacciones, siendo así:

“Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre


algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o
finalizando el que está iniciado”

Si analizamos a fondo dicha parte, podemos corroborar las dos fuentes de origen a las
que tanto se alegan, es así que se trata de un asunto dudoso o litigioso; lo que da
origen a la diferenciación entre transacción extrajudicial y transacción judicial.

Precisando para la transacción extrajudicial, aquella que tiene lugar cuando existen
obligaciones dudosas o inciertas que las partes quieren terminar; en donde asunto
dudoso refiere a aquél no sometido a debate judicial que produce incertidumbre en
razón a la extensión de sus derechos u obligaciones (Cfr. Castro Gallo, Mario. La
Transacción. P. 19)

La diferenciación entre ambas transacciones es evidente en muchos aspectos, entre


ellos la referencia al Artículo 1312 del Código Civil, donde se atribuye a la transacción
extrajudicial, que su ejecución se lleva en vía ejecutiva.

¿Cuándo surge entonces la debilidad de la casación? Cuando se pretende


equiparar a la Transacción Extrajudicial, con la judicial, amparándose
erróneamente en aspectos de seguridad jurídica e interpretación sistemática.

La transacción Extrajudicial a pesar de que en el artículo 1302, en el último párrafo del


mismo podemos observar que menciona “La transacción tiene valor de cosa juzgada”;
este tipo de aspecto no puede ser equiparado a sus niveles, como gravemente quiere
hacerse entender en la casación, ya que no presenta homologación de un juez y no
posee fuerza de similitud a cosa juzgada, ya que no puede ser exigida
compulsivamente, entre otras consideraciones de las que no están dotadas puramente
los particulares.

b)      SEGUNDA CONSIDERACIÓN.- Incremento de excepciones:


Es así que siguiendo las líneas de argumentación, ya ahora en esta consideración, hago
referencia al Artículo 446, inciso 10, del Código Procesal Civil, en el cual da la
factibilidades de cuáles vendrían a ser las excepciones que pueden proponerse.

En el inciso 10, claramente nos menciona: “Conclusión del proceso por conciliación o


transacción”;  si bien es cierto la interpretación de carácter gramatical es un
componente a otros tipos de perspectivas, pero en el presente enunciado, parece sin
más esfuerzos de manera clara, exactamente a lo que se refiere. Esto tiene soporte y
respuesta en el Artículo 453, inciso 4 del Código Procesal Civil, en el cual al amparo de
las excepciones por conciliación o transacción, cuando se inicia un proceso idéntico
a otro en el que las partes conciliaros o transigieron; lo que quiere referir que solo
sería oponible cuando concurran 2 requisitos esenciales: Identidad en donde las partes
o quienes de ellas deriven sus derechos, de petitorio y el interés para obrar de los
mismos; y que el primer proceso haya terminado por transacción homologada por el
juez y tal cual se detalla y comprueba no concurre en el presente caso dichos
requisitos.

Por lo tanto la misma referida, solo puede ser oponible como defensa de fondo, mas
no de forma. 

c)      TERCERA CONSIDERACIÓN.- Teoría de los Actos Propios:

Tal como sabemos, esta doctrina se pretende aplicar para decaer a la demandante, en
el recurso de casación interpuesto.

Entendiendo a esta teoría, según Alejandro Borda, como una regla de Derecho que
se deriva del principio de la Buena Fe, el cual sanciona como inadmisible toda
pretensión ilícita pero objetivamente contradictoria con respecto al propio
comportamiento anterior efectuado por la misma persona.

Los requisitos que señala este mismo autor, refieren a 3: Conducta anterior relevante y
eficaz; La pretensión contradictoria; y, La identidad de los sujetos que se vinculan en
ambas conductas.

En el caso en cuestión, se tendría que evaluar detalladamente si es que se hubiera


incurrido en error por parte de la demandante, en base al estado de necesidad que se
presentaba en el momento de las transacciones extrajudiciales, al resolver las
mencionadas defensas de fondo. Además y por ellos el análisis si es que las mismas
contravenían al Orden público y a las buenas costumbres, tal como lo menciona el
Artículo V del Título Preliminar del Código Civil; y finalmente comprobarse si han
variado las circunstancias desde el inicio, esto en razón a los segundos documentos
“Addenduns” con la intención de duplicar los montos de las indemnizaciones por parte
de la empresa minera. 
d)      CUARTA CONSIDERACIÓN.- Daños al Medio Ambiente:

A excepción de las tres consideraciones anteriormente mencionadas, en base a esta


última, sí me encuentro a favor, ya que se rige el debido respeto del Artículo 82, del
Código Procesal Civil, del cual se interpreta que las personas naturales no pueden
alegar por sí mismas, pretensiones relacionadas a intereses difusos.

ALEXANDRA:
Buenas noches, compañera Jocelyn Orellana Díaz, estoy de acuerdo con la posición y
los argumentos expuestos en tu foro, en especial me parece muy bueno tu aporte
sobre la Teoría de los Actos Propios.
Citando de nuevo a Alejandro Borda, un tema interesante que menciona es que sería
lícito que la declarante vaya contra su propio acto debido a que en su momento pudo
alegar la mala fe de la empresa minera Yanacocha.
También es importante mencionar que el presente caso fue de gran relevancia a no ser
un conflicto suscitado sobre cualquier persona particular es debido a ello que se debió
realizar una evaluación exhaustiva de las autoridades judiciales.

RIMAICUNA:
Compañera Jocelyn, también me adhiero a tu postura por estar fundamentado
debidamente con los argumentos correctos según la doctrina y nuestra legislación. Un
pequeño detalle, solo para complementar sería en cuanto al artículo 446 del CPC que
es un artículo con carácter de numerus clausus, lo que implica que no pueden darse y
mucho menos aceptarse excepciones que no estén plenamente reguladas como lo es
la transacción judicial del inciso 10, que haces alusión ya que no abarca la transacción
extrajudicial que es materia del caso en cuestión. Ha sido muy interesante los puntos a
considerar. Muchas gracias.

VILCHEZ: ¿ESTÁS DE ACUERDO CON LA POSICIÓN MAYORITARIA O EN MINORÍA,


DEL PLENO? ¿POR QUÉ?

Después de analizar el Primer Pleno Casatorio Civil, me encuentro adherida a la


posición minoritaria, por las siguientes razones:

RAZÓN N° 1:

En primer lugar, debemos saber que el tema controversial que se maneja en esta
casación es la transacción extrajudicial, ya que se evalúa si esta tiene el valor de cosa
juzgada y puede ser presentada como una excepción procesal.

 En el Código Civil Peruano, artículo 1302°, se encuentra la definición de


transacción:
“Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre un
asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que
está iniciado.

Con las concesiones recíprocas, también se pueden crear, regular, modificar o extinguir
relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de controversia entre las
partes. La transacción tiene el valor de cosa juzgada.”

Hay que entender que en este artículo se tiene que diferenciar los dos tipos de
transacciones: la transacción judicial y la transacción extrajudicial. Entendiéndose por la
primera, la transacción celebrada sobre la materia controvertida en un proceso
ejecutándose de la misma manera que la sentencia y por la segunda, la transacción
que pone fin a un asunto o derechos dudosos o inciertos, que aún no son materia de
proceso judicial es por lo que es ejecutada por vía ejecutiva.

Ahora, si bien en la Casación la interpretación brindada en mayoría le dan el valor de


cosa juzgada, no se puede negar que se estaría cometiendo una grave consideración
debido a que por la naturaleza de la transacción extrajudicial no puede tener el valor
de cosa juzgada, además que no se encuentra homologada por el juez ni mucho
menos autorizada por un órgano jurisdiccional. Es así, que vendría a ser un error
positivizado.

   Siguiendo en esta misma línea, en el artículo 446 numeral 10 del Código


Procesal Civil hace mención “a la conclusión del proceso por conciliación o
transacción”, entendiéndose por transacción judicial más no por transacción
extrajudicial ya que en esta no ha existido previamente un proceso judicial. Este
artículo es entendido desde mi posición como un numerus clausus, por lo que,
agregado a lo anterior mencionado no se podría agregar por interpretación
sistemática un supuesto más.

   Ya culminando, es menester mencionar en el artículo 453 numeral 4 del


Código Procesal Civil; como un refuerzo al punto ya mencionado, debido que
para amparar una excepción de transacción se requiere la existencia de
procesos idénticos que no se presenta en el caso de autos, al tratarse de una
transacción que no puso fin a ningún proceso judicial y tampoco fue
homologada por juez alguno. Por lo que, la transacción tampoco cumple con
dicho requisito y no se puede interpretar como medio de defensa de forma
(excepción),

RAZÓN N° 2:

Respecto a declarar fundada, a la excepción de falta de legitimidad a razón de los


daños medio ambientales, me encuentro a favor, debido a que respeta lo estipulo en
el artículo 82 del Código Procesal Civil. Por que la demandada como persona natural,
carece de legitimidad, para alegar dicho supuesto.

JENNY:
Estoy de acuerdo con las razones que has mencionado sobre el porque estas a favor
de la minoria , respecto a la declaracion de fundada la excepcion de Falta de
Legitimidad para obrar de la demandante respecto al medio ambiente, ya que como tu
lo mencionas el articulo 82 del codigo procesal civil es muy especifico que
instituciones tienen legitimacion unica y de manera exclusiva y excluyente sobre los
intereses difusos y tambien que una persona natural puede reclamar dichos interes
pero siempre y cuando esta persona este en representacion a una de las entidades
señaladas en el articulo 82 CPC.

RIMAICUNA: Según la posición que te adhieres Alexandra, estoy de acuerdo en todos


los sentidos, dado a que la posición minoritaria abarca el alcance preciso sobre la
transacción y demás temas controvertidos. En especial quería comentar que un punto
a añadir es sobre la Teoría de los Actos Propios, que para este caso, explica sobre
como es que sí se puede demandar y continuar un proceso dado a los cambios que
pueden haberse suscitado no implica una contradicción sobre las acciones de la
demandante al interponer la demanda, debido a que al ser un caso que implicaba
derechos de menores y de la recurrente que podían agravarse con el tiempo. Muchas
gracias.

JOCELLY:
Compañera Alexandra, considero muy buenos e interesantes tus fundamentos en
razón a la expresión de análisis de la postura minoritaria. Quisiera acotar algo con
respecto a una ampliación en la definición de transacción extrajudicial precisando que
es aquella que tiene lugar cuando existen obligaciones dudosas o inciertas que las
partes quieren terminar; en donde asunto dudoso refiere a aquél no sometido a
debate judicial que produce incertidumbre en razón a la extensión de sus derechos u
obligaciones. (Cfr. Castro Gallo, Mario. La Transacción. P. 19). Ello constituiría todo mi
aporte. Saludos.

RIMAICUNA:
“Es bastante más preferible para un pueblo tener malas leyes  con buenos jueces,
que malos jueces con buenas  leyes”  Francesco Carnelutti

 Si nos abocamos a analizar el pleno casatorio, traeremos a colación uno de los
principales temas controvertidos que se discute. Pese a que solo abarca cuestiones de
derecho, estas en la doctrina nacional no tienen mayor discusión como lo es la
protección de intereses difusos o el interés para obrar, es entonces lo que queda por
desenvolver es como se concibe a la transacción extrajudicial, ¿cómo una defensa de
fondo o cómo una defensa de forma que pueda dar por concluido el proceso?

El hecho de que la posición mayoritaria haya optado por asumir una interpretación
extensiva en cuanto a como concebir el término “transacción” como un modo de
extinguir obligaciones o como lo regula nuestro Código Civil en el artículo 1302:

“Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún
asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que
está iniciado.”

Entonces a simple vista podríamos adoptar su postura y poder aceptar que con la
transacción se concluye cualquier previo litigio o controversia en juego, pero no es así,
dado a que si adoptamos una razón sin analizarla no estamos haciendo más que dañar
a las partes que en un futuro se encuentren en una situación similar. El presente
análisis sostiene los argumentos de parte de la posición minoritaria en razón de que:

1.     Las excepciones reguladas en el artículo 446 del CPC son taxativas.

Es algo propio de la legislación encontrar en ciertos artículos numerus clausus sobre un


asunto, lo mismo dispone sobre las excepciones que tiene el demandado en el artículo
446 del CPC. Cabe concluirse que el juez no puede crear una excepción o defensa de
forma que no esté prevista en la norma procesal civil. De lo contrario abriría las puertas
para reconocer otras excepciones no previstas, vulnerando el contenido esencial de los
derechos de acción, al proceso y a una decisión sobre el fondo del litigio que
corresponde a la parte demandante. (Pág. 125 Primer Pleno Casatorio).

En el presente caso atribuir que los tres emplazados se acogen al inciso 10 del
presente artículo es un grave error dado a que este señala que la transacción debe
concluir un proceso. Si no se inició ningún proceso ni mucho menos se estableció cosa
juzgada, es irracional no proseguir con la demanda en donde tal como señala Pedro
Zumaeta Muñoz que, si se inicia un proceso con las partes que han transigido
extrajudicialmente, se debe presentar el documento, como medio de defensa más no
como excepción; es decir examinarla como defensa de fondo por el juez para la
posterior reparación en la “verdadera” conclusión del proceso.

2.     La procedencia de las excepciones del Art 453. 4 del CPC

Ahora, con respecto aspectos procesales de cuando puede proceder una excepción y
en este caso que sea a través de la transacción nuestro ordenamiento exige que exista
identidad de dos procesos (en donde las partes o quienes de ellas deriven sus
derechos, el petitorio y el interés para obrar sean los mismos); y que el primer proceso
haya terminado por transacción homologada por el juez. Donde en el presente caso no
ha concurrido ninguno y sin embargo se ha visto aceptada.

3.     Las transacciones extrajudiciales no constituyen cosa juzgada

De nuestro propio ordenamiento, incluso si hay doctrina que puede disentir, tenemos
que el artículo 1302 no abarca la transacción extrajudicial, lo que sí hace con la judicial,
donde tal como señalan ciertos autores: 

El eje central de la transacción reside en una extinción de obligaciones recíprocas, en


una renuncia o concesión de cada una de las partes a su pretensión original. De esta
forma se zanja la discrepancia surgida al interior de una relación jurídica obligacional.
Por ello se le ubica dentro de un medio extintivo de obligaciones  (Osterling Parodi,
Felipe y Castillo Freyre, Mario. Tratado de las Obligaciones, T. IX, segunda edición, Lima,
Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2001, p. 447.)

Por lo tanto no estamos hablando del equivalente a cosa juzgada, sino la extinción de
obligaciones que no tiene alcance a la vía judicial. Si bien es cierto ambos tipos de
transacciones pueden tener semejanzas pero esto no acredita lo suficiente a las
transacciones extrajudiciales celebradas con la demandante y sus hijos, por lo cual no
se puede equiparar a una litispendencia extinta. 

4.     Inaplicabilidad de la Teoría de los actos propios puede

Por último, los actos propios contradictorios que supuestamente realizó la parte
demandada no podría sustentarse en el presente caso, dado a que esta requiere una
conducta anterior, relevante y eficaz, que tenga una pretensión contradictoria y la
identidad de los sujetos se vinculen en ambas conductas (Borda, Alejandro, Ob. Cit. P.
71.). Evidentemente la conducta no puede considerarse contradictoria si ha sido
realizado por error de la demandada y mala fe de parte de los emplazados, donde se
le faculta a la demandada poder ir en contra de estos y además que si las condiciones
varían con respecto a lo pactado, que en este caso es la salud que se ve perjudicada
con el paso del tiempo de la demandante y sus menores hijos. 

De todo lo expuesto queda acotar que pese a adoptarse la posición mayoritaría, esta
viene a vulnerar los principios, seguridad jurídica y lo que nosotros conocemos como
el derecho, porque el fin de este, siempre deberá ser la justicia.

JOCELYN:
Buenas noches compañera Cristina, encuentro muy acertada tu postura y argumentos,
considero que has tenido un gran alcance sobre el conocimiento de la Casación, lo que
se ha reflejado en los aspectos que has mencionado; pero a su vez tengo que acotar
un detalle faltante, en razón al interés difuso que alegaba la demandante, la Señora
Giovanna; es preciso señalar que para la postura minoritaria, encuentra también
relevante hacer saber el profundo respeto a la sencilla interpretación del Artículo 82
del Código Civil, en base al cual la Sra Demandante, no contaba con la legitimidad
necesaria y esencial para que su pedido en razón a este detalle sea fundado. Criterio
ante el cual no existe ningún tipo de contradicción en ninguna de las decisiones, por
ello su carácter también de relevante. Eso sería todo, muchas gracias.

VILCHEZ: Buenas noches, compañera Ana Cristina Rimaicuna Montalvan, considero


detallado tu análisis sobre la casación y estoy de acuerdo con los puntos expuestos.
Un punto para agregar es la diferencia que se hace entre transacción judicial y
transacción extrajudicial. Donde la primera, es aquella que tiene lugar cuando existen
obligaciones dudosas o inciertas que las partes quieren terminar; y la segunda es
donde un asunto dudoso no ha sido sometido a debate judicial por lo tanto produce
incertidumbre en razón a la extensión de sus derechos u obligaciones (Cfr. Castro
Gallo, Mario. La Transacción. P. 19)

MARCENARO:
En el I Pleno Casatorio Civil, la principal cuestión en debate es si realmente la
transacción en su vertiente extrajudicial (no homologada) se debe ejercer como
excepción procesal o medio de defensa de forma. La transacción se puede definir
como “mecanismo en que las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden
sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o
finalizando el que está iniciado”.

Debemos tener claro que los medios de defensa de forma hacen referencia a las
excepciones procesales, encontrando ello en el Art. 446 del C.P.C., las cuales son de
norma “numerus clausus”, en sentido particular el inciso 10 establece la de Transacción,
empero debemos  concebir la  existencia de una transacción judicial y otra
extrajudicial, tal como lo señala Pedro Zumaeta Muñoz en Temas de Derecho Procesal
Civil, Teoría General del Proceso:

“Existen dos clases de transacción. La judicial y la extrajudicial. La primera se realiza


dentro del proceso para finalizarlo; y la segunda se realiza para evitar el proceso que
podría iniciarse. Para que esta excepción sea amparada, deben concurrir las identidades
de partes o de quienes se deriven sus derechos, el petitorio y el interés para obrar sean
los mismos, y que el proceso haya terminado por transacción judicial, más por la
extrajudicial (…) Si se inicia un proceso con las partes que han transigido
extrajudicialmente, se debe presentar el documento, como medio de defensa más no
como excepción”
Sin embargo tal como podemos apreciar en la parte final de la cita anterior, el
problema lo encontramos en la transacción extrajudicial y es aquí donde devienen los
problemas para hacerla validar como medio de defensa de fondo o de forma; el voto
mayoritario equipara tanto a la transacción judicial como la transacción extrajudicial,
cosa que considero un grave error,  porque si a la primera se le pide formalismos para
que se constituya como tal - por escrito homologado por el juez-  así como para
componerse a modo de excepción procesal, como hace mención Raymundo Salvat: 

"(...) para que la excepción de transacción pueda prosperar, es necesario el concurso de


dos condiciones:

a)  Que la nueva cuestión sea la misma que había sido transigida (identidad de objeto)

b)  Que la cuestión se plantee entre las mismas personas, actuando en la misma calidad
(identidad de personas)"

Insistir en el control judicial que se realiza, tiene fundamento en que el agraviado exige
su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, el cual no puede ser brindado por un
tercero distinto al juez; es por ello que al existir vinculación entre las partes y el juez,
este último versa sobre el asunto e iguala la transacción con el daño, para no
producirse algún agravio de una de las partes en afán de sus intereses, es decir obrar
de mala fe; por lo tanto,  a posteriori de producirse nuevamente el interés para obrar,
esta se pueda desvirtuar con la excepción de transacción, como lo señala Mario Castro
Gallo:

“Pero si a pesar de la transacción celebrada y aprobada por el juzgado, una de las partes
quisiera iniciar una acción sobre el mismo asunto, por el cual se transigió, ya sea por
escritura pública o por petición ante el juez que conocía de la causa; el demandado tiene
todo el derecho para oponer o deducir la excepción de transacción, contemplada en el
artículo 446 del Código Procesal Civil. Cabe señalar que, para que proceda esta
excepción de transacción se requiere que los procesos sean idénticos; y existe identidad
de procesos cuando las partes o quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el
interés para obrar sean los mismos”

En ese sentido realizar esta analogía entre la transacción judicial y la extrajudicial


contraviene con todo lo antes expuesto incluso cuando se realice de buena fe, es cierto
que se puede considerar su nulidad o invalidez, pero no llegar al extremo de
considerarla como un medio de defensa de forma que pone fin al proceso -como hace
el presente Pleno Casatorio-, porque implicaría ampliar la interpretación de la
disposición del art. 446 del C.P.C., dicha norma especifica “conclusión del proceso por
conciliación o transacción” cuya concordancia se encuentra en el artículo 453 y aquí
vale mencionar lo que sustenta Marianella Ledesma Narváez , cuando hace énfasis en
que “nuestra legislación no contempla de manera expresa la «excepción de
transacción», sino la de «conclusión del proceso por transacción”, la misma que
requiere necesariamente de la existencia de un proceso que haya concluido”; esta
apreciación no nos hace excesivamente formalistas, esta apreciación nos permite
advertir que interpretar no significa crear el derecho.

Por último, la transacción que se celebra fuera del proceso y con antelación a éste, no
genera el efecto de la cosa juzgada, si bien tiene “efectos de cosa juzgada” esto es solo
a nivel inter partes. 

Por lo expuesto anteriormente me adhiero a la posición minoritaria, con la finalidad


de respetar la verdadera intención del legislador, la interpretación de las normas y en
aras de la seguridad jurídica.

CHAVEZ: Luego de la comprensión del Pleno Casatorio N° 1465-2007-Cajamarca, que llevó


a una decisión controvertida al ser un caso de tal trascendencia en cuanto a las acciones
que se han llevado a cabo en el marco de las denuncias contra las grandes compañías
mineras que realizan malas practicas que resultan contaminantes y afectan derechos de
personas menos favorecidas, es dificil no cuestionarse la posición mayoritaria y en cambio
adoptar la minoritaria, en la medida que parece alejarse de la verdadera esencia del
derecho de conducirse hacia la justicia por cuanto hace una interpretación poco clara de lo
que significa una transacción extrajudicial y su aplicación como excepción o defensa de
forma, correspondiendo a esta un tipo de transacción, la judicial; de esta forma, al
considerarse la primera como excepción, se está vulnerando el sistema numerus clausus de
las excepciones o defensas de forma, vulnerando el ordenamiento jurídico que determina
la taxatividad de las mismas y vulnerando el derecho de acción, esencial en un estado
contitucional de derecho. Por otro lado, una aplicación extensiva, abierta a la
interpretación y al equiparamiento de los dos tipos de transacciones, requeriría de dos
partes en condiciones recíprocas, lo que no es posible afirmar debido a que las acciones
de la minera representan una evidente forma de aprovechamiento del desconocimiento de
los accionantes.  
Del mismo modo, se ha omitido la aplicacion de los artículos 5° y 1305° de Código Civil al
haberse transigido sobre daños a la salud de los afectados, derechos que son
personalísimos y extrapatrimoniales, en consecuencia no pueden estar sujetos a
transacciones,  teniendose por nulas de pleno derecho; contradiciendo la mayoría alega
que no se habría transigido en derechos extrapatrimoniales, sino que si cabía dentro de los
derechos patrimoniales que se pueden transar en cuanto a lo que se negoció no fue el
derecho a la salud, sino la cuantificación del daño. 
Por otro lado, en cuanto a los presuntos actos propios por parte de la demandante,
resultan de inaplicabilidad para el caso en cuestión por cuanto requiere de aspectos
concurrentes que giran en torno a la conducta anterior vinculante, una pretensión
contradictoria y de identidad de sujetos vinculados en ambas conuctas, y aunque este
último presupuesto se verifica, no puede considerarse contradictorias las acciones
realizadas con anterioridad al conocimiento de las reales implicancias de la vulneración al
derecho a la salud y su gran coste económico adheridas al aprovechamiento de mala fe
por parte de la minera, por lo que, en conclusión, no se puede aplicar la teoría de los actos
propios.
Considerando la lectura y análisis sobre el Primer Pleno Casatorio Civil (Casación N°1465-2007-
Cajamarca), responde con argumentos propios, reforzados con citas (textuales o de parafraseo), la
siguiente pregunta: ¿Estás de acuerdo con la posición mayoritaria o en minoría, del pleno?
¿Por qué?

En el ya mencionado Pleno Casatorio se expone la controversia surgida entre los demandados,


empresa minera Yanacocha S.R.L., empresa de transportes Ransa Comercial S.A. y el litisconsorte
Esteban Arturo Blanco Bar; y la demandante, Giovanna Angélica Quiroz Villaty. Dicha
controversia tiene, en un plano jurídico, como piedra angular a la noción y alcances de la
transacción extrajudicial, más puntualmente, si a esta se le considera como una defensa de fondo o
una de forma, es decir como excepción procesal.

Por esto veo necesario precisar a los participantes, analizándolos bajo una luz subjetiva para así,
dejar entrever hechos que van más allá de los jurídicamente considerados, porque, citando a los
letrados, no nos encontramos frente a un daño a la salud típico con consecuencias previsibles
intuitivamente, sino que se trata de una contaminación química producto de un derrame de
mercurio, donde las consecuencias dañinas a su salud, inmediatas y futuras, pueden ser del total
desconocimiento de los pobladores rurales, en su mayoría campesinos, con niveles ínfimos de
educación; mientras que, la Minera Yanacocha, es una de las empresas mineras más grande de
Sudamérica con más de 25 años de trayectoria, que cuenta con amplio conocimiento relacionado a
los químicos y metales manejados en la industria, esto incluye los daños que podrían llegar a causar
y las medidas de seguridad que se deben tener en presentes como precaución al manipular, trabajar
o transportar dichas sustancias; así como también cuenta con un amplio capital y acceso a asesoría
legal altamente calificada.

Ahora bien, entendido esto y teniendo presente que:

El ARTÍCULO 1302 DEL CÓDIGO CIVIL señala la noción de transacción como concesiones
recíprocas que deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría
promoverse o finalizando el que está iniciado, también pueden crear, regular, modificar o extinguir
relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de controversia entre las partes, y que
dicha transacción tiene valor de cosa juzgada.

Artículo 1305 del Código Civil - Derechos transigibles


Sólo los derechos patrimoniales pueden ser objeto de transacción.

Artículo 1308 del Código Civil - Transacción de obligación nula o anulable


Si la obligación dudosa o litigiosa fuera nula, la transacción adolecerá de nulidad. Si fuera anulable
y las partes, conociendo el vicio, la celebran, tiene validez la transacción.

Artículo 446 del Código Procesal Civil

Artículo 453 del Código Procesal Civil

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