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Los animales se sienten envidiosos de que los humanos tengan Domingos y ellos no, así que se reúnen para decidir cómo pueden tener sus propios Domingos. Cada animal propone algo diferente que les gustaría hacer los Domingos, como comer antílope, usar trajes de fiesta, dormir o trepar árboles. A pesar de que Dios les concede sus deseos, los animales descubren que un Domingo verdadero se trata de reunirse para celebrar a Jesús, escuchar la Palabra de Dios y darle
Descripción original:
Título original
Paremia 0008 Domingo ( El Domingo de los animales)
Los animales se sienten envidiosos de que los humanos tengan Domingos y ellos no, así que se reúnen para decidir cómo pueden tener sus propios Domingos. Cada animal propone algo diferente que les gustaría hacer los Domingos, como comer antílope, usar trajes de fiesta, dormir o trepar árboles. A pesar de que Dios les concede sus deseos, los animales descubren que un Domingo verdadero se trata de reunirse para celebrar a Jesús, escuchar la Palabra de Dios y darle
Los animales se sienten envidiosos de que los humanos tengan Domingos y ellos no, así que se reúnen para decidir cómo pueden tener sus propios Domingos. Cada animal propone algo diferente que les gustaría hacer los Domingos, como comer antílope, usar trajes de fiesta, dormir o trepar árboles. A pesar de que Dios les concede sus deseos, los animales descubren que un Domingo verdadero se trata de reunirse para celebrar a Jesús, escuchar la Palabra de Dios y darle
Érase una vez en que los animales se sentían llenos de envidia y de
enfado. La razón era que los hombres tenían Domingos y ellos no los tenían. Esa discriminación no podía continuar. Había que cambiar la situación. Se reunieron en un claro del bosque para deliberar cómo podrían tener Domingos. El LEÓN dijo: " Es muy sencillo. Todo consiste en tener una BUENA COMIDA. Yo pido para mí un buen antílope cada domingo". El PAVO real tomó la palabra y dijo: "¡Comida! ¡Qué vulgaridad! Lo importante es tener un BUEN TRAJE DE FIESTA. Yo pido para mí un modelo de alta costura". La TORTUGA protesto: "¿Pero dónde vais con eso? Lo que hace falta es mucho DESCANSO. Dormir todo lo que uno quiera y estar tranquilo". Por su parte el MONO pidió: "Lo que hace es divertirse, saltar de rama en rama como quien baila, y trepar por un árbol bien alto mientras se disfruta de unos cacahuetes.. Y así cada animal expresaba sus deseos... El buen Dios se los concedía. Y a pesar de todo para los animales no era domingo. Y LOS HOMBRES ( no todos, pero sí los cristianos) sonreían: "¡Qué tontos son los animales! ¡No saben que; SÓLO HAY DOMINGO cuando...
nos juntamos para hacer fiesta por Jesús
nos juntamos para celebrar la Eucaristía nos reunimos para escuchar la Palabra de Dios hablamos con El como con un amigo.. le damos gracias porque todo es un regalo suyo a nosotros No es Domingo, porque uno coma algo especial como el león o vista un buen vestido de fiesta como deseaba el pavo real. No es Domingo porque uno duerma más como quería la tortuga o porque se divierta como quería el mono.