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La superiora de un convento cerca de Barcelona ofrece 10 puntos para gozar de paz interior: 1) estar en silencio y soledad, 2) aceptar nuestras limitaciones, 3) no evitar preguntas sobre la vida y muerte, 4) admitir que nada es duradero, 5) dejarse poseer por el misterio del Amor, 6) la oración para los creyentes, 7) no creerse el centro del universo, 8) saber reírse de uno mismo, 9) cumplir la voluntad de Dios ayudando a los demás,
Descripción original:
Título original
Paremia 0211 Paz interior (10 puntos para la paz interior)
La superiora de un convento cerca de Barcelona ofrece 10 puntos para gozar de paz interior: 1) estar en silencio y soledad, 2) aceptar nuestras limitaciones, 3) no evitar preguntas sobre la vida y muerte, 4) admitir que nada es duradero, 5) dejarse poseer por el misterio del Amor, 6) la oración para los creyentes, 7) no creerse el centro del universo, 8) saber reírse de uno mismo, 9) cumplir la voluntad de Dios ayudando a los demás,
La superiora de un convento cerca de Barcelona ofrece 10 puntos para gozar de paz interior: 1) estar en silencio y soledad, 2) aceptar nuestras limitaciones, 3) no evitar preguntas sobre la vida y muerte, 4) admitir que nada es duradero, 5) dejarse poseer por el misterio del Amor, 6) la oración para los creyentes, 7) no creerse el centro del universo, 8) saber reírse de uno mismo, 9) cumplir la voluntad de Dios ayudando a los demás,
celebra el próximo día 25, les ofrecemos, entre otros, unos puntos o sugerencias que la superiora de un convento de clausura, cercano a Barcelona, nos daba para poder gozar de la paz interior y para que nada ni nadie nos la puedan arrebatar:
1. Ser capaces de estar en silencio y permanecer en soledad.
2. Aceptar nuestras propias limitaciones como seres finitos que somos. 3. No eludir ni evitar las últimas preguntas sobre la vida y la muerte, cuando surgen en nuestro interior. 4. Admitir que en este mundo nada es duradero y que todo es provisional y pasajero. 5. Dejarse poseer por el misterio del Amor. A veces los hechos y las cosas nos parecen razonables o absurdas; normales o irregulares; justas o injustas. Pero si las miramos con ojos de bondad y de admiración, descubriremos. de inmediato el misterio del Amor de Dios. 6. Para quien cree: la oración, el diálogo con Dios, nuestro Padre. 7. Evitar creerse ser el centro del universo. 8. Saber reírse de uno mismo. Ello relativiza muchas cosas y crea espacios de serenidad y libertad. 9. Cumplir la voluntad de Dios, que se traduce, normalmente, en hacer la voluntad de los demás, sin repugnancias, sino de una manera consciente y apacible. 10. La paz interior es compatible con las congojas normales de la vida. No existe receta alguna que nos libere, nos suprima o nos quite todo sufrimiento. Pero sí podemos gozar de una gran paz interior y sufrir al mismo tiempo. Es un misterio que no se puede explicar. Sí vivir y experimentar.