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Había una vez una familia de ratones que vivía en la despensa de una casa. Eran felices,
pero vivían con miedo de ser atacados por un enorme gato, de manera que nunca se
atrevían a salir ya que sin importar que fuera de día
o de noche ese terrible enemigo siempre les
vigilaba. Un buen día decidieron poner fin al
problema, por lo que celebraron una asamblea a
petición del jefe de los ratones, que era el más viejo
de todos. El jefe de los ratones dijo a los presentes:
– “Os he mandado reunir para que entre todos
encontremos una solución. ¡No podemos vivir así!”
– “¡Pido la palabra!”, dijo un ratoncillo muy atento.
– “Atemos un cascabel al gato, y así sabremos en todo momento por dónde anda”.
Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre grandes aplausos y
felicidad. Con el cascabel estarían salvados, porque su campanilleo avisaría de la llegada
del enemigo con el tiempo para ponerse a salvo. – “¡Silencio!”, gritó el ratón jefe, para
luego decir: – “Queda pendiente una cuestión importante: ¿Quién de todos le pone el
cascabel al gato?” Al oír esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente callados, porque
no podían contestar a aquella pregunta. Y corrieron de nuevo a sus cuevas, hambrientos
y tristes. Moraleja: Es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo.
2. El bobo y la grulla
3. El caballo viejo
Un caballo que ya estaba muy mayor fue vendido por su amo a un molinero que lo empleó
para que diera vueltas a la piedra de un viejo molino. El caballo no hacía otra cosa desde la
mañana hasta la noche que girar y girar alrededor de aquella rueda, lo cual no solo le
cansaba mucho sino que lo ponía muy triste. Y es que el viejo caballo recordaba lo veloz y
famoso que había sido en sus años de juventud, en los que había vivido infinidad de
aventuras y también cómo se burlaba de los
otros caballos que eran más viejos y lentos
que él. Ahora viéndose en esta situación en la
que pasaba sus días atado y dando vueltas a
dicho molino, se arrepentía de aquella actitud
que había tenido cuando era poderoso:
“Después de las grandiosas vueltas que di en
las carreras durante mi juventud, mira las
vueltas que tengo que dar ahora. Este es un
justo castigo por burlarme de aquellos a los
que veía más débiles e inferiores”. Moraleja:
Mejor ser humilde cuando tienes poder,
porque un día u otro lo has de perder.
Érase un enfermo al que muchos médicos habían asegurado que, aunque no estaba en peligro, su
mal sería de larga duración; pero había un médico ignorante que le dijo que tomara todas sus
disposiciones porque no pasaría del día siguiente.
Al cabo de algún tiempo, el enfermo se levantó y salió pálido y caminando con dificultad. Nuestro
médico le encontró y le dijo:
CUENTOS
LA SEPULTURA DEL LOBO
Hubo una vez un lobo muy rico pero muy avaro. Nunca dio ni un poco de lo mucho que le sobraba.
Sintiéndose viejo, empezó a pensar en su propia vida, sentado a la puerta de su casa.
¿Podrías prestarme cuatro medidas de trigo,
vecino? Le pregunto el burrito.
Te daré; ocho, si prometes velar por mi
sepulcro en las tres noches siguientes a mi
entierro.
Murió el lobo pocos días después y el burrito
fue a velar en su sepultura. Durante la tercera
noche se le unió el pato que no tenia casa. Y
juntos estaban cuando, en medio de una
espantosa ráfaga de viento, llego el aguilucho
que les dijo:
Si me dejáis apoderarme del lobo os daré una
bolsa de oro.
Será suficiente si llenas una de mis botas. Dijo el pato que era muy astuto.
El aguilucho se marcho para regresar en seguida con un gran saco de oro, que empezó a volcar
sobre la bota que el sagaz pato había colocado sobre una fosa. Como no tenia suela y la fosa
estaba vacía no acababa de llenarse. El aguilucho decidió ir entonces en busca de todo el oro del
mundo.
Y cuando intentaba cruzar un precipicio con cien bolsas colgando de su pico, fue a estrellarse sin
remedio.
Amigo burrito, ya somos ricos. Dijo el pato. La maldad del Aguilucho nos ha beneficiado.
Y todos los pobres de la ciudad. Dijo el borrico, por que con ellos repartiremos el oro.
EL MUÑECO DE NIEVE
Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad,
salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y
mullida alfombra recién formada
EL CEDRO VANIDOSO
Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en
mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles.
Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un
gigantesco candelabro.
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los
demás árboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas,
que parecía un gigantesco candelabro.
Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún
árbol del mundo podría compararse conmigo.
Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con
ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellísimo fruto.
Tendré que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.
Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo
sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del
árbol, empezó a tambalearse hasta que se troncho pesadamente.
¡A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina!
EL PAPEL Y LA TINTA
LEYENDAS
EL POETA Y EL HERRERO
Existe una leyenda, acerca de un poeta muy famoso de la antigüedad, que conoceréis ahora. El
poeta, natural de Florencia, Italia, se llamaba Dante Alighieri. Dice su historia que, dando el poeta
una tarde un agradable paseo, quiso el destino que se cruzase con el taller de un herrero que se
hallaba batiendo el hierro sobre el yunque, al tiempo que canturreaba.
En ese momento Dante distinguió algunas frases de la letra de aquellas
canciones que el herrero canturreaba, y pudo entender que lo que
cantaba el hombre era justamente su gran e importantísima obra de
la Divina Comedia, adulterada con invenciones propias y al ritmo de la
música.
Dante entró entonces en el taller del herrero, y, agarrando su martillo
lo tiró a la calle. Arrojó después también las tenazas, la cizalla y cuantas
herramientas encontró a su alcance.
Pero, ¿qué demonios hace? – Exclamó el herrero.
¿Qué hace usted?- Preguntó a su vez Dante.
¿Pues no lo ve? Trabajar en mi oficio. Y usted, sin más, arroja a la calle mis herramientas,
echándolas a perder. ¡Debería avergonzarse!
Si no quiere que le estropee sus herramientas, no maltrate usted las mías.
Pero, ¿qué dice? Está usted loco. ¿Qué es lo que he echado a perder, si se puede saber? Y, ¿qué
tengo yo que ver con usted?
Está cantando lo que yo escribí con mucho esfuerzo un día, y no lo canta como lo escribí yo, sino
quitando y poniendo lo que se le antoja al ritmo de una canción. De este modo usted echa a
perder mi oficio, y yo no tengo otro que el de escribir.
Entonces, tras aquella conversación, fue el herrero el que sintió que debía avergonzarse y agachó
las orejas marchándose. En lo sucesivo, el herrero tuvo mucho cuidado de lo que cantaba, y dejó
en paz la Divina Comedia de Dante.
ese cascabel al gato?
Este héroe, tenía una gran habilidad con el arco y la flecha, arma que
utilizaba para realizar los saqueos al Sheriff de Nottingham y al
príncipe “Juan sin tierra” quienes reclamaban dinero de forma ilegal
a todo el pueblo para su enriquecimiento propio.
Es una leyenda de origen japonés que habla del fantasma de una mujer
que vive en el último retrete de los baños públicos de esa ciudad. Esta
mujer se le aparece a las jóvenes que visitan este último baño con el
único objetivo de vengar su propia muerte (ya que se sostiene que es el
fantasma de una mujer discriminada por sus pares la que habita estos
baños en Japón). Al parecer el fantasma sólo se presentará para matar a
la víctima. Esta leyenda urbana refleja la recomendación (mediante el
miedo) o sugerencia de que las jóvenes deben asistir acompañadas de
otras a baños públicos para impedir robos o abusos en estos sitios.
MITOS
Medusa, la gorgona
Cuenta la historia, que Medusa, era una gorgona que tenia un
aspecto terrorífico y lo que más destacaba en ella, era cabello que
eran en si, serpientes vivas y venenosas impuestas por
una maldición de Atenea.Se dice que Perseo, fue a la cueva de
las gorgonas para acabar con la vida de la malvada Medusa, pero
no era una tarea fácil, ya que al ser vista por cualquier persona o
ser vivo, éste se convertía en piedra.Para que Perseo pueda
cumplir esta tarea, tuvo que ayudarse del reflejo de su escudo, y
cuando decapitó a Medusa, vio nacer a Pegaso.Tras
esto, Perseo entregó la cabeza de Medusa a Atenea y ella, la
colocó en su escudo para utilizarla como arma.
ADIVINANZAS
ADIVINA
NZAS
Que llueva, que llueva
Un elefante se balanceaba
sobre la tela de una araña
y como veía que no se caía
fue a llamar a otro elefante.
Dos elefantes se balanceaban
sobre la tela de una araña, y
como veían que no se
caían FUERON A
LLAMAR A OTRO
ELEFANTE.
Refranes
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Lista de retahílas
1- Cro-cro cantaba la rana
Cro-cro cantaba la rana,
cro-cro debajo del agua,
cro-cro pasó un caballero,
cro-cro con capa y sombrero,
cro-cro pasó una criada
cro-cro vendiendo ensalada.
2- Marinero
Marinero que se fue a la mar y mar y mar,
Para ver que podía ver y ver y ver y
Lo único que pudo ver y ver y ver,
Fue el fondo de la mar y mar y mar.
Aserrín aserrán
Aserrín aserrán
los maderos de San Juan
piden pan no les dan
piden huesos y les dan queso
piden vino y si les dan
se marean y se van.
Aserrín aserrán
los maderos de San Juan
piden pan no les dan
piden huesos y les dan queso
piden vino y si les dan
se marean y se van.
Se desenreda el pelo,
con peine de marfil, de marfil,
y aunque se da tirones
no grita y dice ¡uy!, dice ¡uy!
David tiene un bonito lapicero, que siempre escribe en su cuaderno con esmero.
VERSOS