Está en la página 1de 1

PAREMIA 0088

PERDONAR.- EL PADRE REPARTIÓ UN DIAMANTE

Un padre rico repartió le quedaba un magnífico diamante, y quiso


darlo como premio a aquel de los tres que ejecutase la acción más
noble.
Partieron los hijos cada uno por distinto camino, y al cabo de tres
meses se presenta el primero diciendo:
- Un hombre desconocido me confió su hacienda, y yo se la he
devuelto Intacta con gran fidelidad.
Le contestó el padre:
- Has cumplido con tu deber, pero no has hecho más.
Poco después se presentaba el segundo diciendo:
- Yo salvé a un niño con peligro de mi vida cuando se iba a ahogar,
- Por ello - dijo el padre - mereces alabanza, pero hay algo de más
valor.
Al fin llega el tercero, y dice:
- Caminando una tarde encontré a mi mayor enemigo durmiendo al
borde de una profunda sima y a punto de caer en ella.
Con sólo empujarle le hubiera precipitado en ella para siempre.
Pero le desperté, y seguramente con ello le salvé la vida.
Y el padre le dijo:
- ¡Tuyo es el diamante!

También podría gustarte