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El resumen en 3 oraciones o menos es:
Un indio y un europeo viajaban a caballo en el desierto cuando el europeo robó el caballo del indio tras una pelea. El indio siguió al europeo hasta el pueblo más cercano y demandó al europeo ante el juez. El indio probó que el caballo era suyo tapándole la cabeza y preguntando al europeo de qué ojo era tuerto, demostrando que el europeo no conocía realmente al caballo.
El resumen en 3 oraciones o menos es:
Un indio y un europeo viajaban a caballo en el desierto cuando el europeo robó el caballo del indio tras una pelea. El indio siguió al europeo hasta el pueblo más cercano y demandó al europeo ante el juez. El indio probó que el caballo era suyo tapándole la cabeza y preguntando al europeo de qué ojo era tuerto, demostrando que el europeo no conocía realmente al caballo.
El resumen en 3 oraciones o menos es:
Un indio y un europeo viajaban a caballo en el desierto cuando el europeo robó el caballo del indio tras una pelea. El indio siguió al europeo hasta el pueblo más cercano y demandó al europeo ante el juez. El indio probó que el caballo era suyo tapándole la cabeza y preguntando al europeo de qué ojo era tuerto, demostrando que el europeo no conocía realmente al caballo.
Un viajero europeo encontró a un indio en el desierto; los dos
iban a caballo, y el europeo, temiendo que el suyo no pudiese hacer la jornada porque era muy malo, pidió al indio, que lo llevaba mejor, que se lo cambiase: pero este lo rehusó, excusándose. El europeo buscó luego un pretexto para reñir: vivieron a las manos y como estaba bien armado, se apoderó del caballo y continuó su camino. El indio siguió a su contrario hasta el pueblo más inmediato, y luego, quejándose al juez, hizo que compareciese el europeo, quien trató al indio de enredador, afirmando que el caballo era suyo y que lo había criado desde que nació. Como no había pruebas en contrario, iba el juez a darlo por libre de la demanda, cuando el indio exclamó: El caballo es mío y voy a probarlo. Se quitó la manta y tapando repentinamente con ella la cabeza del animal, prosiguió: Supuesto que este hombre dice que ha criado el caballo, mándele Ud., señor juez, que diga de qué ojo es tuerto. El viajero no quiso dar a entender que dudaba, y le respondió al instante: - "Del derecho". El indio descubriendo el caballo, dijo: " Pues no lo es ni de uno ni de otro". El juez quedó convencido con esta prueba tan ingeniosa y mandó que se entregas el caballo al indio, castigando al europeo como merecía.