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HERNIAS DE LA PARED
ABDOMINAL
Hernia Umbilical:
La hernia umbilical se considera, de acuerdo a la clasificación de los defectos de la
pared abdominal de la Asociación Europea de la Hernia, como una hernia primaria de
la línea media dentro de los márgenes laterales de las vainas de los músculos rectos,
en un rango de 3 cm por encima y por debajo del ombligo (Lora-Aguirre et al., 2019).
Hernia Epigástrica:
Es la protrusión, a través del entrecruzamiento de las fibras aponeuróticas en la línea
media, de visceras y epiplón, y muchas veces son solamente lipomas de la grasa
peritoneal.
Hernia de Spiegel:
Es aquella que protruye por la línea semilunar. Es por lo tanto una hernia ventral
lateral, de manera que se origina por fuera del músculo recto anterior del abdomen e
inmediatamente por debajo del arco de Douglas
Hernia Inguinal: Es aquella protruye por el anillo inguinal profundo
Hernia Femoral: Es aquella que protruye por el anillo femoral
Hernias Lumbares:
Se manifiestan a través de la región lumbar, cuyos límites son: hacia arriba la 12a.
costilla, abajo la cresta ilíaca, por su parte posterior los músculos espinales y en la
anterior el borde posterior del oblicuo mayor.
Richter: La hernia de Richter o enterocele parcial, fue descrita en 1606 por Fabricius
Hildanus como la protrusión del borde antimesenterico de un asa intestinal a través de
un orificio en la pared abdominal. El segmento de intestino delgado más afectado es el
íleon terminal.
Littre: Se conoce como hernia de Littré a la protrusión de un divertículo de Meckel a
través de un orificio de la pared abdominal. Alexis de Littré (1700) describió la
diverticulosis ileal y la atribuyó a la tracción que se realizaba sobre el íleon,
refiriéndose al divertículo de Meckel. Sin embargo, fue Augusto Gottlieb Richter, en el
año 1785, quien consideró que los divertículos de Meckel ya existían sin mencionar el
origen embriológico que más tarde describió Johann Friedrich Meckel en el año 1809.
Hay que hacer énfasis en un aspecto descriptivo, y es que Sir Frederic Treves (1897)
distinguió entre la hernia de Littré y la hernia de Richter (que es un pinzamiento lateral
del intestino delgado, pero sin divertículo de Meckel).
Amyand: La hernia de Amyand es aquella que contiene el apéndice cecal inflamado a
través de un defecto herniario inguinal
El médico palpa la base del escroto con su dedo índice e invagina con
suavidad la piel redundante del escroto hacia dentro del canal inguinal en dirección al
tubérculo púbico. El dedo sigue el cordón espermático adyacente y la punta del dedo
estará justo dentro del anillo externo. Se le pide al paciente que puje o que tosa
mientras el médico palpa en busca de un impulso suave, el cual indica herniación. En
la mujeres generalmente no se evidencia la herniación, pero se hace palpable de
forma directa al realizar la maniobra Valsava.
1. Congénitas
2. Adquiridas.
3. Postquirúrgicas.
4. Traumáticas.
Hernia deslizada: es aquella hernia en la que el saco no solo esta constituido por el
peritoneo parietal, sino que en su pared contiene el mesenterio de la víscera afectada
o la propia víscera forma parte del saco. El ciego y el sigma, la vejiga o las trompas
pueden deslizarse al interior de la pared del saco.
Hernia de Ritcher: es aquella hernia en la que una parte del borde antimesenterico
del intestino está atrapada en el saco herniario por un orificio habitualmente pequeño.
No suele comprometer el tránsito intestinal.
El hecho de que esté claramente establecido que una hernia inguinal o crural,
cuyos hallazgos exploratorios son claros, no necesita de ningún estudio
complementario, puede explicar la ausencia en la literatura especializada de estudios
randomizados bien diseñados que aporten evidencia científica al valor de las pruebas
de imagen en el diagnóstico de la hernia inguino-crural.
Manejo conservador
Tratamiento quirúrgico
Para la anestesia local es preferible utilizar 2 AL: uno de inicio de acción rápida
y otro de mayor potencia y duración de acción. Estas características farmacológicas
permiten la realización del acto quirúrgico y prolongar la analgesia durante el
postoperatorio. La mepivacaína al 1-2% y la bupivacaína al 0,25-0,50% cumplen los
requisitos descritos.
Técnicas quirúrgicas
Las técnicas de reparación con mallas son las más coste-efectivas en la hernia
inguinal primaria unilateral. Sin embargo, desde una perspectiva socioeconómica, la
técnica endoscópica totalmente extraperitoneal (TEP) es probablemente más coste-
efectiva y proporciona mayor calidad de vida entre pacientes laboralmente activos,
especialmente en la hernia bilateral (nivel de evidencia 1B, grado de recomendación
A). Aunque todas las técnicas quirúrgicas, anatómicas, sin tensión o laparoscópicas,
con la excepción de la amplia vía abierta preperitoneal de Stoppa han sido descritas
en CMA y se aconsejan en régimen ambulatorio (nivel de evidencia 3), las
reparaciones sin tensión por vía abierta son la práctica mayoritariamente elegida.
Técnica de Bassini
Descripción de la técnica
Técnica de Marcy
Descripción de la técnica
Indicaciones
Es una técnica muy poco utilizada en el momento actual, con unas indicaciones
muy restringidas, como es el caso de pacientes jóvenes con hernias inguinales
indirectas tipo Gilbert I, con una buena pared posterior inguinal, en los cuales las
estructuras que van a ser utilizadas para la sutura son de buena calidad.
Descripción de la técnica
− Cierre de la aponeurosis del oblicuo externo por delante del cordón espermático,
creando un nuevo orificio inguinal externo que contenga solo los vasos espermáticos,
el deferente y la punta del dedo meñique del cirujano .
Incisión
Disección
– El cordón espermático se diseca y separa del canal. Las fibras del cremáster se
inciden transversalmente en el anillo inguinal interno (AII) exponiéndolo.
– La aponeurosis del oblicuo mayor debe disecarse y separarse del oblicuo menor
unos 2-3 cm, lo suficiente para que la malla se solape adecuadamente.
– Los sacos indirectos son liberados del cordón hasta sobrepasar su cuello y
posteriormente son invaginados dentro del abdomen preferentemente sin ser abiertos,
ligados o resecados.
Cierre
Técnica de Lichtenstein
– Indicaciones:
– Técnica:
• Malla:
• La malla debe de ser suficiente para solaparse unos 2-3 cm por encima del triángulo
de Hesselbach y unos 1,5-2 cm sobre el pubis.
• Fijación:
- El borde inferior de la malla se fija mediante una sutura continua al ligamento inguinal
o de Poupart hasta el plano del orificio inguinal profundo (OIP).
- El borde medial se fija con 2-3 puntos sueltos al pubis.
- La malla se incide en su borde externo para crear dos bandas, la superior de 2/3 y la
inferior de 1/3. Los dos bordes inferiores de ambas bandas se unen mediante un único
punto irreabsorbible al ligamento inguinal. - El borde superior de la malla se une
mediante 4 puntos sueltos al músculo oblicuo menor mediante sutura reabsorbible. -
El resto de malla lateral a la zona de cruzamiento se adapta unos 2-3 cm por debajo
de la aponeurosis del oblicuo mayor.
– Indicaciones:
– Técnica:
• Malla: una tira de malla de 2 × 20 cm es enrollada con una pinza formando un tapón
firme y sólido.
• Fijación: una vez encontrado el saco se disecan solamente los tejidos adyacentes en
unos 3-5 mm para permitir fijar el tapón con puntos sueltos a la periferia del defecto.
– Técnica:
• Malla: el tapón se forma igual que en la técnica de Gilbert, pero su tamaño se debe
de acomodar al defecto existente.
- Tipo III. El cono es fijado siempre a los márgenes del orificio herniario con
varios puntos sueltos reabsorbibles.
• Refuerzo posterior: en todos los casos se coloca una segunda malla de refuerzo sin
sutura. La sección lateral para dejar paso al cordón se cierra con 2 puntos sueltos.
Hernia ventral
1. Localización.
- M1: supraumbilical.
- M2: yuxtaumbilical.
- M3: subumbilical.
- M4: xifopúbica.
- L1: subcostal.
- L2: transversa.
- L3: ilíaca.
- L4: lumbar.
• W1 < 5 cm.
• W3 : 10-15.
• W4 > 15 cm.
Tratamiento quirúrgico
Vía abordaje
Reparación primaria
Esta técnica consiste en el cierre primario del defecto de pared abdominal, bien
por sutura directa de sus bordes o mediante solapamiento de los mismos con o sin
incisiones de descarga (técnica de Mayo, técnica de Jud).
Preparación preoperatoria
Hernias umbilicales
Este tipo de hernias suelen tener un orificio pequeño con un saco herniario
grande y frecuentemente adherencias entre el contenido y el saco herniario, lo que
favorece la aparición de episodios de incarceración. Por este motivo es recomendable
la intervención quirúrgica de la hernia umbilical, aunque en algunas de ellas de
pequeño tamaño y asintomáticas, la actitud expectante también está admitida. Se han
descrito diversas técnicas quirúrgicas para la reparación de la hernia umbilical, que
podrían clasificarse en:
1. Técnicas con tensión:
a) Sutura simple.
a) Vía anterior.
b) Laparoscópica.
Técnica quirúrgica:
– Sutura simple: una vez tratado el saco, e identificado el defecto, se realiza un cierre
del mismo mediante puntos sueltos de sutura con material no reabsorbible . Esta
técnica está indicada en niños y en pacientes con orificio herniario pequeño (menor de
2 cm)
– Técnica de Mayo o Quenu: el defecto se trata superponiendo los bordes del mismo
con dos líneas de puntos en “U” de material no reabsorbible .
– Técnicas sin tensión: con estas técnicas, el defecto se repara mediante una
prótesis. La prótesis puede colocarse a distintos niveles: preaponeurótica,
retromuscular o retroaponeurótica (preperitoneal o intraperitoneal). Es recomendable
su colocación retromuscular o retroaponeurótica (preperitoneal o intraperitoneal)
porque la posición preaponeurótica se ha relacionado en algunos artículos con un
mayor índice de recidivas. La prótesis más utilizada es la de polipropileno por su grado
de integración, pero estos tipos de prótesis no pueden colocarse en contacto con el
contenido abdominal por el alto riesgo de formación de adherencias y fístulas
intestinales. En los casos en que haya dudas sobre la integridad del peritoneo o de
colocación intraperitoneal, la prótesis a emplear debe ser de politetrafluoroetileno
(PTFE).
Hernias epigastricas:
Presentación clínica
Diagnóstico
En la mayoría de las ocasiones al diagnóstico se llega mediante la exploración
física, evidenciándose una tumoración localizada en la línea alba, entre el xifoides y el
ombligo. En algunos pacientes se puede palpar también el anillo herniario.
Tratamiento
Bibliografías