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INVESTIGACIÓN EMPÍRICA CUANTITATIVA

Encuentros del personal de enfermería con pacientes que


tienen sueños y visiones al final de la vida en un entorno
de cuidados intensivos - Un estudio de encuesta
transversal
Alison Hession, Tim Luckett, David Currow, Michael Barbato

Versión del expediente en línea: 31 de enero de 2024

https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/jan.16079

Resumen
Objetivo

El objetivo de este estudio era estimar la proporción de enfermeras de cuidados intensivos que
presenciaron sueños y visiones al final de la vida o que fueron informados de ellos por un paciente
o familiar, y sondear sus actitudes y creencias relacionadas.

Diseño

Entre febrero de 2023 y mayo de 2023 se realizó un estudio transversal.

Entorno/Participantes

Los participantes eran enfermeros médicos y quirúrgicos de un hospital de cuidados intensivos de


200 camas de Australia metropolitana.

Resultados

Participaron 57 enfermeras de una plantilla de 169 (tasa de respuesta del 34%), de las cuales 35
(61%) declararon haber tenido sueños y visiones al final de la vida. La naturaleza de los sueños y
visiones sobre el final de la vida era similar a la de los sueños y visiones sobre el final de la vida
relatados en estudios anteriores por pacientes y médicos.

En general, las enfermeras mantuvieron actitudes positivas hacia los sueños y visiones del final de
la vida, pero identificaron una necesidad insatisfecha de educación y formación sobre este aspecto
de los cuidados al final de la vida.

Conclusión

Nuestros resultados sugieren que las enfermeras de cuidados intensivos se encuentran con sueños
y visiones del final de la vida en una proporción similar a las de oncología y cuidados de larga

1
duración, pero menor que en los entornos de cuidados paliativos. La educación y la formación
relativas a los sueños y visiones al final de la vida son necesarias para garantizar la prestación de
una atención integral y centrada en el paciente al final de la vida.

Contribución del paciente o del público

Sin contribución pública ni de los pacientes.

Impacto

Las investigaciones realizadas en entornos de cuidados subagudos y de larga duración sugieren que
los sueños y las visiones al final de la vida son un acompañamiento habitual del proceso de morir.
Ninguna investigación se ha centrado todavía en el ámbito de los cuidados intensivos, a pesar de
ser el lugar de la muerte para la mayoría de las personas en la mayoría de los países de ingresos
altos. Este estudio demuestra que las enfermeras de cuidados intensivos se encuentran con sueños
y visiones al final de la vida en proporciones similares a las enfermeras de oncología y cuidados de
larga duración, pero inferiores a las enfermeras de cuidados paliativos. Las enfermeras de cuidados
intensivos se beneficiarían de la educación y la formación en relación con los sueños y visiones al
final de la vida para permitir la prestación de cuidados holísticos al final de la vida centrados en la
persona.

Método de notificación

Este estudio se notificó utilizando la lista de comprobación STROBE para estudios transversales.

1 INTRODUCCIÓN

Los sueños y visiones al final de la vida (SVEVF) se consideran parte de un espectro de experiencias
al final de la vida que han sido relatadas a lo largo de la historia, tanto por moribundos como por
sus familiares (Grant et al., 2023; Hession et al., 2022; Shared Crossing Research Initiative, 2022).
Además de las ELDV, el espectro de experiencias al final de la vida incluye la lucidez terminal, las
sincronicidades previas a la muerte y las premoniciones previas a la muerte (Doka, 2020; Shared
Crossing Research Initiative, 2022). Cerca de la muerte, las familias y los profesionales sanitarios
pueden informar de la aparición de lucidez terminal, en la que un paciente comatoso tiene un
aumento inesperado de energía que se presenta como mejoras en el funcionamiento físico y la
claridad mental (Doka, 2020; Nahm, 2022; Shared Crossing Research Initiative, 2022). Del mismo
modo, los pacientes moribundos y sus familiares describen sincronicidades previas a la muerte,
como un tiempo inusual, la aparición de un animal determinado, a menudo un pájaro, relojes que
se paran o el mal funcionamiento de dispositivos electrónicos que tienen un significado personal
(Fenwick & Brayne, 2011; Shared Crossing Research Initiative, 2022). Los pacientes y las familias
también informan de premoniciones previas a la muerte, que se describen como fuertes
sentimientos o pensamientos de que uno mismo u otra persona está a punto de morir, días u horas
antes de que se produzca la muerte (Doka, 2020; Shared Crossing Research Initiative, 2022).

2
Las ELDV carecen actualmente de una definición consensuada (Hession et al., 2022); sin embargo,
un trabajo reciente de Grant et al.(2023) (p5) describe las "características distintivas de las ELDV",
que suelen ser de familiares, amigos, viajes y mascotas fallecidos, como vívidas, reales,
significativas, importantes y una fuente de consuelo para el paciente. La evidencia empírica sugiere
que las ELDV son un acompañamiento común del proceso de morir (Fenwick et al., 2010; Hession
et al., 2022; Kerr et al., 2014; Nyblom et al., 2020). Un metaanálisis de estudios de estimaciones de
informes de pacientes indicó que el 77% (intervalos de confianza [IC] del 95%: 69%-84%) de las
personas que mueren de una "muerte esperada" pueden informar de una ELDV (Hession et al.,
2022). En todo el mundo, los estudios proporcionan hallazgos consistentes sobre el contenido y el
significado de la ELDV (Kellehear et al., 2011; Morita et al., 2016; Muthumana et al., 2010). Cuando
se les pregunta, los pacientes generalmente (pero no siempre) informan de las ELDV como
experiencias profundas, reconfortantes, personalmente significativas, positivas y de apoyo (Depner
et al., 2020; Kerr et al., 2014; Nosek et al., 2015; Nyblom et al., 2020). Esto contrasta con los
estudios sobre el delirio informados por pacientes que son más propensos a describir estos
eventos como angustiosos y a sentirse temerosos, ansiosos y amenazados durante el evento
(Grover et al., 2015; O'Malley et al., 2008). Las familias, los profesionales sanitarios y los
voluntarios de cuidados paliativos que presencian o a los que se les informa de una ELDV también
tienden a declarar que encuentran consuelo en su significado para los pacientes moribundos
(Claxton-Oldfield et al., 2020; Grant et al., 2020; McDonald et al., 2014). Los familiares que
presencian o a los que se les informa de la ELDV de un ser querido también informan en ocasiones
de un efecto positivo en su proceso de duelo (Grant et al., 2020).

Si los profesionales sanitarios no reconocen las ELDV, el fenómeno puede malinterpretarse como
un episodio de delirio, lo que conduce a la administración de medicamentos innecesarios que
pueden afectar a la capacidad del paciente para comunicar su significado al final de la vida
(Barbato, 2009; Mazzarino-Willett, 2010; Wholihan, 2016). Los pacientes también pueden
experimentar una sensación de aislamiento si su experiencia no es validada por otros, y los
familiares pueden preocuparse o angustiarse (Barbato, 2009). Reconocer que una persona
moribunda está experimentando una ELDV presenta una oportunidad para que los profesionales
de la salud preparen a las familias para la muerte, permitiendo que ocurra cualquier asunto
inconcluso o ritual de importancia (Doka, 2020).

En los países de ingresos altos y medios, los cuidados intensivos siguen siendo el entorno más
común para morir, y las enfermeras de cuidados intensivos prestan la mayoría de los cuidados al
final de la vida (Gagnon y Duggleby, 2014; Sallnow et al., 2022). En Australia, el 51% de los
cuidados al final de la vida se producen en un hospital/servicio médico de agudos, el 29,5% en
cuidados de larga duración y el 14,8% en el domicilio (Australian Bureau of Statistics, 2021, 14 de
abril). Cada vez se reconoce más que las enfermeras de cuidados intensivos necesitan educación y
formación para proporcionar cuidados a los pacientes moribundos, y que esto sigue siendo
limitado tanto antes como después de obtener la cualificación (Martin et al., 2022). Para
proporcionar cuidados integrales al final de la vida, las enfermeras necesitan tener un
conocimiento no sólo de los signos físicos de la muerte, sino también de otros acompañamientos

3
comunes pero menos comprendidos, como las ELDV. Hasta la fecha, sin embargo, los estudios
cuantitativos sobre las creencias y actitudes de los profesionales sanitarios relacionadas con las
ELDV se han realizado solo en el Reino Unido y Brasil y se han centrado en unidades de cuidados
paliativos u otros entornos en los que la atención a los moribundos es más común que en los
cuidados agudos, como los cuidados a largo plazo (Fenwick et al., 2010; Santos et al., 2017) y las
salas de oncología (Santos et al., 2017). Los profesionales de la salud en estos entornos han
informado de una falta de formación en relación con los ELDV y han expresado la necesidad de
educación/formación sobre cómo responder a ellos. Dado que, en los países de ingresos medios y
altos, la mayoría de las personas recibirán atención al final de la vida en un hospital de agudos, es
importante estimar las actitudes y creencias actuales del personal de enfermería de agudos con
respecto a las ELDV, pero hasta la fecha no se ha publicado ninguna investigación sobre las ELDV en
este entorno o en Australia más específicamente (Hession et al., 2022; Sallnow et al., 2022).

El presente estudio tenía como objetivo estimar la proporción de enfermeras de cuidados


intensivos que afirman haber presenciado una ELDV o haber sido informadas de una por un
paciente o un familiar (resumidas como "encuentro con ELDV" de aquí en adelante); evaluar sus
actitudes y creencias con respecto a la naturaleza de las ELDV; y determinar sus necesidades
educativas autopercibidas con respecto a las ELDV.

2 MÉTODO

2.1 Diseño y entorno del estudio

Se realizó un estudio de encuesta transversal entre febrero de 2023 y mayo de 2023. La encuesta
se llevó a cabo en un hospital docente metropolitano de 200 camas que proporciona servicios de
cuidados intensivos médicos, quirúrgicos, pediátricos, de obstetricia y de urgencias a la comunidad
circundante, ubicado en Sídney, Nueva Gales del Sur, Australia. El hospital proporcionó atención al
final de la vida a 281 pacientes desde el 1 de julio de 2022 hasta el 30 de junio de 2023, la mayoría
de los cuales eran mayores de 80 años y murieron por causas no malignas. Este estudio se
presenta siguiendo la lista de verificación STROBE para estudios transversales (von Elm et al.,
2007).

2.2 Muestra y reclutamiento

Se invitó a participar a enfermeras de cuidados intensivos de salas médicas y quirúrgicas de


cualquier designación que hubieran tenido contacto con pacientes que recibían cuidados al final de
la vida en los 5 años anteriores. Se contactó con el personal de enfermería durante los servicios
regulares programados, las reuniones de planta y por correo electrónico. También se colocaron
folletos con información sobre el estudio en los tablones de anuncios de las salas de profesores. A
mitad del periodo de recogida de datos se envió un correo electrónico recordatorio.

2.3 Instrumento de recogida de datos

4
La recopilación de datos se realizó mediante una encuesta en la que se utilizó un cuestionario
desarrollado por Fenwick y Brayne(2011) para examinar las experiencias de VLD de los
profesionales sanitarios en el Reino Unido y utilizado posteriormente por Santos et al.(2017) para
examinar las experiencias de los profesionales sanitarios en Brasil. La justificación para utilizar este
cuestionario fue que permitía realizar comparaciones entre estudios. El cuestionario se consideró
adecuado para el contexto australiano porque estudios previos sugieren que la ocurrencia y
notificación de ELDV por parte de pacientes, familiares o profesionales sanitarios no parece estar
influida por la cultura o la religión (Hession et al., 2022; Santos et al., 2017). Se preguntó al
personal de enfermería de cuidados intensivos acerca de sus encuentros tanto con pacientes como
con familiares, ya que, aunque los pacientes tienden a notificar los ELDV en mayor proporción que
las familias, en algunos casos puede ser solo la familia la que notifique el suceso (Dam, 2016;
Hession et al., 2022; Muthumana et al., 2010).

El cuestionario se dividía en cuatro secciones:

Lasección 1 recogía datos demográficos (edad y sexo) y características laborales (designación de


enfermería, años de experiencia, pabellón actual y experiencia previa en cuidados al final de la
vida en una unidad de cuidados paliativos o en un centro de cuidados de larga duración).

La sección 2 utilizó preguntas de sí/no para evaluar si las enfermeras de cuidados intensivos habían
presenciado o recibido un informe, ya fuera de un paciente o de un familiar, de una ELDV y otras
experiencias al final de la vida en los 5 años anteriores. Se preguntó a los enfermeros
aproximadamente cuántas ELDV habían encontrado en los 5 años anteriores.

Enla sección 3 se utilizó una escala tipo Likert (de 1 - totalmente en desacuerdo a 5 - totalmente de
acuerdo) para evaluar las actitudes y creencias de las enfermeras de cuidados intensivos con
respecto a la naturaleza y el impacto de las ELDV.

Enla sección 4 se utilizaron preguntas de tipo sí/no sobre las necesidades de formación y la
confianza a la hora de ayudar a los pacientes que sufrían ELDV y de hablar de ELDV con los colegas.

El cuestionario se cumplimentó en línea mediante la plataforma REDCap (Research Electronic Data


Capture) (Harris et al., 2009), alojada en la Universidad Tecnológica de Sídney, o en cuestionarios
en papel disponibles en las salas. Para reducir el riesgo de sesgo de deseabilidad social, los datos
del cuestionario se recopilaron de forma anónima, asumiéndose el consentimiento informado al
cumplimentar la encuesta.

2.4 Análisis estadístico

Los datos se analizaron de forma descriptiva, con porcentajes utilizados para variables categóricas
como si las enfermeras declararon o no haber presenciado o haber sido informadas de una VFDL, y
medianas y rangos intercuartílicos calculados para valores continuos como los años de experiencia
y el número de VFDL declaradas. Se utilizan porcentajes válidos para tener en cuenta los datos que
faltan, y se indica el tamaño de la muestra utilizada para cada análisis. El análisis examinó en
primer lugar si existían diferencias en las proporciones de ELDV entre las enfermeras médicas y

5
quirúrgicas participantes. En caso de que no se encontrara ninguna diferencia significativa, estos
subgrupos se combinaron para todos los análisis posteriores. Se utilizó la prueba de Chi-cuadrado
para examinar las asociaciones entre haber presenciado/haber sido informado alguna vez sobre un
ELDV con la edad (<20, 21-30, 31-40, 41-50 y >50 años) y los años de experiencia (<5, 6-15, 16-25 y
>25 años). Cuando el recuento de células fue inferior a n = 5, se utilizó la prueba exacta de Fisher
en lugar de la prueba de Chi al cuadrado. La significación se fijó en p < 0,05 para todos los análisis.

3 RESULTADOS

Ciento sesenta y nueve enfermeras de cuidados intensivos (119 médicas y 50 quirúrgicas) fueron
contactadas por correo electrónico o en sus salas para que participaran en el estudio rellenando
una encuesta en línea o en papel. La encuesta fue completada total o parcialmente por 57
enfermeras (tasa de respuesta del 34%), como se muestra en la Tabla 1.

TABLA 1. Características de los 57 participantes en la encuesta.


Característica n (%)

Grupos de edad

<20 0 (0%)

21-30 18 (31.7%)

31-40 19 (33.3%)

41-50 12 (21.0%)

>50 8 (14.0%)

Género

Mujer 53 (92.9%)

Hombre 4 (7.1%)

Designación

Enfermera diplomada 50 (87.1%)

Enfermero colegiado habilitado 5 (8.7%)

6
Característica n (%)

Enfermera colegiada 1 (1.7%)

Auxiliar de enfermería 1 (1.7%)

Empleo

Permanente 45 (82.4%)

Permanente a tiempo parcial 11 (19.2)

Piscina informal 1 (1.7%)

Agencia 0 (0%)

Especialidad de la sala

Médico 46(80.7%)

Quirúrgico 11 (19.3%)

Ha trabajado en cuidados paliativos en los últimos 5 años 8 (13.3%)

Ha trabajado en cuidados de larga duración en los últimos 5 años 14 (24.5%)

Años de empleo

<5 años 27 (48.3%)

6-15 19 (33.3%)

16-25 7 (11.7%)

>25 4 (6.7%)

7
Los resultados de la encuesta mostraron que el 61% (35/57) de los participantes respondieron "sí"
a haber sido testigos de un paciente que sufría una ELDV o a haber recibido un informe de ELDV
por parte de un paciente, un familiar o ambos. Treinta y dos enfermeras (56,1%) declararon haber
presenciado o recibido una denuncia de un paciente, mientras que el 12,3% (8/35) declararon
haber recibido una denuncia de un familiar y el 5,3% (3/35) indicaron que sólo habían recibido una
denuncia de VFDL de un familiar.

La prueba exacta de Fisher indicó que no había diferencias significativas entre las enfermeras
médicas y quirúrgicas en cuanto a las proporciones de ELDV encontradas(p= 1,00). Del mismo
modo, un análisis de Chi-cuadrado mostró que no había diferencias significativas entre las tasas de
notificación de los participantes que sólo habían trabajado en el ámbito de los cuidados intensivos
en comparación con los que también habían trabajado en un centro de cuidados a largo plazo o en
una unidad de cuidados paliativos(p= 0,44). La mediana estimada de ELDVs que cada participante
había encontrado durante los últimos 5 años es de 4(Q25%-Q75%= 2-8). Los análisis de Chi-
cuadrado no encontraron relaciones significativas entre haber presenciado o haber sido informado
de una ELDV y la edad del participante(p = 0,40) o los años de experiencia(p= 0,93).

Como se muestra en la Tabla 2, los participantes declararon con mayor frecuencia haber
presenciado o haber sido informados de lo siguiente: ‘Visions of dead relatives sitting on or near
the patient's bed providing emotional warmth and comfort’ (56.4% [31/55]), ‘Visions of dead
relatives or religious figures collecting or taking away the dying person’ (45.5% [25/55]), "Un
paciente comatoso se despierta de repente lo suficiente como para despedirse coherentemente de
sus seres queridos a la cabecera de la cama" (43,6% [24/55]) y "Coincidencias, normalmente
relatadas por amigos y familiares del moribundo que dicen que éste les ha visitado en el momento
de la muerte" (40% [22/55]).

TABLA 2. Números (y proporciones) de 55 participantes que respondieron afirmativamente a los


tipos de experiencias al final de la vida presenciadas o relatadas por pacientes y familiares.

Cuestionarios n (%)

Visiones de familiares muertos o figuras religiosas que "recogen" o "se 25


llevan" al moribundo. (45.5%)

Visiones de familiares muertos sentados en la cama del paciente o cerca de 31


ella, proporcionando calor emocional y consuelo. (56.4%)

8
Coincidencias, generalmente relatadas por amigos y familiares del 22
moribundo que dicen que éste les ha visitado en el momento de la muerte. (40.0%)

Los pacientes informan de una sensación de ir y venir de una realidad 18


diferente durante el proceso de la muerte (32.7%)

Experimentar una luz radiante que envuelve al moribundo 9


(16.4%)

Sueños moribundos o visiones a través de las cuales el paciente parece ser 21


consolado y preparado para la muerte. (38.2%)

Sueños vívidos o visiones que ayudan al paciente a comprender algún 6


asunto no resuelto (11.1%)

Sensación de ser "llamado" o "arrastrado" por algo o alguien. 13


(23.6%)

Ver personas/animales/pájaros por el rabillo del ojo 19


(34.5%)

Un deseo repentino de escribir poesía o prosa 5 (9.1%)

Deseo repentino de cantar o tararear canciones religiosas 9


(16.4%)

Aparición simbólica de un animal, pájaro o insecto cerca o en el momento 5 (9.1%)


de la muerte.

En el momento de la muerte, se producen hechos fortuitos, como que los 3 (5.5%)


relojes se paren

Un paciente en coma de repente está lo suficientemente alerta como para 24


despedirse coherentemente de sus seres queridos. (43.6%)

9
El deseo de reparar las desavenencias familiares

En la Tabla 3 se presenta un resumen de las creencias y actitudes de los participantes con respecto
a las ELDV. En general, los participantes creían que las ELDV son lo siguiente: diferentes de las
alucinaciones inducidas por medicamentos o fiebre (86,3% [44/51]), a menudo una fuente
espiritual de consuelo para el moribundo (76,4% [39/51]), una fuente espiritual de consuelo para
los familiares (74.5% [38/51]), un acontecimiento espiritual profundo (74% [37/51]), una
construcción psicológica, que permite a los pacientes revisar su vida (74,0% [37/51]), puede ser
angustiante pero suele conllevar un significado importante para ayudar al paciente a aceptar
cuestiones no resueltas (52,9% [27/51]) y puede ser un estado alterado de conciencia (51%
[26/51]).

CUADRO 3. Número (y proporción) de 51 participantes que respondieron "de acuerdo" o "muy de


acuerdo" con las opiniones relativas a los VFDT.

Cuestionario n (%)

Las ELDV difieren de las alucinaciones inducidas por fármacos o fiebre 44


(86.3%)

Considero que los ELDV son una experiencia transpersonal 41


(73.8%)

Considero que los ELDVs son un estado alterado de conciencia 26


(51.0%)

Considero que las ELDV son acontecimientos espirituales profundos 37


(74.0%)

Considero que las ELDV son un constructo psicológico, que permite a los 37
pacientes revisar su vida (74.0%)

Considero que los ELDV son sólo manifestaciones de la imaginación 14


(28.0%)

Considero que las ELDV son alucinaciones inducidas por medicamentos o 9

10
fiebre (17.7%)

Considero que las ELDV son expresiones de malestar o sufrimiento 12


psicológico (23.5%)

Las ELDV suelen ser una fuente de consuelo espiritual para los moribundos 39
(76.4%)

Los ELDV suelen ser una fuente de consuelo espiritual para los familiares 38
(74.5%)

Los pacientes son reacios a hablar de los VFDL 18


(33.7%)

Los pacientes que sufren ELDV tienen una muerte tranquila 20


(39.2%)

Los ELDV pueden ser angustiosos, pero suelen tener un significado 27


importante para ayudar al paciente a superar problemas no resueltos. (52.9%)

La mayoría de las personas experimentan ELDV en el último mes de su 14


vida (28.0%)

La mayoría de las personas experimentan ELDV en las últimas 24-48 h de


vida

Las necesidades educativas y la confianza de los participantes en relación con los ELDV se muestran
en la Tabla 4. El 12% (6/50) de los participantes declararon haber recibido formación especializada
en ELDV, tres de los cuales habían trabajado en centros de atención a mayores y/o en una UCP.
Mientras que la mayoría de los participantes afirmaron poder hablar con sus compañeros (72%
[36/50]) y con su jefe de equipo (82% [41/50]) sobre los ELDV, el 28% (14/50) tenía miedo de
hablar con los pacientes por temor a angustiarles. Casi todos los participantes (98% [49/50])
indicaron que les gustaría recibir más información sobre los ELDV como parte de su formación.

11
TABLA 4. Números (y proporciones) de participantes que respondieron "sí" a las preguntas relativas
a los VFDL y la educación.

Cuestionario n (%)

He recibido formación especializada sobre los VFDL 6 (12.0%)

Puedo hablar con mis colegas sobre los VFDL 36


(72.0%)

Tengo miedo de hablar con los pacientes sobre los ELDV porque puede 14
causarles angustia. (28.0%)

Puedo hablar con mi supervisor/jefe de equipo sobre cuestiones 41


relacionadas con los vehículos al final de su vida útil. (82.0%)

Nunca hablo de los ELDV con mis colegas 16


(32.0%)

Me gustaría recibir más información sobre los ELDV como parte de mi 49


formación (98.0%)

4 DISCUSIÓN

Este estudio transversal demostró que las enfermeras de cuidados intensivos de los hospitales
australianos presencian o reciben informes de ELDV por parte de pacientes y familiares, y que sus
actitudes y creencias con respecto a los ELDV son similares a las de los profesionales sanitarios de
cuidados paliativos, oncología y cuidados de larga duración.

4.1 Encuentros con los VFDL

El presente estudio encontró que las enfermeras de cuidados intensivos informaron haber
presenciado o haber sido informadas sobre un ELDV en una proporción similar a los profesionales
de la salud del Reino Unido y Brasil que trabajan en cuidados a largo plazo y en oncología, según lo
informado por Fenwick et al.(2010) y Santos et al.(2017). La proporción de enfermeras de cuidados
intensivos que se encontraron con un ELDV fue considerablemente menor que el grupo de
enfermeras de cuidados paliativos en el estudio de Santos et al.(2017), lo que parece coherente
con la sugerencia de Santos et al.(2017) de que la exposición a pacientes moribundos puede ser un
factor importante. Sin embargo, en la muestra actual, no encontramos ninguna relación entre

12
haber presenciado o haber sido informado sobre un ELDV y haber trabajado en un centro de
cuidados a largo plazo o en una unidad de cuidados paliativos. Nuestros resultados tampoco
encontraron ninguna asociación con la edad de la enfermera o los años de experiencia en
enfermería. En general, las enfermeras de cuidados intensivos demostraron un conocimiento de
los ELDV a pesar de que la mayoría nunca había recibido formación al respecto. Al igual que los
profesionales sanitarios de los estudios anteriores, las enfermeras de cuidados intensivos se
mostraron abiertas a hablar con los pacientes, las familias y los compañeros sobre las ELDV, y sólo
una pequeña proporción se mostró reacia a hablar con los pacientes por miedo a causarles
angustia. Los tipos de contenido de ELDV informados por los participantes fueron notablemente
similares en los tres estudios y con los informes de pacientes de otras investigaciones (Fenwick et
al., 2010; Kerr et al., 2014; Santos et al., 2017).

Los participantes en este estudio parecen ser generalmente más jóvenes y con menos experiencia
en comparación con el personal de enfermería australiano y representan una cohorte más joven de
lo que normalmente se encontraría en el entorno de los cuidados paliativos australianos
(Australian Institute of Health and Welfare, 2023; Department of Health and Aged Care, 2019) y
con los participantes sanitarios estudiados previamente en Brasil (Santos et al., 2017) y el Reino
Unido (Fenwick et al., 2010). En el estudio realizado en Brasil de profesionales sanitarios con más
de 5 años de experiencia en el cuidado de pacientes moribundos, Santos et al.(2017) informaron
de una edad media de 41 ± 10 años, mientras que en su estudio en el Reino Unido, Fenwick et al.
(2010) informaron de profesionales sanitarios con una edad media de 48 ± 9,7 años y de haber
trabajado con moribundos durante 13,7 ± 9,6 años. Estas últimas cifras son más representativas de
las que se encuentran en el personal australiano de cuidados paliativos (Australian Institute of
Health and Welfare, 2023).

Una menor proporción de enfermeras de cuidados intensivos que informan de las ELDV
encontradas con pacientes y familiares en comparación con los informes publicados (Dam, 2016;
Kerr et al., 2014; Morita et al., 2016; Muthumana et al., 2010) puede deberse a la reticencia de los
pacientes a informar de sus experiencias al personal de enfermería por miedo a que los tachen de
confusos, a que las enfermeras que reciben un informe de un paciente o una familia no entienden
lo que significa o a que las familias no entienden que se trata de una ELDV y, por lo tanto, no lo
comunican (Barbato, 2009; Callanan & Kelley, 1992; Doka, 2020; Gagnon & Duggleby, 2014).
Además, dada la naturaleza orientada a las tareas de los cuidados intensivos, las enfermeras de las
salas médicas y quirúrgicas tienen que dar prioridad a la atención de los pacientes con
enfermedades agudas, lo que limita el tiempo que tienen para sentarse y hablar con los pacientes
moribundos y sus familias (Gagnon y Duggleby, 2014).

4.2 Naturaleza de las experiencias al final de la vida

Los tipos de experiencias al final de la vida presenciadas o comunicadas a los enfermeros de


cuidados intensivos en el presente estudio también fueron similares a las de los profesionales
sanitarios en los estudios de Fenwick et al.(2010) y Santos et al.(2017). En los tres estudios, las

13
experiencias más comúnmente reportadas fueron de "visiones de familiares muertos sentados en
o cerca de la cama del paciente proporcionando calor emocional y consuelo", "visiones de
familiares muertos o figuras religiosas "recogiendo o llevándose" a la persona moribunda" y
"coincidencias, generalmente reportadas por amigos y familiares de la persona que está muriendo
que dicen que la persona moribunda los ha visitado en el momento de la muerte". Estos hallazgos
están en consonancia con los estudios de los informes de los pacientes que indican que los sueños
de familiares fallecidos son los más frecuentes, seguidos de los sueños de viajes (Dam, 2016; Kerr
et al., 2014). Curiosamente, las enfermeras de cuidados intensivos informaron de un "paciente
comatoso que de repente se vuelve lo suficientemente alerta como para despedirse
coherentemente de sus seres queridos en la cabecera" como algo que ocurre con más frecuencia
que los reportados por Fenwick et al.(2010) y Santos et al.(2017). Sin embargo, las experiencias
notificadas con menos frecuencia fueron similares en todos los estudios, como presenciar o recibir
un informe de "un deseo repentino de escribir poesía o prosa" y "en el momento de la muerte, se
producen acontecimientos coincidentes, como que se paren los relojes".

4.3 Actitudes y creencias

Las actitudes y creencias relacionadas con las ELDV expresadas por las enfermeras de cuidados
intensivos en el estudio actual también fueron similares a las de los profesionales sanitarios en los
estudios de Fenwick et al.(2010) y Santos et al.(2017), con más de tres cuartas partes de las
enfermeras de cuidados intensivos expresando la creencia de que las ELDV son diferentes de las
alucinaciones inducidas por fármacos o fiebre. Esto es alentador dada la alta prevalencia de delirio
al final de la vida, y es vital que las enfermeras puedan distinguir entre un delirio y una ELDV para
garantizar que se proporcione el apoyo adecuado (Wholihan, 2016). Las enfermeras de cuidados
intensivos del presente estudio tenían creencias similares a las de los estudios de Fenwick et al.
(2010) y Santos et al.(2017) en cuanto a que las ELDV son acontecimientos espirituales profundos y
una fuente de consuelo para los pacientes moribundos y sus familias.

4.4 Puntos fuertes y limitaciones

Un punto fuerte de este estudio fue el uso del mismo cuestionario que los utilizados por Fenwick
et al.(2010) y Santos et al.(2017), ya que permitió la comparación con profesionales sanitarios de
otros entornos. La tasa de respuesta en este estudio (34%) fue similar a la de Santos et al.(2017),
que informaron de una tasa de respuesta del 30%. Mientras que el 34% de los participantes
iniciaron la encuesta en línea o en papel, la tasa de participación se redujo al 30%, y los datos
perdidos se produjeron principalmente en la encuesta en línea, ya que todas las encuestas en
papel de este estudio estaban completas. La falta de datos puede deberse a que los participantes
que utilizaron la encuesta en línea se saltaron preguntas, se apresuraron y respondieron de forma
incoherente (Lozar Manfreda et al., 2020). Los resultados de la encuesta también pueden ser una
sobreestimación de la proporción de enfermeras de cuidados intensivos que presencian o reciben
informes de ELDV debido al sesgo de muestreo, ya que es posible que las enfermeras que tienen
un interés en el tema hayan sido más propensas a participar. Sin embargo, como no se recogieron
datos sobre las razones por las que las enfermeras no participaron, no es posible saber si esto se

14
debió principalmente a que pensaban que la encuesta no era relevante para ellas, ya que no se
habían encontrado con un VFDL, o porque tenían actitudes/creencias hacia los VFDL que podrían
haberles impedido participar. Estas posibles barreras se anticiparon y se abordaron de forma
proactiva en el material de reclutamiento, informando a los participantes de que haber tenido un
encuentro con un VFDL no era un criterio de elegibilidad y que la encuesta sería anónima para
fomentar la información sincera. Este estudio se llevó a cabo en un único centro con participantes
jóvenes y sin experiencia. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de generalizar los resultados a
otros centros de cuidados intensivos.

5 CONCLUSIONES

Los resultados de este estudio indican que los ELDV son experimentados por los pacientes en el
ámbito de los cuidados intensivos y que las enfermeras de cuidados intensivos son testigos de ellos
o son informadas de ellos por pacientes y familiares. Aunque se informa en proporciones más
bajas en comparación con los profesionales de la salud en otros países (Fenwick et al., 2010;
Lawrence & Repede, 2012; Nyblom et al., 2021; Santos et al., 2017), este estudio proporciona
evidencia adicional de que es poco probable que la ocurrencia de ELDV esté influenciada por la
cultura. Además, este estudio aporta pruebas, de las que se carecía anteriormente, de que las
ELDV se producen en el ámbito de los cuidados intensivos, donde, en los países de ingresos medios
y altos, la mayoría de los pacientes moribundos reciben cuidados al final de la vida (Sallnow et al.,
2022). Las ELDVs presenciadas o reportadas por las enfermeras de cuidados intensivos son
similares en contenido a las reportadas en la literatura internacional (Fenwick et al., 2010; Nyblom
et al., 2021; Santos et al., 2017) en que el reporte más común es de ELDVs sobre familiares
fallecidos. Las enfermeras de cuidados intensivos comparten creencias similares a las de otros
profesionales sanitarios con respecto a las ELDV, sobre todo la creencia de que las ELDV son
diferentes de las alucinaciones causadas por la fiebre o los medicamentos (Fenwick et al., 2010;
Nyblom et al., 2021; Santos et al., 2017). Las enfermeras de cuidados intensivos son conscientes de
las ELDV a pesar de no haber recibido ninguna formación formal al respecto y, al igual que sus
colegas de otros entornos sanitarios, agradecerían recibir formación sobre este aspecto de los
cuidados al final de la vida.

La pérdida constante de lenguaje, conocimientos y confianza para gestionar la muerte dentro de


las familias y las comunidades ha llevado a una mayor dependencia de los servicios sanitarios para
proporcionar cuidados al final de la vida (Sallnow et al., 2022). Aunque estos cuidados se prestan
con habilidad y profesionalidad, la transición ha tenido un coste, ya que los cuidados al final de la
vida se han secularizado y medicalizado, centrándose cada vez más en el ámbito físico en lugar de
en la persona en su totalidad. Un programa educativo con un enfoque más holístico que incluya
fenómenos trascendentes como los sueños y las visiones al final de la vida dará a las enfermeras
más confianza y habilidades a la hora de atender a los pacientes moribundos y de comunicarse con
las familias en duelo. Además, esto capacitaría a las enfermeras de cuidados intensivos para
confiar en que pueden contribuir a una "buena muerte" incluso en ausencia de una competencia
clínica avanzada en el tratamiento de los síntomas.

15
CONTRIBUCIONES DE LOS AUTORES

AH, TL, MB: contribuyeron sustancialmente a la concepción y el diseño, la adquisición de datos o el


análisis y la interpretación de los datos; AH, TL, MB, DC: participaron en la redacción del
manuscrito o lo revisaron críticamente en busca de contenido intelectual importante; AH, TL, MB,
DC: dieron su aprobación final a la versión que se publicará. Cada autor debe haber participado lo
suficiente en el trabajo para asumir la responsabilidad pública de las partes apropiadas del
contenido; AH, TL, MB, DC: aceptaron ser responsables de todos los aspectos del trabajo para
garantizar que las cuestiones relacionadas con la exactitud o la integridad de cualquier parte del
trabajo se investiguen y resuelvan adecuadamente.

AGRADECIMIENTOS

Nos gustaría dar las gracias a las enfermeras que participaron en este estudio durante un período
en el que la carga de trabajo aumentó debido al impacto continuo de COVID-19. Publicación de
acceso abierto facilitada por la Universidad Tecnológica de Sydney, como parte del acuerdo entre
Wiley y la Universidad Tecnológica de Sydney a través del Consejo de Bibliotecarios Universitarios
Australianos.

INFORMACIÓN SOBRE FINANCIACIÓN

Esta investigación no ha recibido ninguna subvención específica de ningún organismo de


financiación, sector comercial o sin ánimo de lucro.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declararon no tener ningún conflicto de intereses potencial en relación con la
investigación, la autoría y/o la publicación de este artículo.

DECLARACIÓN ÉTICA

El estudio fue aprobado por el Northern Sydney Local Health District Human Research Ethics
Committee approval NSLHD HREC - 2022/ETH02064.

REVISIÓN POR PARES

El historial de revisión por pares de este artículo está disponible en


https://www.webofscience.com/api/gateway/wos/peer-review/10.1111/jan.16079 .

16
DECLARACIÓN DE DISPONIBILIDAD DE DATOS

Los datos que respaldan las conclusiones de este estudio pueden solicitarse al autor
correspondiente.

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