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Apellido y Nombre: Espinoza Liduvina

D.N.I: 37.589.680
Trabajo Práctico N° 1
Primeramente, debo decir que todo sucedió muy rápido, donde tome como base la
experiencia y los recursos con los que contaba. Luego del anuncio de la cuarentena me
tocó reinventarme y ser profe desde casa, sosteniendo la educación en forma virtual,
acompañando a mis estudiantes desde muchos aspectos, no sólo el educativo sino
también emocional. Sabemos que no es lo mismo que en forma presencial, pero en época
de pandemia, es lo que desde nuestro rol podemos hacer. Sin dudas el mes de marzo de
2020 quedará marcado en la memoria de todos, como el mes en el que se inició el
aislamiento social preventivo y obligatorio que se llevó a cabo en el país como
consecuencia de la crisis sanitaria por la aparición del virus COVID-19.
La educación presencial, cara a cara, se frenó y los docentes a lo largo y ancho de todo el
territorio de Formosa tuvimos que poner en pie formas distintas de educar. Nos vimos las
caras frente a frente con el uso de herramientas tecnológicas para crear ambientes de
aprendizaje virtual.
El modo de enseñanza tradicional se, pauso para dar lugar al uso de nuevas plataformas
digitales y así poder seguir desarrollado los contenidos pedagógicos planteados al inicio
del ciclo 2.020. La enseñanza se volvió virtual al igual que las clases, llevando la
educación a un nuevo enfoque. Muchos docentes y me incluyo tuvimos que enfrentarnos
a desafíos totalmente nuevos, apelando a la experimentación y originalidad de cada de
uno de nosotros. Recurriendo en varios casos al «ensayo y error». Al armado de las
actividades y el uso de grupos de WhatsApp como medio de comunicación con mis
estudiantes y sus familias. Algunos docentes comenzamos a grabarnos, enviando
mensajes alentadores y preventivos, hubo audios grabados con algunas voces
preguntando dudas sobre algún tema particular.
Pero, como contrapartida, se fueron viendo debilidades en cuestiones como el acceso a
señal, internet, tener un celular, enseñanza online. No podía cargarlos de actividades
como si estuvieran en la escuela. Se repartía el tiempo durante la semana en línea y
establecíamos un diálogo en línea. El docente no va estar 24x7 disponible, por eso era
necesario marcar un horario para recibir material y responder dudas, realizar devoluciones
de los trabajos mediante un mensaje de WhatsApp buscar alternativas para aquellas
familias que no tienen acceso a internet y por lo tanto no pueden acceder o realizar las
actividades. En muchos de estos casos se planteó que, junto con la entrega del bolsón
alimentario, se entregue a las familias un cuadernillo con actividades y realizar un
seguimiento de los estudiantes; sobre todo a aquellos que no tenían señal por vivir en
colonias retiradas del pueblo.
Para ir finalizando creo que fue de mucho aprendizaje, tuvimos que aprender a repensar
nuestras prácticas con esfuerzo, valentía y amor.

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