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INFORME DE TRABAJO EN CUARENTENA

CURSOS: 3°3, 3°4, 4°2, 4°3

MATERIA: Geografía

DOCENTE: VANESA COLOMBO

Es sabido que la pandemia azotó la cotidianeidad no sólo de la escuela, sino de toda la


comunidad donde la escuela funcionaba. Hemos tenido que reacomodar los esquemas
institucionales para que todos los actores involucrados en el escenario educativo inmediato
podamos readaptarnos a las nuevas condiciones con un solo objetivo urgente y primordial:
seguir funcionando.

Y nadie dice que se ha logrado al cien por ciento, pero algo sí es seguro: todos los días
trabajamos incansablemente para acercarnos a nuestro cometido educativo. Y nótese que
hablo aquí en primera persona plural pero no sólo para nombrarnos a nosotros los docentes:
también nuestros alumnos y sus familias y algunas redes institucionales que ya teníamos
tendidas de antemano se han echado al hombro esta tarea no menor de hacer que la escuela
siga funcionando en tiempos de pandemia. Quedaron en segundo plano el acceso tecnológico,
la conectividad, los recursos y materiales con que las familias cuentan para gestionar la
educación de sus hijos, pues la escuela ha puesto a disposición un abanico de posibilidades tal
que quien no hace escuela en el nuevo contexto, es porque no está en su voluntad (todos
sabemos que es fácil mirar para otro lado si no estamos comprometidos con una realidad). No
alego que lo enumerado no sea importante, de hecho, asumo que algún recurso tecnológico
está salvaguardando el derecho a la educación de nuestros alumnos (inclusive el derecho a
nuestra continuidad laboral); lo que quiero decir es que, ante la falta de ese recurso, la escuela
ha buscado la manera de aliarse a las familias para dar continuidad a la tarea educativa.

Tuvimos infinidad de respuestas: los más, están activamente en nuestros grupos de WhatsApp,
en nuestras casillas de correo, en nuestras listas de contacto o a través de familiares que son
nuestro nexo con ellos. Los menos, son los que están, pero nunca aparecen… Nadie ha
quedado en la escuela sin un nexo con ella, excepto el que no ha tenido la voluntad de liarse a
la nueva realidad escolar. Y no digo esto con un tono prejuicioso. Tal vez, a la escuela se le
agrega una tarea educativa más: enseñar a la comunidad que la comunicación es la base de
cualquier acción colectiva que emprendamos… No es fácil. Pero es imprescindible. “Mantener
el contacto” no es sólo responsabilidad exclusiva de la escuela: es tarea de todos. Y si alguien
se ve impedido, la escuela ajustará sus redes, sus recursos, y hasta sus tiempos, hasta lograr
que el inconveniente se neutralice para poder seguir avanzando en su accionar.

Verán: ahora que nuestro espacio físico está ausente, la escuela es más grande. La escuela se
ha expandido. Los docentes trabajamos full time, la mayoría de las familias están pendientes
como nunca de nuestro trabajo y del desempeño de sus hijos. Las familias son la mano
derecha de la escuela ahora. Hemos aprendido (y lo digo también como mamá) –a la fuerza-
que, si la familia está ausente, perdemos un aliado indispensable para nuestra labor.

El trabajo de gestión que hay detrás de una escuela virtual es gigante. Y no por eso dejamos de
realizarlo. No quiero hablar de las condiciones laborales en las que nos encontramos los
educadores porque escapa al objetivo de este informe. Sin embargo, nombrar el problema es
insoslayable…
En mis cursos estamos trabajando mediante WhatsApp y WhatsApp Web para hacer las
correcciones. Al comenzar la primera unidad se inició el trabajo con el dossier elaborado por
las docentes del área. La metodología de trabajo fue la misma. Las actividades se pasaban a
través del grupo de WhatsApp, por fotos, archivos pdf, videos y en algunas ocasiones con un
audio explicativo. No se utilizaron actividades de los cuadernillos, por el momento.

Los alumnos realizan las consultas por mensajes privados y entregan lo solicitado un día
específico de la semana, recibiendo, otro día, las correcciones de forma personalizada. Entre
un 60% y 70% de los alumnos las actividades. Esto varía de semana a semana. A través del
nexo con los preceptores todos los alumnos pudieron ser ubicados y se buscaron todas las
estrategias posibles para acompañarlos en este proceso de educación a la distancia, buscando
mantener el vínculo pedagógico en forma individual y grupal, rompiendo la lógica acumulativa
y graduando las actividades. siempre manteniendo el contacto con quienes tuvieron la
disposición, a través de audios explicativos, mensajes, fotos, capturas, llamadas, etc. Se
imprimieron actividades para quienes no cuentan con acceso virtual permanente.

Se intenta trabajar con consignas que instan a la reflexión y no que llevan a respuestas
literales.

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