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'il tlo¿em¡¿ad

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posmodemidad:
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I
permita- llegar a entender, aunque sea de un modo provisional, el sentido
global de los mismos y nos posibilite una ubicacióh más o menos lúcida
L. Las ideas de la modernidad
en relación con ellos. dn los siglob XVil Y XVIU
Naturalmente sé puede intentar buscar este hilo conductor en muy
de la '
distintas áreas y acudiendo a distintos conceptos; explicarlo todo desdá La modernidad se había gestado en las ci,udades comglciale-s
y sur-
la economía, a partir de la revolución científico-teciológica o postular Baia Eded Media erl las queie habla desarrolládo-el capitalrsmo
una crisis de los valores- sin embargo, estas explicacioneí sueleñ ser un las mismássé-naola on-
eiáo.,ta nueva clabe soóia-l: iq.lurguesía' En
tanto reduccionistas: todo sería conJecuencia d^e ciertos desarrollos pro- Ei"Xa"'i'ii¿ii"¿inl"¡i;;;ii'ii¡;-¿? siglos XV i;'
y con riguras
IVI De estas
ducidos en el área que se privilegia- En lugar de definir . p"'.o u 8""..á*o Leonardb Da Vinci, atisbaban un futuro diferente.
outii¿o el impulso de viajar y conocer- el mundo'
la vez unilateral peispectiva, " "luru,
intentai_una comprensión de
ae Íds pro-
-pala
cesos de cambio, hemos opgdb, en este trabajo, por álgo más difuso
cual "'t"á;;;;iu
;?il d" ;rq¡*;J t J" conocimiento cientíiico. El¡nundose cnsanelm
es considerar como puntode referencia la transiiión, e'i corte o el enfren- ;;; il; g*'; á;s..,í ai es de .4escub r imic". .Ijgljlgg
t"^lf , WF:IV
tamiento modernida.d- posmodernidad que atraviesa las disciplinas v XVI oue penetran ió dut..ir,ocido y aÉréñ"ñilÑás posibilidades al
científicas, pero también las expresiones estéticas, el mundo de los valo- il;;ü; "n
óu.-*"r.iAo
á"r¿r-lto lleva, progre'sivamg{r19"-a-la¡onsti+ueión de
res, -la política, la economía, la-educación y la vida cotidiana. Este *naiai El
corte if,'ñ;ñúiá botéiifíaiio-$o+raphta-anericana.
modernidad- posmodemidad ha resultadó fecundo para entender dife- o."áoÁi"io y poiití.o se despiaza dél Mediterráneo al
rentes áreas sociales y aunque se lo ha aplicado a la'comprensión de la [ii;;;,'; p".onó*ico
Ji, á"i ii gío iVl. pol íticaménte, Ios estados nacion les, a

o"
educación, en general, y a la universidaci en particular, cási no se lo ha
empleado para comprender la crisis de la escuela secundaria y la situa-
;;;;;t;;;áru ".,.utu.l"o, "no,,tt"t g-astos que á la
exigen
multitud11t,"-1!:":T
de condados,
iu -áa"*ihad,ise Van consolidandoÍrente
ción del adolescente en relación con esta institución en las presentes cir- ;";;;;r; ; ñ. ial utori d¡-d- de-los¡eyes^aP oya or qrlE lur guesía' se
a d P
cunstancias. til';;;b;"
"'til r"událes y-enfráta-güss¡E¡entie-alPt'ado
. La- expresión "posmodemidad,, fue ocupando un espacio a partir de ;;úá -ffi"."t
,drigióru" an éiSigmXVl se produce Ia Reforma Protes-
un
los aiios ochenta. Desde su lrso en los mediós de comunüación en primer tur*e. Esta, al defáde; la libre ínterpretación de la Biblia, significa
la religión
término, y en el vocabulario de argunos jóvenes posteriormente, quienes ;;;ld";;"" ui á"ru*ollo del individuo. Con ladeReforma,
la abreviaron "posmo", nos fuimos"habituando a'una parabra que, en casi ;t ".ü;;iu ..".i"".i" individual y se hretira los asunt-os.públi-
h
todos los casos, se emplea con un significado extremaáamente vago.
Comencemos por indagar sus oiíg.r.,es. A fines de los sesená, Alain
;J. i';i il; p";ü;ü Reforma.cuestióna
lo que
suPuesta
9:qi9119"
propend-e al desarrollo
ooÉr"tu v el,valor del trabaio con
Touraine escribe un libro titulado rlsociedad postindustrial; en la década "*uitu A 1a Reforma sigue la Contra-Reforma' la intolerancla'
'del capitálismo.
del setenta se habla_de cul.tql-a posmodema, óon especial ieferencia a la ñ;;!;;;;A-t"ti¿ion, y la rupíura política y religiosa de Europa oc-
arquitectura. De 1979 es el libró de Jean-Francois iyotard , La condición
-
cidental.
heliocén-
posmoderna, donde sostiene la hipótesis de que ól sauér
de estatu- En el sielo XVI Copérnico fostula el sistema astronómiro
""-Liu
to al mismo tiempo que las sociédades entr^an en la llamada edad nosin- tri; ; i"E*pfu"o aé lu .o.r.ép.ión tradicional que.ubicaba a la tierra
dustrial y las culturás en ra edad posmoderna. (1) r-a posÁode;l;;
sería entonces la cultura que correspondería a las sociedades posindus_ ii
.""i- áel universo. poü después, a principios del siglo XVII,
""-á
Culit"o rcalizará astronomía observácional y una lectura matemáticay
triales, sociedades que.se habrían d'esarrollado en los países de la naturaleza estableciendo las leyes de la caída de los cuerPos
"áoitriiri", .
avanzados a partir de los años cincuenta sobre la base de la reÉonstruc_
, f"pi".,-.or.igiendb a Copérnico, enúnciará las leyo". del movimiento
clón de posguerra. Más adelante consideramos en este trabaio las carac_r
;;i;;;iiliur. gh buen'a medida estas ideasquese-abrirán camino lu-
ter'ísticas de estas.sociedades posindustriales y, lo q.r" ,"r.i
objeto de .t u"a.i contra la intolerancia de la lglesia, llevará a Giordano
nuestro especial interés, las de la cultura posmoderna. pero hay
un pun- ii""", a"l""r"r db las teorías de Copérnico y-de la.idea de.la infini-
to d e referen ci a in eJ
lable de. donde a po'sa g{erni@!¿áei6i¡-¡ om b re
:i I
lu¿ aét universo, a la hoguera y qué obligaiá a Galileo a abjurar de
nnaaemlcra$, ra posmodemidua,.o-óT.iLffi-ü3itura, debe enunciará la teoría de la
\.
Xt f l*-arra
por referencia a lo que se denomina ,,modemidad,,, ya sea
;;;..d;i;r. Á iin", delliglo ÍVfi, Newtón moderna'
erávitación universal, paradigma de la física
ji :::l1",li":e
que se.la consrdere como su contrapartida, como su continuidad
o su su_ "- gri" .á"iunto ile-cambio's llevan a una crisis de la concepción
j' p.eracron. lrleshg pranteo nos llevará entonces inicialmente a la considera- -"di;""I á;l mündo centiada en Dios y en co-nsiderares al ser
ción de las ideas de la modemidad en los siglos XVII y XVIII y cuyo auléntico destino la sal-
al replanteo humano una criatura trascendente
y las críticas de esta-s iciebs eñ-eTsigló Xrx;ioste-tro#ente eiá.,ajaremos
desenvolvimiento de las sociedad"es posindustriales
el ;;iil d; su alnia. La modbrnidad va a elaborar una concepción
v la a" la mo- más bien antropocéntrica, menos religiosa y más' profana',Para
demidad; seguiremos desarrollando^las ideas qu" "¡ri, la culrura la cual la auténtica vida es la terrenal y el cuerpo recuPera su lugar
posmodema, para finalizar con una varoración crítica"á.tror-u"
de to exfuesto. al lado del alma.

2
Con la crisis de la concepción medieval del mundo se cuestiotran las orirneros años había admitido como verdaderas una cantidad de opi-
grandes autoridades medievales: la Biblia, la Iglesia y Aristtitt:les. hio.r"r falsas y que lo que después había fundado sobre principios tan
Como contrapartida, con el desarrollo científico, los tiempos nrotler- poco seguros-nó podía ser sino muy dudoso e incierto, de modo que
nos darán progresivamente más importancia a la observación y l.r ex- io" ireciso infentar seriamente, una vez en mi vida, deshacerme de
perimentación que a cualquier autoridad. "rulás opiniones que hasta entonces había creído y empezar entera-
todas
Una descripción literaria de los tiempos modernos en la que se rer- mente de nuevo desáe los fundamentos si quería establecer algo firme
sume buena parte de lo expuesto se encuentra en Galileo GalilL:i, ctbra y constante en las ciencias." (3)
del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, quien pone en boca de Cali-
leo, las siguientes palabras: Descartes afirma que a Io largo de su vida ha considerado como
j verdaderas una cantidad de opiñiones falsas y que todo lo edificado
"Desde hace dos mil años, Andrea, la Humanidad cree que el Sol sobre ellas no puede ser sino dudoso e incierto. De este *9d9, expresa
y todos los astros del Cielo giran alrededor de la Tierra. Pontífices y sus dudas sobie todo aquello que le han enseñado: los principios aris-
cardenales, príncipes y eruditos, militares y comerciantes, alfareros y totélicos y los valores trádicionáles; pero la duda no aqueja a Descartes
artesanos, todos creen estar parados inmóviles, sujetos a una esfera individuálmente, sino que es el señtimiento de la época frente a las
de cristal. Pero ahora nosotros vamos a terminar con todo eso. Se transformaciones que hán tenido lugar. Si el conocimiento tradicional
acerca una nueva era, amiguito, y a mí me gusta pensar que todo em- ha mostrado no sei muy firme, es neiesario " empezar de nuevo, desde
pezó con los barcos. Desde que el hombre tiene memoria, los barcos los fundamentos", es dócir, refundar el edificio todo del saber; por esta
se arrastraron a lo largo de la costa. Pero un día decidieron lanzarse idea de "erI.lpezar de nuevo" es que Hegel considera a Descartes un
mar adentro. En nuestro viejo continente se empieza a escuchar el ru- "héroe" de li filosofía., Para esta iarea es que necesita un método; el
mor de que hay otros continentes, y el hombre descubre alborozado elemento esencial de ede método es iustamente la duda, ahora trans-
que el inmenso océano, tan temido, no es más que un modesto estan- formada en instrumento) no habrá que admitir proposición algurra que
que. Surge entonces el deseo de investigar la causa de todas las cct- no sea indubitable. Para lA misma época la preocupación por el méto-
sas: por qué la piedra cae cuando la soltamos y por qué se elet'a do también está presente eh F. Bacon, filósofo británico. El método es
cuando la arrojamos hacia arriba. Todos los días se descubre algo concebido pot uttrbor como un camino para descubrir nuevas verda-
nuevo, y si bien ya se han explicado muchas cosas, lo que queda por des, a diferencia del silogismo que sólo permite convalidar 1o ya sabi-
explicar es muchísimo más todavía. Por eso, una gran tarea le esPera do, y como un conjunto de procédimientos sencillos que cualquier Per-
a las nuevas generaciones. Una vez, cuando era joven, vi a dos alba- soná podría aplicár. Estas características implican una democ_ratiza-
ñiles que, luego de cambiar ideas tan sólo cinco minutos, sustituye- ción ciel saber'y una concepción revolucionaiia para la época. Inicial-
ron la costumbre milenaria de mover los bloques de granito por Lrna mente Descartes duda de todo, y, en ese momento, aparece como un
nueva y más razonable manera de disponer las cuerdas y las polcas. escéptico, pero profundizando en la duda descubre.que en tanto que
En ese momento me di cuenta de que el tiempo viejo había termina- dudá piensa y si piensa existe. "Pienso luego existo" se constituye en
do y de que estábamos ante una nueva época. Pronto la Humanidacl la primera \rerAu.i. La primera certeza es Ia exis-tencia-del yo.que pien-
entera sabrá exactamente dónde habita, en qué clase de cuerpo celes- sa. La misma existencia de Dios y la del mundo se derivarán de esta
te le ha tocado vivir. Al hombre ya no le alcanza con lo que dicen los verdad. Nunca antes de Descartes se le había dado un papel tan fun-
viejos textos, y donde la fe reinó mil años, hoy reina la duda. 'Sí, los damental al sujeto pensante. La preeminencia del rnismo será el signo
libros dicen eso, pero ahora yo quiero mirar con mis propios ojos', fundamental de casi toda la modernidad'
piensa. Hasta las verdades más respetadas son puestas en tela de jLri- Mientras en Europa continental se desarrolla el racionalismo, en In-
cio, y ha empezado a soplar un viento que levanta las doradas vesti- glaterra crece vigorosamente otra rama de la filosofía moderna: el em-
duras de príncipes y prelados, dejando al desnudo piernas más gor- se halla fundado en la
[itb*o. Según él empirismo, el conocimiento
das o más flacas, pero exactamente iguales a las nuestras. Yo te ase- bxperiencia"y por expériencia, en última instancia, se entiende algún ti-
-guro, Andrea, que antes de morirnos vamos a oír hablar de astrono- po de infotmáción sbnsorial. Para los empiristas no hay ideas innatas;
'mía
hasta en los mercados." (2) por el contrario, la conciencia es una tablá rasa, uu papel.en blanco por
óscribir y quien escribe es la experiencia I-a escuela ernpirista britáliica
incluye á É. Bu.ott, contemporáneo de Descartes, j. Locke, G' Berkeley
Es en este contexto que Ddscartes inicia sus Meditaciones metnl'ísi-
la filosofía mo- y David Hume.
cas, de 1.641., con las que se considera que comienza
Ya en el siglo XVIII los empiristas británicos por boca de Hume,
derna diciendo:
mucho rnás drasticamente que Descartes, afirmaban:

"Hace ya algún tiempo que me he dado cuenta de que desde mis "Si procecliéramos a re|il ,rI las bibliotecas convencidos de estos
principios, ¡qué estragos no haríamosl si cogemos cualquier vollnncn
en cambio, se identificará con cualquier otro ilustrado en cualquier
de Teóiogía ó metafísica escolástica, por ejemplo, preguntemos: ;(-orr-
continente.
tiene algiin razonamiénto abstractosobre la cantidad y- el ntirno:o? En materia de religión, los ilustrados son librepensadores, en su
No. ¿Contiene algún razonamiento experimental acerca de cuesticlnes mayor parte no se trata de ateos, pero está muy extendida la idea de
de hecho o existencia? No. Tírese entonces a las llamasr pü€s no pLle-
uná religión natural o deígmo. Esta posición sostiene que en el fondo
de contener más que sofistería e ilusión." (4)
de las distintas religiones históricas habría una religiosidad racional
común. Las distintas tradiciones históricas deformarían ese núcleo na-
Si se repara que todavía en el año 1600 Giordano Bruno había sido
tural llevando a la superstición y el fanatismoi Dios, denominado pre-
quemado por la Inquisición por adherir a las ideas de-Copérnico cn
ferentemente "Ser supremo", es considerado el gran arquitecto, punto
cbntra de las verdades reveladas de la teología, es notable y sintorná- de referencia último para la explicación del universo.
tico de un cambio de la mentalidad imperante que sólo ciento cin- La Revolución Francesa con su lema "Libertad, igualdad y frater-
cuenta años después Hume, en nombre de los principios del empiris-
nidad" y la democracia política son deudoras de la Ilustración y for-
mo, se permita sugerir, metafóricamente, que los libros de teología o man paite del núcleo de las ideas de la modernidad que tanto influ-
metafísica escolástlca pueden ser quemados sin ninguna pérdida yen en nuestra Revolución de Mayo y, en general, en el proceso inde-
La tradición racionálista francesa, el empirismo británico y el desa- pendentista en Hispanoamérica.
rrollo de las ciencias son en el plano de las ideas las fuentes de las que - Una esfera particularmente importante en el desarrollo de la mo-
se nutre el Iluminismo, o filosbfía de la ilustración, en el siglo XVIII' constituida por el campo de las ideas éticas. Las normas
dernidad está
Esta corriente de pensamiento defiende una razón que se ap.oya en la
morales y jurídicas de un pueblo se originan generalmente a partir de
experiencia, que va de lo singular a lo universal, de los hechos a los las tradióiones religiosas..Durante siglos se concibió al Estado como
principios y que, cadavez más, va tomando a la ciencia natural como dotado de una religión oficial. En la Europa medieval, más allá de las
bl moáelo de-todo conocimiento. El auge de la burguesía, el desarro- diferencias entre los distintos pueblos que la conforman, la religión
llo del capitalismo y las revoluciones inglesa, norteamericana y fran- católica es la fuente de las normas morales y jurídicas, las cuales dejan
cesu consiit.,.yen el marco económico, social y político en el que se for-
poco margen para el desarrollo de ideales de vida individuales que
man las ideaá iluministas, ideas que a su vez van a ejercer decisiva in- contradigan las tradiciones sociales. En ese marco, las minorías mu-
fluencia en la sociedad en general y en los procesos revolucionarios sulmana y judía son apenas toleradas. Con la Reforma Protestante y
mencionados en particular. las guerrás'de religión del siglo XVII se quiebra la unidad religiosa y
En¡TSI comeñzó a publicarse la Enciclopedia o Diccionario Razonado la idea de fundamentar la moral y el derecho en la religión cede su
de las Ciencías, de las Artes y de los Oficios, bajo la dirección de Diderot paso entre los iluministas a una concepción que busca establecer nor-
y D'Alembert, que buscaba reunir y sistematizar todos los conoci- mas universales fundamentadas racionalmente. El progreso que ha
inientos, incluidos los pertenecientes a los oficios y las artes mecáni- proclamado la ilustración tiene en el dominio de la moral un ámbito
cas, para difundirlos entre los contemporáneos y trasmitirlos a la pos- privilegiado y, en esta esfera, el progreso consistirá en buscar estable-
teridad "para que nuestros nietos, al convertirse en más instruidos, iut trorY*ur qlu, ut lugar de ,raler pala un pueblo o una cultura deter-
lleguen támbiéñ a más virtuosos y m4s felices". Característica de la minadas, valgan para todos, sean universales y, en vez de estar basa-
En'ciclopedia y del movimiento ilustrado es la idea d-e que el conoci- das en la traáicién o en la religión, tengan un fundamento racional.
miento es útil, debe divr-rlgarse y tiene un carácter liberador, Pues, a En realidad, los requisitos de racionalidad y universalidad se comple-
mayor instrucción corresponderá mayor virtud-y mayor felicidad; en mentan.
la áivulgación del conocimiento los ilustrados_ le asignarán-ul Papel La ética de Kant, expuesta enlaFundamentnción de la metafísica de las
privilegiádo a la educación y, en particular, a la escu-ela y al libro. La costttmbres y en lg Crítica de la rszón práctica va a constituir el más ela-
éd,rcacIón debe ampliarse a'"todas las condiciones". Merced a la mis- borado intento p$r construir una ética universal de naturaleza racio-
lograr un fu-
ima y al desarrollo de las ciencias, la humanidad.puede nal.
ituro mejor: progresar, tanto material como espiritualmente. En lugar
Según Kant puqde haber muchas cosas buenas como el valor, la de-
de ubicár .rña edad de oro en el pasado, en algún pasado remoto y cisión, la perseverancia y otras muchas cualidades, Pero ninguna de
perdido, mito común a varias culturas, Ios iluministas creen que es ellas puede ser llámada'buena sin restricción, porque cualquiera de
;|osible lograr, en el futuro, una humanidad más libre de los condicio- estas iualidades pueden llegar a ser malas y dañinas si la voluntad
i namientoJde la naturaleza. En general, los ilustrados ven al progreso
que ha de hacer uso de ellas no es buena. Una voluntad buena, en
como una posibilidad de la hurnanidad, y no como una marcha ilre- cámbio, lo es en cualquier circunstancia y con independencia de que
xorable de la misma hacia algo mejor. El iluminismo tiene una voca- alcance un fin propuesto, No importa el éxito de la acción. Así, por
ción universalista, sus ideales son de tipo universal, el ciudadano ejemplo, si hago todo 1o posible por ayudar a una Personay finalmen-
ilustrado rechazará los prciuicios de taza, nacionalidad o religión y, te frácaso en el intento, esto no diminuye el valor moral de la acción.
La buena voluntad es buena cuando obra no por inclinación, es decir, una síntesis del significado del Iluminismo con las siguientes palabras:
siguiendo alguna tendencia de nuestra sensibilidad, sino cuando obra
por deber. En nuestras acciones podemos obrar en forma contr¿lria al "El proyecto de modernidad formulado por los filósofos del ilumi-
deber, siguiendo alguna inclinación, por ejemplo, cuando no ayudo a nismo en el siglo XVIII se basaba en el desarrollo de una ciencia objeti-
una persona que se encuentra en apuros porque privilegio mi comodi- va, una moral universal, una ley y un arte autónomos y regulados por
dad. También puedo obrar de acuerdo al deber, pero por inclinación, lógicas propias. Al mismo tiempo, este proyecto intentaba liberar el
cuando ayudo a una persona, pero lo hago porque soy amigo de ella. potencial cognitivo de cada una de estas esferas de toda forma esotéri-
Finalmente, puedo obrar simplemente por debei cuando ayudo a una ia. Deseaban emplear esta acumulación de cultura especializada en el
persona porque el deber manda ayudar a un semejante. Sólo estas írlti- enriquecimiento de la vida diaria, es decir en la organización racional
mas acciones merecen la calificación de moralmente buenas. Las con- de la cotidianeidad social." (6)
trarias al deber son moralmente malas y las que se efectúan de acuer-
do con el deber, pero por inclinación, son moralmente neutras. Así, Como se habrá advertido, el conjunto de ideas gestadas en los siglos
por ejemplo, Kant analiza el caso de los actos de beneficencia y señala XVII y XVIII constituyó una concepción del mundo alternativa a la
que hacer beneficencia es un deber pero que en realidad muchas per- cosmovisión cristiana indiscutiblemente hegemónica en el medioevo y
sonas experimentan un cierto regocijo al efectuar la beneficencia; en se tradujo en instituciones y pautas concretas de conducta que orienta-
consecuencia, obran de acuerdo al deber, siguiendo una inclinación, ron la vida de los hombres en todo el mundo. América no fue ajena a
pero no por debei y su acción, aunque no es moralmente reprochtrble, este proceso y en ocasiones se consideró que la modemidad tenía.más
tampoco es digna de que se le adjudique valor moral. posibilidades de plasmarse integralmente por constituir un territorio
Kant define al deber como la necesidad de una acción por respeto a Virgen en el que sería más fácil organizar la sociedad desde las pautas
la ley. Se refiere a la ley moral universal que 7a raz6n práctica da a la modernas. El proceso de revoluciones independentistas que desde fi-
voluntad y que dice que "...no debo obrar nunca más que de modo nes del siglo XVIII se desarrolla en el continente es expresión del clima
que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley universal" de ideas de la modernidad.
(5). Esta ley, a la que Kant llama imperativo categórico, quiere decir
que no debo obrar sino de acuerdo con máximas que puedan univcl-
salizarse. Só1o obro moralmente bien cuando puedo querer, es decir, 2.El siglo XIX: críticas y replanteos de las ideas
aceptar por propia convicción como obligatorio para mí, que el princi- de la modernidad
pio de mi querer se convierta en ley válida para todos. Así, por ejem-
plo, supongamos que en determinadas circunstancias puedo obtener
un beneficio diciendo una mentira, mi máxima podría expresarse así: En 1o económico-social, el siglo XIX es la época de la consolidación
"En caso de que me sea útil diré una mentira". Esta máxima puede del desarrollo industrial iniciado en la segunda mitad del siglo ante-
servirme, pero, según Kant debo generalizarla y pensarla como si fue, rior, con la aplicación en gran escala de la máquina de vapor a las co-
ra una ley que dijera: "Cualquier persona, en caso de que le sea útil, municaciones y la producción. Con la Revolución industrial se desa-
puede decir una mentira". Al universalízatse, se advierte que esta má- rrolla un nuevo sector social, el proletariado o la clase obrera, que tra-
xima no puede valer como ley general, pues, si todos mienten, la mis- baja en las minas de carbón y en las fábricas y que va a librar impor-
ma mentira ya no sería eficaz. La máxima, en resumen, no es moral- tantes luchas sociales, que en algunos momentos se transformarán en
mente buena. Lo moralmente malo consiste en que el sujeto se permita luchas políticas. Todo el período está marcado por un ascenso cons-
acciones que no les permite a los demás. tante en todos los países europeos de Ia burguesía. En todas partes es
El imperativo categórico se constituye así en el fundamento racional su capital el criterio que sitúa a los individuos dentro o fuera de la
de las normas morales que la modernidad buscaba. Ante la necesidad misma. La burguesía, por una parte se opone a la nobleza; por la otra,
de obrar, el sujeto racional debe preguntarse si la máxima con la que se opone a las reivindicaciones obreras y popularés, siendo ella mis-
se está guiando es universalizable o no. La ética kantiana es a priori, ma heterogénea y tejiendo alianzas alternativamente con uno u otro
puesto que el imperativo categórico no depende de condiciones o cir- sector social.
cunstancias empíricas, es formal porque lo que enuncia es la condición En el plano político la primera mitad del siglo XIX oscilará entre la
general a que deben someterse las acciones para ser consideradas mo- revolución y la restauración, entre las repúblicas o monarquías consti-
ralmente buenas, pero no dice en concreto o en particular qué es kr tucionales y las monarquías o imperios absolutistas. Ya en la segunda
que debe hacer cada individuo; precisamente por dejar librada a car1.r mitad, la revolución política se desvanece y lo que predomina es el
individuo la elección de las máximas, con la sola restricción de quc despliegue del capitalismo en el mundo,
sean universalizables, la ética kantiana es autónoma. La restauración, después de la derrota de Napoleón en 1815,
reacciona contra el Iluminismo. De Maistre y de Bonald, pensadores
Jürgen Habermas, filósofo alemán de la escuela de Frank fr.Lrt, realiz.r
movimiento más literario que filosófico y que dará grandes poetas co-
tradicionalistas, desechan la posibilidad de que el hombre progr¿rme
mo el inglés Byron o el italiano Leopardi.
racionalmente la sociedad. Ef segundo de los nombrados afirma: "El
La crítica de la modernidad en el siglo XIX iniciada por el romanti-
hombre no puede dotar de una constitución a la sociedad poiítica, co-
cismo culminará en su segunda mitad con el pensamiento de un filó-
mo tampocó puede dotar de gravedad a los cuerpos o de exteusión a
sofo extremadamente corrosivo: Federico Nietzsche. Para éste, la filo-
la materia". (7)
sofía occidental, con excepción de Heráclito y otro puñado de filóso-
En una orientación similar, para la Escuela histórica del derecho
fos, ha sido una filosofía del ser que busca un fundamento absoluto y
que se desarrolla con fuerza en Alemania, la generación anterior care-
que se ha olvidado del devenir, una filosofía del concepto que ignora
iía de "sentido histórico". Se desenvuelve el nacionalismo que consti-
lá vida y la voluntad de vivir, una filosofía de la razón que se opone al
tuirá una fuerza política importante en el siglo XIX y que enfatiza co-
testimonio de los sentidos. Nietzsche también critica la moral por stl
mo elementos diferenciadoies de la nación los aspectos geográficos,
antinaturalidad, por su oposición a la vida, por condenar los instintos
étnicos, religiosos y lingüísticos, reivindicando el aolkgeist, el cspíritu
y por constituir una evasión del mundo real, de las condiciones con-
del tradiciones nacionales.
. oueblo, v las aunque cretas de existencia. En realidad, la moral tradicional es para Nietzs-
Én.euticíad, el siglo XVIII, llamado el "siglo de las lttces",
che una moral de esclavos que exalta el dolor, la pequeñez, la humil-
es el siglo del auge de la razón universalista y de la idea de.prtrgreso,
dad, la amabilidad, la bondad,la objetividad, el amor al prójimo y que
no faltárán en el mismo tendencias que cuestionarán tanto la idea de
niega la que sería una moral de señores que apreciaría la vida, el po-
pfogreso como la posibilidad de una razón universalista en el planrl der, la grandeza, el placer,la virilidad. La moral tradicional ha signifi-
práctico y aun en el teórico.
^ Exprésión de estos cuestionamientos a la modernidad es el alemán cado un ascenso de los valores de los débiles; el liberalismo, la demo-
cracia, la Revoluci.ón Francesa y Ios movimientos sociales del. siglo
Johanñ G. Herder quien en su Filosofía de Ia historia para Ia educnción cle XIX se inscriben en esta línea valorativa a la que Nietzsche opone la
la htmnnidnd sostiene Llna concepción providencialista de la historia voluntad de vivir que es el mayor desmentido a la objetividad, al
en la que cada pueblo debe desarrollar sus Plopias institttciones y for-
igualitarismo, a la piedad y a la compasión. Vivir es arriesgar la vida y
mas espiritualés que le son características. Para Herder, cada ópoca vivir peligrosamente. La crítica de la religión comienza por hacer no-
constituye una plénitud en sí y no hay progreso_en la historia. Las tar que la religión nace del miedo. El cristianismo invierte los valores
ideas deHerdefse ampliarán y desanollarán en el romanticismo ¿r1e- greco-romanos y destruye ios valores de los pueblos germánicos, la
mán del siglo XIX, cuyos ideaies se contrapondrán marcadamerrtc al bestia rubia, el germano bárbarc, es domesticado. E1 cristianismo sig-
Iluminismo del XVI[. nifica la pérdida del sentido de la tierra, la pérdida de los instintos y
Mientras el lluminismo se identifica con 7a rcz6n y la ciencia, el ro- la introducción de los valores mezqtrinos, propios del rebaño, y de la
manticismo tiene una mayor inclinación por la emoción, Ia fuerz'a,Ia noción de pecado, una idea que atenta contra los instintos de la vida.
sensibilidad y lo instintivo. El romanticismo privilegia la excitación y Para que el hombre viva, Dios ha de morir; para que la vida fl,orcz-
la aventura ala tranquilidad y la seguridad; aprecia las p_asiones fr-rer- ca en la tierra, no debe haber más allá. Pero Dios ha rnuerto como fru-
tes y destructoras amor romántico- que pueden culminar.con la
-é1 Lo estético es más valorado que 1o utilitario. to de la modernidad. A través de las experiencias del antropocentris-
muórte del enamorado. mo del Renacimiento, el racionalismo desde Descartes, el poder del
Los románticos admiran lo exótico y 1o misterioso que se identifica pueblo con la llustración y del auge de la ciencia con el positivismo,
con lo remoto, 1o asiático, 1o antiguo, lo primitivo, la naturaleza, y rei- no hay lugar para Dios en la cultura moderna que es una cultura secu-
vindican la Edad Media y sus historias de castillos y brujas. se iclcali- larizada. Hemos matado a Dios.
zan las labores campesinas y se condena el industrialismo -en ul1a Como resuitado de la muerte de Dios, el hc'¡mbre moderno ha llega-
época de pleno desárrollo industrial- que se asocia con 1a fealdad. do al nihilismo que significa una falta de metas, una falta de respues-
Li personálidad debe liberarse de la moralidad y_los c.onvenc.ionalis- tas a los porqué que se habían respondido desde Dios. Nos hallamos
mos sociales al servicio del orden. Hay un culto del héroe y del gran perdidos. No hay posibilidad de obrar a partir de un fundamento sóli-
hombre que vive la vida intensa y arriesgadamente. Políticamerrte el do. La experiencia del nihilismo se acentuará en la experiencia vital
romanticismo es antiuniversalista y nacionalista, considerando que la del siglo XX después de las dos grandes guerraÉ mundiales y todos
nación es una especie de organismo que Posee un alma o^espíritr-r que sus horrores.
la anima, siendo los individuos miembros de la misma. Separados de Pero el siglo XIX no es todo romanticismo, sino que en buena
la nación, los individuos no son nada, pierden sus "taíces", para llsar medida puede entendérselo como una continuación crítica de la línea
una metáfora naturalista frecuentemente empleada por los romántictls. que arráncando con Descartes'y e1 empirismo británico se prolonga
El romanticismo es fuertemente antiliberal en la medida en que cl li- hasta el Iluminismo y Kant. Tres son los grandes pensadores que ex-
beralismo considera a la sociedad como la suma de los individuos y presan esta continuidad crítica respecto de ia Ilustración: Comte,
defiende los derechos de éstos. Como contrapartida, es fuerteme-'ntc Hegel y Marx.
aristocratizante. Por sus propias concepciones, el romanticismo es ulr
Augusto Comte funda el positivismo en la primera mitad del siglo desarrollo los desórdenes sociales de su época. Naturalmente, el atra-
XIX. fQué significa."positivo"? Comte dice que positiv-o significa 1o so de la sociología se explica por la complejidad del objeto de que se
real fiente a lo quimérico o 1o fantástico, lo real es lo dado en la expe- ocupa: el hombre en sus relaciones sociales, lo que ha hecho que toda-
riencia; positivó también significa lo útil, frente'd lo ocioso, con 1o vía no haya llegado al estado positivo. Cuando la sociología ingrese,
cual Comte defiende una cbncepción instrumentalista del conoci- con Comte, al estado positivo, la humanidad en su conjunto habrá in-
miento que tiene fuerza por lo ménos desde Bacon; positivo significa gresado al tercer estado. Esta concepción de las ciencias sociales como
también-lo preciso, contra lo vago, 1o indefinido; positivo es lo cons- áesarrollo de las ciencias naturales es típica del positivismo.
tructivo, lo organizador, frente a lo destructivo; por último, positivo En la sociología de Comte se distinguen la estática y la dinámica
es lo relativo, Irente a 1o absoluto, conocimiento de fenómenos, no de social. La estática social estudia al individuo,la familia y la sociedad
esencias. desde la perspectiva del orden, es decir, desde la estructura que le da
El punto de partida de Comte es una filosofía de la historia que se a estos objetos estabilidad y ffumeza La dinámica social, en cambio,
resume en la ley de los tres estados. En el estado teológico se explican estudia el progreso; es decir, el cambio, el pasaje de un estado a otro.
los fenómenos por medio de seres sobrenaturales, Sus fases son el feti- Cada estado (teológico, metafísico y positivo) constituye una situa-
chismo, el poliieísmo y el monoteísmo, y se corresponde con ull po- ción transitoria, a excepción del último, que es el estado definitivo.
der espiritual teocrático y un poder temporal monárquico unidos en En una línea de pensamiento muy distinta de la de Comte, Hegel,
un estádo de tipo militar. El estado metafísico afranca del monoteís- en los primeros años del siglo XIX, en su Filosofía de la historia, trata de
mo y despersonaliza la fuerza divina, y la causa de los fenómenos pa- demostrar que.el mundo de la voluntad no está sometido al azar, que
,u.á ,". ideas abstractas o principios iacionales. Es un péríodo crítico lo que sucede en la historia tiene un carácter racional, que hay un es-
en el que irrumpen las fuerzas negativas, disolventes de la intcligen- píritu que se está desenvolviendo en la historia. La primera categoría
cia. En el estadó positivo la especulación metafísica es sustituida por que surge al pensar el proceso histórico es la de "vaÍiación",1a de que
una investigación de los fenómenos limitada a la búsqueda de sus re- en la historia todo pasa y nada permanece: "En la historia caminamos
laciones. Erieste estado, los sabios o científicos pasan a desempeñar el entre las ruinas de lo egregio" (8); pero a la categoría de variación in-
poder espiritual que antes ejercieran los teólogos y los industriales cesante, sucede la categoría del "rejuvenecimiento": de la muerte sur-
-ocupan ge una nueva vida, como en el mito del ave fénix; pero la nueva vida
el poder témporal que en el primer estado ejercieran,lc)s mo-
narias. Está reivindicación de los industriales es de origen sait]tsimo- no es idéntica a la anterior, la nueva vida encarna otro momento en el
niano y en ella se expresa el carácter burgués y la aguda perccpción desarrollo del espíritu, el espíritu se sublima. Cada pueblo, según He-
de Comte de la impoitancia de este nuevo sector social que se está de- gel, encarna un momento en el desarrollo del espíritu y ningún indi-
sarrollando con la revolución industrial. El pasaje por los tres estados, viduo puede saltar por encima del espíritu de su pueblo. El papel de
además de una dimensión social tiene una dimensión individual: el los grandes hombres de Ia historia es encarnar o interpretar adecua-
niño es un teólogo; el adolescente, un metafísico; y el adulto, un cien- damente el espíritu del pueblo,'éstos son los conductores de los pue-
tífico o una mentalidad positiva. blos, como Napoleón, por ejemplo. En realidad, los grandes hombres,
La ciencia, para el positivismo, se aPoya en una metodología gene- creyendo perseguir sus propios fines, su gloria, cumplen con el papel
ral de tipo ináuctivista. Los hechos singulares son conocidos por la asignado por la historia. A esta superposición entre el fin de la histo-
observación y la experimentación; no hay conocimientos a pr-iori; po¡ ria y el fin subjetivo, Hegel la llama la argucia de la razón. Con estas
vía inductivá se pubden llegar a establecer leyes que no explican los categorías analiza el papel desempeñado en la historia por cada pue-
fenómenos, sino que describen las regularidades observables en los blo o cultura, desde China e India hasta los pueblos germánicos, con-
mismos. La cienciá tiene un carácter instrumental, es valiosa porque siderando que "América es el continente del porvenir", es decir, que
sirve a la técnica y a la industria. todavía no ha ingresado en la historia universal pero lo hará en el fu-
Las ciencias sé ordenan en una jerarquía que tiene en su base a la turo. A grandes rasgos, Hegel ve en el desarrollo histórico una mar-
ciencia más general, menos compleja y que ha alcanzado en primer cha hacia mayores grados de libertad. En los grandes imperios orien-
término el esiado positivo: la matemática; apoyándose sobre la mate- tales, uno solo, el emperador, es libre. En las polis griegas y la repú-
mática se encuentia la astronomía que es un poco menos general y blica romana, muchos, los ciudadanos, son libres. El cristianismo pro-
poco más compleja que la matemática; a continuación se hallan la físi- clama la igualdad de los hombres ante Dios y, con la reforma protes-
ia, la química,^la biología y, finalmente, la sociología. Esta última es la tante que reivindica la libre interpretación de la Biblia, los pueblos
más compleja, la menos general y la menos desarrollada, germánicos encarnan eI mayor grado de libertad alcanzado.
La sociológía es concébida por Comte como una ciencia natur¿rl, la A mediados del siglo XIX, Marx construye su filosofía sobre la base
denomina "física social" y tiene por objeto establecer las leyes qut. ri- de las doctrinas de la filosofía clásica alemana, la economía política
gen el desarrollo social como el de un organismo vivo. Comte lamen- inglesa y el socialismo francés. De la filosofía alemana Marx rescata
ta que la sociología todavía esté en pañales y atribuye a este esc¿lscr buena parte del pensamiento de Hegel y Feuerbach, un filósofo de la
izquierda hegeliana. De la economía política británica, Marx toma la rnuchas veces desvirtuadas al llevarse a la práctica y hasta habiendo
teoría del trabajo como base del valor, teoría ya enunciada por Adarn engendrado criatrtras monstruosas, su sello se encuentra presente en
Smith y David Ricardo. Desde la revolución de 1789, Francia había si- las"instituciones políticas y las prácticas sociales desde la salud a la
do el cáldo de cultivo de doctrinas socialistas con figuras como Babeuf, educación, en los valores, las creencias y las actitudes de millones de
que ya en1789 levanta las banderas rojas y que termina guillotinado, o hombres por todo el planeta. Cuando Charles Chaplin,,en-plena Se-
Saint-Simon y hechos políticos de la envergadura de la Comuna de Pa- eunda Gúerra Mundiil, en "El gran dictador" llamaba a luchar, lo ha-
rís de 1871, primera experiencia de una insurrección obrera y popular ííu puru liberar al mundo y acabar con las barreras, los odios y ld into-
que logra controlar París durante unos meses. Este pensamiento socia- lerancia ttniversalista-r por un mundo con raciocinio y en de-
mocracia,
-ideal
en el que la ciencia y el progreso nos conduzcan a la felici-
lista es calificado por Marx como socialismo utópico/ como una exPre-
sión voluntarista al que opondrá ei socialismo científico. Mientras los dad, es decir, levantaba todavía los grandes ideales de la modernidad'
socialistas utópicos imaginaban al socialismo como una vuelta hacia Terminada la guerra... ¿se realizaron estos ideales? y 1o que es más im-
un pasado más simple, Marx lo entiende como el avance hacia un portante ¿continuaron o continúan, los mismos, iugando un papel
mayor grado de complejidad y desarrollo social, posibilitado por el brientador, siendo movi lizantes?
capitalismo. Para contestar estas preguntas debemos detener por ahora el reco-
Según Marx, el modo de producción capitalista lleva a una concen- rrido por las ideas de lá modernidad y pasar a considerar los cambios
tración de la burguesía cada vez menos burgueses, cada vez clue eñ el orden económico social permiten hablar de sociedades pos-
-habrá de la inmensa mayoría de Ia socie-
más ricos- y a la proletarizactín ihdustriales, que constituyen el ámbito en el que se desarrollan las
dad, a una socialización cada vez mayor de la producción en grandes ideas de posmodernidad.
establecimientos industriales, y conduce a crisis de superproducción
con inevitables recesiones. De las condiciones en que se desenvuelve el
modo de producción capitalista surge la necesidad de un nttevo modo
de produición: el socialismo, en el cual se establecerá la propiedad co-
lectiva de los medios de producción y desaparecerá la burguesía cotno
clase social. El proletariado, a través de la revolución social, puede y 3. Sociedades posindustriales y cultura
debe acelerar el proceso de surgimiento de la ntteva sociedad. Las posmoderna
ideas de Marx inspiraron la mayor parte de los procesos revoluciona-
rios del siglo XX.
Hegel, Marx y Comte expresan, cada uno a su manera/ un pensa- Podemos ahora volver atrás y recordar que, para Lyotard, la posmo-
miento que cree ver en el desarrollo histórico de la humanidad una dernidad sería ttna edad de la cultura que se correspondería con un ti-
cierta lógica: desarrollo del espíritu, lucha de clases y pasaje de la ig- po de sociedad a la que se llama sociedad posindustrial. Para compren-
noranciaal conocimiento, respectivamente. Los tres además confían en der entonces la cultura posmoderna, debemos ahora presentar sucinta-
que la humanidad puede progresar, y en algún caso hasta afirman que mente las sociedades pósindustriales, el marco en el que se gesta la cul-
el progreso se ha de producir inexorablemente, aunque definen este tura posmoderna.
progreso de manera distinta: el reino cle la libertad bajo la monarquía Lá sociedad posindustrial, también llamada capitalismo tardío, era
ionstitucional pata Hegel, el estado científico-positivo en el que la so- tecnotrónica, se habría desarrollado fundamentalmente en los países
capitalistas avanzados ltrego de finalizada la segunda guerra mundiai,
ciedad es dirigida por los industriales para Comte y la sociedad socia-
lista producto de la lucha de clases para Marx. Los tres tienden a pgn- deide los años cincuenta en adelante y se caracterizaría Por un notable
desarrollo de las fuerzas productivas través de la automatización y
sar en términos de la humanidad en su conjunto y aLlnque a ellos les
interesa el desarrollo del individuo y su libertad, encltentran las posi- la cibernética- que produciría una -a enorme riqueza material, y una
bilidades de realización del mismo inscibiéndolo en proyectos colecti- profunda modificáción en la composición de las clases sociales: dismi-
vos. También con grandes diferencias entre sí, Hegel, Marx y Comte ñución de la cantidad de obreros agrícolas e industriales, aumento de
profesionales liberales, técnicos, científicos y empleados, Las socieda-
cuestionan las ideas iluministas y la revolución francesa, Pero sus teo-
des industriales se habían desarrollado sobre la base del modelo taylo-
rías se desarrollan tratando de corregir, mejorar y superar estas icleas
que son el punto de partida de los tres. Es Por eso que los considera- rista de producción en grandes series, la línea de montaje que tan fácil-
mos como éxpresiones de la modernidad que aunque producidas en el mente sé asocia con la producción de los sólidos Ford T, y que en su
siglo XIX, tendrán una gran influencia a lo largo del siglo XX. momento satirizara Cháplin en "Tiempos Modernos"; en cambio, en
las sociedades posindustiiales predominaría la producción de, relativa-
Desde Descartes hasta Marx, las ideas de la modernidad surgidas
en interacción con la lucha política y el desarrollo científico- tecnológi- mente, pequeñas series de articulos que son fabricados para una dura-
co modelaron el mundo en el que vivimos. Aunque en Pugl1a entre sí, ción mücho más breve, ya que la constante innovación tecnológica los
consumismo como mejor pueden y Pafa ello construyen_palacios de
tornará obsoletos rápidamente. Dicho en forma gráfica.: y? "9 hqy .á-ptut amurallados en medio de la suciedad y la escualidez de sus
;;;; p;;r modelos he televisores o heladeras repétidos hasta el infi-
pretende- qu€ estos artícu- ciudades".
,",itó, r'itro una infinita variedad; tampoco,ge
vayan a "durar toda la vida", sinb un corto período detiempo por-
los Las líneas de producción y comercialización correspondientes a las
árr" pío'to serán reemplazados por modelos más avanzados. Por otra sociedades posindustriales requieren actualización e innovación cons-
dartá, el sector terciarió, la prodücción de servicios concentra la
mayor re'
la industria au- tántes, deciéiones rápidas y deicentralizadas, incompatibles con los
activa, porque
parte de Ia población econbmicamente
más capacitado' En ,írrr"r,"r fuertemenfe burocráticos de la unión soviética y los países
personal pero mucho
iomatizada necesita menos
fundamental E"l grt" que habían resuelto exitosamente, en cambio, los problemas
.ont"*to, el conocimiento es la fierza de producción correspon-dientes a una sociedad industrial, hasta los años cincuenta o
"ri"
v la información v su adecuada circulación ei imprescindible para el sesenti. La decadencia de estos regímenes a finales de los ochentapue'
á*ito ¿" los empíendimientos económicos. También _la producción áe explicarse como el resultado de no haberse adaptado a las condicio-
ugtopu"rruriu rrir" importantes modificaciones: conünúa el desarrollo nes db la época posindustrial, lo que hizo que sus economías dejararr
á?fá i"."ificación, pbro hay mucho.más cuidado en el -e.mpleo de J" t"r competitiúas internacionalmente y se abriera un abismo entre la
ugroq"imicor, upr".iáttdose una producción más "natural", libre de ápulencia áel consumo entre grandes sectores del oeste y la austeridad
uE".rüu contaminantes' Los cultivos orgánicos, sin embargo, no suPo- en el este.
;il; retorno a métodos artesanaleslsino, por ejemplo, un control Estos cambios en 1o económico han significado una modificación
biológico de plagas que requiere un gfan conocimiento de las distintas importante en varios otros órdenes y, en particular, han implicado
esoecies V una tecnoiogía capaz delnterferir en su reproducción sin ,,,róuur demandas al sistema educativo, ya que la producción necesita
ni'."riduá de rociar los"cultjvbs con productos químicos de alta toxici- un trabajador que tenga una buena.formación general que le permita
dad. adaptarje a nué,ras teáoiogías a lo largo de- su vida productiva; la co-
Las modificaciones tienen lugar no sólo en la faz productiva, sino mercialización requiere un empleado más calificado.
también en la comercialización de millones de mercancías en la que se Como ya se dijó, las sociedádes posindustriales se han desarrollado
desarrollan nuevas y sofisticadas formas de marketing. El supermer- plenamente en los llamados países capitalistas avanzados en la segun-
cado tradicional, por ejemplo, en el que se compra y vende masiva- da mitad del sigio XX. sería allí donde se habría gestado la cultura pos-
Áente ,rru gu'''r du próduitos poco váriados, se corresponde más bien moderna, pero*gracias a los medios de comunicación dicha cultura se
tu fase industriai; hoy, en cambio, los grandes suPermercados rea- extenderíirápid'amente por todo el mundo, aun en los lugares que es-
""n
lizan sus ganancias sobie la base de diseñar políticas de venta muy tán muy lejoó de constituir sociedades posindustriales o que viven la
cuidadas [ara intentar diferenciarse evidenciando_un gran conoci- época de p'osindustrialización de un módo muy distinto, 9or.no lo son
miento ae tas necesidades y deseos de los clientes. Ejemplo de estas lós paísejsudamericanos. Por otra parte, vale la pena señalar que el
potiti.ur es el ofrecimiento áe múltiples productos, envasados de dis- coniepto mismo de sociedad posináustrial no -es aceptado por otros
tintas maneras, con presentaciones^espéciales, premios, y asociados autorés que prefieren hablar dé capitalismo tardío o capitalismo avan-
entre sí (una gaseosa'puede venderse junto con un vaso.que tierre im- zado pari reialtar que de 1o que sé trata es de la etapa del capitalismo
pr"ru ,rr-tu imígen de ios "simpsons")' Quizás 1a cara más visible para multinacional, en lá que el capitat se extiende a territorios o dominios
ii jru" públicó de las .ruerras formas de comercialización estécomer-
dada
antes no tan mercantilizados óomo los relacionados con la producción
poi ta piesencia de los "shoppings", esos gigantescos centros estética que, como lo hace notar el norteamericano Fredric Jameson, en
liut"t ,j,t" constituyen un móñumento ai consumo y que reorganizan su libro Él posmoclernismo o la lógica cultural del capitalismo aaanzado (10),
la vida'de millones de personas pues, al decir del norteamericano Alan recibe hoy'apoyos institucionalés y canaliza inversiones multimillona-
T. Durning: rias, desde lós vestidos hasta los aviones, pasando fundamentalmente
por la arquitectura cuyos productos están más cercanos a la economía,
,,Los centros comerciales se convirtieron en laS plazas de nuestra vi-
con cifras de negocios siempre crecientes.
da pública, y las marcas y cadenas de negocios que allí conviven son La otra cura de este capiialismo tardío sería, en'la visión de sus críti-
loslconosde nuestra cultura popular'" (9) cos, la ampliación de la biecha que separa a ricos y pobres y la extensión
de la marginalidad social aun en las |ropias sociedades capitalistas de-
El "shopping" es el sitio por el que circulan Personas y mercancías sarrolladai en las que coexisten, apenas separados Por un muro- y unos
y, urr.qrd órigTnario de Esüdos Unidos de América, se extiende por cuantos agentes clé seguridad, el mundo mostrado en "Dallas" o "Di-
jápf,n y Euroia y también en las sociedades subdesarrolladas donde, nastía" coi los "homel"ess" y toda clase de marginados,,principalmente
según el mismo Durning: inmigrantes que provienen-de los países más pobres: hispanos,en los
Estad'os Unidós db América, aÉricanós y asiáticos en Europa Occidental.
,,Los ciudadanos más ricos de las naciones pobres emulan este
4. Las ideas de posmodernidad afirmación explícita de fines utilitarios, en Ias pedagogías de orienta-
ción positivista Y liberal.
En una primera aproximación y considerada negativamente, la Pero, según Lyotard, todos los "grandes relatos" han entrado en
edad de la cultura que llamamos posmodernidad y que se correspon- crisis, han sido invalidados en el curso de los últimos cincuenta años,
dería con las sociedades posindustriales, como contrapuesta a la mo- por diferentes acontecimientos, desde los campos de concentración,
dernidad, sería la época del desencanto, del fin de las utopías, de la 'ou"s no todo lo real es racional, hasta la crisis del marxismo en la
ausencia de los grandes proyectos que descansaban en la idea de lersión de los países del este. Estas diferentes maneras de contar una
progreso. Como ya se dijo, esta idea, con importantes diferencias en historia universal de la humanidad que conducen a la emancipación
la manera de concebirla, está en la base de las grandes filosofías he- de la misma han fracasado. Es la muerte de las utopías o de las ideo-
gemónicas, de los sistemas de ideas que han tenido una gran influen- logías (en el sentido de sistemas de ideas que apuntan al futuro y
cia en la sociedad, en los siglos XVIII,XIXy XX: el iluminismo, el po- prórneten, cada uno a su manera, emancipar a la humanidad). Dice
sitivismo y el marxismo, y sus expresiones políticas principales, des- Lyotard:
de el conservadurismo democrático hasta el comunismo pasando por
el liberalismo, el socialismo y aun los populismos. El desencanto se "El pensamiento y la acción de los siglos XIX y XX están domina-
produce porque se considera que los ideales de la modernidad no se dos por la idea de la emancipación de la humanidad. Esta idea es ela-
iumplieron, menos aún si se entiende que dichos,ideales eran uni- borada a finales del siglo XVIII en la filosofía de las Luces y en la Re-
versalistas, es decir, debían valer para toda la humanidad. Así, Es- volución Francesa. El progreso de las ciencias, de las artes y de las li-
ther Díaz, profesora de filosofía de la Universidad de Buenos Aires, bertades políticas liberará a toda la humanidad de la ignorancian de la
afirma: pobreza, de la incultura, del despotismo y no sólo producirá hombres
felices sino que, en especial gracias a la Escuela, generará ciudadanos
"El proyecto de la modernidad apostaba al progre\ Se creía que ilustrados, dueños de su propio destino.
la ciencia avanzaba hacia la verdad, el arte se expandiríá..como forma "De esta fuente surgen todas las corrientes políticas de los últimos
de vida y la ética encontraría la universalidad de normas fundamen- dos siglos, con excepción de ia reacción tradicional y del nazismo. En-
tadas racionalmente. No obstante, las conmociones sociales y cultura- tre el liberalismo político, el liberalismo económico, los marxismos,
les de los últimos decenios parecen contradecir los ideales modernos. los anarquismos, el radicalismo de la IIi República, los socialismos,
La modernidad, preñada de utopías, se dirigía hacia un mañana me- las divergencias, incluso violentas, pesan poco si se las compara con
jor. Nuestra época desencantada, se desembaraza de las utopías." (1,1) la unanimidad que reina en todas partes cuando se trata del fin que se
ha de alcanzar. La promesa de libertad es para todos nosotros el hori-
Lyotard, por su parte, denomina, peyorativamente, "grandes rela- zonte del progreso y su legitimación. Todos conducen o creen condu-
tos" (12) a los proyectos o utopías cuya finalidad era legitimar, dar cir hacia una humanidad trasparente para sí misma, hacia una ciuda-
unidad y fundamentar las instituciones y las prácticas sociales y polí- danía mundial.
ticas, las legislaciones, Ias éticas y las maneras de pensar. Uno de los "Estos ideales están en declinación en la opinión general de los paí-
grandes relatos modernos es de origen hegeliano: la historia humana ses llamados desarrollados. La clase política continúa discurriendo de
es concebida como la marcha del espíritu hacia la libertad, todo lo acuerdo con la retórica de la emancipación. Pero no consigue cicatri-
real es racional y todo lo racional es real. Otro de los grandes relatos zar las heridas infringidas al ideal 'moderno' durante casi dos siglos
es el de la emancipación de los trabajadores y la lucha por la socie- de historia. No es la ausencia de progreso sino, por el contrario, el de-
dad sin clases, de origen marxista. Un tercer gran relato de origen sarrollo tecnocientífico, artístico, económico y político, lo que ha he-
positivista promete un mundo de bienestar para todos basado en el cho posible el estallido de las guerras totales, los totalitarismos, la bre-
desarrollo de la ciencia y la industria, cha creciente entre la riqueza del Norte y Ia pobreza del Sur, el de-
A la luz de estos "grandes relatos", para aceptar provisionalmente sempleo y la 'nueva pobreza',la deculturación general con la crisis de
el nombre con que Lyotard denomina a estos proyectos de la moder- la Escuela..." (13)
nidad, se podía fundamentar la institución escolar; formación del es-
píritu y búsqueda del saber por el saber mismo en las pedagogías La declinación de los ideales modernos, un hecho que constata en
idealistas de tanta influencia en el desarrollo de una escuela clásica, la opinión pública de los países desarrollados, sería, según Lyotard, el
humanista y "desinteresada" o por lo menos no crudamente utilita- resultado del desarrollo de los mismos que han llevado a las guerras,
ria, apoyada en la enseñanza del arte, la ciencia y la filosofíai con- los totalitarismos, la pobreza, etc. Sólo él lenguaje de la política con
cientización para la emancipación y escttela productiva en las peda- sus promesas y sus exhortaciones por un mundo mejor, seguiría sien-
gogías de orientación socialista; escuela científica y tecnológica, con clo moderno, p€ro, también en este campo, en los últimos tiempos, el
base en la biología y la psicología, desprecio por la metafísica y tema de la presunta mnerte de las ideoiogías es uno de ios tópicos
que se ha convertido en un lugar común del lenguaje de vastos secto- También estas palabras (podría constatar Lyotard) se encuentran en
res políticos que justifican de esta manera una conducta pragmática y
,,declinación en la opinión general" y no sólo en los países desarrolla-
la adaptación de su discurso a las nuevas condiciones. Por otra parte, dos. En su reemplazo, se acuñan o reactualizan otras expresiones más
el surgimientc¡ de candidatos ajenos por sus antecedentes al mundo de propias de la época como "reciclaje", "telax", "imagen", "consumo",
lh politica supone una asunción de los políticos tradicionales de la cri- ,finut d" la historia", etc. En lo que sigue exploraremos las ideas de
sis en que se encuentran. Dosmodernidad en las áreas de la arquitectura y la expresión estética,
La modernidad fue un producto típicamente europeo en sus oríge- ias concepciones antropológicas y el mundo de los valotes, las nuevas
nes y cuando se extendió, en nombre de 1o universal, fuera de Europa actitudes ante la ciencia y las teorías sobre el final de la historia, consi-
lo hizo de una manera avasallante; frente a ella sucumbieron culturas derando a diversos autores que han llamado la atención sobre ideas y
asiáticas, africanas y americanas que carecían de un desarrollo científi- sucesos que signan el mundo en que vivimos.
co-tecnológico comparable al europeo. Sin embargo, allí donde había
fuertes culturas autóctonas, la modernización de las sociedades fue só-
1o parcia| y puede hablarse de una modernidad periférica; en cambio, cultura de la imagen: otra estética
5. La
doñde la inmigración europea ocupó un espacio vacío o desalojó a dé-
biles culturas indígenas, como en Estados Unidos de América o Aus- En arquitectura, la piqueta qire en nombre del progreso derriba
tralia, los principios de la modernidad caiaron hondo. Hoy, que se lo viejo sería tfpicamente moderna, el "reciclaje" qre recupera el
anuncia una crisis o un colapso definitivo de la modernidad, hay un pasado, posmoderno. Otra tendencia de cuño posmodernista es el
espacio para que reaparezcan los particularismos culturales en su mo- irredominio de lo ornamental y lo escenográfico; columnas de plás-
ménto sometidos, Así, por ejemplo, la crisis de los principios de la mo- tico que nada sostienen, arcos que nada dividen, etcétera, por s^obre
dernidad también ha sido diagnosticada desde ciertas cosmovisiones lo racional y lo funcional, que definían, en general, el punto de vista
orientales que consideran que las ideas de dominio de la naturaleza moderno. Producto de volver superficialmente la rnirada al pasado
desarrolladás en Occidente a partir de Bacon y Descartes están llevan- son las "modas retÍo", el culto por las antigüedades o la nostalgia
do a la aniquilación de la vida y la destrucción del mundo. En esa lí- irónica de los programas radiales o televisivos dedicados a las déca-
nea, Takeshi Umehara, filósofo japonés contemporáneo se pregunta: das pasadas. En forma paralela, en arte y literatura, se imponen la
deconstrucción y la recomposición, es decir, la descomposición de
"¿Es tan difícil, hoy en día, ver que la modernidad, por haber perdi- un todo y.la organización de un nuevo producto con la mezcla de
do su relación con la naturaleza y el espíritu, no es otra cosa que una partes, dando lugar a un "collage", la ruptura de la distinción entre
filosofía de muerte?" (14) literatura y crítica, cierto populismo estético y el desvanecimiento
de la antigua frontera entre la cultura de élite y la cultura comercial
Si es cierto que asistimos al colapso de las filosofías de la moderni- o de masas.
dad, si se trata de una crisis terminai, corresponde preguntarse qué al- Las tecnologías audiovisuales tienen un papel hegemónico en la
ternativas se abren o cómo es el mundo posmoderno. comunicación y gracias a ellas todo es omnipresente, con todo se
puede jugar; y todo lo ocupan: la televisión no trasmite sucesos que
La posmodernidad no sería un Proyecto o un ideal más, sino, por el
cpntrario, lo que resta de la crisis de los "grandes relatos", 1o que queda acontecerían igualmente sin ella, sino que las cosas son hechas para
y'e Ia clausurá de las ideologías. De ahí la denominación de "condición ser televisadas, hasta hay un sexo telefónico y muchas imágenes,
posmoderna",ut.'ltzada por Lyotard, para indicar que se trata de un es- muy sofisticadas acompañadas de pocas palabras, constituyen la
/ torma de comunicación predominante. Signos icónicos para indicar
tado de cosas en el que vive el hombre contemporáneo de los países ca-
pitalistas avanzados. La posmodernidad tendría la fuerza de los hechos al peatón qrte debe deteñerse o que puedé avanzar, paia señalar el
ionsumados, pero no es unívoca la interpretación y valoración de esos toilette de varones y mujeres, logotipos en la papelería de las gran-
hechos; por el contrario, distintos autores han destacado ciertos sucesos
des empresas, pero también en el pequeño emprendimiento fami-
y menospreciado otros con lo que han llegado a distintas cosmovisio- llar, porque, en todos los casos, la comunicación,por la imagen pre-
nes posmodernas, a veces contrapuestas entre sí.
domina. "No lo diga, muéstrelo" es la consigna, y como lo anuncia
Una primera pregunta que podría formularse es: ¿qué queda cuan- una agencia de publicidad "Para muestra basta una imagen", al la-
do se d-esvanecen las utopías? En lugar del futuro, el presente y algo do del dibujo de un... botón, La multiplicación de las imágenes pue-
cle producir saturación en los receptores y condenar a las imágenes
del pasado. Esto se advierte en el lenguaje. La modernidad había acu-
a una vida efímera: no están destinadas a perdurar, sino más bien a
nadó toda una constelación de palabras que giraban alrededor del tér-
mino "futuro", palabras que sólo tenían sentido por referencia al mis- provocar un impacto y orientar una conducta; impacto y con-
mo tales como t'ideal", "ptoyecttt", "progreso", palabras que habían ducta que se buscará tefotzat con nuevas imágenes. Aunque el
servido corno nombre de ciner;, ieratros, mueblerías y confiterías. espectador es bombardeado por las imágenes, no necesariamente
_+"=!%FF
permanecÉ! pa$ivo frente a las mlsma¡; átf, por elemplo, el nrgentino pert€, muchoi fllmr publlcltorlos ¡¡on cr*¡tosfslman y so-
'11'11'yi{cnte
Eliseo Verón ha destacado las distintas condi¡cttr¡ (¡rl fren- HlHertla¡ prrxlttr'cloncs hcchns sobrc la bnsc dc los recursos y la cs-
te al televisor al señalar que: Htir-a rlel vldt'ocllp, l,n publicidad, quc muevc millones de dirlares,
¡€ trtrná onlnlpro$(.ntc; las marcas abandonan el púdico dobladillo y
"Hoy sabemos que el término genérico de zappingrecubre varios fe- l€ ¡¡ltlbert, crlnrrt "Adidas" o "Benetton", en un par de zapatillas o
nómenos diferentes. Los investigadores norteamericanos han identifi- Eñ l¡tra¡ Ftl Brnn tamaño en una remera. La publicidad esáceptada
cado cuatro tipos de comportamiento. El zapping propiamente dicho, EEFñtl arte y t'l artista integrado al sistema social, en la medida en
acto de cambiar de canal cuando llega la tanda publicitaria que corta lHt lnr nu(rvos medios de producción, sofisticados y caros, sólo es-
un programa. El zipping, que consiste en acelerar el pasaje de un pro- tfn rl ah'nnce dc ¡ryandes empresas o muy ricos mecenas. La pro-
grama que el individuo ha grabado en videocasete, con el fin de tsal- lgFelólt r,¡lótica posmoderna, a diferencia del modernismo artístico,
tar' los spots publicitarios. EIflipping, que cambia de programa durante [ ñtt etcnndnliza a nadie, por el contrario se encuentra incorporada
una emisión, sin que ese cambio tenga ninguna relación con la tanda I la rulturn oficial de la sociedad occidental en la medida en que, co-
publiciiaria. Y por último el grazing, que es una ida y vuelta perma- ñA dlcu,f nmcstln, se ha integrado en la producción de mercanicías en
nente entre dos o más programas y que traduce la voluntad de seguir Itnerel, (ltt)
varias emisiones simultáneamente." (15) Aunt¡rrt' más adelante será objeto de estudio específico, vale la
plna reñular que la escuela, en general, permanece al margen de es-
fute tipo de. conductas le permiten al argentino Oscar Landi pre- h rtvolucirln en las comunicaciones que implican los medios e igno-
EuntárÉe no iólo qué eB lo que la televisión ha hecho con la gente, iino rutte .lu la cultura de la imagen en lá que se encuentra, a pesai de
quq P lo gua lr ¡¡entc hace con la televisión, constatando qüe hay una tue Etrn ülumnos, los jóvenes, son los mayores consumidores de esa
rcclón téelproce, Sbgún el mlrmo autor, el videoclip se conitituyé en el €'Ultttrrt dt'la imagen. Como dice Oscar Landi:
lcn¡urfe de fln de rl¡¡lo, t n t l vldeoclip predominán las siguieñtes ca-
lrfhrhtlr'á¡ lécnlcnr y forrrrnlcs: "lin t¡n mundo hipermediado como el que vivimos, en el que una
lmagcrr lrorra a la otra y una noticia desaparece rápidamente de la
".,,'eollágs' eleelrónlco (lrnágenes movidas de objetos movidos en va- l¡r'Én$ ¡ror la superposición de otra nueva, la escuela podría jugar
flar, eapar Fnpncl¡t lt,'{)i d ivisión, simultaneidad y' fragmentación de la Uñ ¡¡rnrr rol en la formación de competencias para clasificar, ordenar,
naffáelótl t'n planos_y significados; secuencias eh un tiempo no lineal; lnterpretar, jerarquizar y criticar el tan fluido y caótico mundo de
manlpuloclón digital de los colores y formas; absoluta artificiosidad de lmágcnes y palabras en el que vivimos." (19)
la composición de la imagen; simuláción de escenas; transformaciones
geométricas libres; efectos gráficos; fusión, disolución y simultaneidad Itlr r.l contrario, lejos de desempeñar el papel de un ámbito para
de imágenes; superposiciones; tomas desde ángulos éxfremos; ilumi- pl ltlcido análisis del mundo de las imágenes, la escuela desarrolla
nación desde atrás de la escena; montajes rápidos; utilización del dibu- Fetr¡r los alumnos, en la figura de las autoridades y los profesores,
jo animado, de'imágenes computarizadas y de la danza.,, (16) tlnet lmagen, vetusta y obsoleta, que no puede competir con las imá-
gent,s de los medios y cuyos mensajes son tratados como uno más
Estas características tlel videoclip a las que se podría agregar la au- rlo los que reciben'permanentemente.
sencia de.palabras, se trasladan, en buená medida, al col¡ulto de la
producción televisiva; así, la otrora inmóvil señal de caáa canal se
construye ahora con_el mecanismo del "collage" electrónico que termi- 6. Del sujeto moderno al individuo posmoderno
na ha.ciendo surgir de las profundidades de la pantalla el nú-mero que
identifica a cada emisora; los montajes rápidos, las superposiciones, l,a modernidad había significado la emancipación del individuo
fusiones, disoluciones, etc. están a 1á ordeir del día en ios programas rh,l sometimiento al medio familiar o social. Desde la Reforma Protes-
para jóvenes, que se acostumbran rápidamente a las pautas de i"n len- lrrrrtt' y la constitución del sujeto cartesiano, la consideración por el in-
guaje visual muy.complejo y rápido y que se aburren frente a un pa- rllvicluo y el respeto de sus dérechos no habían hecho más que au-
neo, una-cámara-fija o una comunicación con muchas palabras. La es- rtrcntar; no obstante, el individuo se inscribía en los grandes proyec-
t_ética del videoclip también se traslada al cine en films como
JFK de los colectivos. Para algunos autores, en la cultura posmoderna se
Oliver Stone quien dice: rtr't'ntúa el individualismo hasta el nivel del egoísmó, en un "proceso
,lr.¡rersonalización" que abarca todos los aspectos de la vida social y
"|FK es una de las películas más rápidas. Son como esquirlas dirigi- r¡rrc significa, según el francés Gilles Lipovetzky (20), por un lado,la
das al cerebro. Tuvimos 2.500 cortes, quizás unos 2.200 enioques de óa- lr',rctura de la socializaciín disciplinaria !, por el otro, la elaboración
man." (17) rlt' uflá sociedad flexible basada en la información y en la

22 23
Daz con los otros hombres, Ias otras especies vivas y en equilibrio con ¿1ffos aqtores/ como Paul Feyerabend, en obras como Trntado contra
iodo el medio ambiente. Muchos planieos ecologistas se inscriben en ¿ ñiiiao y Adiós a la razón
(29),han ido.más lejos que Kuhn.en el cues-
tin"u de pensarniento y se constituyen en un lugar común. en el íi""á*"i "presión
de.las comunidades científicas a las que consideran como
"itu
pensamiento áe vastos sectóres. Aunque estos planteos naturalistas de de política e interesadas, tras la bandera de la impor-
[.tná orietrtal puedan enfrentarse en iruchos aspectos con la soóiedad "i'"oo,¿" liciencia, en-defender sus propios pnvilegios'
í*áiu
de consumo y lu utu del vacío de Lipovetzky, tienen en común,la diso-
'*pár otra parte, desde la ciencia misma la idea de un universo regu-
lución del sujeto racional que se próponía transformar el mundo a tra- Ur, oraunu.io, parece una utopía. Hay un lugar para.el
azar y la idea de
vés de las gíandes utopíai, para dar paso,,Por una parte.a un suieto ,ir'"aifi.io cieñtífico perfectamente construido donde las teorías armo-
egoísta y por el otro a un suietoque se disuelve en la naturaleza, parect- J"urr,
-Je ul menos en un momento dado, no Parece poder alcanzarse, des-
dós, al fin y al cabo, en la pérdida de la autoconciencia' la coexistencia de las teorías de la relatividad y cuántica que no Po-
árí* r"t simultáneamente verdaderas'
"'il;"r;encia, la ciencia, según Lyotard, constituye simplemente
7. Un nuevo papel Para la ciencia ¡n "iueqo de lenguaje" (30) o, mejor, una pluralidad de juegos de len-
euaiá céados poi los científicos y no hay otro criterio de legitimidad
Desde las ideas de posmodemidad no sólo se cuestionan los valores consenso de los que.partic¡pan
estéticos y éticos, el ináividuo y el valor de las grandes ideologías, sino ' Luelotru
[ue
gran promesa de la ciencia modema, el idea-l de un mundo
tarnbién él papel y el lugar de"la ciencia en las nuevas condiciones' La meior que podría obtenerse gracias al desarrollo científico, se ve cues-
modemidaá habíá invÑado la ciencia y le había consagrado un lugar tioáadápoi las aplicaciones militares y la posibilidad de contaminación
fundamental en la sociedad por sus Promesas de llegar a la verdad y lo- y destruición de la naturaleza debida a las aplicaciones tecnológicás de
grar un mundo meior. Estas promesás de la ciencia habían triunfado por la ciencia.
íobre las pro*"rur de la religión: verdad y salvación, y desde los siglos Sin embargo, vale la pena hacer notar que la crisis afecta los relatos
XVII v XüUt habian definidoll ideal del científico como un hombre con- de la modernidad y el papel que ésta le había asignado a la ciencia, pe-
,ugruáo a Ia búsqueda de la verdad y al servicio de la humanidad' Podía ro no a los conocimientos científicos que se desarrollan en todas direc-
ocürrir qu" a ,r"ces ambos ideales n"o coincidier?" y qYg se produjera el ciones. La actitud posmodernista más general, en este respecto, es la
consecuénte conflicto ético, pero esto no invalidaba los ideales' aceptación de la ciencia, validada por sus aplicaciones tecnológicas, pe-
Sin embargo, ambos ideáles son cuestionados en el siglo XX..La ver- ro iiespojada de los ideales de verdad y progreso. Sin embargo, al mis-
dad ya no puíu." poder alcanzarse. A lo sumo, las teorías científicas son mo tiempo, junto a la ciencia hay lugar para el mito, la magia o la reli-
consíderadis comb una aproximación infinita a la verdad por-las con- gión y piácticas de origen oriental por las grandes filo-
-cuestionadas
cepciones hipotético-deduitivistas de la ciencia sostenidas por Karl Pop- sofías de la modernidad- en la medida en que sean eficaces o presun-
pe'r y otros filósofos de la ciencia; estas conceP_ciones no serían Tát qY." tamente eficaces. Así, la crítica posmodemista de la ciencia aunque ter-
i¡naiazonable adecuación del ideal modemo.-Pero, posiciones más radi: mina con cierto cientificismo que había reducido todo conocimiento a
cales como la de Thomas Kuhn, autor de la obra La estructura de las reao- conocimiento científico, abré el camino a una ciencia que puede
luciones científicas (28), se fueron desarrollando desde los años sesenta en desarrollarse lejos de cualquier humanismo, que es otra forma del
adelante. Kuiin soitiene que en el desarrollo de la ciencia se producen re- cientificismo.
voluciones científicas que constituyen enfrentamientos entre_ paradig-
mas; es decir, entre uni teoría que define un campo, un área de proble-
mas v métodos legítimos, 1o suficientemente abarcadora y lo bastante in-
.o*ólutu para deiar muchos problemas Para ser resueltospor los.cientí- 8. Los finales de la historia
ficos y otro paraáigma altemativo. Kuhn afirma que, en los momentos
de crísis, h ádhesiOi a uno u otro paradigma en disputa no puede deci- Más allá de la estética, las concepciones antropológicas, la ética y la
ciencia, otra área fuertemente conmovida por lalrrupción de las ideas
dirse acudiendo a una instancia que esté por encima de los paradigmas,
ni por medios o procedimientos "científicos", pues estos mismos están de posmodernidad es la historia. Si los giandes próyectos de la mo-
en'disputa. La adñesión a uno u otro paradigma es más bien una. cuestión dernidad están agotados, si no hay lugar para la utopía de un futuro
emocilnal que lógica. Todo esto le haie destácar la semejanza entre las re- distinto, ¿puede todavía seguirse hablando de la historia humana co-
voluciones cientí"ficas y las revoluciones políticas. Kuhn ha llamado la mo un proceso abierto, no concluido o es más razonable pensar que
los países desarrollados han llegado a una especie de poshistoria, en
atención sobre los asp'ectos sociales de la ciencia, mostrando que en la
la que nada significativamente nuevo es dable esperar?
concreta producción áel conocimiento científico juegan un papel.impor-
tante las comunidades científicas y sus preiuicios y que, aunque- la cien- En 1989 el norteamericano de origen japonés Francis Fukuyama
publicó un artículo que tuvo un alto impacto especialmente fuera de
cia busca superar los condicionamientos ideológicos, no siempre lo logra.
los medios académicos con el título "¿El fin de la historia?" (31)' oolemizado con Fukuyama señalando
que aJ.colapso del marxis-
En el mismo se plantea que a lo largo del siglo XX el liberalismo L;-;loue considera como una rama lateral desprendida de la
contendió en la prime.u guerta muñdial con los restos del abso- ,"áh"."i¿"d, seguirá el colapso del liberalismo occidental, el
lutismo todavía iuerte en-Alemania y el Imperio Austro-Húnga- i;;; principal áe las ideas modernas' Con sus palabras:
ro, luego con el bolchevismo triunfante en Rusia en 19L7, y con-
tra el fáscisfno en la segunda guerra mundial y, finalmente, con ,,T.eios de serla alternativa viable Para ocupar el lugar del mar-
el maoísmo chino q.t* i^enazába con la tercera guerra muldial' *t"*r'derrotado y la ideología reinante 'al finalizar la historia', el
Con el derrumbe d'e Los regímenes comunistas en Europa. orien- iifátutit-" será lá próxima pieza de dominó que caerá'" (32)
tal y la Unión Soviética, qire en ese momento se insinuaba y "se
contretaría poco después, ia democracia liberal de estilo occiden- Como alternativa, el pensador japonés suPone que se desarro-
tal habría qiredado sin rivales a la vista y la historia política de la llará una sociedad humana en armonía con la naturaleza funda-
humanidad habría llegado a su fin' áá una ética mutualista y una concepción cíclica del tiempg,
No habría ya, segúñ Fukuyama, un modelo social con preten- ""
tradicional en las culturas orientales, que interpreta a la vida, la
siones de repíesentár una foima diferente y más avanzada de or- muerte y la reencarnación como partes del mismo todo.
ganización áe la sociedad humana, aunque por mucho ii9*P" La cláusura de Ia historia humana o la postulación de un ca-
óodrían sobrevivir regímenes que no sean de tipo_ democrático-li- rácter cíclico para la misma que la asimila a una historia natural
teral. Paralelamente,-asociada-a la democracia liberal, la cultura constituyen desde distintas ópticas posturas que impugnan las
occidental de consumo rock, videocaseteras y esté- utopías y luchas por una sociedad mejor que se habían desarro-
-música
reos- sería la aspiración de todo mundo, desde los campesi-
el lladb con la modernidad,
nos chinos a los estudiantes españoles, desde Moscú a Teherán.
El ascenso del fundamentalismo religioso, manifiesto en los
años ochenta en el cristianismo, el judaísmo y, con más fuerza, en
la religión mahometana (especialmente.en el caso de Irán o Arge- 9.La recreación de los proyectos
lia) y áel nacionalismo y ofras formas de la conciencia étnica, se-
ríá'incapaces de poner seriamente en cuestión,-según Fukuya- de la modernidad
ma, la preeminencia de la democracla liberal en los estados más
grandes y desarrollados del mundo. Las ideas de Lyotard, Lipovetzky y Fukuyama, con diferencias
" La podhistoria en la que ya se hallarían los países democráticos innegables entre sí, dan por sentado el final o el agotamiento de
y desárrollados se cara"teiiraría por p,riorizar el desarrollo eco- la modernidad y sus proyectos, y su reemplazo por una Posmo-
íó*i.o, el desentendimiento y la apatía política, la constrttcción dernidad sin utopías, individualista, eficiente, consumista. Fren-
de riqueza material en grado acelerado.y.la,"mer.ca.dización co- te a este panorama muchos autores han asumido una postura crí-
mún"'(por e1 Mercado Óomún Europeo) de 1a política. mundial; tica de la posmodernidad y planteado la necesidad de recrear y
es decii, más centrada en la economía que en la política. La no profundizar los proyectos de la modernidad.
oarticipación de amplios sectores en las elecciones, la crisis de re- Para el ya citado Alain Finkielkraut se trata de evitar la derro-
preseniatividad de ios partidos políticos, el surgimiento de can- ta del pensamiento que significa vivir en la época delosfeelings,
hidutor no políticos, la^ importancia creciente que se. le otorga- a los sentimientos, paia los que ya no hay ni verdad ni mentira,
^en
los ministros de economía varios países occidentales se expli- belleza o fealdad, sino uni pal"eta infinita de placeres, Finkiel-
caría por esta clausura de una lucha política en la que ya no hay kraut cuestiona la exaltación de la noción antropológica de cultu-
alternativas excluyentes, sino apenas una diferencia de matices ra/ como el conjunto de hábitos o vaiores que el individuo ad-
entre candidatos,'ior lo demás, muy semejantes' quiere por formar parte de la sociedad en la que vive, a la que
Esta clausura db la historia con ei presunto triunfo mundial de contrapone la noción de cultura como "la vida guiada por el
la democracia liberal y la cultura occidental de consumo con sus pensamiento" que posibilita la constitución i la autonomía del
estéreos y videocaseteras, pero también con sus serios problemas tndividuo en el seno de la comunidad. Según Finkielkraut no se
sociales óomo el facismo, [a violencia, la marginación y la droga, nace individuo, sino que se llega a serlo superando la ignorancia,
plantea también una clausura de los ideales de la modernidad, eI desorden de los apetitos, la mezquindad del interés privado,
áfirmando, paradójicamente, que se han tealizado-, y. aceptando la tiranía de las traáiciones. La e<iucación debe significar la
la condición posmoderna cómo un estado definitivo de la emancipación de la cultura antropológicamente concebida para
humanidad. alcanzar la cultura del sujeto que se guía por el pensamiento, la
Otros alrtores, como el ya citado Takeshi Umehara han emancipación del "yo" , ftente al "nosotros". Pero en el contexto

a1
posmoderno los términos "educación" y "cultura" han sido vaciados ,,postnodernidad, posmodernismo y socialismo" (34), del año 1989,
'de contenido. Los ideales de la ilustraóión como los enunciaba Kant la sociedad posindustrial, si nos atenemos a las relaciones
con su "¡Ten el valor de servirte de tu propia tazónt" deben defender- ^fr;;;que
áe pro¿ir"ción, no es más que el capitalismo multinacional ocapitalis-
a la segunda g_uerra
se frente al deslizamiento posmoderno. iio'iardio que se desarrolla con posterioridad ya
Desde una posición baitante similar a la anterior, g!lgentino juan y óue el posmodernismo, siguiendo al
-'r*ai¡; ideolbgía o.la lógica cultural de este mencionado
's'ol
Jame-
de 1991, sostiene que capitalismo tardío
José sebreli en su libro El asedio a ln modernidad, seria"la
bn las últimas décadas,la sociedad occidental ha abandonado los ras- áu" el proyecto-de emancipa.ció1.de la mod.elnidad, no Para
gos que la distinguieron: racionalismo, creencia en la ciencia.y la téc-
"i"gu
ñáscend"erlo ó superarlo, sino para bgitimar la realidad existente; el
ñica,'idea de pro[reso, humanismo, etc. El asedio a las ideas de la mo- oosmodernismo támbién niega la historia o, si la hubo, considera que
dernidad qué Se6ret hace remontar a Herder y"al ro_manticismo ale- ia estamos en la poshistoria, con el mismo propósito: negar un fufuro
mán, se hibria multiplicado en algunas de las filosofías y ciencias so- áirtit',to y legitimar el presente. En verdad, dice Sánchez Yázquez,
-condición
ciales del siglo XX corno el existerrcialismo heideggeriano, el estructu- hav una posmoderna en la que vivimos que está constitui-
ralismo y ei posestructuralismo, la antropología culturalista, los di- da"por las amenazas del holocausto nuclear, la catástrofe ecológica y
versos oiientálismos y campesinismos y lás filosofías de posmoderni- la tiagedia genética y Por una existencia humana enaienada y cosifi-
dad que coincidirían ón ataéar a Ia modernidad' cada."La coñciencia de esta condición posmoderna es necesaria para
párticularmente relevante es el análisis que realiza de la noción de contribuir a que la "autodesttucción de la humanidad" no se convier-
progfeso en el cual luego de presentar los ántecedentes históricos de ta en una realidad. Pero el posmodernismo, lejos de aportar a una to-
hiclía nocion ubica la concepción activista del progreso en el Iluminis- ma de conciencia de esta situación, contribuye a condenar a loq hom-
mo, expresión de la etapa révolucionaria de la burguesía-, muy distin- bres a la inacción, la impotencia o la pasividad. Frente a esto, Sánchez
iu á" rá concepción fataiista del progreso que se desarrolla en el siglo Yázquez afirma que no es posible tenunciar a un Proyecto de emanci-
XIX. La tr"guéió.t del progreso én el siglo XX constituye una utopía pacién, más necesario ahora qu-e nunca antes, y.que ese proyecto de
reaccionariá: ¿cómo sáUe-gt antiprogresista que un futuro mejor es émancipación pasa por el socialismo. La distinción que realiza entre
irrealizable? ia concepción activista dei progreso no dice que nÓs una condición posmoderna constituida por un cierto estado de cosas,
aguarda un futuro mepr, sólo afirma qu9 el mismo es posible y que y el posmodernismo como una ideología reaccionaria que aspira a le-
,rá1" lu pena esforzarsspor construirio. Sebreli concluye:
gitimar ese estado de cosas constituye un aporte interesante que per-
mite aceptar la existencia de la primera y rechazar, eventualmente, la
,,No es el futuro el que determina el presente cual sería sacrifi- segunda.
car la libertad a una supuesta necesidad- sino -lo
el presente, la libre ac- Para el filósofo alemán de la segunda generación de la escuela de
Frankfurt, Jürgen Habermas (35), las ideas de posmodernidad se pa-
tividad de los hombres hoy y aquí,1o que determina, aunque-sólo en
recerían demasiado a las de premodernidad y serían la expresión del
oarte. el futuro. Pero la alieinativa al sacrificio en el altar del futuro
auge neoconservador que siguió a la crisis del estado de bienestar en
ho es vivir en el presente puro, afirmarse en tanto existencia momen-
los años ochenta, y qué condujo al desarrollo de un sistema económi-
tánea sin pasado ni futuró, lo que sería caer en una ética hedoni-qta y
co casi autónomo que subordina al conjunto de la sociedad. Haber-
nihilista. É1éxtasis de la existencia momentánea,la exaltación del ins-
mas ha llamado a recrear el proyecto moderno que según sus pala-
tante, no pueden mantenerse mucho tiempo,-el placer se vuelve pron- bras "todavía no se ha completado". El proyecto de limodernidad
to teáio, él momento absoluto se escabulfu de entre los dedos. Al ac- consisüó en un esfuetzo pot desarrollar una ciencia objetiva, una mo-
tuar, el hombre sobrepasa el instante presente, se desborda inexora- ralidad y leyes universalés y un arte autónomo para el énriquecimien-
bleáente hacia un poivenir. El preseñte puro es tan- mítico.como el to de laíidá social cotidiana. Estas tres esferas q.ru .orr"rpbnden a la
porvenir escatológiio. Todo lo qúe podemos emprender en el presen-
acción initrumental de la ciencia y la técnica, a lá acción nórmativa de
ie está marcado pár el pasado indivjdual y por el pasado de la huma- la ética y el derecho , y ala acción estética del arte tienen cada una sus
nidad, y además se próyecta inevitablemente hacia el porvenir., Tanto propios juegos de leñguaje, pero el lenguaje ordinario es el metalen-
el saciiiicio del pres'enté al pasado de los conservadores y tradiciona- gua;e-común a los lenguajes específicos. El lenguaje ordinario presu-
listas, como el sácrificio del presente al futuro de los milenaristas utó- pone la existencia de una razón comunicativa que se constituye a tra-
picos, como el sacrificio del pasado_y el futuro- al plesente. de los nihi- vés y por encima de los diálogos reales y es li que posibitiia cierta
iistas, están destinados al fiacaso. La realidad humana tiene tres di- unldad y objetividad en las tres esferas.
,n"nrio.r"t indisolublemente unidas, el pasado, el presente y el futu- El debate modernidad-posmodemidad invita a tomar partido por
ro, y es imposible anular cualquiera de los tres términos Para absolu- -
algunos de sus extremos: ó bien una defensa a ultranza dé los ideáles
tizar uno solo." (33) de la moder:nidad o bien una aceptación entusiasta de las cond.iciones
de existenr:ia posmodernas. Sin embargo, es difícil mantener
El mexicano Adolfo sánchez Yázquez, en un artículo titulado
li
ir: EuropL: restauración y reaolución' 18'15- 1848. Madrid, Siglo
cualquiera de l-os ideales modernos sin hacerse.cargo de lo acorrtecido ii flZl citado por Droz,jacques.
históiicamente al tratar de llevarlos a la práctica, pü€s, al lado de la fr /'Ñ,7974,P'4
medicina habría que poner las armas nucleares, junto al desarrollo del L whilhelm. Filosofa de la historia wtit¡ersal Bs. As', Anaconda' 1946' p 19
(g) Hegel, Georg
conocimiento, la destiucción de la naturalez a, ala Par de la mayor par-
{¡,.
li ,'shoppings: el nuevo espacio púülico". Bs. As., Clarín,22-"10-92.
(g) Dnmlng, Alan.
,l
ticipación política, el terror de la Revolución Francesa o de Stalin. En el f'
otró extremo, aceptar entusiastamente ias condiciones de existencia (10) Fredric. El posmodernismo o la lógica uiltural del cnpitalisttto naanzado. Bs. As.,
Jameson,
posmodernas pat".e contradictorio de por sí. No hay demasiado lugar i, Paidós, 1992' P' 17 '
,,¿Qué es la posmodernidad?". En atttores varios.
para el entusiásmo desde las perspectivas posm-odernas. Aceptar, en- .ftI\Díaz, Esther, ¿Posmodernidad? Bs.
ionces, el consumismo, las desigualdades y el deslizamiento resignd- As., Biblos, 1988' P' 22'

damente parece ser más bien el producto de un conformism! 9ue se (12) Lyotard, l'F ' OP' Cit, P' 63'
acepta más por la falia de alternativas que por propia convicción
{13) Lvotard, Jean-Frangois. "Esquela Para un
nuevo decoradr'¡". En La Posmodernidncl (ex-
Por otra-parte, y aunque desde ya en p-aíses -como la Argentina las ' '
Ged isa, 1987
pllcada a los niños). Barcelona,
bategorías dét aeUáte modemidad-posmodernidad sirven.para enten-
der 6uena parte de las mutaciones éociales cotidianas desde el mundo (14) umehara, Takeshi. "¿un mundo dominado por la disciplina de oriente?" Buenos A!
de la polítiia hasta la moda en el vestir, las mismas se dan en otros tér- rcs, Clain,17-70-92'
minoi, a partir de otras realidades, en estas latitudes' Así, la moderni- (15)Verón,Eliseo. "Zapping,zipping,flipping,grazing".Bs As.,Claúrr21-10-97.
dad, aunque fue constitutiva de la emancipación nacional, no.dejó de
otr a oez Bs. As,, Planeta, 1992, p' 35'
ser Llna modernidad periférica que casi no tocó amplios territorios e (16) Landi, Osc ar. D euóram e

instituciones del país y la posmodernidad que se nos ofrece no se co- (14 Citado Por Landi, O. Op' Cit, p. 39'
rresponde con el-desárrollo de una sociedad posindustrial, sino más
(18) Jameson, Freddc. OP. Cit, P. 17.
bien desindustrializada
Por estos motivos, al que habría que sumar lo suscinto del análisis (19) Landi, Oscar. Op. Cit, p. 141.
realizado,,más sensato que asumir un partido, Parece ser tomar con- (20) Lipovetzky, Gilles. La ern del aacío. Ensayos sobre el í¡tclittiolunlisrrLo cotúenporñneo. Barce-
ciencia de que la cuestién modernidad-posmodernidad atraviesa las lona, Anagrama, 1986.
distintas áre.as de la vida social y tiene una llamativa influencia prácti-
(21) Andaló, Paula. "Las señoras teenagers". Bs. As., Clarín,15-9-92.
ca en la rnedida en que las ideas que se sostieneri en la discusión son la
base teórica cle propuestas en el plano político, económico, educativo, (22) Bs. As., Clarín,29-1'I-92.
etc.; propuestas^qué buscan encaüzar la vida de los hombres en deter- (23) Lipovetzky, G. Op. Cit. P¡efacio.
minadas direcciones.
Finkielkraut, Alain. Ln derrota del pensamiento. Barcelona, Anagrama, 1990,p. 128.
El rápido recorrido efectuado a través de las principales ideas de (24)

los últimos sigios nos ha permitido aproximarnos a la comprensión de (25) Lipovetzky, G. Op. Cit. Prefacio.
las claves de álgunos fenómenos sociales contemporáneos, de.los cua- (26) Halperín, Jorge. "Entrevista a Marc Augé", Bs. As., Clarín,22-1,0- 92.
les nos interesaln dos que abordaremos en los próximos capítulos: la
redefinición de la adolescencia y la situación de la escuela secundaria. (27) Finkielkraut, A. Op. Cit. p.121
(28) Kuhn, Thomas. La estructura de las reaoluciones cientíJicas. Madrid, Fondo cle Cultr,rra
Notas Económica, 1975.
(29) Feyerabend ,Paul. Actiós a la razón. Madrid,
Bs. As., REI, 1990. Trntnclo contra eI nútuclo.
(1) Lyotard, Jean-Franqois. La condicíón postmoderna. Bs. As., REI, 1989, p. 13' Tecnos,19g1.
(2) Brecht, Bertolcl. Gatíleo Galilei. Bs. As., Teatro Municipal General san Martín, 1984, (30) Lyotard, . La condición postmodernn. Ed.
J.F cit., p. 25.
p.34.
(31) Fukuyama Francis. "¿El fin de Ia historia?". En Doxa,Bs. As., año 1, nírmero 1, 1990.
(3) Descartes, René. "Meditaciones Metafísicas", en Obras Escogidas. Bs. As., Charcas,
(32) Umehara, Takeshi.
1e80, p 216. "¿Un mundo dominaclo por la disciplina cle oriente?" Buenos Ai-
res, Clarín,12_10-92.
(4) Fltrme, David. Inuestignción sobre el conocimbntohumano. Madrid, Aliatva,7984,p.792.
(33) sebreli,
Iuan José. Er asedio a ra modernidnd.Bs. As., sudamericana, 7997, p.92.
(5) Kant, Mantiei. Fundamentación tle la ntetafsica de las costumbres. Madrid, Espasa-Calpe,
(3a)
1967, p.72. 9átt.ttut Yázquez, Aclolfo. "posmode¡niclacl, posmodernismo y socialism o". En Casa
de las Américai,La
Habana, Año 30, nírmero 1TS, lgg9.
(6) Flaberrnas, Jürgen. "Modernidad, un proyecto incompleto". En Casuilo, Nicolás, El de- (35) Habermas, jürgen.
b n t e n utder ní dad - pos t nro clernidad. -Bs. As., Punto sur, 1989, p. 137'
Art. citado.

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