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Resumen
Se concluye que la alimentación en el niño menor de dos años está basada principalmente
en la lactancia materna y alimentación complementaria, sin embargo, se requiere de
fórmula comerciales en el caso de no poder consumir leche materna. Se recomienda el
consumo de formulas caseras a base de leche de vaca o leche de soja, en hogares donde la
economía familiar no permite el acceso a fórmulas comerciales.
Introducción
Una Alimentación adecuada en los niños menores de dos años es indispensable para su
desarrollo y crecimiento óptimo. Los alcances de los beneficios de la Lactancia Materna y
la Alimentación Complementaria van más allá de los primeros años de la vida. La
alimentación en esta etapa constituye un momento determinante para la adquisición de
hábitos alimentarios en edades futuras. Es un periodo de crecimiento acelerado, su
capacidad gástrica es limitada y sus requerimientos nutricionales aumentan, causando una
alta vulnerabilidad nutricional. Un niño bien nutrido tiene la energía suficiente para
responder ante los estímulos de su entorno.
Existen múltiples casos de mal nutrición en ésta edad como retardo en talla o bajo peso,
directrices importantes tomadas en cuenta para la elaboración de programas de promoción
de la salud.
Objetivos
Conceptuales
Conocer el tipo de alimentación para los niños menores de dos años y las cantidades
de macro y micro nutrientes que necesitan en ésta etapa.
Identificar las características nutricionales de la leche materna, indispensable en los
primeros seis meses de vida.
Procedimentales
Actitudinales:
Crear conciencia respecto a la alimentación en los dos primeros años, necesaria para
el crecimiento y desarrollo físico e intelectual.
Compartir diversas opiniones y puntos de vista sobre los mitos y verdades a cerca
de la lactancia materna y la alimentación complementaria.
Contenido
Los hidratos de carbono deberían suponer entre el 30% y el 60% de la ingestión calórica
durante la lactancia. Aproximadamente el 40% de las calorías de la leche materna y el 40-
50% de las calorías de las fórmulas infantiles proceden de la lactosa o de otros hidratos de
carbono, no se debe dar miel o sirope de maíz a los lactantes menores de 1 año de edad.
Los requisitos de agua de los lactantes dependen de la cantidad que pierden desde la piel y
los pulmones y en las heces y orina, además de la pequeña cantidad necesaria para el
crecimiento. La cantidad total recomendada de ingestión de agua para los lactantes, es de
0,7 l/día para los lactantes hasta 6 meses y 0,8 l/día para los lactantes de 7 a 12 meses de
edad.
Entre los minerales está el calcio, los lactantes alimentados con leche materna retienen
aproximadamente dos tercios de su ingesta de calcio. La ingesta adecuada (IA)
recomendada, de 0 a 6 meses es de 200 mg/día, y la de 7 a 12 meses es de 260 mg/día. El
cinc se absorbe mejor desde la leche materna que de las fórmulas infantiles. Ambas
proporcionan una cantidad adecuada de cinc (0,3 a 0,5 mg por 100 kcal) durante el primer
año de vida, y alimentos como carnes o cereales deberían proporcionar la mayor parte del
cinc necesario durante el segundo año. La importancia del flúor como prevención de la
caries dental es ya conocida, pero el flúor también puede producir fluorosis dental, la
ingesta máxima tolerada de flúor se ha establecido en 0,7 mg/día para los lactantes hasta 6
meses y 0,9 mg/día para los lactantes de 7 a 12 meses de edad. Se considera que los
lactantes nacidos a término tienen reservas adecuadas de hierro para su crecimiento hasta
que doblan su peso al nacer, lo que sucede aproximadamente a los 4 meses de edad y
mucho antes en los lactantes prematuros.
La biodisponibilidad del hierro de la leche materna es muy alta, pero los lactantes
alimentados al pecho deberían recibir una fuente adicional de hierro a los 4-6 meses de
edad. Las fuentes habituales de hierro son los cereales y las fórmulas infantiles reforzados
con hierro, mientras que la leche de vaca es una fuente insuficiente de hierro y no debería
administrarse antes de los 12 meses. La AAP recomienda 1 mg/kg/día de hierro,
comenzando a los 4 meses de edad y continuando hasta la introducción de alimentos
complementarios idóneos. La leche de las madres veganas estrictas puede ser deficiente en
vitamina B12, la deficiencia de vitamina B12 también se ha diagnosticado en lactantes
alimentados al pecho por madres con anemia perniciosa.
La leche humana de una madre lactante adecuadamente alimentada aporta todas las
vitaminas que requiere un lactante, excepto la vitamina D. El contenido de esta vitamina en
la leche humana es de solo 20 unidades internacionales por litro (UI/l) (0,5 mg de
colecalciferol). La AAP recomienda, para todos los lactantes, una ingesta mínima de 400
UI de vitamina D al día desde poco después del nacimiento. La leche materna contiene
solo 2,5 mg/l de vitamina K, mientras que las fórmulas elaboradas con leche de vaca
contienen aproximadamente 20 veces esa cantidad. La IA de los lactantes es de 2 mg/día
durante los primeros 6 meses y de 2,5 mg/día durante los segundos 6 meses de vida.
Los cereales son normalmente el primer alimento que se añade a la dieta del lactante. Las
frutas y verduras rituradas y «junior» aportan hidratos de carbono y vitaminas A y C. La
mayoría de las carnes trituradas y junior se preparan con agua. Los purés de carne, que
tienen la mayor densidad de calorías que cualquiera de los alimentos comercializados para
los bebés, son una fuente excelente de proteínas de alta calidad y hierro del grupo hemo.
Los alimentos para lactantes han de seleccionarse cuidadosamente a fin de satisfacer las
necesidades nutricionales y de desarrollo del niño. Se animará a la madre a amamantar a su
hijo inmediatamente tras el parto. Con independencia de si los lactantes reciben lactancia
natural o artificial, hay que cogerles y abrazarles durante las tomas. Una vez establecido un
ritmo de alimentación, los lactantes se muestran inquietos o lloran para indicar que tienen
hambre, mientras que sonríen y se duermen cuando están satisfechos, la mayoría se
alimenta cada 2 o 3 h, a las 4 semanas de edad come cada 4 h y a los 2 meses de edad los
lactantes han madurado lo suficiente como para dejar que la madre omita las tomas
nocturnas.
Conclusiones
La alimentación es el pilar fundamental para un optimo crecimiento, por tal motivo es importante
saber elegir correctamente los alimentos a proporcionar a los niños menores de 2 años de modo
que cubra con sus requerimientos energéticos y de micro y macro nutrientes.
Se conoció la composición de la leche materna, su aporte calórico y nutricional, razón por la que se
recomienda la lactancia materna exclusiva los 6 primeros meses de vida.
Recomendaciones
Bibliografia
Mahan K, Escott-Stump, Raymond J. Kraus; Dietoterapia: El Sevier. 2013. 13va Edicion. Pgs: 376-
387