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Universidad autónoma de nuevo león

U.A: Enfermería al adulto

Docente: Cinthia Irasema Navejar Ramos

Semestre:3 Grupo:008

Integrantes del equipo:

Odalys Prado Cabrieles 1965306


Camila Michelle Prado Bazaldúa 1960827
Daniela Navarro Martínez 2075857
Marlen Gómez de la Cerda 1959616
Naidelyn Leonor Paz González 2075863
Nutrición en la persona
según la etapa de vida
Nutricion del recien nacido

Aquí se analiza cómo la nutrición es un contribuyente


importante para el desarrollo complejo del recién
nacido. Tanto los factores biológicos como los
ambientales interactúan durante su crecimiento y
desarrollo; a menudo son incompletos los modelos
de la interacción de dichos factores.
• Peso al nacer como resultado del embarazo

El peso de un recién nacido constituye una medición clave


del estado de salud durante el embarazo.

La gestación promedio para un niño de término es de 40


semanas, con una variación de 37 a 42 semanas. Los recién
nacidos de término suelen pesar 2 500 a 3 800 g y medir de
47 a 54 cm. En EUA ocurrieron 4 millones de nacimientos
durante 2009, y 88% de ellos fue a término. Es menos
probable que los recién nacidos con peso normal al nacer
requieran cuidado intensivo y suelen ser sanos a largo plazo.

En contraste, los recién nacidos prematuros, sin importar su


peso al nacer, son los que nacen a las 37 semanas de
gestación o antes
• Desarrollo del recién nacido

El desarrollo motor influye en la aptitud del niño para


alimentarse y la cantidad de calorías invertidas en la
actividad. Un ejemplo de la manera en que el
desarrollo motor afecta la alimentación es la aptitud
para sentarse en una silla alta. Sólo cuando el recién
nacido alcanza el desarrollo motor de control de la
cabeza y equilibrio al sentarse y desaparecen ciertos
reflejos tiene la posibilidad de alimentarse por vía oral
con una cuchara. El desarrollo de las habilidades
motoras aumenta de manera gradual las necesidades
calóricas de los recién nacidos porque el incremento
de actividad requiere mayor energía.
Por ejemplo, la etapa en la que los recién nacidos son muy sensibles a la
textura de la comida es también el momento en que surgen sus habilidades
de lenguaje. La interacción del bebé con el ambiente estimula al cerebro en
desarrollo y va estructurando el sistema nervioso a largo plazo.
Investigaciones más recientes sugieren que el acceso a las calorías y
proteínas adecuadas no es suficiente para maximizar la maduración cerebral
si no se estimula al mismo tiempo el crecimiento social y emocional del
recién nacido. El desarrollo cognitivo también está sujeto a controles
genéticos, que activan y desactivan genes en muy diferentes momentos y
lugares al interior del cuerpo.
No se necesita un aparato digestivo sano para conseguir una
alimentación exitosa. Por ejemplo los padres se preocupen por la
posibilidad de que el malestar gastrointestinal de su hijo interfiera
con el aumento de peso, aunque el crecimiento suela seguir un
curso adecuado. Se requieren más de seis meses para que el
tracto gastrointestinal del recién nacido madure y el tiempo varía
en gran medida de un individuo a otro.

Al nacimiento, el aparato digestivo del recién nacido sano es lo


bastante maduro para digerir grasas, proteína y azúcares simples,
y absorber grasas y aminoácidos. Aunque los neonatos sanos no
tienen las mismas cantidades de enzimas digestivas o la tasa de
vaciamiento estomacal que los lactantes mayores, el intestino es
funcional al nacimiento.
Los nutrientes y los factores de crecimiento regulan el
desarrollo del cerebro durante la vida fetal e infancia
temprana. El cerebro tiene una plasticidad que lo hace
vulnerable a cualquier insulto nutricional que conlleva a la
disfunción, no solo en situación de déficit, sino aún después
de haberlo corregido.

Como recomendación de salud pública mundial, durante los seis primeros meses de
vida los niños deberían ser alimentados exclusivamente con leche materna para lograr
un crecimiento, un desarrollo y una salud óptimos. La lactancia natural exclusiva puede
practicarse desde el nacimiento, salvo el caso de algunas afecciones médicas, y si se
practica sin limitaciones, propicia una abundante producción de leche. No practicar la
lactancia humana, y especialmente de manera exclusiva, durante los primeros seis
meses de vida, representa un factor de riesgo importante a efectos de morbilidad y
mortalidad del lactante y del niño pequeño, que se agrava aún más por la alimentación
complementaria inadecuada.
La UNICEF (El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) señala que el promedio
internacional de los niños y niñas menores de seis meses que son amamantados de
manera exclusiva es del solo el 38%. La alimentación con leche humana cubre todos los
requerimientos nutricionales en niños de esta edad para asegurar un crecimiento y
desarrollo óptimo y prevenir la desnutrición y obesidad.

La mayoría de las madres pueden y deben amamantar a sus hijos, del mismo modo que
la mayoría de los niños pueden y deben ser amamantados. Sólo en circunstancias
excepcionales puede considerarse inadecuada para un lactante la leche de su madre. En
esas escasas situaciones sanitarias en que los lactantes no pueden o no deben ser
amamantados, se debe optar por la mejor alternativa, como la leche humana extraída
de la propia madre , leche humana de una nodriza sana o un sucedáneo de la leche
materna ofrecido en una taza, que es un método más seguro que el biberón y la tetina
dependiendo de cada circunstancia.
La lactancia humana es un hecho biológico sujeto a modificaciones por
influencias sociales, económicas y culturales, que ha permanecido como
referente para la alimentación de los niños desde los orígenes de la humanidad
hasta la actualidad, la cual aporta todos los nutrientes, anticuerpos, hormonas,
factores inmunitarios y antioxidantes que los infantes necesitan.

De acuerdo con la OMS y la UNICEF, se recomienda la lactancia humana como una


forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto
de los niños y se debe mantener en forma exclusiva durante los seis primeros meses
de vida, así como seguir amamantando a partir de los seis meses, al mismo tiempo que
se va ofreciendo al niño otros alimentos complementarios, hasta un mínimo de dos
años.
La leche humana varía en su composición y se adapta a los
requerimientos nutricionales e inmunológicos del niño a medida que
este crece y se desarrolla, por lo cual se distinguen: la leche del infante
prematuro, el calostro, la leche de transición y la leche madura.

• Leche del infante prematuro: contiene mayor cantidad de proteínas y


menor cantidad de lactosa que la leche madura.
• Calostro: contiene menores cantidades de lactosa, grasa y vitaminas
hidrosolubles que la leche madura, y mayor cantidad de proteínas,
vitaminas liposolubles (A, D, E y K), carotenos y algunos minerales
como sodio y zinc.
• Leche madura: tiene gran variedad de elementos. Los principales
componentes de la leche son: agua, proteínas, hidratos de carbono,
grasas, minerales, vitaminas, elementos traza, hormonas y enzimas.
• Leche de transición: se produce entre el calostro y la leche madura, los
niveles de proteínas, inmunoglobulinas y vitaminas liposolubles
disminuyen, y aumentan la lactosa, las grasas, las vitaminas
hidrosolubles y el valor calórico total.
La alimentación con leche humana ofrece al lactante un óptimo desarrollo
psicofísico y la mejor protección frente a las enfermedades de él y de su madre
que amamanta. Sin embargo, en todo el mundo sigue habiendo bajas tasas de
inicio de lactancia humana y su duración media es corta por abandono precoz
constituyéndose en un problema de salud pública.
La protección, promoción y apoyo de la lactancia humana requiere mejorar la
formación teórico-práctica de los profesionales de la salud, cambiar actitudes,
colaborar con otros grupos de profesionales y de apoyo a las madres, impulsar
cambio y renovación en las rutinas de centros sanitarios promoviendo el apego
precoz, el alojamiento conjunto y la educación a la madre sobre los beneficios
de la alimentación con leche humana así como el apoyo a iniciativa de
programas e investigación.
Las fórmulas lácteas pueden ofrecer al niño, sobre todo al menor de 3 meses, una excesiva carga renal de
solutos alterando la funcionalidad del riñón. Esta condición se puede exacerbar si se restringe la ingesta de
agua o incrementan las pérdidas por calor o enfermedad causando sed y llanto que pueden interpretarse
inadecuadamente como hambre y conllevar a la administración excesiva de leche y aumento de peso.

Cuando se comparan los niños que reciben leche humana versus los que reciben lactancia artificial, estos
últimos presentan mayor ganancia de peso durante la infancia. Se estima que esto puede ocurrir por
diferentes razones: la menor pérdida energética al succionar el biberón, el mayor volumen y rapidez que
ofrece la alimentación artificial o algunos componentes de la fórmula infantil como los carbohidratos,
proteínas o grasas, que podrían favorecer el incremento ponderal.

Es importante adicionar a las fórmulas infantiles todos aquellos componentes que se ha demostrado se
encuentran en cantidades importantes en la lactancia humana, muchos de ellos no vinculados con el
aporte nutricional sino con los beneficios de este nutriente en el desarrollo del lactante.
Nutrición en la infancia temprana y edad preescolar

En este capítulo se describe el crecimiento y desarrollo de niños en su infancia


temprana (1 a 3 años de edad) y preescolares, y sus relaciones con la nutrición y el
establecimiento de patrones de alimentación; durante este periodo, el crecimiento
es más lento que en la lactancia, pero estable. Esta disminución de la velocidad de
crecimiento se refleja en la reducción del apetito.

El consumo adecuado de energía y nutrientes es necesario para que los niños en su


infancia temprana y preescolares alcancen el potencial completo de crecimiento y
desarrollo. La desnutrición durante estos años altera tanto el desarrollo cognitivo
como la capacidad para explorar el medio ambiente.
El peso del recién nacido se triplica en los primeros 12 meses de vida, pero la
velocidad de crecimiento disminuye en adelante hasta el brote de crecimiento de la
adolescencia. En promedio, los niños en su infancia temprana aumentan 230 g y 1 cm
de estatura al mes, en tanto que los preescolares incrementan 2 kg y 7 cm al año.

En la vigilancia del crecimiento físico de los niños es importante pesarlos y medirlos


con precisión a intervalos periódicos. Los niños menores de dos años de edad deben
pesarse sin ropa ni pañal. La talla (longitud) en decúbito de estos niños se mide en
una mesa larga con un borde cefálico fijo y uno podálico móvil. Para la medición
adecuada de la talla en decúbito se requieren dos adultos: uno a la cabeza del niño,
para asegurar que la coronilla de su cabeza se coloque con firmeza contra el borde
cefálico, y el otro para verificar que sus piernas estén extendidas por completo y con
el borde podálico en los talones.
Los preescolares deben medirse y pesarse sin zapatos y con ropa ligera; se utilizan escalas calibradas, y el
borde de la altura sirve para medir la talla.

Durante esta etapa el desarrollo de nuevas habilidades es profuso. La mayoría de los niños comienza a caminar de
manera independiente cerca de su primer año de vida. Al principio la marcha es insegura con excesiva amplitud de
paso. Después de practicar por varios meses, el niño logra mayor estabilidad y pronto es capaz de detenerse,
voltearse y agacharse sin caer.

Con la práctica se logran importantes avances en el equilibrio y la agilidad. Alrededor de los 15 meses de edad
suben escaleras; a los 18 meses, corren con rigidez. La mayoría sube y baja escaleras escalón por escalón a los 24
meses, además de que adquieren la habilidad para saltar. Alrededor de los 30 meses avanzan por las escaleras
alternando sus pies. A los 36 meses, están listos para los triciclos.

Desarrollo cognitivo en niños en su infancia temprana.

Durante esta etapa, el desarrollo social también implica la imitación de los demás, como los padres, cuidadores,
hermanos y otros niños; aprenden las costumbres culturales de la familia, incluso las relacionadas con las comidas
y la alimentación. De los 18 a los 24 meses de edad aparece un importante desarrollo de las habilidades de
lenguaje. Una vez que el niño se percata de que las palabras significan objetos, su vocabulario crece de 10 a 15
palabras a los 18 meses de edad a 100 o más a los dos años. Pronto comienza a combinar palabras para crear
frases simples. A los 36 meses de edad, utiliza oraciones de tres palabras.
Desarrollo de habilidades de alimentación en niños en su infancia temprana

Muchos bebés comienzan el destete del seno materno o biberón cerca de los 9 a 10 meses de edad,
cuando su consumo de alimentos sólidos aumenta y aprenden a beber de una taza.10 Es necesario
que los padres pongan atención a las señales de alerta de disposición para destetarse, como
desinterés en la alimentación al seno materno o con biberón. El tiempo que el destete toma es
variable y depende tanto del lactante como de la madre; será más fácil para los que se adaptan de
manera adecuada al cambio. Se trata de un signo de la independencia creciente del menor y a
menudo se completa a los 12 a 14 meses de edad, aunque la edad varía de uno a otro.

Entre los 12 y los 18 meses de edad pueden mover la lengua de un lado a otro (o de manera lateral)
y aprenden a masticar la comida con movimientos rotatorios, más que sólo de arriba hacia abajo. En
este momento consiguen manipular los alimentos de mesa en trozos suaves. Alrededor de los 12
meses muestran prensión refinada que les permite recoger objetos pequeños, como chícharos y
zanahorias cocidos, y ponerlos dentro de la boca.
Apetito y consumo alimenticio de los niños en su infancia temprana.

Los niños en su infancia temprana requieren porciones acordes con su edad.


Una regla general del tamaño de la ración es una cucharada de alimento por
año de edad. De este modo, una ración para un niño de dos años sería
cercana a dos cucharadas. Es mejor darle una ración pequeña y permitirle
que pida más que servir raciones grandes.

Es importante que no se les permita “pasar” el día con bebidas endulzadas y


alimentos como galletas y frituras. Éstos “matan” su limitado apetito de
alimentos básicos al momento de comer o en los refrigerios.
Niños de edad preescolar

El aumento de las capacidades motoras gruesas y finas continúa en la


etapa preescolar. A los cuatro años, el niño salta, brinca en un pie y
escala de manera adecuada. Además puede montar un triciclo o
bicicleta con llantas de apoyo, así como lanzar una pelota con la mano

Desarrollo cognitivo de los preescolares

Durante esta época los juegos infantiles comienzan a volverse más


cooperativos, como la construcción en equipo de una torre de
bloques. Al final de la etapa preescolar, se mueven hacia un juego
grupal más organizado, como jugar a los “encantados” o a la “casita”.
Desarrollo de habilidades de alimentación en preescolares.

El preescolar puede usar tenedor y cuchara, y emplea en forma adecuada una taza. El corte y
untado con un cuchillo tal vez requiera mayor refinamiento. Es necesario que los niños se
mantengan sentados de manera cómoda en la mesa para todas las comidas y los refrigerios. La
alimentación no es un proceso tan desordenado en la etapa preescolar como lo fue en la
infancia temprana. Aún ocurren derrames de comida, pero son accidentales.

Capacidad innata para controlar el consumo de energía

Un principio importante de la nutrición de niños pequeños, que tiene aplicación


directa en su alimentación, es la capacidad infantil para autorregular la ingesta de
comida. Cuando se les permite que decidan cuándo comer y cuándo dejar de
hacerlo sin interferencia externa, comen lo que necesitan. Tienen una capacidad
innata para ajustar su consumo de calorías para cubrir sus necesidades calóricas.
Es posible que la ingesta de los preescolares fluctúe con amplitud de una comida
a otra y de un día a otro.
Apetito y consumo alimenticio de preescolares.

Por lo general, a esta edad no les gustan las verduras y otros alimentos muy condimentados ni
las comidas con picante. Como en la etapa de infancia temprana, los padres de preescolares
no deben permitir que sus hijos coman y beban de modo indiscriminado entre las comidas y
los refrigerios, pues esta conducta a menudo los deja sin apetito para la hora de la comida.
También debe evitarse forzarlos a permanecer en la mesa hasta que coman cierta cantidad de
comida determinada por los padres.
Necesidades de energía y nutrientes

Necesidades de energía
Proteína
El consumo energético adecuado para cubrir las necesidades
individuales de un niño tiene un efecto de ahorro de proteína; es
decir, con la ingesta adecuada de energía, la proteína se usa con
fines de crecimiento y reparación de tejidos más que energéticos. El
consumo de proteína de alta calidad, como leche y otros productos
de origen animal, reduce la cantidad de proteína total necesaria en
la dieta para proveer los aminoácidos esenciales.

Vitaminas y minerales

El DRI de vitaminas y minerales para niños en su


infancia temprana y preescolares está
determinado. La mayoría de los niños del
nacimiento a los cinco años de edad satisface los
niveles deseados de consumo de la mayoría de
nutrientes, excepto hierro, calcio y cinc.
Nutrición de niños y preadolescente
Este capítulo se centra en el crecimiento y desarrollo de
niños en edad escolar y preadolescentes, y sus relaciones con
el estado nutricional. Los niños continúan con su crecimiento
físico a un ritmo estable durante este período, pero el
desarrollo desde el punto de vista cognitivo, emocional y
social es enorme. Esta etapa de la vida del niño constituye la
preparación para los requisitos físicos y emocionales del
crecimiento del adolescente.

Crecimiento y desarrollo
Durante la época escolar, el crecimiento del niño es estable, sin
embargo, la velocidad de crecimiento no es tan alta como lo fue
durante la lactancia o como lo será durante la adolescencia. El
promedio de crecimiento anual durante la edad escolar es de 3 a 3.5
kg de peso y 6 cm de talla. En los niños de esta edad aún se presentan
brotes de crecimiento, que a menudo coinciden con periodos de
aumento de apetito y consumo. Durante los periodos de crecimiento
más lento, el apetito y el consumo infantil disminuyen.
Desarrollo fisiológico y cognitivo de niños en edad escolar

Durante la infancia media. Los niños emplean patrones de movimiento


más complejos, por lo que tienen la posibilidad de participar en danza,
deportes, gimnasia y otras actividades físicas. En esta etapa, el porcentaje
de grasa corporal alcanza la cifra mínima de 16% en mujeres y 13% en
varones. Más adelante aumenta el porcentaje de grasa corporal como
preparación para el brote de crecimiento de la adolescencia.


Esta etapa se caracteriza por la aptitud para concentrarse en varios aspectos de una situación al
mismo tiempo; por el desarrollo de un pensamiento causa-efecto más racional; por la capacidad de
clasificación, reclasificar y generalizar, y por la disminución del egocentrismo, que permite al niño
ver el punto de vista de otros. El trabajo escolar se vuelve cada vez más complejo conforme el niño
crece. Además, los pequeños de edad escolar disfrutan los juegos de estrategia, donde muestran su
desarrollo cognitivo y del lenguaje.
Conductas alimenticias

Los padres y hermanos mayores aún ejercen la mayor influencia sobre la actitud del
niño hacia la comida y las preferencias alimenticias durante la infancia media y
preadolescencia. Las conductas, prácticas culturales y preferencias alimenticias de los
padres inciden en los gustos y aversiones de los hijos pequeños. La relación alimenticia
entre padres e hijos, aún es válida en la edad escolar. Los padres son responsables del
ambiente alimenticio en casa, así como de cuáles alimentos están disponibles y
cuándo se sirven

Necesidades energéticas y nutricionales en niños de edad escolar

Las necesidades de energía de los niños en edad escolar reflejan el índice de


crecimiento lento pero estable de esta etapa del desarrollo; éstas dependen
de su nivel de actividad y talla corporal.
Proteínas

El consumo de proteínas para niños de edad escolar es de 0.95 g de proteína/kg de peso corporal al día para
niñas y niños de 4 a 13 años. Al igual que en niños menores, los pequeños de edad escolar cubren estas
recomendaciones al consumir dietas que siguen los lineamientos para niños de la guía nutricional MyPlate 2010.

Vitaminas y minerales

Se han establecido DRI de vitaminas y minerales para niños en


edad escolar y preadolescentes. Según encuestas de consumo de
alimentos en niños, la ingesta promedio de la mayoría de los
nutrientes satisface o excede las recomendaciones. Sin embargo,
ciertos subgrupos de niños no satisfacen sus necesidades de
nutrientes clave como hierro y cinc (importantes para el
crecimiento), así como de calcio, necesario para alcanzar la cifra
máxima de masa ósea.
Calcio y vitamina D
Las recomendaciones de consumo diario adecuado de calcio son de 1000 mg en niños de
4 a 8 años, y de 1300 mg para los de 9 a 18 años. mayor formación de hueso ocurre
durante la pubertad. Las fuentes principales de vitamina D incluyen la exposición a la luz
solar, alimentos fortificados con vitamina D como cereales para el desayuno y leche
fortificada con vitamina D (100 UI por cada taza de leche).

Líquidos

El agua fría es el mejor líquido para los niños y deben tener libre acceso a la misma, sobre
todo durante las horas de escuela. Las bebidas deportivas que contienen de 4 a 8% de
carbohidratos y jugos de fruta diluidos, son más adecuados para niños que participan en
actividades físicas prolongadas, en especial en climas calientes y húmedos. Los niños no
deben consumir bebidas energéticas porque contienen altas concentraciones de cafeína y
otras sustancias estimulantes, como guaraná, un extracto vegetal que contiene cafeína.
Recomendaciones en comparación con la actividad real

Se recomienda que los niños realicen cuando menos 60 minutos de


actividad física diaria. Las estrategias para los padres incluyen:

● Dar un buen ejemplo al realizar su propia actividad física y unirse


a sus hijos en la práctica de la misma.

● Animar a los niños a hacer actividad física en casa, en la escuela y


con sus amigos.

● Limitar el tiempo de televisión, juegos de computadora y otras


formas inactivas de entretenimiento, alternándolas con periodos de
actividad física.
Nutrición del adolescente
La adolescencia se define como el periodo de vida entre los
11 y 21 años de edad; se trata de un momento de profundos
cambios biológicos, emocionales, sociales y cognitivos en que
el niño se desarrolla para volverse adulto. La madurez física,
emocional y cognitiva se completa durante la adolescencia.

Crecimiento físico y desarrollo normal

La adolescencia temprana abarca la aparición de la pubertad, que


es la transformación física de un niño a un adulto joven. Los
cambios biológicos que ocurren durante la pubertad incluyen
madurez sexual, aumentos de talla y peso, acumulación de masa
esquelética y cambios en la composición corporal.
Un varón de 14 años que experimenta
crecimiento lineal rápido y desarrollo
muscular tendrá necesidades de
energía y nutrientes muy diferentes a
las de otro individuo de la misma edad
que aún no llega a la pubertad. Por
esta razón, se deben tomar en cuenta
tanto la maduración sexual o edad
biológica (para valorar el crecimiento
y desarrollo biológicos) y las
necesidades nutricionales individuales
de los adolescentes, más que la edad
cronológica.
Conductas de salud relacionadas con la alimentación durante la adolescencia

Los patrones y conductas de alimentación de los adolescentes están sujetos a muchos


factores que incluyen influencia de amigos, modelos paternos, disponibilidad de alimentos,
preferencias alimenticias, costo, conveniencia, creencias personales y culturales, medios
masivos de comunicación e imagen corporal. Los factores ambientales comprenden el
ambiente social inmediato (familia, amigos y redes del adolescente) y otros factores como
escuela, establecimientos de comida rápida y normas sociales y culturales.

Necesidades de energía y nutrientes en adolescentes

El aumento de masa corporal magra, masa esquelética y grasa corporal que se observa
durante la pubertad produce necesidades de energía y nutrientes mayores a las de
cualquier otro momento de la vida. Durante la adolescencia, los requerimientos de
energía y nutrientes corresponden al grado de maduración alcanzado. Por desgracia,
hay pocos datos para definir el consumo óptimo de energía y nutrientes en este
período. La mayor parte de los datos existentes se extrapola a partir de los
requerimientos nutricionales de los adultos o de los niños.
Los consumos recomendados de energía, proteína y otros nutrientes se basan en
el crecimiento adecuado en oposición con el funcionamiento fisiológico óptimo.
Energía

La cantidad de actividad física, el índice metabólico basal y el aumento de las necesidades


para apoyar el crecimiento y desarrollo de la pubertad influyen en las necesidades de
energía de los adolescentes. hay pocos datos para definir el consumo óptimo de energía y
nutrientes en este período. La mayor parte de los datos existentes se extrapola a partir de los
requerimientos nutricionales de los adultos o de los niños. Los consumos recomendados de
energía, proteína y otros nutrientes se basan en el crecimiento adecuado en oposición con el
funcionamiento fisiológico óptimo.
Proteínas
La proteína necesaria para adolescentes es de 0.85 g / kg de peso corporal por día, un poco mayor
que en adultos. Debido a que las necesidades de variedad con el grado de crecimiento y desarrollo,
cuando se basan en la edad de desarrollo tienen mayor precisión que las recomendaciones absolutas
basadas en la edad cronológica.
Carbohidratos

El consumo recomendado de carbohidratos para adolescentes es de 130 g al día o 45 a 65%


de las necesidades energéticas diarias. Los edulcorantes y azúcares agregados proporcionan
casi un 21% del consumo energético de los adolescentes. Los varones consumen 35
cucharaditas de azúcares agregados por día, y las mujeres.
Fibra dietética

Los DRI demanda un consumo de fibra dietética para mujeres


adolescentes en 26 g / día, para varones menores de 14 años
en 31 g / día, y para mayores en 38 g / día.

Grasa
Casi dos tercios de los adolescentes cumple con las recomendaciones para grasa. Las
guías dietéticas nacionales también sugieren que los adolescentes no consuman más
de 300 mg de colesterol total al día. Los DRI recomiendan un consumo específico de
ácido α-linolénico para apoyar el crecimiento y desarrollo óptimo.

Calcio

El calcio representa el principal constituyente de la masa ósea. Debido a que alrededor


de la mitad de la cifra máxima de masa ósea se acumula durante la adolescencia, el
consumo de calcio es de gran importancia para el desarrollo de masa ósea densa y la
reducción del riesgo de fracturas y osteoporosis a lo largo de la vida.
Hierro

El rápido índice de crecimiento lineal, el aumento del


volumen sanguíneo y el comienzo de la menarquia durante la
adolescencia incrementan las necesidades de hierro.

Vitamina D

La vitamina D es liposoluble y representa una función


esencial para facilitar la absorción intestinal del calcio y
fósforo que se necesitan para mantener las concentraciones
séricas los rayos ultravioleta B de la luz del Sol.
Nutrición en adultos
La adultez representa el largo periodo que se sitúa entre el
crecimiento y desarrollo activos de las fases de lactancia,
infancia y adolescencia y las fases del adulto mayor, donde
una de las preocupaciones es sostener la capacidad física y
mental. La adultez se divide en los siguientes segmentos.


Por lo general, alcanzar los 20 años de edad implica volverse
independientes, dejar el hogar paterno, terminar la educación
formal, iniciar un trabajo regular y empezar el desarrollo
profesional, formar relaciones y elegir a una pareja.

Los 40 son una época de responsabilidad familiar activa (que


puede incluir criar niños y adolescentes y, para algunos,
formar nuevas relaciones e integrar familias diferentes),
además de expandir las funciones laborales y profesionales.
Cambios fisiológicos de la edad adulta

La densidad ósea tanto de varones como de mujeres sigue creciendo hasta


alrededor de los 30 años. El máximo de masa ósea se relaciona con la cantidad de
calcio en la dieta y con la cantidad de ejercicios de soporte de peso de años
anteriores. La fuerza muscular alcanza su máximo cerca de los 25 a 30 años de
edad, aunque el uso habitual de los músculos y el entrenamiento con pesas
afectan la fuerza, así como el tamaño de los músculos y su retención.

Cálculo de las necesidades energéticas en los adultos

Las necesidades de energía se basan en el metabolismo basal del individuo,


en el efecto térmico de los alimentos y en la termogénesis de la actividad.
Recomendaciones relacionadas con macronutrientes y micronutrientes

Las recomendaciones del Institute of Medicine de EUA en cuanto a la ingesta de


macronutrientes (carbohidratos, grasas, proteínas) se expresan en rangos de
porcentajes de la ingesta total de calorías y explican el hecho de que diversos
patrones alimentarios pueden ser saludables. Los rangos aceptables de distribución
de macronutrientes para adultos son:

● Grasas 20-35% de las calorías

● Carbohidratos 45-65% de las calorías

● Proteína 10-35% de las calorías


Recomendaciones alimentarias para adultos

● Consumir más frutas y verduras, granos integrales


y fibra, así como productos lácteos bajos en grasas.
● Limitar la ingesta de grasas saturadas, evitar las
grasas trans y seleccionar pescado, carnes magras y
aves, y alternativas a la carne.
● Seleccionar más alimentos ricos en nutrientes y
menos alimentos con deficiencias nutricionales.
● Limitar el consumo de azúcares, en especial
bebidas azucaradas y postres basados en granos.
● Mantener una baja ingesta de sodio.
● Practicar alguna actividad física regular.
Recomendaciones de actividad física
Nutrición en adultos mayores

Cambios fisiológicos

El envejecimiento normal se asocia con cambios


en la composición corporal que casi siempre lleva
a pérdida de resiliencia física.

Cambios en la composición corporal

Los cambios individuales en la composición corporal son comunes, pero no son inevitables ni
irreversibles. De entre todos los cambios fisiológicos que suceden durante el envejecimiento, el
mayor efecto sobre el estado nutricional se debe a las variaciones en el sistema musculo
esquelético, que pierde hasta 15% de la masa libre de grasa. En promedio, hay una disminución de
2 a 3% en la masa corporal magra por década desde los 30 hasta los 70 años de edad, lo que incluye
la sarcopenia, que inicia alrededor de los 40 años, incluso cuando el peso se encuentra estable.
Recomendaciones nutricionales

Las recomendaciones nutricionales cambian a medida que


los científicos aprenden más acerca de los efectos de los
alimentos sobre la vida humana. Los niveles de nutrientes
específicos para grupos poblacionales de más de 51 años se
establecieron por primera vez en 1997 como DRl.

Cálculo de las necesidades energéticas

La meta principal de los cálculos de energéticos es


mantener un sano peso corporal. Los datos de la
NHANES muestran la ingesta calórica a medida que los
adultos envejecen.
Recomendaciones nutricionales para adultos mayores: fuentes de energía

los individuos que requieren 2 000 calorías/día necesitarían comer 250 g de carbohidratos
diario para satisfacer 50% de calorías provenientes de fuentes de carbohidratos.
En promedio, los adultos mayores de EUA satisfacen o
exceden la RDA de proteína. Quienes viven solos, viven en la
pobreza, son obesos o tienen limitaciones funcionales son
vulnerables a una inadecuada ingesta de proteínas.

La función de las grasas dietéticas no parece cambiar con la


edad; la ingesta elevada de grasas saturadas y de ácidos
grasos trans sigue siendo un factor de riesgo para las
enfermedades crónicas. Minimizar la cantidad de grasas
saturadas en la dieta y mantener las grasas totales entre 20 y
35% de las calorías es una meta razonable para que los
adultos mayores mantengan una proporción benéfica de
colesterol en sangre.
Recomendaciones de actividad física

● Fortalecimiento muscular que incluya todos los principales grupos musculares


dos o más días a la semana.

● Al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad


moderada (episodios de 10 minutos o más repartidos a lo largo de la semana).

● Beber agua al hacer ejercicio, ya que puede estar inhibida la sed.

● Garantizar la proteína adecuada a lo largo del día para desarrollar músculo.


Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. La presente Norma establece criterios generales
para orientar a la población en materia de alimentación. El objeto último es promover el mejoramiento del
estado de nutrición de la población y prevenir problemas de salud relacionados con la alimentación.

Criterios y procedimientos para la prestación del servicio.

Objetivo: establecer los criterios para vigilar el estado de nutrición, crecimiento y desarrollo de la población de
menores de un año, uno a cuatro años, cinco a nueve años y diez a diecinueve años.
https://www.youtube.com/watch?v=1Fj05kAN1tg

https://www.youtube.com/watch?v=nuIzRdj5_qE
file:///C:/Users/usuario/Downloads/Nutricion%20en%20la%20Diferentes%20Et
apas%20de%20la%20Vida%20Brown%205a%20ed%20(1).pdf

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