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Señor

JUEZ DEL CIRCUITO DE CALI (REPARTO)


E.S.D

REFERENCIA : ACCIÓN DE TUTELA


ACCIONANTE : ISIDORA MOSQUERA RIVAS
ACCIONADO : NUEVA EPS Y ADMINISTRADORA COLOMBIANA DE
PENSIONES COLPENSIONES

ISIDORA MOSQUERA RIVAS, mayor de edad y vecina de Cali, identificada con la


cedula de ciudadanía No.31.374.779, a través del presente escrito, manifiesto al
señor Juez que por los trámites de un procedimiento preferente y sumario,
desarrollado con arreglo a los principios de publicidad, prevalencia del derecho
sustancial, economía y eficiencia, formulo ante su despacho ACCIÓN DE TUTELA,
como mecanismo transitorio, en contra de la NUEVA EPS y la ADMINISTRADORA
COLOMBIANA DE PENSIONES COLPENSIONES a través de su representante legal
o por quien haga sus veces al momento de la notificación, por la vulneración de mis
derechos fundamentales AL MINIMO VITAL Y MOVIL, A LA SALUD, A LA VIDA EN
CONDICIONES DIGNAS, LA IGUALDAD, A LA SALUD, A LA SEGURIDAD SOCIAL,
A LA VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, A LA CONTINUIDAD DE MI
TRATAMIENTO MEDICO Y FARMACOLOGICO, A LA CONTINUIDAD CON MI
MÉDICO TRATANTE, entre otros; para lo cual expongo los siguientes:

HECHOS Y OMISIONES
1. Me encuentro afiliada a la NUEVA EPS como beneficiaria de mi extinto
compañero permanente TEODOCIO ZUÑIGA BARONA (Q.E.P.D)

2. Mi compañero permanente TEODOCIO ZUÑIGA BARONA (Q.E.P.D), quien en


vida se identificaba con la cedula de ciudadanía No.16.468.551, falleció el 09
de marzo de 2022 como consecuencia de múltiples patologías que lo venían
aquejando.

3. Mi compañero permanente TEODOCIO ZUÑIGA BARONA (Q.E.P.D) se


encontraba afiliado a la NUEVA EPS y a COLPENSIONES como trabajador
independiente.

4. Hasta la fecha de su deceso mi compañero permanente TEODOCIO se


encontraba al día con el pago de los aportes a la seguridad social en salud y
pensión.

5. Mi compañero permanente TEODOCIO ZUÑIGA BARONA sufrió de múltiples


enfermedades, por las cuales le expidieron numerosas incapacidades de
manera continua desde el 19 de diciembre de 2019 hasta el día anterior a su
muerte.

6. La NUEVA EPS solo le canceló las incapacidades a TEODOCIO hasta el 20 de


abril de 2020, como quiera que el 21 de abril de 2020 la entidad remitió el
concepto medico de rehabilitación DESFAVORABLE ante COLPENSIONES.

7. La nueva EPS solo permitió la radicación de las incapacidades en el sistema


hasta el 14 de marzo de 2021, bajo el argumento de que TEODOCIO contaba
con pronóstico desfavorable de rehabilitación y se encontraba en proceso de
calificación de PCL.
8. La NUEVA EPS y COLPENSIONES me adeudan el pago de las incapacidades
que se relacionan a continuación y que le fueron expedidas en vida a
TEODOCIO:

9. Soy una persona de 68 años, asmática, con diabetes e hipertensa, que debe
usar inhalador, y tomar medicamentos para controlar dichas enfermedades.

10.Para controlar todas mis enfermedades debo consumir medicamentos tales


como:

 HIDROCLOROTIAZIDA 25mg (tableta)


 ACETAMINOFEN 500mg
 BROMURO DE IPRATROPIO 0.02mg (solución para inhalación-aerosol)
 BECLOMETASONA 250mg (inhalación-aerosol)
 AMLODIPINO 5mg
 LOZARTAN 100mg
 ATORVASTATINA 20mg
 EMPAGLIFLOZINA 25mg
 SITAGLIPINA + METFORMINA 50/1000 mg.

11.La NUEVA EPS me había programado una cita medica de control para el 01
de abril de 2022, pero llegado el día y la hora para la cita, la entidad me negó
la atención, argumentando que por el estado de afiliación del aportante no
era posible brindarme atención médica.

12.De la misma manera ocurrió con los medicamentos que me había formulado
mi médico tratante el 03 de enero de 2022, con formula posfechada, para
reclamar a partir del 03 de marzo de 2022, los solicité después de la muerte
de mi compañero permanente (09-03-2022), pero la entidad me negó el
suministro de los medicamentos.

13.He tenido muchas bajas en mi salud por la falta de los medicamentos, por lo
que se hace indispensable ordenar a la entidad que me haga entrega se los
medicamentos que me había formulado mi medico tratante y los que me
recete en adelante.

14.El artículo 2.1.8.5. del decreto 780 de 2016 establece la GARANTÍA DE LA


CONTINUIDAD DE LA PROTECCIÓN EN SALUD DE LOS BENEFICIARIOS
DE UN COTIZANTE FALLECIDO en los siguientes términos:

Los beneficiarios de un cotizante fallecido tendrán derecho a permanecer en


el Sistema en los mismos términos y por el mismo período que se establece
para los períodos de protección laboral en los términos previstos en la
presente Parte cuando el cotizante fallecido tuviere derecho a ella; en todo
caso, registrarán la novedad en el Sistema de Afiliación Transaccional a
más tardar en el mes siguiente al fallecimiento.

Cuando una entidad promotora de salud, EPS, haya compensado por un


afiliado cotizante fallecido o su grupo familiar, deberá proceder a la
devolución de las UPC así compensadas, en el período siguiente de
compensación que corresponda a aquel en que se verificó la información
sobre el fallecimiento.

PARÁGRAFO. Hasta tanto entre en operación el Sistema de Afiliación


Transaccional, la novedad de que trata el presente artículo deberá
reportarse directamente a la EPS.

(Artículo 70 del Decreto 2353 de 2015)

15.Mi compañero TEODOCIO y yo dependíamos totalmente del pago de las


incapacidades médicas, pues en sus últimos años de vida no pudo volver a
trabajar y tuvo que cerrar el establecimiento de comercio que nos proveía el
sustento por sus quebrantos de salud y finalmente la pandemia acabó con lo
poco que nos quedaba.

16.Yo dependía en todo sentido de mi compañero de vida TEODOCIO ZUÑIGA


BARONA, en especial de mamera económica, pues era el quien sufragaba
todos los gastos del hogar.

17.Conviví de manera ininterrumpida con TEODOCIO durante más de 43 años,


desde el 15 de marzo de 1978 hasta la fecha de su muerte acaecida el 09 de
marzo de 2022, compartiendo techo, lecho y mesa.

18.A mi edad no puedo laborar y tampoco me aceptarían en una empresa, no


cuento con ninguna fuente de ingresos, ni ayuda económica para solventar
los gastos de mi hogar, pues ni siquiera tengo dinero para pagar los pasajes y
asistir a las citas médicas de control.
19.Después del fallecimiento de mi compañero he tenido que vivir de la caridad
de familiares y amigos, sin poder atender mis necesidades básicas.

20.La normatividad en materia de seguridad social en salud establece que las


incapacidades por enfermedad o accidentes no son heredables, a excepción
de las que se han causado hasta el día de la muerte del cotizante. Lo anterior,
se puede observar en el Concepto 198725 del 10 de septiembre de 2012
del Ministerio de la Salud y la Protección Social.

21.Con la negativa de la NUEVA EPS frente a la entrega de mis medicamentos y


la negación en la atención en salud, la entidad se encuentra vulnerando de
manera abusiva mis derechos fundamentales a la SALUD, A LA VIDA EN
CONDICIONES DIGNAS, A LA SEGURIDAD SOCIAL, A LA CONTINUIDAD DE
MI TRATAMIENTO MEDICO Y FARMACOLOGICO.

22.De la misma manera la NUEVA EPS y COLPENSIONES me vulneran los


derechos fundamentales al MÍNIMO VITAL Y MÓVIL ante el impago de las
incapacidades generadas a mi compañero permanente, prestación económica
que las entidades están obligadas a pagar, a pesar de haber fallecido m
compañero TEODOCIO, ya que se causaron en vida y mi sustento depende
ello.

23.La presente tutela se torna procedente, toda vez que no existe otro
mecanismo que resulte efectivo y eficaz para lograr la protección de mis
derechos fundamentales.

DERECHOS FUNDAMENTALES VIOLADOS

Dadas las dificultades de salud física y metal en las que me encuentro, con la
omisión de la entidad accionada se me están vulnerando innumerables derechos
fundamentales, entre otros:
 El derecho a la AL MINIMO VITAL Y MOVIL
 El derecho a la VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, consagrado en el artículo
11 de la Constitución Política
 El derecho fundamental a la IGUALDAD según lo preceptuado en el artículo
13 ibídem.
 El derecho a la SEGURIDAD SOCIAL contemplado en el artículo 48 de la
carta fundamental.
 El derecho a la SALUD como derecho fundamental, consagrado en el artículo
49 de la Constitución Política.
 Derecho a la CONTINUIDAD CON MI MÉDICO TRATANTE.
 El derecho a la CONTINUIDAD DE MI TRATAMIENTO MEDICO Y
FARMACOLOGICO.

FUNDAMENTOS Y RAZONES DE DERECHO


COMO FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES INVOCO:
• El artículo 23 de la Constitución Política que trata sobre el derecho de
petición.
• El artículo 11 de la Constitución Política sobre el derecho a LA VIDA EN
CONDICIONES DIGNAS
• El artículo 13 ibídem, sobre el derecho fundamental a LA IGUALDAD
• El artículo 48 de la carta fundamental, que trata sobre el derecho a la
SEGURIDAD SOCIAL.
• El artículo 49 de la Constitución Política sobre derecho a LA SALUD como
derecho fundamental.
EL ARTÍCULO 13 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA QUE TRATA SOBRE LA
IGUALDAD, Y DISPONE:

“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las
autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna
discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión
política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y
adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que
contra ellas se cometan.” 

LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS (1948), ESTABLECIÓ:

“1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo,


a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección
contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario
por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa
y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia
conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario,
por cualesquiera otros medios de protección social….”

COMO FUNDAMENTOS LEGALES INVOCO:


• La ley 100 de 1993
• Decreto 2591 de 1991
• Decreto 780 de 2016
• Y demás normas concordantes
COMO FUNDAMENTOS JURISPRUDENCIALES INVOCO ENTRE OTRAS, LAS
SENTENCIAS:
SENTENCIA T-760 DEL 31 DE JULIO DEL 2008 DE LA HONORABLE CORTE
CONSTITUCIONAL, CON PONENCIA DEL MAGISTRADO MANUEL JOSÉ CEPEDA
ESPINOSA, MEDIANTE LA CUAL SE ABORDÓ LA IMPORTANCIA DEL CRITERIO
DEL MÉDICO TRATANTE PARA ESTABLECER LA PERTINENCIA DE UN
SERVICIO DE SALUD, PARA LO CUAL SE EXPUSO LO SIGUIENTE:
“4.4.2. El concepto científico del médico tratante es el principal criterio para
establecer si se requiere un servicio de salud, pero no es exclusivo.
En el Sistema de Salud, la persona competente para decidir cuándo
alguien requiere un servicio de salud es el médico tratante, por estar
capacitado para decidir con base en criterios científicos y por ser quien
conoce al paciente. La jurisprudencia constitucional ha considerado que el
criterio del médico relevante es el de aquel que se encuentra adscrito a la
entidad encargada de garantizar la prestación del servicio; por lo que, en
principio, el amparo suele ser negado cuando se invoca la tutela sin contar
con tal concepto.”
No obstante, el concepto de un médico que trata a una persona, puede
llegar a obligar a una entidad de salud a la cual no se encuentre adscrito,
si la entidad tiene noticia de dicha opinión médica, y no la descartó con
base en información científica, teniendo la historia clínica particular de la
persona, bien sea porque se valoró inadecuadamente a la persona o
porque ni siquiera ha sido sometido a consideración de los especialistas
que sí están adscritos a la entidad de salud en cuestión. En tales casos, el
concepto médico externo vincula a la EPS, obligándola a confirmarlo,
descartarlo o modificarlo, con base en consideraciones de carácter técnico,
adoptadas en el contexto del caso concreto. Tales consideraciones
pueden ser las que se deriven del concepto de un médico adscrito a la EPS
o de la valoración que haga el Comité Técnico Científico, según lo haya
determinado cada EPS. La jurisprudencia constitu¬cional ha valorado
especialmente el concepto de un médico no adscrito a la entidad
encargada de garantizar la prestación del servicio, cuando éste se produce
en razón a la ausencia de valoración médica por los profesionales
correspondientes, sea cual fuere la razón que dio lugar a la mala
prestación del servicio. También ha indicado la jurisprudencia que la
orden médica obliga a la entidad, si en el pasado ha valorado y aceptado
sus conceptos como ‘médico tratante’, incluso así sean entidades de salud
prepagadas, regidas por contratos privados.
Una interpretación formalista de la jurisprudencia constitucional en
materia de acceso a los servicios de salud, por ejemplo, con relación a la
exigencia de que el médico que ordene el servicio requerido debe estar
adscrito a la entidad, puede convertirse en una barrera al acceso. Por eso,
cuando ello ha ocurrido, la jurisprudencia constitucional ha considerado
que las órdenes impartidas por profesionales de la salud idóneos, que
hacen parte del Sistema, obligan a una entidad de salud cuando ésta ha
admitido a dicho profesional como ‘médico tratante’, así no éste adscrito a
su red de servicios. En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte
cuando la EPS no se opuso y guardó silencio cuando tuvo conocimiento del
concepto de un médico externo.
La jurisprudencia constitucional ha tutelado el derecho a la salud cuando
el servicio se ‘requiere’, por ser ordenado por el médico tratante, pero no
así cuando el servicio es ‘útil’ y el médico sólo lo recomienda sin ser
indispensable. En tal evento, por ejemplo, ha fijado un límite al derecho.
Ahora bien, en ocasiones el médico tratante requiere una determinada
prueba médica o científica para poder diagnosticar la situación de un
paciente. En la medida que la Constitución garantiza a toda persona el
acceso a los servicios de salud que requiera, toda persona también tiene
derecho a acceder a los exámenes y pruebas diagnósticas necesarias para
establecer, precisamente, si la persona sufre de alguna afección a su
salud que le conlleve requerir un determinado servicio de salud. Esta es,
por tanto, una de las barreras más graves que pueden interponer las
entidades del Sistema al acceso a los servicios que se requieren, puesto
que es el primer paso para enfrentar una afección a la salud. Así pues, no
garantizar el acceso al examen diagnóstico, es un irrespeto el derecho a la
salud.
 
SOBRE EL DERECHO AL DIAGNOSTICO MEDIANTE LA SENTENCIA T-036 DEL
26 DE ENERO DEL 2017, LA HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL, CON
PONENCIA DEL MAGISTRADO ALEJANDRO LINARES CANTILLO, EXPRESÓ LO
SIGUIENTE:
“E. DERECHO AL DIAGNÓSTICO COMO COMPONENTE INTEGRAL
DEL DERECHO A LA SALUD. REITERACIÓN DE JURISPRUDENCIA
30. De acuerdo con la jurisprudencia constitucional y diferentes
disposiciones legales , el principio de integralidad en materia de salud ha
sido entendido como el derecho que tiene el paciente a recibir una
atención médica completa, esto es, que le sean suministrados todos los
servicios que requiera para garantizar su vida e integridad física,
psíquica y emocional.
31. La Corte Constitucional ha definido que el derecho al diagnóstico,
en tanto faceta del derecho fundamental a la salud, es la garantía que
tiene el paciente de “exigir de las entidades prestadoras de salud la
realización de los procedimientos que resulten precisos con el objetivo de
establecer la naturaleza de su dolencia para que, de esa manera, el
médico cuente con un panorama de plena certeza sobre la patología y
determine ‘las prescripciones más adecuadas’ que permitan conseguir la
recuperación de la salud, o en aquellos eventos en que dicho resultado no
sea posible debido a la gravedad de la dolencia, asegurar la estabilidad
del estado de salud del afectado”.
La jurisprudencia constitucional ha señalado que son tres las etapas de
las que está compuesto un diagnostico efectivo, a saber: identificación,
valoración y prescripción. La etapa de identificación comprende la
práctica de los exámenes previos que se ordenaron con fundamento en
los síntomas del paciente. Una vez se obtengan los resultados de los
exámenes previos, se requiere una valoración oportuna y completa por
parte de los especialistas que amerite el caso, quienes, prescribirán los
procedimientos médicos que se requieran para atender el cuadro clínico
del paciente.
32. Teniendo en cuenta lo anterior, es dado afirmar que a través del
diagnóstico médico es posible definir, en términos de cantidad y
periodicidad, los servicios médicos y el tratamiento que se debe
adelantar para garantizar de manera efectiva la salud del paciente y su
integridad personal. Por ello, el diagnóstico ha sido entendido no solo
como un instrumento que permite la materialización de una atención
integral en salud, sino también como un derecho del paciente a que el
profesional competente evalúe su situación y determine cuáles son los
servicios, procedimientos, insumos y/o tecnologías que requiere para
preservar o recuperar su salud.
33. En cuanto al tema relativo al grado de vinculatoriedad que tiene
el diagnóstico, la Corte ha sostenido que el concepto expedido por el
médico tratante adscrito a la red prestacional de la EPS a la que se
encuentra afiliado el usuario, es el principal criterio para definir los
servicios de salud requeridos. Ello, primero, por ser la persona
capacitada en términos técnicos y científicos y, segundo, por ser el
profesional que conoce el historial médico del paciente. No obstante,
también ha reconocido que el diagnóstico del médico tratante no es
absoluto, pues el concepto de un médico externo puede ser vinculante,
siempre y cuando se cumpla alguno de los siguientes supuestos:
“a. La entidad conoce la historia clínica particular de la persona y, al
tener noticia de la opinión emitida por un médico ajeno a su red de
servicios, no la descarta con base en información científica.
b. Los médicos adscritos valoraron inadecuadamente a la persona que
requiere el servicio.
c. El paciente ni siquiera ha sido sometido a la valoración de los
especialistas que sí están adscritos a la entidad de salud en cuestión.
d. La entidad ha valorado y aceptado los conceptos de médicos no
inscritos como “tratante”, incluso en entidades de salud prepagadas,
regidas por contratos privados. (…)”
SENTENCIA T-121 DEL 26 DE MARZO DE 2015 DE LA HONORABLE CORTE
CONSTITUCIONAL, CON PONENCIA DEL MAGISTRADO LUIS GUILLERMO
GUERRERO PÉREZ, QUE AL REFERIRSE SOBRE EL DERECHO FUNDAMENTAL
A LA SALUD MANIFESTÓ LO SIGUIENTE:
“3.3.2. Ahondando en la faceta de la salud como derecho, resulta
oportuno mencionar que ha atravesado un proceso de evolución a nivel
jurisprudencial y legislativo, cuyo estado actual implica su categorización
como derecho fundamental autónomo. Para tal efecto, desde el punto de
vista dogmático, se consideró que dicha característica se explica por su
estrecha relación con el principio de la dignidad humana, por su vínculo
con las condiciones materiales de existencia y por su condición de garante
de la integridad física y moral de las personas”.
LA SENTENCIA T-361 DEL 10 DE JUNIO DEL 2014 AL REFERIRSE AL
DERECHO A LA SALUD Y A LA VIDA DIGNA, EXPRESÓ:
“3.2.1    EL DERECHO A LA SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL
Y SU PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL
La Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de la Organización
Mundial de la Salud, establece que “la salud es un estado de completo
bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones
o enfermedades (…) el goce del grado máximo de salud que se pueda
lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin
distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o
social (…) considerada como una condición fundamental para lograr la paz
y la seguridad.”  
Así mismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, dispone
que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le
asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios (…).”
Igualmente, nuestro ordenamiento jurídico consagra en el artículo 13 que
el Estado debe adoptar las medidas necesarias para promover las
condiciones de igualdad de grupos discriminados y marginados y
proteger de manera especial a las personas que, por su condición de
vulnerabilidad, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta.
Por otra parte, el derecho a la salud y a la seguridad social se encuentra
consagrado en el artículo 48 de la Constitución Política, que define la
seguridad social como “… un servicio público de carácter obligatorio que
se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado con
sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad en los
términos que establezca la ley. Se garantiza a todos los habitantes el
derecho irrenunciable a la seguridad social (...)”.”
SOBRE LA SUBSIDIARIDAD DE LA ACCIÓN DE TUTELA LA HONORABLE CORTE
CONSTITUCIONAL MEDIANTE LA SENTENCIA T-093 DE 2011, SEÑALÓ:
“(…) el conjunto de condiciones objetivas en las cuales se encuentra el
accionante, por ejemplo, su edad avanzada, su estado de salud [y/o] su
precaria situación económica (…)”, puede ponerlo en circunstancias de
debilidad manifiesta que, como se ha dicho, deben impactar la decisión sobre
la procedencia de la acción de tutela.”
Los presupuestos enunciados anteriormente por el alto tribunal, están dados en
el caso concreto, pues me encuentro en un delicado estado de salud, estoy
próxima a cumplir los 50 años, en consecuencia es procedente la acción de
tutela como mecanismo transitorio.
EL DERECHO A LA SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL
Es necesario recordar, que desde el pasado 16 de febrero de 2015 se sancionó la Ley
Estatutaria de Salud 1751 de 2015, elevando la salud a derecho fundamental, pues
anteriormente era concebida como un servicio público y obligatorio, con muchas
limitaciones.
En la Constitución la salud estaba consagrada como un servicio en el artículo 49,
posteriormente evolucionó a derecho, pero los ciudadanos tenían que reivindicarlo
con tutelas para hacerlo valer.
Ya la Corte Constitucional había considerado que, aunque la salud no era un
derecho fundamental, podía ser exigida por medio de la acción de tutela cuando se
encontraba en conexidad con el derecho a la vida, sentencia T-597 de 1993. 
Pero más aún, la Corte Constitucional había declarado como fundamental este
derecho desde la sentencia T-016 de 2007, reiterado por muchas decisiones de
tutela. El objeto de la Ley 1751 de 2015 del artículo primero, es “garantizar el
derecho fundamental a la salud, regularlo y establecer sus mecanismos de
protección”.
Según el artículo segundo, el derecho fundamental a la salud comprende la
rehabilitación para todas las personas, incluidas las que están en condición de
discapacidad.
Por su parte, el artículo sexto contempla elementos para evaluar el ejercicio efectivo
de los derechos, como la disponibilidad, aceptabilidad, accesibilidad y calidad.

Sobre la subsidiaridad de la acción de tute la Honorable Corte mediante la sentencia T-093 de 2011,
señaló que
“(…) el conjunto de condiciones objetivas en las cuales se encuentra el accionante, por
ejemplo, su edad avanzada, su estado de salud [y/o] su precaria situación económica (…)”,
puede ponerlo en circunstancias de debilidad manifiesta que, como se ha dicho, deben
impactar la decisión sobre la procedencia de la acción de tutela.”
Los presupuestos enunciados anteriormente por el alto tribunal, están dados en el caso concreto,
pues me encuentro en un delicado estado de salud, estoy próximo a cumplir los 58 y me
encuentro en una precaria situación económica, en consecuencia es procedente la acción de
tutela como mecanismo transitorio.

SOBRE LA SUBSIDIARIDAD DE LA ACCIÓN DE TUTELA, AL REPECTO, LA


HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL MEDIANTE LA SENTENCIA T-093 DE
2011, SEÑALÓ LO SIGUIENTE:

“(…) el conjunto de condiciones objetivas en las cuales se encuentra el


accionante, por ejemplo, su edad avanzada, su estado de salud [y/o] su
precaria situación económica (…)”, puede ponerlo en circunstancias de
debilidad manifiesta que, como se ha dicho, deben impactar la decisión
sobre la procedencia de la acción de tutela.”

PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN Y LEGITIMIDAD

La presente tutela es procedente según lo estatuido en el artículo 86 de la


Constitución Política establece que la acción de tutela es un mecanismo de defensa
al que puede acudir cualquier persona, “por sí misma o por quien actúe en su
nombre”, para reclamar la protección inmediata de sus derechos fundamentales.

El artículo 10º del Decreto 2591 de 1991 regula la legitimación para el ejercicio de la
acción de tutela, en el sentido de que la solicitud de amparo puede ser presentada:
(i) a nombre propio; (ii) a través de representante legal; (iii) por medio de apoderado
judicial; (iv) mediante agente oficioso; y (v) procure la protección inmediata de sus
derechos fundamentales.

Sobre la subsidiaridad de la acción de tutela, como mecanismo de defensa,


reiteradamente ha explicado la Honorable Corte Constitucional, que no siempre que
se presenten varios mecanismos de defensa, la tutela resulta improcedente, y que
además es necesario una ponderación de eficacia de los mismos a partir de la cual
se concluya que alguno de los otros medios existentes es tan eficaz para la
protección del derecho fundamental como la acción de tutela misma, en tal sentido
en la Honorable Corte Constitucional a través de la sentencia T-526 del 18 de
septiembre de 1992, Sala Primera de Revisión, manifestó:

"... Es claro entonces que el otro medio de defensa judicial a que alude el
artículo 86 debe poseer necesariamente, cuando menos, la misma eficacia
en materia de protección inmediata de derechos constitucionales
fundamentales que, por naturaleza, tiene la acción de tutela. De no ser así,
se estaría haciendo simplemente una burda y mecánica exégesis de la
norma, en abierta contratación con los principios vigentes en materia de
efectividad de los derechos y con desconocimiento absoluto del querer
expreso del constituyente."

Lo anterior significa que el recurso de amparo tiene un carácter subsidiario en la


medida en que solo es posible acudir a este cuando los otros mecanismos judiciales
son insuficientes para proteger los derechos fundamentales presuntamente
vulnerados o amenazados. En desarrollo de la precitada norma constitucional, el
artículo 6 del Decreto Estatutario 2591 de 1991[19] dispone aun cuando existan
otros mecanismos de defensa judiciales, esta acción procederá “como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio irremediable”. El juez que conozca de una tutela
deberá estimar si en el caso concreto lo mecanismos ordinarios son eficaces para
lograr la protección del derecho invocado: “La existencia de dichos medios será
apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las circunstancias en
que se encuentra el solicitante”.

Por otra parte, de manera excepcional, es posible ejercer la acción de tutela en


contra de particulares si:
(i) están encargados de la prestación de un servicio público;
(ii) su conducta afecta grave y directamente el interés colectivo; o,
(iii) el accionante se encuentra en una situación de indefensión o de
subordinación respecto a este.

En relación con la última hipótesis, dicho Decreto señala que:

“Artículo 42. Procedencia. La acción de tutela procederá contra acciones


u omisiones de particulares en los siguientes casos:

(…)

9. Cuando la solicitud sea para tutelar (la vida o la integridad de) quien
se encuentre en situación de subordinación o indefensión respecto del
particular contra el cual se interpuso la acción. Se presume la indefensión
del menor que solicite la tutela.”

ORDEN JUDICIAL SOLICITADA


Con base en lo anteriormente expuesto, me permito solicitar respetuosamente al
señor Juez a través de este medio de protección de Derechos Fundamentales, lo
siguiente:
PRIMERO: se TUTELEN mis derechos fundamentales AL MINIMO VITAL Y MOVIL,
AL DERECHO DE PETICIÓN, A LA IGUALDAD, A LA SALUD, A LA SEGURIDAD
SOCIAL, A LA VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, A LA CONTINUIDAD DE MI
TRATAMIENTO M{EDICO Y FARMACOLOGICO y, que, en el término de 48 horas,
SEGUNDO: SE ORDENE de manera inmediata a la NUEVA EPS me autorice y
entregue los medicamentos formulados por mi médico tratante y asigne nuevamente
la cita médica de control que estaba programada para el 01 de abril de 2022.
TERCERO: SE ORDENE a la NUEVA EPS pagar las incapacidades que le fueron
expedidas en vida a mi compañero permanente TEODOCIO y que le adeuda hasta el
día 180, toda vez que también hacen parte de mi mínimo vital y móvil, en razón a
que dependía en todo sentido del causante.
CUARTO: SE ORDENE a COLPENSIONES pagar las incapacidades que le fueron
expedidas en vida a mi compañero permanente TEODOCIO y que le adeuda desde el
día 181 en adelante hasta el día 540, toda vez que dicha prestación económica
también hace parte de mi derecho al mínimo vital y móvil, en razón a que dependía
en todo sentido del causante TEODOCIO ZUÑIGA.
QUINTO: REQUERIR a la NUEVA EPS que en adelante me siga prestando los
servicios médicos asistenciales y realice la entrega de los medicamentos que me
formule mi medico tratante sin poner ningún obstáculo.

JURAMENTO

Manifiesto bajo juramento que, con anterioridad a esta acción no he promovido


acción similar por los mismos hechos.

PRUEBAS

 Copia de los certificados de incapacidad de los periodos del 26/10/2020 al


09/11/2020, del 03/12/2020 al 17/12/2020.
 Copia del certificado de incapacidad expedido a TEODOCIO del 18/12/2020
al 01/01/2020 y la historia clínica.
 Copia del concepto medico de rehabilitación desfavorable de fecha 21 de abril
de 2020 expedido por la NUEVA EPS a TEODOCIO.
 Copia de las declaraciones extrajudiciales rendidas por los señores RAQUEL
AGUILAR MATURANA y HERIBERTO RIVERA MOSQUERA.
 Certificado de defunción de TEODOCIO.
 Copia de la declaración extrajudicial rendida por TEODOCIO el 11 de junio de
2008 donde deja constancia de nuestra convivencia como pareja.
 Copia del récord de incapacidades de TEODOCIO tomado de la página de la
NUEVA EPS.
 Certificado de afiliación de la NUEVA EPS donde consta que soy beneficiaria
de TEODOCIO.
 Copia de mi historia clínica.
 Copia de la formula medica de los medicamentos solicitados y el documento
de negación.
 Copia del recordatorio de la cita medica programada para el 01 de abril de
2022.

ANEXOS

 Lo enunciado en el acápite de pruebas.


 Copia de mi cedula de ciudadanía.
NOTIFICACIONES
 A LA NUEVA EPS, en la Dirección Nacional ubicada en la Carrera 85K No.
46A-66 Bogotá D.C.; Correo electrónico: Secretaria.general@nuevaeps.com.co;
Cel: (60)1 419 3000.
 A LA ACCIONADA ADMINISTRADORA COLOMBIANA DE PENSIONES
COLPENSIONES, en la Carrera 10 No. 72 - 33 Torre B Piso 11 Bogotá D.C;
Correo electrónico: notificacionesjudiciales@colpensiones.gov.co; Teléfono:
(57+1) 489 09 09.

 LA SUSCRITA ACCIONANTE en la Carrera 49 No.29A-91, en Cali-Valle;


correo electrónico: jovazul8704@gmail.com; Celular: 316-8297294.

Del señor juez, atentamente,

ISIDORA MOSQUERA RIVAS


C.C. No. 31.374.779

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