Está en la página 1de 10

Alumno: Miguel Angel Rosero Sanchez

ID: 29177

Señor
Juzgado Civil Municipal Facatativá (REPARTO)
L.C.

REFERENCIA : ACCION DE TUTELA


ACCIONANTE : YANETH ALCIRA CUBILLOS GONZALEZ
ACCIONADO : FAMISANAR EPS

YANETH ALCIRA CUBILLOS GONZALEZ, mayor de edad y vecino de Facatativá,


identificado con la cédula de ciudadanía No.39916216 , a través del presente escrito,
respetuosamente manifiesto al señor Juez, que por los trámites de un procedimiento
preferente y sumario, desarrollado con arreglo a los principios de publicidad,
prevalencia del derecho sustancial, economía y eficiencia, formulo ante su despacho
ACCIÓN DE TUTELA como mecanismo transitorio, en contra de la EPS FAMISANAR,
por vulnerar mis derechos Fundamentales AL MINIMO VITAL y MOVIL, A LA
IGUALDAD, A LA SEGURIDAD SOCIAL, A LA SALUD, LA VIDA EN CONDICIONES
DIGNAS, entre otros, para lo cual expongo los siguientes:

HECHOS
1. Me encuentro afiliado a la EPS FAMISANAR como trabajador dependiente.

2. Desde hace varios años presento quebrantos de salud, asociados a los


siguientes diagnósticos:

M511 - trastorno de disco lumbar y otros, con radiculopatía


M501 - trastorno de disco cervical con radiculopatía
M542 - cervicalgia
3. Como consecuencia de las patologías descritas anteriormente, me han
expedido numerosas incapacidades, de las cuales la EPS me adeuda las
siguientes incapacidades, después del día 540 ya que las anteriores fueron
pagadas por Colpensiones que a partir del día 181 al día 540 fueron generadas
por FAMISANAR EPS. teniendo como presente que las anteriores a 180 días
también fueron canceladas por dicha eps.

• Incapacidad por 30 días a partir del 01 de diciembre del 2021 número


sf40125
• Incapacidad por 30 días a partir del 01 de enero del 2022 número sl 4126

• Incapacidad por 30 días del a partir del 01 de febrero del 2022 número lx
4127

• Incapacidad por 30 días a partir del 01 de marzo del 2022 número


ug40128

• Incapacidad por 30 días a partir del 01 de abril del 2022 número sf40125

4. Desde el 01 de enero 2022 se radicaron las incapacidades ante la entidad, pero


esta se niega al pago bajo el argumento de que (se deben radicar en el fondo
de pensiones la cual me va a pensionar y que estas no le corresponden a la
eps famisanar).

5. La mora en el pago de mis incapacidades me ha causado dificultades


económicas que se ha extendido hasta la fecha, por lo cual me tocó acudir a
préstamos informales para poder pagar los servicios públicos y cubrir todos los
gastos que demanda mi hogar.;

6. En suma, tuve que acudir a la solidaridad de mis amigos y de mis familiares,


dado que estoy atrasado en el arrendamiento.

7. La entidad accionada evade su responsabilidad frente a mis prestaciones


económicas poniendo trabas y argumentos infundados, vulnerado de manera
continuada mis derechos fundamentales al mínimo vital y móvil, a la igualdad,
a la seguridad social, a la salud, la vida en condiciones dignas entre otros.

8. Es importante recordar señor Juez, que el pago de las incapacidades se


constituye en la única fuente de ingresos para satisfacer mis necesidades y las
de mi familia durante el tiempo en que se encuentre disminuida mi capacidad
para laborar y logre reintegrarme a mi puesto de trabajo.

9. Por todo lo anterior, es necesario ordenar a la entidad accionada que de manera


inmediata efectúe el pago de mis incapacidades que me adeuda a la fecha, en
aras de que cese la vulneración a mis derechos fundamentales.

ORDEN JUDICIAL SOLICITADA

Con base en lo expuesto anteriormente, me permito solicitar respetuosamente al señor


Juez a través de este medio de protección de Derechos Fundamentales, lo siguiente:

PRIMERO: Que en el término de 48 horas se tutelen mis derechos fundamentales a al


mínimo vital y móvil, a la igualdad, a la seguridad social, a la salud, la vida en
condiciones dignas, vulnerados por la eps famisanar

SEGUNDO: Se ordene de inmediato a la EPS FAMISANAR recocer y pagar las


incapacidades médicas que me adeudan a la fecha y las que se causen en adelante.

TERCERO: Ordenar a la EPS FAMISANAR que en adelante se abstenga de poner


trabas para pagar las incapacidades que se pudieran causar.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

COMO FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES INVOCO:


• El artículo 11 de la Constitución Política sobre el derecho A LA VIDA EN
CONDICIONES DIGNAS
• El artículo 13 ibidem, sobre el derecho fundamental A LA IGUALDAD
• El artículo 48 de la carta fundamental, que trata sobre el derecho A LA
SEGURIDAD SOCIAL.
• El artículo 49 de la Constitución Política sobre derecho a LA SALUD como
derecho fundamental.
• El artículo 53 de la Constitución Política, que trata lo referente al derecho AL
MÍNIMO VITAL.
• Jurisprudencia constitucional posterior a la vigencia de la ley 1753 del 2015 en
materia de incapacidades posteriores a los 540 días,

En consonancia con el cambio normativo que se produjo con la introducción de la ley


1753 de 2015 en el ordenamiento jurídico, las salas de revisión de esta corporación
han obedecido este mandato legal y han aplicado la disposición que, con claridad,
asigna a las EPS la responsabilidad en el reconocimiento y pago de las incapacidades
que se prolonguen más allá de los 540 días.

El ARTÍCULO 13 QUE TRATA SOBRE LA IGUALDAD, EL CUAL DISPONE:

“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección
y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional
o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las
condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de
grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas
personas que, por su condición económica, física o mental, se encuentren en
circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra
ellas se cometan.”

LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS (1948), ESTABLECIÓ:

“ARTÍCULO 23.

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a


condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo
igual. 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros
medios de protección social.

COMO FUNDAMENTOS LEGALES INVOCO:


• Ley decreto 2591 de 1991
• Decreto 780 de 2016
• Decreto 1333 de 2018
• Ley 1753 de 2015

EL ARTÍCULO 3.2.1.10 DEL DECRETO 780 DE 2016, SEÑALA LA OBLIGACIÓN QUE


TIENE EL EMPLEADOR COMO LA EPS RESPECTO AL PAGO DE LAS
INCAPACIDADES:

PARÁGRAFO 1o. En el Sistema General de Seguridad Social en Salud serán a cargo


de los respectivos empleadores las prestaciones económicas correspondientes a los
dos (2) primeros días de incapacidad originada por enfermedad general y de las
Entidades Promotoras de Salud a partir del tercer (3) día y de conformidad con la
normatividad vigente.

En relación a las incapacidades generadas a raíz de una enfermedad o accidente de


origen común, el artículo 206 de la ley 100 de 1993 establece que el Régimen
Contributivo del Sistema General de Seguridad Social en Salud - SGSSS, reconocerá
las incapacidades generadas en Enfermedad General, de conformidad con las
disposiciones legales vigentes.

Define el auxilio por incapacidad cómo el reconocimiento de la prestación de tipo


económico y pago de la misma que hacen las Entidades Promotoras de Salud -EPS-,
a sus afiliados cotizantes no pensionados, por todo el tiempo que estén inhabilitados
física o mentalmente para desempeñar en forma temporal su profesión u oficio
habitual.
De lo anterior se deduce que en aquellos casos en que un empleado a resulte
incapacitado como consecuencia de una enfermedad o accidente de origen común,
son las entidades promotoras de salud quienes deben responder.
Por su parte el artículo 227 del Código Sustantivo del Trabajo, manifiesta que el valor
del auxilio en caso de incapacidad comprobada para desempeñar sus labores,
ocasionada por enfermedad no profesional, el trabajador tiene derecho a que el
empleador le pague un auxilio monetario hasta por ciento ochenta (180) días, así: las
dos terceras (2/3) partes del salario durante los primeros noventa (90) días y la mitad
del salario por el tiempo restante.
Los incisos 5 y 6 del artículo 142 del Decreto Ley 019 de 2012, que modifica el artículo
41 de la Ley 100 de 1993, a su vez modificado por el artículo 52 de la Ley 962 de 2005,
establece lo siguiente:
Para los casos de accidente o enfermedad común en los cuales exista concepto
favorable de rehabilitación de la Entidad Promotora de Salud, la Administradora de
Fondos de Pensiones postergará el trámite de calificación de Invalidez hasta por un
término máximo de trescientos sesenta (360) días calendario adicionales a los
primeros ciento ochenta (180) días de incapacidad temporal reconocida por la Entidad
Promotora de Salud, evento en el cual, con cargo al seguro previsional (sic) de
invalidez y sobrevivencia o de la entidad de previsión social correspondiente que lo
hubiere expedido, la Administradora de Fondos de Pensiones otorgará un subsidio
equivalente a la incapacidad que venía disfrutando el trabajador. Las Entidades
Promotoras de Salud deberán emitir dicho concepto antes de cumplirse el día ciento
veinte (120) de incapacidad temporal y enviarlo antes de cumplirse el día ciento
cincuenta (150), a cada una de las Administradoras de Fondos de Pensiones donde
se encuentre afiliado el trabajador a quien se le expida el concepto respectivo, según
corresponda. Cuando la Entidad Promotora de Salud no expida el concepto favorable
de rehabilitación, si a ello hubiere lugar, deberá pagar un subsidio equivalente a la
respectiva incapacidad temporal después de los ciento ochenta (180) días iníciales
con cargo a sus propios recursos, hasta cuando se emita el correspondiente concepto.
En tal sentido, el sistema General de Seguridad Social en Salud manifiesta que el
reconocimiento y pago del auxilio por incapacidades generadas por una enfermedad
o accidente de origen común, está a cargo de las EPS por un término inicial de 180
días, que podrá postergarse por parte del Fondo de Pensiones hasta por 360 días
calendario adicionales a los primeros 180 días de incapacidad temporal reconocidos
por la EPS, siempre y cuando exista un concepto favorable de rehabilitación por parte
de esta última.
En cuanto a las incapacidades superiores a los 540 días, la ley 1753 de 2015 en el
artículo 67 manifestó que los recursos que administra la entidad administradora de los
recursos del sistema general de seguridad social en salud, estarán destinados a:

Que los recursos se destinarán a: a) El reconocimiento y pago a las Entidades


Promotoras de Salud por el aseguramiento y demás prestaciones que se reconocen
a los afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud, incluido el pago de
incapacidades por enfermedad de origen común que superen los quinientos cuarenta
(540) días continuos. El Gobierno Nacional reglamentará, entre otras cosas, el
procedimiento de revisión periódica de la incapacidad por parte de las EPS, el
momento de calificación definitiva, y las situaciones de abuso del derecho que
generen la suspensión del pago de esas incapacidades.
Igualmente, el decreto 1333 del 27 de julio de 2018, por el cual se sustituye el Titulo 3
de la parte 2, del libro 2 del decreto 780 de 2016, y se reglamenta las incapacidades
superiores a 540 días, indica en el capítulo III, artículo 2.2.3.3.1 lo siguiente:
“Reconocimiento y pago de incapacidades superiores a 540 días.
Las EPS y demás EOC reconocerán y pagarán a los cotizantes las incapacidades
derivadas de enfermedad general de origen común superiores a 540 días en los
siguientes casos:
1. Cuando exista concepto favorable de rehabilitación expedido por el médico
tratante, en virtud del cual se requiera continuar en tratamiento médico.
2. Cuando el paciente no haya tenido recuperación durante el curso de la
enfermedad o lesión que originó la incapacidad por enfermedad general de origen
común, habiéndose seguido con los protocolos y guías de atención y las
recomendaciones del médico tratante.
3. Cuando por enfermedades concomitantes se hayan presentado nuevas
situaciones que prolonguen el tiempo de recuperación del paciente. De presentar el
afiliado cualquiera de las situaciones antes previstas, la EPS deberá reiniciar el pago
de la prestación económica a partir del día quinientos cuarenta y uno (541).”

SON FUNDAMENTOS JURISPRUDENCIALES:

La sentencia t-729 del 19 de septiembre de 2012 proferida por la corte constitucional,


que al referirse a la seguridad social expuso:

• La seguridad social como derecho constitucional fundamental y la procedencia


excepcional del pago de incapacidades vía acción de tutela.
• La seguridad social se erige en nuestro ordenamiento jurídico como un derecho
constitucional a cuyo cumplimiento se compromete el Estado, según se sigue
de la lectura del artículo 48 superior, el cual prescribe lo siguiente:
• La seguridad social es un servicio público de carácter obligatorio que se
prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en sujeción a los
principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que
establezca la ley.

Se garantiza a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la seguridad social.

La protección que le otorga el ordenamiento constitucional al derecho a la seguridad


social se complementa y fortalece por lo dispuesto en el ámbito internacional pues son
varios los instrumentos internacionales que reconocen el derecho de las personas a la
seguridad social. El artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales adoptado por las Naciones Unidas en 1966, aprobado en
Colombia mediante Ley 74 de 1968 y ratificado por el Estado colombiano el 29 de
octubre de 1969 afirma que:

“Artículo 9. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda


persona a la seguridad social, incluso al seguro social”.

De manera similar, el artículo 9 del Protocolo Adicional a la Convención Americana


sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
incorporado al ordenamiento jurídico colombiano por Ley 319 de 1996 prescribe:

Derecho a la Seguridad Social. 1. Toda persona tiene derecho a la seguridad social que
la proteja contra las consecuencias de la vejez y de la incapacidad que la imposibilite
física o mentalmente para obtener los medios para llevar una vida digna y decorosa. En
caso de muerte del beneficiario, las prestaciones de seguridad social serán aplicadas
a sus dependientes.

De la lectura de las normas transcritas se deduce que el derecho a la seguridad social


protege a las personas que están en imposibilidad física o mental para obtener los
medios de subsistencia que les permitan llevar una vida digna a causa de la vejez, del
desempleo o de una enfermedad o incapacidad laboral. “

En la misma sentencia la honorable corte se pronuncia respecto al pago de las


incapacidades expedidas al trabajador por el médico tratante después de haber sido
calificado, en los siguientes términos:

En el caso en el que el trabajador no recupere su capacidad laboral, y por esa causa,


el médico tratante le siga extendiendo incapacidades, no obstante haber sido
evaluado por la Junta de Calificación de Invalidez y se dictamine una incapacidad
permanente parcial, por pérdida de capacidad laboral, inferior al 50%, la Corte ha
interpretado, conforme con la Constitución Política y el precitado artículo 23 del
Decreto 2463 de 2001, que le corresponde al fondo de pensiones el pago de las
incapacidades superiores a los primeros 180 días, a menos que; i) se expida el
dictamen de calificación de pérdida de capacidad laboral, que le permita consolidar el
derecho al reconocimiento de la pensión de invalidez o ii) que se emita un nuevo
concepto por parte del médico tratante que establezca que el actor se encuentra apto
para reanudar labores.

De acuerdo con lo planteado, si el afiliado no alcanza el porcentaje mínimo requerido


para consolidar el derecho pensional, y por su estado de salud le siguen ordenando
incapacidades laborales, le corresponderá al fondo de pensiones continuar con el
pago de aquéllas, siempre que exista un concepto médico favorable de rehabilitación
o hasta que se emita, o, hasta tanto se pueda efectuar una calificación de su invalidez.
Lo anterior, toda vez que para esta Corporación el reconocimiento de la incapacidad
por enfermedad general constituye un mecanismo idóneo para la salvaguarda de los
derechos fundamentales de los trabajadores dependientes e independientes, en
especial de su derecho al mínimo vital y a la salud:

“El pago de las incapacidades laborales mayores a 180 días corre a cargo de la
administradora de fondos de pensiones a la cual se encuentre afiliado el trabajador
esto es, aquellas que se causen a partir del día 181 y hasta que se produzca el
dictamen de invalidez, y por lo menos, por 360 días adicionales. En este punto, la Sala
debe advertir que a la EPS le corresponde cumplir con el deber de acompañamiento
del trabajador, en relación con el trámite necesario para obtener la cancelación de las
incapacidades superiores a los primeros 180 días, remitiendo directamente al
correspondiente fondo de pensiones los documentos que requiere, a efecto de que su
solicitud sea estudiada y decidida o de que, eventualmente, le sea reconocida una
pensión de invalidez”.

En este supuesto, lo que la jurisprudencia constitucional persigue es radicar en cabeza


del fondo de pensiones la obligación de pagar al afiliado una prestación equivalente a
la que venía recibiendo por parte de la E.P.S., con el fin de garantizar una protección
y estabilidad mínima de los derechos constitucionales fundamentales de los
trabajadores incapacitados por más de 180 días que se encuentran en una situación
de debilidad manifiesta, bajo amenaza de su derecho al mínimo vital y el de sus
dependientes.

En conclusión, en caso de que, al trabajador, por causa de su estado de salud, le sean


expedidas por su médico tratante, incapacidades y éstas no superen los 180 días; en
primer lugar, le corresponde a la Empresa Promotora de Salud el pago de las mismas,
sin embargo; (ii) en el evento que las mismas sobrepasen los 180 días, el responsable
del pago es el fondo de pensiones, ya sea hasta que se produzca un dictamen sobre
su pérdida de capacidad laboral o se restablezca su salud.

Así las cosas, si el dictamen finalmente indica que (i) el trabajador presenta una
pérdida de capacidad laboral superior al 50%, se causará en su favor la pensión de
invalidez, siempre y cuando cumpla con los demás requisitos legales. Si, por el
contrario, el dictamen de pérdida de capacidad laboral arroja que el trabajador
presenta una incapacidad inferior al 50%, y se siguen prescribiendo incapacidades
laborales por el médico tratante, le corresponderá al fondo de pensiones seguir
pagándolas, por 360 días adicionales, siempre que exista concepto favorable de
rehabilitación o hasta que éste se emita, o se pueda efectuar una nueva calificación
de su invalidez.

En cualquiera de los dos eventos descritos en los párrafos precedentes, el empleador


está obligado a mantener el vínculo jurídico laboral con el trabajador, y a continuar
con el pago de las cotizaciones al Sistema General de Seguridad Social, conforme
con lo que establezca el concepto sobre su rehabilitación.
La sentencia T- 357 del 06 de julio de 2016, de la Honorable Corte Constitucional, que
al referirse al derecho al MINIMO VITAL y a LA VIDA EN CONDICIONES DIGNAS,
manifestó:

En concordancia con lo dicho anteriormente, cabe mencionar que en la sentencia T-


824 de 2014, la Corte ordenó el reintegro de un trabajador del Banco Agrario que
había sido desvinculado del servicio por expiración del plazo presuntivo establecido
en el artículo 40 del Decreto 2127 de 1945. En esta ocasión, luego de haber verificado
que el peticionario estaba próximo a pensionarse, la Sala Tercera de Revisión ordenó
el reintegro del trabajador al considerar que la terminación de su contrato había estado
motivada en la edad del actor al no evidenciarse un incumplimiento de las obligaciones
contractuales por parte de este y que dicha terminación estaba generando una
afectación al mínimo vital del accionante y al de su grupo familiar al privarlo de su
única fuente de ingresos:

De manera pues, que, en el caso bajo estudio, el simple vencimiento del plazo no
constituye necesariamente una justa causa para la terminación del contrato laboral del
actor, pues subsistiendo las causas que dieron origen a la relación laboral entre aquel
y la accionada y, teniendo probado que cumplió en forma adecuada sus funciones, no
existe causa objetiva que impida que el accionante pueda conservar su trabajo,
aunque el término del contrato haya expirado.

Como consecuencia de dicho actuar, el accionante y su familia están expuestos a la


vulneración clara y evidente de sus derechos al mínimo vital y a una vida en
condiciones dignas, por cuanto se les estaría dejando sin la única fuente de ingresos
que tenían para su sostenimiento, que consistía precisamente en el salario que
devengaba el accionante como conductor al servicio del Banco Agrario.

Es así como, teniendo en cuenta que tanto la señora Yaneth Alcira cubillos González
y su familia que corresponde a el esposo de 40años de edad que se encuentra sin
trabajo como también a sus tres hijas de 26, 20 y 18 años respectivos. que se
encuentran en circunstancias de debilidad manifiesta por la condición económica que
atraviesan,

Sobre la SUBSIDIARIDAD DE LA ACCIÓN DE TUTELA, al respecto, la Honorable


Corte Constitucional mediante la sentencia T-093 DE 2011, señaló lo siguiente:

El conjunto de condiciones objetivas en las cuales se encuentra el accionante, por


ejemplo, su edad avanzada, su estado de salud [y/o] su precaria situación económica,
puede ponerlo en circunstancias de debilidad manifiesta que, como se ha dicho, deben
impactar la decisión sobre la procedencia de la acción de tutela.”

Respecto a la procedencia EXCEPCIONAL DE LA ACCIÓN DE TUTELA PARA


SOLICITAR EL PAGO DE INCAPACIDADES, la Honorable Corte Constitucional a
través de la sentencia T-097 de 2015 expresó:

3.3.1. Los artículos 86 de la Carta Política y 6° del Decreto 2591 de 1991, señalan que
la acción de tutela solo procede cuando el afectado no disponga de otro medio de
defensa judicial, o cuando se utilice como un mecanismo transitorio para evitar la
ocurrencia de un perjuicio irremediable. Sin embargo, esta Corporación ha establecido
que “un medio judicial únicamente excluye la acción de tutela cuando sirve en efecto
y con suficiente aptitud a la salva- guarda del derecho fundamental invocado.

3.3.2. Tratándose del reconocimiento de incapacidades, la jurisprudencia


constitucional ha indicado que la acción de tutela es un mecanismo residual y
subsidiario para la protección de derechos fundamentales y por regla general, no es
el medio idóneo para solicitar el reconocimiento y pago de prestaciones de tipo
económico, como es el caso de las incapacidades laborales.
3.3.3. A su vez, la Corte Constitucional estableció que “el pago de incapacidades
laborales sustituye al salario durante el tiempo en que el trabajador permanece
retirado de sus labores por enfermedad debidamente certificada, según las
disposiciones legales. No solamente se constituye en una forma de remuneración del
trabajo sino en garantía para la salud del trabajador, quien podrá recuperarse
satisfactoriamente, como lo exige su dignidad humana, sin tener que preocuparse por
reincorporarse de manera anticipada a sus actividades habituales con el objeto de
ganar, por días laborados, su sustento y el de su familia

De esa forma, este Tribunal reconoció la procedencia de la acción de tutela para


solicitar el pago de incapacidades laborales ante la afectación de un derecho de
carácter fundamental, como, por ejemplo, la vida digna o el mínimo vital, debido a que
con ello se permite la estabilización económica del trabajador, que durante este
periodo puede vivir de manera digna.
Por último, cabe señalar que en la sentencia T-404 de 2010 se reiteró que, ante la
falta de salario, el pago de incapacidades se constituye como la única fuente de
ingresos del trabajador, a través de la cual puede suplir sus necesidades básicas y las
de su núcleo familiar. La Sala primera de revisión aseguró que, de declararse la
improcedencia de la acción de tutela, se estaría dejando al azar la ocurrencia de un
perjuicio irremediable.

Adicionalmente, en la misma ocasión señaló que el incumplimiento en el pago de dicha


prestación puede conllevar a que el accionante no consiga un estado de recuperación
adecuado y opte por volver a trabajar ante la falta de ingresos. Además, presentó dos
casos en los que se recurrió a la tutela como un medio idóneo para solicitar el pago
de incapacidades laborales. Al respecto indicó:

“Ahora bien, el derecho al pago de prestaciones económicas por incapacidades


laborales no es, en sí mismo, un derecho fundamental. Por ese motivo, la acción de
tutela no es en principio el medio judicial adecuado para perseguir el pago de la
referida prestación. No obstante, si del derecho al pago de incapacidades laborales
depende el goce efectivo, por ejemplo, del derecho fundamental al mínimo vital del
trabajador y su familia, la tutela es procedente, pues se admite que, en esos casos (i)
se busca de manera inmediata proteger un derecho fundamental y, además, (ii) evitar
un perjuicio irremediable”

3.3.4. En síntesis, la procedencia de la acción de tutela para solicitar el pago de


acreencias laborales y específicamente de incapacidades, es de carácter excepcional
y tiene su razón de ser debido a que el pago de dicha prestación sustituye el salario
en periodos en que el trabajador no se encuentra ejerciendo sus labores y se podrían
ver afectados sus derechos fundamentales a la vida digna y al mínimo vital de no
reconocerse las incapacidades.

3.3.5. De modo similar, la acción de tutela se presenta como un mecanismo idóneo


para solicitar el pago de incapacidades, cuando i) se trata de proteger un derecho de
carácter fundamental y ii) se pretende evitar la ocurrencia de un perjuicio irremediable.

Para terminar, la simple declaratoria de improcedencia de la acción, sin un análisis de


los elementos facticos y probatorios de cada caso en particular, traería consigo la
posibilidad de que se deje librada al azar la ocurrencia de un perjuicio irremediable y
la vulneración de derechos fundamentales de cualquier individuo.

PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN Y LEGITIMIDAD

La presente tutela es procedente según lo estatuido en el artículo 86 de la Constitución


Política establece que la acción de tutela es un mecanismo de defensa al que puede
acudir cualquier persona, “por sí misma o por quien actúe en su nombre”, para
reclamar la protección inmediata de sus derechos fundamentales.
El artículo 10º del Decreto 2591 de 1991 regula la legitimación para el ejercicio de la
acción de tutela, en el sentido de que la solicitud de amparo puede ser presentada: (i)
a nombre propio; a través de representante legal; medio de apoderado judicial; (iv)
mediante agente oficioso; y (v) procure la protección inmediata de sus derechos
fundamentales.

La subsidiaridad de la acción de tutela, como mecanismo de defensa, reiteradamente


ha explicado la Honorable Corte Constitucional, que no siempre que se presenten
varios mecanismos de defensa, la tutela resulta improcedente, y que además es
necesario una ponderación de eficacia de los mismos a partir de la cual se concluya
que alguno de los otros medios existentes es tan eficaz para la protección del derecho
fundamental como la acción de tutela misma, en tal sentido en la Honorable Corte
Constitucional a través de la sentencia T-526 del 18 de septiembre de 1992, Sala
Primera de Revisión, manifestó:

Es claro entonces que el otro medio de defensa judicial a que alude el artículo 86 debe
poseer necesariamente, cuando menos, la misma eficacia en materia de protección
inmediata de derechos constitucionales fundamentales que, por naturaleza, tiene la
acción de tutela. De no ser así, se estaría haciendo simplemente una burda y
mecánica exégesis de la norma, en abierta contratación con los principios vigentes en
materia de efectividad de los derechos y con desconocimiento absoluto del querer
expreso del constituyente."

Lo anterior significa que el recurso de amparo tiene un carácter subsidiario en la


medida en que solo es posible acudir a este cuando los otros mecanismos judiciales
son insuficientes para proteger los derechos fundamentales presuntamente
vulnerados o amenazados. En desarrollo de la precitada norma constitucional, el
artículo 6 del Decreto Estatutario 2591 de 1991[19] dispone aun cuando existan otros
mecanismos de defensa judiciales, esta acción procederá “como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio irremediable”. El juez que conozca de una tutela
deberá estimar si en el caso concreto lo mecanismos ordinarios son eficaces para
lograr la protección del derecho invocado: “La existencia de dichos medios será
apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las circunstancias en que
se encuentra el solicitante”.

Por otra parte, de manera excepcional, es posible ejercer la acción de tutela en contra
de particulares si:
(i) están encargados de la prestación de un servicio público;
(ii) su conducta afecta grave y directamente el interés colectivo; o,
(iii) el accionante se encuentra en una situación de indefensión o de
subordinación respecto a este.

En relación con la última hipótesis, dicho Decreto señala que:

Artículo 42. Procedencia. La acción de tutela procederá contra acciones u omisiones


de particulares en los siguientes casos:

• Cuando la solicitud sea para tutelar (la vida o la integridad de) quien se
encuentre en situación de subordinación o indefensión respecto del particular
contra el cual se interpuso la acción. Se presume la indefensión del menor que
solicite la tutela.”

JURAMENTO

Manifiesto bajo juramento que, con anterioridad a esta acción no he promovido acción
similar por los mismos hechos.
PRUEBAS Y ANEXOS

1. Copia de mi historia clínica

2. Copia del récord de las incapacidades adeudadas

3. Copia del comprobante de rechazo de la incapacidad

4. Copia de las respuestas emitidas por la EPS FAMISANAR

5. Notificaciones

Al suscrito Yaneth Alcira Cubillos González, Teléfono 8504123 Celular:


3133422067Correo electrónico: yaneth2021@gmail.com en la dirección carrera 56 78
20 las mercedes Facatativá Cundinamarca.

A la ACCIONADA EPS FAMISANAR en la Calle 77 # 13- 65 Bogotá D.C, teléfono: 601


6500 200, correo electrónico: famisanarservicios@gmail.com.

Atentamente,

__________________________
Yaneth Alcira Cubillos González
C.C. 39916216

También podría gustarte