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CONCEPTO Y SISTEMÁTICA
DEL DERECHO CIVIL
1
GUIÓN DE LA LECCIÓN 1
6.- EL PATRIMONIO
A.- INTRODUCCIÓN
Para el Derecho Romano, el ius civile era el derecho del ciudadano frente al derecho
del no ciudadano (=peregrino, ius gentium).
Comprendía todo el sistema jurídico y por lo tanto recogía normas de Derecho privado
como de Derecho público, si bien estas últimas eran cuantitativamente escasas.
Hoy en día todo el Derecho civil es Derecho privado, pero no todo el Derecho privado
es Derecho Civil, sino únicamente el Derecho privado general o común.
El Derecho Civil regula las materias privadas para las que no hay dictadas normas o
disposiciones particulares constitutivas de otros derechos privados especiales.
Actualmente deben considerarse Derechos privados especiales:
El Derecho mercantil
La parte no pública del Derecho del Trabajo.
De este modo, el Derecho Público regula las relaciones entre el Estado (y las
Administraciones Públicas) y los particulares, así como las relaciones entre las
mismas Administraciones Públicas.
Separadas del tronco central del Derecho privado el Derecho Mercantil y la parte
privada del Derecho Laboral, el Derecho civil abarca el resto de materias.
Por esa razón, el Derecho Civil actual es Derecho Privado General, quedando compuesto
por las siguientes materias:
La personalidad (física y jurídica).
La familia.
El patrimonio.
La sucesión hereditaria.
Así pues, el Derecho civil, como Derecho privado general, regula la personalidad y las
relaciones más comunes de la convivencia humana.
Este conjunto de normas requieren de un plan de ordenación sistemática.
Por ello, entre el Derecho civil y el resto de sectores del ordenamiento jurídico existe
una relación peculiar, pues el Código Civil contiene normas aplicables de manera
general a todas las materias jurídicas, sean públicas o privadas.
Por esta razón, el Derecho civil del Código Civil es Derecho común, ya que son
aplicables a cualquier materia las normas contenidas en su Título Preliminar.
Así el artículo 4.3 CC, dice que las disposiciones del mismo son supletorias de
otras leyes. Se dice que un derecho es supletorio cuando falta otra norma más
específica que debe regir por razón de la materia.
Así para saber la edad mínima para concertar un arrendamiento de vivienda,
tendríamos que aplicar, en primer lugar, la Ley de Arrendamientos Urbanos y
ante su silencio, supletoriamente, el art. 240 CC que establece en 18 años la
capacidad para contratar o el 1263 CC sobre contratos celebrados por
menores.
El Código no solo es supletorio de los demás cuerpos legales que contienen
normas de Derecho privado (Código de comercio, Ley Hipotecaria, etc.) sino que
incluso puede ser supletorio respecto de los textos y cuerpos legales que
contengan normas de derecho público.
ESTRUCTURA. Consta de cuatro libros, a los que precede un Título preliminar. Los
libros, siguiendo el modelo del Código francés se dividen en títulos, los títulos en capítulos,
los capítulos (a veces) en secciones y las secciones en artículos.
El título preliminar trata de: «De las normas jurídicas, su aplicación y eficacia». El
libro primero «De las personas»; el segundo «De los bienes, de la propiedad y de
sus modificaciones», el tercero «De los diferentes modos de adquirir la propiedad» y
el cuarto «De las obligaciones y contratos».
El último artículo del Código Civil, el 1976, contiene una disposición final o
derogatoria del Derecho anterior al Código.
Luego aparecen unas Disposiciones transitorias, relativas al paso de la legislación
antigua a la nueva y, finaliza con tres Disposiciones adicionales que establecen y
regulan la revisión del Código cada diez años.
CONTENIDO. Regula las instituciones fundamentales que forman el Derecho civil, aunque ni
todo lo que contiene es Derecho civil, ni todo el Derecho civil se contiene en él, puesto
que hay materia civil regulada en leyes especiales y por otra parte trata materias que
pertenecen a ramas jurídicas distintas.
La disposición final deroga todos los cuerpos legales, usos y costumbres que
constituían el Derecho histórico. Esta disposición no es aplicable a las leyes que en este
Código se declaran subsistentes.
Hay, pues una eficacia general derogatoria respecto del Derecho anterior, pero
presenta algunos límites:
Los Derechos civiles de los territorios forales (artículos 12 y 13 CC).
Los cuerpos legales que tenían por objeto materias distintas de las reguladas por el
Código (como la Ley de Enjuiciamiento Civil o el Código de Comercio).
Las leyes especiales declaradas subsistentes (Ley Hipotecaria, Registro Civil, etc.).
Aparte el Código posee una eficacia derogatoria normal de toda disposición o ley
posterior, que deja sin efecto las normas anteriores que estén en contraposición o que
sean incompatibles con las suyas (art. 2.2 CC).
El art. 1 CC enumera fuentes formales directas y cómo estas son creadas por el Estado o
por el pueblo, indirectamente se está reconociendo la existencia de estas dos fuentes
materiales.
Así, pues, el artículo 1º.1 hace una enumeración exhaustiva de las fuentes del Derecho, es
decir, que no habrá más fuentes que las enumeradas en este artículo, por lo tanto las fuentes
indirectas (jurisprudencia y doctrina) no tendrán ningún valor de fuente para el legislador.
Este sistema de fuentes solo es aplicable al sector del ordenamiento jurídico civil,
puesto que en otros sectores del ordenamiento jurídico, como sucede en el Derecho penal,
no se admiten como fuente ni la costumbre ni los principios generales del Derecho.
Una de las bases del sistema codificador era que los códigos eran textos
nacionales con vigencia en todo el territorio del Estado y aplicables a todos sus
ciudadanos.
Sin embargo, en el Derecho Civil en España no sucede así, pues el Código Civil y
luego la Constitución de 1978 acabaron respetando los derechos territoriales
preexistentes.
Ello no significa que no exista un sustrato civil común, pues existen normas
aplicables a todo el territorio español, caso de la legislación hipotecaria o la del
Registro civil, de acuerdo con las normas de la actual Constitución Española.
PERMITÍO EL MANTENIMIENTO, EN
CIERTOS TERRITORIOS, DE NORMAS
CIVILES PARTICULARES. Es el caso de Navarra,
Aragón, Cataluña, Mallorca, Vizcaya, Ayala, Llodio y
Aramayona (Álava) y, posteriormente, Galicia (desde 1910)
y los territorios del llamado Fuero del Baylio en ciertos
lugares de Badajoz y Ceuta (por decisión del Tribunal
Supremo).
Los bienes o derechos que componen ese patrimonio se imputan por cuotas
partes a los integrantes de ese colectivo, es decir, por porcentajes. El Código
Civil ofrece algunos ejemplos.
La comunidad hereditaria. Es la situación de cotitularidad hereditaria que se
crea con la posibilidad de una delación conjunta y simultánea a varios
herederos que acepten la herencia deferida a su favor.
La comunidad de bienes. Es la figura jurídica que contempla los casos en
los que la propiedad de una cosa, derecho o masa patrimonial pertenece a
varias personas, ya sean físicas o jurídicas (artículo 392 CC).
A.- CONCEPTO
Las cosas y los bienes patrimoniales constituyen el objeto del Derecho, pues todo
derecho subjetivo presupone la existencia de un objeto. En consecuencia, no es
posible hablar de derechos sin objeto. En este orden de cosas, cabe recordar que son
dos las entidades que constituyen el derecho subjetivo:
La conducta de las personas, en tanto sea útil al titular para alcanzar sus
finalidades (así, el servicio de transporte...), objeto de los derechos de crédito.
Las cosas, objeto de los llamados derechos reales (de “res”, cosa).
VIARIO. Conforme al art. 344. 1º CC y la Leyes Especiales son de dominio público (estatal,
autonómico, provincial o municipal), las carreteras, caminos, ferrocarriles y aeropuertos.
También son de dominio público conforme al art. 339. 2º CC los bienes que pertenecen
privativamente al Estado sin ser de uso común, pero están destinados a algún servicio público
o al fomento de la riqueza nacional, como las murallas, fortalezas y demás obras de
defensa del territorio.
Las vías pecuarias, conforme a la Ley 3/1995 son bienes de dominio público de las
Comunidades Autónomas.
En nuestro Derecho Civil rige el principio de libertad de las partes para configurar
su propio régimen económico.
Los cónyuges pueden pactar el régimen que tengan por conveniente
mediante capitulaciones matrimoniales (art. 1316 CC) y, si no lo hacen, se
prevé legalmente un régimen supletorio o por defecto (art. 1315 CC).
De aquí se deduce que no existe matrimonio sin régimen matrimonial.
Las capitulaciones matrimoniales pueden pactarse antes o durante el
matrimonio.