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INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
El Desastre de 1898 supone para España la pérdida de sus últimas colonias ultramarinas (Puerto
Rico, Cuba y Filipinas) y el comienzo de una catastrófica crisis moral, económica y social. Las
desigualdades, la guerra de Marruecos y la inestabilidad conducirán primero al enfrentamiento y
después a la Guerra Civil.
Los escritores del Grupo del 98 abundan en el tema de España y el sentido de la vida y desarrollan
un lenguaje sencillo y sobrio. Sus obras presentan rasgos comunes: la novela está estructurada en
torno a un único personaje, el proceso de cambio se centra en la mentalidad del protagonista y
sustituyen los incidentes por el diálogo.
José Martínez Ruiz es más conocido por el nombre de uno de sus personajes, Azorín, que adoptó
como propio. En sus obras, con abundantes elementos autobiográficos, apenas sucede
nada: lo que deseaba era mostrar el interior de su protagonista y su evolución. Sus temas
fundamentales, además de la preocupación por España, son el paso del tiempo y lo efímero de la
existencia. En sus novelas abunda la descripción y su estilo se apoya en frases breves. Le interesa
mucho evocar el pasado y reflexionar acerca de su similitud con el presente. Destacan “La voluntad”
y “Antonio Azorín”.
Pio Baroja pensaba que la novela era un género en el que cabían todos los géneros. Sus obras
suelen presentar una enorme variedad de tramas paralelas. Escribe sus novelas sin un plan fijo, se
concentra en la acción y dedica poco espacio a la descripción. Sus novelas suelen tener finales
abiertos. Escribió una gran cantidad de obras, que agrupó muchas veces en trilogías. De la trilogía
Tierra vasca destaca “Zalacaín el aventurero” ; de La lucha por la vida , la novela “La busca” ; de La
raza, “El árbol de la ciencia” . Baroja alterna en sus obras el modelo de personaje abúlico y el
prototipo activo y emprendedor.
Ramón María del Valle-Inclán, en su etapa Modernista, escribió las Sonatas, un conjunto de cuatro
novelas identificadas con las cuatro estaciones del año. La elegancia, de su léxico y de su sintaxis,
aunada a su musicalidad, convierte a Valle-Inclán en el prosista más interesante del modernismo
español. Su creación literaria más importante es el esperpento. Según Valle-Inclán, una España
deforme como la que él habita, sólo puede transmitirse al lector con una estética deformante y
grotesca. En el esperpento, los personajes son vistos a la vez como ridículos y admirables. Las
situaciones son tan violentas, crueles y absurdas que provocan simultáneamente risa y llanto. En
cuanto al estilo, el esperpento mezcla las palabras más elevadas con las más zafias. Las novelas
esperpénticas más importantes son “Tirano banderas” y la serie “El ruedo ibérico”.
GRUPO DEL 14 O NOVECENTISMO
La Generación del 14 o Novecentismo nace muy influida por las vanguardias. Frente al grupo del
98, los novecentistas buscan la aplicación a España de los valores, las formas de vida y el
pensamiento europeos. Pretenden así renovar la atrasada sociedad de la época en todos los
ámbitos. Son intelectuales, contrarios a la expresión del sentimiento en la creación literaria y
sensualistas. Emplean la creación literaria como modo de conocimiento y escogen un lenguaje
preciso.
Ramón Pérez de Ayala desarrolla una novela intelectual, cargada de meditaciones morales y
psicológicas y de crítica social. En “AMDG” (Ad Maiorem Dei Gloriam) narra su dolorosa experiencia
en el colegio jesuita donde se educó. “Tigre Juan” reflexiona acerca del machismo.
Gabriel Miró escribió novelas líricas que profundizan mucho en la psicología de sus personajes e
indagan en las sensaciones, pero que renuncian a trazar argumentos con mucha acción. Sus
descripciones son de un acentuado barroquismo. “Nuestro padre san Daniel” retrata una España
atrasada y estancada en la superstición religiosa y la intransigencia moral.
Existe una generación de novelistas posteriores a los del 14, cuyo talento ha sido eclipsado por la
excelente calidad de la poesía contemporánea. Estudiamos a algunos de ellos en el exilio, pero es
preciso mencionar ahora a Ramón J. Sender, que describió en “Imán” la sangrienta Guerra de
Marruecos, en la que se vio obligado a participar. La novela, escrita con un lenguaje rudo y una clara
influencia expresionista, presenta la degradación absoluta: el horror del combate, los abusos del
ejército y la sinrazón de una disciplina absurda que convierten a un hombre joven y lleno de energía
en un auténtico despojo. La obra posterior de Sender es especialmente variada, tanto en argumentos
como en técnicas.
Tema 2: La novela desde 1939 hasta los años 70
Introducción y exilio
Entre los exiliados, que expondrán el desarraigo y la nostalgia en su obra, destacarán Ramón J.
Sender (Crónica del alba), Max Aub (El laberinto mágico), Francisco Ayala (Muertes de perro) o
Rosa Chacel.
Durante los años 40 surgen varias tendencias. Además de la aparición de una novela de mayor
calidad, realista y de angustia existencial, algunos novelistas escriben una novela propagandística
que exalta el régimen falangista.
Destaca Carmen Laforet con Nada, donde refleja la miseria moral de la posguerra. Además,
presenta personajes desorientados, con actitud pesimista ante la vida y obsesiones existencialistas.
Por otro lado, José Cela abre paso a la narrativa existencial y tremendista con La familia de Pascual
Duarte. El tremendismo muestra la vida sin omitir aspectos sórdidos (impuros, indecentes)
presentando personajes violentos, e incluso criminales.
Miguel Delibes, en su obra, se identifica con los más débiles y critica la hipocresía religiosa desde su
humanismo cristiano. Emplea un vocabulario claro y preciso. La sombra del ciprés es alargada refleja
inquietudes existenciales con un estilo lineal y sobrio.
La novela de los años 50 se inclina hacia el realismo social, aunque no renuncia al existencialismo
anterior. Denuncia las injusticias sociales a través del reflejo de la realidad. Tiende a reflejar lo
cotidiano con un estilo coloquial y predominando el diálogo. El protagonista pasa a ser colectivo y
representativo (de una clase social).
El cambio lo inicia La colmena, de José Cela, esta obra supone un giro clave en la literatura
española. Se trata de una obra de personaje colectivo y contenidos sociales. Las historias que se
relatan quedan inconclusas, ya que el autor quiere reflejar el absurdo de la vida.
Delibes, en Las ratas, muestra la miseria en un pueblo de Castilla cuyos habitantes viven sometidos
a los caprichos del cacique y las exigencias de una naturaleza dura.
En la vertiente más objetiva, que aspira a reflejar la realidad como si la mostrara una cámara de cine,
encontramos El Jarama de Sánchez Ferlosio.
Mucho más crítico es Ignacio Aldecoa, autor de El fulgor y la sangre, que quiere mostrarnos la
asfixia moral y económica de la España de posguerra.
Años 60 y 70: novela experimental (1960-1975)
Durante los años 60, la novela se abre a las corrientes exteriores haciéndose más experimental.
Rompen con la estructura lineal del tiempo, vuelven a un protagonista individual (a menudo
desorientado y castigado por la soledad), sustituyen los capítulos por secuencias y buscan un lector
activo. Emplean el estilo indirecto libre y el monólogo interior.
La obra cumbre de esta década es Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos. Presenta el ambiente
de miseria económica y moral, la falta de objetivos en la vida y la condena de las personas a una
rutina embrutecedora. En ella se mezclan todos los registros del lenguaje además de mostrar una
agresiva ironía.
Destaca Juan Benet con Volverás a Región, donde crea un espacio imaginario reflejo de España
con un estilo muy barroco, y Miguel Delibes con Cinco horas con Mario.
Comentario de texto y sintaxis
TEXTO LITERARIO
1. Paso
Nos encontramos en un texto narrativo (dialogado) que pertenece a un fragmento del libro de Pío
Baroja “El Árbol de la Ciencia” con una estructura cronológica líneal e/y __________. La idea
principal del texto es ____________ que correspondería con la tesis, situado en el _______ párrafo
desde “_______…” hasta “..._______”. Este fragmento pertenece a la parte _______:
“____________” concretamente en el capítulo donde _________. La estructura del texto se divide en:
(Se divide el fragmento de la obra en las partes que puedan haber y exponer la idea principal y
secundaria de cada parte.).
● Parte 4: Inquisiciones.
(Diálogo reflexivo de carácter filosófico: Árbol de la ciencia, Árbol de la vida, Iturrioz, filosofos
como schopenhauer, Nietzsche y Kant.)
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Recordar Ejemplificar
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Convencer Recomendar
Reivindicar Rebatir
3. Paso
4. Paso
Responder pregunta:
-ar- -t-
-ad- -ug-
-ec- -urr-
-c- -ir-
-ic- -ej-
● Género y número.
● Desinencia verbales.
SINTAXIS
VALORES DEL SE
PERIFRASIS VERBALES
Partes del libro (El cuarto de atrás):
Introducción
La agitación política social vivida a comienzos del siglo XX tuvo su reflejo artístico en
un movimiento que reaccionaba contra el orden establecido, la vanguardia. La
vanguardia supone un ataque al racionalismo y a la idiosincrasia burguesa. La crisis
de valores que se produce tras la Gran Guerra causó una desconfianza hacia las
democracias y favoreció la radicalización de la sociedad, que giró hacia el fascismo o el
comunismo. Durante el periodo de entreguerras se vive una auténtica revolución
intelectual que nace, entre otras, de la influencia de la teoría psicoanalítica y del
marxismo.
Modernismo y 98
Conclusión
Etapas
Antes de formar grupo, los poetas del 27 estuvieron influidos por la poesía
modernista, la poesía pura y las vanguardias deshumanizadas (futurismo y
creacionismo, especialmente). Desde entonces hasta la Guerra Civil, el surrealismo
humaniza sus versos. Junto a la experiencia personal y la angustia existencial, sus
poemas reflejan la preocupación social por una España condenada al abismo de la lucha
entre hermanos. Tras la Guerra Civil, Lorca ha muerto y los demás deben escoger entre
el exilio o permanecer en un país donde no pueden expresar libremente sus ideas (exilio
interior).
Características estéticas
POETAS
JORGE GUILLÉN es el poeta más intelectual del grupo. Su obra se acerca a la poesía
pura de Juan Ramón Jiménez porque, a partir de la experiencia cotidiana, de los objetos
más simples, compone poemas de gran profundidad, orientados a la reflexión y al
concepto abstracto. Usa un léxico muy elaborado, con pocos adornos y mucha densidad.
En Cántico, frente a la poesía dolorida de otros miembros del grupo, Guillén expresa su
entusiasmo ante la vida y su pasmo ante las maravillas que lo rodean. En Clamor, el
poeta protesta airadamente contra las injusticias del mundo, la pobreza, la guerra fría,
el espanto atómico y la falta de solidaridad del hombre.
GERARDO DIEGO fue el escritor más influido por el creacionismo y el ultraísmo, pero
cultivó simultáneamente una poesía clasicista. Manual de espumas muestra su apertura
a la diversidad vanguardista. También desarrolló temas y formas tradicionales, con
poemas dedicados al paisaje, al amor, a los toros, a la música y a la religión. En Alondra
de verdad hallamos el soneto “Insomnio”: mientras duerme la amada, el amado
pretende acceder a su mundo interior, al espacio secreto e inalcanzable de sus sueños.
RAFAEL ALBERTI, en Marinero en tierra, expresó la nostalgia por su Cádiz natal, que
identifica con la infancia y el paraíso perdidos, siguiendo la estética neopopularista.
Sobre los ángeles supone la respuesta poética, valiéndose de la técnica surrealista, a la
profunda crisis espiritual que le hizo perder la fe, a una ruptura sentimental y al
desencanto que le producía no encontrar su espacio profesional y vital. Durante el exilio
manifestó su dolor por la España perdida y la indignación por el destierro y la situación
de su patria. Su poesía se inclinó entonces hacia la denuncia social (El poeta en la calle).
DÁMASO ALONSO es el mejor representante del exilio interior. Sus primeros libros
muestran influencias de la poesía pura y la poesía popular. Hijos de la ira, publicado tras
la Guerra, marca el devenir de la poesía española durante varias décadas e inaugura la
poesía existencial. Nada hay aquí de búsqueda de la belleza: la poesía se convierte en el
medio por el que el ser humano expresa su dolor. Con su léxico coloquial y violentísimo,
sus metáforas agresivas de sabor surrealista y su forma voluntariamente antirretórica ,
transmite toda la angustia del absurdo de la vida, de la maldad del hombre, del miedo
al vacío , a la soledad y a la muerte. Sus estructuras reiterativas y obsesivas nos
envuelven en un círculo de dolor y caos.
Conclusión
La poesía desde 1939 a los años 70: tendencias [testimonial, social y del
conocimiento], autores y obras representativos.
Introducción y exilio
En la década de los 50, los poetas desarrollan una poesía social y comprometida,
que pretende denunciar las injusticias y llegar a los lectores más humildes.
Blas de Otero comenzó escribiendo poesía arraigada (Cántico espiritual), pero, tras su
crisis, se convirtió en una de las voces imprescindibles de la poesía desarraigada. En
Ancia los protagonistas son el poeta y Dios; un dios lejano y oscuro, al que el poeta
grita en busca de consuelo; un dios que responde con silencio, porque el sufrimiento
humano le resulta indiferente. Expresa la angustia ante un mundo sin sentido con un
lenguaje violento y conceptista, con dichos populares y juegos de palabras. Pido la paz
y la palabra supone la apertura a la poesía social y el paso del yo al nosotros. Los
problemas existenciales, sin llegar a desaparecer, son sustituidos por otros asuntos: la
denuncia de la injusticia y de la ausencia de la libertad, la invitación a la solidaridad y la
esperanza en que el ser humano solucione sus propios problemas sin necesidad de
Dios. Otero concebía su poesía como una herramienta para conseguir un mundo más
habitable y fraterno, en el que los españoles se reconciliaran y vivieran pacíficamente.
Sus poemas tienen un léxico sencillo, pero, para burlar la censura, abundan el doble
sentido, la ambigüedad y los juegos de palabras. Otero se embarcó en una renovación
de la forma, hacia el verso libre, e integró elementos cada vez más vanguardistas.
Forman la Generación del Medio Siglo creadores nacidos tras 1925. En ellos aparecen
elementos autobiográficos y los temas se abren a muchas realidades nuevas, como la
amistad, el amor o la evocación de la infancia. Su lenguaje es sencillo, pero, frente al
prosaísmo de la poesía social, su tono conversacional esconde una evidente dedicación
al lenguaje y un innegable gusto por la ironía y los juegos de palabras.
Jaime Gil de Biedma también participa de esta mirada crítica hacia lo social y lo
político. En su obra, donde percibimos su formación cosmopolita, se inventa a sí
mismo como personaje con el que mantiene una relación de amor y odio, hasta que lo
mata. Su obra aparece reunida en Las personas del verbo. Son temas recurrentes en él
la adolescencia, la dificultad de encontrar una identidad propia, el paso del tiempo y la
muerte delas ilusiones.
Conclusión