La fase preparatoria en el proceso penal guatemalteco es una etapa crucial en la

búsqueda de la verdad y la justicia. Esta fase tiene como finalidad reunir los
elementos necesarios para poder determinar la existencia de un delito y la
participación de los posibles responsables. A continuación, se expondrán los
principales principios que fundamentan la fase preparatoria y la normativa que
regula esta etapa del proceso.
En primer lugar, el principio de objetividad es fundamental en la fase preparatoria.
Esto significa que los investigadores y fiscales deben actuar de forma imparcial y
objetiva, sin prejuicios o intereses personales. De esta manera, se garantiza que la
investigación se realice con transparencia y se respeten los derechos de todas las
partes involucradas.
En segundo lugar, el principio de legalidad es otro de los pilares fundamentales de
la fase preparatoria. Este principio establece que todas las acciones realizadas por
los investigadores y fiscales deben estar basadas en la ley y en el respeto a los
derechos fundamentales de las personas. De esta forma, se garantiza que la
investigación se realice de forma adecuada y justa, y que los derechos de las
personas involucradas no sean vulnerados.
Otro principio que debe ser tomado en cuenta en la fase preparatoria es el de
presunción de inocencia. Este principio establece que toda persona se presume
inocente hasta que se demuestre lo contrario. Por lo tanto, la investigación debe
estar enfocada en la búsqueda de pruebas que permitan determinar la existencia
del delito y la participación de los posibles responsables.
Además de los principios anteriores, la fase preparatoria en el proceso penal
guatemalteco está regulada por diversas normativas. Una de las normas más
importantes es el Código Procesal Penal de Guatemala, que establece los
procedimientos que deben seguir los investigadores y fiscales en la realización de
la investigación.
Asimismo, existen otras normas que regulan la fase preparatoria, como la Ley
Contra el Lavado de Dinero u Otros Activos, que establece los procedimientos que
deben seguir los investigadores en la búsqueda de pruebas relacionadas con el
lavado de dinero.
En conclusión, la fase preparatoria en el proceso penal guatemalteco es una etapa
crucial en la búsqueda de la verdad y la justicia. Esta fase está fundamentada en
diversos principios, como el de objetividad, legalidad y presunción de inocencia.
Además, está regulada por diversas normas, como el Código Procesal Penal de
Guatemala y la Ley Contra el Lavado de Dinero u Otros Activos. La aplicación
adecuada de estos principios y normas es fundamental para garantizar que la
investigación se realice de forma justa y transparente, y que se respeten los
derechos fundamentales de las personas involucradas.
Por otro lado, es importante destacar que en la fase preparatoria del proceso
penal guatemalteco se deben respetar los derechos humanos de todas las
personas involucradas. Esto incluye el derecho a la defensa, el derecho a la
asistencia de un abogado, el derecho a no auto incriminarse y el derecho a un
juicio justo y equitativo.
La fase preparatoria también debe ser llevada a cabo de manera eficiente y
efectiva, ya que una investigación prolongada o mal realizada puede generar una
pérdida de confianza en el sistema de justicia y afectar negativamente la imagen
de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.
Otro aspecto relevante de la fase preparatoria es el uso de tecnologías y
herramientas de investigación modernas. La evolución de las tecnologías ha
permitido la utilización de nuevos métodos de investigación, como la obtención de
pruebas a través de sistemas de vigilancia, el análisis de datos y el uso de
técnicas de reconocimiento facial. Sin embargo, es importante que estos métodos
sean utilizados de manera responsable y respetando los derechos humanos de
todas las personas involucradas.
Por último, es importante destacar que la fase preparatoria también debe estar en
consonancia con los objetivos del sistema de justicia penal. Entre estos objetivos
se encuentran la protección de la sociedad, la prevención del delito y la
rehabilitación de los infractores de la ley. Por lo tanto, la investigación debe ser
llevada a cabo de manera integral y considerando todos estos objetivos.