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Actos Iniciales
Actos Iniciales
Actos iniciales
La querella representa otra vía para dar inicio a un proceso en delitos de acción pública. Esta
puede ser presentada por la víctima en casos que afecten directamente sus intereses, o por
cualquier persona en situaciones que involucren a funcionarios públicos (artículo 85 del
CPP). En situaciones donde los delitos afectan intereses colectivos o difusos, asociaciones y
entidades cuyo propósito esté directamente vinculado con esos intereses pueden actuar como
querellantes (artículo 85 del CPP). Además, los órganos encargados de la persecución penal
tienen la capacidad de iniciar investigaciones por iniciativa propia en delitos de acción
pública, sin depender de una instancia específica de una persona o autoridad. Esta facultad les
permite tomar conocimiento directo de un hecho aparentemente delictivo, dando inicio a todo
el proceso legal (Artículos 30, 88, 91, 273 del CPP).
El nuevo Código defiende dos intereses clave al establecer que el procedimiento preparatorio
no es público para terceros (artículo 290). Esta medida busca proteger la investigación y la
aplicación de la ley penal al evitar la publicidad al inicio de las indagaciones, lo que podría
comprometer su éxito al alertar a los involucrados y encubridores. Además, se busca
salvaguardar la imagen de los investigados, ya que las primeras sospechas necesitan
verificación y una exposición pública inicial puede dañar su reputación. Aunque los medios
de comunicación tienen responsabilidad al informar sobre la persecución del delito, se
destaca que el uso de la prensa debe realizarse con precaución, ya que una inculpación
pública equivale a un juicio, afectando la presunción de inocencia. El artículo 95 apartado 8
del nuevo Código establece el derecho del imputado a no ser presentado de manera
perjudicial ante los medios o la comunidad. Esto se refuerza al exigir el consentimiento
expreso del arrestado para su presentación ante los medios, y por la obligación de los
funcionarios de mantener discreción sobre las actuaciones de la investigación (artículo 276.6
y 290 del CPP).
Las "diligencias preliminares" son las investigaciones inmediatas realizadas por la policía al
recibir información sobre un posible delito. Estas acciones buscan obtener y asegurar
pruebas, prevenir la fuga u ocultamiento de sospechosos, tomar declaraciones de personas
presentes y evitar consecuencias adicionales al hecho (artículo 274, y arts. 91 y 92 del CPP).
La policía cuenta con atribuciones específicas para llevar a cabo estas investigaciones, como
realizar inspecciones, levantar e identificar cadáveres, realizar registros sin orden judicial
(excepto en casos específicos), entrevistar a personas presentes en el lugar del hecho, entre
otras.
Aunque la labor del fiscal en la investigación es la parte más destacada y extensa del proceso
preparatorio, no debe confundirse la idea de procedimiento preparatorio con la investigación
inicial o preliminar. En el procedimiento preparatorio se engloban diversas actividades, como
las diligencias preliminares realizadas por la policía, los actos conclusivos de la etapa como
la acusación y sus traslados, o la solicitud de sobreseimiento. Además, se incluyen las
acciones específicas del juez, como la obtención anticipada de pruebas, las medidas
cautelares, la afectación de garantías constitucionales (allanamiento, intervención telefónica,
etc.), y cualquier otro aspecto incidental que deba resolverse.
El nuevo Código Procesal enfatiza este deber al establecer que el procedimiento preparatorio
busca recopilar pruebas para fundamentar la acusación o defensa del imputado (art. 259).
Además, obliga al Ministerio Público a extender la investigación tanto a las circunstancias de
cargo como a las de descargo, actuando con urgencia y conforme a criterios objetivos (art.
260 CPP). Estas disposiciones instan a una actitud específica por parte de la policía y el
Ministerio Público, y los jueces de la etapa preparatoria deben velar por su cumplimiento. Se
destaca que el Ministerio Público es un órgano de justicia más que un mero acusador
fanático, lo que debe guiar la práctica de las investigaciones.
La valoración inicial del caso por parte del fiscal, Como resultado de la política del
Ministerio Público para evitar injusticias al emprender la persecución penal de manera
innecesaria o inútil, el fiscal debe hacer una evaluación inicial de cada caso tan pronto como
llegue a su conocimiento, antes de continuar con las investigaciones. En otras palabras, al
avanzar en la investigación preparatoria, el fiscal ya ha adoptado un criterio específico sobre
el curso del procedimiento, al menos según el estado actual de las diligencias. Esto indica
que, en ese momento, no contempla la posibilidad de optar por otras opciones, como el
archivo, la incompetencia, la aplicación de un criterio de oportunidad, la suspensión del
proceso a prueba, el procedimiento abreviado, la conciliación u otras medidas para concluir el
proceso de manera diferente.
La actividad probatoria del fiscal, Los elementos probatorios que serán fundamentales para la
sentencia deben ser introducidos en el proceso durante el debate oral y público. El juicio
representa la fase más significativa y crucial de todo el proceso penal, ya que garantiza la
introducción de pruebas de manera completa, en presencia de todos los participantes del
proceso, incluyendo las partes y el juez. Esto facilita su análisis y evaluación de manera
pública y contradictoria. Las etapas previas del proceso no deben reemplazar al juicio, y, para
garantizar esto, se reduce la eficacia probatoria de los actos realizados preliminarmente, a
menos que se haya seguido el mecanismo planificado para los anticipos de prueba. En
términos generales, esto implica que el fiscal no puede ordenar la práctica de pruebas durante
la investigación que tengan valor en el juicio, a menos que esté expresamente autorizado.