Práctica Supervisada En La Modalidad De Clínicas Procesales
Dirección General De Prácticas
Licenciatura En Ciencias Jurídicas Y Sociales, Abogacía Y Notariado Centro Universitario De Sololá -CUNSOL- Universidad De San Carlos De Guatemala –USAC-
ANALISIS DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE GUATEMALA
Estudiante: Gilda Maricela de los Angeles de León Cululen. Carné: 201642217.
Docente: Licenciado, Luis Cochoy Alva.
Supervisor De Prácticas: Licenciado, Miguel Sulugüí De León. Director General De Prácticas: Licenciado, Ángel Estuardo Vásquez Pérez.
Sololá, 07 de febrero de 2020.
INTRODUCCIÓN
La importancia que tiene en nuestra sociedad, un sistema de justicia, a la altura
de las necesidades fundamentales del país de esclarecer los conflictos entre particulares, o en su caso, entre particulares y el Estado, cuando cualquiera de ellos incurre en un hecho delictivo, es trascendental para el desarrollo de nuestro país, que como estudiantes de la carrera de Ciencias jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado, podamos comprender la normativa de nuestro Código Penal, pues para cumplir con las funciones esenciales de nuestro derecho penal, que son las de prevenir y reparar los delitos o faltas que los habitantes de nuestro país pudieren cometer en el desempeño de sus actividades sociales, siendo el Código Procesal Penal el legitimado de la realización de esa segunda función esencial, que es la de reparar uno o varios bienes jurídicos tutelados vulnerados ocasionaos por la comisión de un hecho ilícito, tomando en cuenta que no podrá actuar si la presunción de un hecho punible se convierte en una veracidad objetiva. Nuestro Código Procesal Penal cita su principal objetivo, el cual se encuentra plasmado en el primer Considerando del Código, que establece “Debe garantizarse la pronta y efectiva justicia penal, con la cual se asegura la Paz, la Tranquilidad, y la Seguridad ciudadana”, partiendo de ese objetivo se puede apreciar la importancia de conocer el Derecho Procesal Penal, siendo una serie de pasos o etapas lógicamente estructuradas y concatenadas que tiene como finalidad inmediata la averiguación, determinación y valoración de hechos delictivos, el establecimiento mediante la sentencia de la participación del imputado, determinar su responsabilidad así como la pena que le corresponde y la ejecución de la misma. Buscando la actuación de la ley para lograr el fin supremo de justicia y paz social. Partiendo de éste objetivo, se puede empezar el análisis de los libros de nuestro Código Procesal Penal a continuación: ANÁLISIS DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE GUATEMALA Libro Primero: Disposiciones Generales, contiene III títulos, del artículo 1 al 284. Entre lo más importante de éste libro, se encuentran enmarcados: 1) Los principios básicos: Del artículo 1 al artículo 23 del mismo cuerpo legal. Principios que se relacionan con la Constitución Política de la República de Guatemala, y que los cuales tienen como objeto evitar todo tipo de transgresión a los Principios Constitucionales. Se puede contemplar que el proceso penal tiene como finalidad establecer la culpabilidad o inocencia de una persona, y si ésta fuera tratada desde el inicio como culpable el proceso sería innecesario, ya que estaríamos en presencia de un procedimiento de tipo inquisitivo, por lo que éstos Principios básicos son de vital importancia para que la aplicación del Derecho Penal material no sea contraria a la protección de los Derechos y garantías básicas, establecidas en nuestra Constitución; 2) Las garantías procesales: Reguladas en los Artículos tres y seis del Código Procesal Penal, referentes a la imperatividad, el juicio posterior, la protección y la seguridad que tiene cualquier persona sindicada de la comisión de un hecho considerado como delictivo, que únicamente podrá ser juzgada de acuerdo a un procedimiento previamente establecido y ni los tribunales, los sujetos procesales podrán variar las formas del proceso, sus diligencias ya establecidas en la ley penal, las circunstancias ajenas a estas directrices son consideradas vulneraciones a las garantías procesales; 3) La persecución penal: Basada en que existe un sujeto de derecho titular de garantías frente al poder penal del Estado, se hace prevalecer ampliamente el interés estatal demeritando las garantías del imputado. La presunción de inocencia, resulta ser regulada como un derecho fundamental para el sindicado, desde el momento de la atribución y comisión de un hecho delictivo, al corresponderle de la persecución penal por parte del Ministerio Público, para que mediante una investigación bien dirigida se puedan establecer, las circunstancias en que pudo ser cometido, el establecimiento de su posible participación y aportar los medios de prueba idóneos pueda acreditar o desvanecer la situación jurídica de presunción de inocencia, en todo caso será un juez competente quién al análisis de las actuaciones determinará estos extremos, procurando la vigilancia y garantizar el trato de inocente durante todas las fases del proceso; 4) El órgano jurisdiccional: Es una fórmula sintética en la que está contenida una limitación objetiva al poder penal del Estado, (la forma concreta que prevé la constitución) y una limitación objetiva al ejercicio de ese poder (el juez como órgano jurisdiccional); 5) La prueba: Es todo lo que pueda servir para el descubrimiento de la verdad acerca de los hechos que en el proceso penal son investigados. Según la terminología del Código, prueba sólo será lo actuado en el juicio oral, mientras que todo el material reunido durante la investigación es denominado elementos de convicción. El mismo Código Procesal Penal señala características que permite que una prueba sea admisible: 5.1) Objetiva: La prueba no debe ser fruto del conocimiento privado del juez ni del fiscal, sino que debe provenir al proceso desde el mundo externo, siendo de esta manera controlada por las partes. Por ejemplo, si el juez conoce de un hecho relevante relacionado con el proceso a través de un amigo, no podrá valorarlo si no es debidamente introducido al proceso. El código en su artículo 181 limita la incorporación de la prueba de oficio a las oportunidades y bajo las condiciones previstas por la ley. 5.2) Legal: La prueba debe ser obtenida a través de medios permitidos e incorporada de conformidad a lo dispuesto en la ley. 5.3) Útil: La prueba útil será aquella que sea idónea para brindar conocimiento acerca de lo que se pretende probar. 5.4) Pertinente: El dato probatorio deberá guardar relación, directa o indirecta, con el objeto de la averiguación. La prueba podrá versar sobre la existencia del hecho, la participación del imputado, la existencia de agravantes o atenuantes, el daño causado, entre otros. 5.5) No abundante: Una prueba será abundante cuando su objeto haya quedado suficientemente comprobado a través de otros medios de prueba; 6) Las medidas de coerción: Son aquellos mecanismos que el Código Procesal Penal contempla para dar respuesta a necesidades como: de justicia, para impedir la fuga del imputado; de verdad, para impedirle que estorbe las indagaciones de la autoridad, que destruya las huellas del delito y que intimide a los testigos; y de defensa pública, para impedir que durante el proceso continúen ataques al derecho ajeno. Y; 7) la actividad procesal defectuosa: Surgiendo cuando los actos procesales son realizados con inobservancia de las formas y condiciones establecidas en la legislación, o bien, cuando determinados actos ordenados por la ley, se omiten, vulnerándose así, la legalidad e imperatividad en el proceso. Viene por tanto a constituirse desde el texto de éste libro, un guardián de la integridad de los derechos fundamentales de la colectividad y del individuo, ante los riesgos del abuso y la arbitrariedad que pudieran tomar lugar, desde el primer momento de la investigación de hechos que se conocen o denuncian como delitos. Una y otra disposición, se entrelazan armónicamente para marcar el curso de los actos y comportamientos de las partes e intervinientes del proceso penal frente al sujeto de la acción pública del Estado, que idealmente extiende su brazo persecutor en la letra de la ley, para alcanzarlo, más esto, bajo el peso de ciertas condiciones ético – jurídicas que se justifican por sus razones: restablecer el orden social quebrantado con el delito, también reconocer a la víctima, sus derechos a verdad, justicia y reparación. Pues, son medios técnicos jurídicos, orientados a proteger las disposiciones constitucionales cuando éstas son infringidas, reintegrando el orden jurídico violado. Entre estos derechos y garantías constitucionales, se pueden citar las siguientes: derecho a un debido proceso, derecho de defensa, derecho a un defensor letrado, derecho de inocencia, a la igualdad de las partes, a un Juez natural, a la improcedencia de la persecución penal múltiple, a no declarar contra sí mismo, a un Juez independiente e imparcial y al de legalidad entre otros. Sin dejar de mencionar: La persecución penal, La desjudicialización, los Sujetos auxiliares y procesales, La actividad procesa, los Actos y resoluciones jurisdiccionales, la Prueba (ésta es fundamental pues constituye la actividad que desvirtúa la no culpabilidad o la culpabilidad de una persona determinada, respecto a los delitos que se le atribuyen), Medidas de coerción, y Actividad procesal defectuosa; todos éstos aspectos necesarios para poder comprender la estructura del proceso penal guatemalteco y cómo debe llevarse el debido proceso. Libro Segundo: Procedimiento Común, contiene III títulos, del artículo 285 al 397. Su contenido es trascendental en el juicio penal, ya que contiene el procedimiento común, los actos introductorios plasmados en el artículo número doscientos noventa y siete en adelante, así como el procedimiento intermedio en donde se contemplan las solicitudes, la acusación, la preparación del debate, y el debate específicamente regulado en su artículo trescientos cincuenta y cuatro. En éste libro se utiliza la averiguación de la verdad de un hecho o acto antijurídico, pues nos habla del procedimiento más común, el procedimiento tipo, el que generalmente es usado y contrapuesto a los procedimientos especiales; éste libro lo divide en tres períodos o fases: 1) La etapa preparatoria: Usualmente está a cargo del Ministerio Público quien debe realizarla en forma objetiva, procurando la averiguación de la verdad, aún cuando ésta fuera favorable al reo, ya que este como titular de la acción penal, deberá recabar todos los elementos probatorios para lograr la acusación o una eventual condena del responsable del ilícito, pero es bueno hacer notar, que toda esta fase de investigación, no se puede manejar arbitrariamente, ya que el control de la misma está a cargo de un juez de primera instancia, y tiene un plazo de tres meses a partir del auto de prisión provisional, en el caso de que el imputado esté detenido o bien de seis meses, cuando se dicta auto de procesamiento y la persona está libre, gozando del beneficio de una medida sustitutiva (artículos 81 y 82 del Código Procesal Penal) 2) La intermedia: Depura y prepara el debate, porque la naturaleza de esta etapa, es crítica y esencialmente es para evaluar y tomar decisiones jurídicas, respecto a las conclusiones planteadas por el Ministerio Público, mismas que fueron recabadas y analizadas, en la investigación realizada por esta institución, en la fase preparatoria. En esta etapa es donde el Ministerio Público debe aplicar, el principio de objetividad regulado en el Artículo 108 del Código Procesal Penal, que indica que el Ministerio Público, en el ejercicio de su función, adecuará sus actuaciones a un criterio objetivo, y velará por la correcta aplicación de la ley, aún en favor del imputado, sin que esto llegue a considerarse que el Ministerio Público se convierte o actúa en defensor del mismo, esto con el objeto de no permitir la realización de juicios defectuosos y fijar en forma definitiva el objeto del juicio (el hecho y la persona imputados), o en su caso evitar el sobreseimiento o la clausura ilegales. 2.1) Sobreseimiento: De conformidad con el Artículo 328 del citado cuerpo legal, cuando sea evidente, la falta de condiciones para la imposición de una pena o cuando exista certeza de que no se podrán incorporar o recabar nuevos elementos de prueba, para requerir la apertura a juicio. 2.2) Clausura Provisional: Según el cuerpo normativo del Código Procesal Penal, en su artículo 331 se podrá pedir dicha Clausura si hay evidencias pero que no son suficientes para llevar a juicio oral y público al sindicado. 3) El juicio o debate: Esta fase, es en la cual las partes exponen los elementos de prueba que tengan, para que el Tribunal de Sentencia integrado por tres jueces distintos al juez contralor de la investigación que conoció, tanto en la etapa preparatoria, como en la etapa intermedia, la analicen de acuerdo al principio de la sana crítica y emitan un fallo, absolviendo o condenando al procesado. Es importante recalcar que durante el desarrollo de ésta etapa del proceso penal, el debate es eminentemente oral, con excepción de lo regulado en el artículo 363 del Código Procesal Penal, donde menciona que sólo podrán ser incorporados por su lectura las actas e informes. Siendo éstas una serie concatenada de procedimientos comunes, en la que el Ministerio Público, bajo el control del órgano jurisdiccional competente, tiene conocimiento de un hecho punible, pudiendo asistir sin limitación alguna a los actos procesales relacionados con la investigación y que tiendan a la averiguación de la verdad, estando obligadas todas las autoridades o empleados públicos y privados a facilitar la realización de sus funciones. Dentro de estos actos procesales podemos incluir los actos de autorización judicial que son aquellos actos en los cuales el juez participa y autoriza en la diligencia, por ejemplo: el registro de detenciones, (artículo 73), reconocimiento en fila de personas (artículo 246), reconstrucciones judiciales (artículo 197), declaraciones testimoniales (artículo 143) o inspecciones judiciales en carácter de prueba anticipada, etc. Finalmente se encuentran los actos procesales de clausura o terminación, estos pueden verse desde distintas formas, pero para efectos de estudio menciono dos perspectivas, una, en cuanto al plazo de substanciación de la fase preparatoria, la cual por mandato legal, el Ministerio Público debe agotar dentro de los tres meses contados a partir del auto de procesamiento (resolución judicial); pero en el caso de haberse dictado una medida sustitutiva, el plazo máximo durará seis meses a partir del auto de procesamiento; ahora bien si no existe vinculación procesal mediante prisión preventiva o medida sustitutiva, la investigación no estará sujeta a dichos plazos. Y la otra, perspectiva, en cuanto a la forma procesal en que puede concluir esta fase preliminar, la cual puede ser como acto conclusivo normal, que lo constituye la acusación, que se da cuando el resultado de la investigación es suficiente para que el Ministerio Público formule acusación y pida la apertura a juicio penal contra el acusado ante el órgano jurisdiccional competente; o, como acto conclusivo anormal, que puede ser por desestimación (solicitud de archivo), realizada por el Ministerio Público ante el juez de primera instancia, porque el hecho sujeto a investigación no es constitutivo de delito ni falta; por sobreseimiento, que es la declaración del tribunal competente donde da por terminada la instrucción preliminar sin que pueda iniciarse el proceso penal; por clausura provisional, que se da cuando no se puede sobreseer y los elementos de prueba sean insuficientes para requerir la apertura del juicio, se dicta a través de un auto fundado y da la posibilidad de reanudar la persecución penal para llegar a la apertura del juicio o el sobreseimiento; o por archivo, que se puede dar cuando el hecho investigado no sea punible, no se pueda proceder, cuando no se haya individualizado al imputado o se haya declarado su rebeldía. Por último, podemos ver que desde el título III “Juicio”, Capítulo I, hay una preparación para la fase plena del proceso penal en nuestro ordenamiento adjetivo, porque frente al tribunal de sentencia se enfrentan los sujetos procesales y los órganos de prueba, dando como resultado del contradictorio la resolución del conflicto penal, pero en esta fase, no sólo se da el contradictorio, se da la recepción de la prueba (la que se encuentra regulada en el Libro Primero), lo cual termina con los actos procesales de decisión del debate, los que concluyen esta etapa, con la decisión del debate, la resolución de incidentes y la emisión de la sentencia, posteriormente de la deliberación de los jueces. Libro Tercero: Impugnaciones, contiene VII títulos, del artículo 398 al 463. En éste libro se encuentran reguladas las impugnaciones, conjuntamente los recursos procedentes en los casos concretos cuando no se esté conforme con una decisión judicial o de un tribunal según sea el caso, siendo estos: 1) Reposición: Artículo 403 del mismo cuerpo legal, procede éste recurso durante el juicio y dice: "Las resoluciones emitidas durante el trámite del juicio podrán ser recurridas por las partes tan sólo mediante reposición. En el debate, el recurso se interpondrá oralmente y se tramitará y resolverá inmediatamente, sin suspenderlo, en lo posible.; 2) Apelación: en el Artículo 404 establece con relación al Recurso de Apelación: "Son apelables los autos dictados por los jueces de primera instancia que resuelvan… (y una serie de autos que pueden ser eliminados o sustituidos por el superior inmediato jerárquico del que dictó la resolución que se impugnará); 3) Recurso de queja: Conforme la legislación procesal penal, en el artículo 412 se establece que el recurso de queja procede "cuando el juez correspondiente haya negado el recurso de apelación dentro de tres días de notificada la denegatoria, pidiendo que se le otorgue el recurso"; 4) La apelación especial: La apelación especial en caso de fundarse en injusticia notoria puede provocar, si es fundada y razonable, el reexamen de los hechos por causas similares a las que establece el Artículo 455 del Código Procesal Penal, referido a las causales de procedencia del recurso de revisión, así como a otras similares que conduzcan a formar certeza o duda de que el tribunal de sentencia cometió una grave y notoria injusticia al condenar o absolver; 5) La casación: Éste como todos los demás es muy importante ya que según lo extraído del Código Procesal Penal hace referencia a la facultad que nuestra legislación le atribuye a los tribunales más altos, para entender en los recursos que se interponen contra las sentencias definitivas de los tribunales inferiores, revocándolas o anulándolas, es decir, casándolas o confirmándolas. Conforme el Código Procesal Penal, en el Artículo 437 (Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala), se indica que el recurso de casación: "procede contra las sentencias o autos definitivos dictados por las salas de apelaciones que resuelvan…”; 6) La revisión: Sintetizando el análisis de nuestra ley adjetiva, tiene por objeto "perseguir la anulación de la sentencia penal ejecutoriada, cualquiera que sea el tribunal que la haya dictado, aún en casación, sólo procede en favor del condenado a cualquiera de las penas previstas para los delitos o de aquel a quien se le 45 hubiere impuesto una medida de seguridad y corrección". Por cierta incompatibilidad, y para evitar abusos de poder y arbitrariedades, motivar mayor reflexión, corregir errores humanos o interpretaciones incorrectas de la ley, el derecho a creado medios que permiten combatir, contradecir o refutar las decisiones judiciales, estos son los medios de impugnaciones antes descritos, tales se encuentran regulados en éste libro Tercero del Código Procesal Penal de Guatemala; es así que la norma adjetiva contempla varios medios de impugnación, pero sin olvidar quitarle a la segunda instancia el papel de impulso del formalismo que le caracteriza, entre ellos, abrevia los plazos, no señala día para la vista ya que el memorial de interposición explica las razones, así también, la mayoría de los recursos no tienen efecto suspensivo, ya que el procedimiento continúa a menos que sea necesario y sobre todo porque no pueden revisarse los hechos fijados en el proceso, sino, solo la posible existencia de errores en la aplicación del derecho sustantivo o adjetivo. Primeramente en éste libro encontramos los recursos comúnmente llamados ordinarios que abarcan los recursos expuestos, pero que se sintetizan en que: la reposición, que puede interponerse tanto en la etapa de instrucción o investigación, como en la etapa del juicio, dentro del debate propiamente. Su objeto va a ser que el juez revoque su resolución, emitida sin audiencia previa a las partes, por considerarse arbitraria o ilegal, de aquí que su carácter va a ser siempre de naturaleza procesal; seguidamente el recurso de apelación que es mediante el cual la sala de la corte de apelaciones conoce la legalidad de las resoluciones enumeradas en los Artículos cuatrocientos cuatro y cuatrocientos cinco del Código Procesal Penal, indicando que son apelables las resoluciones de mayor repercusión para el proceso, autos y sentencia, cuando la ley lo declare taxativamente, como por ejemplo: El sobreseimiento, las que denieguen la práctica de pruebas anticipadas, las que denieguen o restrinjan la libertad del imputado, etc.; también, regula lo que es la apelación especial, y su fundamentación se limita exclusivamente a motivos de derecho, ya sea de fondo o de forma, es decir que los vicios que se controlan por este recurso son los denominados en doctrina como in procedendo (inobservancia de normas que el juez debe cumplir al realizar tareas de jurisdicción) y los denominados in iudicando in jure (aplicación errónea de la ley). Por último, en las impugnaciones contempladas en el Libro Tercero, tenemos el recurso de queja, que generalmente se interpone ante un tribunal superior cuando el inferior incurre en denegación o retardo de justicia, cuando el juez denegare la apelación, con el objetivo de que se le otorgue el recurso denegado y se ordene la remisión del expediente. Por otro lado encontramos los denominados recursos extraordinarios, entre los cuales nuestra legislación regula el recurso de casación, limitándose a plantear cuestiones de derecho, no le está permitido abordar cuestiones de hecho, procediendo contra las sentencias y/o autos definitivos dictados por las salas de apelaciones. Libro Cuarto: Procedimientos Específicos, contiene IV títulos, del artículo 464 al 491. Se enmarcan los procedimientos específicos, como lo son: 1) Procedimiento abreviado: Es el procedimiento basado en principios de simplificación mediante el cual se evita la fase del juicio, dada la aceptación del hecho delictivo por el acusado siempre y cuando estén de acuerdo todas las partes procesales, incluyendo al juzgador; 2) Especial de averiguación: (Artículos. 467 al 473 del Código Procesal Penal), persiste en tomar en cuenta a la exhibición personal, mediante un procedimiento específico para aquellos casos en los que la exhibición personal no ha determinado el paradero de la persona a cuyo favor se interpuso, este es el procedimiento especial de averiguación, el cual mantiene la estructura del procedimiento común en la fase intermedia y en la del juicio oral pero introduce modificaciones en el preparatorio. Importante hacer notar que éste se inicia ante la Corte Suprema de Justicia después de haberse declarado sin lugar una exhibición personal y se tiene conocimiento que persiste la violación ilegal y arbitraria de los derechos humanos de la persona. 3) El juicio por delito de acción privada: Incluido en el libro III de éste libro. El trámite se inicia de conformidad con el Artículo 474 del Código Procesal Penal, mediante una querella formulando acusación que debe presentarse directamente ante un tribunal de sentencia, que debe ser el competente para el juicio. Los requisitos que debe contener la querella son los establecidos en el artículo 302 y 474 del código Procesal penal 4) El juicio para la apelación exclusiva de medidas de seguridad y corrección: Si hubiere oposición de parte legítima a cualquiera de las medidas acordadas por el juez, esta se tramitara en cuerda separada por el procedimiento de los incidentes y, contra el auto cabe recurso de apelación, sin que se interrumpan las medidas. 5) Juicio por faltas: En lo que se refiere al procedimiento específico de juicio por faltas regulado en los artículos 488 al 491 del Código Procesal Penal. Se puede observar y analizar que al sindicado no se le permite desarrollar plenamente su derecho de defensa en lo relativo a la defensa material, esto como consecuencia del poco tiempo con que se cuenta para la preparación del debate. En síntesis y a manera de colación para el comentario personal con respecto a éste libro, el Código Procesal Penal establece cinco procedimientos específicos distintos al procedimiento común, estos son: El procedimiento abreviado, también llamado en doctrina Monitorio, el cual se caracteriza por eliminar el debate, cuando la pena que se espera es leve, si están de acuerdo los sujetos esenciales del procedimiento penal, aquí se realiza una audiencia entre las partes procesales y posteriormente se dicta la sentencia, sin abrir a juicio. El procedimiento especial de averiguación es afectado por las llamadas desapariciones forzadas de personas; este tiende a ser obligatorio y consecuencia del habeas corpus o exhibición personal, que va a garantizar el derecho que tiene toda persona de examinar la legitimidad de la privación de su libertad. El juicio para la aplicación exclusiva de medidas de seguridad y corrección, el cual pretende darle solución a un problema judicial, cuando se priva absolutamente al derecho de defensa que le asiste a los inimputables. El juicio por delito de acción privada, es al principio, igual al procedimiento común, pero la etapa preparatoria se reduce a una pequeña etapa de investigación previa, la cual está a cargo de una persona privada, legítimamente autorizada por la ley. Y por último encontramos el juicio por faltas, el cual está a cargo de un juez de paz, que va a conocer las faltas y delitos sancionados con penas económicas y delitos contra la seguridad del tránsito, el mismo es corto, rápido y simple, dentro del mismo únicamente se le da audiencia y escucha a las partes e inmediatamente se emite la sentencia. Libro Quinto: Ejecución, contiene II títulos, del artículo 492 al 506. En éste libro se regula la ejecución procesal, también se enmarcan las penas y las medidas de seguridad y corrección, también, se estipula la ejecución civil. Podemos encontrar la etapa de ejecución, aún cuando el proceso penal termina con el fallo judicial firme, el control jurisdiccional en materia penal abarca la ejecución, y su objeto es el control judicial del cumplimiento y ejecución de la pena y respeto a los fines constitucionales de la sanción penal. En nuestro ordenamiento jurídico, esta etapa, está encargada a un integrante del organismo judicial denominado juez de ejecución penal, quién es el que debe indicar, desde en qué centro de reclusión deberá cumplir su condena el sentenciado, hasta garantizarle al recluso sus derechos cuando cumpla su condena, en beneficio de la aplicación de la dignidad humana. Es importante indicar también, que son sometidos al control del régimen de ejecución penal las medidas de seguridad y corrección y las obligaciones temporales específicas e inhabilitaciones. Libro Sexto: Costas e Indemnizaciones, contiene II títulos, del artículo 507 al 555. El último libro del Código Procesal Penal, contiene todo lo concerniente a costas e indemnizaciones, las costas están reguladas específicamente en el artículo número quinientos siete, y la indemnización al imputado en el artículo quinientos veintiuno. Éste libro, se refiere al daño material, la cual se hará atendiendo al valor de la cosa y la magnitud del daño, que también además de materiales pueden ser morales. La indemnización de perjuicios es una forma de concebir con mayor amplitud del daño causado, como por ejemplo, la ganancia dejada de percibir por el afectado En el caso de las costas de acuerdo al Artículo 517, son competentes para la liquidación de costas los Jueces de Primera Instancia que hayan fungido en el procedimiento intermedio y, si el procedimiento no hubiese llegado a la fase intermedia, la liquidación la practicará el Juez que haya conocido en el procedimiento preparatorio. Esta norma refiere que toda decisión que ponga fin al proceso o a un incidente, genera costas procesales, se sobre entiende que esta disposición abarca los remedios y recursos procesales que en determinado momento los sujetos procesales hagan uso. Cabe resaltar cuando la norma dice que serán impuestas a la parte vencida, lo que es concordante con lo regulado en el Artículo 12 de nuestra Constitución Política de la República de Guatemala y 20 del Código Procesal Penal, que se refieren a los Principios del Debido Proceso y Derecho de Defensa, que dice que nadie puede ser condenado sin antes ser citado, oído y vencido en juicio, ante Juez o tribunal preestablecido. Es importante resaltar también que, el legislador consideró que en determinado momento los Fiscales del Ministerio Público o los Defensores Públicos, pueden ser condenados en costas, principalmente cuando con su actuar cometan algún hecho delictivo o cuando por su incapacidad haya dejado o puesto en peligro serio los intereses que le fueron encomendados, pero en condiciones normales, existe como regla general la exención de costas procesales para los representantes del Ministerio Público y los Defensores Públicos que defienden a los sindicados de la comisión de hechos delictivos. Los Artículos del 521 al 525 de nuestra Ley penal adjetiva, regulan los casos de revisión, la determinación de la indemnización, la obligación del Estado a pagar, la indemnización proveniente de una Ley más benigna y que pasa si fuera el caso a los herederos que tengan derechos sucesorios, quienes podrán cobrar o gestionar la indemnización prevista en caso de muerte del derechohabiente. En los casos de revisión del procedimiento, la indemnización será en razón de privación de la libertad en cuanto al tiempo o del tiempo que haya durado la inhabilitación y lo sufrido en exceso el recluso. La Ley regula como casos de excepción cuando el interesado en obtener una indemnización, promoviere su propia persecución mediante hechos falsos u ocultare o alterare con intención la prueba que condujo al error judicial. CONCLUSIÓN: El proceso penal tiene como fin la averiguación de un hecho constitutivo en delito, la determinación de la responsabilidad del imputado o imputados, la calificación jurídica de ese hecho, la acusación y su aceptación, la celebración del juicio oral o debate público, la emisión de la sentencia y la ejecución de la misma. El Código Procesal Penal contiene las normas jurídicas, que tienen una finalidad especial que “es la de obtener, mediante la intervención del Juez, la declaración de certeza, positiva o negativa, del fundamento de la pretensión punitiva derivada de un delito, que hace valer por el Estado el Ministerio Público”. Con la meta de alcanzar la seguridad jurídica de un debido proceso, para lograr un apego total a la justicia. Y así poder establecer un estado de derecho con toda la solidez necesaria para alcanzar el fin primordial del Estado, que es la realización del bien común.