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El proceso de investigación y la
calificación de las faltas graves y
no graves.
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Objetivo
Que el participante conozca las formas que prevé la Ley General de Responsabilidades
Administrativas a través de las cuales se dará inicio al proceso de investigación, como lo es: de oficio,
por denuncia o mediante las auditorías que lleven a cabo las autoridades competentes; además,
conocerá la forma como concluye el proceso de investigación con la determinación de existencia o
inexistencia de responsabilidad administrativa y, en su caso, la calificación como falta grave o no
grave, así como el medio de defensa procedente contra dicha calificación.
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Contenido
Introducción.
7.1 Inicio de la investigación.
7.2 Calificación de faltas administrativas.
7.3 Impugnación de la calificación de faltas no graves.
¿Cuáles son los principios que rigen la ¿Cuáles son los medios que dan
investigación? origen a la investigación?
La Investigación
Introducción
A partir de este módulo se analizarán las disposiciones adjetivas contenidas en el Libro Segundo de
la Ley General de Responsabilidades Administrativas, las cuales regulan el procedimiento de la
materia y distribuyen las facultades y competencias de cada uno de los sujetos involucrados.
En primer lugar, en el presente módulo se abordará la forma como dará inicio la investigación por
la presunta responsabilidad de faltas administrativas, facultad que, como ya ha quedado de
manifiesto en los módulos anteriormente explorados, recaerá exclusivamente en la autoridad
investigadora, quien comenzará su investigación indistintamente a través de cualquiera de las tres
formas que contempla la Ley General de Responsabilidades Administrativas, como lo es: de oficio,
por denuncia o cuando derive de auditorías que hayan sido practicadas por las autoridades
competentes.
Ahora bien, es importante destacar que durante este procedimiento las autoridades investigadoras
están obligadas a observar los principios rectores de la investigación: legalidad, imparcialidad,
objetividad, congruencia, verdad material y respeto a los derechos humanos de los funcionarios
públicos y los particulares que estén siendo investigados, así como también los derechos de los
denunciantes.
Finalmente, cabe destacar que la Ley General de Responsabilidades Administrativas prevé un medio
de defensa contra las determinaciones antes señaladas, con el propósito de salvaguardar los
derechos de los denunciantes, así como de las autoridades investigadoras.
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Principio de objetividad. Este principio puede entenderse como la actitud crítica que se apoya en
datos y situaciones reales, despojada de prejuicios y apartada de intereses para concluir sobre
hechos o conductas.
Principio de verdad material. Este principio es entendido por diversas doctrinas como un principio
jurídico procesal que dispone que la autoridad juzgadora deberá investigar los hechos
independientemente de que las partes procesales hayan propuesto pruebas.
Principio de respeto a los Derechos Humanos. Este principio consiste en que todas las autoridades
tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos de
conformidad con los principios de universalidad, independencia, indivisibilidad y progresividad.
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Además de los principios antes referidos, durante el procedimiento de investigación las autoridades
competentes serán responsables de la oportunidad, exhaustividad y eficiencia en la investigación,
la integralidad de los datos y documentos, así como el resguardo del expediente en su conjunto.
El legislador estableció tres formas de iniciar la investigación por presunta responsabilidad de faltas
administrativas, las cuales se enuncian a continuación:
a) Investigación de oficio.
Este tipo de investigación es la que faculta a la autoridad para que lleve a cabo el ejercicio de
determinadas acciones que por ley tiene conferidas, sin que medie promoción de parte interesada,
es decir, cuando ésta por cualquier medio tenga conocimiento de hechos que pudieran ser
constitutivos de faltas administrativas.
Así pues, la persona que tenga conocimiento de que algún funcionario público o un particular, ya
sea persona física o persona moral, haya o esté llevando a cabo una conducta con la cual se presuma
la existencia de un hecho ilícito en perjuicio de la hacienda pública o el patrimonio de alguna entidad
y obtenga un beneficio propio o ajeno, se encuentre en la posibilidad de presentar la denuncia
correspondiente.
Como se menciona en el presente apartado, otra forma de que inicie la investigación es a través de
las auditorías externas, mediante las cuales las entidades fiscalizadas contratan a profesionales
externos para que éstos las lleven a cabo, quienes al percatarse de la existencia de faltas
administrativas deberán dar aviso a la autoridad investigadora para que inicie el proceso de
investigación.
Para el debido cumplimiento de sus atribuciones, las autoridades investigadoras tendrán acceso a
la información necesaria para el esclarecimiento de los hechos, con inclusión de aquella que las
disposiciones legales en la materia consideren con carácter de reservada o confidencial, siempre
que esté relacionada con la comisión de las infracciones señaladas en la Ley General de
Responsabilidades Administrativas, con la obligación de mantener la misma reserva o secrecía
conforme a lo que determinen las leyes.
En ese sentido, durante el desarrollo de las investigaciones no les serán oponibles las disposiciones
dirigidas a proteger la secrecía de la información en materia fiscal, bursátil, fiduciario o la
relacionada con operaciones de depósito, administración, ahorro e inversión de recursos
monetarios con la finalidad de determinar la calificación de las faltas. Esta información conservará
su calidad en los expedientes que se integren, para lo cual se deberán celebrar convenios de
colaboración con las autoridades competentes.
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Por su parte las personas físicas o morales, públicas o privadas, que sean sujetos de investigación
por presuntas irregularidades cometidas en el ejercicio de sus funciones, deberán atender los
requerimientos debidamente fundados y motivados que les formulen las autoridades
investigadoras, para lo cual se otorgará un plazo de cinco hasta quince días hábiles para la atención
de los mismos, sin perjuicio de poder ampliarlo por causas debidamente justificadas cuando así lo
soliciten los interesados.
También los entes públicos a los que se les formule requerimiento de información tendrán la
obligación de proporcionarla en los plazos antes citados, excepto cuando derivado de la complejidad
de la información solicitada requieran un plazo mayor para su atención, caso en el cual deberán
solicitar la prórroga debidamente justificada ante la autoridad investigadora; de concederse la
prórroga en los términos solicitados, el plazo que se otorgue será improrrogable.
Las prórrogas de los plazos no podrán exceder en ningún caso la mitad del plazo previsto
originalmente.
Medidas de apremio
Las autoridades investigadoras podrán hacer uso de diversas medidas para hacer cumplir sus
determinaciones, mismas que se enuncian a continuación:
a) Multa hasta por la cantidad equivalente de cien a ciento cincuenta veces el valor diario
de la Unidad de Medida y Actualización, la cual podrá duplicarse o triplicarse en cada
ocasión, hasta alcanzar dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización,
en caso de renuencia al cumplimiento del mandato respectivo;
b) Solicitar el auxilio de la fuerza pública de cualquier orden de gobierno, los que deberán
atender de inmediato el requerimiento de la autoridad, o
Lo anterior es con la finalidad de que la autoridad investigadora pueda tener a su alcance los
elementos necesarios y suficientes para llevar a cabo una adecuada calificación de las conductas
que son investigadas.
Sanciones
Comparativos Medidas de apremio
No graves Graves
• Amonestación • Suspensión
• Multas
• Suspensión • Destitución
• Auxilio de la fuerza
Ejemplos • Destitución • Sanción
pública
• Inhabilitación económica
• Arresto
temporal • Inhabilitación
La Auditoría Superior de la Federación, así como las entidades de fiscalización superior locales,
investigarán y substanciarán los procedimientos de responsabilidades por faltas administrativas
graves, según lo dispone la propia Ley General de Responsabilidades Administrativas. No obstante
se deja abierta la posibilidad de que si estas entidades consideran la opción de presentar denuncias
ante el Ministerio Público, dicha facultad queda a salvo y la pueden llevar a cabo en el momento
que adviertan hechos presuntamente constitutivos de delito.
Por otro lado, cuando la Auditoría Superior y las entidades de fiscalización superior de las entidades
federativas tengan conocimiento de la presunta comisión de faltas administrativas no graves, darán
vista a las Secretarías o a los órganos internos de control que corresponda, a efecto de que procedan
a realizar la investigación y, en su caso, substancien el procedimiento y resuelvan lo que en derecho
corresponda.
1
UNAM; “Diccionario Jurídico Mexicano” (1982). Disponible en: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/3/1173/7.pdf.
2
Ibidem: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/3/1175/5.pdf
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Ahora bien, en caso de que la investigación arroje como resultado que no se encontraron elementos
suficientes para demostrar la existencia de la infracción y la presunta responsabilidad del infractor,
la autoridad investigadora emitirá un acuerdo de conclusión y archivo del expediente, sin perjuicio
de que pueda abrirse nuevamente la investigación si se presentan nuevos indicios o pruebas y no
hubiera prescrito la facultad para sancionar. Dicha determinación, en su caso, se notificará a los
Servidores Públicos y particulares sujetos a la investigación, así como a los denunciantes cuando
éstos fueren identificables, dentro los diez días hábiles siguientes a su emisión.
La Ley General de Responsabilidades Administrativas prevé un par de supuestos en los cuales las
autoridades substanciadoras o, en su caso, las resolutoras, pueden abstenerse de iniciar el
procedimiento de responsabilidad administrativa o de imponer sanciones administrativas a un
servidor público, respectivamente.
Esta excepción puede surgir cuando de las investigaciones practicadas o derivado de la valoración
de las pruebas aportadas en el procedimiento referido, las autoridades competentes adviertan que
no existe daño ni perjuicio a la hacienda pública o al patrimonio de las entidades y que se cumpla
alguno de los siguientes supuestos:
no constituya una desviación a la legalidad y obren constancias de los elementos que tomó
en cuenta el servidor público en la decisión que adoptó, o
b) Que el acto u omisión fue corregido o subsanado de manera espontánea por el servidor
público o implique error manifiesto y que, en cualquiera de estos casos, hayan desaparecido
los efectos que se hubieran producido.
Finalmente, cabe destacar que ante una abstención de las autoridades substanciadoras o
resolutoras para iniciar el procedimiento de responsabilidad administrativa por los supuestos antes
referidos, tanto las autoridades investigadoras como los denunciantes tienen derecho a impugnar
dicha determinación mediante el recurso de inconformidad que se analizará en el apartado
siguiente.
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Con el propósito de brindar certeza jurídica y proteger los derechos de los demandantes, la Ley
General de Responsabilidades Administrativas prevé un mecanismo de impugnación de la
calificación que emitan las autoridades investigadoras, a través del recurso de inconformidad.
Para tal efecto, la calificación de los hechos como faltas administrativas no graves que realicen las
autoridades investigadoras, deberá notificarse al denunciante cuando fuera identificable, señalando
de manera expresa la forma en que el notificado podrá acceder al expediente de presunta
responsabilidad administrativa.
Dicha calificación, así como la abstención que se estudió en el apartado anterior, podrán ser
impugnadas por el denunciante mediante el recurso de inconformidad, mismo que podrá
interponerse dentro de los cinco días hábiles siguientes a la notificación de la resolución impugnada.
Si el demandante opta por presentar el recurso de inconformidad deberá hacerlo ante la autoridad
investigadora que determinó la calificación de la falta administrativa como no grave, debiendo
expresar los motivos por los que se estime indebida dicha calificación.
c) Las razones y fundamentos por los que considera que la calificación del acto es indebida, y
d) Firma autógrafa del recurrente. La omisión de este requisito dará lugar a que no se tenga
por presentado el recurso, toda vez que es el único requisito que no se puede subsanar.
Además de dichos requisitos, el recurrente deberá adjuntar a su escrito las pruebas que estime
pertinentes para sostener las razones y fundamentos expresados en el recurso de inconformidad;
sin embargo, este requisito no será necesario si los argumentos contra la calificación de los hechos
versan solamente sobre aspectos de derecho.
Una vez presentado el recurso, la autoridad investigadora deberá correr traslado adjuntando el
expediente integrado y un informe en el que justifique la calificación impugnada, a la Sala
Especializada en materia de responsabilidades administrativas del Tribunal competente.
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Ahora bien, si el escrito por el que se interponga el recurso de inconformidad fuera obscuro o
irregular, la Sala Especializada en materia de responsabilidades administrativas requerirá al
promovente para que subsane las deficiencias o realice las aclaraciones que corresponda, para lo
cual le concederán un término de cinco días hábiles; de no subsanar las deficiencias o aclaraciones
en el plazo antes señalado, el recurso se tendrá por no presentado.
Por otro lado, en caso de que la Sala Especializada en materia de responsabilidades administrativas
tenga por subsanadas las deficiencias o por aclarado el escrito por el que se interponga el recurso
de inconformidad, o bien, cuando el escrito cumpla con los requisitos, admitirán dicho recurso y
darán vista al presunto infractor para que en el término de cinco días hábiles manifieste lo que a su
derecho convenga, es decir, deberá escucharse al presunto responsable.
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b) Dejar sin efectos la calificación o abstención; en este caso la autoridad encargada para
resolver el recurso estará facultada para recalificar el acto u omisión, o bien, ordenar que
se inicie el procedimiento correspondiente.
Cabe destacar que contra la resolución que ponga fin al recurso de inconformidad no procede
recurso alguno.
Finalmente es importante señalar que la Ley también permite que el recurso de inconformidad sea
presentado por las autoridades investigadoras contra la abstención que realicen las autoridades
substanciadoras o resolutoras, en cuyo caso el medio de defensa deberá presentarse ante esta
última en la forma y plazos descritos en este apartado.
7.- Subsanadas las deficiencias o aclaraciones 8.-La resolución podrá confirmar la calificación o la
si las hubiera, la Sala resolverá en un plazo no abstención, o bien, dejarla sin efectos. Contra la
mayor a 30 días hábiles (Art. 107 LGRA). resolución que se dicte no procederá recurso alguno
(Arts. 108 y 110 LGRA).
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Lecturas complementarias
• Quien juzga en el SNA. Ethos Laboratorio de Políticas Públicas. Guía Ciudadana del Sistema
Nacional Anticorrupción. Ciudad de México, 2018.
Bibliografía