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ABORTO

Es la terminación del embarazo en cualquier momento antes de que el feto llegue a la etapa de viabilidad (o sea,
antes de que sea capaz de existir fuera del útero de manera independiente). Con frecuencia se emplea el termino
mal parto para indicar un aborto que se produce de modo espontáneo sin inducirlo, los abortos espontáneos se
observan en 10 a 20 % de todos los embarazos.

Según la OMS, aborto es “la interrupción de un embarazo tras la implantación del huevo fecundado en el
endometrio antes de que el feto haya alcanzado viabilidad, es decir, antes de que sea capaz de sobrevivir y
mantener una vida extrauterina independiente”.

Tipos de aborto
El término aborto incluye diversos métodos para terminar el embarazo antes de la viabilidad del feto y se
subdivide en dos grupos principales: espontáneo e inducido.

 Aborto espontáneo
Ocurre cuando el proceso comienza por si solo, por causa natural. Es la pérdida espontánea de un feto antes de la
semana 20 del embarazo. La pérdida del embarazo después de 20 semanas se llama muerte fetal. Un aborto
espontáneo es un suceso que ocurre naturalmente, a diferencia de los abortos médicos o abortos quirúrgicos.

El riesgo de aborto espontáneo es más alto:


• En mujeres de mayor edad. El riesgo se incrementa después de los 30 años, se vuelve mucho más grave entre los
35 a los 40 años, y es mayor después de los 40 años.
• En mujeres que ya hayan tenido varios abortos espontáneos.

 Aborto inducido
Se produce de modo artificial, ya sea por motivos terapéuticos o alguna otra razón. El aborto inducido es la
interrupción voluntaria del embarazo que se realiza siempre antes de los 180 días de gestación. Se realiza de
forma premeditada y requiere de expertos en dicho procedimiento. La interrupción de un embarazo puede darse
por distintos motivos, que suelen estar relacionados con factores sociales, económicos, sexuales o que afecten al
feto.

Tipos de aborto y síntomas relacionados


Aborto espontàneo:
 Amenaza de aborto: La hemorragia vaginal o la mancha se produce a principios del embarazo y puede o no
asociarse con calambres leves; cérvix cerrado; el proceso puede desaparecer o dar lugar a un aborto. Las
infecciones agudas graves como neumonía, pielitis y fiebre tifoidea con frecuencia originan aborto.
 Aborto inevitable: El proceso anterior progresa de manera que es imposible evitar que el embarazo termine;
la hemorragia es de moderada a copiosa; los calambres uterinos, de moderados a graves; las membranas
pueden o no estar rotas; el canal cervical se dilata. Las anomalías del aparato reproductivo como el cérvix
corto congénito o malformaciones uterinas producen el aborto.
 Aborto incompleto: Parte de los productos de la concepción ya se expulsaron pero otra parte (por lo general
la placenta) se retuvo dentro del útero; la hemorragia abundante persiste casi siempre hasta que se expulsan
los productos de la concepción retenidos; los calambres uterinos son fuertes; el cérvix está abierto y se
observa tejido en él.
 Aborto total: Todos los productos de la concepción se expulsaron; la hemorragia es leve; los calambres
uterinos son suaves.
 Aborto fallido: El feto muere en el útero pero es retenido ahí; se observa regresión del crecimiento uterino y
cambios en los senos; cuando transcurren seis semanas o más de la muerte fetal hasta la expulsión, se
producen cambios degenerativos, como por ejemplo maceración (ablandamiento general), momificación (el
feto se seca formando una estructura similar a cuero) y, en casos poco frecuentes, formación de litopedión
(material rocoso); en general no se observan síntomas con excepción de amenorrea; en ocasiones se observa
malestar general, dolor de cabeza y anorexia; puede producirse hipofibrinogenemia; la afección se descubre
porque el fondo del útero no continúa elevándose, no se escuchan soplos cardiacos fetales o ambas cosas.
 Aborto habitual: El aborto espontáneo ocurre en embarazos sucesivos (tres o más).
 Aborto ilegal: Terminación del embarazo fuera de instalaciones médicas adecuadas (clínicas u
hospitales) y por lo general lo efectúan personas que no son médicos. En este caso, la mujer ingiere algún fármaco
como quinina o aceite de castor o se introduce un cuerpo extraño como una sonda uretral al útero, con o sin
instilación de sustancias tóxicas; es frecuente que se produzcan infecciones graves, a menudo con estado de
choque y fallo renal.

Causas
De manera aproximada 80% de los abortos espontáneos se producen durante las primeras 12 semanas del
embarazo. Se estima de 15 a 20% de los embarazos terminan en que aborto espontáneo.
La etiología del aborto espontáneo es diversa y con frecuencia es un método de la naturaleza para deshacerse de
embriones imperfectos.
• Las infecciones agudas graves como neumonía, pielitis y fiebre tifoidea con frecuencia originan aborto.
• Las afecciones endocrinas que alteran los niveles de progesterona y estrógeno pueden producir cambios en el
recubrimiento del endometrio uterino y dar lugar al aborto.
• El aborto es frecuente en aquellas mujeres cuyas madres recibieron tratamiento con dietilestilbestrol durante el
embarazo.
• Muchas mujeres explican el aborto como resultado de alguna lesión o actividad excesiva. En algunos casos el
embarazo continúa a pesar de caídas, accidentes automovilísticos y diferentes traumatismos. En otros, una caída
trivial, la ansiedad o la fatiga excesiva parecen estar en relación con el aborto, pero es imposible determinar la
relación causa-efecto.
• Abortos espontáneos consecutivos.
• Mujeres mayores de 30 años

Signos y síntomas
• Hemorragia vaginal.
• Calambres pélvicos.
• Dolor en la parte inferior de la espalda.
• Preclamsia.

Diagnostico
• Examen pélvico. El proveedor de atención médica puede hacerte una revisión para ver si el cuello del útero ha
comenzado a dilatarse.
• Ecografía. Durante una ecografía, el proveedor de atención médica revisará los latidos del corazón del feto y
determinará si el embrión se está desarrollando como debería.
• Análisis de sangre. El proveedor de atención médica podría comprobar el nivel de la hormona del embarazo, la
gonadotropina coriónica humana, en sangre y compararlo con las mediciones anteriores. Si el patrón de cambios
en tus niveles de gonadotropina coriónica humana es anormal, podría indicar un problema.
• Pruebas de tejidos. Si se desprendió el tejido, se puede enviar al laboratorio para confirmar si ocurrió un aborto
espontáneo, y que tus síntomas no estén relacionados con otra causa.
• Pruebas cromosómicas. Si has tenido dos o más abortos espontáneos anteriormente, tu proveedor de atención
médica puede solicitar análisis de sangre para ti y tu pareja con el fin de determinar si los cromosomas de ambos
son un factor.

Tratamiento (control médico)


• Se debe dar instrucciones a la embarazada para que se ponga en contacto con el médico o la partera siempre que
se experimente hemorragia durante el embarazo.
• Se le indica reposo en cama
• Abstinencia sexual
• Sedantes para favorecer la relajación.
• En casos de que la hemorragia aumente y se acompañe de calambres o contracciones uterinas, se recomienda la
hospitalización.
• Se receta tratamiento intravenoso para reposición de líquidos o trasfusión sanguínea según se requiera
• Raspado de la cavidad uterina

Eliminación quirúrgica (aborto fallido)


Intervenciones de enfermerìa
• Brindar consejería sobre:
• Si solo tiene hemorragia vaginal ligera o manchas sin dolor se le indica permanezca en cama e ingiera una dieta
balanceada.
• Reposo en cama al menos 48 horas, posterior podrá salir de cama pero debe limitar sus actividades durante los
siguientes días.
• Informar a la paciente evitar el coito durante 2 semanas después de la última evidencia de hemorragia o según
recomendaciones del médico.
• Apoyo psicológico, es probable que la paciente se sienta culpable y se arrepienta de comportamientos que quizá
contribuyeron a la afección.
• Apoyo psicosocial, es de primordial importancia porque los episodios hemorrágicos son aterradores y producen
ansiedad en la mayor parte de las embarazadas. Las respuestas de negación
• Brindar escucha activa: Es conveniente permitir que exprese de modo verbal sus sentimientos, al igual que todos
los miembros de la familia.
• Evitar dar falso apoyo y decir “todo va a estar bien”, porque de hecho la paciente puede sufrir un aborto.
• Evitar patología adicional
• Trato digno a la paciente.

Consecuencias de aborto
• Autoestima baja, Inestabilidad emocional, Culpa, Angustia, Tristeza, Ansiedad, Depresión, Dolor
• Trastornos relacionales, Agresividad, Hemorragia grave
• Infección, Peritonitis
• Lesiones en vagina y útero.

EMBARAZO ECTÓPICO
Es cuando el producto de la gestación se implanta fuera de la cavidad uterina. La mayor parte de los embarazos
ectópicos son gestaciones tuberías que se producen con mayor frecuencia en la porción amputar de las trompas de
Falopio; la porción del istmo lugar más común, otros sitios que constituye un 5% son el intersticial (en la porción
intersticial del tubo), cornal (en un cuerno insinuado del útero), cervical, abdominal y ovárico.

La incidencia de esta afección es en particular alta en mujeres de 35 a 44 años de edad. En uno de cada 200
embarazos el cigoto en vez de atravesar la longitud de la trompa de Falopio para llegar a la cavidad uterina se
implanta en las paredes internas de la misma.
Como la pared de la trompa no es tan elástica como para permitir que el óvulo fecundado crezca y se desarrolle
ahí se produce, de manera inevitable, rotura de la pared de la trompa.

Aborto tubario: Esto ocurre con mayor frecuencia en el interior del lumen tubario y da lugar a la expulsión de
los productos de la concepción y hemorragia abundan te desde el extremo fimbriado de la trompa hacia la cavidad
peritoneal. La rotura puede producirse a través de la superficie peritoneal de la trompa de manera directa hacia la
cavidad peritoneal; de nuevo, se observa derrame de sangre abdomen procedente de los vasos del sitio de la
rotura; la cual suele producirse en las 12 primeras semanas del embarazo.
Embarazo intersticial: En ocasiones se desarrolla un embarazo ectópico en la porción de la trompa que atraviesa
la pared uterina.
Embarazo abdominal: En casos muy poco frecuentes, el producto de la concepción tras la rotura de la trompa se
implanta en el peritoneo, permite en algunos casos que la mujer dé a luz a un niño vivo mediante una incisión
abdominal.

Etiología
El embarazo ectópico tubario puede producir cualquier afección que angoste la trompa o produzca constricción en
su interior. En estos casos el lumen tubario es, de modo suficiente, grande como para permitir que los
espermatozoos asciendan por la trompa, pero impide que el cigoto pase hacia abajo.
Entre las afecciones que producen angostamiento de las trompas de Falopio se mencionan:
1) Enfermedades inflamatorias pélvicas previas que afectan la mucosa de las trompas y produjeron aglutinación
parcial de superficies opuestas; por ejemplo, clamidias y salpingitis gonorreica.
2) Procesos inflamatorios previos de las superficies peritoneales externas de la trompa, como por ejemplo,
infección puerperal y posabortiva.
3) Endometriosis de la pared de la trompa y del lumen
4) Anormalidades de desarrollo que producen angostamiento segmentario de las trompas, longitud excesiva o
partes retorcidas.
5) cirugía abdominal o tubaria previa que produjo cicatrices o adherencias. Otros factores que de modo potencial
contribuyen a la incidencia de embarazos ectópicos incluyen tabaquismo, esterilización tubaria previa y uso de
anticonceptivos orales con dosis bajas de progestágeno.
6) Si la mujer se embaraza mientras tiene el dispositivo intrauterino hay una posibilidad 10 veces mayor de que
experimente embarazo ectópico que si no usa dispositivo.

Signos y síntomas
 Los síntomas clínicos dependerán del sitio de implantación
 Experimenta incomodidad vaga y variable.
 Signos tempranos de embarazo como regla general se considera embarazo normal.
 Hemorragia vaginal es escasa y de color café oscuro.
 Después de tres a cinco semanas de que no se produzca periodo menstrual se desarrolla dolor abdominal.
 Dolor de un lado o en todo el abdomen.
 calambres o dolor punzante repentino, similar al de una herida con cuchillo.
 Se observa dolor en los extremos de la clavícula ( esto dependerá si se extiende hasta el diafragma)
 Dependiendo de la intensidad de la hemorragia, la mujer puede o no presentar sincope, hipotensión, taquicardia
y otros síntomas de choque.

Diagnóstico
 Examen físico: La valoración inicial se enfoca en los tres síntomas clásicos de embarazo ectópico:
 Falta de menstruación seguida por dolor abdominal y manchas vaginales.
 El dolor abdominal
 Calambres, dolor sordo o una sensación de restricción en hombro y espalda.

Preguntar:
Utilización de dispositivo intrauterino. (T de cobre, DIU)
Los antecedentes de daños tubario previos por enfermedad o problema en el desarrollo también indican la
posibilidad de embarazo tubario. (Cáncer de ovario, Quistes ováricos y síndrome de ovario poliquístico)
 Valoración de los Signos vitales: Es probable que no difieran de los valores normales a menos que se produzca
la rotura de la trompa y hemorragia interna. (Taquicardia, hipotensión, palidez, diaforesis)
 Examen pélvico: se valora a la paciente para ver si el fondo del útero se siente lleno, si experimenta dolor en el
cérvix o sensibilidad en los anexos.
En general el útero no adquiere un tamaño mayor al de ocho semanas de edad gestacional.
 Los análisis del laboratorio: Prueba de sangre: con frecuencia revelan descenso del hematocrito, de
hemoglobina y leucocitosis.
 Diagnóstico temprano del embarazo ectópico
 Prueba de gonadotropina coriónica humana (hCG): La medición cuantitativa de la GCH ayuda a determinar la
edad exacta del feto.
 Culdocentesis: Es un procedimiento para verificar la existencia de líquido anormal en el espacio justo detrás de
la vagina, un área que se denomina fondo de saco.
 Raspado: Legrado uterino.
 Ultrasonografía: (ecograma)

Tratamiento
Cirugía: Salpingostomía o Laparotomía: consiste en la extirpación de la trompa de Falopio afectada
Fármacos: Metotrexato: actúa deteniendo el crecimiento del óvulo fertilizado antes de que ocurra la ruptura.

Cuidados de enfermería.
Pos-operatorias
Se mantiene una Canalización intravenosa para administrar sangre, según requerimiento, por la intervención
quirúrgica
Reposición de líquidos por IV
Vigilancia y monitoreo
Tolerancia de líquidos las primeras horas.
Signos vitales cada hora y después cada 2 o 3 horas.
Cambio de toallas Sanitaria y registra cuanto uso y si ya no presenta más sangrado.
Cuidado de la cirugía
 Antibióticos: con fines profilácticos (amoxicilina-ácido clavulánico.)
 No Esteroides: con fin de reducir la inflamación y adherencias
 Cambio de ventas (vigilara la estadio de la piel)
 Higiene personal y la parte endone se le realizo la cirugía
Cuidados Emocionales
 Apoyo emocional a la paciente y familia
 Escucha activa
 Terapias recreativas (si se amerita según estado del paciente)
 Información veras a la familiares para que lo apoyen
 Información necesario sobre embarazos futuras (Si la paciente pregunta al respecto)

PREECLAMPSIA
Se caracteriza por elevación de la presión arterial, proteinuria o edema después de la semana 20 del embarazo en
grávidas que fueron normales en tiempo anterior al respecto. Es precursora de la etapa prodrómica de la
eclampsia; en otras palabras, a menos que se detenga el proceso preeclámpsico por tratamiento o por el parto, es
probable que se produzca eclampsia.

El desarrollo de hipertensión ocurre en forma repentina o de modo gradual e insidioso. El valor absoluto de la
presión arterial tal vez tenga menor significado que la relación que guarda con determinaciones previas y el
momento de la gestación en las cuales se obtuvieron los datos. Las pacientes saludables suelen presentar presión
arterial inferior a lo normal en el trimestre intermedio del embarazo y por tanto una lectura en la etapa media del
embarazo no es confiable. Por ejemplo, la presión de 120/80 mm Hg en realidad indica hipertensión si la paciente
tenía presión en el rango de 100/70 mm Hg en la parte intermedia del embarazo.
El siguiente signo más constante de preeclampsia es aumento excesivo de peso de manera repentina, que se debe
en gran parte a acumulación de agua en los tejidos. Este aumento de peso representa edema oculto y casi siempre
precede al edema visible de cara y dedos característico de las etapas avanzadas de la enfermedad.

La aparición repentina de proteínas en la orina con o sin otras observaciones, siempre se considera como signo de
preeclampsia. El de orina completo, que incluye examen al microscopio, ayuda excluir infecciones como causa de
la proteinuria. Como ésta por lo general se desarrolla en etapas más tardías que la hipertensión el incremento de
peso puede indicar progresión de la enfermedad.

Hay otras manifestaciones clínicas de hipertensión inducida por el embarazo que cuando las reconoce la paciente
o el miembro del al cuidado de la salud, requieren de atención inmediata; entre ellas se mencionan:
Dolor de cabeza continúo e intenso en la región frontal u occipital.
 Inflamación de cara o dedos
 Visión borrosa o poco clara.
 Vómito persistente
 Reducción de la cantidad de orina que se elimina.
 Dolor epigástrico (síntoma tardío)
Los tres signos tempranos:
 Hipertensión
 Aumento de peso
 Proteinuria.

Diagnostico
La aparición de tendencia ascendente en la presión arterial en mujeres normotensivas o un aumento rápido de
peso en el segundo o tercer trimestre sugieren diagnóstico potencial de preeclampsia. Se sospecha hipertensión
crónica en mujeres embarazadas que presentan presión arterial elevada antes de las 24 semanas de gestación.
Aunque en ocasiones se emplea la prueba de giro para analiza selectivamente a las mujeres, en particular
primigrávidas de la semana 28 a la 32 de gestación, existe
preocupación con respecto a si la prueba es válida debido a la alta tasa de lecturas positivas falsas. La mujer se
coloca en posición acostada lateral izquierda hasta que se estabiliza su presión arterial (15 a 20 minutos), después
de le gira la espalda y se registra de inmediato su presión arterial y se toma otra lectura a los 5 minutos, una
elevación diastólica de 20 mm Hg se considera como respuesta positiva a la prueba. La determinación de la
presión media también es útil para predecir el riesgo de desarrollar afecciones hipertensivas, porque refleja la
resistencia contra la cual trabaja el corazón, la presión arterial media se calcula de la siguiente manera:
PAM=Presión sistólica + dos veces la presión arterial diastólica/3
Los incrementos de 200 mm Hg en la presión arterial media se considera como signos
no deseables.
El pronóstico para las mujeres con preeclampsia depende de los efectos de la hipertensión materna en los sistemas
y aparatos y la capacidad para prevenir o controlar la enfermedad antes que se desarrolle eclampsia. La
combinación de proteinuria e hipertensión incrementa de manera dramática el riesgo de mortalidad y morbilidad
perinatales. La única cura definitiva para la preeclampsia es el parto.

Tratamiento
En el hogar:
 Restricción de actividades, que incluye reposo en cama la mayor parte del día y abstinencia sexual.
 Administración de fármacos sedantes prescritos por el médico para favorecer el reposo y la relajación.
 Ingestión de una dieta bien balanceada con suficiente proteína, que contenga en particular carne desgrasad,
pescado y huevos.
En caso de que la paciente no responda con rapidez a la restricción de actividad en el hogar, se recomienda la
hospitalización, el cuidado médico de la preeclampsia
hospitalizada se dirige a:
 Proteger a la paciente de los efectos de la presión arterial alta (por ejemplo: hemorragia cerebral)
 Evitar que ocurran ataques de eclampsia y mejorar el flujo sanguíneo uteroplacentario para reducir riesgo para
el feto.
 Nacimiento del feto tan cerca de la fecha de madurez como sea posible y por el método más seguro.

Cuidados de enfermería
Durante el periodo anterior al parto, la enfermera da instrucciones a todas las mujeres acerca de la importancia de
una dieta bien balanceada con alto contenido proteico. En general, no se recomienda restricción de calorías y
líquidos en este momento. Se cree que el desarrollo de preeclampsia se relaciona en ocasiones con estado
nutricional deficiente; por tanto, la orientación dietética es un componente muy significativo en la educación de la
paciente. Además, todas las embarazadas deben recibir información tanto verbal como con material impreso
acerca de los signos que indican posibilidad de preeclampsia, los que se reconocen con facilidad y que deben
reportarse de inmediato
a la enfermera o al médico.

Es conveniente que las mujeres con síntomas tempranos de preeclampsia permanezcan en el hogar, con
modificación de actividades o reposo en cama y que se recuesten en posición lateral izquierda. Esta posición
reduce la presión arterial, aumento del flujo sanguíneo y renal, movilización de líquido extravascular y reducción
de la producción de catecolaminas endógenas. Se revisa la administración de los sedantes o fármacos
antihipertensivos que se le recetaron. Se recomienda que la enfermera de salud de la comunidad o algún miembro
de la familia vigile en forma continua la presión arterial. Si los síntomas de preeclampsia persisten o progresan
con estas intervenciones, la paciente debe ingresar al hospital y para establecer una atmósfera hospitalaria
terapéutica la enfermera le proporcionará un medio cómodo tan agradable como sea posible. Es conveniente que
la paciente esté en habitación individual, sin ruido y sin luz fuerte. La enfermera restringirá a la paciente las
visitas innecesarias. De lo contrario la persona que se acerque a la cama puede interferir con la eficacia del
tratamiento. Se realizan todos los esfuerzos para aliviar el nerviosismo de paciente que en ocasiones es producto
de temores con respecto a la enfermedad o preocupaciones por el bienestar de su familia en el hogar. La paciente
con preeclampsia grave o crisis hipertensiva requiere cuidado individual de una enfermera.

La enfermera debe contar con el equipo necesario para el cuidado seguro y eficiente. Se requiere una vía
respiratoria oral (o pinza con recubrimiento para la lengua) con el fin de evitar que la paciente se muerda la
lengua en caso de convulsiones. Además, es necesario contar con charolas con equipo para cateterización y para
administrar medicamentos especiales. Para vigilar la producción de orina de la paciente es imprescindible que la
enfermera efectúe un buen drenado de la sonda de retención todo el tiempo.

Otro material necesario para el cuidado de la preeclampsia incluye barandales acojinados, aparato de succión para
aspirar la mucosidad y equipo para administrar oxígeno en caso de síntomas como cianosis o depresión de la
respiración. Se requiere además una charola con medicamentos de urgencia que contenga sulfato de magnesio,
gluconato de calcio, bicarbonato de sodio, hidralazina y epinefrina.
Cuando se ordena cualquier tratamiento es mejor efectuar el procedimiento después de sedar a la paciente. Antes
de iniciar la sedación fuerte se retiran, si los hay, la prótesis dental y los lentes de contacto o de armazón y se
guardan en un sitio seguro. Si la paciente no está en trabajo de parto la enfermera debe estar alerta para detectar
signos del mismo en especial tras administrarle el sedante.

Sin importar la gravedad de la preeclampsia la enfermera tiene responsabilidades. El reposo total en cama es
imperativo. Como el reposo y la relajación son importantes en el cuidado de la mujer preeclampsica, la enfermera
planea el programa de actividades de la paciente de manera que se le perturbe lo menos posible. Los
medicamentos, tratamientos y procedimientos de enfermería se administrarán de manera simultánea si lo permiten
las órdenes del médico, pero sólo de modo tal que la paciente no se fatigue. Es conveniente que la paciente
hospitalizada consuma la dieta que se le receta, con amplio contenido de proteínas y calorías. En general, el
consumo de sodio y líquidos no
se restringe ni se fuerza, pero se mantiene en las cantidades normales recomendables (2.5-7 g de sal por día y 1
500-2 000 ml de líquido por día). La enfermera indica a la paciente que no agregue sal a los alimentos y evite los
de alto contenido de sodio como papas fritas, carnes enlatadas y hot dogs.

Se efectúan observaciones frecuentes para detectar síntomas progresivos o cambios de estado con particular
atención a las perturbaciones visuales, dolor de cabeza y dolor epigástrico. Se examina la orina para detectar
proteínas, con una muestra limpia de la corriente media del chorro. Una lectura de 2+ o más indica proteinuria
significativa. La administración de los fármacos prescritos para reducir la presión arterial es una intervención de
enfermería importante para mujeres preeclampsicas en etapas avanzadas de la enfermedad. Cuando se ordena
sulfato de magnesio, la enfermera debe seguir algunos pasos para preparar el medicamento y valorar a la paciente,
las dosis se administran en regiones profundas del cuadrante externo superior de cada glúteo y se da masaje
después de la inyección. Por vía intravenosa debe administrarse con cuidado regulándolo con bomba de infusión.

ECLAMPSIA

Al desarrollo de eclampsia casi siempre lo preceden los signos y síntomas de preeclampsia. Es más proba se
produzca el episodio de eclampsia cerca de término y casi nunca se presenta antes de los últimos tres meses. El
riesgo de eclampsia en embarazo de gemelos es cuatro Veces mayor que en embarazos individuales.

La eclampsia es una enfermedad que aparece en el embarazo y que se caracteriza por la aparición de una o más
convulsiones generalizadas que no pueden ser atribuidas a otra causa y/o la aparición de un coma en el contexto
de una preeclampsia. La eclampsia puede aparecer en cualquier momento, desde el segundo trimestre de la
gestación hasta el puerperio. Hace tiempo se pensaba que era el resultado final de la preeclampsia (de ahí su
nombre), sin embargo, en la actualidad se considera que las convulsiones son una manifestación de una
preeclampsia grave, más que una enfermedad diferente.

Etiología
La eclampsia se presenta después de una afección llamada preeclampsia. Esta es una complicación del embarazo
en la cual una mujer presenta presión arterial alta y otras afecciones. Aunque no se conoce el mecanismo último
de las convulsiones, se piensa que son una respuesta del cerebro (por falta de riego y por hinchazón) al aumento
de la tensión arterial de la madre.
 Problemas vasculares
 Factores cerebrales y del sistema nervioso (neurológicos)
Dieta, Genes
 Están embarazadas por primera vez
 Están gestando dos o más fetos ( partos múltiples)
 Han tenido preeclampsia en un embarazo anterior
 Tienen familiares que han tenido preeclampsia
 Son obesos
Padecen de presión arterial elevada o sufren un trastorno en los vasos sanguíneos
Ya sufren diabetes o la desarrollan durante el embarazo (diabetes gestacional)
Sufren un trastorno de la coagulación de la sangre, como el síndrome de anticuerpos antifosfolípidos

Signos y síntomas
El inicio de la eclampsia suele ser repentino y comienza por la etapa de invasión de la convulsión que tarda tan
solo algunos segundos. Durante esta etapa, los ojos de la paciente gira hacia un lado y mira fijamente al espacio
de inmediato se produce contracciones de los músculos faciales.
Las siguientes fases es la etapa de contracción que dura de 15 a 20 segundos y se caracteriza por contracciones
musculares tónicas generalizadas. La cara se distorsiona, los ojos se hacen prominentes, los brazos se flexionan
los puños se cierran y las piernas se invierten. De modo repentino, la mandíbula comienza a abrirse y cerrarse con
violencia y también los parpados. Los demás músculos faciales y después de todo los músculos del cuerpo se
contraen y relajan de manera alterna en sucesión rápido. Los movimientos musculares son tan fuertes que la
paciente sin protección puede lesionar al caer o morderse a lengua. De la boca sale espuma que con frecuencia se
tiñe de sangre; la cara se congestiona y adquiere color púrpura y los ojos se ven como inyectados. En esta fase, los
músculos se contraen y relajan en forma alterna y se denomina etapa de convulsión; puede durar un minuto. Poco
a poco, los movimientos musculares se hacen más sueves y menos frecuente y por último la paciente queda
inmóvil. Durante la convulsión el diafragma permanece fijo y la respiración se detiene.

Los síntomas previos a la convulsión pueden ser:


 Dolor de cabeza persistente, generalmente en la frente o en la nuca. Alteraciones visuales.
 Dolor abdominal.
 Estado confusional.

Diagnóstico
En general, las mujeres con convulsiones típicas de eclampsia sin déficits neurológicos ni coma, no precisan
pruebas de imagen ni electroencefalograma para el diagnóstico. Si hubiera que realizar alguna prueba de imagen,
la más indicada es la resonancia magnética. El diagnóstico dependerá de algunos criterios como las semanas
transcurridas del embarazo, la presión arterial que tengas y estudios para evaluar la presencia de proteínas en
orina. En caso de confirmación, se indicarán medicamentos para regular la presión arterial, y se te solicitarán
estudios de laboratorio complementarios. Si presentas un cuadro de mayor gravedad, podría ser necesario la
administración de otro tipo de medicamentos e incluso, una cesárea prematura

Pruebas adicionales
Análisis de sangre. El análisis en laboratorio de una muestra de sangre permite determinar si el hígado y los
riñones funcionan adecuadamente. Los análisis de sangre también pueden medir la cantidad de plaquetas, las
células que ayudan en la coagulación de la sangre.
Análisis de orina. El proveedor de atención médica te pedirá una muestra de orina de 24 horas o una única
muestra de orina para determinar cómo funcionan los riñones.
Ecografía fetal. Es probable que el proveedor principal de atención médica te recomiende controlar atentamente el
crecimiento de tu bebé, por lo general, a través de ecografías. Las imágenes de tu bebé que se generan durante las
ecografías permiten estimar el peso del bebé y la cantidad de líquido en el útero (líquido amniótico).

Tratamiento
El tratamiento definitivo de la eclampsia es el parto, independientemente de la edad gestacional, para reducir los
riesgos para la madre.
El tratamiento consiste en medicamentos, Los medicamentos permiten tratar y prevenir las convulsiones, además
de reducir la hipertensión. Quizás el bebé deba nacer antes de tiempo.
Cesárea: Parto quirúrgico de un bebé a través del abdomen de la madre. A menudo, se realiza cuando el parto
vaginal podría resultar difícil o peligroso.
Sedación. El objetivo de administrar fármacos sedantes es deprimir la actividad de las células del cerebro y en
consecuencia detener las convulsiones. Los fármacos que se emplean con mayor frecuencia son:

 Sulfato de magnesio: Este fármaco de modo probable es el que se emplea con mayor frecuencia en mujeres
eclámpsicas. Se administra en general por vía intravenosa por 10 menos en la etapa inicial, porque la
situación de la mujer eclampsica es muy grave.
 Diacepam: El diacepam por vía intravenosa se emplea con frecuencia para controlar las convulsiones. En
general se diluye 40 mg en 500 ml de dextrosa al 5% en agua y se administran a razón de 30 gotas por
minuto. El diacepam produce depresión neonatal cuando se administran más de 30 mg, 15 a 20 horas antes
del parto. Por este motivo, el sulfato de magnesia aun es el fármaco sedante de elección.
 Hidralacina: se utiliza hidracina por vía intravenosa para reducir la elevación notable de presión arterial.
Esto ayuda a reducir la probabilidad de hemorragia cerebral y fallo del ventrículo izquierdo. Cuando la
presión arterial diastólica es de 110 mm Hg o más se administran 5 mg de hidracina vía intravenosa. En caso
de que la presión arterial diastólica no disminuya al valor que se desea se aumenta la dosis de hidralacina con
incrementos de 5 a 10 mg cada 15 a 20 minutos hasta obtener la respuesta terapéutica (90 mm Hg diastólica)
o se administra una dosis de 20 miligramos
Otros medicamentos. Se recomienda evitar diuréticos y sustancias hiperosmóticas porque aumentan la
hipovolemia materna y tienen efectos adversos en él.

Cuidado de enfermería
En caso de que se desarrolle eclampsia la enfermera intervendrá inmediato para proteger a la paciente de lesiones
personales y descompensación fisiológica adicional. El control de enfermería se coordina con la terapia médica.
La mujer eclampsica nunca debe estar sola. Cuando convulsiona puede golpearse la cabeza contra algún barandal,
caer al piso o morderse la lengua con violencia Para evitar lesiones, los barandales de la cama deben estar
cubiertos o acojinados con almohadas y se requiere algún dispositivo (como p.ej, una vía respiratoria o pinza
acojinada para la lengua) Para insertar entre sus maxilares al iniciar la convulsión. La enfermera debe tener
cuidado al insertarlo con el propósito de no lesionar los labios, encías o dientes de la paciente y para que esta no la
muerda. Si se vuelve la cabeza y cuerpo de la paciente de lado cuando se inicia la convulsión mejora la
circulación a la unidad uteroplacentaria y se evitan aspiraciones. Nunca se deben administrar líquidos por la boca
a mujeres eclámpsicas a menos que estén conscientes. Si no se tiene en cuenta esta regla la paciente puede aspirar
el fluido presentar neumonía.

Como los ruidos fuertes, las luces brillantes, los movimientos de la cama y las corrientes de aire repentinas
pueden precipitar una convulsión, la enfermera protegerá a la mujer eclampsica de estímulos extraños. Se elimina
la luz de la habitación con excepción de una lampara pequeña recubierta de manera que la luz no llegue de modo
directo a la paciente. Aunque es necesario que la habitación este oscura se requiere suficiente luz para permitir
observaciones de cambios de estado como cianosis o contracciones. La conversación en la habitación se limitará
al mínimo, y en el tono más bajo posible.

Durante el Coma que sigue a las convulsiones es preciso cuidar que la paciente no aspire vomito o moco, puede
insertar una vía oral en la boca de la mujer para aspirar la nasofaringe. Se inicia la administración de oxígeno no
durante la convulsión o inmediatamente después para prevenir o tratar Ia hipoxia maternofetal. Se coloca a
paciente a la paciente en la cama de manera que favorezca el drenado de secreciones para mantener libres las vías
respiratorias. Tal vez se requiera elevar algunos centímetros el pie cama de pacientes comatosas para favorecer el
drenado de secreciones de las vías respiratorias. En caso de que se haga lo anterior, es muy importante observar
signo edema pulmonar que puedan agravarse debido a esta posición. Para aliviar la disnea se eleva la porción de
la cama correspondiente a la cabeza.

SÍNDROME DE HELLP
Es un acrónimo que se refiere a un síndrome en pacientes embarazadas y postparto caracterizado por Hemólisis,
Enzimas hepáticas elevadas y bajo recuento de Plaquetas. Probablemente represente una forma grave de
preeclampsia, aunque entre el 15- 20% no tiene antecedente de HTA o proteinuria. Se produce en un 0,1-1% de
los embarazos. El 1- 2% de las mujeres con preeclampsia/eclampsia grave presentan hemólisis microangiopática y
se puede considerar que tienen HELLP. Normalmente aparece en la última etapa del embarazo y, a veces, después
del parto. Las siglas provienen del inglés, por algunas de las características de la enfermedad:
 Anemia hemolítica o hemólisis (Hemolytic anemia, en inglés)
 Elevación de enzimas hepáticas (Elevated Liver enzyme, en inglés)
 Trombocitopenia o bajo recuento de plaquetas (en inglés Low Platelet count)

El síndrome se da en, aproximadamente, 1 o 2 de cada 1.000 embarazos, por lo que es poco frecuente. Suele
aparecer en el tercer trimestre del embarazo (entre la semana 26 y 40 de gestación) y, a veces, incluso la semana
posterior de nacer el bebé.
Etiología
El síndrome HELLP es una grave complicación de la preeclampsia severa/eclampsia, con serias repercusiones
para la madre y el feto. Las diferentes teorías propuestas comparten que el inicio del proceso de la enfermedad es
el daño en la capa íntima endotelial, causado por mecanismos aún inciertos, pero asociado a alteraciones en la
placentación, complejos inmunes y a la misma hipertensión. Los factores genéticos también desempeñan un papel
fundamental; al parecer, ciertos genotipos maternos y fetales confieren un riesgo aumentado de presentación y
desarrollo del HELLP

Signos y síntomas
 Dolor de cabeza
 Náuseas y vómitos
 Sensaciones anormales como hormigueo o pinchazos
 Sangrado
 Sensibilidad abdominal del cuadrante superior derecho
 Edema
 Presión arterial elevada
 Problemas de visión
 Dolor de hombro, cuello y parte superior del cuerpo
 Fatiga
 Convulsiones

Causas
Se desconoce la causa exacta, sin embargo, se cree que la activación de la cascada de coagulación (proceso de
coagulación de la sangre) es un factor.
Los factores de riesgo incluyen:
 Historia de la preeclampsia
 Embarazo después de los 30 años
 Embarazos previos con complicaciones
 Exceso de peso
 Dieta pobre
 Diabetes

Diagnostico
El diagnóstico del síndrome de HELLP se identifica normalmente en pacientes que presentan preeclampsia
severa, pero se basa en el reconocimiento de parámetros de laboratorio característicos; hemólisis, enzimas
hepáticas elevadas y trombocitopenia. Las pruebas de laboratorio son importantes para el diagnóstico del
síndrome, y siempre
deben solicitarse en casos de preeclampsia, eclampsia y en mujeres embarazadas con dolor en el cuadrante
superior derecho del abdomen.
El diagnóstico de hemólisis se establece mediante biometría hemática y pruebas de funcionamiento hepático, en
las que se encuentra una disminución de los valores de hematocrito (normal 80-120mg/dl), hematíes fragmentados
(esquistocitos), aumento en la deshidrogenasa láctica (DHL) (normal 600U/l), y la bilirrubina >1,2 mg/dL.

La disfunción hepática lleva al incremento de las enzimas aspartato amino transferasa (AST) en suero de >70
IU/L y alanina aminotransferasa (ALT) en suero de >70 IU/L. Existen dos sistemas de clasificación para el
diagnóstico del síndrome de HELLP. El sistema de Martín o Mississippi clasifica la enfermedad en tres grupos en
función del número de plaquetas, sabiendo que, ante menor cantidad de éstas, la severidad del cuadro clínico y las
complicaciones son mayores. La clasificación de Tennessee define al síndrome de HELLP como completo o
verdadero si están presentes los tres criterios siguientes:
 Trombocitopenia moderada a severa con plaquetas en 100000/uL o menos.
 Disfunción hepática con AST mayor a 70 UI/L.
 Evidencia de hemólisis con un extendido de sangre periférica anormal, además de enzimas DHL mayores de
600 UI/L.

Tratamiento
El tratamiento consiste en acabar la gestación, como en toda preeclampsia, pero no antes de estabilizar el cuadro
materno con:
1. Tratamiento hipotensor IV
2. Tratamiento anticonvulsivante ya que suele existir hiperreflexia, y para prevenirlas complicaciones
neurológicas y la eclampsia.
3. Tratamiento con corticoides a altas dosis (betametasona 12mg/12 h, dexametasona 10 mg/12 horas durante 48
horas si es preciso madurar el pulmón fetal, seguidos de metil-prednisolona (40mg/12 horas) si se debe prolongar
el tratamiento con corticoides para evitar los peligros de las dosis repetidas de corticoides en el feto, ya que es
metabolizada en una alta proporción en la placenta

Cuidados de enfermería
 Recordar que los fármacos que se usan para controlar con eficacia la hipertensión arterial probablemente
producen efectos secundarios.
 Informarle que la meta terapéutica es controlar su presión arterial, reducir la posibilidad de complicaciones y
utilizar el mínimo de fármacos a las dosis más bajas necesarias para lograrlo.
 Todos los días medir la presión arterial de la paciente en las mismas condiciones: poner al enfermo en la
posición deseada, de pie, etc.
 Administrar antihipertensivos según prescripción médica.
Practicar la psicoterapia de apoyo observando las reacciones, aspecto y personalidad del enfermo a medida que se
relaciona con visitantes y personal de salud.
 Evitarle situaciones de estrés.

Complicaciones
Si no se trata, puede provocar afecciones potencialmente mortales y también puede incluir:
 Dificultad respiratoria
 Edema pulmonar
 Insuficiencia renal
 Rotura de placenta

DIABETES GESTACIONAL.
Es un padecimiento de la mujer caracterizado por intolerancia a los carbohidratos, que resulta en hiperglucemia de
severidad variable, que se inicia y reconoce durante el embarazo. La diabetes gestacional se asocia con
incremento de las complicaciones para la madre durante el embarazo y en la vida posterior del feto, neonato. La
mujer embarazada con esta alteración tiene mayor riesgo de padecer trastornos hipertensivos del embarazo,
nacimientos por vía cesárea y morbilidades asociadas con la diabetes. Además, en 50% de las pacientes con
diabetes gestacional hay un riesgo incrementado de llegar a padecer diabetes mellitus tipo 2 en los siguientes 10
años.

Las consecuencias perinatales se relacionan con el momento de inicio de la diabetes, con las concentraciones
maternas de glucosa y con la duración, en donde puede haber desde macrosomía fetal, hipoglucemia neonatal,
hiperbilirrubinemia, incremento de nacimiento por cesárea o parto instrumentado, distocia de hombro, trauma
fetal durante el nacimiento y muerte fetal-neonatal.5 Esta relación entre la hiperglucemia materna y la
macrosomía fetal y sus consecuencias metabólicas fue demostrada en el estudio multicéntrico HAPO.

Es una complicación grave del embarazo; aquí se trata la interrelación entre la alteración fisiológica que produce
el embarazo y la fisiopatología de la enfermedad. Se producen cambios en el transcurso de la diabetes que afectan
de forma grave el curso del embarazo y al feto. El cuidado de la diabética embarazada incluye un esfuerzo de
equipo requiere cooperación entre el obstetra, el endocrinólogo, el pediatra, la enfermera, la trabajadora social y el
nutriólogo.

Diabetes y embarazo.
Diabetes es la alteración metabólica de múltiples etiologías que incluye un grupo heterogéneo de padecimientos
que tienen en común la alteración en el metabolismo energético caracterizada por hiperglicemia crónica que
resulta de defectos en la secreción y/o en la acción de la insulina a nivel celular, lo que altera la homeostasis de
los carbohidratos, grasas y proteínas.

Hiperglicemia y embarazo.
La prevalencia general es del 17 % cuando es detectada por primera vez durante el embarazo. Su presencia
determina un embarazo de alto riesgo. Se clasifican en:
•Diabetes mellitus en el embarazo (DME) o diabetes pre-gestacional: esta puede ser insulino dependiente (tipo 1)
o no insulino dependiente (Tipo 2).
• Diabetes gestacional (DG): es cualquier grado de intolerancia a la glucosa, con inicio o primer reconocimiento
durante la actual gestación, independientemente del tipo de tratamiento que requiera, y de la persistencia o no de
la condición después del embarazo. Su prevalencia es el 16 % de todos los embarazos.

Etiología:
Se ha propuesto que la resistencia a la insulina ocurre como respuesta a las hormonas placentarias. La placenta
está implicada en la fisiopatología de la diabetes mellitus gestacional a través de hormonas como lactógeno
humano placentario, progesterona, cortisol, hormona del crecimiento y prolactina; el papel de estas hormonas
durante el embarazo normal es incrementar el tamaño de la placenta, pero en la diabetes mellitus gestacional se
han relacionado con el empeoramiento del estado metabólico de la paciente a través del curso del embarazo y
porque se ha observado una remisión rápida de la diabetes mellitus gestacional posterior al alumbramiento
placentario. La resistencia a la insulina empeora a medida que el embarazo progresa. Se postula que la resistencia
a la insulina en el embarazo se relaciona con el tratamiento posreceptor de la glucosa.

La diabetes gestacional es una afección endocrina de metabolismo de carbohidratos que se debe a la deficiencia
de producción de insulina en las células de los islotes de Langerhans, en el páncreas. La insulina es una hormona
esencial que se requiere para transferir la glucosa al interior de las células musculares y del tejido adiposo,
Cuando la glucosa no puede penetrar a las células del cuerpo porque la cantidad de insulina es deficiente o
inadecuada se altera el metabolismo de grasas y proteínas.

A medida que la glucosa en la sangre aumenta de manera constante, las células pierden agua y se produce
glucosuria. Surge deshidratación extracelular por presión osmótica alta mayor cantidad de glucosa en orina. En el
curso del embarazo la placenta produce lactógeno placentario humano (HPL) que es un poderoso antagonista
insulínico. Esta hormona favorece la lipolisis y aumenta la utilización materna de grasa, quizá para ahorrar la
glucosa para uso del
feto, la velocidad de secreción es proporcionada a la masa placentaria. El estrógeno y la progesterona que se
produce en la placenta altera la respuesta pancreática materna a la insulina. Los requerimientos de insulina
durante el embarazo aumentan más a causa de la producción de insulina placentaria, enzima que acelera la
degradación de insulina. La velocidad de filtración glomerular de la glucosa en los riñones aumenta y disminuye
la reabsorción tubular de glucosa.

Factores de riesgo para el desarrollo de diabetes gestacional.


➢ Lactante de tamaño considerable (4kg o más)
➢ Antecedentes familiares de diabetes mellitus.
➢ Glucosuria en dos ocasiones sucesivas.
➢ Obesidad, pero >90kg.
➢ Nacimientos no logrados inexplicables (abortos espontáneos, mortinatos)
➢ Embarazo múltiple.
➢ Hidramnios.
➢ Hijos con anormalidad congénita.
➢ Sobrepeso (IMC >25 ) antes del embarazo.
➢ Obesidad (IMC >30 ).
➢ Historia familiar de diabetes gestacional o diabetes tipo II.
➢ Hipertensión arterial crónica.
➢ Síndrome de ovario poliquístico.
Embarazo múltiple.
➢ Uso crónico de esteroides sintéticos.
➢ Colesterol de alta densidad > o igual a 35 y/o triglicéridos > de 250 mg/dl.
➢ Edad materna > de 25 años.
➢ Peso materno al nacer > de 9 libras o < de 6 libras.
➢ Hijo previo con peso al nacer > de 9 libras.
➢ Pérdida fetal previa inexplicada o malformaciones congénitas fetales.
➢ Historia personal de intolerancia a la glucosa o diabetes gestacional previa con distocia de hombro

Signos y síntomas:
Algunos de los signos y síntomas de la diabetes mellitus.
➢ Poliuria (micción frecuente)
➢ Polidipsia (sed excesiva)
➢ Polifagia (hambre excesiva)
➢ Mareo ortostático.
➢ Visión borrosa.
➢ Pedida de peso
La diabetes ejerce efectos nocivos en el embarazo de la siguiente forma:
• Infecciones: en el aparato genitourinario, son de tipo grave y frecuente, la glucosuria hace que la diabética
embarazada tenga riesgo de vaginitis por molías, en algunos casos llega a ser incontrolable.
• Macrosomía: feto de mayor tamaño por hiperinsulinismo e hiperglucemia fetal prolongado, aumenta la
posibilidad de parto vaginal difícil y de hemorragia posparto.
• La incidencia de Preeclampsia o Eclampsia aumentan, se produce este aumento sin afecciones vasculares
preexistentes asociados.
• La incidencia de Hidramnios aumenta y si ocurre junto con la macrosomía fetal puede ocasionar síntomas
cardiopulmonares.
• La taza de cesarías aumenta.
• Las hemorragias en el puerperio son más frecuentes que en las embarazadas “normales”.
• La incidencia de Anomalías congénitas aumenta el doble, es más acertada en diabéticas que no se controlan al
principio del embarazo ellas tienen un 22% y en las que se controlan es un 3%.
• Otros trastornos neonatales son: retardo de crecimiento intrauterino, prematurez, hipoglucemia, hipocalcemia,
hiperbilirrubinemia y síndrome de insuficiencia respiratoria.
• El lactante que nace de madre diabética hereda una predisposición a sufrir esta enfermedad.

Diagnostico:
En el curso del embarazo normal puede aparecer glucosa en la orina con valores sanguíneos de tan solo 100mg/dl
debido a que el umbral renal para excreción de glucosa es inferior.
El diagnostico se comprueba o se descarta evaluando los promedios de glucosa en sangre. Se recomienda emplear
la prueba posprandial de glucosa en sangre al transcurrir una o dos horas para detección primaria en embarazadas
que se sabe que tiene factores de riesgo para diabetes. La ventaja de esta prueba es que es mas sencilla de efectuar
que la tolerancia a la glucosa. El valor normal de glucosa sanguínea de 145mg/100mg o superior a la prueba
posprandial sugiere diabetes sugiere una prueba sanguínea y una prueba completa de GTT.

Cuando una persona es sospechosa de diabetes y tiene valores normales en la prueba posprandial de glucosa
sanguínea a las dos horas se debe retirar en el segundo o tercer trimestre. El examen de glucosa en ayunas: se
recomiendan 3 momentos (antes de las 24 semanas, entre las 24-28 semanas y 32-34 semanas) para detectar DME
o DG y estos diagnósticos se pueden establecer en cualquier trimestre del embarazo. El concepto de prediabetes
no se utiliza durante el embarazo. Cualquier resultado de glicemia igual o mayor a 92 mg/dl referir al hospital
para confirmar por medio de prueba de tolerancia a la glucosa y clasificación.

La prueba de tolerancia a la glucosa se administra por vía oral 50-100g, o intravenosa 25g. Si se sabe que la mujer
es diabética no se requiere realizarlo. Para preparar a la paciente con el fin de realizar la prueba GTT se le pide
que ayune durante la noche, se registra la glucosa sanguínea en ayuno a la mañana siguiente. A continuación, se le
administrara una carga de carbohidratos y se toman muestras posprandiales de sangre venosa al transcurrir una
hora o dos, se considera la prueba de GTT anormal cuando dos valores están elevados o si se excede en dos o mas
pruebas sucesivas.

La paciente que presenta diagnostico diabético al inicio del embarazo puede experimentar regresión total después
del parto (diabetes gestacional) se sospecha su presencia en base a los factores de riesgo. Se puede realizar una
prueba pasando las 48-72 horas después del parto. Se produce problema cuando no se sospecha de diabetes sino
hasta después del parto.

Tratamiento:
El manejo de la DG y de la DME Tipo 1 y 2 deberá iniciarse inmediatamente después del diagnóstico y evitar así
resultados perinatales adversos.
✓ Un adecuado control metabólico reduce las complicaciones maternas y fetales y un correcto control glucémico
antes de la concepción y al inicio de esta, reduce la frecuencia de malformaciones congénitas, que son la mayor
causa de mortalidad y morbilidad severa en los hijos de madres diabéticas.

El objetivo es la normalización de la glucemia, ya que la hiperglucemia materna y, por tanto, la fetal, es


responsable de complicaciones fetales, como de las que inciden sobre el curso del embarazo y el parto.
✓ El manejo adecuado durante el embarazo deberá incluir:
Dieta. Embarazo, Parto y Puerperio, Ejercicio, Tratamiento farmacológico óptimo, Valoración fetal, Educación
materna en todos los momentos, Apoyo psicosocial.
✓ Todos los casos de DME y DG deben ser manejados por equipo multidisciplinario (obstetra, médico internista,
endocrinólogo, nutrición) en el hospital.
✓ Todos los partos deben ser atendidos en el hospital para el manejo adecuado de la glicemia durante el trabajo de
parto y puerperio por equipo multidisciplinario.
✓ Brinde consejería y oferte métodos de planificación familiar de acuerdo a criterios médicos de elegibilidad.
✓ Alentar a la madre a dar la lactancia materna que tiene un efecto protector en la incidencia de DM tipo 2
La meta terapéutica durante el embarazo es mantener la glucemia central en ayuno de 60 a 90 mg/dL y menor de
140 mg/dL una hora posprandial o menor de 120 mg/dL dos horas posprandiales.
El tratamiento de la diabetes gestacional empieza con aspectos nutricionales, ejercicio y vigilancia de la glucosa
capilar; se ha observado que 70 a 85% de las mujeres embarazadas con diabetes gestacional pueden alcanzar la
meta terapéutica únicamente con cambios en el estilo de vida. Tratamiento nutricional: la dieta es la ganancia de
peso sea adecuada, promover hábitos de alimentación según los requerimientos aumentados, evitar episodios de
hipoglucemia, lograr un adecuado apego al plan de alimentación y promover la auto vigilancia frecuente de la
glucosa capilar13.

La dieta en este tipo de pacientes debe promover una ganancia de peso de 8 a 12 kg (peso ideal), aporte calórico
calculado respecto a la talla, peso ideal y edad gestacional. Con un índice de masa corporal >27 kg/m.
Dieta: 30 a 35 cal/kg (1,700 cal. como mínimo); carbohidratos: 50 a 60% de la dieta; proteínas: 15%, 1.2 g/kg
peso; grasas 30%; desayuno 30% kcal, comida 30%, cena 20% y colaciones 10% (22:00-23:00 horas). El ejercicio
físico leve posprandial (si se considera una caminata de 20 a 45 minutos, tres veces por semana) disminuye la
glucemia una hora posprandial en mujeres con diabetes mellitus gestacional.

Tratamiento farmacológico
Debe considerarse cuando la dieta y el ejercicio no logran las cifras meta en un periodo de dos semanas. Los
análogos de insulina de acción rápida lispro y aspart son seguros de administrarse en el embarazo, con menos
episodios de hipoglucemia y mejor control de la glucemia posprandial. La insulina NPH también es segura y se
administra en combinación con las anteriores.

Los requerimientos varían de 0.3 a 1.5 UI/kg de peso real, de acuerdo con el descontrol glucémico. La dosis total
calculada se dividirá en dos tercios pre desayuno y un tercio pre cena (30 minutos antes de los alimentos). La
razón será insulina NPH/rápida 2/1 pre desayuno y 1/1 pre cena. Se recomienda iniciar con la dosis mínima de
insulina e incrementarla de manera gradual, de acuerdo con la auto vigilancia de las glucemias capilares pre y
posprandiales, por lo menos tres veces por día. Las pacientes deben asistir a consulta para evaluación clínica, cada
una a dos semanas, de acuerdo con el grado de control glucémico, hasta la semana 34; después deben evaluarse
cada semana.

Cuidados de enfermería:
Promoción y prevención
• Educación en salud sobre riesgos, uso de ejercicio y buena dieta.
• Tamizaje de diabetes en las mujeres en edad fértil con factores de riesgo.
• Consejería preconcepcional.
• El embarazo no es recomendable si:
Niveles de hemoglobina glicosilada > 10 %.
Nefropatía grave (creatinina plasmática > de 2 mg/dl o proteinuria > 3 gr /24 horas).
Hipertensión arterial crónica de difícil control.
Retinopatía proliferativa grave.
Neuropatía autonómica grave.

Nutrición: lo ideal es que las diabéticas que anticipen el embarazo sigan un régimen dietético y bien balanceado
antes de la concepción para que se encuentre un estado de buen control metabólico. Los requerimientos calóricos
para las pacientes de peso normal son de 2,200 a2,500 kal. Se da instrucciones para que incluya carbohidratos
complejos en cada comida con el fin de retrasar la absorción de la glucosa. Es preciso evitar los dulces
concentrados puede producir cambios notables en la glucosa. No se recomienda la reducción de peso, aunque la
mujer tenga sobre peso.

Administración de insulina. El objetivo es mantener la glucosa sanguínea tan cerca de los valores normales
como sea posible. Es necesario controlar el medicamento, cumplir el régimen prescrito, administrar de manera
cuidadosa.
En la ultima mitad del embarazo, la vida media eficaz de la insulina reduce a causa de que la degradación
placentaria aumenta es por ello que se utiliza dosis de insulina por la tarde y la mañana para lograr un buen
control.
Se recomienda que todas las pacientes embarazadas que requieran insulina empleen el producto porcino
purificado o derivado de seres humanos. Las dosis diarias de insulina se dividen y se administran las dos terceras
partes en a mañana y una tercera parte después de la cena. La insulina combinada se administra media hora antes
de cada comida. algunas pacientes en ocasiones requieren de terapia con insulina a pesar del control nutricional.
No se recomienda que utilice hipoglucémicos en el embaraza. La educación para diabéticas gestantes de
pendientes de la insulina abarca la técnica correcta de inyección, rotación de sitios, forma de almacenamiento y
cuidado de la piel. Con esto la paciente puede autocontrolarse y administrarse su insulina con una inyección de
carga debe ser antes de cada alimento.

Vigilancia continua de glucosa en sangre y orina.


En la actualidad existen diversos aparatos que pueden emplearse junto con tirad reactivas de glucosa en sangre.
Los avances tecnológicos permiten que estos aparatos obtengan los datos se puede realizar con rapidez. Es
necesario dar a la paciente indicaciones de como usar el aparato. Las determinaciones de valores de glucosa se
efectúan cuatro veces al día (al levantarse, después de la comida y de noche antes de acostarse). Algunos médicos
recomiendan una hora después de cada alimento principal. La paciente anota todos los calores de glucosa en
sangre los registra y también incluye las dosis de insulina administradas, el peso y dieta. El objetivo es que los
valores estén en ayunas menos a 95mg/100ml y cifra posprandial menores de 120mg/100ml.

Ejercicio:
No realizar ejercicios vigorosos, durante el ejercicio el musculo absorbe la glucosa y el promedio sanguíneo de
glucosa desciende, el efecto de ejercicio dura 12 horas. Las mujeres diabéticas bien controladas que efectúan
ejercicio pueden continuar haciéndolo y se les recomienda que ingieran un bocadillo que contenga carbohidrato y
proteína al inicio de la actividad. En caso de que surjan síntomas de complicaciones el ejercicio debe
descontinuarse.

Consideraciones obstétricas:
Como la diabetes afecta de manera principal los vasos sanguíneos pequeños, no es sorprendente que pueda
producir insuficiencia placentaria e incluso muerte fetal. Es posible identificar al feto con riesgo y establecer la
edad gestacional, bienestar mediante exámenes prenatales, vigilancia cuidadosa y exámenes personales de
glucosa. El método de parto depende de la ginecoobstetra. Se emplea parto vaginal debe ser viable. Cesaría en
caso de compromiso fetal, macrosomía, o cérvix desfavorable.

En caso que se programe el parto a una diabética dependiente de insulina, se inicia con infusión intravenosa con
insulina regular 24 a 48 horas antes de la inducción o intervención cesárea. El objetivo de la infusión es regular
los valores sanguíneos de glucosa. Suele insertarse un dispositivo heparinizado como medio para evitar la punción
venosa repetitiva para un buen control de la glucosa.
Durante el trabajo de parto la paciente puede recibir infusión continua con insulina, mediante bomba, cuando los
promedios de glucosa son superiores a 120mg/100ml.
Se controla de forma continua la actividad uterina y frecuencia cardiaca fetal.
Después de parto se administra insulina dependiendo del control de glucosa y se vigila a la paciente para detectar
la reacción de la misma.
Los temas especiales que se toman en cuenta son:
La necesidad de utilizar métodos de barrera seguros para impedir la concepción.
El tamaño de la familia y el tiempo entre uno y otro hijo con respecto a la progresión de la enfermedad.
El riesgo de desarrollar diabetes gestacional o declarada en un futuro.

HIPEREMESIS GRAVIDICA
Las náuseas y el vómito leves son quejas normales y comunes de las mujeres a comienzos del embarazo; sin
embargo, cuando estos síntomas se exageran pueden producir efectos patológicos. Como los efectos sistémicos
incluyen desequilibrio de líquidos y electrólitos, pérdida notable de peso, acetonuria y deficiencias nutricionales.
Esta rara complicación del embarazo se denomina hiperémesis gravidarum o vomito pernicioso y afecta a 3.5 por
1000 embarazos.

Etiología
Se desconoce las causas exactas de la hiperémesis gravidarum; sin embargo, se sabe que existen ciertos procesos
orgánicos subyacentes en todos los casos de vómito, sin importar que los síntomas sean leves o graves. El
desequilibrio endocrino por valores altos de gonadotropina coriónicas y estrógenos, los cambios metabólicos de la
gestación normal, los fragmentos de vello coriónico que entran en la circulación materna y la reducción de la
motilidad gástrica parecen ocasionar los síntomas clínicos.
Debido a la ausencia de una explicación patológica comprobable para los síntomas algunos teóricos proponen que
la hiperémesis gravidarum se relaciona con la dificultad psicológica de la mujer para ajustarse al embarazo y a su
papel de madre.

Signos y síntomas
El cuadro clínico de la embarazada que sufre vomito pernicioso varia en relación a la gravedad y duración de la
afección. El primer síntoma que experimenta la mujer es sensación de nausea, que se acentúan al levantarse por
las mañanas o se producen en otros momentos del día, este patrón persiste durante algunas semanas y después
cesa de manera repentina en la mayor parte de las mujeres con hiperémesis gravidarum.

Un numero bajo de mujeres que experimentan nauseas matutinas desarrollan vomito persistente que dura cuatro u
ocho semanas e inclusive periodos más largos. Vomitan varias veces al día y no son capaces de retener alimentos
líquidos ni sólidos y en consecuencias presentan síntomas notables de deshidratación e inanición.
La inanición que se observa se manifiesta de diversas maneras. La pérdida de peso puede ser puede ser desde
2.20kg hasta 9 o 13.5 kg. En estos casos clínicos la digestión y absorción de carbohidratos y otros nutrientes es
tan mala que el cuerpo se ve obligado a quemar sus reservas de grasa para mantener el calor corporal y obtener
energía. Al quemar grasas en presencia de carbohidratos, el proceso de combustión es incompleto. En
consecuencia, aparecen en sangre y orina derivados de las grasas, con metabolismo deficiente. En casos graves se
observan cambios considerables de la química sanguínea asociados con la inanición y deshidratación (por ejemplo
aumento de nitrógeno no proteico, ácido úrico, urea y reducción moderada de cloruros). Con frecuencia se
observa quitaminosis y en casos extremos, cuando existe notable deficiencia de vitamina B, se desarrolla
polineuritis y perturbaciones de los nervios periféricos.

Diagnostico
Se efectúan pruebas diagnósticas adecuadas para detectar las causas subyacentes de la náusea y el vómito. Como
gastroenteritis, hepatitis, colecistitis, o ulcera péptica que contribuye al estado hiperemético de la embarazada.
Los resultados perinatales mejoran gracias al tratamiento temprano para evitar pérdidas significativas de peso.
Se debe solicitar análisis de sangre y orina y una ecografía abdominal y obstétrica, para intentar determinar la
posible causa y si los vómitos están dañando al organismo del feto.
También se puede realizar:
 Anamnesis. Esta irá dirigida a determinar: Frecuencia e intensidad de los síntomas.
 Exploración física básica: Descartar signos de deshidratación.
 Diagnóstico diferencial: se realizará una exploración física dirigida a descartar otras causas de náuseas y
vómitos:
 Se realizará una ecografía gineco-obstétrica para: Evaluar evolución de la gestación.
 Analítica sanguínea básica:
Hemograma nos ayudará para evaluar el grado de hemoconcentración secundario a la deshidratación, así como
para valorar posibles déficits vitamínicos.
Hematocrito: significativo cuando se detecte un incremento respecto a analítica previa.
Hemoglobina y nivel VCM: se considerará anemia cuando Hb<11 g/dL en primer trimestre, y ésta será secundaria
a un déficit por ácido fólico o vit b12 cuando el VMC>100fl.
Ionograma en suero: valorará si existe una alteración hidroelectrolítica secundaria a los vómitos. De las
alteraciones hidroelectrolíticas, la más frecuente será la hipopotasemia (K+ < 3,5mEq/L).

Tratamiento
 Tratar la deshidratación mediante administración liberal de líquidos por vía parenteral (más o menos 3000 ml
en 24 horas).
 Invertir la inanición, se administra glucosa por vía intravenosas y cloruro de tiamina por vía subcutánea y en
caso necesario se proporciona un dieta líquida de alto contenido de vitaminas y calorías a través de una sonda
nasal o por método de hiperalimentción.
 Tratar componente emocional mediante una actitud de comprensión (medidas de apoyo).
 Se restringe el consumo oral de líquidos hasta que la náusea y el vómito desaparecen. De modo ocasional la
mujer hiperemética no responde con éxito al tratamiento. En estos casos poco frecuentes se receta nutrición
parenteral total a través de una sonda subclavia para restaurar el balance positivo de nitrógeno.

Los vómitos que persisten después del reemplazo inicial de líquidos y electrolitos se tratan con antieméticos
según necesidad, los antieméticos incluyen:
Vitamina B6 de 10 a 25 mg por vía oral cada 8 horas o cada 6 horas.
Metoclopramida de 5 a 10 mg I.V o por vía oral cada 8 horas.
Después de solucionar la deshidratación y los vómitos agudos se indican pequeñas cantidades de líquido por vía
oral. Una vez que las pacientes toleran los líquidos pueden comenzar a probar con pequeñas cantidades de
alimentos blandos y se aumenta según tolerancia.

Valoración de enfermería
Durante el contacto inicial con la mujer hiperemética la enfermera valora el patrón individual de las nausea y
vomito que experimenta (o sea, inicio, duración,frecuencia, que tan predecible es). Revisa con cuidado los
resultados de estudios de laboratorio para encontrar evidencias de hemoconcentración (elevación de
hemoglobina y hematocrito), desequilibrio de líquidos (disminución de sodio, potasio y cloro) y deficiencia de
vitaminas (B folato). Se registra el peso de la paciente y se compara con el peso que tenía antes del embarazo. Se
formulan preguntas acerca de sus actividades cotidianas, su estilo de vida, sus actitudes hacia sí misma y el
embarazo. Se evalúan en detalle los hábitos nutricionales y después se comparan con observaciones del examen
físico (por ejemplo: elasticidad de la piel, energía color de las membranas mucosas).

Cuidados de enfermería
La enfermera controla el consumo y la producción de la paciente en el curso de la hospitalización. En general, se
restringe el consumo oral; sin embargo, cuando cesa el vómito se inicia la alimentación oral. Se utilizan diversos
métodos para restaurar el consumo oral. Se proporciona a la paciente pequeñas cantidades de alimentos secos
(p.ej., galletas saladas o pan tostado) cada hora, alternados con pequeñas cantidades de agua (1 oz).
A continuación se introducen líquidos claros. Si tolera bien los líquidos claros y los alimentos secos, podrá
avanzar lentamente a una dieta blanda y por último a la dieta normal. Al preparar alimentos sólidos es
conveniente que la enfermera ordene las porciones en forma atractiva y en cantidades pequeñas. Se aconseja que
la enfermera sea positiva al servir los alimentos. También hay que tener en cuenta el efecto el olor de los
alimentos tiene en la madre.
Es importante que la enfermera proporcione un medio higiénico a la paciente. Al retirar con rapidez el vómito de
la habitación y usar desodorante se reducen los olores desagradables que perturban al apetito y hacen menos
atractivos los alimentos.
La enfermera da un buen apoyo psicológico al demostrar una actitud de comprensión y empatía. La actitud
tranquila y sin emitir juicios facilita que la paciente exponga cualquier conflicto psicológico con respecto a
dificultades familiares, financieras o sociales. Se aconseja restringir las visitas o limitarlas si ejercen efectos
adversos en la paciente.

RUPTURA PREMATURA DE MEMBRANA OVULARES (RPMO).


Es la salida de líquido amniótico a través del orificio cervical y vaginal después de las 20 semanas de gestación y
antes de iniciar el trabajo de parto. Puede ocurrir cuando el feto es mayor o igual de 37 semanas de gestación
(RPMO
a término), o antes de 37 semanas de gestación ( RPMO pretérmino). El periodo latente es el intervalo entre la
ruptura de membranas y el inicio del trabajo de parto. La duración del periodo latente varia de forma inversa a la
edad gestacional
Etiología y factores de riesgo.
Entre las causas hay que considerar:
▪ Idiopática (causa desconocida).
▪ Infecciones de transmisión sexual.
▪ Infección del tracto urinario.
▪ Infección del tracto vaginal y útero, membranas ovulares.
▪ Polihidramnios (aumento de líquido amniótico).
▪ Insuficiencia cervical.
▪ Anomalías de la forma del útero.
▪ Secundaria a un cerclaje cervical o amniocentesis.
▪ Cirugía cervical previa (conización).
▪ Trauma, incluyendo accidentes de tránsito y violencia.

Síntomas.
La embarazada debe recibir educación en cuanto a la pérdida de líquido por vía vaginal, sea un chorro continuo o
intermitente, saber que debe comunicarlo a la mayor brevedad posible al médico tratante. La ruptura de las
membranas es significativa por tres razones: En primer lugar, si la presentación no está fijada en la pelvis,
aumenta la posibilidad de prolapso y compresión del cordón umbilical. En segundo lugar, es muy probable que el
trabajo de parto inicie poco tiempo después si el embarazo está cerca del término o ya lo alcanzó. En tercer lugar
si el nacimiento se prolonga después de la ruptura de membranas es más probable que ocurra una infección
intrauterina.

Diagnóstico
La evaluación inicial de la rotura prematura de membranas en un feto pretérmino debe incluir un examen con
espéculo estéril para documentar hallazgos sospechosos de la patología. También es frecuente que se envíen
cultivos
cervicales, incluyendo Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae, así como cultivos anovaginales para
Streptococcus agalactiae.

Con la ecografía se documenta la edad gestacional, peso fetal, presentación fetal y se establece el índice de
líquido amniótico. También se puede realizar la determinación del pH vaginal con papel de tornasol o nitracina, el
que cambia de color ante la presencia de líquido amniótico. En estas pacientes se evita el tacto digital, pero la
inspección visual del cuello uterino puede estimar con precisión la dilatación del mismo.

Otras pruebas de diagnóstico son la prueba de cristalización de Neuhaus y la de evaporización ante la sospecha de
RPM. Se ha demostrado que el tacto manual y digital del cuello uterino con en pacientes con RPM reduce el
período de latencia y aumenta el riesgo de infecciones, sin aportar información de verdadera utilidad clínica.

El diagnóstico de RPM es clínico evidenciando hidrorrea en la exploración vaginal.


En caso de duda clínica se recurrirá a la realización de:
1. pH vaginal (normal pH 3.4-5.5): Es un test colorimétrico. El líquido amniótico es alcalino (pH > a 6.5).
Presenta falsos positivos (semen, orina, sangre, vaginosis bacteriana) y falsos negativos (candidiasis).
2. Ecografía fetal: evidencia de oligoamnios no existente previamente. Tiene una escasa sensibilidad y
especificidad. Ambas pruebas son poco específicas y no concluyentes por lo que en casos seleccionados en los
que persiste la duda diagnóstica se recurrirá a:
3. Pruebas bioquímicas: 3.1. Insulin-like growth factor binding protein-1 (IGFBP-1) (PROM test®,
Amnioquick®): Su sensibilidad varía del 74-100% y su especificidad del 77-98.2%.
3.2. Placental alpha microglobulin-1 (PAMG-1) (Amnisure): Presenta una sensibilidad cercana al 99% y una
especificidad que varia del 87.5-100%. Ambas son pruebas con similar sensibilidad y especificidad por lo que
pueden ser utilizadas indistintamente en los casos en los que existe la duda diagnóstica de rotura de membranas.
4. Amniocentesis diagnóstica. En casos muy seleccionados, el diagnóstico definitivo puede realizarse instilando
fluoresceína (1 mL fluoresceína diluido en 9 mL de suero fisiológico) en la cavidad amniótica mediante
amniocentesis. La detección de fluoresceína en una gasa vaginal a los 30-60 minutos confirma el diagnóstico de
RPM, aunque pasado este tiempo pierde especificidad. En dilataciones avanzadas con membranas expuestas tanto
las pruebas bioquímicas como la amniocentesis con instilación de fluoresceína pueden presentar falsos positivos.

Complicaciones
El período de latencia, que es el tiempo de rotura de membranas hasta el parto, por lo general es inversamente
proporcional a la edad gestacional en que se produce la RPM. Por ejemplo, un extenso estudio en pacientes con
embarazos a término reveló que el 95 por ciento de las pacientes dieron a luz dentro de aproximadamente un día
del RPM, mientras que un análisis que incluía la evaluación de pacientes con embarazos pretérminos entre 16 y
26 semanas de gestación determinó que el 57 por ciento de los pacientes dio a luz al cabo de una semana
promedio, y 22 por ciento tenían un periodo de latencia de cuatro semanas. Cuando la RPM ocurre demasiado
pronto, los recién nacidos que sobreviven pueden desarrollar secuelas como la compresión del cordón,
oligohidramnios, enterocolitis necrotizante, deterioro neurológico, hemorragia intraventricular, y síndrome de
dificultad respiratoria neonatal. El principal riesgo materno con el manejo expectante de una RPM pretérmino es
la infección, que incluye corioamnionitis (13-60 % de los casos), endometritis (2-13 % de los casos), sepsis (<1
%), y la muerte materna (1-2 casos por cada 1000). Las complicaciones relacionadas con la placenta incluyen
placenta previa (4-12 % de los casos) y placenta retenida o hemorragias postparto que requieren curetaje uterino
(12 % de los casos).

Cuidados de enfermería.
✓ Incitar a la madre reposo.
✓ Monitorear constantemente los signos vitales de la madre y del feto.
✓ Observar perdidas vaginales y características.
✓ Si el cuello tiene mas de 4 cm de dilatación y hay trabajo de parto, deje evolucionar.
✓ Evaluar si se efectuara Cesárea o será por parto normal para así proceder si se envía a un centro con mayor
capacidad resolutiva.
✓ Verificar si no existe signos de infección como son fiebre, taquicardia materna y fetal, fetidez de líquido
amniótico.
✓ Brindarle educación a la paciente sobre la patología.

PARTO DE PRETERMINO

El Trabajo de Parto Pretérmino (TPP) es definido por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) como la
actividad uterina regular que ocurre entre las semanas 20 y 37 de gestación, que provoca cambios a nivel del
cuello del útero que culmina con el nacimiento de un recién nacido prematuro. No todas las mujeres son
candidatas para la interrupción de un parto de pretérmino y no todos los intentos para detenerlo tienen éxito. Si el
parto continua,
deben realizarse preparativos para el nacimiento de un prematuro. En algunos casos, cuando es inevitable que
continúe el parto y no se cuenta con un equipo y aparatos especializados para proporcionar atención a la salud,
puede decidirse trasportar a la madre (trasporte maternofetal) a un centro de atención terciaria. Algunos factores
de riesgo para el nacimiento prematuro son tener antecedentes de nacimientos prematuros y tener un embarazo
múltiple. Algunas de las complicaciones asociadas con el nacimiento antes de término son la inmadurez de los
pulmones, la dificultad para regular la temperatura corporal, la alimentación deficiente y la lentitud en el aumento
de peso.

Etiología:
 Antecedentes de partos pretérminos anteriores.
 Antecedente de aborto tardío (posterior a las 17 semanas).
 Antecedente de fetos muertos.
 Antecedentes de ruptura prematura de membranas.
 Factores uterinos (como malformaciones).
 Conización cervical.
 Bajo nivel socioeconómico.
 Edad materna ≤18 a ≥ 40 años.
 Estrés, abuso doméstico, violencia familiar.
 Índice de masa corporal inicial bajo.
 Tabaquismo, alcoholismo y abuso de sustancias tóxicas.
 Intervenciones quirúrgicas abdominales durante el embarazo.
 Infecciones urinarias.
 Pielonefritis.
 Vaginosis bacteriana.
 Infecciones de transmisión sexual.
 Embarazo doble o múltiple.
 Polihidramnios.
 Metrorragias del primer o segundo trimestre.

Signos y síntomas:
 Sangrado y/o cólicos en el abdomen.
 Contracciones con lumbago o presión en la ingle o los muslos.
 Líquido que se filtra desde su vagina en gotas o en chorro.
 Sangrado vaginal rojo y brillante.
 Una secreción espesa y mucosa con sangre proveniente de la vagina.

Diagnostico:
El parto de pretérmino es una alteración en el proceso de maternidad. La enfermera o enfermero desempeña un
papel activo, y junto con el médico, valora e interpreta datos para diagnosticar este tipo de parto con el objeto de
llegar a decisiones en torno a las intervenciones.

Se efectuará el diagnóstico de PP ante la presencia de:


Contracciones uterinas con una frecuencia de:
2 en 10 minutos
4 en 20 minutos
8 en 60 minutos
Acompañadas de cualquiera de los siguientes signos clínicos al tacto vaginal:
Dilatación cervical ≤ 3 cm
Borramiento cervical ≤ 50%.

Tratamiento:
Tratamiento con tocoliticos, los tocolíticos disminuyen las contracciones uterinas y el tono muscular del
miometrio mediante dos mecanismos: disminuyendo las concentraciones del calcio intracelular o incrementando
los sistemas adenil-ciclasa o guanilato-ciclasa.

Atención a la mujer que recibe tratamiento tocolitico:


La enfermera puede ayudar a determinar si la paciente conoce la naturaleza del tratamiento y sus posibles efectos
secundarios y también se proporcionara información cuando se requiera.
Debe ayudar a la paciente a mantenerse sobre el costado izquierdo en la cama para minimizar el riesgo de
hipotensión supina, lo cual se logra con más facilidad cuando se compre de la razón. Antes de dar inicio a la
solución IV deben obtenerse datos basales como ritmo cardiaco, actividad uterina y signos vitales maternos.
El médico por lo general indicara laboratorios que incluya biometría hemática completa con diferencial, glucosa
en sangre y electrolitos en suero. Análisis y cultivo de orina y para detectar infecciones en las vías urinarias y un
electrocardiograma basal.

Cuidados de enfermeria:
Las actividades con las embarazadas con diagnóstico de APP se dividen dependiendo del momento en el que se
encuentre la gestante:
Al ingreso:
 Realizar una extensa historia clínica de la paciente
 Controlar las constantes de la gestante y del feto.
 Observar los síntomas.
 Informar y resolver dudas de la gestante y su familia.
Durante la estancia hospitalaria:
 Toma de constantes de la gestante y del feto
 Observar los síntomas
 Canalización de vía venos periférica, vía central o sonda vesical si fuera necesario.
 Administrar tratamiento prescrito.
Egreso:
 Educar a la gestante en el control de los síntomas, es decir, volver al hospital si comienza la metrorragia, si
vuelve la dinámica uterina,...
 Resolver los diagnósticos de enfermería o en su defecto comentar con su enfermera o matrona de referencia en
su centro de salud.
 Retirada de vía venos periférica, vía central o sonda vesical si fuera necesario.
 Informar y educar a la gestante y su familia de los cuidados que deben tener en su domicilio, como por
ejemplo: reposo relativo, o tratamiento si el médico lo considera necesario.

DESPRENDIMIENTO PREMATURO DE PLACENTA NORMOINSERTA


El desprendimiento de placenta es una complicación poco frecuente, pero grave, del embarazo. La placenta se
desarrolla en el útero durante el embarazo. Se adhiere a la pared del útero y suministra al bebé nutrientes y
oxígeno. El desprendimiento de la placenta se produce cuando la placenta se separa parcial o totalmente de la
pared interna del útero antes del parto. Esto puede disminuir o bloquear el suministro de oxígeno y nutrientes del
bebé y causar un fuerte sangrado en la madre. El desprendimiento de placenta con frecuencia aparece de manera
repentina. Si no se trata, pone en peligro a la madre y al bebé.

El desprendimiento de la placenta (que consiste en que la placenta se separa de su lecho) es una complicación
grave de la ultima mitad del embarazo en el cual una placenta de ubicación normal se separa de su unión uterina.
La afección por lo general se denomina separación prematura sí es una implantación placentaria normal otros
términos sinónimos son hemorragia accidental qué significa que se produce en forma inesperada y ablación de la
placenta (ablación significa llevarse algo) su incidencia es de un caso por cada 77 a 200 embarazos

La separación de placenta grave u oculta se caracteriza por separación central la sangre que se pierde queda
atrapada entre la pared uterina y la placenta en este caso hay hemorragia oculta y con frecuencia la gravedad del
problema no es evidente al producirse separación marginal la sangre escurre entre la pared uterina y las
membranas fetales y se observa hemorragia externa este tipo de desprendimiento se llama declarado o parcial
cuando la separación es total o casi total se denomina prolapso placentario y se asocia con hemorragia vaginal
masiva

Etiologia:
Aunque se desconoce la causa precisa de la afección se asocia con hipertensión materna número de embarazos
excesivos 5 o más embarazos cordón umbilical corto y en ocasiones accidentes automovilísticos y traumatismos
otros factores que también contribuyen son gestación múltiple e hidramnios.

Factores de riesgo
los factores que pueden aumentar el riesgo de desprendimiento de placenta incluyen: desprendimiento de placenta
en un embarazo anterior que no fue causado por un traumatismo abdominal, presión arterial alta crónica,
problemas relacionados con la hipertensión durante el embarazo incluidos preeclampsia síndrome de HELLP o
eclampsia, una caída u otro tipo de golpe en el abdomen, fumar uso de cocaína durante el embarazo, rotura
prematura de las membranas que provoca fuga de líquido amniótico antes del final del embarazo, infección dentro
del útero durante
el embarazo, ser una persona mayor especialmente mayor de 40 años.

Complicaciones:
• En la madre el desprendimiento de placenta puede provocar: shock debido a la pérdida de sangre, problemas de
coagulación de la sangre, necesidad de una transfusión sanguínea, insuficiencia renal o de otros órganos debido a
la pérdida de sangre en raras ocasiones si no se puede controlar el sangrado uterino puede ser necesaria una
histerectomía.
• En el bebé el desprendimiento de placenta puede provocar: crecimiento deficiente por no recibir suficiente
nutrientes insuficiencia de oxígeno, nacimiento prematuro y muerte fetal intrauterina.

Sintomas
Los síntomas de la separación son hemorragia vaginal de color oscuro dolor abdominal que con frecuencia es
repentino y grave como si fuera una cuchillada y útero sensible y firme el dolor se produce por acumulación de
sangre detrás de la placenta y distensión uterina la pared uterina adquiere consistencia similar a la madera es
difícil palpar el feto el choque con frecuencia se encuentra fuera de proporción con respecto a la hemorragia y se
manifiesta por pulso rápido disnea, bostezo, inquietud, palidez Síncope, transpiración fría y pegajosa aunque es
posible qué se infarte del 20 al 25% de placenta sin compromiso fetal el sufrimiento fetal es común y en ciertos
casos es el primer síntoma de la separación el patrón de contracciones característico de la separación de placenta
es de contracción de baja intensidad y frecuentes con aumento del tono en reposo. Las observaciones patológicas
del desprendimiento de placenta son variables e incluyen infarto placentario necrosis desigual infiltración policial
formó nuclear trombosis marginal y coágulo sanguíneo retro placentario.

Diagnostico:
Los signos y síntomas físicos del desprendimiento de placenta son muy variables. El ultrasonido ayuda a
comprobar el diagnóstico sin embargo el ultrasonido negativo no excluye separación de placenta que ponga en
peligro la vida la tomografía computarizada también permite el diagnóstico diferencial de esta afección el
desprendimiento de placenta se clasifica según el grado de separación placentaria

Clasificacion del desprendimiento prematuro de la placenta según la separación placentaria

 GRADO 0 No se observan síntomas se diagnostica después del parto al examinar la placenta y se observa
que tiene un coágulo adherente oscuro en la superficie
 GRADO 1 Cierta cantidad de hemorragia en ocasiones no se percibe la tetania uterina mi sensibilidad no
se observan signos de choque o sufrimiento fetal
 GRADO 2 Hemorragia externa tetania uterina y sensibilidad sufrimiento fetal
 GRADO 3 Hemorragia externa o interna tetania uterina choque materno y muerte fetal; coagulación
intravascular diseminada que complica el cuadro

La evaluación del desprendimiento de placenta incluye lo siguiente:


• Monitorización cardíaca fetal
• Hemograma completo
• Tipo y factor Rh
• TP/TTP (tiempo de protrombina/tiempo de tromboplastina parcial)
• Fibrinógeno sérico y productos de la división de la fibrina (el indicador más sensible)
• Ecografía transabdominal o pelviana
• Prueba de Kleihauer-Betke si la paciente tiene sangre Rh negativa, para calcular la dosis de inmunoglobulina
Rho(D) necesaria
La monitorización cardíaca fetal puede detectar un patrón preocupante o la muerte fetal. La ecografía transvaginal
es necesaria si se sospecha placenta previa sobre la base de la ecografía transabdominal. Sin embargo, los
resultados con cualquier tipo de ecografía pueden ser normales en el desprendimiento prematuro de placenta

Control medico:
En el tratamiento depende del estado del feto y de la madre en el momento de efectuar el diagnóstico si el feto
está vivo y se encuentra a término o bastante desarrollado es indicación de parto urgente en caso de separación
moderada o grave y éste debe ser por cesárea a menos que se pueda llevar a cabo por vía vaginal con rapidez.

Si el feto ha muerto constituye una indicación de separación placentaria extensa se prefiere el parto vaginal en
caso de muerte fetal con excepción de aquellos casos en que la hemorragia no pueda controlarse con éxito
mediante transfusión sanguínea o si surgen otras complicaciones. El riesgo de defectos graves de coagulación se
describe después es más probable cuando el parto es transabdominal en circunstancias que el feto es inmaduro y
la hemorragia lenta puede retrasarse el parto se efectúa valoración continua de la viabilidad fetal con dispositivo
Doppler ultrasónico para escuchar el corazón fetal y ultrasonido de tiempo real que permite visualizar los
movimientos cardiacos.

La hipovolemia y anemia materna se corrige administrando sangre fresca entera y solución de electrolitos ya sea
antes o durante el trabajo de parto y parto también es posible efectuar el reemplazo alterno con paquetes de
eritrocitos y solución de lactato de ringer para reducir al mínimo los requerimientos de transfusión e incrementar
el aporte de oxígeno y el volumen circulatorio se mantiene control continuo hemodinámico de presión venosa
central o arterial en las enfermas críticas se inserta una sonda fija a la vejiga para valorar con precisión la
producción urinaria y la proteinuria.

Diagnostico de enfermería
Es conveniente observar que los problemas de deficiencia de volumen de líquidos y alteración de la irrigación de
los tejidos placentarios en esta afección clínica son secundarios a la separación prematura de la placenta de
implantación normal es probable que la paciente experimente temor y nerviosismo en relación con la
preocupación acerca de la hemorragia y a que pone en peligro no sólo su propia vida sino también la del feto.

Intervenciones de enfermeria
Las intervenciones de enfermería se planean en base a diagnósticos de enfermería y en plan de tratamiento médico
cuando el desprendimiento es leve y el feto es inmaduro es necesario efectuar observaciones continuas para
detectar evidencias hemorrágicas materna progresiva o cambios en el estado fetal por ejemplo bradicardia se
coloca a la paciente en posición recostada sobre el lado izquierdo para aumentar el retorno venoso y permitir que
regrese más sangre a los pulmones para su re oxigenación esta posición también aumenta la sangre disponible
para
irrigación de la placenta.
En casos más graves se registra cada hora el consumo y la producción y se administra oxígeno con mascarilla o
cánula nasal para prevenir o reducir al mínimo la hipoxia fetal si la paciente tiene monitorización continua
depresión venosa central se reemplaza por control continuo de la presión en cuña de la arteria pulmonar con la
sonda de SWANG-GANS se efectúan observaciones para detectar signos y síntomas de hipovolemia como todos
sonidos respiratorios normales y falta de aliento también es fundamental que la enfermera valore la paciente para
detectar
reacciones adversas a la transfusión sanguínea.

En caso de desprendimiento moderado a grave cuando el feto esté vivo la enfermera proporcionará instrucción pre
operatoria acerca de la posibilidad de parto por cesárea y el nacimiento del niño antes de término una actitud
realista acerca del estado de salud de la paciente y el apoyo que se le proporcione en base a su situación constituye
aspectos importantes del apoyo psico social que la enfermera ofrece a la familia después del parto la enfermera
continúa valorando el equilibrio del volumen de líquidos y los signos vitales se palpa con frecuencia el útero para
evitar o detectar atonía y hemorragia intensa
Evaluacion de enfemeria:
Los resultados anticipados de los cuidados de enfermería para mujeres con desprendimiento de placenta son
similares a los casos de placenta previa además la mujer con desprendimiento de placenta
• Muestra signos de sufrimiento fetal que se identifican en etapas tempranas y se tratan antes de que se produzca
hipoxia grave
• Al experimentar pérdida del feto o muerte neonatal debe asimilar en forma adecuada su proceso de aflicción.

POLIHIDRAMNIOS
Se denomina así al aumento excesivo de líquido amniótico por encima de 2000 ml, o “un índice de líquido
amniótico por ecografía mayor a 18 cm.” Polihidramnios se refiere a la presencia excesiva o aumento de líquido
amniótico por lo general mayor a los 2 litros alrededor del feto antes de que este nazca. La alteración puede
ocurrir cuando el feto no puede tragar la cantidad normal o suficiente de líquido amniótico o debido a diversos
problemas gastrointestinales, cerebrales o del sistema nervioso (neurológicos) o de otro tipo de causas
relacionadas con el aumento en la producción de líquido como cierto trastorno pulmonar del feto. El líquido se
absorbe cuando el bebé lo traga y a través de los movimientos respiratorios. Aproximadamente a las 34 semanas
del embarazo (gestación), cuando llega a un promedio de 800 ml. Aproximadamente 600 ml de líquido amniótico
rodean al bebé a término (40 semanas de gestación).

Clasificación de polihidramnios.
El polihidramnios puede ser clasificado con relación al tiempo en que se hacen evidentes las manifestaciones
clínicas:
• Agudo (2%): se caracteriza por presentar aumento rápido de líquido amniótico en corto tiempo, con más
frecuencia suele ocurrir en el segundo trimestre antes de las 24 semanas de gestación, produce complicaciones
asociadas a la morbilidad materna y fetal.
• Crónico (98%): se denomina crónico por su inicio tardío a partir del tercer trimestre, se desarrolla en forma
sintomática y ofrece mayores probabilidades de sobrevivencia fetal. Sin embargo, el pronóstico perinatal depende
de la causa por la que aparece.
Existen 3 niveles de severidad para el diagnóstico de polihidramnios determinados por los valores que se
observen al realizar la medición del MCV de LA ≥ 8 cm y un ILA ≥ 25 cm:
1. ILA Leve: 18-25
2. ILA Moderado: 25-32
3. ILA Severo: >32

Etiología:
La causa subyacente del exceso de volumen de líquido amniótico es evidente en algunas condiciones clínicas y no
es completamente entendida en otros. Las causas que con más frecuencia se asocian con el polihidramnios
incluyen las siguientes:
• Embarazo múltiple con síndrome de transfusión gemelo-gemelo (síndrome de transfusión fetofetal), es decir,
un aumento de líquido amniótico en el gemelo receptor y una disminución de líquido amniótico en el gemelo
donante
• Anomalías fetales abdominales, incluyendo atresia esofágica (defecto de nacimiento en el que parte del
esófago del bebé, el tubo que conecta la boca con el estómago no se desarrolla adecuadamente), generalmente
asociada con una fístula traqueoesofágica(conexión anormal entre la parte superior del esófago y la tráquea),
agenesia traqueal( el defecto consiste en una ausencia parcial o total de la tráquea debajo de la laringe permitiendo
que el tracto respiratorio inferior se conecte con el tracto gastrointestinal por medio de una fístula traqueó-
esofágica), atresia duodenal (afección en la cual la primera parte del intestino delgado (el duodeno) no se ha
desarrollado adecuadamente), atresias intestinales(malformación que genera que el bebé nazca con un segmento
del intestino cerrado o bloqueado en uno o más sectores, dejando un espacio y causando que no haya
comunicación entre las diferentes partes del intestino), y otras
Una condición que causa que el feto orine demasiado
• Trastornos del sistema nervioso central y enfermedades neuromusculares que causan disfunción fetal para tragar
• Un mal control de la diabetes mellitus materna (si está presente la enfermedad vascular grave también puede
aparecer un oligohidramnios)
• Causas placentarias: Algunas anomalías placentarias se acompañan de aumento en la cantidad de líquido
amniótico (p ej. Corioangioma).

Signos y Síntomas:
Los síntomas del polihidramnios se producen cuando se ejerce presión dentro del útero y en los órganos cercanos.
El polihidramnios leve puede provocar pocos signos o síntomas, si es que provoca alguno. El polihidramnios
grave puede provocar lo siguiente:
• Más aumento de peso que lo esperado en la madre
• Inflamación en las piernas, falta de aliento o menos orina de la usual en la madre
• El abdomen de la madre está apretado o brillante, o más grande de lo esperado para el trimestre correspondiente
de su embarazo
• Más líquido amniótico de lo esperado en el trimestre

Diagnóstico:
 Un ultrasonido cuyas imágenes se usan para buscar la cantidad de líquido amniótico en el útero. Las
imágenes también pueden mostrar el tamaño del bebé. Revisarán sus riñones y vías urinarias. Las
imágenes en movimiento del ultrasonido se usan para revisar la circulación de la sangre a través de las
arterias en los riñones del bebé y por la placenta.
 Amniocentesis es un procedimiento que se usa para tomar una muestra del líquido amniótico del útero. El
líquido contiene células que se pueden analizar para buscar por defectos de nacimiento y otros problemas.

Los elementos del historial clínico, especialmente los antecedentes patológicos personales de las pacientes
pueden contribuir a encontrar la razón por la cual apareció el polihidramnios, esto sería de gran ayuda para
corregir la causa sin intervenir en la gestación de ser posible. Si la altura uterina va de acuerdo a la edad
gestacional referida por la fecha de última menstruación FUM, si esta sobrepasa los rangos normales para cada
edad gestacional, se trataría de polihidramnios en descarte de embarazo múltiple y macrosomía fetal. Determinar
la edad gestacional, mediante ecografía y el examen físico, es importante para contemplar la posibilidad de
interrumpir el embarazo si los riesgos por prematuridad no son altos.
Maniobras de Leopold para poner de manifiesto un feto “perdido” entre un gran volumen de líquido.

Tratamiento:
• Drenaje del exceso de líquido amniótico. Se utiliza la amniocentesis para drenar el exceso de líquido amniótico
del útero.
• Medicamentos. El proveedor de atención médica puede recetarte el medicamento oral indometacina (Indocin)
para ayudar a reducir la producción de orina fetal y el volumen de líquido amniótico.
• Ecografía completa, incluyendo la evaluación de malformaciones fetales
• Parto o cesárea si la madre o el feto se encuentran inestables
• Si la mujer está estable, el parto se realiza entre las 36 semanas/0 días y las 37 semanas/6 días

Cuidados de enfermería:
Elaborar una historia clínica y realizar la valoración física, esto incluye:
Evaluaciones:
• Tamaño y tensión abdominal
• Edema de extremidades inferiores
• Medición de la altura uterina:
• Utilizar una cinta métrica flexible.
• Medir desde la sínfisis púbica hasta la parte superior del fondo.
• Medir en centímetros.
• La edad gestacional en semanas debe ser aproximadamente igual a la altura del fondo uterino (un feto con 25
semanas de edad gestacional debe tener una altura uterina de aproximadamente 25 cm).
• Una altura uterina > 3 cm por encima de la edad gestacional en semanas es sospechosa de polihidramnios
Evaluar líquido amniótico
• Manejo del tratamiento.
• Realizar actividades que promuevan la salud de las mujeres y que reduzcan los riesgos.

PARTO PROLONGADO
El trabajo de parto prolongado es una dilatación cervical o un descenso fetal anormalmente lentos durante el
trabajo de parto. Si el trabajo de parto progresa más lentamente que esto, una mujer puede estar experimentando
un arresto del parto. La detención del parto es una ausencia de progreso – medida por dilatación cervical y
descenso de la parte presentadora del bebé – durante al menos 2 horas.
Algunos estudios han encontrado que el parto se prolonga cuando la primera y segunda etapa del trabajo de parto
es superior a 20 horas para un primer embarazo y superior a 14 horas para las mujeres con partos anteriores. Otros
expertos dicen que el trabajo prolongado ocurre después de 18 a 24 horas de la primera y segunda etapas
combinadas.

Etiología
Distocia: o parto difícil, es un término que se suele usarse para designar el trabajo de parto que se prolonga o
resulta más doloroso por problemas relativos a los mecanismos del mismo.
Entre los problemas que se suscitan durante el trabajo de parto pueden incluirse algunos o una combinación de los
siguientes:

• Problemas con las fuerzas participantes, disfunción uterina: Las contracciones uterinas pueden no
tener la fuerza o la coordinación adecuadas durante la primera etapa del trabajo de parto para lograr la dilatación o
el borramiento cervicales. O bien, es posible que el descenso y la expulsión del feto durante la segunda etapa.

• Canal o conducto: Existen variaciones en el tamaño y la forma de la pelvis ósea u otras anomalías del
conducto reproductor que interfieren en el encajamiento, descenso o expulsión del feto. Aumento general en el
tamaño del bebé. Esto puede ser causado por la diabetes gestacional y otras condiciones que causan que el bebé
sea macrosómico (peso> 4000 o 4500 gramos) o grande para la edad gestacional e hidrocefalia (líquido en el
cerebro del bebé que produce hinchazón).
• Feto: La presentación o posición imperfecta del feto, su tamaño inusual o su desarrollo normal pueden
impedir que se introduzca o pase por el conducto del parto.

Distocia fetal: Es un tamaño anormalmente grande o una posición que dificultan el parto. Las malas
representaciones incluyen lo siguiente:
➢ Una presentación de nalgas en la que las piernas o las nalgas del bebé se presentan primero
➢ Una presentación facial en la que la cara del bebé está en posición de salir del canal de nacimiento primero
➢ Una posición de flexionada de la cabeza en la que el cuello del bebé está menos flexionado, recto o extendido

• Psiquis: Los factores maternos como la angustia, falta de preparación y el temor pueden interactuar con
otros aspectos o en ocasiones operar en forma independiente, para prolongar el trabajo de parto.

Signos y Síntomas

✓ Se prolonga más de 20 horas en primíparas y más de 14 horas en multíparas.


✓ La madre parece agotada y angustiada; la deshidratación puede estar presente y la boca puede estar seca debido
a la respiración bucal prolongada.
✓ El dolor puede estar más en la parte posterior y los lados del cuerpo, irradiando a los muslos, en lugar de desde
el útero en el abdomen. Esto se debe a una presión excesiva y prolongada sobre los músculos y ligamentos de la
espalda.
✓ Los dolores de parto inicialmente pueden ser severos, frecuentes y prolongados, pero luego disminuyen y se
vuelven muy leves a medida que los músculos se fatigan.
✓ La frecuencia del pulso suele ser alta debido a la deshidratación, agotamiento y estrés.
✓ Los intestinos gruesos están dilatados y se pueden sentir a lo largo de ambos lados del útero como estructuras
grandes y gruesas llenas de aire.
✓ El útero es sensible al tacto y no se relaja completamente entre las contracciones.
✓ El sufrimiento fetal puede desarrollarse.

Diagnóstico
• El diagnóstico del trabajo de parto prolongado es clínico.
• Evaluación de las dimensiones pelvianas, la posición y el tamaño del feto, y las contracciones uterinas
La evaluación de las dimensiones fetales y pelvianas (parte de una exploración obstétrica completa) permite a
veces determinar si la causa es una desproporción fetopelviana. Por ejemplo, un peso fetal > 5.000 g (> 4.500 g en
una mujer diabética) sugiere una desproporción fetopelviana.
La disfunción uterina se diagnostica evaluando la fuerza y la frecuencia de las contracciones mediante la
palpación del útero o con el uso de un catéter de presión intrauterina.
• A menudo, el diagnóstico se basa en la respuesta al tratamiento.

Riesgos
▪ Riesgos fetales:
➢ Asfixia de nacimiento y encefalopatía hipóxico-isquémica (HIE)
➢ Afección fetal debida a la disminución de oxígeno que llega al bebé.
➢ Hemorragia intracraneal o sangrado dentro de la cabeza del bebé.
➢ Aumento de las posibilidades de parto operatorio, tales como C-secciones y el uso de pinzas o extractores de
vacío.
➢ Riesgos a largo plazo de que el bebé desarrolle lesiones permanentes, como parálisis cerebral y encefalopatía
hipófisis isquémica (HIE).
▪ Riesgos maternos:
➢ Infecciones intrauterinas
➢ Traumatismo y lesiones en el pasaje de nacimiento materno (por ejemplo: desgarros cervicales, desgarros en la
pared vaginal).
➢ Hemorragia post parto.
➢ Infección posparto.

Tratamiento

Oxitocina: Si una mujer está en la fase activa del parto (el cuello uterino es de al menos 5 a 6 cm), los
médicos generalmente administran Oxitocina y esperan 4 horas. Si la oxitocina no funciona y se ha detenido el
parto, generalmente se realiza una cesárea.

Intervención operativa: Durante la segunda etapa del trabajo de parto, el uso rápido de la intervención
quirúrgica está indicado para los bebés que muestran una frecuencia cardiaca fetal anormal en la monitorización
electrónica, o cuando es probable la DPC debido a macrosomía, malposición o una pelvis materna clínicamente
pequeña.

Si un trabajo de parto en la segunda etapa es prolongada, maniobras con fórceps o un extractor por vacío pueden
ser apropiadas después de valorar el tamaño fetal, la presentación y la estación (2 cm por debajo de las espinas
isquiáticas maternas [+2] o más bajo) y también la pelvis materna.

Cesárea: Si una mujer está en riesgo de tener cualquier tipo de trabajo anormal, debe realizarse un
seguimiento clínico intensivo. Esto incluye registrar el pulso, la presión arterial y el sonido cardíaco fetal (FHS)
cada hora, y la dilatación del cuello uterino a intervalos de dos horas. Las tiras del ritmo cardíaco fetal deben ser
verificadas con más frecuencia. Si, a pesar de los procedimientos anteriores, la mano de obra no se acelera, o si se
desarrolla una afección fetal, debe realizarse una cesárea de emergencia.

Intervenciones de enfermería
✓ Orientar a la paciente sobre el trabajo de parto
✓ Evitar pujar antes del tiempo
✓ Ejercicio de respiración
✓ En la medida posible mantenerse en decúbito lateral izquierdo con respaldo a tolerancia.
✓ Canalizar vena con cateter #18
✓ Preparar oxitocina, según solución indicada, Controlar goteo y permeabilidad de vena.
✓ Controlar frecuencia cardíaca fetal.
✓ Vigilar descenso y dilatación.
✓ Controlar signos vitales maternos y fetales.
✓ Vigilar signos de alarma: - Sangrado - Rotura prematura de membranas,
Aumento de la presión arterial. Disminución de movimientos fetales,
Alteración de la frecuencia cardiaca fetal.
✓ Vigilar contracciones uterinas: - Duración - Intensidad - Frecuencia.
✓ Vigilar estado de hidratación.
✓ Vigilar vaciamiento de vejiga urinaria.
✓ Observar el estado emocional
✓ Ofrecer apoyo aclarando dudas y preocupaciones oportunamente.
✓ Preparar y equipar sala según protocolo del parto, vía vaginal o cesárea.
✓ Apoyar en coordinar la presencia de pediatra o neonatologo.
✓ Registrar intervenciones de enfermería

DISTOCIAS DE CONTRACTIBILIDAD UTERINA


Termino o parto difícil que suele usarse para designar el trabajo de parto que se prolonga o resulta más doloroso
por problemas relativos a los mecanismos del mismo. Este proceso entraña: los problemas con las fuerzas
participantes, el canal o conducto y el feto.
Entre los problemas que se suscitan durante el trabajo de parto pueden incluir algunos o una combinación de los
siguientes:

Problemas con las fuerzas participantes


Disfunción uterina: La hemorragia uterina disfuncional (también, sangrado uterino anormal) (SUA) es
cualquier variación sintomática (en términos de frecuencia, regularidad, duración o volumen) de la menstruación
normal, y también incluye el sangrado intermenstrual.
Clasificación e investigación: Se han realizados muchos intentos por clasificar los partos inusuales con
objeto de identificar y tratar los problemas con mayor facilidad. Una de estas clasificaciones es la que se basa en
la calidad de las contracciones ineficaces pueden describirse como hipotónicas, hipertónicas o irregulares. Una
segunda clasificación es por el tiempo de inicio. La inercia primaria (disfunción) ocurre al
comienzo del trabajo de parto mientras la secundaria evoluciona una vez que ya se estableció éste.
El parto disfuncional
puede clasificarse por el patrón y el rimo de la interrupción del progreso. Friedman marca en un grafica la
dilatación cervical y el grado de descenso contra el tiempo transcurrido y demuestra que el patrón de parto normal
se presenta
como una curva en forma de S. según Friedman, las categorías de progresión retardada son:
• Fase latente prolongada
• Trastornos de dilatación
• Distocia de contracción

Estas clasificaciones pueden combinarse. La disfunción uterina hipertónica, la inercia primaria y la fase latente
prolongada pueden suscitarse en conjunto al principio del parto y suelen ser más habituales en la nulípara.
La disfunción uterina hipotónica, la inercia secundaria y la interrupción o la distocia de contracción de la fase
activa pueden ocurrir en conjunto en la fase tardía del parto y tienden a ser más frecuentes en la multípara.

Diferentes investigadores aportan formación para comprender y medir las


contracciones uterinas. Larks describió que el estímulo de una contracción se
inicia en un cuerno y se desarrolla varios milisegundos después en el otro, para
unirse y descender sobre el fondo y el segmento uterino superior loque produce
que el istmo y cuello uterino se jalen hacia arriba.
Cladeyro – Barcia y col. Determinaron en Montevideo que la presión de la
contracción necesaria para dilatar el cuello uterino es el de menos 15 mm Hg. La
medición de las contracciones en termino de unidades Montevideo (intensidad
promedio de las contracciones uterinas multiplicadas por el número de estas
durante un intervalo de 10 minutos) también procede de los estudios de este
grupo. En el parto normal, por lo general, la intensidad o amplitud de las
contracciones oscila entre 30 y 50 mm Hg y la frecuencia suele ser de dos y
cinco contracciones en 10 minutos.
La división que realiza Friedman de la primera etapa del parto en dos fases:
• Fase latente
• Fase activa
Y su uso de curvas para marcar tanto la dilatación como el descenso resulta útiles para detectar y estimar la
gravedad del parto disfuncional. Sin embargo, algunos consideran que la fase latente indica el final de varias
semanas de
preparto en otras palabras, el periodo preparatorio del parto. De acuerdo con la definición de Friedman la fase
latente consta de un periodo de borramiento y de inicio de dilatación del cuello uterino con una duración
promedio de ocho horas y media a cuatro horas en la nulípara y un intervalo hasta cierto punto menor en la
multípara.

Durante esta fase, la dilatación alcanza de 3 a 4 cm. La fase activa o de parto clínicamente aparente, es más breve
y conste de una fase de aceleración, una de declive máximo y una de reducción de velocidad antes de lograrse la
dilatación completa. Esta fase del parto tiene una duración aproximada de tres horas y media a cuatro
horas en la paciente primigrávida. Friedman clasifica la disfunción mediante la longitud de las fases del parto
antes
que por la calidad de las contracciones. No obstante, la fase latente prolongada se presenta durante el inicio y la
primera fase del parto y, por consiguiente, puede equiparse con la disfunción hipertónica. La fase latente es por
definición prolongada si persiste más de 20 horas en la primigravida o 14 horas en la multigravida. Sin embargo,
el diagnóstico debe sospecharse y tratarse en la práctica muchas horas antes de que transcurren estos intervalos.
Friedman describe dos tipos de disfunciones que pueden suscitarse durante la fase activa de la primera etapa del
parto: trastornos en la dilatación y distocias de contracción. Los primero se caracterizan porque el cuello uterino
se dilata a una velocidad más lenta que la normal y por el descenso demorado de la cabeza fetal la fase activa del
parto. La velocidad de dilatación cervical esperada es de 1.2 cm o más por la hora en el caso de las nulíparas y de
1.5 o más en el de las multíparas. La velocidad de descenso de la cabeza fetal debe ser cercana a 1cm/ h en las
nulíparas y de 2 cm/h en las multíparas. Aun cuando un avance más lento puede indicar desproporción
cefalopélvica, en especial en las nulíparas, la mayoría de las pacientes con trastornos de dilatación puede lograr
una dilatación completa, si bien con mayor lentitud de lo usual, al recibir suficientes líquidos, seguridad y
sedación mínima.

La distocia de contracción se diagnostica cuando la dilatación cervical o el descenso de la cabeza fetal cesan por
más de dos horas durante la fase activa del parto. Estos trastornos pueden presentarse tras los de dilatación o
puede
suceder que un parto de progresión normal se detenga en forma súbita. La distocia de contracción suele
acompañar a la desproporción cefalopélvica. Hendricks y col. Describen curvas un poco diferentes para el caso
del parto normal. De acuerdo con sus estudios, en el parto activo normal existe una fase aceleración activa consta
sin la reducción de velocidad descrita por Friedman. Asimismo, suele suponerse que la nulípara procede con
mayor lentitud que la multípara, estos investigadores encontraron que la dilatación cervical avanza a la misma
velocidad en ambos casos una vez que el cuello uterino se dilata 4 cm.

Pese a las variaciones en la descripción del parto normal, una prolongación significativa en cualquiera de las fases
descritas por Friedman a cualquier desviación significativa de las curvas que presentan Hendricks y col.
Corresponde disfunción uterina. Cuando no hay progreso en la fase temprana del parto pese a la presencia de
contracciones uterinas, uno de los primeros factores a considerar es si efectivamente el parto se inició. No es raro
que una mujer sienta contracciones de Braxton Hicks durante la última etapa del embarazo, las cuales son tan
fuertes y periódicas que pueden confundirse con el trabajo de parto auténtico. Sin embargo, como las
contracciones verdades logran menos algo de borramiento y dilatación, deben presentarse cambios cervicales
progresivos para indicar que se trata de un trabajo de parto auténtico. La aparición del opérculo contribuye a
diagnosticar el inicio de trabajo de parto, en particular cuando se acompaña de cambios cervicales. Ante la
ausencia de signos de progreso que confirman el parto, las contracciones uterinas incomodas que se trata de una
falsa alarma. Para diagnosticar distocia tienen que ocurrir cambios cervicales y progresado, que indican
evolución, única manera de asegurar que la progresión es más lenta o se detuvo.
Factores causales
Los principales factores que se relacionan disfunción uterina son el uso imprudente de analgesia (es decir,
administración excesiva o demasiado temprana de medicamentos), grados menores de estrechez pélvica y de mal
posición de la cabeza fetal, como la extensión que sucede en algunas posiciones occipitoposteriores. También se
sabe que los niños de postérmino y los de gran tamaño guarden relación significativa con un parto disfuncional.
Estas alteraciones ocurren de manera independiente o son productos de disfunción.

Entre otros factores que tienen que ver con esta alteración se cuentan la distención excesiva del útero, la
multiparidad elevada, rigidez cervical y la edad materna. Aunque se sabe que este grupo de factores desempeña
un papel etiológico, son menos importantes de lo que alguna vez se pensó. En más del 50% de los casos se
desconoce la causa. Al considerar el posible papel que juegan los corticosteroides en el inicio del parto, y su
relación con estados de estrés, no pueden pasarse por alto los efectos de los factores emocionales en la distocia
cuando ninguna otra causa es Parente. Se requieren más investigaciones a nivel celular para tener información
definitiva acerca de los factores etiológicos de este trastorno.

Complicaciones
Las disfunciones uterinas aunadas a un parto prolongado pueden ocasionar complicaciones para la madre y el
feto. Las infecciones intrauterinas constituyen complicación materna habitual, en particular cuando hay rotura de
membranas. En este caso puede producirse infección y muerte fetal o neonatal, aun cuando se empleen
antibióticos para tratar a la madre. La madre puede sufrir agotamiento y deshidratación si se permite que el parto
se prolongue
demasiando.

Por fortuna se comprende bastante bien el papel del parto prolongado como factor contribuyente a la mortalidad o
a la morbilidad materna. La observación atenta del trastorno de la madre y el feto por lo general ocasiona que se
realice una intervención a tiempo para prevenir complicaciones. Entre estas intervenciones se incluye la
terapéutica de sostén con líquidos intravenosos adecuados, el uso juicioso de oxitocina intravenosa diluida para
facilitar e avance del parto o la cesaría cuando la oxitocina no ayuda o cuando su uso no resulta inadecuando.

 Disfunción hipertónica: la disfunción hipertónica, el tipo menos frecuente de disfunciones uterinas,


suele
ocurrir al principio del trabajo del parto. El gradiente de contracciones se distorsiona porque el segmento medio se
contrae con más fuerza que el fondo o por la asincronía completa de os impulsos eléctricos que se originan en
cada cuerpo. Aun cuando en cuando se presenta una elevación del tono en reposo del útero las contracciones son
de calidad deficiente. Pese a que las contracciones en este tipo de disfunción son ineficaces para la dilatación, el
incremento en el tono uterino suele ocasionar molestias a la madre. Estas contracciones se describen a menudo
similares a un cólico y son muy dolorosas. El útero puede sentirse blando al contacto, aun entre una y otra
contracción en caso en importante descartar como causa el desprendimiento prematuro de la placenta.
Complicaciones: el sufrimiento fetal tiende a presentarse al inicio del trabajo del trabajo del parto cuando
hay disfunción hipertónica. Existe de predisposición a la hipoxia fetal cuando el aumento en el tono uterino es
constante. La rotura prolongada de las membranas menudo puede ir aunada a esta alteración y puede producir
infección intraparto
.
 |Disfunción hipotónica: cuando las contracciones uterinas pierden fuerza y el tono uterino es menor de
lo habitual tras el inicio del trabajo de parto verdadero, se considera que la paciente tiene disfunción hipotónica.
La tensión uterina mínima, duran de la etapa de reposo, es alrededor de 8 a 12 mm Hg en funcionamiento normal,
mientras que las contracciones de un parto normal alcanzan una presión intrauterina de 50 a 60 mm Hg en su
punto culminante. Estos valores se reducen en la disfunción hipotónica y las contracciones no son lo
suficientemente fuertes parta dilatar el cuello uterino y también se distancian cada vez más y se tornan irregulares.
esta condición suele presentarse durante la aceleración o fase activa, si bien las contracciones también pueden
volverse hipotónicas durante la segunda etapa del trabajo de parto.
Complicaciones: cuando la disfunción uterina hipotónica no se trata, la madre corre peligro de
agotamiento deshidratación e infección intraparto, Los indicios de sufrimiento fetal a menudo no se presentan
hasta que ya existe la infección intraparto. Aunque los antibióticos ofrecen protección a la madre en caso de
infección intrauterina tienen, al parecer, poco o ningún valor para proteger al feto.
Estimulación de oxitocina: La oxitocina actúa en el miometrio, haciendo que se contraiga. El hipotálamo
produce oxitocina natural en el cuerpo y esta sustancia se almacena en la hipófisis posterior. Los niveles maternos
de oxitocina aumentan a medida que avanza la gestación, si bien s desconoce el papel exacto que desempeña este
aumento durante el trabajo de parte humano. Aun cuando alguna vez se utilizaron extractos de oxitocina animal
para estimular las contracciones uterinas; la oxitocina sintética es tan como la natural pues es pura desde el punto
de vista químico y elimina el peligro de reacción ante la proteína animal. Por consiguiente, la oxitocina sintética
es el producto que se emplea en la obstetricia moderna. En relación con la estimulación del trabajo de parto, la
oxitocina puede usarse para iniciar (inducir) las contracciones para incrementar las débiles e ineficaces
(conducción), como las que se presentan en la disfunción hipotónica. (el papel de la oxitocina en el periodo
posparto para contraer el útero y controlar la hemorragia.

Contraindicaciones en el uso de oxitocina.


• A continuación, se muestran los casos en los que se empleó oxitocina suele contraindicarse para conducir o
inducir:
• Cualquier obstrucción que se pudiese interferir como el descenso del feto, como desproporción cefalopélvica o
anomalía en el canal de parto.
• Condiciones que aumentarían el peligro de rotura uterina como, paridad elevada (más de cuatro), incisión
uterina previa (cesaría o miomectomía extensa9, o distención excesiva del útero (mellizos, hidramnios).
• Contracciones uterinas hipertónicas o desordenadas pues la oxitocina empeora la condición y puede conllevar a
la formación de un anillo constrictor.
• Sufrimiento fetal, debido a que el cambio de contracciones que produce la oxitocina puede incrementar el
sufrimiento.
• Placenta previa.

Método de administración de oxitocina: Cantidad y dosis de oxitocina deben controlarse de manera


cuidados y ello solo puede lograrse en forma efectiva por vía intravenosa. Es ideal utilizar una bomba de goteo
para administrar la oxitocina intravenosa, con objeto de proporcionar un goteo constante y preciso. Los tipos de
solución, la cantidad de oxitocina añadida y el goteo pueden variar de acuerdo con los protocolos institucionales o
la preferencia del médico. La opción usual puede ser una solución al 5% de dextrosa en agua, sustancia salina
normal o solución de Ringer lactato. Se añaden 10 unidades (10.000 mU) de oxitocina a 1000 ml de solución y se
inicia a una velocidad de 0.5 mU /min.

El sistema de venoclisis anexa, en el que usan dos frascos de la misma solución, uno con oxitocina, y el otro sin
esta, se recomienda porque de esta forma es posible suspenderla, de ser necesaria, y de todas formas se mantiene
abierta la vía intravenosa. Las contracciones y el ritmo cardiaco del feto se valoran del feto se valoren con mucho
detalle y si no se presentan problemas, el goteo de incrementa en forma paulatina. El máximo habitual es de 20
mU/min, aunque los niveles superiores a 10 mU/min rara vez se requieren para conducir el trabajo de parto,
mientras para algunas inducciones pueden necesitarse niveles de 30 a 40 mU/min. En condiciones ideales, las
contracciones estimuladas con oxitocina mitan el trabajo de parto natural lo más estrechamente posible, con
presencia de contracciones uterinas de intensidad moderada a fuerte cada 2 a 3 min, con una duración de no más
de 45 a 60 seg y con al menos un intervalo de reposo de 30 seg entre contracciones debe prestarse cuidadosa
atención a indicios de sufrimiento fetal y en caso de que el goteo deberá disminuirse o detenerse. El uso de
monitores eléctricos externos o internos es imprescindible cuando se emplea oxitocina para simular el parto. La
monitorización interna de la cavidad uterina tiene la ventaja de proporcionar una imagen más precisa de la
intensidad de las contracciones que la externa.
Debido a la incertidumbre de la respuesta individual, se requiere de extrema precaución, en particular al principio
del goteo de oxitocina. Es necesario valorar en forma cuidadosa la sensibilidad individual de la paciente y
comenzar con cantidades pequeñas, pues la sensibilidad a la oxitocina varia de manera notable de una persona a
otra y en ocasiones en la propia paciente, esto depende de una serie de factores que influyen. Una sensibilidad
mayor se relaciona con rotura tura de membranas, gestación a término, paridad elevada, cuello uterino favorable
(blando, en borramiento, en dilatación y anterior) y un útero irritable.

Peligro del uso de oxitocina


La oxitocina que se suministra a la mujer embarazada es peligrosa en potencial, tanto para la madre como para el
feto, si bien estos pueden minimizarse con una supervisión cuidadosa de la administración del medicamento, el
carácter de las contracciones y el estado del feto. Cuando la frecuencia, fuerza longitud de las contracciones
excede los niveles normales, la circulación fetal y placentaria pueden sufrir daños y ocasionar sufrimiento fetal. El
feto corre también peligro potencial de lesiones durante el trabajo del parto al ser propulsado con demasiada
rapidez por el conducto de parto o al forzarse su salida a través de una pelvis demasiado pequeña para él. Las
contracciones tetánicas y agitadas pueden ocasionar desprendimiento prematuro de placenta o rotura del útero, lo
que produce efectos adversos a la madre y al feto. Las laceraciones cervicales, que resultan de un descenso
demasiado rápido del feto a través de la pelvis, y la embolia de líquido amniótico, son otro peligro para la madre
cuando ocurre este tipo de contracciones.

Efectos colaterales
La administración intravenosa de oxitocina también tiene algunos efectos colaterales, puede producir hipertensión
con dolores de cabeza frontales, aunque estos efectos desaparecen se suspende el uso de este medicamento. La
oxitocina presenta propiedades antidiuréticas que pueden ocasionar intoxicación hídrica cuando se administra en
grandes cantidades. La persistencia de este problema se reduce mediante la administración de una solución
electrolítica en vez de una glucosada y al evitar las grandes cantidades delíquidos intravenosos.
Otros problemas con las fuerzas expulsivas
Fuerza expulsiva voluntaria inadecuada
La mayoría de mujeres no resisten la necesidad de pujar o ejercer presión durante una contracción uterina. La
fuerza combinada con los músculos del útero ayuda a impulsar al feto en su descenso por la vagina y a través del
orificio vaginal la sedación fuerte puede interferir con la necesidad y la capacidad de pujar, mientras que la fatiga
o la intensificación de dolor a causa de la acción de pujar también producen que la mujer empuje con menor
eficacia. Los problemas físicos como una lesión de la médula espinal, rara vez son el motivo de que los esfuerzos
de expulsión sean insuficientes.

Trabajo de parto y expulsión precipitado


El trabajo de parto cuya duración sea menor de tres horas recibe el nombre de precipitado y es a menudo de
consecuencia de falta de resistencia de los tejidos maternos, lo que permite el paso facial del feto por la pelvis. La
expulsión precipitada sucede, aunque no necesariamente, a un parto de duración normal.
Aun cuando el trabajo de parto rápido en ocasiones se relaciona con mayor riesgo de laceraciones materna o
asfixia fetal, a consecuencia de la interferencia de la circulación placentaria.

Retracción y anillo de constricción patológico


Localizadas en el útero a menudo se presentan junto con la rotura prolongada de las membranas o a trabajos de
partos largo. Suele ser el más habitual y consta de una exageración del anillo de retracción fisiológico normal que
se encuentra en la unión de los segmentos uterinos superior e inferior. El útero sobre el anillo se engruesa,
mientras que el segmento uterino inferior se adelgaza y puede romperse, a menos que se aligere la obstrucción o
el nacimiento se logre mediante cesaría. Los anillos de constricción patológico son raros y no se comprenden
bien. Por lo general se conforman a una depresión en el feto, como el cuello o abdomen, y no dan toda la vuelta.
La región de espasmos es gruesa, pero segmento uterino inferior no se extiende ni adelgaza. La resolución por
cesaría con un anestésico que relaje al útero suele ser el tratamiento de elección.
Etiología
Causas maternas:
• Anomalías congénitas uterinas (útero bicorne, etc.).
• Neoplasias uterinas (miomatosis, carcinomas, etc.).
• Anomalías cervicales (cicatrices, fibrosis, etc.).
• Otras: hernia abdominal, diabetes, tensión emocional, preeclampsia y eclampsia.
Causas fetales u ovulares:
• Sobre distensión uterina por embarazo múltiple, polihidramnios, feto de gran tamaño, etc.
Otras: muerte fetal útero, presentación fetal viciosa (paraeutòcicas o distócicas).
Otras causas:
• Yatrogénicas: analgesia o anestesia excesivas o inadecuadas, sobredosificación de oxitócicos o de relajantes
uterinos, tratamientos antiasmáticos con estimulantes B2, etc.
• Idiopáticas.

Signos y síntomas
• Dolorosas (dolor en zona suprapúbica que se irradia a zona lumbar).
• Con aumento de su frecuencia.
Acompañadas de secreción vaginal mucosa o sanguinolenta.
• Molestias en la micción (escozor). Infecciones de orina en el embarazo favorecen la presencia de contracciones.
• Demasiado grande para el estrecho superior de la pelvis (desproporción feto pélvica)
• En posición anormal (p. ej., presentación pelviana)

Diagnóstico
Distocia uterina hipotónica: contracciones pobres, escasas, de intensidad moderada, poco dolorosas y con
molestias leves. La dilatación y el borramiento cervicales, aunque pueden ser normales, son lentos y retrasados. El
trabajo de parto se prolonga y no es progresivo. Se utilizan aparatos que miden las variaciones de presión
intrauterina y lo reflejan en una gráfica.

Distocia uterina hipertónica: contracciones exageradas, cortas o prolongadas, frecuentes e intensamente


dolorosas. El útero se palpa hipertónico, en algunos casos puede aparecer anillo o banda de contracción (anillo de
Bandl), existiendo peligro de rotura uterina.

Medios de diagnósticos
La ecografía obstétrica
Provee imágenes de un embrión o feto dentro del útero de una mujer, como asítambién del útero y los ovarios de
la madre. Este estudio es un examen clínico que resulta útil para: establecer la presencia de un embrión/feto con
vida. Estimar el tiempo de gestación del embarazo. Utilizado para controlar el desarrollo y crecimiento del bebé, y
para detectar anormalidades. No existe límite de realización de ecografías puesto que no es perjudicial para la
salud. Se recomienda como mínimo una ecografía en cada trimestre del embarazo.

Evaluación ecográfica especializada.


Ecografía en 3D Este examen ofrece una imagen en dos dimensiones de datos en tres dimensiones.
Ecografía Doppler, Ecocardiografía fetal.

Tratamiento
Distocia uterina hipotónica: si hay sufrimiento fetal, cesárea; pero si el feto se ha encajado se debe estimular el
trabajo de parto mediante amniotomía e infusión intravenosa de oxitócicos.
Distocia uterina hipertónica: si no hay indicación inmediata de cesárea, se administran analgésicos y sedantes para
aliviar el dolor y tranquilizar a la parturienta. Se frena la actividad uterina mediante infusión intravenosa de
estimulantes B2
Tratamiento médico
El tratamiento para este tipo reposo y administración de líquidos cuando se indica el uso de medicamentos para
lograr el reposo y la relajación, para indicarse una inyección de 10 a 15 mg de morfina, poque esta suele inhibir
las contracciones anormales. Asimismo, administrarse un barbitúrico de acción breve para estimular es reposo.
Los líquidos intravenosos se usan para conservar la hidratación y el equilibrio electrolítico y de gran parte el
trabajo de parto normal se reanuda al despertar la mujer. Tomar en cuenta acciones correctivas, la amniotomía o
administración de oxitocina, y la cesaría. La inyección de oxitocina se usa para empezar o mejorar las
contracciones durante el parto. La oxitocina también se usa para reducir el sangrado después del parto. También
se puede usar junto con otros medicamentos o procedimientos para terminar un embarazo.

Cuidados de enfermería
Apoyo emocional
Los partos de esta naturaleza resultan en extremo desalentadores para ambos padres. Los procedimientos de
diagnóstico, así como el tratamiento, requieren cierto tiempo y para poner en práctica estas medidas son
necesarias paciencia y expectativa por parte de todos los interesados. Es esencial que la pareja sepa y comprenda
esto. El médico y la enfermera deben pasar suficiente mente con los padres para explicarles con detalle que
sucede y con términos que ellos puedan entender. Es posible que se necesite reforzar varias veces las
explicaciones acerca del avance y debe considerarse que las personas a menudo no escuchan todo lo que se dice
en situaciones de estrés.

Debe alimentarse la retroalimentación por parte de los padres, de modo que puede asegurase su nivel de
comprensión y aceptación. La tensión y angustia normales que acompañan a cualquier parto se clasifican durante
un parto disfuncional y es por consiguiente importante que ello no se fantasías o malos entendidos. En virtud de
que el parto disfuncional tan variable, a menudo es imposible (y poco prudente) garantizar en forma definitiva
cuando comenzará el parto efectivo o en qué momento se ocurrirá el nacimiento. No obstante, debe delimitarse de
manera tentativa cuándo incluirá esta fase ineficaz y se comenzarán a percibir avances, de forma que la madre
tenga alguna meta que anticipar hacia la cual esforzarse.

En consecuencia, es importante dar confianza a la paciente y recordarle que su caso no es único (pues una vez
transcurridas muchas horas, las pacientes suelen pensar que el de ellas es el parto más largo de la historia de la
obstetricia), que se conocen, que pueden tomarse ciertas medidas específicas para ayudar a que comience el
trabajo de parto efectivo, y que recibirá atención médica y de enfermería competente a lo largo del parto. Explicar
el plan de tratamiento permite a los padres anticipar de manera más realista que esperar y por consiguiente les
asegura que existen algunas medidas definitivas que se utilizaran.

Medidas de alivio
Deberán emplearse medidas que relajen a la paciente como baños de esponja, distintos cambios de posición,
masajes calmantes de espalda, charlas tranquilizantes, lectura o cualquier otra actividad que ofrezcan distracción;
las sábanas limpias y secas, así como un ambiente silencioso y relajado también serán adecuados. Sin embargo,
aislar a la paciente en una habitación oscura bajo es supuesto de que necesita dormir o descansar sólo
incrementará sus temores a menos de que en realidad necesite dormir, en cuyo caso se deberá estar pendiente de
cuando despierte. El contacto humano es uno de los aspectos más importantes en el tratamiento en casos de partos
complicados y nunca deberá descuidarse. La presencia de la misma persona o enfermera, o del mismo médico,
resulta útil por motivos antes expuestos. También es importante permitir a presencia de un familiar que la
paciente haya seleccionado para acompañarla, como el cónyuge o la madre. Asesorar a la paciente en patrones de
respiración y técnicas de relajamiento también le es reconfortante y le ayuda a mantener la fuerza.

Algunas medidas para proporcionar alivio efectivo ayudan a corregir algunos patrones de parto disfuncional. Es
posible, por ejemplo, que la paciente no perciba que su vejiga está en exceso extendida, aunque ello incremente su
malestar. En este caso debe aconsejarse que se vacié pues se apresura su evaluación cervical al permitir que la
cabeza fetal descienda aún más y se aproxime más al cuello uterino. De igual modo se ha observado que las
evacuaciones producidas con enemas estimulan las contracciones uterinas. Los cambios de posición mejoran las
contracciones uterinas, las cuales por lo general son menos frecuentes, pero tienden a ser más regulares y a
tornarse más intensas cuando la madre se acuesta sobre el costado, a diferencia de cuando se encuentran en
decúbito ventral. Es posible que en un principio debe alentarse a la paciente a acostarse sobre el costado, pero a
menudo esto será voluntario cuando se le informe de que este modo mejorará sus contracciones. En algunos
casos, caminar en el pasillo a sentarse en una silla cómoda ayudan a reiniciar las contracciones efectivas. Sin
embargo, no debe permitirse que la paciente se levante de la cama cuando hay rotura de membranas y la cabeza
no se encuentra muy encajada.

Supervisión en la administración de la oxitocina


Cuando se requiere oxitocina para estimular el trabajo de parto, el médico debe encontrarse al mando, aunque la
enfermera es quien en realidad se encuentra en la habitación de la paciente. Pero, aunque es responsabilidad del
médico especificar la dosis de esta sustancia y la velocidad del goteo, la enfermera tiene la responsabilidad de
conocer el protocolo específico relatico a la conducción con oxitocina, los efectos que ésta producen y la
información pertinente acerca de la paciente individual. La madre debe estar acompañada en todo momento de
alguien que esté adiestrado para reconocer y responder a la hiperestimulación uterina a los indicios de sufrimiento
fetal.

Al montar un sistema de refuerzo para la venoclisis, la enfermera debe asegurarse que el frasco de oxitocina se
encuentra debidamente etiquetado y el catéter anexo se inserte en el sitio indicado más cercano a la paciente.
Aunque
se utilice una bomba de gotero, la enfermera debe asegurarse que la solución
circule a la velocidad prescrita pues siempre existe la posibilidad de que la
bomba presente una falla en su funcionamiento.
Pese a que la vigilancia continua de las contracciones uterinas y el foco cardiaco
fetal mediante un motor electrónico, la enfermera deberá valorarlo al menos 15
min. Si existe duda acerca de la presión del monitor, en particular si se trata de
monitores externos, las contracciones se valoran por palpación y el foco cardiaco
deberá vigilarse mediante Doppler. Cualquier contracción que se prolongue más
de 90 segundos indica que la estimulación uterina es excesiva y que la velocidad
del goteo deberá disminuirse o suspenderse en forma temporal. El patrón de
latidos cardiacos del feto deberá supervisarse por si presenta cambios. La
administración de oxitocina deberá suspenderse si se presenta una
desaceleración tardía o desaceleración variable. También se retirará esta
sustancia cuando se perciba cualquier indicio de sufrimiento fetal; a
continuación, se recostará a la madre sobre todo el lado izquierdo, se iniciará
oxigenación por mascará y se notificará al médico.
Es necesario tomar la presión arterial y el pulso de la madre cada media hora.
Debido a las propiedades antidiuréticas de la oxitocina, también deberá vigilarse
de cerca los ingresos y egresos, asimismo deberá repostarse cualquier
disminución en las uresis la supervisión del avance del trabajo de parto es otro
aspecto importante. Con la estimulación de contracciones más efectivas, la
dilatación cervical puede ser mucho más rápida y deberá detectarse lo más
pronto posible para realizar los preparativos correspondientes para el parto.
Es importante contar con un método para registrar frecuencia cantidad, y
velocidad de la administración de oxitocina, foco cardiaco fetal, presión arterial y
pulso de la madre, así como frecuencia, intensidad y duración de las
contracciones, y otros aspectos pertinentes. Para este fin se utiliza el registro del
trabajo de parto de la paciente puede existir un registro de oxitocina o diagrama

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