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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Santa María

Facultad de Derecho

Cátedra de Derecho Laboral I

LOS MÉTODOS DE ESTUDIO Y TÉCNICAS DE

REDACCIÓN Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

Facilitador Bachiller

Abg. Pérez, Miguel C.I.: V-24.656.017 Araujo, Josseff

Materia

Derecho Laboral I (N, sección B)

Caracas, octubre del 2021


Introducción

El aprendizaje es un proceso complejo mediante el cual se

obtienen nuevos conocimientos de forma sistemática. Diversos expertos

en pedagogía, a lo largo de los años, se han esforzado en desarrollar y

perfeccionar técnicas que faciliten el proceso de aprendizaje, en una

sociedad cada vez más competitiva en donde economizar el tiempo y a la

vez lograr mayores resultados es un reto cada vez mayor. Es este el

motivo por el cual en este trabajo estudiaremos diversos métodos de

estudio y recomendaciones para su aplicación efectiva, así como también

trataremos aspectos relativos a la técnica de redacción jurídica soportada

en argumentos legales y jurisprudenciales que hagan de nuestro ejercicio

profesional una carrera exitosa y responsable para con nuestra sociedad.


Métodos de estudio

Los métodos de estudio son estrategias o técnicas que se ponen

en práctica para adquirir aprendizajes, ayudando a facilitar el proceso de

memorización y estudio, con la finalidad principal de mejorar el

rendimiento académico, pero pudiendo ser aplicados en múltiples ámbitos

de la vida y del ejercicio del Derecho, ya que el aprendizaje puede

relacionarse con el manejo de un contenido teórico, o con el desarrollo de

habilidades para dominar una determinada actividad de ejecución

práctica.

No existe una estrategia de estudio única y milagrosa, sino que

cada persona tiene que aprender con su propio ritmo y método que le sea

más favorable, incluso si eso requiere la aplicación simultánea de varios

métodos de estudio, o la modificación de los métodos de estudio para

adaptarlo a sus necesidades y capacidades. Pese a esto, hay estudios

realizados en el área del aprendizaje que permiten desarrollar ciertas

técnicas de estudio que pueden ser de utilidad para lograr acelerar y

optimizar el proceso de aprendizaje.


Antes de entrar a estudiar los métodos de estudio, debemos

comentar la preparación previa a los mismos, para asegurarnos de

aprovechar enteramente la dinámica de cada método de estudio, pues

sino el trabajo se dificultará o podría resultar tan inesperadamente

inefectivo como vano.

Lo primero que debemos tener en mente al momento de

disponernos a emplear una técnica de estudio es tener una adecuada

gerencia del tiempo, para lo cual es recomendable estructurar un horario

de actividades semanales, que permite planificarlas y también permite

controlarlas. Este horario debe contener tanto nuestras actividades de

rutina, como las comidas, clases, traslados, descanso, trabajo, sueño,

ocio, así como el horario destinado al estudio. Este horario debe ser

respetado, por lo que al momento de planificar, hay que ser realistas con

la distribución del tiempo; claro está, siempre existirán imprevistos o

inconvenientes que pueden causar variaciones en lo programado, pero

tener un programa, aún en estas situaciones, nos permite hacernos una

idea de qué áreas estamos descuidando para así ponerles más esmero

en lo sucesivo.

En segundo lugar, antes de disponernos a emplear una técnica de

estudio, es necesario pasar por las técnicas que estimularán nuestra

capacidad de atención, ya que “Observar con atención equivale a


recordar con claridad”, en palabras de la profesora Ana Karina D’ Orazio

Q. Una de las principales técnicas que recomienda, es la relajación, que

se refiere a la capacidad innata del cuerpo para alcanzar un estado

especial caracterizado por una reducción del ritmo respiratorio, del ritmo

cardíaco, de la presión arterial y de la velocidad del metabolismo, y que

modifica las ondas cerebrales, rompiendo los ciclos de ansiedad. De

acuerdo a Herber Benson, una relajación básica puede conseguirse de la

siguiente forma:

1. Elegir una posición cómoda, con la espalda derecha, acostado o

sentado, sin dormirse.

2. Cerrar los ojos.

3. Relajar los músculos, liberando de forma mental la tensión del

cuerpo.

4. Concentrarse en la respiración, asimilando los momentos en que el

aire entra y sale del cuerpo.

5. Durante 5 o 15 minutos, repetir en silencio una palabra o frase

mientras se expulsa el aire.

6. Mantener una actitud pasiva, dejando pasar imágenes o

pensamientos, sin intentar frenarlos.

7. Incorporarse al estudio lentamente al finalizar.


Hecho este preámbulo de preparación para adquirir conocimientos, se

puede comenzar a aplicar un método de estudio, y comenzaremos

hablando acerca de la toma de notas.

La toma de notas, como primer método de estudio a desarrollar,

consiste en la escritura de apuntes respecto de ideas destacadas de una

clase o de un texto que estemos leyendo. Se piensa que, cuanto más

cortos, mejores serán los apuntes tomados en clase, pues las notas

deben ser breves e incompletas, pues deben servir para que el

estudiante, después de clases, pueda usar esas pocas palabras

registradas como estímulos para recordar todo el pensamiento expuesto,

y luego completarlo, agregando todo lo que la memoria nos proporciona.

La toma de notas ideal, debe ser como una lista de compra, eficaz, breve

y precisa. Inicialmente, al aplicar este método de forma correcta, el

estudiante puede tener temor de anotar muy poco, pero la experiencia

repetida va mostrando cuánto y qué anotar. Es necesario tomar el riesgo

para poder seguir la clase con interés, pues la comodidad puede ser un

enemigo del aprendizaje. Una de las ventajas de tomar notas breves es

que ésta brevedad nos incita a repasarlas para completarlas dentro de

las 24 horas siguientes a haberlas tomado, pues no es recomendable

dejarla para después, pues se corre el riesgo de no comprenderlas, y esto

es clave, porque allí entra otro método de estudio: el repaso.


El repaso es el método de estudio que consolida lo comprendido.

Comprender es un requisito necesario para aprender, pero no un requisito

suficiente, pues hay que memorizar el conocimiento, y ello solo es posible

mediante un repaso adecuado. Expertos citados por la profesora D’

Orazio estiman que cinco repasos de un tema hacen que éste se fije en

nuestra memoria casi de por vida.

Otras estrategias de aprendizaje muy útiles son las siguientes:

1. El enlace con experiencias previas, siendo esto una evocación que

se hace de información acumulada asociada al tema, lo que nos

permite identificar cada aspecto de mejor forma.

2. La inferencia, que consiste en anticiparse a lo que vendrá cuando

leemos o escuchamos una clase, que se realiza a partir de datos

acumulados, potenciando el nivel de interés y de atención y

disminuyendo la incómoda sensación de incertidumbre.

3. El análisis, lo que se entiende como el examen minucioso y

pormenorizado de un asunto con el objeto de conocer su

naturaleza, características, estado y factores que intervienen en el

mismo. Es la acción de desentrañar por completo el sentido de un

elemento sujeto a estudio. En el Derecho, solemos utilizar el

análisis teórico, para conocer sistemáticamente las teorías y


conceptos, sea en sí mismos, o aplicados a un determinado objeto

de estudio.

4. El resumen: el resumen es una exposición abreviada, concisa y fiel

sobre los puntos más importantes de un texto o documento, el cual

debe ser objetivo, claro y coherente. Podría decirse que un

resumen es una forma condensada de un texto o un discurso, lo

que significa que es la selección de su material más central, vital o

importante, descartando aquellas ideas no estrictamente

necesarias para la comprensión del texto. El resumen es un

excelente método de estudio, pues nos permite aplicarlo con

enfoque en lo que se considera más relevante para solucionar un

determinado asunto, como podría ser la resolución de una prueba

académica, por ejemplo.

5. La reflexión, que resulta, en mi opinión, uno de los métodos de

estudio más importantes, pues consiste en el pensamiento o

consideración de algo con atención y detenimiento para estudiarlo

o comprenderlo bien, en cuanto a su verdadero alcance y

consecuencias. La reflexión nos permite hacer propios los

conocimientos y entender cómo podrían servirnos en el ejercicio

profesional.

6. La síntesis: La síntesis es una técnica de estudio muy útil, pues es

un compendio condensado de los conceptos más relevantes sobre

el tratamiento de un tema determinado, formado por la reducción

de un tópico a sus elementos sustanciales, desde un punto de vista


más personal, que incluye la perspectiva con que el estudiante

recibe la lectura. Se podría decir que una síntesis es muy similar al

resumen, pero se diferencia en el “toque” personal que ésta tiene,

pues la estructura de la síntesis permite que su autor le añada su

propio punto de vista, pues más allá de un resumen, consiste en

plasmar lo que se asimiló, de la forma en que se asimiló. La

síntesis es usada para obtener ideas relevantes de una obra

extensa, conclusiones de ensayos, investigaciones e informes, y su

estructura depende de la perspectiva y de los intereses de quien

escribe, pudiendo el lector expresar, con sus propias palabras y

estilo, la idea principal del autor, cambiando el orden de acuerdo a

su interés, utilizando analogías, trabajo de investigación,

ampliación e incluso confrontación con sus propias posturas.

Una correcta síntesis se realiza tras haber leído el texto, y

releído para subrayar las ideas centrales, estructurando

mentalmente el texto durante este proceso para organizar las

ideas. Posteriormente, se expresaran ideas recurriendo a la

paráfrasis, no alterando el sentido original de cada idea, pero

pudiendo confrontarla. Es importante utilizar términos breves,

eliminar vocablos superfluos, y comentar con fundamento sobre el

material original.
Redacción jurídica

Es un conjunto de escritos que presentan los abogados utilizando

terminología adecuada. Estos escritos deben redactarse de manera

correcta, lo cual significa que no basta que se presenten con buena

ortografía sino que además tienen que estar bien argumentados tomando

como base las leyes vigentes. Los abogados que ejercen

profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de

procesos, se dediquen al asesoramiento y consejo jurídico o ejerzan

funciones de magistrados o juristas, están obligados a emplear y respetar

las reglas gramaticales puesto que ellas dan a los demás la seguridad de

que la palabra empleada corresponde exactamente a un concepto bien

definido.

La redacción jurídica no es más que poner orden en un caos de

palabras y de ideas, expresando de forma escrita, con exactitud y

originalidad, unos hechos determinados (que en nuestro caso traen causa

de una cuestión legal o judicial). Para una correcta redacción jurídica, o

escritura forense, además de conocer las reglas generales de gramática y

ortografía, deberemos dominar los sinónimos jurídicos y tener una notable

claridad de ideas. Una vez ordenemos, mentalmente o mediante


esquemas o mapas conceptuales, nuestras propias ideas, estamos listos

para trasladarlas al papel.

De cómo presentemos nuestro primer escrito en un proceso va a

depender la percepción que tengan de nosotros personas tan importantes

para alcanzar nuestros fines legales como el juez, la parte contraria,

nuestro propio cliente, entre otros.

Es uno de los propósitos fundamentales de la facultad en la

información de los profesionales del Derecho ya que ello llevará a los

abogados en formación que el conocimiento jurídico es dinámico,

evoluciona a la par con el desarrollo de la sociedad y de las Instituciones

sociales y requiere que se le de forma y comunique a través de la lengua,

por ello se contempla dentro de los planes de estudio la investigación y

redacción jurídica.

Debemos tomar en cuenta antes de comenzar a redactar un

escrito, los cuatro principios básicos de todo escrito expositivo y

argumentativo. Estos principios tiene por objeto ayudar a obtener

mentalmente ordenado y se aplica a cada escrito y a cada unidad dentro

del escrito: a cada capítulo, título, subtitulo o párrafo. El escritor debe

además considerar los principios de estilo apropiado para cada escrito,


con el fin de asegurar que el escrito sea un instrumento idóneo para

comunicar y convencer.

Principios

 Principio de unidad del escrito: Todo escrito debe tratar un tema,

el cual se debe enunciar en el título de dicho escrito. Asimismo, se

debe poder resumir y presentar al principio del escrito en una

oración, aunque pueda requerir uno o varios párrafos para su

presentación completa. El resto del escrito se dedica a desarrollar

el tema.

 Principio de la autocontención: Todo escrito debe ser auto

explicativo, debe dejar en el lector la sensación de que no sobran

ni faltan ideas ni palabras, que no tengan que recordar otros

documentos o secciones, o volver a ellos, para poder comprender

lo que usted dice. Una forma de desorden es redactar ideas

incompletas en cada párrafo, capitulo o escrito y deja la impresión

en el lector de que para comprender lo escrito debe acudir a puntos

ya tratados o que se tratarán después, o dando por sentando el

escritor de que el lector está al tanto de temas, noticias o

conceptos que no conoce o que tiene acceso a información que no

puede consultar, al menos, inmediatamente, cuando esto ocurre,


terminan estos escritores sin explicar ningún tema y dejan al lector

siempre al aire.

 Principio de concatenación: En todo escrito cada idea debe llevar

a la siguiente. El escritor si se plantea su trabajo en torno a ideas

centrales y concatenadas, su escrito tendrá una columna vertebral,

será ordenado y coherente y su mensaje llegará al lector. Para el

abogado un escrito profesional, debe precisar el sentido del escrito

y comprender su alcance; determinar los hechos y las normas

legales aplicables; luego estudiar la relación de los hechos con las

fuentes del derecho hasta llegar a la conclusión. Cuando expone

todo ese proceso al cliente debe ir paso a paso.

 Principio de coherencia: Todo escrito debe seguir un esquema.

El esquema es la espina dorsal de una opinión legal y de cualquier

escrito, debe contener todo el hilo de la exposición. Madurar las

ideas previamente y hacer un esquema (mapa, bosquejo), lo

mantiene a uno en línea, ayuda a fijar la mente en cada punto en

discusión y balancear su importancia en relación con el todo

Características de la redacción

 Claridad: Característica primera de la buena redacción si la

intención de quienes escribimos es que nos entienda un amplio

público, esto nos exige claridad en las ideas y transparencia


expositiva; es decir como indica Gonzalo Martín Vivaldi, visión clara

de los hechos o de las ideas y exposición neta y tersa de los

mismos.

 Concisión: Sobre esta segunda cualidad de la buena redacción,

Martín Vivaldi anota que sólo debemos emplear aquellas palabras

que sean absolutamente precisas para expresar lo que queremos

decir. Conciso no quiere decir lacónico sino denso. Otra obligación

de la prosa, como señala Zavala Ruíz, es la concisión, virtud o

cualidad que consiste en decir lo más con lo menos, ahorrar

palabras y evitar lo innecesario. El autor nos invita, con Azorín, a

no entretenernos y destaca que ser conciso exige precisión en el

lenguaje, combatir el exceso verbal y el regodeo, y acabar con las

imprecisiones.

 Sencillez: Uno y otro autor identifican la sencillez que consiste en

emplear palabras de uso común como tercera cualidad de la buena

redacción. Martín Vivaldi afirma que la sencillez no quiere decir

vulgaridad; que con palabras de uso común se pueden expresar

elevados pensamientos, y que esta obligación del buen redactor va

de la mano con la naturalidad. Ser sencillo es huir de lo enredado,

de lo artificioso, de lo complicado, de lo barroco en suma; y ser

natural “es decir naturalmente lo natural”. Sencillo es aquel escritor

que utiliza palabras de fácil comprensión; y natural, quien al escribir

se sirve de su propio vocabulario, de su habitual modo expresivo.

Zavala Ruíz considera la sencillez como una rara virtud, que se


refiere tanto a la construcción de las frases y a su enlace como al

lenguaje empleado.

Los documentos jurídicos afectan siempre más o menos directamente

a cuestiones relacionadas con la justicia. Mediante ellos se crean,

modifican o extinguen situaciones jurídicas: se ordenan conductas, se

resuelven conflictos, se adoptan resoluciones vinculantes, se conceden o

se deniegan peticiones, se informa sobre cuestiones con relevancia

jurídica, se declaran hechos y derechos, se formalizan acuerdos, se

imponen o se cancelan deberes y obligaciones, etc.

En este ámbito se requiere una comunicación clara y eficaz,

que permita conocer con certeza las situaciones de los diversos sujetos

y las incidencias que les afectan. Una elemental manifestación de justicia

es que los documentos jurídicos producidos en el ejercicio de la autoridad

o de cualquier función pública resulten fácilmente inteligibles para los

interesados y que expongan inequívocamente cuanto deben decir.

Es por esto que debe cuidarse la estructura de la misma, con la

finalidad de que la idea que se pretenda exponer con el documento sea

certera y alcance su objetivo. Una buena redacción marca la diferencia

dentro de los procesos judiciales, por lo que es necesario practicar


diariamente hasta perfeccionar la técnica y poder juntar la redacción

jurídica con una buena argumentación utilizando para ello las palabras

adecuadas, exactas y con el significado preciso y claro a lo que se quiere

indicar.

En muchas ocasiones ocurre que esa falta de entendimiento de los

documentos jurídicos es producto de deficiencias en la redacción. Por lo

anterior, debe dársele importancia a la redacción en todos los órdenes del

quehacer jurídico, pero aún más en el ámbito judicial porque las

sentencias modifican el estatus o la vida de los implicados. Es necesario,

entonces, que en el esquema cultural de mucha gente dedicada al

derecho cambie la idea de que la redacción es un elemento secundario o

complementario y como consecuencia se le soslaye o menosprecie.

Por ello siempre serán bienvenidos los esfuerzos para establecer

criterios y lineamientos que permitan elaborar documentos jurídicos más

claros y precisos. Más todavía si se trata de un esfuerzo efectuado de

manera directa por nuestro máximo tribunal, a través de una de sus salas,

para contribuir a mejorar la redacción de las sentencias.


La argumentación jurídica

La argumentación jurídica en los últimos años ha tenido un

desarrollo importante y a pasos acrecentados, tanto en el ámbito teórico

como en el práctico y ha sido de gran interés para los impartidores de

Justicia.

Por esta razón el interés de que el alumnado lleve esta materia

como base de sus estudios.

Primeramente ¿qué significa la proposición “argumentación

jurídica”?; iniciemos entendiendo que la palabra “ARGUMENTACIÓN”

proviene de “ARGUMENTO”, y esta última en su acepción más literal, es

un razonamiento utilizado para demostrar o probar o refutar otra

aseveración y a este proceso se le denomina argumentación y se

entiende como cadena de razonamientos (argumentos) que se hacen

valer contra la otra posición.

El diccionario de la Real Academia Española, determinar que

Argumento es el razonamiento que se emplea para probar o demostrar

una proposición, o bien para convencer a otro de aquello que se afirma o

niega.
Los elementos que hacen posible la argumentación son:

 La existencia de un discurso.

 La existencia de otro discurso que toma al primer discurso como

referente.

A continuación, se aportan algunas definiciones dadas por

doctrinarios reconocidos:

a. Gerardo Ribeiro Toral: Normalmente este concepto, se

entiende como el dar que justifiquen una premisa. Así la

premisa verdadera o probable no es la proposición legal sino

la interpretación que se hace de ella.

b. Rafael de Asis Roig: Es cuando el juez decide argumentar

las premisas o instrumentos que utiliza en la justificación de

las sentencias.

c. Jaime Cárdenas: La argumentación jurídica es dar razones

para sostener nuestras pretensiones, y las razones que se

deben dar no solo implican apelar a la autoridad y al

procedimiento, entrañan sobre todo apelar a su contenido

para que mediante la ponderación sea posible escoger las

más convenientes entre las que no lo son tanto.


Objeto de la argumentación

Es lograr la adhesión de un determinado auditorio, o convencer a

una determinada persona, sobre una tesis o idea, para lograr que se

materialice y exteriorice en la conducta de esos individuos, todo ello

basado en sólidos argumentos que lo respalden. Entonces, inferimos que

uno de los primordiales objetivos de la argumentación es persuadir y

lograr adhesión.

En otras palabras, el objetivo de la argumentación es:

 Persuadir la convicción.

 El argumento es unja parte imprescindible de un proceso de

comprobación.

 Por si contenido el argumento de la argumentación debe referirse a

una afirmación cuya verdad sea independiente de la tesis que trata

de comprobar.
Elementos

En toda argumentación se distinguen diferentes elementos que

también sirven como parte de un argumento y que es lo que lo distingue

de una simple afirmación; y estos elementos son:

 Argumentos, son las razones que justifican una opinión.

 La conclusión, que se deriva de los argumentos.

 Tipos o base argumentativa, es la regla que permite

ponerlos en relación, un conocimiento consabido por los

participantes en la comunicación.

 Fuente, el origen de los argumentos y conclusiones, se cita

para descargar en otros la verdad de las premisas y

garantizar su aceptabilidad.

 Marco argumentativo, el contexto en que se produce la

argumentación.

 Calificadores, elementos que caracterizan las tesis aducidas,

determinan la fuerza argumentativa


Características de la argumentación jurídica

La argumentación tiene las siguientes características:

 Coherencia, toda argumentación es coherente, esto es, se funda

en la existencia de premisas antecedentes, las cuales son capaces

de provocar una respuesta o resolución no absurda, entendiéndose

por esta, aquella que no vulnera regla o principio alguno de la

argumentación, ni produce una conclusión contradictoria.

 Razonabilidad, toda argumentación no solo debe ser capaz de

producir una conclusión, sino que es conclusión debe ser

proporcional al fin que buscan del mismo modo que es proporcional

a los medios empleados para demostrar las premisas que

provocan la consecuencia.

 Suficiencia, con la nota de suficiencia lo que se exige de una

argumentación es la pertinencia en las premisas que fundamentan

una tesis. Así, pues, una argumentación debe poseer las premisas

(ni más ni menos) capaces de producir la consecuencia, ya no

otras. En el caso que la argumentación considere premisas no

necesarias, estas serían impropias y podrían hacer confusa la

argumentación.

 Claridad, toda tesis argumentativa debe ser clara. En esto no hace

falta decir demasiado, si un argumento necesita ser interpretado


para que sea entendido, significa que no es claro. La claridad

radica, precisamente, en que un argumento no necesita ser

interpretado.

 Comunicabilidad, la argumentación es un proceso de comunicación

que se da entre dos o más partes mediante el intercambio de ideas

y puntos de vista, por lo tanto es una técnica para la comunicación.

 Alteridad, la argumentación pretende convencer o persuadir, no es

posible realizar toda la actividad sin no es pensando en función del

otro a quien se pretende convencer; es orientar una determinada

conducta en el otro, es decir intentar generar un cambio en el

comportamiento de la persona o personas a quien se dirige la

argumentación para que se adhieran a las propuestas.

 Procedimental, porque es un proceso que está constituido por una

serie unitaria de secuencias racionales y con ella se propone a

otros a que ingresen a un proceso racional interactivo o puramente

de dialogo. Es una práctica sometida a reglas, en la que los sujetos

se comprometen a respetar ciertas pautas de comunicación por

ejemplo: un debate.

 Gramatical, porque un sujeto cuando argumenta es a través del

lenguaje, y sus reglas gramaticales como son sus elementos, su

estructura y significado, comunica su punto de vista para tratar de

conocer a otros.
Argumentación jurídica en los procesos judiciales

El ámbito jurídico es una instancia natural de la argumentación,

incluso desde la retórica aristotélica le dedica un lugar en el discurso o

genero judicial, y es por ello que en cualquier práctica jurídica se

desarrolla la argumentación, por ejemplo los jueces necesitan de la

argumentación para convencer tanto a las partes como a los tribunales

superiores y a la opinión pública, los legisladores necesitan de buenos

argumentos para convencer de la necesidad de creación de una ley, los

abogados argumentan para convencer al juez de que su cliente tiene la

razón, los académicos utilizan la argumentación para demostrar y

fundamentar sus tesis, los funcionarios utilizan los buenos argumentos

para motivar la emisión de sus actos administrativos dirigidos a los

particulares, es más no existe práctica jurídica en donde no se argumente,

y argumentar en este ámbito implica la aplicación correcta de las

disposiciones legales, y su vinculación con los hechos alegados.


Conclusión

La redacción es la acción a través del cual se expresa por escrito

una idea o evento acaecido con anterioridad. Es esencial que el redactor

organice mentalmente las ideas que desea plasmar en el papel. Una vez

organizado el esquema de ideas, el siguiente paso es definir cuáles son

las ideas principales y secundarias, así, la solidez del escrito no se verá

afectada por la falta de concentración de ideas que, a su vez, no

permitiría la interpretación del texto.

En este sentido, podemos añadir que una buena redacción trae

consigo una buena argumentación, ya que definiendo esta como “es la

expresión oral o escrita de un razonamiento o idea mediante el cual se

intenta probar, refutar o incluso justificar una proposición o tesis”,

podemos decir que toda redacción va dirigida a transmitir un mensaje y

así lograr el convencimiento del auditorio, lo cual requiere necesariamente

una buena estructuración de la idea para lograr ese objetivo.

La argumentación es determinante para generar el convencimiento

de una persona o un grupo de personas, y llevada al ámbito jurídico, esas

personas pasan a ser aquellas que cumplen roles dentro de procesos

judiciales o administrativos. La argumentación aplicada en el mundo


jurídico tiene que contener una buena narrativa de los hechos, pero

también una buena utilización de las disposiciones legales que

representan el basamento o sustento legal de la exigencia, solicitud o

petición que realiza el profesional del derecho ya sea en sede

administrativa o judicial.

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