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¿Qué son las técnicas de

estudio?
Las técnicas de estudio son una forma de afrontar el aprendizaje
intelectual.

Se han detallado estas técnicas en base a investigaciones sobre el


proceso de la práctica en estudiantes y conclusiones de especialistas
(psicólogos, profesores, neurólogos…)

Técnicas de estudio y
estrategias de aprendizaje
¿Son lo mismo?
Se podría decir que sí. Si bien las técnicas son el uso de las mismas, las
estrategias englobarían además, un plan personalizado para llevar a cabo
los objetivos.
Estrategias de estudio y lectura, hay muchas, pero hoy hablaremos de
las reconocidas tradicionalmente y las estudiadas por la ciencia.
Para que sea efectiva, cualquier técnica de estudio empieza por la
lectura del material y una buena comprensión del mismo.
¿Por qué son importantes
las técnicas de estudio?
Aunque tengamos ganas de aprender cosas nuevas y de avanzar en
nuestros estudios, muchas veces los textos que tenemos que memorizar
nos resultan complicados y perdemos motivación.
Este es uno de motivos por los que es importante tener un método que nos
ayude a organizar y ver claros los objetivos a medio y largo plazo.

¿Cuáles son las técnicas


de estudio por orden de
utilidad?

 Realizar ejercicios
relacionados.
 Distribuir la práctica  de estudio.
 Elaborar preguntas.
 Intercalar diferentes materias.
 Auto explicación de los contenidos.
 Realizar resúmenes.
 Subrayar o destacar lo relevante.
 Apoyarse en dibujos.
 Repasar o releer contenido.
 Técnicas mnemónicas
A continuación te damos la explicación y posible aplicación de cada
una de las técnicas de estudio:
 

1. Ejercicios. El “testing
effect”

¿Qué es?
Se trata de trabajar desde la práctica en vez de desde la teoría.
¿Cómo la pongo en practica?
En la medida de lo posible si esa materia permite el uso de ejercicios, test
o exámenes de prueba te ayudará mucho a usar la memoria activa para
acostumbrarte a las vicisitudes de una prueba final y a evitar el estrés.
En los libros de texto esta práctica se usa cada vez más, y el profesor
debería ser parte activa en este tipo de técnicas de estudio.
¿Qué tan efectiva es?
Un estudio de Abbott de más de 100 años de duración (desde el 1909)
comprueba con hechos esta idea.
Los estudiantes más dados a implementar y acabar ejercicios son
notablemente mejores a la hora de ejecutar las pruebas finales.

2. Práctica distribuida

¿Qué significa aplicar la práctica distribuida?


Lo más común entre los estudiantes es ajustar lo máximo posible las horas
de estudio al día del examen. Si podemos dejarlo para los dos últimos
días, cuando la presión acecha, es más fácil ver la obligación de ponernos
a ello.
Pero siento decirte, que no hay nada más lejos de la efectividad que
dejarlo para el último momento. La práctica distribuida sostiene que,
si hacemos y asimilamos todos los días un poco e incluso si
espaciados todo lo posible los días de estudio para esa prueba en
concreto, se ganará mucho en conocimiento y confianza.
¿Cómo aplicar esto?
Desde el día que te anuncian la prueba, programa en tu calendario un
breve periodo de estudio para esa prueba en cuestión, por ejemplo,
puedes marcar en tu calendario que los lunes miércoles y viernes, estudias
60 minutos sobre el tema. En función del tiempo que te quede hasta esa
prueba trata de acortar o alargar el tiempo de estudio a diario o en días
alternos.
También, la repetición de los mismos conceptos afianzará mucho mejor en
la memoria.
Pero… ¿funcionará para mí?
Si hay una de las técnicas de estudio que mejor funcionan, sin lugar a
dudas, esta es una de ellas.
Se le ha dado poca importancia en la escuela tradicional al hecho de
administrar el tiempo de estudio, o sencillamente los docentes no saben
transmitir la importancia de esto al alumnado.
Recuerdo, no hace demasiado de mi etapa en la ESO y bachillerato. El
profesor se limitaba a gritar una vez sonado el timbre: – “No lo dejéis para el
último día”…
Y de hecho, esta debería ser la práctica sobre la que se sostienen el resto
de métodos de estudio. Combinando otros.
Su efectividad está fuera de toda duda, tanto en estudios a largo plazo (las
pruebas finales) como pruebas “sorpresa” de un día para otro. Espaciar o
repartir todo lo posible las horas de estudio es clave. Y esto, aplica a
todo el mundo.
 

3. Elaborar preguntas
 
¿Qué es?
Es la forma de explicación en la que te preguntas por qué es así.
“La mejor respuesta de llega después de hacer la mejor pregunta”
Incitar a generar las preguntas que cada uno necesita, para que la
respuesta sea lo más individualizada posible.
¿Qué tan efectivo es para mí?
Esta técnica es muy efectiva para crear respuestas personales y así
obtener un ancla muy firme sobre de recuerdo.
Este método de estudio nos gusta especialmente ya que trata de estimular
la memoria de la manera más personal. Cuanto más personal es la
pregunta, más se ajusta a la respuesta apropiada para el
entendimiento de cada cual.
Por ejemplo:
En biología, si tenemos que estudiar las leyes de Mendel (el sistema
de transmisión por herencia genética) debemos preguntarnos por qué
esto es así, y llegar a conclusiones igual de válidas que nos sirvan a
nosotros de forma particular para entender el concepto.
Esto liga el estudio a una comprensión paralela muy útil y potente.
Otro detalle importante es que a más conocimiento de una materia más
fácil es elaborar la mejor pregunta.
¿Cómo activo la técnica de la elaboración de
preguntas?
La clave es hacerse preguntas. Busca el por qué de las cosas durante el
proceso de estudio y el entendimiento será tuyo.
Posteriormente encuentra tu respuesta en base a lo estudiado y
notarás la forma de comprensión asociada a esta a técnica.
 

4. Intercalar materias

¿Qué es la técnica de la práctica intercalada?


Se refiere a estudiar dos o más temas relacionados o que se puedan
complementar entre sí.
Se empieza con la práctica distribuida y posteriormente se añade otro
temario de la misma asignatura u otra asignatura que tienda a estimular la
creatividad entre ambas.
¿Cómo aplicar esto?
Estudios demuestran que funciona muy bien para ciencias y matemáticas.
Por ejemplo, indagar en la simplificación de ecuaciones puede
combinarse con gran parte del temario algebraico.
Todavía hay pocos estudios que ayuden a la práctica de
complementar asignaturas entre sí.
Sin embargo, esto puede hacerse de manera intuitiva;  aprender historia
del arte mientras se estudia algún tipo de arquitectura, puede llevar a
pensamientos muy coherentes y creativos.
Del mismo modo, algún tema de ingeniería industrial, puede
complementar el desarrollo de formas de interiorismo o solucionar
problemas de diseños en espacios pequeños.
¿Se entiende la idea?
Puedes preguntar en los comentarios e intentaremos aclarar lo máximo
posible, cualquier duda que te haya quedado. 😉
¿Funcionará para mí?
Los estudios demuestran que la práctica intercalada ayuda a retener,
mejor y durante más tiempo la información, pero sobre todo ayuda a tener
más capacidad de razonamiento y entendimiento.
Obviamente esto no es igual para todo el mundo, pero es cierto que
implementarla y combinarla con el trabajo distribuido, ayuda al estudiante a
averiguar por si mismo, qué le funciona mejor.
¿Cómo lo puedo usar?
La mejor manera de usar esta técnica es incorporarla al plan de estudio.
Organízate desde el bloque de tareas distribuidas e inclúyela para usar en
combinación con otras.
Empieza primero con la técnica de distribución y solo luego, ve añadiendo
temas relacionados para complementar lo que ya sabes.
 

5. Auto explicación
¿Qué es?
La auto explicación es parecida a la elaboración de preguntas.
Requiere que el alumno llegue a una conclusión por si mismo y sepa
explicar a su manera el problema o teoría.
Se suele apoyar en lo que ya sabe para complementar el nuevo estudio, y
de esta manera elabora un archivo de conocimiento personal.
¿Qué tan efectivo es?
Es más efectivo en etapas iniciales que una vez aprendida la materia.
Sin embargo parece una técnica más complicada que las demás. Por otro
lado, la gran ventaja de esta técnica es que es aplicable a casi
cualquier materia o cuestión.
Por otro lado, no hay demasiados estudios que avalen que este tipo
de técnica de estudio ayude a retener a largo plazo la información.
¿Cómo usarla?
Esta técnica nos parece muy interesante ya que se puede llegar a ella,
desde caminos muy didácticos; por ejemplo, ayudando a otros a
entender la materia.
Si eres capaz de explicarle a tu manera el temario a un compañero, estás
extrayendo tus propios razonamientos, con lo cual, lo estás
entendiendo e integrando bien.
Otra manera, es escribir tus propias preguntas sobre el tema y después
buscar y escribir las respuestas.
 

6. Resúmenes
¿Qué es?
Esta es muy obvia por conocida. Se trata de extraer en síntesis la
información valiosa de un texto para quedarse con lo esencial.
¿Qué tan efectiva es?
Practicar el resumen obliga a prestar atención y requiere de interés por
parte del alumno.
Sin embargo parece que la técnica difiere mucho entre estudiantes. A
algunos les parece relativamente fácil utilizarla, mientras que a otros
parece que les cuesta más, indistintamente de si son de primaria,
secundaria o universitarios.
¿Cómo aplicarla?
Si bien la práctica puede llevar a mejorar esta técnica, ya que está muy
extendida, puede no ser igual de afín para todos y requerir más o menos
capacitación.
Puedes aplicarla mientras estudias, después de cada tema y lectura.
trabajando la memoria y reescribiendo lo que has retenido. Con la práctica
se mejora el resumen y más importante, se averigua si a uno le resulta o
no sencillo y útil.
 

7. Subrayado
¿Qué es?
Simple. Destacar las partes del texto que nos parecen más relevantes.
¿Qué tan efectivo es?
Esta “técnica” es la que menos capacitación y esfuerzo requiere y
como tal, es la que menos resultados aporta, tanto a largo, como a
corto plazo.
Pero también depende de cómo y cuánto resaltes. Según parece los
estudiantes que resaltan menos, tienden a sintetizar mejor la información
que los que resaltan más contenido.
Realmente esto no es una técnica como tal. Aunque muchos profesionales
de la docencia y la psicología así lo interpretan.
¿Cómo aplicarla?
El resaltado tan solo debería ser un complemento para el entendimiento de
la lectura y de algunos conceptos.
Úsalo por ejemplo, para crear resúmenes o listas que vas a necesitar
posteriormente.

8. Apoyo en dibujos
¿Qué es?
Se trata de apoyarse en imágenes que nosotros mismos relacionamos y
creamos para el material de estudio.
¿Qué tan efectivo es?
Tener facilidad para crear imágenes depende del instinto visual y
capacidad con esta disciplina. A no todo el mundo se le da bien dibujar.
Por eso no se considera una técnica efectiva (para todo el mundo).
Pero si eres visual y te gusta el dibujo está demostrado que ayuda a
organizar la mente, mejorando la comprensión y estimulando el hábito de
estudio.
Grandes personajes de la ciencia se han apoyado en esta técnica para
crear invenciones que han cambiado el mundo, Albert Einstein y Nikola
Tesla, entre otros…
¿Cómo aplicarla?
Trata de visualizar lo que estás leyendo. Te puede ayudar a darle
perspectiva a la idea, aclarando así dudas a un nivel más general.
Otra forma parecida a aplicar la técnica del del dibujo es mediante mapas
mentales. Estos te ayudan a organizar los conceptos desde los principales
a los más secundarios.
De hecho los mapas mentales son otra técnica de estudio en si misma.
Y puedes ver más detalles de la misma en este artículo.

9. Repaso o relectura
¿Qué es?
Se trata simplemente de volver a leer el contenido ya estudiado.
¿Qué tan efectivo es?
No tiene demasiado misterio, cuanto más revisas unos apuntes, un texto o
una lectura, más fácil es, retener su contenido.
Se podría decir, que es la técnica más conocida entre alumnado y
docentes.
Crear tu resumen y re leerlo hasta aprenderlo de memoria.
Al consumir pocos recursos, es muy fácil usarla, pero su efectividad en el
corto y largo plazo es muy baja.
¿Cómo aplicarla?
Es mucho más efectiva usándola desde la idea del espaciado en el tiempo
– la técnica de la práctica distributiva– que si la aplicamos de seguido.
Crea tus apuntes y revísalos ese mismo día, deja que madure la idea en tu
mente y lo vuelves a releer al cabo de 24h.
 
10.  Técnicas
mnemónicas

¿Qué es?
La técnica consiste en crear palabras clave e imágenes mentales, a veces
inverosímiles, para asociarlas con un concepto en concreto.
¿Qué tan efectivo es?
Esta técnica es impresionante y saca a relucir la plasticidad y
capacidad de la memoria. Está fuera de toda duda que capacita para
aprender de memoria conceptos y listas.
Por otro lado, es algo compleja para la mayoría de las personas. Requiere
de práctica, no porque acarree dificultad, sino por la falta de costumbre
al utilizarla.
Esto hace que casi se deba aprender la técnica como una disciplina en si
misma para que llegue a ser parte de un plan de estudio muy efectivo.
Es muy útil para recordar listas, conceptos más o menos complejos, tablas,
estudiar idiomas o conceptualizar ideas, y algo más difícil para estudios
que requieren de razonamiento.
Siempre puedes aprender la técnica en paralelo revisando  alguno de
nuestros artículos relacionados con mnemotecnia.
¿Cómo aplicarla?
Se trata de asociar palabras que quieras recordar a imágenes abstractas,
conceptos que ya conoces o palabras clave.
Por ejemplo:
Recordar la palabra “informática” se podría asociar a IFK.
O para recordar el nombre de las personas que acabas de conocer,
asocias la persona nueva, a otra con el mismo nombre que ya conozcas, la
retienes en la memoria unos segundos, y se te quedará el nombre durante
más tiempo.
Para recordar listas largas, relaciona mentalmente imágenes
inverosímiles a cada una de las palabras de la lista.

¿Cuáles son las técnicas


de estudio que  peor
funcionan? 👎
El subrayado, resumir, releer y el uso de imágenes. Afirma desde la
universidad de Kent (Inglaterra) el profesor John Dunlosky. Por lo visto su
efectividad está limitada a materias y estudiantes concretos, los resultados
son flojos y dejan entrever todavía muchas variables que no se han tenido
en cuenta; predisposición a la técnica, afinidad natural, bagaje de
hábitos aprendidos, falta de tiempo en los datos o datos limitados…
En Lectura Ágil queremos aclarar (de nuevo) que todas las
calificaciones sobre estas ideas, técnicas, métodos y formas de estudio,
nos parecen tremendamente relativas. Nada que tenga que ver con la
mente y el aprendizaje tiene por qué aplicar igual para todos.
Por ello, os animamos a que comprobéis por vosotros mismos qué os
funciona mejor, y una vez lo conozcáis, os hagáis expertos en aplicar
esa técnica.
 
“Nadie ni ningún estudio puede conocerte mejor que tu mismo.”
 

Otras técnicas y consejos


de estudio igual de
válidos y efectivos…
 
Mapas conceptuales o mapas
mentales.

 
Aquí puedes ver alguno de nuestros artículos relacionados con mapas
conceptuales
 

Usa cartas de dos caras.


 
Por una lado la pregunta y por otra la respuesta. Llévalas siempre contigo,
y repasa cada vez que te acuerdes.
 

Recítate a ti mismo.

Usa una grabadora, lee en voz alta y llévatelo contigo para re escuchar lo
que dices. (esta técnica es ingeniosa y hoy en día es muy fácil de usar con
un smartphone)
 
Enseña a otros.

Como lo comentado en la técnica de la auto explicación. Es muy potente.


Demostrar lo que sabes exteriorizando te reafirmará a ti mismo y te dará
confianza.
 

Organízate muy bien.


Tus notas tus apuntes, ten siempre claro donde está todo.

Crea tu estrategia de estudio


previa.
Ten claro dónde empieza y acaba tu horario y cúmplelo. Que nada te pille
por sorpresa es la mejor manera de evitar estreses imprevistos.

No esperes demasiado a la
inspiración.
 
Muchas personas se pasan horas aletargados esperando a la musa que
les motive.
Olvídate. Pasa a la acción por poca que sea, si hace falta – dite a ti
mismo que hoy estudiarás solo 5 minutos- y de manera automática
continuarás (la mayoría de las veces). Cosas de la adicción a la dopamina
😉
 

Mejores técnicas de
estudio para un examen,
primaria, la ESO o
bachillerato

 
Las mejor valoradas suelen ser las más interesantes:
Trata de hacer ejercicios; pruebas simuladas, test de exámenes
parecidos. Si no te lo facilitan de entrada, se listo y habla con tu
profesor, piensa en un pretexto razonable exponiendo que lo necesitas
para tu plan de estudio.
Práctica distributiva; recuerda, jamás esperes al último momento,
espacia en el tiempo todo lo que puedas, dentro de tus hábitos de estudio.
Planifícate bien; crea tu plan de estudios y cumple el horario.
 
 

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