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Puede entonces, un heredero, viéndose perjudicado por los otros herederos que
no asumen su papel de tal, ni se interesan en el trámite y menos en los gastos y
diligencias propias del trámite sucesorio, fundándose en la ley utilizar la figura
jurídica conocida como el llamamiento a aceptar o repudiar la herencia en los
siguientes términos en el artículo 1289 del C.C.: ―Todo asignatario será obligado,
en virtud de demanda de cualquiera persona interesada en ello, a declarar si
acepta o repudia; y hará esta declaración dentro de los cuarenta días siguientes al
de la demanda. En caso de ausencia del asignatario, o de estar situados los
bienes en lugares distantes, o de otro grave motivo, podrá el juez prorrogar este
plazo; pero nunca por más de un año. Durante este plazo tendrá todo asignatario
la facultad de inspeccionar el objeto asignado; podrá implorar las providencias
conservativas que le conciernan; y no será obligado al pago de ninguna deuda
hereditaria o testamentaria; pero podrá serlo el albacea o curador de la herencia
yacente en sus casos. El heredero, durante el plazo, podrá también inspeccionar
las cuentas y papeles de la sucesión. Si el asignatario ausente no compareciere,
por sí o por legítimo representante, en tiempo oportuno, se le nombrará curador de
bienes que le represente, y acepte por él con beneficio de inventario. Nuestra
legislación procesal civil reglamenta el trámite de éste procedimiento del
requerimiento o llamamiento a los herederos para que se decidan, está en el
artículo 591. ―Todo interesado en un proceso de sucesión podrá pedir antes o
después de su iniciación, que conforme al artículo 1289 del Código Civil, se
requiera a cualquier asignatario para que declare si acepta o repudia la asignación
que se le hubiere deferido, y el juez ordenará el requerimiento si la calidad de
asignatario aparece en el expediente, o el peticionario presenta la prueba
respectiva. Si se ignora el paradero del asignatario y éste carece de representante
o apoderado, se le emplazará. Surtido el emplazamiento, si no hubiere
comparecido se le nombrará curador ad litem, a quien se le hará el requerimiento
para los fines indicados en el primer inciso. El curador ad litem del heredero
procederá como indican los artículos 486 y 575 del Código Civil, y representará al
ausente en el proceso hasta su apersonamiento‖. Recordemos que el asignatario
constituido en mora de declarar si acepta o repudia, se entenderá que repudia
(1290). En lo referente al llamado repudio INTEMPESTIVO, en ejercicio del
derecho de opción sucesoral con la aceptación o repudiación de la herencia; se
encuentra reglado en el código civil y fija los tiempos en que se puede aceptar o
repudiar una herencia, prohibiendo expresamente la repudiación anticipada o
autorización expresa del heredero, así lo vemos cuando se preceptúa en la ley
sustancial en el artículo 1283 que preceptúa: ―No se puede aceptar asignación
alguna sino después que se ha deferido. Pero después de la muerte de la persona
de cuya sucesión se trata, se podrá repudiar toda asignación, aunque sea
condicional y esté pendiente la condición. Se mirará como repudiación
intempestiva, y no tendrá valor alguno, el permiso concedido por un legitimario al
que le debe la legítima para que pueda testar sin consideración a ella. La
jurisprudencia fija los requisitos procesales para que legalmente sea procedente la
presunción legal de repudio: ―
El artículo 1292 del Código Civil establece que la repudiación no se presume de
derecho sino en los casos previstos por la ley, y si bien uno de esos casos en el
que indica el artículo 1290, o sea cuando el asignatario ha sido constituido en
mora de aceptar o repudiar, para ello no basta que el heredero hubiere guardado
silencio durante el término del emplazamiento, sino que es preciso que haya
precedido demanda especial que tuviera por objeto hacer la referida declaración,
conforme al artículo 1289, y que tal 139 demanda se notificara debidamente al
asignatario para surtir el efecto de la presunción establecida en el 1290". 74 Las
presunciones en materia de sucesiones está limitada para los casos de ley,
PRESUNCIÓN DE DERECHO DE REPUDIO está en el artículo 1292 del CC. ―La
repudiación no se presume de derecho sino en los casos previstos por la ley. Para
poder repudiar o rechazar una herencia una persona incapaz, se requiere una
AUTORIZACIÓN JUDICIAL PARA REPUDIAR tal como lo exige el artículo 1293
del CC. ―Los que no tienen la libre administración de sus bienes no pueden
repudiar una asignación a título universal, ni una asignación de bienes raíces o de
bienes muebles que valgan más de mil pesos, sin autorización judicial, con
conocimiento de causa.
Fuera de estos casos existen otros, tanto por disposición expresa de la ley como
por rectas deducciones de la jurisprudencia. La generalidad de los actos, como lo
sostiene DEMOGUE (Trámite de obligaciones en general, T. VII) pueden ser
atacados por la acción paulina y esta acción se admite respecto de los actos
patrimoniales. Por aplicación de este principio pueden existir esta acción respecto
de un arrendamiento prolongado, contraído por el deudor, como arrendador; el
porte de bienes a una sociedad para hacer escapar bienes del deudor aportante a
la persecución de los acreedores; la opción verificada por el deudor, un pacto de
indivisión entre los coherederos, una caución ya personal, ya real. Como
aplicaciones del principio fundamental de la ley pauliana, o sea el de resguardar a
los acreedores contra la mala fe de s deudor, existen acciones expresas en la ley
colombiana, por ejemplo, estas: La acción rescisoria de los acreedores que gocen
del beneficio de separación, sobre la enajenaciones hechas por los herederos
dentro de los seis (6) meses subsiguientes a la apertura de la sucesión y que no
hayan tenido por objeto hacer pagos de créditos sucesorales (art. 1441). La
nulidad de los actos dispositivos verificados por el quebrado en detrimento de sus
acreedores dentro de cierto tiempo anterior a la quiebra (C. Co. arts. 162 y 163); el
derecho de los acreedores del usufructuario para oponerse a la cesión por
renuncia del usufructo (art. 882 del Código Civil); el derecho de los acreedores de
sustituir a un deudor que repudia una herencia, donación o legado, o deja de
cumplir la condición a que está subordinado un derecho eventual (arts. 1451 y
1295, ibídem); y el pago considerado como nulo, hecho a un acreedor en fraude
de los demás acreedores (art.1636).
FUENTE
CODIGO CIVIL
COMPENDIO DE DERECHO DE SUCESIONES MARIO ECHEVERRIA
ESQUIVEL MARIO ECHEVERRIA ACUÑA