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Una 11.

acacwn de Am(J)z,

1/,ome..a{e de amot {.ilial, admi-


tadói< 1<!éuia. a. la. R,ma.. Su-
¡<<tiota. ~•M'a.l Sot Ldida de
')aú,6 r!i!l~i 1ft. OI< &u o..omá6-
túo, de f<a.l.te de la. Coi<r¡te9a.-
twn de Reli¡i.oda1 OMata.1 de 1M
eo~- StmM . b 'Juú. 1Ha.-
%ía..
f.lórtko
Y era en aquel tiempo la ciudad del am<lr y del
sosiego. Cuenca, era la Sierva humilde del Señor.
Las virtudes Cardinales cruzaban noche y dia sus
callee patriarcales. Las Obras de Misericordia, con san-
dalia y hábito de aromas, iban de casa en casa, de bo-
hío en bohío ...
A esa hora, Cuenca de 1897, la de la música di-
luida en sus ríos, la de los retamales semi urbanos, la
de la Catedral de la Inmaculada, apena• en reto•
ño de cúpulas o naves, siente eetremercerse en sus en•
trañas una Vocación de Amor.
Nace en este año, una niña tranquila y apacible. Des-
de la cuna le rodea la lumbre de serenidad y de silen-
cio ... Viene como abstraída a los caminos del tiempo y
del espacio.
Sin embargo, florece una paradoja: le bautizan con
el nombre de LETICIA. o que es lo mismo: Alegría,
Aleluya! Amén, que as! sea.
Así lo quiso Dios para los contrastes de su Des-
tino providencial.
Desde entonces, es una Aleluya que padece su es-

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tado de capu ll o o cri•álida. Una Alegría que sonríe, no
se se sabe con Qnieu ... , pero sonríe ...
A esta dulce Aleluya Dolorida, es a quien sus hijas
dedican los Destellos de su preciosa vida,
Vida de Acción y Sacrificio; de oblación y Amor.
Se la ofrecen cuando los nardos de la tarde em-
piezan a llorecer bajo su toca de Santa Religiosa.
Cuando su espíritu , en lámparas preciosas arde jun-
to n los Sagrarios. fundados por su corazón é uca rístico
y sacerdotal.
Cuando de los surcos de la vida · hu reco¡:ido con har-
tura Vocaciones; dulce Horte lann de la s manos sab ia s y
la confianza plena.
Cuando Bien amnda de pueblos y de almas, Je pro-
rlaman Fortaleza, Cam in o y· Amor.
Sor Leticia de Je8(1 s Céllt~ri, Genera la Inve ncibl e ele
las Fuerzas de la g lo ria de Dios reciba es te homenaje
de filial car iii o, de ve nera ción, lea ltad a su ohra inm or--·
tal, ,n bien de las almas y prestigio trasce nd ente del
Instituto al cual se pertenece.
Cuenca, Pascua de ] 960.

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. dor del Instituto de SacerdQtes y Religiosas Oblatas
Muy Rvdo. Padre Julio María Matovelle, entrega a su
naciente Congregación, las Santas Reglas; aquellas !~-
yes de sabid uría y vi~tud q~e más tarde ella pondna
al servicio de su gobierno inmortal.
Una u.~ción de ame\
~ítíos be cu11c:J
En• la Ciudad del Padre Matovelle y el Hermano
Miguel, el 21 de Noviem_bre de 1927, nace una niña Apenas caminan sus piesecillos, el júbilo del amor
como cualquier botón de rosa o lirio del valle. ' materno; y en sus labios va secándose el néctar de _Jos
_Nadie sa?e q~e en es~ cuerpo endeble y pequeñi, senos de · su madre; cuando 4 años tiene, sus eonnsa~
to, sm emoc100 m pensamiento, hay una águila euca- y Ja dicha con ella juega y canta, muere su piadosa
rística, que llevaría en sus vuelos, después de . pocos madre y en el mismo año, herido por la pena y la de-
lustro•: Sagrarios y Vírgenes de Oblación, por todas solación, también su p~IJ'·
partes.
La niña poco entiende de adioses eternos ni de Ht-
. cristianos y
Al día siguiente de su natalicio, sus grimas, sólo aprecia la falta de unos brazos amantes
eiemplares progenitores Don Jesús Célleri Montero y que ayer le acunaron, de unos besos que besaron su a-
D~a :0ila Montero ~élleri, le llevan al templo de El iegrí11, que enjugaron sus llantos inocentes y le trasmi-
Sagr~no para que reciba las aguas del Bautismo, con tieron un amor 'incomparable, generoso. no só lo para
el vibrante nombre de María Letbia; cuya virtud in• sí, sino: para los niti.os puros como eJJa.
trín seca, la ha vivido gozosa en todos sus calvarios.
Siempre ha sido Alegría de Jesús y de María. De su honda orfandad se hace cargo la abuelita
mat~ . y luego, cuando ésta tambié n desaparece de
Administra el santo Sacramento el Vble. Presblte· la tierra, su abnegada tía Doña Manuela Monte ro, cu-
ro. Sr. ~r. D. Carlos Crespo y son sus padrinos el Dr. ya retiidencia la tiene eu Biblián, lu"'ur al que fu e a vi-
Luis Ne1ra y su esposa Doña Dolores Arcentales. vlr María Leticia. e

En la vida de los seres priviligiados, siempre no El 13 de Marzo de 1901, recib& el sacramento de la


falta nunca lo providencial. En un día como el que Confirmación de manos del Rvdo. Padre Mattama. Es
nqce nuestra ilustre biografiada, el santo y sabio Fuoda• su Madclna Doña Encarnación Sacoto.

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'}".lrlmcrll d.lue!leíót1

Ya no es el Niño le6ús quien vive en la humilde


y recatada niña sino Cristo. A tan corta edad sus fac-
ciones han tomado profundidad moral acentuada, que
quien lo contempla descubre en ella, algo difícil de
explicación.

Su rostro !rente al de Margarita Maria de Alaco.


que, es un espejuelo en el que se mira la santa del
Amor de Dios. Se aureola tan prematuramente de una
especie de majestad, que las niñas como ella, no se re-
suelven casi nunca a invitarla a las rondas de los ple-
nilunios de Biblián.

Le gusta estar con ella misma más que con nadie;


vive como absorta, es una Teresa de Avila Americana,
que habita sus moradas interiores junto a un Ser So-
brenatural, que se unió a ella indisolublemente, desde
las primeras horas de orfandad.
Así, con este personaje en el alma, ingresa en
Octubre de 1904 por primera vez a la Escuela ,Cora•
zón de María, de las RR. MM. Oblatas, dulces golon-
drinas de Oblación que habían buscado sus aleros a la
sombra de la Ermita de la Virgen del Rocío.
Desde ese instante, María leticia se h• libertado
del duelo solitario que marcha consigo. Ya no es buér-
fap,a; sonríe a todo lo que mira, cuenta las rosas del
jardín doméstico; le deleita la llama de los cirios v
m6s que todo, suspira hondamente por una ilusión quC
florece en su ser intimo, al mirar en sus buenas Maes-
tras Monjitas, la sombra de su madre ya perdida ...
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Cfímns 3emdns y estudiosa; sencilla y buena; guarda siempre silencio
tan inteligente y natural, que la bulla del corro amigo
Asi como el cielo constela a y muy querido, le vuelve una isla de grandeza espiritual.
dos en . dos, a veces las estrell~s nuestro parecer de
5or Lucila, distinguida hasta en d modo de cono•
estas bellezas, asoci~ en l ; ' el ~terno Creado~ de
dación del Padre M '1 lle rnyecto Inicial de la F cer las alumnas, pule con esmero esta obra que ya llega
S L ·¡ a ove e a Sor Angél' C un, con rasgos definidos, a sus manos; es decir la ubica
or uc1 a Carrasco. ica orral y en el camino del amor. lnt,,ye que bajo su rostro de
aparente calma se adivina la forja de un volcán de
bleza; se parecen entreª :i
Tienen la semejanz d 1 t 1
a ento, la virtu~ y la no. amor divino, que le tortura delicadamente.
amor, que sumados da
dos, por los caminos
sa ~e Bibliáo ci:,n toda
a: •;:
' como los p;uansmos del
un(versal y puro. Las
e ienc1a .se toman la Ca-
¿Acaso desde el comienzo de la vida no prefiere
los ojos dolorosos de la Virgen, y a Jesús en la or-
glonas. s sus proyeccwnes y foturas fandad de los Calvarios?
Sin sentirlo termina el ciclo de educación prima-
Este santo recinto 1 ria. Esto significa una despedida irremediable. Y, qné
:ovelle logra fundar ' e! e tercer? que el Padre Ma- hacer? Sabe que el amor tiene s,,s penas y ella va
no e la niña María c'et:ia:ue recibe con ritual cari- con mansedumbre para los mereci!uientos que conce-
de Dios, o los que con los brazos se despiden para
Au¡ siente una fiesta d . .
cubre_ que el surtidor no 11 e c~r1c1a~ y ternuras; des- siempre, y con el alma musitan: hasta Juego ...
no gimen sino trinan· qt o~e smo ne¡ que las aves
no llama... ' te e campanario no taije ... 5¡.
l\osAs be espern
. Por su parte Sor A él'
remaran a ]a pequeña ng Y. Sor Lucilo miran y
go de co~te, observa ' c2J~e 1/1
dnc1osa más que el _tri- María Leticia, ya sabe cosechar rosas de espera .. .
Cuando el dolor le sube del alma hasta los ojos, llo-
en que pisa su planta. on ura el puertu de arnbo,
ra a su modo humilde y cauteloso ante la Ermita de
Nuestra Señora del Roc!o; a la hora que la soledad
e•. un pañuelo que puede humedecer ante la Virgen y
€ 11 ef cnmi110 i:,~, nmox d_e¡arlo doblado a sus plantas, con lenguaje de súplica
sin nombre. .

nable~c~i~~~r~re~:;i~u!: ~e Sor Lucila tiene indecli- Ya fuera del co legio, es nuevamente una avecita
ilustre MaP.stra, Es orde!!ada sin H-lero, que en vano golpea con sus alas los ventana-
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les de la amada casona que tanto le enseñó y a la
que espera volver tarde o temprano, ..
Es una verdadera desadaptada de la vida; sin ho.
rario ele ejercicios piadosos, sin !~oras fijas para ]~ rea-
lización de los quehaceres domésticos, no sabe que par-
tido tornar, es tan pequeña todavía .. . Sin embargo, va
serena por doqui.er. Ofrece a su tí_a cuantos servicios
puede proporciona1 le, le hace sentir un ca lor de gra-
titud y estimación, casi ardoroso; causa por la que és-
ta todo lo daría, por no perder jamás a su sobrina.
No deja de visitar siempre que puede e sus que-
ridas Madres Oblatas, y cuando las abraza 1 es imposi-
ble no temblar como frágil mariposa, jun1o a la clarí-
sima bujía que le atrae y le quema tiernamente.
-Ya volveré, les asegura, casi llorando.
-Sí, hija mía, ofrece a la Madre del Cielo, las
rosas de espera de tus lágrimas, le contesten , conmo-
vidas las dos religiosas.

Vlibo et1 d Cido

Un año vive In pobre mna íuera de su nido de


amor, que lo supone colgado del cielo. Cuando lo con-
templa desde 1a Gruta de la Virgen, cuúntos recuer-
dos blancos le envía: cuántos ensuei1os de su corazón
que no ha conocido otro amor antes ni podrá conocer
otro después. Con todo espera, tiene ya un rosal de
estas rosas, ..
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Este lapso de ausencia principia en 1912 y termi-
na en 1913, cuando el Excmo. Prelado Monseñor Ma- si dolorido y contrariado hace llamar a la superiora y
nuel Maria Pólit visita la Casa de Biblián, la nueva le reclama la niña.
fundación del Instituto del Padre Matovelle, con el ex-
Sor Angélica, que apreta temblorosa?'_ente el Ro-
clusivo objeto de palpar la realidad, los afectos de a-
sario con su diestra en demanda de aux1ho, responde
postoludo, la organización y otras condiciones rituales de la manera más dulce y convincente a la buena se-
que era menester para ~roceder a la Aprobación Dio-
cesana del mismo. ñora. Le hace ver el porvenir de la inteligente y va-
liosa pariente, hasta que consigue, que todo ese to-
Las dos ilustres Religiosas Maestras de Biblián rrente de dudas y aun de impaciencia, se torne en manso
Sor Angélica y Sor Lucila, antes que los propios inte'. mananlial de lágrimas de gratitud.
reses de la Congregación piensan en su amada discí- Y pese a la estrechez económica de_ la casa local,
pula y creen una oportunidad maravillosa que la Divina Sor Angélica la rtcibe amorosament~, estima en lo que
Provide~cia deposita en sus manos para arrancar defi- vale el noble interés que Sor Lucilo demuestra desde
nitivamente a Maria Leticia de su hogar adoptivo. Ven que ve partir a María Leticia porque regrese cuanto
claramente que la Comunidad de Oblatas es quien de- antes, y unidas en espíritu se compromet~n a velar por
be retener a esta privilegiada:criatura bajo su manto. ella hasta verla tomar los preciosos caaunos de Obla-
Están seguras de ello, porque antes ayudadas por el ción con hñbito y toca, cual las dos.
santo párroco de Biblián Rvdmo. Sr. Dr. Daniel Muñoz
probaron guardarla a la sombra de las Madres de la
Divina Providencia de Azogues, propósito que no pudo
ser realizado por diversas dificultadee que se opusieron Y.,ucrto b~ Cfurorn
tenazmente al ingreso.

Así es como mientrne la feligresía,se agita en la


recepción del eminente Pastor, las dos Religiosas van Y ahora todo es bueno, hermoso y feliz, si antes
en pos de ella, le toman de su mano resuelta y vo- (ue un nielo de amor; ahora es en el anhelado puer•
luntaria y en un parpadear de estre1lasya están en su lo en donde arde la Ju, de In Verdad Profunda.
propio y bendito nido. Leticia con una mirada recons-
truye su pasado escolar feliz y vuelve a la dicha que . Todo encuentra lo mismo, sólo el amor es m{,s.
tan cara le cost6 su int~rrupción. Se siente bien querida, rodeada de brazos que la am-
paran. Porque no sabe todavÍll, no . musita al~o del
Su tia Manuela que advierte la demora de su que• Cantar de los Cantares; pero ya se siente elegida, de
tida sobrina y más allá de segura que está en Casa de suerte que obedecer, trab,ijar, orar, y padecer son las
las Madres Oblatas, se dirige hacia ella y en tono ca- luces que· brillan en su puerto.
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Sin embargo, su alma apacible, sólida en la sere-
nidad y el silencio choca de repente con una peque-
ñuela que antes que ella y como ella, por los ingra-
tos caminos de la orfandad ha tomado sitio en la
mansión obl,ta. Es la diminuta y eterna Elina Gon-
zalez, es decir su polo opuesto, el constraste bullicioso
e inocente de su modo de ser innato: y con e1la otras
más, distinguiéndose Elina por su personalidad y origi-
nalidad •un terremoto del Espíritu Santo•, como dijo
Che,therton, del dulce Poverello de Asís.
No hay lucha entre las dos, porque Leticia es la
misma fortaleza en su carácter; nada Je parece malo
de todo cuanto hace su compañerita; por lo contrnrio,
le consagra singular cariño y todo lo lleva por el ca-
mino de la disculpa, la sencillez y aun, hasta de lo
festivo. Cuando es necesario trenza sus rubios y cortos
cabellos, cuida de su aseo personal, le ayuda en sus
deberes y le colma de finas atenciones.

Elina que es un bello gorrión de trav esuras, tra-


ta a toda costa de tentar a su amiguita mayor, a la
chacota, al blanco corri llo de sus juegos, cosa que
no logra y que le llena de recelos. Un día, como
por inspiración providencial, dice a Madre Lucila:

•Madre, por qué a mí só lo me reta, me castiga


Y corrige, y a Leticiu nada, siendo como eHa es bien
malita. conmigo? La prudentisima Religiosa, queda muy
pea~hva ante ~l reclamo. Naturalmente aqueJla nunca Casa del Tambo
habra dado motivo alguno para ser retada, sin embargo, En los deslaves del páramo, en _dond\? el fr_i~ y la neblina
hay ':lue probarla una vez por todas. Hay que inmolar tienen su epopeya eterna, S_or LettCVJ, en benef1c10 de la clase
e~e hern~ corazón que apenas está restañando sus he- indígena cnvla una Comunidod de sus Religiosas heroica!!, pa-
ridas. Ehna es el inocente instrumento de holQcausto. ro que esa humanidad abandonada, !'iea inccrJ?Orada. al mundo
civilizado y culto. Abre un plantel de educación _pnmona lle-
no de ater:,cioncs modernas y hondo coriño espiritual.
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ca ponérse a las órdenes de_ la Hermana Dolores, que
€1 <1t11or es m~s fuerte _que lci muerte. pasa en ocupaciones de cocma y otras faenas domés-
ticas y duras.
Como si las puertas d el cielo volvieran a abrirse,
El ! proyec~ debe cumplir.!", ~cúanto antes. La pe- corre ha cia la buena hermana en donde halla refugio
queña l ictima hene hondura esp1r1!ual pu.ra la prueba. blanco y amable, se multiplica para. ayudar!~ aun en
So Lucila prncura llegar a "I\ momento confiden- los oficios .. má.a.l>ajos. Alegre y co nfiada, a1.r d1endo . en
cial co la Su\ieriora y le proporle depurar en el cri - amo7celestial,. barre lava, sirve a los demas y olvida
sol de la ~rueba el alma de Le{icia, ,sometiéndola al (!! ~ liy ue __htbió _,.¡ amanecer. ...
dolor más grand \ ~e su vida. \ _ 1
-Voy a UesJ edirla de la ias~¡::1
¡lrop_one _sor Lu-
cila a ¡la digua s11pcriora. Vu~l t~ Re.v'j.'en.cia ratifi,
1 J5cbíó ~11 fuc11tc pu.rn
ca;á m1 orden ! fe m?folm~t f ª i ºr'i;\e.
c1011 present11dá por el*I. ' ,1 . l
J .'rite la situa-
_· •; Estamos en J.91.!i y en el mes de Agosto; Leticia
As¡ fue, la voz .\1 e 1q1t;l~ fli · ·
cónll1>lí a por con la naturalidad que vuelve el agua en tules de ne-
toda la eternidad un·• recml:ª ~\'io ' cion de , A r. blina al cielo, ~ieu..Q.e al Postulantndo, con un lirio abier-
to en el roatrc>, al que en Comunidad le llaman Velo.
Sor L°'cila aprove!ha el me~ U ~ ~to y 0
dr~sticlnenlJ, de la _clase en donde signo· :,,O¡¡ : Nada extraña ni desea. Está en su m edio propio,
c1on y apla(1 so estudios supe ores.-- Eree · una, para el que naci6. De los muchos años vividos a la aom•
no me. eces ·.estar en este Iu¡ar: llena de d~lect , ind e- bra de Sor Lucila y Sor Angélica, porta un compendio
v-.:> tl!., s~u talento; Elina tiene suficiente raz6"ñ · pB a que de saber v ~iirtud. Desde la aristocracia espiritual, has-
ja rse d~ tí, lo mi smo que todas las do casa. _ ta el modo· más simple de existir de sus maestras, posee
~ elicia ni siquiera levanta · sus negros
mirar a su a.mada Maestra. No se disculpa ni a erigua
·:j s para en grado sumo y fiel. Como no se equivoca en el sen-
dero propuesto , es una viña joven que quiere florecer
la ca usa que promueve tan cruel r esolución. Y cuando para hs delicadezas del lagar ...
entiend e que sor>dLuéilli 11\h llírm'ibado de decirla, Para su nueva formación tiene frente a ella, como
n11.1 ~l/ ~l!"~[, / l~Jl•.1,,~l'I, lágri_~,Ah~~ 1~ncawhlll,¡,h¡ijp\\ge- su Maestra a Sor Isabel Calderón dechada de austeri-
mtpt~.1 1a~1a. 81~\lpen qrp. ,11 e~ b,uspa11.de Ufl.J<p{),Sible ncou, dades y perfección religiosa. Es la Oblata de los ojos
s~clo _1Y. ,' m~d1tac_L6n;SJpe110 buan8011•la ·éhotnmtM ny Jde!dfo:J bajos y el alma recogida, la que recoge con celo la ml-
d1,\lll!l·1le .confü\lica' 46 ' sur88\Ab:' Macir'~ '''J\riu~liM' d\ijhl~l nima hebra de sedu que van dejando las Hemanas que
ce:Ht~ vm\v ¡ l, \ 'dl.
, r.•,117 q '111 TOA f 1l8 J :t q hr, 1fí_,'J:J
,. 1m1 P9f,¡, ?, , ,1,f~pu¡,s\a, ,¡J,, ,0 ~~pell'~311. ,,l." !11ª.t
í¡{
passron antes que ella ... Fina, sensitiva, ama a las flo-
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res y en virtud del voto de pobrexa qu e lo pracl ica a .
la manera de Isabel, de Hupgría, las ama pero ,no ,las to.
ca ... ni las corta .. Apenas si su aroma lo percibe .. ,
La joven postulante observa a su Maestra y copia
con fidelidad profunda su fi sonomía integral, Vino del
silencio y eslá en él sin esfu erzo ninguno: Observanle,
juiciosa, talentosa y buena; termina su primer estado
de formación religiosa, con tanta 'Sencillez, como, si a-
cabora de cru zar un sendero muchas veces andoclo.

i}lor be Oblnció11.

Eelá suficienten¡ent e probada hasla ·la saciedad.


Las arenas del amor propio no enturbian la ÍL,ente ·de
su alma .. Nada hay de ella en sí misma, só lo reina
Jesús, su primer Amor.
Después del gran sacriliciu de las sanlas Religiosas,
de haber somelido a una prueba de la cual habría sa-
lido derrotada , quiz[ts la mús avisadu y entrenada oo-
vicia, bendicen a Dios por la dádiva que acaban de
recibir de sus manos. Leticia, desde entonces. ya no
es simplemente la joven qu e estudi a y i::~ prepara sin
meta conocida , sino otra ¡Jrimicia vocacional de Bi•
blián.
Termina la Suprema y como todos los años, va
con sus Madres a Cuenca, la matriz de la fundación.
La encantadora Elina íorma también parte de la ca ra•
vana de vacación. EUa salvo -es cnpaz de transformar el
estable silencio de la Casa, en un conservatorio de
--20-
trinos y gorjeos. Aquí, la compañía de Leticia poco o 0 8. pronto seria la Capitana de toda un a fa la nge de in vicfi.
da le interesa, porque encuentra su genial contendo- y h eroicas mujeres, q ue con traj e de O b la tas r o mpen a n
ra, se toca con otra lliminuta criatura, tal cual para fronteras para levant•r sus tiend as de amo r, por todo
sus exigencias de carácter. Allí traba amistad con la el mundo.
interna Clorinda Nieto, abalorio que hace par con E- La mu y Vble. sor Josefa Jñig uez, se enc ueo tr_a fren•
lioa, con la _q_ue realiza ~zañae tan+originales como la le al No viciado, q uien desempeña a su vez~ e l 1m po r·
d , tornar un acordeón en¡re ~as nos, una de "ca'daJ ex-
tante cargo de Secreta ria General de l_ !nst1tuto. Aq ui,
tremo, para J?roducir alguga _nota, hasta arra¡ rlol mi- tampoco ha lla dificultad la pulcra Nov1c1á, s u modesha
tad a mitad. ' . ,.J íntima y virtuosa des lumbra 8 ID q uererl o, c_on e lla e n•
Son almits ·• preciosas . Yr. herman~, ile tr ve- se ña y edifica y se aleja a un más de la tie rra q ue lu
ta
sora en travesura 1• llegan 1~ser exponentes!Je la Con- abandonó sin pena ni dol or.
gregaci6~ Oblata, a la cu~ • h~nran· ba~ta ,hoy. Sor E,lina
como e¡empl~~ y santa _Sr¡i~l'IOrB en ~lpiale, y Sor po-
rmda como ,lustre, y<J vut[ o¡ a ,Maestra•-_ d¡, Novicia1 en
esta ciudad. ' a. ,. ¡ \., H '((::iempo be c,(burc:i
.l 3 á' • .J _.
Leticia, a !a Cll,81 1 • · os pican\ las le II man
cseñorita• _d~~pués d€; Ia segund é vacacióh\ y ' y8 n re- Seis meses desp ués, el 27 de Mayo de L9 17, la
gresa .a E1bhan quec!Ji en l~ sa ei•~riz! " dicha son ríe y para mayor acen to de su felicidad, e l
,v O' ...
Santo y Sabio F und ador J ulio• Ma ría Matove lle, es
.,• quien le entre~on su_s Q_rgpias manos el San to Há•
'((:ribo( i;n í~tico ¡';. bito· «'Eñ'tra en t!I, le dice: q ue es la casa de Dios, en
él bogarás y aq uietarás tu co raz6n; mansa se to rn a ri1
tu sangre y saldrás de él como la nieve b lanca; como
el nard o y el velló n suave de los corderill os. Te da-
_ El 21 de Ma_rzo de~ l7,_ ~lll'ía Leticia, " ~co pa• rá fo rtaleza cuando lu volu ntad de l Seiior te v ue lva y
nada de Clementina Zam ro, y Zoila Crespo4 Serifno r~v uelvn el corazó n . Peregri na rás en el desiert o de IÜ
Ncala~ la -••gunda morad tl~ti' Instituto y se lja a~ vida. como dent ro de las ma nos de Dios: en las no•
ov1c~as.,, , ·l I
l lrt chC'! de tribulación te serú regazo com unica ti vo <le paz
~on tres la',Í que conlii¡_uran el Trébol Místico del y bienaventu ranza; en los dios de júbilo, a pagará co n
mencionado año: un año cas1 'c1CSoltdoeñvocaCiones en los bálsamos de la humildad y la sencillez la lur ti va
~uanto dal número, pero no cuanto a calidad eneros¿ y llama de las emociones te rrena les" .
rascen ente. Entre ellas arriba Leticia Célleri, 1a que muy Delante del altar litúrgico de l Te mplo de Todos
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Santos, la púdica Novicia que ha caído en abstracción
suprema, está de rodillas, con el rostro vencido sobre 9'olo11b,rincis bel Scigrcirío
el pecho y los ojos cerrados, escuchando cuánto el
verbo espiritual del que es maestro, Fundador y An.i-
go, le comunica y trasmite. Como todo naciente Instituto, este frondos? y . lu,1•
p d Matovelle tiene su paréntesis h1sto•
Por su parte, hace la promesa ritual con claridnd gurante del a _re '. de re'conditece• que só lo el To-
y unción. Y empieza a florecer tres veces lirios: Obe- rico tiene su h1stona
diencia, Pobreza, Castidad. dop~deroso lo sabe.
Si bien está perfectamente estJblecida la Congrega·
Y luego se levanta y camina lentamente. Y baja ción, pero hay 27 Religiosa:1 q;.it' 110 pueden e~onun•
del altar como de la cima inmortal hacia el valle in- ciar 808 Votos Perpetuos. porque los santos Cano~,es
cierto de la vida.
los piden y permiten diez años dt' , puéa de la Profe~1on
.Jlq.!l años más tarde_, cuando se ha quebrantado to• Religiosa .
da ella, como Ja uva en lugar y el trigo en el mo- Mas la Divina Providencia, que suaviza con pa•
lino: cuando su rostro adquiere del resplan;,1vr de Dios terna! amor los cnminos de sus ei:wt1gidoo, inspira 1a
más resplandor: de la blancura de Jas hoslias, más Santa Sede, que puedan ser pro1111nc·ic1dos, cumphd_os
blancura, y en los abismos db E!u a lma hay miel de pa- tres años de vida Religio~a, con prórroga de tres mas.
nal, aromas de virtud, realiza sus Votos temporales, por
supueblo, para los demás; pero para ella ya eternos y Anle tan grandiosa noticie, el_Jl ,J.&. ~ptiembre e.Je
perpetuoti. 1927 fiestn de l, Niña ll-l"ría, Aclvocuc16n por excelen-
cialJOíata y ele culto a lñ Smo. Virgen, el Excmo.
Si desde el noviciado supo de los misterios del Prelado Monseiior Daniel llermidu, Obispo de Cuen-
apostolado, formando pequeñuelas, 1.1ue asisten a la Es- ca recibe de las 27 golo,1drinas del S ,grario, la pro-
cuela gratuita de la Comuni.:lad, no digamos ehora qu e m~sa heroica de sus Voto3 Perpet110:,, incluyéndose en
con el nombre de Madre Leticia de Jesús, es de Je• es-tP florón eucarístico, Sor Leticia cy;-Jesús Céllt:ri.
sús, &iu reserva.

Una ~ez incorporada a la Congregación, sus ilus-


tres . B~~er.10ras quieren aprovechar de sus talentos, de
sus m1~1at_1vas y aptitudes, y la envian a Paute, una de Ut1 Cnl,~<lt'io be Soles
las principales fundaciones hasta alli e,cistentes; en
donde le conffon la Clase Suprema, en la que tiene Crucificar:,e en una estrella qut, es amor y es luz,
lugar .ª . ,Poner en relieve las dotes de organización, ti- es aprender a subir los rumbos inmorlules, pero de to•
no, vir,;1on y elevada cultu ra. · dos modos es crucificarse.
2,1
-25-
ro Paute, Sor Leticia, enseña muchos años y mu-
chos niños. Tiene ya generaciones que pueden llamar-
se disclpulos amados de su corazón m•gnánimo y ge-
neroso. Permanece allí hasta 1934, luego, obedece y va
a Quito.

La humanidad que crece con alarde y los pueblos


que se ensanchan con orgu llo , necesitan a todo trance,
caravanas de alma s exóticas que ll eguen, que se enraícen y
1nultipliquen, para que ronviertan en oásis, refugios y pór-
ticos del bien. Quito, la ciudad de las trepidaciones psi-
co lógicas y multitudinarias, la asalariada de lo s días de
sol y de calor, la s~nsitivti devota del Hermano Miguel
y ahora la convencid a admiradora de la obra profun-
da y futu ra! de la Comunidad de Oblatas, siente
la nos-
talgia de unos rostros humildes y tocados de gracia,
c.¡ue no conoce: tiene como una esperunza, que espera
en lq• puertos de sus novedades, la ll egada de manos
mens.!ijeras que le enttegarán el don del saber y la vir-
tud para sus hijos.
Y como la semilla del Instituto del Padre Matove-
lle ya tiene presencia irrefut ab le en la metrópoh, me-
diante sus Sacerdot es, nada más laudabl e que enca-
minar hacia allá una pléyade de Mujeres cOasagradas
al servicio de Dios y la humanidad. Así sucede, en 1933,
mi\rchan la s intrépidas conqu istadoras de los repechos
del Pichincha, clavan su tienda en sus d~slaves y agullr•
dan el Tabor de su destino, en marcha hacia el Calvario .
El primordial objeto del trasplante de la Congre-
gación a Quito, es la docencia. Deben ser Maestras
de Jesucristo. donde Mariana de Jesús lo íué también.
Funda la Casa , Fidel Marlínez• y es asi como pura la
apertura de clases, va una delegación formidable de He-
l ,_
...
-26-
ligiosas, cuyos nombres constan en el ar~hivo de la Casa do11de, splo las neblinas en grandes rebaños, pastan la
Madre y son: Sor Leticia Célleri, filomena Cordero, Vic- indolencia dei mundo cristiano y civilizado. ·
toria Santacruz, Maclovia Cabrera, bajo la dirección de
uno de sus más luminosos valores, Madre Clotilde Ro- En esk eslabón topográfico, de los fríos vientos de
dil. Las indicadas,primero, llegan a ser después de po- la Sierra y los ardorosos so les de la Costa, Sor leti-
cos años prestigio indiscutible dé Superioratos. cia cumplirá una misión de gloria para In Congrega-
ción.
Aquí permanece en calidad de ejemplar súbdita En Octubre de l 939, la obediencia le •eña la Si-
hasta 1938. En este tiempo es urgentísimo que la R vda. bambe y sin decir una sola palabra, acompañada por
Madre Superiora, Sor Clotilde Rodil, se traslade a Cha- un .grupo de selectas Religiosas a~cla su nave en aque-
rasol, con el mismo cargo, en beneficio del Instituto. llas orillas tan extruíi s. Es la capitana de la empresa.
En tal caso, la Revere11disima Madre Geaernla, cree lo A sus órdenes, <¡ue ¿ion de amor. las jovenf"R Religio~es
más acertado enviar sin pérdida de tiempo el nombra- se creen seguras, se sienten- tranquilas y eRpna n con
miento de nueva Superiora a la de •Fidel Martínez,. ella todo el éxito capaz de arrancar cie ln!il mh,lerim1
Tal honor va dirigido a Sor Letica. Esta se estremece de la fe y de lu cruz ...
al saberse designada para un cargo de tanta responsa-
bilidad. Desecha la idea como una pesadilln que le tor- Al instalarse en la pobre covacha qu ~ el medio les
tura el alma. Superiora, yo, tau pequeña y tan pobre ofrece, que a más de ser inadecuada e~tll inconrluEla,
dice en su profunda humildad. Y sin que las hermanas Sor Leticia la eximia Superiora, acomocia mús o meno/')
no tengan ni sospecha, con tin Íla desempeñando el pa- a sus Hermanas y para ella se deja. fn~ra de dos gra-
pel de Hermana Mayor, que por derecho le tocaba, da- dos, como aula, el áogulo ele so mbra que forma lll es-
do a su tiempo de profesión. calera, sobre cuya provic:ional habitación pnEian Profeso-
ras y niños propios y extraños. Soporto viento, frío,
Un aiio permanece asi desconocida, sosteniendo con polvot buHa y mil mortificariones, las (lUe no logran al-
~I ejemplo el espíritu joven y h~roico de -sus campa- terar en absolu!o, su mansedumbre ni su e!spíritu dC'
neras de pruebas y amarguras. Cuánto . eE1ifi.ctr· só lo el caridad .
recordarlo y cuánto enseña es ta huella i1lsondflble ·de su
santa vida. Sibnmbe tiene la sunte de conse rvarlo en t-1u seno
haflta 19 l-8. durante cuyo tiempo transforma lm; cosa~
y las almas, y las encamina a Dios y a su civilización.
f.Jrcbio c11 In Yliebln
Comprobadas sus dotes de adelantadn en los aza-
res de los . !undaci~nes, le juzgan necesaria para una
nueva creac1on en S1bambe: predio abandonado de la fe, Clara y transparente es lu confianza de Sor Letidn
-28- -29-
en la Divina Providencia. Cada día practica un ahondo- cl111hrl61ilslaro·a s.w ¡soulbnl, qt1ff h ullo1setitre .,elli1'11~•Diflil
no más perfecto .. . Sabe que de la noche a la mañana un dul císimo intercambio de .lfa.-Vares. ,,~ u~1I•,iImo·1·•1 ¡;1·,
se llenan las espigas y qu e las aves del cielo no siem-
bran, sin embargo ti enen que comer . . . . , ot!Jc1s•itu~íllllltt dll'ioWlifa v6 ntis~ dandb~# 1@t!Ma Ma-
dYti l•lJ~ti cink cl~•l~\te ,¡{¡ clj:>f!ái lpl_,r11' e~e,.(IW'llfcanía ·l('t,/
Así vive en todas partes: lo mismo en el predio •lm-1,wd~ ·dua'rent111 \:enl!l'vó,!p·¡~·\11ta ,11 1,11/á•· 1-I~fa:dil]i"~·•H
humilde como en la metrópoli. Da lo mismo , tan cer- salir a busca r la, 0 0it iilU '' f'r!N!Heéciá'.'~'Y"'sl'n '~oln'lrr' e\í
ca está Dios en la llanura co mo e n cumbre empinada ... cuenta el pésimo tempo ral se di rigen al centro, con tan ta
En 1946, es llamRda de Sibambe a la Casa Matriz' confianza, que sin sa ber de dónde, sr. preparan a traer
pa ra de alli · enviarle a Quito, Superiora de la ,Carlos mu chas cosas para l a sor¡:,re&1 1d e 1'8 !l!Al!la'!Í ' Veligids,rg
que aguardan en casa su regreso ...
María de la To rr e•.
Cuando se toma a cargo dicha casa, se en cuentra , !¡ oll'!l sP9,W~ ªPP"!l i1~illa,,'tPeJ¡¡¡i: \li:t (UPa,,esq1.1irJ.al Lin i11-
co n la inmutable realidad de una pobreza increíble. Por todo (~Jil'\,!TJ~Qgig,qo1xti9n!J~-, sq., l)JYJlq n~);¡IJ~ser,¡¡¡ , 114cia, ,lt ' Su 1
monto existe una rento de setenta sucres mensuales, 11ue P&rÍJl.fªr .g,¡.L,d'l,;,a')lli.¡ ·, dt1 Qip¡¡, .Mdd.re,,. ),engo ltain,
no llega a cu brir ni las pcimeras ne cesidades de la Co - ~íll>•->ilf ,,l\ic;,.~ 1ye\\ia /!AZ1i> r1''lupll u .-,~in,-, demouari .oi:ibl
munidad. En la alacen a, no hay pan bueno ni malo. La \llirp¡¡,\l,;Jq ul}¡tli\%f.fu~ l LG8Jlfu d<1;i u¡la h\gr,ilJÜl, ,dntrogp gel
despensa tirita de escasez y penuria, es decir a11í se sir- n~ros~• YPn·IÍfl' CR " fil'.~¡.,~leyJ, ~p~rq ue,,, así_.,Jo req uiete ,,lq
ve a Dios como ermitaño, en hambre, en lrio y dolor miseria ... Hace el bien y contin ua trenq uilamentP, hacia la
pero con mucho amor ~- alegria . rt16fa ,\lesemltlllldi\ .~ 11>1v'illaóé16 qú e'''el-fli vlháH ¡fof,;e co-
rruJ. lt u~t1i/dal'.tántle, hi;\iMir'.ti~m"l" .., ·( J;J'lll'.ilw:n 111 1 ,d
La nueva Superiora que todo lo observa y com• n:1voj .ul ~b 11u11 1iq11") 1 J1t 11"tl1f)wl/ 1·,11;}(¡,, -,, J,i;l,i111:i11
1

prende ... Calla. Ni siquierR demuestra qu e ha tomado en -n ;oilil.,, re-perlteo,1,lieuhrllla fr.cnt~ ·-a1•'11'l'a ipu"r tn>Ude ca ll ~
cuenta el particular. Por 10 contrario , nada hay en la estancia a ,: laircnal¡, ll f ma- odn ,,mano rosµelth ,lyl~e~u,ai:•,1,·¡lenaJ lsol)
que no sea bell o, útil, justo y a la medida; más, en su corazón escuchados los golpecillos, se presenta la dueña de lda'Sll
de madre ternisima y amante hay una pena intima y profun- qui~,n -~9 n dl~rc?1nce~~ant~l ~ .!11~,h~!!~~?•r:,~-~Hl) si -IF~,, ~ybiese
da, no por ella, sino por sus Hermanus menores, qu e traba- ti-a rado ijl!im¡m\, fl,s 16~l~ti¼' é!on1,anzb: r,re¡¡un r~ e\ mot ivo
jan noche y día para conseguir el ~m stento diario. Sin em- 9ue les lleva a s1.i' 11/i-esékbí8~~liS dOs Rélig1i~'ns'! ca l,¿n (1
1
d 1

bargo, pa ra ella fl orece en cualquiera estación el infa- 1,l)~lllPlf',~• • IJl,es @m¡e §~.,;_lecir/an,,jl, l" ,op nfi denW11, lit pro-
1
lible recu rso de la oración, de la súplica confiada, del ~ÍAA'1GlllFMru>f•C19rad¡¡,1 prmt1111e.1aceplatle urj,. do óatiiv1>
abando no total en las manos del qu e es Todopoderoso mensual d e dosc1enlos sucres, a11tiaip411dQle& ¡1<1r' IQ,p ron 1
y du eño de las estrellas del cielo, los frutos de la tie- to la primera _p~nsión.
-ol ~n :.n~m u-,111 p ~., .~JJ .. '.11. -1 1, 1,nµ41Ju 111 1nlcH) hl• ·I
rra y las gotas del mar.
:..oniáiGn Letlcin-11¡n01J1S9ba. c¡u6~• '0eci r,1bsttt.,,,oní\J,odida an-1
Y asl cuent an las Religiosas qu e tuvi eron la di- te el milag ro de sti1·abahdo:,\b el,i e i ·dSeño~i,1 •Agrad ece

- 30- -31-
con sencillez y bendice a su Padre que con abundan-
cia recompensa su caridad,
Arreglada en parte la situación económica de la
Casa, se consagra a la labor de la educación católica.
Prestigia el Colegio, adecenta el plantel y le llena de
su espíritu luminoso· y bienaventurado.

Su g'obierno be n1110,r

Estamos en 1948, año que limita el generalato de


la Muy Rvda. Madre Josefina lñiguez, raíz evangélica
de la Congregraci611. En t9.l caso, menester y de o-
bligación es, reunirse el Capit.11l0 en el mes de Diciem-
bre, pa.ra la elección de la nueva Superiora General.
por lo que son convocadas las Superioras locales.
Casi nadie sospecha que de este concurao de tan-
ta trascendencia y responsabilidad, ante Dios y In hu-
manidad, resultara .Abandera~• y Capitana de la joven
Congregación la modeetísima y humilde So r Leticia; a-
quella sHrnciosa Oblata que se inmola sin quejas ni la-
mentos.
Aquella Oblata que se conforma con la pobreza y
busca el último puesto en todos parles.
Aquella Oblata que Je gusta pasar desapercibida
ante los ojos de los hombres, para ser conocida sólo
por su Señor y su Dios.
Esta Oblata, alegría de Jesús, es quien merece to·
mar cruz tan peso.da y seguir a Jesús por los caminos
de la verdad y la vida. Qué hacer?.
-32-
Que conmoción t m fu erte sufre su espíri tu cuando Je hac• perder en gran parte la hermosura natural de
se ve en la altura de un Gobierno tan difícil y quizá, su paisaje. Es un sagrario precioso con des lav~s de ro•
dado el poquísimo tiempo de su fund ación, tan sin ba- sas y geranios, pero un tanto deteriorado y fácil de
ses firmes sobre cuales gobernar_. Estrechez económ ica, lfamarlo inferior, y celosa del buen nombre de su a-
pocas vocaciones, una casa dernuda, es el panorama de mada congregación, empieza con ardor de,dumhrante
su nuevo y árduo apostolado; y peor que todo, la falta la reconstrucción de l edificio.
de Aprobación Pontilicia, del Instituto.
En corto plazo, entrega la · Rvma. Superiora Gene•
Hay mucho que hacer y trabajar. ral Sor Leticia Célleri a Cuenca y sus hija,, una ver-
Una vez asumido el poder, principia su formidable dadera mansión, Hena de reJativas comodidades. Perfu.
obra por lo s cam inos del amor. Sale a visitas de regla- mada de jardines casi naturales, con vitrales de sol, co-
mento, quiere cerciorarse con sus propios ojos la reali- mo para ver e l rostro de la Providencia que se refle•
dad espiritual y material, sobre la que fun cionan las ja hasta en el piar de los go rriones am igos, que descan-
casas de su eependetlcia. Luego, cuando retorna a Cuen- san sus vuelos en e l alero alto, que da frente al río
ca, sede y matriz de la Congregación. analiza e l conjun- cantor de las glorias de Dios.
to y sobre basta experiencia, principia su labo r. Una Gruta al centro, como plenilunio para ador•
Su primera mirada interior se dirige a la expan- nar las sombras de la noche. Paliellones de extensión
sión del Instituto dent ro y fuera del ' país; y con tan sobre muros de cal y ladrilfo, en desafío armónico de
certero pa .m , recluta vocaciones verdaderas. Lo demás los declivea topográlicos, sobre los cuales se levan-
vendrá por añadidura. Qué puede llevar a cabo con 81 ta la mansión medioeval de la Ca,n matriz de Reli-
Religiosas que encuentra por todo capital apostólico? Al- giosas Oblatas.
ma de oración y activ idad divina como es, principia por
el principio que es Dios: rezar intensamente. Sabe que
si en su nada habita Cristo, e lla pensará como El, habla-
rá como El , orientará los destin os in mortales de sus al-
mas, como El.

Mientras tanto su múltiple men talidad y su act ivi-


\'Jitrnles Rl sol dad comunicativa y creadora, inicia la cruzada de difu.
slón apoatólica.
Antes de principiar la Jornada de fundaciones ad- Piden de. Girón, Religiosas que tomen a su cargo
vierte que la Cnsa Medre, es un nido de a!on_dras, que 11 ~bra esencial de la edudación de su niñez. Su me-
se deshacP por unn vejez prematura, extenondad que rltís1mo Vicario Rvdmo, Agustín Crespo Heredia, entre-

-34- -35-
ga cuanto posee con tal que lo Congregación ali en da
dad suficiente para recibir las generaciones que flo-
la solicitud de su pueblo. Sor Leticia no hace esperar rezcan en Santa Ana de Guayaquil.
y envía allá el peroonal completo para la primera fun- En 1952, arma otro equipo viviente de almas he-
dación de su Generalato. Esto sucede en 1950.
roicas y las envía al Tambo. Allí hay niños que pe-
En el horizonte de la prosperidad de su labor, recen en lo iunorancia, especia lmente religiosa, y pre-
el mismo año intuye que la hermosa ciudad de Gua- ciso es al zar t~n templo de oración y sacrificio. El ra.
yaquil, ntcesita opera1ies, Maestras puras, según el Co- to menos pensado, en los fríoa páramos del Tambo a-
razón de Cristo: que hay tantos recodos urbanos en soman Religiosas de los Santísimos Corazones de Jesús
donde sólo la corrupción y el desamparo habitan: que y de María avecindada, a la soledad y la altura, con
hay miles de uiños, h!jos del di_vorcio y la disolución la ún ica divisa de defensa~ su escudo y su sayo.
social abandonados, sm D10s m amor, condenados a A esta nueva fundación le dan el nombre ,Ma-
morir' miserables y proscritos de sus propios destin os. riana de Jesús•, y a ella conr.urren centenares de ni-
ñas a recibir las enseñanzas sab ias y cristianos de sus
Y allá se encamina, y busca como el Sembrador Mi- Maestros.
serico rdi oso el lugar más po bre y soledaño, la estepa
moral, para' en sus bordes alzar el mo?aste_rio de re-
dención socia l que s~ imponga co n su silencio, su aus-
lcrid•J y caridad evangélico ._ Y nada más apropiado Cielo !1 fronterns
para su fundación que la ale1ada parroqmu de Santa
Ana, n dond e ll ega so lamente e l turbulentoso ruido de
las olas y la canción lejana de los pescadores. Ahora, Madre Leticia, despierta su corazón a la
inquietud divina de atravesar fronteras, extenrler el es-
Toma ua lote, se lo consagra a Dios, y sin per- piritu de la Congregación hacia donde soñaron, por nos-
der tiempo lanza all á una txped ición de bien proba- otros, quizá nuestros mayores.
dus HeligiOEhS. Suave , bondadosa es la tierra que les
recibe y les o frece su tropi ca l ad miración. Las ayudan Una so lu insiaunción le basta pera acceder a la s(1-
en lo posible. Lao au toridades re ligiosas y civiles, po· plica que recibe con inm ensa alegría de la vecina Re-
nen a su disposición sus afectos, su co laboració n y en· pública de Colombia. La semilla venida a estos lares.
tendimientos, y vigilan co n celo esta obra de Dios tpi e venida en santa vocac i6n. de Sor Josefina Gurl6n, uaLi•
principia e nacer. va de lpiales, hace que su virtu osa Madre se interese
o.pasionadtt.mente, porque cuanto antes una Comunidad
Su espíritu hace reventar en frondosa pompa e la de Oblatos regente el principal centro de educación de
pequeña comun idad y en menos de diez aiios de s~ Pue rres.
erección, cuenta con un moderno edilicio con copaci- No hay que es perar mucho, de un sol a otro sol
-36-
-37-
se consolida el arreglo. Papeleo consular y contingen-
cias de viaje, es una actividad de emoción que se torna
ligera, por si misma, por ~u contenid? heroico y su
sentido histórico, de expans16n del Iushtuto.
Y es así como el 25 de Septiembre de 1953, se
dirigen a Puerres, -Colombia- un enjambre de vale-
rosas Oblatas, y aún cuando en su corazón solloza la
nostalgia de la amada Patria, más patria y más amor,
es cumplir con la voluntad santísima de Dios.

Jpic:1fcs 3crmít1c:1f !1 sot1h.1<1río

lpiales tiene muchas razones para ser un puerto


fronterizo muy querido por la ecuatorianidad. En su al-
tura se refugiaron nuestros célebres desterrados: allí
está la Reina y Mediadora de Las Lajas, en su Alcá-
zar de piedra, en cuyas ranuras inaccesibles anidan las
palomas acrósticos de amor en las mañanas y por la
tarde repican con sus alas, el Angelus azul sobre el río.
Las giras juveniles, los paseos de recreo y co-
m0rcio, en lpiales tienen su meta. Se sale de la Sie-
rr~, de la Coota, del Oriente. siempre en direcci6n a
lp1a~es, es que nos es tan familiar y simpático, que
pudiéramos asegurar que lpialos es In prolongación de
nuestro ser nacional.
Doña Fidelina de Garzón, la misma propulsora de
la fundación de Puerres, ve como desolada su urbe
natal sin la presencia de las Madres Oblatas: es que
un vástago de su coraz6n es miembro importante del
-38-
Instituto, por el que retira las fronteras para exten- creta realizada por el Capítulo, sale reelecta Sor Le-
der la obra del santo y sabio cuencano, Rvdmo. Jnlio ticia de Jesús Célleri, para que continúe abriendo pa-
Maria Matovelle y pide y reclama, casi con derecho so en la tierra y en el cielo, a su amada Congrega,
que a lpiales se le conceda el beneficio de estable'. ci6n. La ilustre Condecorada y galardonada con los
cer un plantel primario de enseñanza cató lica. Como votos de cariño y selección, agradece a sus Herma-
es una deuda de gratitud para con la generosa y sa. nas de Hábito y les asegura que, por ser la volun-
crificada matrona, lo R vda. Madre Superiora General. tad de Dios, vuelve a tomar tan pesada cruz pera ser•
ati ende compllcida; y como en pasada ocasión ve par- virlo con lo que le cuesta más sacrificio y renuncia•
tir a sus Hijas, en fraternal caravana a lriales. Desde miento.
entonces o sea desde 1951, esta hospitalaria ciudad, ve El segundo período de su Gene ralato tiene tras-
entre sus nieblas, arrebujadas t.o sus mantos, transitar cendencia de plenitud y serenidad. Uno como perfume
sus calles a las Oblatas de los Santísimos Corazones místico embalsama la atmósfera de la Congregación.
de Jesús y de Maria.
Como Jesús, después de sus andazas de aposto lad o,
descansa en su Betani:;, querida, Cuenca. Da reposo a
su corazón viajero e infatigable; lo siente dilatado y do-
lorido, y es justo que haya una tregua sil enciosa. Sin
embargo, este espacio de apa ren te quietud es tan fecun-
do, como sus días de trabajo intenoo. Desde la cruz de
Pasan los seis años de su primer gobierno y la las enfermedades mira cómo después de los estudios
congregación se da cuenta que los talentos de Madre primarios que realizan a su sombra, centenares de ado-
Leticia, nacen de su corazón: que su actividad es amor, lescentes, se escapan pa ra siempre a los caminoa de la
que su fortaleza es ternura_. -_es
que su cotistññ'cia fi. vida, a los embates de la lucha, ea lo~ momentos de -
cisivos de la formación, sin personalidad fija, sin eqDi-
delid~_d y- vocación~ en fin que todo su ser M una fi.
bra del Corazón de Dios que rea liza prodigios en los librio moral, ni el aporte su ficien te de defensa personal.
destinos sobrenaturales de la misma.
Falta un hogar cariñoso y útil que las retenga. Re-
Ninguna de sus hijas mayores que desempeñan el suelve entonces movr.r todo resorte a fin de consegu ir
cargo de superioras se resignan a perder su pioneni. , la pronta erección de un Colegio Secundario anexo a
a su directriz sabia, prudente y sigil osa. Como un so- la Escuela establecida. Para Octubre de 1955, o sea el
lo cnrnzón resuelven todas, abso lutame nte todas, en- año siguiente de su reelecci6n, anuncia como clarinada
tregar el cetro de mando y de poder, del amor y la de triunfo la fundación Profesional de Comercio y Ad-
confianza, un periodo más. ministraci6n y Manualidacles Femeninas.

El 29 de Diciembre de 1954, de le votación se. Es un verdadero éxito alcanzado por la abnegación

- <1 0- -41-
laboradora inteligente y virtu?s!' en su obra de lanta
y dinamismo de Sor Leticia, la apertura de un centro fortaleza y tesón . Madre Lett?'ª ve claramente la. vo-
ed ucacional, como el nombrado, pero lamentablemente, luntad de preferencia y confianza y ~cc_ede hum1lde_-
después de dos años de brillante . funcionamiento , por mente a la petició n. E nvía allá una_ d,mmu!a comuni-
causas superiores a todos los esfuerzos que pudieran dad, para que sirva con perse~erancia y candad a los
realizarse por su continuación, es sacrificado, y se clau- Sacerdotes que mañana formaran la corona del Ilustre-
su ra, temporalmente. Prelado de los Seminarios.
Este fundación la realiza Cristo, el Sacerdote de
üblRcíó11 !:) SRcctboeio ayer, de hoy y de mañana, en Agosto de 1957.

Surge 1ma circunstancia providencial, en donde el


amor d~ Dios hacia la Congregaci6n de Religiosas Q. Slot<lcíót1 €spiritu<1(
blatas, se revela y demuestra visibl~mente.
Después de la muerte de Monseñor Hermida vino
,ucesor del episco pado el Excmo. Sr. Dr. Manuel Se- Vuelve una era de fundaciones. El Instituto 9e Re-
rrano Abad. Trae en su espíritu, con profundo senti- ligiosas Oblatas tiene proyecciones por doquier, y Su
do de su gobierno, el Sacerdocio, y en consecuencia, alcance moral es ilimitado. Y Madre Leticia ha descan-
los S~minarios, aquellos germinales de los que tomará sado un poco a la luz del Sagrariv.
él mismo, con sus manos, las vocaciones en flot. En 1957 hay en Quito otra perspectiva de ex-
Ese _es su principio, .3U meriio y su fin. En pocos pansión y difusión de la obra. Por cons~jo de la Ar-
dias consigue que se devuelva a la Diócesis de Cuen- quidiócesis metropolitana uo sacerdote quiere entregar
~- el Seminario Mayor, y luego viene el plantío de la sus bienes para la educación de la niñl!z y juventud a-
v 1na y la recl_uta de operarios para el altar y la cose• bandonada, a las Madres Oblatas; sus bienes consisten
cha. Orn Y pide luces para avecinar a esta casa de en una hermosa propiedad ubicada en la Avenida -Co-
formaci6_n la~ almas adecuadas para la ateución ..de cuan- lón> una de las más pintorescas y resider,ciales, en don-
t~s conhgure n el Seminario: almas de sacrificio y obla- de, así como la fortuna y aristocracia tiene presencia
ci_6n constante y perpetua. Ve entonces que la comu- imponente y llamativa, la pobreza, la miseria moral y
nidad de Religiosas del Padre Matovell; son las llama- económica, asoma lastimosamente, para el contraste ..
das_ 8 responder con celo, perfección faena tan fin a y
dehcada. ' . Hecha la solicitud a Sor Leticia, como siempre, no
se hace esperar la respuesta bondadosa e inspirado.
Monseñor Serrano Abud pide a Ju Rvma. Superio• Hace un reajuste de su personal y coloca ella misma,
ro General Sor Leticia, que s.u Congre"aoión sea la co• con amor y decisión la semilla pujante. Se establece,
- 42-
-43-
!
y como primera ingtancia abre um1 profesional que se
prestigia a vuelta de pocos díus, por_ el arte, la espi-
ritualidad y amplitud con que se dmge el plantel.

Sor Lucía Vicuña se halla frente a la Casa •Ün-


taneda~ denominada así, en honor a su donante tem-
poral, distinguida religiosa que venciendo muchos difi.
cultaJes, sin duda, logrará la posición definitiva de di-
cha -Casa.
En 1959, los moradores de fnnes-Culombia supli-
can a la R vma. Madre Leticia, la irw.uguracióa de una
Casa de sus Religiosas c¡ue se adueñen de la formacióu
y educación de su niñez. A p1 imera instancia, la ilus•
tre Generala no ve tan factible esta fundación, sin em-
bargo, reza mucho y hace rezar a la Co:!1gregación pa~
ra interpretar con fidelidad le voluntad de Dios, úni-
ca razon de su vida y de sus obras. Luego, compren-
de 4ue debe escuchar compasivamente la solicitud, y
resuelve el sacri!icio de algunas de su~ Heligiosas y las
envíu a misionar por extrañas tierras, hacia donde se
advierte. dirigirse lo tendenci• de población y rello-
recimie:ito espiritual, al Instituto.

\,!(timos i!lestd(os

Cuando el ocaso de oro de su segundo G1:rnernla-


t~ empieza u mostrar llenas las gavillas y cargados los
viñedos, Sor Leticia supone inconclusa su labor si no
deja eslBblecidu una sección sPcun laria en la Casa 1\la-
triz. Hay necesidad de eate complemento qne usce;ure
con mayor trascendencia los destinos eternos dél lnti-

-H-
tuto, y para tal propósito nada mejor que pensar en un Ven su obra lumino sa como un reguero de lámparas
Colegio Normal para la formación Pedagógica de las en las sombras del pretérito, cuya luz tiene proyecciones
Vocaciones. Pues que si las futuras Maestras Oblatas hacia los abismos del futuro.

r llevan un mundo de cultura interior vasto y universal,


el triunfo del
das parles.
nposto ladQ eerá firme, grandioso en to- Todo ha duplicado: el pan de la casa, las
ciones,
voca-
el amor espiritual , la virtud es, loA dones y les
bendiciones del altísimo.
Si uno de sus afanes más esclarecidos es preparar
Hoy la Congregación cuenta can lóB Religiosas o
mejor a su~ Religiosas, acorazarlas de títulos oficiales,
sea qu e se ha doblado la cantidad que élla encontró,
que ninguno de los aza hares de la suerte puedan de-
al asumir e l mando.
rrotarlos. no pudo ser otro su deseo, si no fundar un
Colegio Norma l, que las prepare a la docencia, al Ma- Pero lleva una g lorie Suprema. una que le tocó vi-
gisterio, que las empape en las Ciencias de la Educa- virla por privilegio especial ccncedida po r el cielo.
ción tan _decantadas y urgentes en el eiglo actual.
El 25 de Julio de 1957, la Sagrada Congregación
La Congregación sufre hasta que el Ministerio ru- de Religiosos da el Decrettum Laudis y se aprueban las
brique el permiso olicial, pero la consigue y ,se erige Constituciones. Es decir Nace en sus manos caaooica-
el anhelado establecimiento. De modo que ahora cuen• mente el ln stituto.
ta con este Plantel df- segunda enseñanza, a la cual a-
cuden sus Novicias y cuantas jóvenes quieren enrumbar
Y así se cumple el espíritu de su nombre: Leticia,
alegria del cielo y de tierra. Aleluya. Asi sea.
sus dest inos por los árduos caminos del Magisterio.

\lmlm:1( be CilM

Y cuando violeta y sonrosada eetá el dulce y man-


so declinar de su gobierno, cuando en fermo esta su
corazón de amar y padecer y en su rostro de sencilla
criatura, se pronuncian los rasgos de una santidad pro-
fu,1da, sus llijas a su rededor se han congregado, para
colmarla de amor y bendiciones.
Si, la proclaman y bendicen, .la aman y veneran.
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