Está en la página 1de 8

Grandes temas Humanidades en Estados Unidos

“¿Por qué murió Sócrates?” La pregunta aparecía en los carteles que


empapelaban el campus de la Universidad de Chicago para anunciar
una conferencia dirigida a los alumnos del college. Resultaba llamativo,
aunque no debería serlo: ¿qué tiene de particular ocuparse en la
universidad de uno de los acontecimientos fundacionales de la cultura
occidental? Durante el primer año y medio del college los estudiantes
cursan el core curriculum: una serie de asignaturas obligatorias en
las que leen y discuten, en grupos de 15, las grandes obras de la
literatura, la historia y el pensamiento. Es la manera que tienen algunas
universidades norteamericanas de ofrecer una educación liberal.
Texto José María Torralba [Fil 01, PhD 07]
Ilustraciones Alberto Aragón
Portada Xxx

tiempo después de aquel anuncio, asistí “Knowledge its own end” es el título del cibían “una educación” y no un mero con-
a la conferencia “De cómo América inven- capítulo central en The Idea of a University, junto de conocimientos dispersos. Era la
tó las Humanidades”. El título me pareció de Newman. época dorada de la educación liberal.
un despropósito, quizá justificable para ¿Se inventaron las Humanidades en los
llamar la atención, pero una boutade al fin de cómo se inventaron Estados Unidos? Sí y no. Las suyas fueron
y al cabo. Los Estados Unidos de América las humanidades las primeras universidades contempo-
han hecho grandes aportaciones a la hu- El concepto de Humanidades, tal y como ráneas en desarrollar un core curriculum
manidad, pero entre ellas no figura el des- se emplea hoy, es decir, como un “proble- cuyo elemento esencial eran las Humani-
cubrimiento ni la creación de las Humani- ma”, como algo que necesita ser defen- dades, pues tenía como objetivo propor-
dades. Sin embargo, el conferenciante iba dido, es otro modo de referirse a la edu- cionar una visión unitaria e integradora
muy en serio; peor, llevaba razón. cación liberal. De hecho, según todos los de los diversos saberes, además de plan-
Lo que comenzó en Bolonia, París, indicios, el término “Humanidades”, aun- tear las grandes cuestiones acerca de la
Oxford y Salamanca, y luego se desarrolló que tenga su origen en los studia humani- vida y la sociedad (incluyendo la ciencia y
en Berlín, sigue hoy vivo en algunos cam- tatis ac litterarum de Cicerón, comenzó la tecnología, por supuesto). Sin embargo,
pus de Estados Unidos, como Columbia o a usarse en los debates sobre el modelo ellos no crearon las Humanidades. Se pue-
Chicago. ¿Qué es lo que continúa vivo? La educativo de las universidades america- de decir que su significado actual es made
universidad como el templo del saber, es nas. in USA, pero ellos no tienen el copyright.
decir, como una institución que, al decir A comienzos del siglo xx, el currícu-
de Newman, no tiene como misión pro- lum de los colleges norteamericanos dejó la crisis
pia la “reforma moral” de los estudian- de organizarse en torno a la Teología y el de las humanidade s
tes, ni la “producción mecánica”, sino “la Latín y se pasó a un sistema más flexible, y el nacimiento
cultura intelectual” y, con ese fin, “educa basado principalmente en asignaturas de la multidiversi da d
el intelecto para que razone correcta- optativas. Pronto surgieron voces críticas En los años cincuenta hubo un punto de
mente en todas las materias, para que con la nueva situación, por sus deficientes inflexión. Por un lado, desde comienzos
vaya en busca de la verdad, y la alcance”. resultados educativos. Y así nació la idea, de siglo, las mejores universidades ame-
La universidad está interesada en el co- primero en Columbia (1919) y luego en ricanas venían incorporando el modelo
nocimiento no sólo como algo útil, sino Chicago (1931), de crear un core curricu- alemán, cuyo objetivo principal es for-
como un fin en sí mismo, como sabiduría. lum que asegurara que los estudiantes re- mar investigadores (en parte, porque la

46—Nuestro Tiempo  abril—junio 2013


formación general la proporcionan en los educación liberal pero sí una importante el amor, o más básicos, como la libertad.
Gymnasien, con un año más de escolariza- modificación. De las aulas ya no saldrían Lo que no está nada claro es quién lo va a
ción). Se crearon los primeros programas gentlemen, sino citizens o, mejor, simple- recordar, si la noción de “fin” desaparece
de doctorado y las escuelas de posgrado, y mente people. del horizonte social y político.
surgió la vertiente “profesionalizante” de Esta transformación se encuentra pro- El presidente de la Universidad de
la universidad. Alguien podría decir, con bablemente en el origen de lo que tanto Chicago, R. M. Hutchins, tuvo algo de
razón, que desde su origen medieval en se repite ahora: la universidad debe res- profeta cuando en 1953 dijo que el “amor
las aulas universitarias se formaban pro- ponder a las necesidades de la sociedad. al dinero” –es decir, la avaricia de la que
fesionales, por ejemplo en Medicina o Le- Pero esto puede llevarnos a pasar por tanto se habla ahora en Wall Street– era
yes. Sin embargo, no por ello el cambio re- alto la pregunta crucial: ¿Qué necesita lo que estaba arruinando la universidad.
sulta menos significativo. Hasta los años la sociedad? Con mucha frecuencia, por La causa de la crisis hay que buscarla en la
cuarenta casi el 80% de los estudiantes “sociedad” se entiende reductivamente degradación moral de los “agentes econó-
se formaban en facultades de Letras. En el mercado, y por “lo que necesita”, sim- micos”, que no son “los mercados”, con
la actualidad, la proporción es aproxima- plemente, “capital humano”. Nadie niega ese sentido impersonal, sino personas
damente la inversa. Estos cambios son el que la educación universitaria deba ser concretas de carne y hueso e, indirecta-
origen de las dos almas de la universidad útil, pero es precisamente en el ámbito mente, en la connivencia del resto de la
americana: educación liberal de los estu- universitario –intelectual, en general– sociedad, que ha bendecido esa forma de
diantes de grado y cualificación para la donde deben determinarse las priori- hacer las cosas.
vida profesional en todos sus niveles. dades. Y cada vez es más difícil hacerlo, Aunque sea obligado por la dureza de la
Por otro lado, el regreso de los solda- porque la universidad se ve atrapada por situación, nunca es demasiado tarde para
dos al final de la II Guerra Mundial hizo la lógica de los medios. reconocer la influencia de la cultura y las
que se democratizara aquella universidad Se dice: la universidad debe contribuir teorías, o, lo que es lo mismo, que la edu-
antes reservada a unos pocos privilegia- al desarrollo económico, para que la so- cación es decisiva. Ideas have consequences,
dos y que apareciera un nuevo sentido ciedad progrese... Un momento. Progre- dicen en Estados Unidos.
de misión, según se explica en el informe sar, ¿hacia dónde? Sin duda, la pobreza A finales de los años cincuenta surge
General Education in a Free Society prepa- es un gran mal, pero la acumulación de la conciencia de que las Humanidades
rado en Harvard. Esta democratización riquezas no es el principal ni el último fin han entrado en crisis. En 1959 el científi-
no supuso un rechazo de los ideales de la de las personas. Hay fines más altos, como co británico C. P. Snow alertó sobre las

abril—junio 2013  Nuestro Tiempo —47


Portada Xxx

consecuencias de la creciente oposición tes. Una de las principales denuncias de es el verdadero creyente. El estudio de la
entre las “dos culturas”: la científica y Bloom se refiere a los cambios en los pla- Historia (...) enseña que en el pasado el
la humanística. Y en 1963 Clark Kerr nes de estudio a finales de los años sesen- mundo entero estaba loco; los hombres
publica The Uses of the University, donde ta, cuando se trató de abolir cualquier ca- creían estar en lo correcto, y eso condujo
describe la universidad contemporánea non intelectual y, en general, se atacaron a guerras, persecuciones, esclavitud, ra-
como un espacio diverso (multiversity), los supuestos fundamentos educativos de cismo. (...) Lo que hay que hacer no es co-
con funciones incompatibles entre sí: la forma de vida bourgeois. Bloom cuenta rregir los errores y estar en lo correcto de
educación de los jóvenes, cualificación que un buen día un profesor de Literatura verdad, sino no pensar, en absoluto, que
profesional, investigación y beneficio comparada de Cornell le dijo que el viejo uno está en lo correcto”. La “openness” po-
social. Por ello, con bastante ironía, dice currículum “enseña poco, realmente no see indudablemente aspectos positivos
que la universidad es una serie de edi- introduce a los estudiantes en las diversas (el desarrollo de las libertades y los dere-
ficios y departamentos con un sistema disciplinas y les aburre”. A lo que Bloom chos individuales son, sin duda, algunos
común de calefacción o, también, un respondió: “Admito que eso es verdad”, de los grandes logros del pasado siglo); el
grupo de personas unidas por una pre- pero ese currículum “era un débil recuer- problema está en identificar el pluralismo
ocupación: la escasez de aparcamiento do de la unidad del conocimiento y ofrecía y la tolerancia con el relativismo.
en el campus. una leve indicación de que hay algunas co- Aunque el debate sigue abierto, los
sas que uno debe saber si es que ha recibi- actuales estudiantes parecen poco inte-
del relativismo do una educación. No se puede reempla- resados. La mayor preocupación de los
al liderazgo zar algo con nada”. jóvenes es conseguir puestos de lideraz-
Un último hito en este recorrido fue el La visceral reacción que suscitó el li- go (leadership), entendidos casi siempre
libro The Closing of the American Mind, de bro se debía, quizá, a que Bloom había en términos de dinero o prestigio y no de
Allan Bloom, profesor en Chicago. Lo pu- tocado el nervio de la nueva mentalidad: servicio. Hace unos años, David Brooks
blicó en 1987, se mantuvo en la lista de los “El relativismo es necesario para ‘ser una –actualmente columnista del New York
best-sellers durante más de un año y desató persona abierta’ [openness]; y esta es la vir- Times– pasó unos días en Princeton con-
un intenso debate. El subtítulo resume tud, la única virtud, que desde hace más viviendo con los alumnos. El retrato que
bien su explosivo contenido: la educa- de cincuenta años la educación primaria ofrece de lo que vio es poco halagüeño. No
ción superior ha fallado a la democracia se ha dedicado a inculcar. (...) [Para los por la competitividad o la obsesión por el
y empobrecido las almas de los estudian- defensores de la openness,] el peligro real éxito, sino por su superficialidad, aunque

48—Nuestro Tiempo  abril—junio 2013


hablen varios idiomas y puedan seguir fijarlos. Piensan en cómo cumplir sus ta- En general, la batalla por las Humanida-
cualquier tema de conversación. Muchos reas, pero no se plantean si lo que hacen des está bastante perdida (también en
no han conocido el fracaso (económi- es valioso o vale la pena. (...) Lo que ahora Estados Unidos), pero, al igual que en la
co, social, académico) ni entienden qué tenemos son los mayores tecnócratas que Galia de Astérix, todavía quedan algunos
es la maldad, ni conciben que ellos sean el mundo jamás haya visto”. Aunque Bro- reductos que mantienen viva la esperan-
capaces de hacer algo realmente malo al- oks o Deresiewicz cargan en exceso las za. Quizá se puede aprender de ellos. En
guna vez. Y, del mismo modo, tampoco tintas, saben de qué están hablando: no en España tuvimos nuestra oportunidad, y
encuentran sentido a los ideales de los vano estudiaron en Chicago y Columbia, la perdimos. En los mismos años de los
héroes o de los santos, pues un cómic y respectivamente. debates al otro lado del Atlántico, Orte-
la Biblia son igualmente obras de ficción. ga propuso en Misión de la Universidad la
Probablemente los hayan leído, pero mu- la educación liberal creación de una “Facultad de Cultura”
chos no han entendido a don Quijote ni a posible que sería el meollo de la educación supe-
Hamlet, no ven la sangre en las manos de Del recorrido anterior se puede concluir rior y aseguraría la transmisión del “sis-
Lady Macbeth, ni la impotencia de Anna que las Humanidades han quedado iden- tema de las ideas desde las cuales cada
Karénina o el horror de Kurtz... porque no tificadas con el proyecto de educación li- tiempo vive”.
pueden. beral y que su decadencia –poco prestigio, En mi opinión, la solución no pasa
Parece razonable sugerir que esta deri- marginalidad en los planes de estudio y, por volver al siglo xix, ni por renegar
va está relacionada con la crisis de la edu- sobre todo, su propia crisis de identidad– de la moderna universidad de investi-
cación liberal, de modo más patente en es perjudicial para la sociedad. Exageran- gación, que con su contribución al de-
las mejores instituciones, porque suelen do un poco –pero no mucho–, se podría sarrollo científico, social y económico
ser también las más “multiversarizadas”. decir que renunciar a las Humanidades hace que vivamos en un mundo mejor.
Así lo sugiere William Deresiewicz, anti- sería tanto como volver a la ley de la selva, Tampoco propongo que todos los estu-
guo profesor de Yale, cuando habla de las donde los intereses de parte y no la ver- diantes se matriculen en carreras de Hu-
“desventajas de una educación de élite”. dad, la racionalidad instrumental –que manidades.
Este docente relaciona todo esto preci- pretende explicarlo todo en términos de Todavía hay esperanza. Según Ortega,
samente con la perversión de la idea de éxito o fracaso– y la fuerza, en vez de la la universidad tiene tres “misiones” fun-
liderazgo: los líderes actuales “pueden razón, se convierten en los principios do- damentales: la trasmisión de la cultura
cumplir objetivos, pero no saben cómo minantes. (que es nuestra “educación liberal”); la

abril—junio 2013  Nuestro Tiempo —49


Portada Xxx

enseñanza de las profesiones; y la investi- educación sapiencial: bre qué pueden aportar a la mejora de la
gación científica, junto con la educación los porqués y la sociedad con sus conocimientos, y para
de nuevos hombres de ciencia. En mi interdisciplinariedad ello deben ser conscientes de las impli-
opinión, lo ideal sería que la universidad Una educación liberal se caracteriza, en caciones sociales, morales y políticas de
actual, además de promover la investiga- primer lugar, por transmitir y actualizar una determinada ley o del modo en que
ción y proporcionar cualificación profe- –hacer real– la tradición cultural. Una funciona el mercado. Es necesario que
sional, fuera capaz de formar científicos, educación es liberal cuando no se limita los estudiantes se hagan cargo de eso
abogados e ingenieros con mentalidad al examen y exposición “científica” de que los americanos llaman la big picture.
humanista. El reto es conseguir eso que sus objetos de estudio, sino que sitúa al Lo cual requiere que la universidad esté
Hutchins sintetizó en una fórmula ge- estudiante ante las grandes cuestiones abierta a todos los saberes (incluyen-
nial: “Lo que queremos es instituciones de la existencia y le hace ver que, aunque do la Teología, como sucede en Estados
especializadas y hombres no especia- no sea fácil responderlas, tienen res- Unidos y Alemania) y que haya espacios
lizados”, es decir, promover un college puesta. La tradición cultural ofrece unas para el diálogo académico, interdiscipli-
de educación liberal en el seno de una cuantas, para ir empezando. MacIntyre nar, especialmente entre los profesores.
research university. Por decirlo con pala- es quien mejor ha mostrado la “inevi- Sólo así se evitará que los estudiantes se
bras de Ortega: es preciso distinguir lo tabilidad” de “actualizar” la tradición queden “medio ciegos”, como se decía
que la universidad tiene que ser “prime- en la tarea educativa, así como la falacia en el informe de Harvard.
ro” y lo que tiene que ser “además”. Hay del liberalismo político, que pretende
esperanza porque son ya unos cuantos ser un “punto de vista desde ninguna ejercitar el juicio
quienes en el ámbito hispano han reto- parte”. En realidad, sólo desde la par- En segundo lugar, la educación liberal
mado el discurso de la educación liberal: cialidad propia se puede ser “imparcial” consiste más en el desarrollo de ciertas
primero, Alejandro Llano y, más recien- u “objetivo”. La actitud sapiencial se ca- capacidades intelectuales que en la adqui-
temente, Víctor Pérez-Díaz e Ignacio racteriza por preguntar los porqués. La sición de datos o informaciones. Se trata
Sánchez Cámara. universidad no debe ofrecer respuestas de desarrollar lo que Newman llamó “un
Para terminar, señalaré tres rasgos bá- “enlatadas”, sino sobre todo sembrar hábito filosófico”, es decir, “un hábito del
sicos de la educación liberal: la perspec- inquietudes y despertar intereses. Un entendimiento (...) que permanece de
tiva sapiencial, el ejercicio del Juicio y el jurista o un experto en marketing, por por vida y cuyos atributos son la libertad,
interés por la verdad. poner un ejemplo, deben reflexionar so- equidad, serenidad, moderación y sabidu-

50—Nuestro Tiempo  abril—junio 2013


ría”. Este hábito filosófico –que no tiene junto y descubriendo su finalidad. Que- y un modo de orientar la propia vida. Por
que ver estrictamente con la filosofía en dan así prevenidos contra la parcialidad y eso dice Alejandro Llano en Caminos de
sentido académico– se podría caracteri- sus consiguientes dogmatismos. la filosofía que no cabe hacer un “listado
zar como la “capacidad de juzgar”, tener de verdades”, sino que lo propio de quien
“buen juicio” o, incluso, “buen gusto”, en el interés por la verdad persigue la verdad es invitar a otros a em-
un sentido no reductivamente esteticista. Por último, la educación liberal cultiva barcarse con él en la búsqueda.
Newman estaba pensando en el modelo ese “interés por la verdad” del que ha ha- Me atrevería a decir que lo más nece-
de la phrónesis o prudencia aristotélica blado Millán-Puelles, porque convierte sario actualmente es “un corazón aten-
(aunque sin su contenido moral), porque la verdad en la única moneda válida de la to”, como el que pidió el rey Salomón
este “conocimiento filosófico” es la “per- vida intelectual, moral y social. Lo más para ponerse a la escucha de la verdad.
fección o virtud del intelecto”. El ejercicio opuesto a la verdad es la indiferencia. En Estamos necesitados de esa “sensibili-
de dicha virtud consiste en la capacidad este preciso sentido, el error está más cer- dad para la verdad” de la que ha hablado
de “hacerse cargo”, de captar lo universal ca de la verdad. Quien, estando equivoca- Benedicto XVI en algunos discursos
en lo particular o, en otras palabras, de do, considera algo como verdadero puede universitarios, citando precisamente
arropar un dato particular con la “idea” salir del error, porque tiene como meta la a Habermas. La coincidencia de los
que le corresponde y da sentido en el con- verdad. En cambio, jamás lo conseguirá ideales del cristianismo con la misión
junto. Dicho de otro modo, se trata de la quien renuncia a distinguir lo verdadero propia de universidad no es casual, en
madurez intelectual. de lo falso. primer lugar por su historia, pero so-
Es lo que, al menos desde Kant, se en- Además, ese “vérselas con la verdad” bre todo porque ambos apuestan por
tiende por Urteilskraft (o Juicio), que es previene contra las diversas formas de la racionalidad y la verdad (sin duda, la
una capacidad que no se puede enseñar dogmatismo e ideología, pues se recono- admiración intelectual de Benedicto
ni aprender, sino simplemente ejercitar. ce que la verdad existe, pero que nos su- XVI por Newman también es relevante
El objetivo de la educación liberal es que pera a cada uno individualmente. Como aquí). En cualquier caso, lo que parece
los estudiantes capten el principio en el apuntó Benedicto XVI, “podemos bus- cada vez más claro es que las aulas son
maestro. Por eso es tan necesaria la convi- carla y acercarnos a ella, pero no pode- uno de los pocos ámbitos donde todavía
vencia amistosa de profesores y alumnos. mos poseerla del todo”, lo cual se debe es posible invitar a esa escucha, a esa
De este modo, aprenden a usar la infor- traducir en una actitud de humildad inte- búsqueda de la verdad en que consiste
mación adquirida, situándola en el con- lectual. La verdad es ante todo búsqueda la educación liberal. Nt

abril—junio 2013  Nuestro Tiempo —51

También podría gustarte