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G
A los jóvenes que están en búsqueda,
que este libro sea un aliento y una con1pañía.
Agradecimientos
P. Luis Alonso Schockel, S.J. del Instituto Bfblico de R01na: por las impor-
tantes enseñanzas que adquirí en sus cursos, por la profunda y cuidadosa
revisión del manuscrito original, por sus comentarios en apoyo de la obra, y por
habenne honrado con el PROLOGO lo cual es para tní una satisfacción muy grande.
P. Mario López Barrio, S.J. del Instituto Libre de Filosofía y Rector del
Instituto de Ciencias: por su es1nerada revisión del manuscrito original. Sus
comentarios de aprobación al texto fueron para tnf un gran aliento.
P. Juan Manuel García de Alba, S.J. del ITESO, tni maestro y atnigo: por ser
eltnotivador de esta obra. Su crítica constructiva fue fundamental.
P. Florencio Mezzacasa, O.S.B.: por las extraordinarias enseñanzas apren-
didas en sus cursos de Biblia y por su testimonio de búsqueda de Dios.
P. Manuel González Morfín, S.J.: estimado atnigo de muchos años, por sus
largas pláticas de "café y té", de las cuales surgieron muchas ideas para este libro.
P. Enrique Ponce de León, S.].: quien me transmitió el amor y la búsqueda
de Dios por convicción. Admiro su cercanía con el Cristo hutnano.
P. Luis González Morfín, SJ: por habenne dado la oportunidad de descu-
brir y desarrollar aspectos importantes de tni vida a través del trabajo educativo.
P. Rafael Moreno Villa, S.J.: estimado tío, testimonio de búsqueda de la
justicia social y la solidaridad entre la gente "sin voz y sin rostro ...
A ntis padres Manuel y Aurora: por haber sembrado en tnf la semilla que
tne llevó a la creación de este libro.
Joaquín Moreno Villa: quien ha sido para mí, desde mi infancia, un ejemplo
de dedicación y amor a la cultura.
Gilberto Moreno Castañeda (+):eminente hutnanista y mi consejero perso-
nal, que estoy seguro le hubiera gustado ver terminado este libro.
Doris García y Arturo Nelson: por su dedicada ayuda con la rnecanografía
y tipografía iniciales.
Carlos Rivas: por su dedicada asesoría e impulso en la edición de este libro,
así como en la elaboración del formato final.
Pilar Vigil, Alberto Lazo y Pablo Lambert, muy queridos amigos que
fueron paciente tierra fértil en las exposiciones y discusiones sobre el texto.
Pablo Lasso y Cecilia Herrera del ITESO: por su impulso y apoyo final en la
publicación de esta obra.
A mis alumnos del ITESO y del Instituto de Ciencias, quienes al atendertnis
clases de alguna manera inspiraron la creación de este libro.
INDICE
Prólogo 11
Introducción 13
CAPITULO I: EL P AIS DE LA BIBLIA 15
Ambientación geográfica 15
Breve historia de Israel 19
Apéndice 167
Bibliografía 187
PROLOGO
que sintetiza y propone con orden y claridad los resultados de setenta años
de investigación bíblica.
Pero el principal creador del método, Hermann Gunkel, no se contentó
con clasificar, advirtiendo que las convenciones literarias en la antigüedad
eran más poderosas que el genio individual de cada autor. Gunkel quiso
también definir la situación o coyuntura social en que nace y se desarrolla un
género. Una obra literaria puede surgir en una coyuntura histórica definida
e irrepetible: la revolución francesa o mexicana o rusa. En tal caso las circuns-
tancias históricas proyectan su luz sobre la obra literaria y le ofrecen un
contexto único de comprensión. Pero muchas obras literarias surgen en una
situación sociológica típica y repetida: la boda de un rey, una fiesta patriótica,
una plegaria por un enfermo. Estas obras funcionan como piezas de reperto-
rio como la marcha nupcial de Mendelssohn o de Wagner, interpretadas en
las bodas.
Naturalmente, la clasificación por tipos o géneros no es la última palabra,
sino más bien la primera. Una vez enfocado el texto, viene la lectura y el
análisis de cada pieza individual: es lo que hacen los exégetas o con1entaristas.
No hay que caer en la tentación de reducir los textos literarios a sin1ples
categorías genéricas; pues con ello perderían la concreción, que es el elen1ento
vital de la literatura.
Y no hay que asustarse de la variedad de géneros literarios que utilizaron
los autores bíblicos. Si los inspiró el mismo Espíritu, ese Espíritu es multifor-
me en su obrar. Si Jesús en su ministerio empleó el aforismo o refrán, la
polémica, el discurso retórico, la ficción parabólica, los ayes o amenazas, las
bienaventuranzas o felicitaciones, las instrucciones, no hay que extrañarse de
que el Antiguo Testan1ento despliegue tan rica variedad de forn1as literarias.
Mas que extrañarse, hay que alegrarse y agradecer al Espíritu su generosidad.
Esperamos que el presente libro ayude a conseguirlo.
Una tarde de Navidad, en Potsdam, abrí la Sagrada Biblia y tras leer unos
capítulos eché a andar por la calle fría y oscura. ¡Y es que la vida da un vuelco
ante las exigencias de la verdad! Este libro no puede leerse, como tampoco
pueden leerse los Ejercicios de San Ignacio de Loyola. Sólo se puede hacerlo,
practicarlo. No es un libro. Es una fuerza vital. Yes imposible entender una
sola línea si no se tiene la intención de ponerla en práctica.
Sobre esto meditaba hace tiempo, y me decidí a hacer un libro que en forma
sencilla tratara de ayudar a todos aquellos y especialn1ente a los jóvenes que
quisieran estudiar la Biblia con más profundidad. Quien lee la Biblia se
enfrenta al problema de los géneros literarios orientales y muchas veces a
confusiones y decepciones por querer leerla con mentalidad de un occidental
del siglo XX. La Biblia fue escrita en épocas históricas y con estilos literarios
muy lejanos a nosotros en el tiempo, pero con mensajes universales que
siempre son actuales. Es en este punto donde se debe entrar y extraer el
n1ensaje íntegro después de haber hecho una crítica e interpretación de las
fonnas y géneros literarios bíblicos. Esto nos puede pennitir adaptar la
comprensión de los textos a nuestra n1entalidad moderna pero manteniendo
el mensaje que el hagiógrafo escribió por inspiración de Dios. A esta inter-
pretación práctica se le llama Exégesis bíblica.
Así pues, la Biblia es la historia del hombre que busca a Dios y de ese Dios
que busca al hombre. Es un diálogo eterno, una Alianza sellada con la vida.
El hombre con su libertad ha fallado en su con1promiso y por eso ha seguido
y adorado a ídolos de barro y becerros de oro, pero Dios que sien1pre está
14 INTRODUCCION
EL PAIS DE LA BIBLIA
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Está limitada al norte por los actuales países del Líbano y Siria; al sur, por
la península desértica del Sinaí; al este, por Jordania y las orillas del desierto
de Arabia; y al oeste, por el mar Mediterráneo.
Forma una especie de corredor entre las dos grandes civilizaciones de la
antigüedad: Mesopotamia y Egipto. Abierta al mar, enclavada en una ver-
dadera encrucijada (sirvió de puente entre Asia y Africa y entre el océano
Indico, el Mediterráneo y Europa), ha sido objeto de rivalidades y choques
entre naciones, tanto más cuanto que su si tu ación geográfica era como la llave
que abría la conquista de muchos reinos. De hecho, el amo de Palestina era
el dueño del Oriente Medio. Este constante trasiego de pueblos hizo que el
país fuera recibiendo la influencia de todos ellos.
Tiene una superficie de unos 25,000 kms. cuadrados, aproximadamente
como el estado de Tabasco o el país de Bélgica. Es un cuadrilátero de 250 kn1s.
de longitud de norte a sur por una anchura de 37 kms. al norte y 150 kms. al
sur. El actual Estado de Israel representa tan sólo la quinta parte de lo que fue
en sus buenos tiempos.
La depresión jordana llan1ada el Ghor, atraviesa el centro del país, des-
cendiendo en el sur, hasta 392 n1etros por debajo del nivel del mar, siendo
éste el lugar n1ás bajo de la tierra. En medio de esta fosa esteparia desciende,
fonnando innutnerables curvas, el río Jordán, que nace en las faldas del monte
Hermón, de 2,000 metros de altitud, y desen1boca en el mar Muerto a 392
metros bajo el nivel del mar, y al que la Biblia llama mar de la Sal, pues su
salinidad es tan elevada (24%, o sea, cinco o seis veces mayor que en los demás
océanos y lagos) que en sus aguas no existe vida animal ni vegetal y el cuerpo
hun1ano flota como si fuera de corcho. Al oeste de su orilla meridional,
muchos bloques de sal, deformados por las lluvias, adquieren figuras grotes-
cas, algunos semejantes a estatuas hun1anas, que nos recuerdan a la mujer de
Lot (Gn 19,26).
Hay regiones ricas como las de la costa y la llanura de Esdrelón o Yizreel
en Galilea, al norte, que producen abundantes cosechas de trigo, maíz, cebada
y demás cereales, así como plantas alimenticias, árboles frutales, etc., y cuyas
colinas se cubren de viñedos y olivos; otras n1enos ricas como la de Samaria,
en la zona central; regiones pobres como las de Judea, al sur, y estériles como
las de Neguev.
Abunda el ganado n1enor: carnero, cabras negras y ovejas. El asno es la
bestia de carga que n1ás se ve en el país, ya que se acomoda perfectamente al
suelo y al clin1a. En el sur, desértico, se usa el camello. El pescado abunda en
el pequeño lago de Genesaret, al norte, llamado también de Tiberíades o mar
de Galilea.
Palestina tiene tan sólo dos estaciones: la lluviosa y la seca. La tempera-
tura está regulada según la proximidad del Mediterráneo o del desierto. En
18 CAPITULOI
ESTE
1
O KILOMETROS
M. Hermón
SECCION NORTE-SUR 1
-2,500
SUR NORTE
1
O KILOMETROS so 150 250
Perfil de Palestina
926 Salomón es sucedido por su hijo Roboam, pero las tribus del norte
se separan del reino unido. Ocurre un cisma político y religioso. El reino del
norte toma el nombre de Israel con capital en Samaria, y el del sur adopta el
de Judá con capital en Jerusalén.
734 Israel guerrea contra Judá, que rehusó unírsele en una coalición
contra Asiria.
732 Asiria derrota a Israel, y lo somete a vasallaje.
721 El régimen asirio es desafiado y ésto provoca que el rey Sargón 11
haga la deportación de una masa de la población de Israel a Nínive y otras
partes del Medio Oriente. Esta es la base histórica del mito de las "diez tribus
perdidas de Israel".
598 Nabucodonosor, rey de los babilonios, captura Jerusalén.
586 Para sofocar una revuelta, Nabucodonosor destruye a Jerusalén y
su Templo, y deporta a la mayoría de la población de Judá a Babilonia.
538 Ciro, rey de los persas, conquista Babilonia y pern1ite a los judíos
volver a Jerusalén y reconstruir el Templo.
520-516 Es erigido el Segundo Ten1plo.
333 Alejandro Magno conquista el Medio Oriente. A su n1uerte, Judá
cae bajo el dominio del reino greco-egipcio de los "Ptolomeos".
198 Judá es dominada por el reino greco-sirio de los "seléucidas".
168 El rey Antíoco IV Epífanes convierte el Templo de Jerusalén en una
santuario pagano y restringe fuertemente la práctica de la religión judía.
167-164 Una revuelta contra Antíoco, dirigida por Judas Macabeo, 164
Libera a Jerusalén; el Templo es purificado y reabierto.
163 Los judíos son gobernados valientemente por la fan1ilia de los
Macabeos también llamados Hasmoneos, descendientes de Judas Macabeo.
63 Judá es dominada por Ron1a.
40 Herodes el Grande, apoyado por Roma, es declarado "Rey de los
judíos". El hace la reconstrucción del Templo.
EL P AIS DE LA BIBLIA 21
La Biblia
Los libros del Nuevo Testamento nos refieren la realización del gran
acontecimiento de los tiempos: la venida de Cristo y con ello la plenitud del
género humano.
Por consiguiente, la Biblia, dentro de la variedad de sus textos, es también
un libro que nos habla de la Historia de la Salvación, es decir, de la comunión
de Dios con el hombre para hacerle partícipe de su propio Reino.
El Canon Bíblico
Según la Iglesia Católica, los libros del Antiguo Testamento son 46. Según
algunas ediciones protestantes son 39, ya que siguen el criterio n1ás común
entre los judíos de Palestina que sólo adtnitían firn1emente los libros escritos
en hebreo y que sun1aban ese número. A esos 39 libros se les llama libros
protocanónicos. Por el contrario, los judíos de la "Diáspora", o sea, los que
vivían "dispersos" por el mundo grecorromano, sobre todo en Alejandría,
añadían otros 7libros llamados deuterocanónicos (Tobías, Judit, Sabiduría,
Eclesiástico, Baruc y los dos libros de los Macabeos). Estos 46 libros, colec-
cionados en la versión de los "setenta", fueron utilizados por los Apóstoles y
por las comunidades cristianas de lengua griega.
La palabra canon significa regla o medida, de modo que se le llama canon
bíblico cristiano a la suma de los 46 libros del Antiguo Testamento y los 27
que posee el Nuevo Testamento. En total hablamos de 73 libros. En otras
palabras podemos decir que nuestro canon bíblico está formado por el canon
alejandrino (libros protocanónicos y deuterocanónicos) aden1ás de los libros
del Nuevo Testamento. Se considera que todos los libros canónicos están
inspirados por Dios, según la Tradición de la Iglesia.
A continuación mostramos una tabla cronológica de la historia de Israel
con referencia a la producción literaria bíblica:
Antiguo Testamento
Orígenes: Gn 1-11
A.C.
Epoca Patriarcal:
1700-1400 Gn 12-50
El pueblo de la Alianza:
1250-1220 Ex
Nm
Dt 1-4; 31; 34
EL LIBRO DE LOS LIBROS 25
Establecimiento en Canaán:
1220-1200 Jos
La Monarquía en Israel:
1030-1010 Saúl 1S
1010-970 David 1S, 2S
970-931 Salomón 1 Re 1-11
Pr 10,1-22,26
AlgunosSalmos
538-450 ls 56-66
500-450 Pr1-9
Jb
Rt
Numerosos Salmos
450 MI
Ah
Ne
Ez 38-39
Is 33; 34-35
Mi 4-5; 7,8-20
400 Ultima redacción de la TORAH
350 Jl
Ct
Salmo 45
Tiempos de Alejandro:
333 Za 9-14
Jo
Cr
Esd
Ne
Epoca de los Lágidas: 323-197
300 Tb
ls 24-27
300 en adelante Traducción de los Setenta
250-200 Qo
Ba
Est
.•
N u evo Testamento
D.C.
Evangelios:
50-55 Me
75 Le
EL LJURO DE LOS LIBROS 27
80 Mt
90-100 Jn
Hechos de los Apóstoles:
80 Hch
Epístolas Católicas:
49-58 St
64-67 lP
70-80 Judas
80-90 2P
90-100 1 Jn, 2 Jn, 3 Jn
Apocalipsis:
70-95 Ap
La Biblia aunque inspirada por Dios, fue escrita por hombres condicionados
por la influencia de sus países, de sus costumbres, culturas, temperamento,
etc.
Las Sagradas Escrituras fueron elaborándose durante catorce siglos por
muchos autores, cada uno de los cuales ha impreso en sus páginas no sólo la
Palabra de Dios, sino su estilo, su cultura, su personalidad y hasta el sello de
la clase social a la que pertenecían.
Para comprobarlo basta leer a algunos de ellos: a David, rey y poeta
genial, autor de algunos saln1os; a Isaías, de elegante elocuencia y de clase
social alta; a Amós, de ruda fogosidad, hombre de campo y cultivador de
sicón1oros; a Jeren1ías, de gran delicadeza religiosa y espiritual, hijo de
sacerdotes; al autor del libro de Job, de gran belleza literaria y profundidad
de pensamiento; al redactor del Levítico, de estilo legal, etc.
Lo mismo se puede observar con los autores neotestarnentarios: San Pablo
muestra en sus escritos su carácter impetuoso; San Juan su espíritu místico y
delicado; San Marcos, sus dotes de observador detallista, etc.
28 CAPITULOII
La Biblia no es un libro que ha caído ya escrito del cielo. Nada más falso
que ésto. Su redacción se debe, en muchos casos, a tradiciones y hechos
históricos que pasaban oralmente de generación en generación desde tiempos
remotos.
La Biblia, en su mayor parte, antes de ser escrita fue una enseñanza oral.
Para nosotros, hombres modernos, acostumbrados a la escritura y a los
libros, nos es difícil comprender ese mundo antiguo oriental que prescindía
de la escritura, sustituyéndola por una memoria prodigiosa.
El pueblo de Israel usaba, como es natural, la palabra para transmitir a
sus hijos aquellos recuerdos, acontecimientos e ideas religiosas que habían
recibido de sus padres. Pero estas tradiciones orales, que describían las
maravillas que Dios había obrado con Israel, estaban revestidas de una forma
de expresión y de una sensibilidad hebreas. Este hecho nos dificulta la
ortodoxa y clara comprensión de la Biblia, y por otra parte nos obliga al
estudio de las formas literarias propias de la mentalidad hebrea de aquellas
épocas que Dios eligió para transmitir su Palabra, formas que deben1os
conocer bien para comprender su mensaje.
El pueblo de Israel, a pesar de su nacionalisn1o, se vio notablen1ente
influenciado por otros pueblos vecinos, por eso dentro del Antiguo Testa-
mento existen pasajes muy sin1ilares a textos babilónicos, egipcios, etc.
Sin embargo, debemos afirmar que las tradiciones orales del pueblo de
Israel se han distinguido de las de otros pueblos en dos ideas fundan1entales:
el Dios de Israel es un Dios personal y vivo; es aden1ás un Dios único.
Dentro del Nuevo Testamento existen principalmente dos grupos de
obras que se distinguen por el modo con que fueron escritas. El primer grupo
está formado por los Evangelios, el otro por las Cartas o Epístolas.
Cristo no escribió nada, por lo que la tradición oral fue muy importante
en la transmisión del Evangelio.
Muchas veces hemos pensado y dicho que los Evangelios son la historia
de Jesús. En cierto sentido no es así. Los Evangelios no son ni un diario ni
una biografía, sino una síntesis dd "Kerygn1a" o predicación de los Apóstoles.
Los evangelistas sólo pretenden cimentar la fe de los lectores. Por lo
mismo, descuidan frecuentemente el marco topográfico y cronológico. Mu-
chos hechos y muchas palabras están fuera de su marco histórico. Nada de
esto debe extrañamos si tenemos presente que los Evangelios no se escribie-
ron con un fin biográfico, sino para orientar la vida de la nueva y creciente
Iglesia. Además como los Evangelios fueron escritos a la luz de la Resurrec-
ción de Jesús, muchos de los hechos se anacronizan y se acon1odan alrededor
de este hecho tan singular y tan significativo para los cristianos. Las diferen-
cias accidentales que se dan entre los cuatro relatos evangélicos se explican,
según lo anteriormente visto, sin gran dificultad.
EL LIBRO DE LOS LIBROS 29
Los manuscritos masoréticos, llamados así por el término hebreo "Massora" que
significa tradición. Estos manuscritos son el resultado del trabajo de los
rabinos de la edad media para unificar y fijar los textos sagrados antiguos
para evitar que hubiera discrepancias fuertes en las traducciones e interpre-
taciones futuras de estos.
Un hecho muy importante que nos muestran estos pergaminos es la casi total
concordancia entre nuestros n1anuscritos y los de Qumran, lo cual nos
confinna la validez de nuestra tradición bíblica a través de los siglos.
En cuanto al Nuevo Testamento, los códices más famosos son dos del siglo
IV d.C.: el Vaticanus (de la Biblioteca Vaticana) y el Sinaíticus (encontrado en
un convento del Sinaí y hoy en el Museo Británico de Londres).
Los manuscritos más antiguos que se conservan del Nuevo Testamento son
el Papiro de la cueva 7 de Qumran, que es un fragmento del evangelio de Marcos
y que según O'Callaghan data de los años 50-55, y el manuscrito Rylands, que
es un fragn1ento del Evangelio de San Juan y que data aproximadamente del
año 130, lo que quiere decir que fue escrito sólo treinta años después del texto
autógrafo. Esto es un caso singular en la historia de los textos de la antigüe-
dad.
32 CAPITULOII
Las versiones
A lo largo del tiempo se han hecho diversas versiones o traducciones de la
Biblia en muchas lenguas. De las antiguas versiones las más famosas fueron
dos: la de los "Setenta", en griego, y la Vulgata, en latín.
La versión de los "Setenta" que se llama así porque una tradición, en parte
legendaria, la atribuye a setenta y dos sabios de Israel, fue realizada entre los
siglos m y I a.C., para los judíos de la Diáspora o de la "dispersión", es decir,
para el culto de las comunidades judías que vivían en el mundo grecorroma-
no, especialmente en Alejandría. Esta traducción, tan valiosa para los judíos
que hablaban el griego, se extendió por lo países mediterráneos, preparando
el camino del Evangelio.
La Biblia de los "Setenta" tiene un valor insuperable para los cristianos,
puesto que fue la versión bíblica que usaron los Apóstoles y los primeros
cristianos.
Durante los dos primeros siglos se utilizaba en la Iglesia el griego común
(Koiné), que era el que se hablaba en las colonias asiáticas del imperio ron1ano.
A partir del siglo III, debido a la fuerza que adquirió el cristianismo en
occidente, la Iglesia usó el latín; para ésto se hicieron muchas traducciones
latinas de la Biblia. La más fan1osa de todas fue la Vulgata que se llama así
porque su nombre en latín es "Editio Vulgata", que significa la edición común
o popular, llegando ésta a predominar sobre las den1ás. La Vulgata fue hecha
por el monje San ]erónin1o en el siglo IV d.C. a petición del Papa Dámaso. Es
la versión de la Biblia que ha tenido más ediciones.
En nuestros días contamos con excelentes traducciones en lenguas mo-
dernas sacadas directamente de los textos escritos en las lenguas originales y
que han tenido en cuenta las versiones de los "Setenta" y de la Vulgata, citando
por ejemplo "La Nueva Biblia Española" de Luis Alonso Schókel S.J., "la Biblia
de Jerusalén" y la "Biblia Latinoamericana", entre otras.
Los géneros literarios bíblicos
Todos sabemos que hoy no se acostumbra la n1isn1a forma de vestir que ayer,
ni n1añana la de hoy; ni en la n1isma época se viste de la misma manera en
todos los países. Lo mismo ocurre con nuestra manera de hablar o de escribir.
Hoy no se escribe igual que ayer, ni el oriental escribe cotno el occidental.
Estas diferencias serán todavía mayores si los hon1bres están muy distancia-
dos por el tiempo y el espacio. Un oriental de hace 3,000 años es n1uy distinto
en todo a un occidental de nuestros días.
Pues bien, a las diversas forn1as de expresar oral y por escrito la experien- .1
cia humana, que se han usado y se usan en determinadas épocas y lugares, 1
se les llama géneros o procedin1ientos literarios. Esto nos ayudará a aclarar 1
algunas cosas ft1ndamentales referentes a la Biblia. l
j
EL LIBRO DE LOS LIBROS 33
Mucha gente, sin darse cuenta, al leer la Biblia toma la misma actitud que
si leyeran los libros de los autores modernos. Y ésto no es posible, porque
aunque los escritores bíblicos viven las mismas verdades que nosotros, las
expresan de una manera muy distinta. Por ello corremos el peligro de
sentirnos defraudados, o de quedamos sólo con su manera de decir las cosas
y no con lo que quieren decir, que a fin de cuentas es lo que más nos importa.
Un aspecto que ilustra nuestra discrepancia conceptual con respecto a los
orientales, son los números. Frecuentemente los números tienen en la Biblia
una significación sin1bólica, de modo que su valor no es real o matemático.
Con1o ejemplos veremos los siguientes:
3 Significa la Divinidad.
7 Perfección
6 Incapacidad de llegar al 7; el Mal,
La Bestia 666
8 Perfección y sobreabundancia
10 Poder mundano
12 Plenitud, integración de las tribus en el pueblo de Dios
144 12 veces 12: Mayor plenitud
1,000 Tercera potencia de 10: Inmensidad
144,000 12 veces doce tnil: La Iglesia total
Los libros apócrifos son aquellos que por el título o el argun1ento, presentan
ciertas afinidades con los libros de la Biblia, pero que no han sido aceptados
por la Iglesia en el Canon Bíblico debido a su origen incierto y a que no son
libros inspirados por Dios. La palabra apócrifo significa oculto o secreto.
Aunque estos libros no pueden prestar un argunlento teológico certero
sirven, sin etnbargo, para darnos una idea de la situación religiosa, social y
política del pueblo judío antes de la venida de Cristo. Juegan un papel
intertestamentario, que nos pern1ite conocer el ambiente histórico de aquella
época.
Los apócrifos del Nuevo Testan1ento describen las doctrinas y tradiciones
tanto de los cristianos corno de los herejes de los prin1eros siglos de la iglesia.
Algunos fueron escritos con la intención de llenar lagunas sobre las vidas
de Jesús y de otros personajes in1portantes del Nuevo Testan1ento, y de este
n1odo satisfacer la curiosidad religiosa existente. Otros apócrifos fueron
redactados con la intención de probar y defender herejías.
Al igual que los libros canónicos, los apócrifos tanto del Antiguo Testa-
n1ento cotno los del Nuevo Testamento se pueden dividir en históricos,
didácticos y proféticos. A continuación se mencionan los más importantes,
aunque su núntero es elevado en an1bos Testan1entos.
1) Libros históricos
Libro de los jubileos o Apocalipsis de Moisés: Es una narración libre de los
principales acon-tecimientos, desde la creación hasta la ent~ega de la Ley en
38 CAPITULO In
3) Libros proféticos
Libro de Henoc: Colección de escritos diferentes de autores judíos de los siglos
II y 1 a.C., escritos en hebreo y arameo. Es el más importante apócrifo del
Antiguo Testamento. Nos sirve para conocer las creencias religiosas y mora-
les, mesiánicas y escatológicas del Pueblo judío a principios de nuestra era.
Intenta explicar el origen del mal en el mundo. La caída y pena de los ángeles.
Describe al Hijo del Hombre. Da las revelaciones del arcángel U riel a Henoc.
Narra el juicio final proféticamente y termina con el triunfo perdurable del
justo. Fue encontrada una versión etiópica, en Abisinia, en 1773.
La Ascensión de Moisés: Ultimas palabras de Moisés a Josué, sobre la
historia futura del Pueblo y del Mesías. Fue escrito por un judío palestinense,
en hebreo, en el siglo I d. C.
IV de Esdras o Apocalipsis de Esdras: Trata del Mesías y del juicio futuro.
Esta revelación la recibió Esdras del ángel Uriel. Fue escrita por un judío
palestinense en hebreo, después del año 70 d.C
Apocalipsis de Baruc: Revelaciones a Baruc sobre la historia del mundo, el
reino del Mesías, el juicio futuro y la resurrección. Hay dos versiones, una
en siriaco y otra en griego. Son de alrededor del siglo II d.C.
Oráculos Sibilinos: Tratan de la historia del mundo y sus postrimerías: su
fin por el fuego. Hay unos oráculos judíos y otros cristianos. Los oráculos
judíos describen la victoria del Mesías sobre los enen1igos del Pueblo elegido.
Los oráculos cristianos tratan de la vida y muerte de Cristo. Fueron hechos
por varios autores y se escribieron del150 a.C. al 250 d.C.
1) Libros históricos
Evangelio según los hebreos: Parece ser una adaptación del Evangelio canónico
de Mateo con añadiduras legendarias. Es llamado también de los Nazarenos
por provenir de los cristianos que huyeron de Transjordania antes del 70 a.C.
Fue escrito hacia fines del siglo 1.
Evangelio de los ebionitas: De origen judío-cristiano, hacia el año 150. El
autor ha usado el evangelio de Mateo y ha tomado de Lucas y Juan. Tiene
falsificaciones. Fue usado por los herejes ebionitas que criticaban la estrecha
observancia de la Ley, negaban la divinidad de Cristo y no reconocían la
autenticidad de los escritos canónicos del Nuevo Testamento.
Evangelio segú11los egipcios: Fue escrito hacia el150 en Egipto. De tenden-
cia gnóstica. Condenaba el matrimonio.
Evangelio de Pedro: De origen sirio hacia el 150. Cuenta cosas fabulosas.
Contiene herejías de carácter docético.
40 CAPITULO m
3) Libros proféticos
Apocalipsis de Pedro: Obra del siglo 11 d.C. Nos narra cuando Jesús, en el monte
de los Olivos, explica a los Apóstoles las señales del fin del mundo y la
Parusía. Elías y Henoc vendrán para resistir al Anticristo. Muestra a los
discípulos los tormentos del infierno y la felicidad de los elegidos.
Apocalipsis de Pablo: Obra del siglo VI d.C. Nos narra a Pablo invitando
al mundo al arrepentin1iento y an1enazándolo con el castigo infernal, castigo
que describe con intenso terror. Dante utilizó estas descripciones en su
"Infierno" de la Divina Comedia. Los peores castigos se reservan en el libro
para los que niegan la hun1anidad de Cristo y la transubstanciación del pan
y el vino.
Dos Apocalipsis de la Virge11 María: Escritos del siglo IX d .C. El primero trata
de una visita de María al Infierno donde ora por los condenados. El segundo
nos muestra a María orando en el Gólgota, donde tiene una visión del Infierno
y de los condenados.
t. ¡;
ti
La creación de Adán, Miguel Angel
©Copyright Museo Galería Pontificia
CAPITULO IV
LOS GENEROS LITERARIOS DEL
ANTIGUO TESTAMENTO
La tradición histórica
l. La saga
de lejos Abraham el lugar, y dijo a sus siervos: "Quedaos aquí con el asno,
mientras el muchacho y y_o subimos arriba. Haremos adoración y después
regresaremos a vosotros". 1
1
"El sacrificio de Issac", ver Apéndice, p. 167
46 CAPITULO IV
Ln snga heroica (relato épico): Otorga un lugar central a la figura del héroe (en
sentid o p ositivo) y a veces también (en sentido negativo) a la figura tenebrosa
y nefasta. Surge y tiene su puesto en la gran época del enfrentan-liento y
afirmación victoriosos de un pueblo; es una epopeya que describe idealiza-
dan1ente las hazañas y hechos significativos de un personaje o de una nación.
En la Biblia encontraremos relatos pertenecientes a este género a lo largo del
tien1po entre Moisés y David, con1o por ejen1plo el Paso del Mar Rojo, la
historia de Sansón, algunas de las acciones n1ilitares de Josué en la conquista
de la tierra pron1etida entre otras.
Como ejemplos de saga heroica se analizan dos pasajes que son: el paso
del Mar Rojo (Ex 14,5-31) y la batalla de Gabaón Gos 10,7-15).
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 47
2
"El paso del Mar Rojo", ver Apéndice, p. 168.
48 CAPITULO IV
Además en esta región, soplaba en ciertas épocas del año, un viento muy
fuerte llamado Kashdin que hacía retroceder las aguas, formando vados que
pudieron perfectan1ente ser utilizados. Incluso este asombroso fenómeno
natural pudo haber sido considerado en la antigüedad como un milagro con
el cual se explicaron a sí mismos los hebreos el significado grandioso de su
liberación de Egipto.
~····~
La batalla de Gabaón
Josué se dirigió a Yahvé y dijo a la vista de todo Israel: "Detente, sol, en Gabaón,
y tú, luna, en el valle de Ayalón." Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que
el pueblo hubo tomado desquite de sus enemigos. Así está escrito en el Libro
del Justo: "El sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse casi
un día entero. No hubo día igual, ni antes ni después, en que Yahvé haya
obedecido a una orden de hombre. Es que Yahvé peleaba por Israel". Después
Josué, con todo Israel, volvió al campamento de Guilgal.
El día en que Yahvé Dios hizo la tierra y los cielos no había sobre la tierra
arbusto ni ninguna planta silvestre había brotado, ...3
El hombre bíblico tenía la preocupación de saber su origen. El, al igual que
nosotros, se preguntaba ¿quién soy? ¿de dónde vengo? Para explicarse a sí
mismo y conforme a la lógica de la mentalidad oriental de su tiempo, creó
una etiología que pudiera responder a sus dudas. Quizá como veía que el
hombre al morir se convertía en tierra, se hacía polvo, indujo la idea de que
ésto significaba que en un principio Dios lo había hecho de barro y por eso al
primer hon1bre le nombra Adán que significa "el terráqueo" . . Como veía en
su propia realidad que la mujer daba a luz a los nuevos seres, le da el nombre
de Eva a la primera mujer, que significa "madre de los vivientes". A su vez
de una manera simbólica nos dice que la mujer es creada por Dios con una
costilla del hon1bre, lo que representa que los dos están hechos de la misma
carne, de una misma substancia. También ésto es un reflejo de la sociedad
patriarcal hebrea en la cual se concebía a la mujer en una sumisa dependencia
del hombre. Así pues de esta manera inductiva y esquemática representaba
el hombre hebreo bíblico a sus primeros padres, los generadores de la
humanidad y de este modo legitimaba su propia existencia. Al misn1o tiempo
es muy interesante ver la concepción que tenían los hebreos de Dios. A lo
largo del Génesis aparecen muchos antropon1orfisn1os que son locuciones
que presentan a Dios dotado de los sentin1ientos, modos de hablar y obrar
propios del hombre; por ejemplo: "modela con barro el cuerpo del primer
hombre" (Gn 2,7); "pasea por el jardín del paraíso a la brisa de la tarde" (Gn
3,8); "come con Abraham" (Gn 18,1-8), etc. Estas expresiones antropomórfi-
cas quieren significar que Dios no es una idea abstracta, sino un ser vivo y
personal. Todos los pueblos crearon sus etiolog1ías con las cuales y con su
respectiva mentalidad pretendieron responder al misterio de su·origen. Un
ejemplo de ésto es el génesis n1aya llamado Popol Vuh donde el hombre se
concibe creado de maíz de las manos de sus dioses.
Nosotros, occidentales del siglo XX tenemos nuestras propias explicacio-
nes del origen del hon1bre, de acuerdo a nuestra mentalidad y nuestra ciencia.
Sin en1bargo, descubrin1os que detrás de las bellas figuras literarias de la
etiología bíblica de la creación y a pesar de la distancia en el tiempo, se
encuentran mensajes que forn1an profundas realidades y que concuerdan
fielmente con las verdades que fundamentan nuestras creencias actuales.
Estos mensajes nos den1uestran la madurez religiosa del pueblo hebreo y la
universalidad y aten1poralidad de sus conceptos.
3
"La creación del hombre", ver Apéndice, p. 169.
52 CAPITULO IV
Aunque Adán y Eva sean sólo_ símbolos del comienzo de la raza humana,
los hombres bíblicos tenían la convicción de que venían de un Dios vivo y
personal, de que la mujer está formada de la misma carne que el hombre y
que así como Dios es amor y fuente de vida, ellos tienen el compromiso de
transmitir la vida, porque viven en el amor de El. Desde este momento surge
una alianza que Miguel Angel plasmó en forma bellísima en su Capilla
Sixtina: "Al dar Dios la vida al hombre lo hizo suyo para siempre. Lo invitó
a vivir en el amor para toda la eternidad".
Entonces, no importa si cambiamos la forma, pero respetemos el mensaje.
Vamos ahora a presentar nuestra explicación científica del origen del hombre
que demuestra que el concepto de Dios y los descubrimientos del hombre,
no se oponen.
Durante siglos la mayoría de los hombres pensaron que Dios había creado
todo al comienzo y después el mundo se había conservado más o menos igual.
Había puesto el Sol, la Tierra, las estrellas cada uno en su lugar, y seguían
dando vueltas siempre iguales.
También pensaban que Dios había hecho al con1ienzo "el hombre", "el
caballo", "la oveja", "el león" y cada uno había tenido descendientes semejan-
tes a él. Ahora saben1os que no es así, sino que la creación de Dios fue un
principio de Vida, un protozoario y de allí se fueron formando especies
nuevas .~ Así pues, ese principio de Vida, esa creación en1pezada iba a prose-
guir su camino con las fuerzas que Dios había puesto en ella. Estas fuerzas
o mecanismos que llaman1os la evolución son el hermoso proceso por el cual
el hombre se iría construyendo y comprendiendo a sí mismo; se iría perfec-
cionando 'a lo largo de la historia.
Habíamos dicho pues, que Dios no había creado una colección de seres
vivientes destinados a reproducirse siempre idénticos. Dios estaba creando
la Vida, y la Vida se desarrollaba. Es cierto que existía la Selección Natural
que era una lucha por la supervivencia en la que desaparecían los organisn1os
más débiles y pem1anecían los mejor dotados, pero no era solan1ente la
casualidad la que hacía brotar en cada especie, seres con caracteres distintos
de sus antepasados. En la materia viviente actuaban las fuerzas evolutivas,
creando en cada especie órganos nuevos, tratando de solucionar de mil
maneras distintas cada problema: órganos para ver, oír, sentir, correr, nadar,
volar.
Siendo la vida obra de un Dios libre e inteligente, esta fuerza incontenible
buscaba ,~las herratnientas que permitirían al animal ser n1ás libre y más
inteligente. La herramienta más eficaz fue el cerebro. Los seres más prin1iti-
vos solan1ente tenían algunos núcleos de nervios, pero en una de sus familias
se formó un verdadero centro de control: el cerebro. A lo largo de quinientos
millones de años el cerebro ya creado se fue perfeccionando. Aparecieron
nnev~s esnecies aue tenían el cerebro más grande y mejor organizado.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 53
La torre de Babel
2. La leyenda
Jacob fue de Bersebá aJarán. Al llegar a cierto lugar, se dispuso a pasar la noche
allí, pues el sol ya se había puesto. Tomó una piedra por almohada y se acostó.
Mientras donnía ...4
4
"El Santuario de Betel", ver Apéndice, p. 170.
GENEROS LITERARIOS DEL A.T. 57
Es muy probable que nos parezca obscuro o raro este rito, pero es una forma
en que Dios perdona y sana el pecado valiéndose del mismo instrumento del
pecado.
.La serpiente sin1boliza una señal que hay que mirar con fe. De este hecho,
Jesús dirá: "Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que
ser levantado el Hijo del hon1bre, para que todo el que crea tenga por él vida
eterna" Un 3,14-15). Jesús se compara a sí mismo con el símbolo del desierto,
pues ahora él será el salvador de la humanidad. El que lo mire sanará.
Existen otro ejemplos de leyenda cultual como son: (Gn 17), (Ex 4,24-26)
y Uos 5,2-9): la circuncisión.
La let;endn: personal: En ella se unen lo santo y lo imitable, que en el Antiguo
Testamento gira ante todo en tomo a las figura proféticas. Véase entre otros
el ciclo de Elías y Eliseo y la leyendas de Tsaías, en ellibrq de los Reyes. Las
narraciones sobre Daniel (D12 1-6) se orientan ya hacia las leyendas de
mártires (2M).
Lo n1ás probable es que Daniel no haya sido un personaje histórico, pero
la exaltación de la leyenda de este sabio judío, que se sitúa entre los desterra- ,
dos de Babilonia, sirvió como ejemplo para ilustrar el comportamiento que
debían tener los judíos que estaban en contacto con los paganos.
A manera de ejemplo vamos a n1encionar un pasaje del libro de Daniel,
para darnos cuenta de su intención didáctica (Dn 1,8-17):
¡
A los del palacio se les servían alimentos y bebidas que Daniel no quería tomar,
por estar prohibidas por su ley. Pidió entonces penniso ... 5
3. La narración didáctica
Jonás se puso en marcha para huir a Tarsis, lejos del Señor. Bajó, pues, Jonás
a Jope, donde encontró una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se
embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia de Yahvé.
Pero y ahvé desencadenó un fuerte viento sobre el mar, y las aguas fueron
agitadas...6
La última escena, en que Dios y Jonás dialogan solos frente a frente, demués-
tra con toda claridad que se trata de una narración didáctica. Resulta palpable
que esta escena no es un apéndice o un detalle más, sino el punto culminante
de todo el escrito. La huida de Jonás y los sucesos de Nínive han sido
descritos como detalles introductorios para presentar el diálogo final entre
Yahvé y el profeta. Este diálogo es el que esclarece de verdad la razón por la
que el profeta huía de la presencia de Yahvé, y en este diálogo llegan a su fase
decisiva las diferencias que había entre Jonás y Dios. Abre el diálogo la
dramática oración de Jonás, enojado porque Dios se compadece de Nínive.
La conducta de Dios le escandaliza, y afecta de tal suerte a su existencia que
prefiere morir a vivir. A la oración de Jonás responde al fin de la escena la
gran confesión de Dios, el más largo discurso de Dios en todo el libro, donde
Dios jüstifica su misericordia con la ciudad de Nínive.
La simple ordenación de los elementos indica ya que tenemos ante los
ojos una escena ficticia y artificiosamente contruida para cautivar la atención
del lector e instruirlo. Pero el sentido de toda la trama no la descubre el lector
con claridad hasta el fin, al observar que el discurso de Dios acaba con una
pregunta: "¿Y no voy a afligirme yo por Nínive, la gran ciudad ...?". Si se
tratara de un libro histórico, con pretensiones de notificarnos unos hechos
sucedidos, sería imperdonable que no nos contara lo que fue luego de Jonás:
si aceptó la razón de Dios, o si se quedó renegando. El libro de Jonás no
responde a esta alternativa, deja pendiente las dos posibilidades, y acaba con
una pregunta, dando a entender que en el fondo no se trata de Jonás, sino del
lector del libro. A éste es a quien Dios cuestiona, a él se dirige su pregunta.
Y así hay que concluir que, en último térn1ino, este Jonás no es el profeta
histórico }onás, sino el lector judío, personificado en un supuesto actor.
El escritor maneja un trasfondo n1uy serio, pues al pequeño sufrimiento
de Jonás contrapone nada menos que el gran dolor de Dios: "Tú te afligiste
por un ricino, que no te ha costado fatiga alguna ..., ¿y no voy a afligirme yo
por Nínive, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben
distinguir su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?".
Aquí se aprecia que Dios sufre más que el hon1bre porque le duelen sus
creaturas. Su obra salvífica es universal y no exclusiva de un pueblo.
6
Jonás 1-4, ver Apéndice, p. 171.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 59
Resulta claro a través de este análisis que, sólo tomando en serio y con
todas sus consecuencias el género literario de la narración didáctica, cabe
penetrar en la amplitud y profundidad del libro de Jonás. Gracias a una
crítica radical de las formas no se pierde nada de la substancia de esta obra.
Al contrario, cobran plena fuerza su importancia y su actualidad, estimulan-
do la reflexión y la acción del lector.
4. La narración histórica
7
"Rebelión de Absalón", ver Apéndice, p. 171.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 61
y los peleteos (la guardia mercenaria del cuerpo del rey) y el grupo bienve-
nido del extranjero jeteo ltai. Todos estos grupos y personas no aparecen en
plan decorativo, o como elementos de fondo; están activamente entramados
en los acontecinlientos, que en el conjunto narrativo, son mucho más comple-
jos, más en1brollados y de mayor relieve que en otros géneros como las sagas
o narraciones didácticas vistas anteriormente. En estos géneros se hacen
muchas tipificaciones. La figura de Abraham es, sin duda, histórica, pero es
también la condensación de las experiencias de fe vividas durante siglos por
el pueblo de Israel. Jonás es un hombre en el que puede reconocerse cualquier
israelita, o todo Israel, que huye de Dios y que se encierra en sus propios
planes. Nínive es el símbolo del poder enorme, siniestro y extranjero del
paganismo.
En nuestro texto de la rebelión de Absalón, brillan por su ausencia las
tipificaciones de esta clase. Cierto, también David será objeto en épocas
posteriores de una tipificación. Pero en nuestro relato no se ha convertido
todavía en el David posterior, sino que es el David histórico. Tanto él, como
los demás personajes que entran en la historia de la sucesión al trono,
presentan unos caracteres bien perfilados e inconfundibles, descritos con una
precisión psicológica asombrosa. Se nos describe cómo Absalón se procura
un carro y cincuenta caballos: novedad inaudita y lujo escandaloso para
aquellos tien1pos; cincuenta hon1bres corren delante de él cada vez que se
presenta en público; halaga al pueblo, mezclándose con él; aprovecha las
flaquezas de la adn1inistración y la justicia davídica; durante cuatro años
espera con paciencia ysimulaciónhasta que se decide a dar el golpe de estado.
La descripción es muy concreta, tanto de los personajes como de los
lugares. El escenario de los acontecimientos cambia constantemente y siem-
pre está perfectamente localizado: Jerusalén, Hebrón, de nuevo Jerusalén, la
última casa de la ciudad, el valle Cedrón, la n1archa en dirección al desierto.
De todas estas indicaciones geográficas ton1e1nos únicamente la de Hebrón.
Al mencionar esta ciudad con1o el punto de partida de la rebelión, se oyen,
como por resonancia, otras cosas: Hebrón es precisamente el pueblo natal de
Absalón y no es extraño que sus habitantes se pusieran de su parte. Hebrón
es, además, la antigua ciudad residencial de David, que la abandonó prefi-
riendo Jerusalén, n1uy probablemente porque la población no hablaba preci-
samente en favor de David. Todo este panoran1a contemporáneo asoma en
el texto al mencionar la ciudad de Hebrón. ¡Qué diferencia respecto a la
Nínive del libro de Jonás o respecto al lugar del sacrificio mencionado en la
saga del sacrifico de Isaac!
Y veamos la última diferencia. En el relato del sacrificio de Isaac se oye
en el n101nento decisivo la voz del Angel de Yahvé, que da un giro total al
acontecilniento. Ya al principio mismo se dice también: "Dijo Dios: Toma a
tu hijo unigénito Isaac, a quien tanto quieres, vete al país de Moria y ofréce-
62 CAPITULO IV
melo allí en holocausto en el monte que yo te indicaré." Dios habla, pues, con
los hombres, les da órdenes y les hace promesas, interviene de una manera
visible y milagrosa en los acontecinüentos terrenos.
Sería in1pensable en la historia de la sucesión al trono de David que Dios
nablara desde el cielo. Tan1poco obra milagros para dirigir la historia. Todo
cuanto sucede, aparece esta _vez enraizado en una trama de causas y efectos
intramundanos. Hen1os visto el esmero con que el autor introduce en escena
a las diversas personas y a los diversos grupos en sus niveles sociales. ¡Una
diferencia decisiva respecto a las sagas de los Patriarcas o las narraciones
didácticas! Palpa1nos aquí una historia concebida con1o historia realmente
mundana, que es el presupuesto básico para una auténtica historiografía.
Sin embargo, debido a la mentalidad profundamente religiosa del pueblo
hebreo encontran1os que incluso en esta forn1a de historiografía bíblica, el
concepto de Dios sien1pre está presente, pero en este género se respeta a la
historia como resultado de causas n1undanas.
Con toda seguridad podemos afirmar que el relato de la sucesión al trono
de David se con1puso desde el principio como una obra literaria la cual se
consignó inn1ediatan1ente por escrito. Su autor tuvo que ser un personaje
culto de la corte de Salon16n (hacia 970-930 a.C.), testigo ocular sin duda, pero
que disponía también de materiales de archivo y de otros muchos testin1o-
nios orales. Su Sitz im Leben es 1nuy probablen1ente el círculo de dignatarios
y de oficiales cultos del palacio real, que sentía un interés especial por la
historia del reino todavía recién fundado, cotno lo sentía tatnbién por reco-
pilar y clasificar tradiciones anteriores. Hay otros indicios posibles de que
esta historia de la sucesión al trono de David perseguía una intención política
muy concreta, a saber: legitin1ar la subida de Salon16n al trono de David.
Como con1entario adicional se puede hacer una analogía histórica entre
las estrategias y artimañas que usó Absalón en su rebelión y la in1presionante
propaganda que llevó al tercer Reich al poder de Alemania. Ambos n1ovi-
mientos basados en la an1bici6n y en el engaño crearon profundas huellas,
pero la historia sietnpre ha mostrado que al final sólo triunfa la verdad
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 63
DAVID
1 1
Primogénito Salomón
muerto sucesor en el trono
64 CAPITULO IV
l. Las listas
Son escritos que enun1eran personas,! ugares y cosas, de n1anera simple y bajo
un punto de vista detern1inado. El género de la lista está n\uy difundido en
el Antiguo Testamento y es además antiquísimo. Hay listas de reyes, de
ciudades y provincias vencidas o subyugadas, de guerreros, de funcionarios
y de objetos regalados a un santuario.
Entre las listas de personas hay que mencionar·}as siguientes: la tabla de
pueblos (GnlO); genealogías (Gn 36); listas de oficiales y guerreros (2 Sm 8,
16-18; 2 Sm 20, 23-26; 2 Sm 23, 8-39); las diversas listas de Esd 2, Esd 8, Esd 10;
2 Ne 11, Ne 12 y el conjunto de listas genealógicas de 1 Cro 1-9.
A modo de breve ejemplo vamos a citar la lista de funcionarios y oficiales
de la época de David que viene en 2 S m 20, 23-26:
Se puede ver que a través de los non1bres recogidos y transmitidos con esmero
en la anterior lista se abre todo un panorama histórico. La lista que acaban1os
de ver arroja valiosas luces sobre el régimen adn1inistrativo de David.
Existen también listas de lugares (lugares fronterizos, fortalezas, ciudades
importantes) como las dejos 15-19; el elenco de estaciones o etapas del éxodo
enNm 33.
Además se pueden encontrar listas de objetos como ofrendas a Yahvé en
Ex 35 y objetos de botín en Nm 31, 32-54.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 65
2. Las crónicas
La crónica es una enumeración de sucesos y datos que se consignan con la
máxima concisión posible, casi siempre repartidos en períodos de tiempo
regulares. Si los acontecimientos se consignan cada día, tenemos los diarios;
si de año en año, los anuarios tan1bién llamados anales. Van1os a prestarle
atención a éstos últimos. Los anales, escritos en las cortes reales y también
en el templo, recogen por años, en forma de notas oficiales, los hechos más
importantes. De lo anterior deducimos que su Sitz im Leben se da en las
escribanías y los archivos del palacio real, o bien de los santuarios. Sólo se
conservan extractos de anales, tomados del Libro de los hechos de Salomón (1
Re 11, 41) y del Libro de los anales de los reyes de Israel (reino del Norte) y de
los reyes de Judá (reino del Sur) (1 Re 14, 19-31 y 1 Re 16, 8-14). El estilo es
narrativo, en forma de enumeración objetiva. Vamos a citar como ejemplo
de anal a 1 Re 16, 8-11:
El año veintiseis de Asa, rey de Judá, empezó a reinar Ela, hijo de Basa, sobre
Israel, en Tirsa, reinando dos años. Conspiró contra él su súbdito Zimri, jefe
de la mitad de los carros de guerra. Hallábase en Tirsa, bebiendo y embriaga-
do, en casa de Arsa, prefecto del palacio de Tirsa, cuando irrumpió Zimri, lo
acometió y lo mató, en el año veintiseis de Asa, rey de Judá, reinando él en su
lugar. Apenas se sentó como rey en el trono, exterminó toda la casa de Basa,
no dejándole varón ni de los parientes o amigos.
Cualquiera que lea este texto con atención percibe enseguida su género
literario peculiar. No se trata de una mera narración. El texto recoge datos
y hechos de un prolongado espacio de tiempo y los presenta simplemente
uno tras otro. Es una crónica y n1ás concretamente un anal. Otros ejemplos
típicos de este género los tenen1os precisamente en los libros 1 y 2 de Crónicas
que narran en forma resumida la historia de Israel desde sus comienzos hasta
la dominación de los persas.
3. La autobiografía
4. La narración de sueños
8
"Sueño de Faraón", ver Apéndice, p. 172.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 67
Mucho tiempo había transcurrido desde que Yahvé dio paz a Israel, en todas
sus fronteras; Josué, muy anciano, reunió a todo Israel, incluyendo a los
ancianos, jefes, secretarios y jueces para decirles: 'Estoy ya muy viejo y ustedes
han visto todo lo que Yahvé ha hecho con todas las naciones vecinas y cómo
él mismo ha peleado por nosotros.
Miren que les he repartido el territorio de todos los pueblos que ... 11
2. Las homilías
10
"Discurso de Judas", ver Apéndice, p. 173.
11 • y
'" - - • -~..J:-- ....... 1 7A
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 69
3. El tratado
Es el nombrt:! dado a un género que procura exponer un punto de vista,
determinadas concepciones o determinados pensamientos teológicos. En el
Antiguo Testamento no busca una objetividad neutral, sino que consciente-
mente se dirige al lector y su aprobación. La presentación literaria de los
tratados puede variar; algunos llamados decretos epistolares, están escritos
en forma de epístolas con1o Est 9, 20-31 que es una noticia sobre la carta de
los purin1.
Se presenta este pasaje para ilustrar lo dicho:
Mardoqueo puso por escrito estos hechos. Luego envió cartas a todos los
judíos que vivían en las diversas provincias del imperio, estuvieran lejos o
cerca. Los exhortaba a que/ cada año, celebraran ... 12
Agar invocó así el nombre de Yahvé que le hablaba: "¡Oh, Yahvé!, tú eres el
Dios que ve, el que me ha escuchado en mi aflicción. Porque es cierto, agregó,
que he visto yo aquí las huellas de Aquel que me ve." Por eso se llamó aquel
pozo "pozo de Lajay-Roi" y está entre Cadés y Béred. · [Y]
12
"Tratado de Purirn", ver Apéndice, p. 175.
70 CAPITULO IV
Agar dio a luz a un hijo y Abram llamó Ismael al hijo que Agar le había dado.
Abram tenía ochenta y seis años cuando Agar le dio su hijo Ismael. (E]
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, se le apareció Yahvé y le dijo: "Yo
soy el Dios de las Alturas, anda en mi presencia y trata de ser perfecto. Y yo
confirmaré mi alianza entre tú y yo y te multiplicaré más y más."
Cayó Abra m con la cara en tierra, y Dios le habló así: "Esta es mi alianza que
yo voy a hacer contigo: tú serás el padre de muchas naciones. No te llamarán
más Abram, sino Abraham: porque te tengo destinado a ser padre de muchas
naciones. Yo te haré crecer hasta lo sumo; pueblos y reyes saldrán de ti. Esta
es mi alianza que pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de
generación en generación, para siempre en adelante: Yo seré el Dios tuyo y,
después de ti, de tu descendencia.
Yo te daré a ti y a tu posteridad la tierra en que andas como peregrino, toda la
tierra de Canaán en posesión perpetua y seré el Dios de los tuyos. [S]
Tradiciones jurídicas
l. El Derecho apodíctico
2. El Derecho casuístico
Las proposiciones jurídicas casuísticas son aquellas que prescriben un modo
concreto de proceder o un castigo para un determinado estado de cosas.
Dicho de otro modo, el derecho casuístico es el que juzga y dispone en
situaciones concretas o casos particulares. Muchas leyes de este género se
encuentran en el llamado "Código de la Alianza" que se extiende a lo largo
de Ex20,22 hasta 23,19 que contiene proposiciones como la siguiente: "El que
golpea a un hombre, y éste muere, será condenado a muerte" (Ex21, 12). Aquí
se ve que ésta no es una ley general, sino una ley particular. También
aparecen muchas proposiciones casuísticas en el llamado "Código Deutero-
nómico", que es un conjunto de leyes que se encuentran expuestas a lo largo
de práctican1ente todo el Deuteronomio. Con1o ejemplo citaremos una propo-
sición perteneciente a este código y que encontramos en Dt 27, 15.
Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a
Yahvé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar oculto.
Series y decálogos
Las series son las agrupaciones y enun1eraciones de formulaciones legales
similares en estilo o contenido. Los números diez y doce tenían un sentido
de plenitud, por lo cual, muchas de las series están formadas por conjuntos
de diez o doce leyes. Las series son en realidad minicódigos. A continuación
vamos a citar dos ejemplos. El p rin1ero, es la serie sobre norn1as sexuales que
pertenece al llamado "Código de Santidad" y que aparece en Lv 18, 7, 23.
Ninguno de ustedes tenga relaciones sexuales con una pariente directa: ¡Yo
soy Yahvé! No tendrás relaciones con tu padre ni con tu madre. ¡Piensa que
es tu madre! No tendrás relaciones con la mujer de tu padre. ¡Respeta a tu
padre! ..} 3
Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a
Yahvé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar oculto. Todo el
pueblo responderá: ¡Amén!
Maldito aquél que desprecia a su padre o a su madre ...14
13
"Cópigo de Santidad", ver Apéndice, p. 175.
14
"Código Deuteronómico, ver Apéndice, p. 176.
72 CAPITULO IV
Entonces Dios dijo todas estas palabras: "Yo soy Yahvé tu Dios, el que te sacó
de Egipto, país de la esclavitud.
-No tengas otros dioses fuera de mí.
-No te hagas estatua...15
El Decálogo aparece como expresión de la experiencia religiosa- moral de la
comunidad tribal de Moisés. Surge de la necesidad humana de organizarse
en Sociedad y de respetar su propia dignidad que tiene filiación divina.
Representa el Derecho primitivo con que las tribus hebreas errantes se
gobernaban como pueblo. Era el momento dramático del nacimiento de una
nación bajo la mano de un Dios único: Yahvé. La misma narración de
carácter no histórico, sino más bien etiológico, de la entrega de las "tablas de
la ley" que hace Dios a Moisés en el monte Sinaí, indica la presencia y la
bendición de Yahvé a su pueblo. Es el shnbolo de la Alianza Sagrada, el
momento donde Dios y el hombre se con1prometen a vivir una relación
amorosa eterna, representada en esos diez mandamientos. El hombre descu-
bre las leyes naturales, las escribe para no olvidarlas y reconoce en ellas la
presencia y la inspiración de su Dios único y personal. Este es el mensaje de
las "tablas de la ley", extensivo a toda la humanidad. Es la explicación del
esquema central del Antiguo Testamento: Yahvé-Moisés-Alianza, que en el
Nuevo Testatnento se convertirá en Cristo-Hon1bre-Salvación.
Para tem1inar esta sección, mencionaremos que existe otro decálogo,
conocido con1o "Decálogo cultual" y que se encuentra en Ex 34, 14-26. Es una
derivación de los diez n1andan1ientos con un carácter ritual y tiene el objetivo
de reafirmar la alianza de Dios con su pueblo mediante la prescripción de
prácticas de culto.
No te arrodillarás ante otro dios, pues Yahvé lleva por nombre Celoso: él es
un Dios celoso. No te comprometerás con la gente de aquellos países, que se
prostituyen tras sus dioses y les ofrecen sacrificios. Pues, de lo contrario, te
convidarán a comer de sus cosas sacrificadas, y después casarás a tus hijos con
las hijas de ellos y, puesto que se prostituyen ellas por sus dioses, ...16
15
"Los diez mandamientos", ver Apéndi~e, p. 176.
16
"Decálo~o cultual", ver Apéndice, p. 177.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 73
Disposiciones cultuales
Es evidente que también el culto y cuanto se relaciona con él necesita de
normas jurídicas con carácter obligatorio. Estas las encontramos principal-
mente en el Levítico, que es el escrito sacerdotal del Pentateuco.
l. Los rituales
Son una serie de instrucciones para el sacerdote o para una persona determi-
nada con el objeto de realizar una ofrenda, generaln1ente de tipo sacrificial.
Los rituales se ajustan a la estructura siguiente:
Llamó Yahvé a Moisés y le habló así, desde la Tienda de las Citas divinas:
"Habla a los hijos de Israel y diles esto: Cuando alguno de ustedes presente a
Yahvé una ofrenda de animales, ésta puede ser de ganado mayor o menor.
Si alguien ofrece ganado mayor para su sacrificio de holocausto, ofrecerá un
macho sin defecto. Lo ofrecerá ante la puerta de la Tienda de la Citas, de
manera que sea agradable a Yahvé. Pondrá su mano sobre la cabeza de la
víctima, Yahvé la aceptará y perdonará el pecado. Sacrificarán el animal
delante de Yahvé. Los sacerdotes, los hijos de Aarón, ofrecerán la sangre
derramándola por sobre todo el altar que se encuentra a la entrada de la Tienda
de las Citas. Después despedazarán la víctima en porciones; luego los sacer-
dotes pondrán fuego en el altar y colocarán leña sobre el fuego; acomodarán
los trozos con la cabeza y las grasas encima de la leña colocada sobre el fuego
del altar.
El que ofrece el sacrifico lavará con agua las entrañas y las patas y el sacerdote
lo quemará todo en el altar. Así se procederá al holocausto. El olor de la
víctima consumida por el fuego apaciguará a Yahvé.
Es muy interesante observar que los israelitas, como otros pueblos antiguos,
consideraban que la vida de cada ser está en su sangre. Por eso la sangre
pertenecía a Dios y nadie la podía beber. Al ofrecer la sangre del animal
sacrificado, el israelita expresaba claramente que con ella ofrecía a Dios su
propia vida.
74 CAPITULO IV
Yahvé habló a Moisés para decirle: "Habla a los hijos de Israel y diles: No
comerán sebo de buey, ni de cordero ni de cabra. La grasa de animal muerto
o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero en modo alguno la come-
rán. Porque todo aquel que coma grasa de algún animal que suele ofrecerse
en sacrificio por el fuego para Yahvé, será exterminado de entre los suyos.
Tampoco comerán de alguna sangre, sea de animal, sea de ave en los lugares
en que vivirán. Todo aquel que coma sangre alguna será exterminado de entre
los suyos.
17
"Contrato de Alianza", ver Apéndice, p. 178.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 75
El texto anterior narra que el rey Josías, junto con todo el pueblo o en su
nombre, cerró una alianza con Dios; su contenido era la obediencia a Yahvé,
de conforn1idad con el rollo de la ley que había sido encontrado. En los
reinados precedentes gobernaron reyes idólatras por lo que los libros sagra-
dos habían sido olvidados o escondidos. El "Libro de la Ley" que se descubrió
en tiempos de Josías eran escritos esenciales del Pentateuco que vinieron a
revitalizar la fe en Yahvé parcialmente perdida. Históricamente hablando, el
texto se sitúa en las postrin1erías del reino del sur (Judá), unos años antes del
destierro a Babilonia.
Por últin1o, mencionaremos que existen expresiones fijas para formular
la Alianza, las cuales no aparecen explícitas en el anterior texto de Josías, pero
que se encuentran en algunos textos deuteronómicos. Las fórmulas de la
Alianza son: "Yo soy su Dios; ustedes son n1i pueblo" y "Yahvé es nuestro
Dios; nosotros su pueblo". La conjunción de estos dos enunciados genera un
contrato entre Dios y su pueblo que es la Alianza Sagrada.
Tradiciones proféticas
En ese día, los egipcios comenzarán a temblar de susto y terror como las
mujeres, cuando vean que Yahvé agita su mano. Egipto le tendrá horror al
país de Judá, pues cada vez que alguien se acuerde de los judíos, se pondrá
pálido de susto, porque recordará, al mismo tiempo, las amenazas de Yahvé
de los Ejércitos.
¡Cielos y tierra oigan! Escuchen la queja de Yahvé: "Crié hijos hasta hacerlos
hombres, pero se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el burro,
el pesebre de su señor; pero Israel no me conoce, mi pueblo no comprende."
¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de crímenes, raza de malvados, hijos
perversos! Han abandonado a Yahvé, han despreciado al Santo de Israel, le
han vuelto la espalda ... ¡Lávense, purifíquense! Alejen de mis ojos sus malas
acciones, dejen de hacer el mal, y aprendan a hacer el bien.
Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano
y defiendan a la viuda. 18
Busquen a Yahvé todos ustedes, los pobres del país, que cumplen sus manda-
tos, practiquen la justicia y sean humildes y así tal vez encontrarán refugio el
día en que Yahvé venga a juzgarlos (So 2,3).
Este es el otro tipo de sentencia profética. Este género aparece ante todo en
Oseas, ]eremfas y Ezequiel; tiene su expresión plena en el oráculo salvífica y
sacerdotal del Deuteroisaías (Js 41, 10-13).
Las palabras de salvación al igual que las amenazas, se dirigen al propio
pueblo, a los individuos del misn1o y a los pueblos extranjeros.
18
"Reprensión", ver Apénd ice, p. 178.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 77
En ese día, los egipcios comenzarán a temblar de susto y terror como las
mujeres, cuando vean que Yahvé agita su mano. Egipto le tendrá horror al
país de Judá, pues cada vez que alguien se acuerde de los judíos, se pondrá
pálido de susto, porque recordará, al mismo tiempo, las amenazas de Yahvé
de los Ejércitos.
Dice Yahvé: "Muy orgullosas andan las damas de Sión, con el cuello estirado
y la mirada provocativa, y caminan a pasitos cortos haciendo sonar las pulse-
ras de sus pies."
Por eso el Señor llenará de sama la cabeza de las damas de Sión, y quedarán
peladas.
Aquel día, el Señor arrancará los adornos, pulseras para los tobillos, cintas y
lunetas, pendientes, brazaletes, velos, sombreros, cadenillas de pie, cinturones,
frascos de perfume y amuletos, sortijas, aros de nariz, vestidos preciosos,
mantos, chales y bolsos, espejos, lienzos finos, turbantes y mantillas.
Aquel día, en lugar de perfumes habrá podredumbre, en lugar de cinturón una
cuerda, en lugar de cabello trenzado, cabeza rapada, en lugar de vestidos
lujosos, un saco, en lugar de belleza, una marca hecha con un hierro al rojo.
Las expresiones "no ten1as", "yo estoy contigo, yo soy tu Dios", denotan un
consuelo, una motivación y una esperanza de liberación. Después se indican
las consecuencias que tendrá la intervención de Dios para el pueblo oprimido
y para sus enemigos.
Este texto apareció durante el destierro de los judíos en Babilonia y
anuncia el hecho de que Yahvé los salvará. Y ésto ocurre cuando Ciro rey de
Persia destruye Babilonia y les da libertad condicional a los hebreos, permi-
téndoles volver a su tierra. A la salida de Babilonia se le llama el segundo
éxodo.
Es muy interesante advertir que en tiempos anteriores, los reyes paganos
eran "mandados" por Yahvé para castigar a su pueblo. Ahora, uno de ellos
es elegido por Yahvé para salvar a su pueblo. Los profetas fueron capaces de
interpretar los acontecin1ientos históricos de su tiempo para poder orientar
al pueblo bajo la voluntad de Dios y anunciarles la venida del Mesías que
sería el verdadero liberador total del pueblo.
Enseguida vamos a analizar otros dos ejemplos de palabra de salvación:
]r 30, 10-11 y ]r 31, 6-7. Vamos a citar ]r 30, 10-11.
No temas, pues, servidor mío, Jacob, dice Yahvé, ni te asustes, Israel. Porque
yo acudo, desde lejos, para sacarte a ti y a tus hijos del país en que están
cautivos. Jacob volverá y encontrará la paz y vivirá tranquilo, sin que nadie
lo moleste.
Yo estoy contigo para salvarte. Reduciré a la nada a todas las naciones, por
donde te dispersé; pero a ti no te aniquilaré, sino que te corregiré como es
debido, ya que no te dejaré sin castigo.
Aquí nos encontran1os otro oráculo salvífica con una estructura sin1ilar a la
de Is 41, cuyo objetivo también es dar esperanza a los judíos desterrados en
Babilonia. También se muestra aquí una amenaza de castigo por los múlti-
80 CAPITULO IV
pies pecados e infidelidades que ha cometido Israel, sin embargo Dios per-
dona y el mensaje de salvación domina el texto.
Otro ejemplo lo tenemos en ]r 31, 6-7.
Vendrá un día en que los centinelas gritarán, desde los cerros de Efraím:
"¡Levántense, subamos a Sión, adonde está Yahvé, nuestro Dios! Y añade
Yahvé: ¡Vitoreen, con alegría, a Jacob, adamen a la primera de las naciones!
Háganse escuchar, celébrenlo y publíquenlo: "¡Yahvé ha salvado a su pueblo,
al resto de Israel!"
19
"Oráculo salvífica", ver Apéndice, p. 179.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 81
. El relato vocacional
Existió un momento en la vida de los profetas en que sintieron un llamado
de Dios. El día que descubrieron su vocación, su destino. Fue tan importante
para ellos, esa primera visión o vivencia en la que Yahvé los tomó a su
servicio, que Isafas, }eren1ías y Ezequiel la exponen detalladamente. Estos
relatos de vocación profética siguen una estructura estereotipada que aparece
en otras partes de la Biblia. Existen dos tipos, el primero donde se manifiesta
principalmente la aparición de Yahvé y se le llama relato vocacional con
esquema de aparición; el segundo donde se manifiesta principalmente la
palabra de Yahvé y se le llan1a relato vocacional con esquema de palabra o
comunicación.
En general los relatos vocacionales tanto de aparición como de palabra se
ajustan a los siguientes elementos estructurales:
20
"Vocación de Isaías", ver Apéndice, p. 180.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 83
El reino del Norte (Israel) había caído en manos de los asirios y sus habitan tes
fueron desterrados a Nínive. El reino del Sur Oudá) temeroso de correr la
misma suerte, ponía sus esperanzas de protección en otros reinos poderosos
como eran Egipto y Etiopía. Es por esto que Dios le pide a lsaías el sín1bolo
de andar sin ropa y descalzo con lo que quiere representar la caída de
Egipto y de Etiopía y cómo sus habitantes son despojados y esclavizados.
Esta lección pretende inculcar a los hebreos que sólo deben confiar en Dios
porque El es más poderoso que cualquier imperio humano y que a pesar de
todos los sufrimientos y vicisitudes El está presente ofreciendo la única y
verdadera liberación. No debemos olvidar por la experiencia histórica de los
pueblos, que las "liberaciones" logradas sólo por la mano del hombre siempre
son lin1itadas y pasajeras.
Géneros diversos y perfil del profeta
Los profetas tuvieron un despliegue de libertad literaria formidable. Utiliza-
ron una gran variedad de géneros de lenguaje y de escritura pertenecientes
a otras "situaciones vitales (Sitz im Leben) y los combinaron e interpretaron
1
'
de modo que crearon géneros nuevos y más complejos. He ahí que el estudio
profundo de los géneros proféticos sea muy difícil, por lo que nosotros hemos
pretendido sólo analizar las estructuras más básicas. Por otro lado n1uchos
de los géneros que los profetas adoptaron los estudiaren1os en otras secciones
del libro bajo la clasificación técnica que les corresponda. Es 1nuy interesante
observar que en muchos escritos proféticos se da el esquema desgracia-sal-
vación que es la combinación de los géneros de palabra de desgracia y palabra
de salvación, de modo que la amenaza viene suavizada por la esperanza de
un oráculo salvífica.
Entre los principales géneros que podemos encontrar en los libros profé-
ticos, podemos citar los siguientes: acciones sin1bólicas, an1enazas, amenazas
razonadas, reprensiones, amonestaciones, discusiones, lan1entaciones, ele-
gías proféticas, alegorías, discursos apocalípticos, discursos parabólicos, pro-
mesas (palabras de salvación), instrucciones cultuales y las innumerables
combinaciones de todos estos géneros. Con1o ya n1encionamos antes, algu-
nos de ellos ya los analizan1os en esta sección y los otros los estudiaremos en
su lugar apropiado.
Los profetas eran personajes polifacéticos, pues se les podía encontrar en
una montaña n1editando, en el ten1plo haciendo oración, o en la calle predi-
cando. Quizá la imagen tradicional que tenemos de ellos no es del todo falsa;
eran hon1bres sencillos, intensos y que gritaban cosas en apariencia extrañas.
Eran hombres solitarios porque al denunciar las injusticias y las explotaciones
LtNI:l<US Ul l:.I{AJ{JU~ UI:.L A. l.
Tradiciones sapienciales
Aquí vemos que Dios, autor de la naturaleza humana, sólo quiere la felicidad
del hon1bre. Es n1uy significativo que el prin1er saln1o se extienda sobre el
tema de la felicidad, así como el primer discurso de Jesús empezará por
"felices los que ... " Es muy interesante notar que también Jesús utilizaba
formas estereotipadas de su tien1po, como cuando decía "La paz sea con
vosotros" estaba usando el saludo "shalomaleichem" de la tradición veterotes-
tamentaria con todo su profundo sentido.
Con frecuencia se expresa lo que efectivamente se quiere para su felicidad.
Se trata de bienes con1o los que la sabiduría promete al hombre que se
esfuerza serian1ente por conseguirla. Con1o ejen1plos tenen1os los Salmos 127
y 128. Vamos a citar el Salmo 128 donde se desea felicidad a todo hogar y
comunidad que sigue los can1inos de Dios.
Es sabido, también que se atribuía una fuerza especial a los deseos expresados
en la despedida. Aquí tenían su lugar las fórmulas "Vete en paz" o "Que te
vaya bien" . Estas fórmulas in1pl ican un sentido profundo de comunicación.
88 CAPITULO IV
Con ellas, una persona le desea éxito y bienes a otra, en un contexto reverente
Como ejemplos se tienen 1 Sm 25, 35; Ex 4, 18 y 2 Sm 15, 9. Citaremos el
texto 1 S m 25, 35.
Entonces David recibió todo lo que ella había traído y le dijo: "Vete en paz a
tu casa; mira, he escuchado tu voz y he accedido a tu petición".
Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: "Dame permiso para a ir a Hebrón,
a cumplir el voto que hice a Yahvé, pues cuando estaba en Guesur, en Aram,
hice este voto: Si Yahvé me hace volver a Jerusalem, le ofreceré un sacrificio
en Hebrón". Respondió el rey: "Que te vaya bien". Absalón se despidió y se
fue a Hebrón.
2. Bendición y n1aldición
21
"Bendición", ver Apéndice, p. 180.
22
"Maldición", ver Apéndice, p. 181.
90 CAPITULO IV
LA sente12cia
, j
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 91
1. El refrán
2. El proverbio
Las manos flojas empobrecen, pero las trabajadoras enriquecen (Pr 10, 4)
Los sabios atesoran ciencia, pero la boca del loco prepara la ruina (Pr 10, 14)
El justo jamás será perturbado; en cambio, los malvados no durarán en la tierra
(Pr 10, 30)
Más vale un hombre paciente que un héroe, más vale el que domina a sí mismo
que el que conquista ciudades (Pr 16, 32)
El amigo fiel es refugio seguro, y el que lo encuentra halla un tesoro. El amigo
fiel no tiene precio (Si 6, 14-15)
No hay riqueza preferible a la salud, ni bienestar superior a la alegría del
corazón (Si 31, 16)
92 CAPITULO IV
¿Se puede llevar fuego en el regazo sin que se prenda la ropa? ¿Se puede andar
sobre carbones encendidos sin quemarse los pies?
Así es el que se acerca a la mujer de su prójimo: todo el que la toque no quedará
impune.
El adúltero es un insensato, y se pierde a sí mismo el que obra así. Cosechará
golpes y desprecio, su vergüenza no se borrará (Pr 6, 27-33)
Seis cosas hay que aborrece Yahvé, y siete que le causan horror: Ojos sober-
bios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazón perver-
so, pies que corren hacia el mal, testigo falso que dice calumnias, y el que
siembra discordias entre los hennanos (Pr 6, 16-19)
Hay tres cosas que me desbordan y una cuarta que no comprendo: el vuelo
del águila por el cielo, el rumbo de la serpiente por la peña, el destino de la
nave por el mar, y el camino del varón por la doncella (Pr 30, 18-19)
¿No sabes tú que desde siempre, desde que fue puesto el hombre sobre la tierra,
la alegría del malvado es breve y el gozo del perverso dura sólo un instante?
Aunque se elevara hasta los cielos y toque las nubes con la cabeza, como un
fantasma desaparece para siempre; los que lo veían dicen: "¿Dónde está?" Se
va como un sueño, se vuela y ya no lo hallan, huye como una visión nocturna.
El que observa ya no lo ve, y tampoco lo divisa el lugar donde vivía. Sus huesos
rebosaban de vigor juvenil: su vigor ahora está junto a él en el polvo.
Si eltnal era dulce a su boca, si lo ocultó bajo su lengua, si allí lo conservó y lo
retuvo y lo guardó en medio del paladar, su comida se corrompe en el
estómago, y se vuelve veneno en su interior.
Tiene que vomitar las riquezas que tragó, Dios las hace salir de su vientre.
Chupaba veneno de áspides: una lengua de víbora lo mata.
Este poen1a de una belleza literaria forn1idable nos pretende mostrar en forma
dramática que el n1al nunca triunfará contra la bondad de Dios y cómo todos
los perversos perecerán.
Otros ejemplos de este género aparecen en los cantos sobre la sabiduría
personificada que encontran1os en: Pr 8 y 9; Sb 7, 21-30 y Si 24, 5.
Vamos a citar Pr 8, 22-36 donde podretnos apreciar uno de los n1ás
logrados exponentes del poenl.a didáctico sapiencial . Es un poen1a donde
la sabiduría se presenta, se autodescribe y se nos ofrece para que sean1os
sabios y felices. Tiene una arn1onía extraordinaria y un lenguaje muy fino.
94 CAPITULO IV
Yahvé me creó al proyectar sus obras, antes que sus obras más antiguas. Desde
el principio me tiene formada, desde el comienzo, antes de la tierra.
Cuando no existía el abismo ni habían brotado las fuentes del océano, antes
3
que los cerros fueran puestos en su lugar, antes que las lomas, ya estaba ...2
Para concluir podemos decir que la ten1ática de los poemas didácticos forja-
dos en el pensamiento sapiencial, se centra preferenten1ente en torno a la
suerte del justo y del culpable, y en torno a la alabanza y necesidad de la
sabiduría.
úz comparación
En Israel se usaron géneros con1parativos que eran de n1ucha importancia en
la literatura sapiencial. No sólo los sabios, tan1bién los profetas sabían que el
lenguaje plástico puede hacer que las ideas y afirmaciones resulten gráficas,
palpables y asin1ilables. De ahí que unos y otros utilizaran formas de expre-
sión que de suyo pertenecen al lenguaje sapiencial.
l. La alegoría
23 "P
oema d'd" . l", ver Apen
1 ac t'1co sap1encta
. " d'tce, p. 1 81 .
GENEROS LITERARIOS DEL A.T. 95
Yahvé me dijo: "Hijo de hombre, ¿qué tiene de más valioso el tronco de la parra
que el tronco de cualquier otro árbol? ¿Sirve acaso para hacer algún objeto, o
un gancho para colgar?
Pero lo tiraron al fuego, que devoró las dos puntas y quemó el medio, ¿para
qué, pues, sirve? Si cuando estaba entero no se podía hacer nada con él,
¿servirá para hacer algo, ahora que el fuego lo quemó?"
Por eso, así habla Yahvé: "Lo mismo que la madera de la parra fue entregada
al fuego, así trataré a los habitantes de Jerusalem. Los miraré con enojo: han
escapado del fuego, pero otro fuego los devorará. Y sabrán que yo soy Yahvé
cuando los trate según mi enojo. Convertiré el país en desierto, porque me
han sido infieles", dice Yahvé.
En esta alegoría, Ezequiel quiere decir que Israel era como la madera de la
vid pues no se destacaba entre los demás pueblos, ni por su número, ni por
sus cualidades y sin embargo, Dios lo eligió. Tan1bién con la facilidad con la
que la madera de la vid es consun1ida por el fuego, así tan1bién el pueblo de
Israel será castigado por sus infidelidades a Dios. Hay otra alegoría en Ez 16
donde el profeta con1para a Israel con una niña huérfana que después se
prostituye. Esta narración de una estética literaria ason1brosa tiene un con-
tenido crítico y reprensivo muy fuerte, y a su vez, un significado muy
profundo. Israel es adoptado por Yahvé quien lo llena de bendiciones y de
gracias; sin embargo, Israel se prostituye y traiciona la fidelidad a Yahvé, a
quien le debe todo.
Vamos a presentar a continuación un frag1nento de esta bellísima narra-
ción alegórica: Ez 16, 13-16 y 35-39.
Tu alimento era de harina de flor, miel y aceite. Te hiciste cada vez más
hermosa y llegaste a ser reina. La fama de tu belleza perfecta corrió por los
pueblos, gracias al esplendor que yo te había dado, dice Yahvé.
Pero tú, confiada en tu belleza, y valiéndote de tu fama, te prostituiste entre-
gándote a cuantos pasaban. Con tus vestidos te preparaste tiendas de vivos
colores en los Santuarios de Lomas, para dedicarte en ellas a la prostitución...24
24
"Narración alegórica", ver Apéndice, p. 182.
96 CAPITULO IV
2. La parábola
Las parábolas en el Antiguo Testamento son escasas y no tienen aún la forma
precisa de las parábolas neotestamentarias. Pero ofrecen asimismo, en una
narración, los rasgos esenciales que han de aplicarse de modo explicativo a
la persona o cosa significadas por ellas. Con1o ejemplo tenemos la parábola
de 2 Sm 12, con la energía de su interpretación: "¡Tú eres ese hombre!".
El análisis técnico y literario de las parábolas incluyendo ésta, lo haren1os
más tarde cuando lleguemos al estudio del Nuevo Testamento.
3. La fábula
Los árboles se pusieron en camino para buscar un rey a quien ungir. Dijeron
al olivo: "Sé tú nuestro rey." Les respondió el olivo:
"¿Voy a renunciar al aceite con el que gracias a mí son honrados los dioses y
los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?" ...
Entonces los árboles dijeron a la zarza: "Ven tú a reinar sobre nosotros." La
zarza respondió a los árboles: "Si con sinceridad vienen a un~inne a mí para
reinar sobre ustedes, acérquense y cobíjense a mi sombra, ... "2
25
"Fábula de Jotán", ver Apéndice, p. 182.
GEN EROS LITERARIOS DEL A.T. 97
El cántico de victoria
La ejecución de los cantos de victoria corresponden sobre todo a las mujeres,
y tiene lugar inmediatamente después de regresar el ejército y en fiestas
organizadas expresamente para celebrar la victoria. Con la espontánea ale-
gría que produce el regreso de los con1batientes victoriosos, se entona una
canción de pocas palabras, que destaca lo esencial del acontecimiento, una
hazaña particular o al jefe victorioso.
Como ejen1plos tenen1os Ex 15, 20-21 .
Todo el pueblo lo quería, incluso los oficiales de Saúl. Cuando David volvió
después de haber matado a Goliat, las mujeres salieron de todas las ciudades
de Israel, cantando y danzando, ante el rey Saúl, con tambores y arpas y con
gritos de alegría. Las mujeres cantaban: "Saúl mató a mil, y David a diez mil.
Cantar 1, 13-17
Mi amado es para mí bolsita de mirra cuando reposa entre mis pechos. Mi
amado es para mí racimo de uva de las viñas de Engadí.
Amada mía, ¡qué bella eres, qué bella eres! Tus ojos son como palomas.
Amado mío, ¡qué hennoso eres, qué delicioso! Nuestro lecho es sólo verdor.
Las vigas de nuestra casa son de cedro, y su techo de ciprés.
Cantar 3, 1-4
Cantar 4, 9-11
¡Qué amorosas son tus caricias, hennana mía, novia mía, qué delicioso es tu
amor...!
¡Sí, es mucho mejor que el vino! Y el olor de tus perfumes no se puede
comparar con ningún otro.
Los labios de mi novia destilan pura miel; debajo de tu lengua se encuentra
leche y miel, y la fragancia de tus vestidos es la de los bosques del Líbano.
Cantar 5, 10-16
La Amada:
Mi amado es rubio y buen mozo, distinguido entre mil.
Su cabeza brilla como el oro puro; sus cabellos, como hojas de palma, son
negros como el cuervo.
Sus ojos, como palomas junto a una fuente de agua, y que se bañan en leche,
posadas junto a un estanque.
Sus mejillas, plantaciones de balsamera, como frascos de perfumes.
Sus labios son lirios que destilan mirra pura.
GEN EROS LITERARIOS DEL A.T. 99
Cantar 7, 2-10
Hija de príncipes, qué lindos son tus pies con sus sandalias.
Tus caderas se incurvan como collares hechos por manos de artistas.
Tu ombligo es un cántaro donde no falta el vino con especias.
Tu vientre es como una pila de trigo.
Tus dos pechos son como dos crías mellizas de gacela.
Tu cuello, como torre de marfil.
Tus ojos, las piscinas de Jesbón, junto a la puerta de Bat-Rablim.
Tu nariz es como la cumbre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco.
Tu cabeza es como el Carmelo, y tu cabellera, como la púrpura; un rey se halla
preso en esas trenzas.
¡Qué bella eres, qué encantadora, oh amor, en tus delicias!
Tu talla se parece a la palmera; tus pechos, a los racimos.
Me dije: Subiré a la palmera, a sacar sus frutos.
¡Sean tus pechos como racimos de uvas y tu aliento como perfume de manza-
nas!
Tus palabras sean como vino generoso, que va derecho hacia el amado
fluyendo de tus labios cuando te duermes.
3. La canción satírica
Isa.ías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Esto es lo que dice Yahvé,
Dios de Israel: He escuchado tu súplica acerca de Senaquerib, rey de Asur.
Esta es la sentencia que Yahvé pronuncia contra él:
La virgen, hijo de Sión, te desprecia y se burla de ti. Mueve la cabeza a tus
espaldas, la hija de Jerusalem. ¿A quién piensas que has insultado tú, y de
quién has blasfemado? ¡Del Santo de Israel!
... Pero Yahvé dice: "He preparado esto que ahora ejecuto. Tú tenías que
convertir las ciudades fortificadas en un montón de ruinas...
Te has levantado contra mí: he oído hablar de tu orgullo. Por eso, yo pondré
mi anillo en tus narices~ mi freno en tu boca, y voy a devolverte por el camino
por el que has venido. 6
4. La elegía
26
"Canción satírica", ver Apéndice, p.182.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 101
Ay, la gloria de Israel pereció en los montes. ¿Cómo cayeron los héroes? ¡No
lo publiquen en Gat, no lo anuncien en las calles de Ascalón, para que no se
alegren las mujeres filisteas ni se regocijen las hijas de los infieles!
Montañas de Gelboé, no caigan sobre ustedes ni rocío ni lluvia, ni sean buenas
tierras, porque allí fue deshonrado el escudo de los héroes.
...Saúl y Jonatán, amables y queridos. Fueron inseparables en vida y en la
muerte. Eran más ligeros que águilas, más fuertes que leones.
Hijas de Israel, lloren por Sa úl, que las vestía de lino y carmesí, y adornaba con
. d e oro sus ves t'd 27
JOyas 1 os...
En el libro de Isaías aparece una elegía dedicada a un gran rey extranjero que
puede ser babilonio o asirio. El canto describe primero el respiro que da a
todo mundo la n1uerte del déspota. El n1undo ron1pe en júbilo y alegría.
Luego pinta el descenso del déspota a los infiernos y el saludo que le dirigen
los habitantes del reino de los n1uertos, un saludo que, por cierto, es una
elegía. Hay que imaginarse, que el rey, por quien se organizó todo este
tinglado funerario, vivía todavía y se encontraba sano. Sólo así cabe gustar
el amargo escarnio de la escena. En aquella época la palabra hablada tenía
un efecto contundente y hería de una n1anera muy profunda a las personas,
situación que es menos drástica actualn1ente. De modo que si se cantaba una
elegía a una persona viva, era con1o anunciar y desear con toda seguridad su
próxima muerte.
27
"Elegía de David", ver Apéndice, p. 183.
28
"Elegía sarcástica", ver Apéndice, p. 183.
102 CAPITULO IV
Israel coleccionó los cantos y lírica cultual que entonaba a Yahvé, reuniéndo-
los, salvo algunas excepciones, en el libro de los Salmos, llamado Salterio y
que es el "libro de oraciones" de la con1unidad postexílica.
La gran masa de los salmos se compone de cánticos en los que se
manifiestan las tres actitudes fundamentales de la expresión orante, que son
alabanza, petición y acción de gracias. De ahí que se les clasifique conforme
a su tema.
El Himno
Es un cántico de invitación o llamado a alabar solen\nenlente a Dios.
El himno se con1pone del siguiente esquema:
Invitación
Pues recta es la palabra de Yahvé, todas sus obras son verdad. El ama la justicia
y el derecho, y la tierra está llena de su gracia. Por su palabra surgieron los
cielos, y por su aliento todas las estrellas. En el Señor nosotros esperamos, El
es nuestra defensa y nuestro escudo; y confiamos en su sagrado nombre.
CENEROS LITERARIOS DEL A.T. 103
Final breve
Existen subespecies del himno, las cuales mencionaremos con sus respectivos
ejemplos.
Son salmos que presentaban ante Yahvé las necesidades o peticiones del
pueblo o del indiviuo; seguramente que muchas fueron consideradas y
utilizadas como forn1ularios, de la mistna manera que debió ocurrir con los
cantos de acción de gracias. Se distinguen las súplicas del pueblo y las del
individuo, por su contenido y su propósito. Cuando el individuo muestra
ante Dios su situación atorn1entada, aparecen claramente dos sufrin1ientos:
la enfern1edad y la acusación ante un tribunal.
La estructura de las súplicas es básican1ente la siguiente:
-La introducción, que es una llan1ada a Yahvé, por lo general en impera-
tivo, con la que se pide a Dios que escuche y ayude; en ocasiones se amplía
con una breve enutneración de n1otivos o razonan1ientos.
- La parte principal o cuerpo de la súplica, donde se dan la descripción
de las penas (enfern1edad, acusación, u otras semejantes), las peticiones y la
104 CAPITULO IV
Como ejemplos de súplicas encontramos los Salmos 6, 11, 13, 16, 22, 51,
130 y 139 entre otros. Van1os a citar los Salmos 6 y 130 que son peticiones de
salud y de perdón respectivamente.
Salmo 6
Salmo 130
Desde el abismo clamo a Ti, Señor, escucha mi clamor, que tus oídos pongan
atención a mi voz suplicante.
Señor, si no te olvidas de las faltas, ¿quién podrá subsistir?
Mas el perdon se encuentra junto a ti: por eso te veneran. Espero en el Señor,
mi alma espera y confía en su palabra, mi alma aguarda al Señor mucho más
que a la aurora el centinela.
Como aguarda a la aurora el centinela así Israel espere en el Señor, porque el
Señor tiene misericordia y hay en él abundante redención. El Señor dejará libre
a Israel de todas sus maldades.
29
"Salmo 6", ver Apéndice, p. 184.
GENEROS LITERARIOS DEL A.T. 105
30
"Salmo 7", ver Apéndice, p. 184.
31
"Salmo 107", ver Apéndice, p. 185.
106 CAPITULO IV
Oraciones
Es muy difícil distinguir entre los salmos y las oraciones. La diferencia a nivel
de género es que los salmos son oraciones cantadas y la oración propiamente
dicha está compuesta en prosa.
La oración en su concepto universal es una forma de con1unicación del
hombre con Dios. Vamos a analizar brevemente, los dos tipos de oración que
encontramos en el Antiguo Testamento.
Otros ejen1plos son: Gil 32, 10-13; 2 Sm 7, 18-29; 1 Re 3, 6-9; 2 Cro 20, 6-12 y
]dt 9.
En esos años los israelitas llamaron a Yahvé, diciendo: "Hemos pecado contra
ti porque hemos abandonado a Yahvé, nuestro Dios, para servir a los Baales."
Yahvé dijo a los israelitas: "Cuando los egipcios, los amorreos, los amonitas,
los filisteos, los sidonios, Amalee y Madian los oprimían y ustedes clamaron
a mí, ¿no los salvé de sus manos? A pesar de ésto me han abandonado y han
servido a otros dioses. Por eso no los salvaré otra vez. Vayan y griten a los
dioses que ustedes han elegido: a ver si los salvarán en el tiempo que les va
mal."
Los israelitas respondieron a Yahvé: "Hemos pecado, haz con nosotros lo que
quieras, pero sálvanos hoy." Retiraron a los dioses extranjeros y sirvieron a
Yahvé. Entonces Yahvé no pudo soportar más tiempo el sufrimiento de Israel.
Tradición verbal
La clasificación de los dichos en grupos, con su precisa caracterización, es
naturaln1ente objeto de discusión. Poden1os considerar con1o válida en lo
esencial, la agrupación que presentamos aquí sin pretender ser exhaustivos.
1 JO CAPITULO V
1. Dichos proféticos
Había una vez un rey poderoso que tenía una joya muy valiosa y que era lo
que más estimaba. Un día que iba paseando junto a un río en compañía de
uno de sus ministros, tomó la joya y la arrojó al río. El ministro le preguntó
asombrado que como era posible que siendo su posesión más preciada la
hubiera tirado. El rey le contestó: la tiro, porque la joya ya no es mía, sino que
yo soy de la joya.
Sólo cuando los hombres descubran que su n1isión no es an1ar a una "joya",
sino amar a los den1ás y buscar el reino de Dios, el n1undo catnbiará.
Otro ejen1plo de dicho profético de Jesús lo encontran1os en Le 13,28-29
que tiene su equivalente en Mt 8,11-12:
32
"Dicho profético", ver Apéndice, p. 186.
GEN EROS LITERARIOS DEL N.T. 111
irónica: "iAyde ustedes, los ricos, porque ustedes tienen ya su consuelo!". Ese
consuelo será la glorificación de los pobres en el paraíso. La pobreza en el
mundo no se ha dado por arte de magia y Jesús aquí hace responsables a
todos aquellos que han creado situaciones infrahumanas para muchos de
nuestros hermanos. Estos "ricos" son todos aquellos que humillan a otros, los
soberbios, los de corazón duro, los que creen que tienen derecho a comprar
la vida de los demás y los que han olvidado que Dios y nuestros semejantes
son más in1portantes que las riquezas materiales.
2. Dichos sapienciales
Muchos de los dichos de Jesús, desde el punto de vista de su forma, hay que
clasificarlos con1o dichos sapienciales, que tenían ya un patrón en la literatura
sapiencial. Esto vale tanto para los proverbios con1o para las frases formula-
das en forma proverbial. Como ejen1plos tenemos: Me 6,4=Mt 13,57=Lc 4,24:
"Ningún profeta es tenido en poco sino en su patria y entre sus parientes y
familia"; Mt 6,34b: "Bástale a cada día su afán"; Le 6,45b: "Pues, de la abun-
dancia del corazón habla la boca". Hay proverbios que pueden construirse
también con dos mien1bros, formando un paralelismo antitético cotno por
ejemplo, Le 6,45a: "El hon1bre bueno del buen tesoro de su corazón saca cosas
buenas, y el n1alo saca cosas malas del n1al tesoro de su corazón".
Los dichos sapienciales pertenecen a un tipo de enseñanza n1uy extendido
y colocan a Jesús en la línea de los doctores del Antiguo Testan1ento y de sus
contemporáneos, sin en1bargo, dada la plenitud y lo inaudito de los n1ensajes
de Jef;ús, podemos aplicarles el dicho profético que dice: "Aquí hay algo n1ás
que Jonás ... y aquí hay algo más que Salomón" (Mt 12,41-42=Lc 11,31-32).
3. Dichos legales
Varios dichos de Jesús adoptan forma de dichos legales y hay que admitir
con toda seguridad que asílos entendió y transmitió la Iglesia primitiva. Nos
114 CAPITULO V
4. Parábolas
Narraciones ficticias, que pueden tener con1o base una experiencia real, que
se presentan en forma de imagen o ejemplo para adaptarlo a la vida real de
los oyentes. Relatan lo que un hon1bre concreto realiza en una situación
particular y de ahí concluin1os por analogía lo que nosotros debemos hacer.
Las características generales de una parábola son el exordio, el esquen1a
y la conclusión.
El exordio es la parte introductoria y sirve de an1bientación y de partida
del relato. Enseguida aparece el esquema o cuerpo de la narración que es el
argumento y donde en forma más o n1enos concreta se nos transmite la idea
que el autor quiere decir. Finaln1ente viene la conclusión que muchas veces
explica el sentido o el ntensaje de la parábola, aunque otras veces le deja al
lector una pregunta para que él n1is1no la conteste y descubra el mensaje, que
tiene la intención de calar hondo en su vida.
La Exégesis bíblica considera que existen dos tipos de parábolas: una,
que podrían1os llamar parábola directa (Gleiehnis) y que narra cosas ordina-
rias, típicas y cotidianas. En estas parábolas se habla del crecimiento de la
siembra; de los abrojos en el_ trigal; del fern1ento en la masa de harina; de la
pesca de la red; de la construcción de una torre y de los estrategas; de los niños
que juegan; de la alegría al encontrar el dinero perdido; de cón1o se guarda
el tesoro escondido; de lo que se hace con la higuera que no da fruto. Las
cosas referidas en estas parábolas están a la orden del día, las saben todos,
están sujetas a las leyes comunes y ordinarias, son de la vida cotidiana. Un
claro ejemplo de una parábola de este tipo es la parábola del se111brador (Me
4,3-9):
Hay que aclarar que la parábola anterior tiene un Sitz im Leben muy concreto
que corresponde a la forma de arar en la antigüedad en donde primero se
echaba la semilla y después venía el arado, por eso se expli ca el que las
semillas cayeran en el camino o en las piedras porque la tierra se removía
después. (En nuestra época primero se prepara y se ara la tierra y una vez ya
limpia se siembra, por ]o cual es imposible que la semilla caiga entre piedras
o en un camino. De modo que lo que pasaba en el campo palestinense en la
época de Jesús era algo muy familiar y lo que ocurría en la siembra era algo
común).
Analizando la forn1a literaria vemos que al autor no le interesa narrarnos
quien era el sembrador ni su historia sino que a través de ponernos una
imagen cotidiana del campo nos quiere dar un mensaje, una enseñanza. Se
percibe claramente que Jesús hace una comparación en la que la sen1illa es la
palabra de Dios y nosotros somos la tierra en la que cae.
El otro tipo de parábolas lo podríamos llamar parábola indirecta ó alegó-
rica (Parabel), y narra acciones o circunstancias extraordinarias y singulares.
Precisamente porque la parábola indirecta no se compone de elen1entos
comunes y típicos de la vida ordinaria, sino de hechos extraordinarios, resulta
más difícil detectar su carácter parabólico que en las parábolas en sentido
estricto (parábolas directas), de que hemos hablado antes. Un claro ejemplo
de parábola indirecta es la parábola de las bodas reales (Le 14,16-24):
Un hombre daba una gran cena e invitó a muchos. A la hora de la cena envió
a sus siervos a decir a los invitados: "Venid, que ya está preparada la cena."
Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: "Compré un campo,
y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses". Otro dijo: "Compré cinco pares
de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses." Un tercero dijo: "Me
casé y no puedo ir". Regresando el siervo, refirió esto a su señor. Irritado
entonces el señor, dijo a su siervo: "Sal de prisa a las plazas y calles de la ciudad
y trae aquí a los pobres y a los lisiados, a los ciegos y a los cojos". Después el
siervo dijo: "Señor, está hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio". Y el señor
dijo al siervo: "Sal a los caminos y a los cercados y obliga a la gente a entrar,
para que se llene mi casa. Pues os digo que ninguno de aquellos que habían
sido invitados probará mi cena".
En esta parábola tatnbién hay cosas que ocurren como suelen ocurrí r siempre
y como podía esperarlas cualquier oyente. Un señor da un gran banquete y
extiende de antemano las invitaciones. Según la costun1bre de los círculos
distinguidos de Israel, la invitación se reafirn1aba por segunda vez inmedia-
tamente antes del banquete. Hasta aquí, pues, todo es normal. Pero viene lo
sorprendente: todos los invitados, que habían dado el sí a la prin1era invita-
ción, rechazan la segunda y con1ienzan a disculparse. Todos tienen sus
buenas razones para no asistir, y no acude nndie. ¡He aquí una situación bien
extré\ña y fuera de lo norn1all Tal situación in1pulsa al señor a tomar una
116 CAPITULO V
Había en una ciudad dos hombres, uno rico y otro pobre. El rico tenía ovejas
y vacas en gran cantidad. El pobre no tenía nada, a no ser una sola corderilla
que el había comprado. Ella había criado y había crecido con él y con sus hijos;
comía de su pan, bebía de su vaso y donnía en su seno. La tenía como una
hija.
Llegó un huésped al hombre rico, y éste no quiso tomar de sus ovejas ni de sus
bueyes para servir al viajero que había llegado a él. Robó la corderilla del
hombre pobre y se la sirvió al hombre que había llegado a él.
Al oír esta historia, David se encoleriza y dice a Natán: "Vive Yahvé, que el
que ha hecho tal cosa es digno de muerte, y pagará cuatro veces el valor de
la corderilla por haber hecho ésto y haber obrado sin piedad". Natán dice
entonces a David: "Tú eres ese hon1bre".
GENEROS LITERARIOS DEL N.T. 117
Directa
Indirecta
Parábolas diversas
La oveja perdida: Mt 18,22; Le 15,4ss.
La moneda perdida: Le 15,8ss.
El hijo pródigo: Le 15,12ss.
La venida del ladrón: Le 12,39ss.
El administrador responsable: Le 12,42ss.
El deudor cami1lo del juez: Le 12,58ss.
La higuera y sus hojas: Me 13,28ss.
El patrón que vuelve tarde: i\1c 13,33ss.
Los pla11os de guerra y la torre: Le 14,28ss.
El servidor despierto: Le 17,7ss.
La casa sobre roca y sobre arena: Le 6,47ss.
Los invitados al banquete: Mt 22,2; Le 14,16ss.
Los talentos: Mt 25, 14ss.
Los dos deudores: Le 7,4ss.
El amigo inoportuno: Le ll,Sss.
El mayordomo incorrecto: Le 16,1ss.
La viuda y el juez malo: Le 18,1ss.
El Se11or misericordioso y el siervo cruel: Mt 18,21ss.
Los trabajadores enviados a la vhía: Mt 20, lss.
El "no" y el ''sí" de Los hijos: Mt 21,25ss.
Los malos virzadores: Mt 21,33ss.
Las diez muchachas: Mt 25,1ss.
El buen samaritano: Le 10,25ss.
El rico necio: Le 12,13ss.
El rico y Lázaro: Le 16,19ss.
El fariseo y el publica no: Le 18,9ss.
120 CAPITULO V
Vamos a poner especial atención en las frases que empiezan con las palabras
"Yo he venido", "Yo vine", "Yo soy". Pueden estar formuladas afirmativatnen-
te comoenMt 10,35o Le12,49: "Vine a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía
que ya estuviera ardiendo!". También pueden estar formuladas como nega-
ción, por ejemplo aMc2,17 oMt 5,17: "No vine a suprin1irla Ley o los Profetas,
sino a perfeccionarlos". Este tipo de sentencias derivan de la conciencia que
Jesús tiene de ser el enviado de Dios y contienen en formulación precisa la
tarea de su misión. A la misma forma pertenecen aquellas sentencias en las
que en vez del "Yo" se pone como sujeto "el Hijo del hombre". Suelen
introducirse con el giro "el Hijo del hon1bre ha venido" u otros semejantes.
Como ejen1plos tenemos a Le 19,10; Mt 11,18ss = Le 7,33s y Me 10,45 = Mt
20,28: "Así con1o el Hijo del hon1bre no vino para que lo sirvan, sino para
servir y dar su vida para rescatar a muchos".
En estrecha relación con estas sentencias están las frases de diversa
formulación en las que Jesús habla de su misión y por consecuencia, de la
misión de sus discípulos (Mt 15,24).
6. Sentencias de seguitniento
Existen sentencias que hablan de seguin1iento y que presentan un tipo de
estructura característica. En Le 9,57-62 encontramos una serie de tres senten-
cias de este tipo. Las tres tienen en común que están construidas en forma de
diálogo entre Jesús y un personaje anónimo. En la prin1era y tercera senten-
cias el personaje se dirige a Jesús con la petición de que le acepte en su
seguimiento, a lo que responde Jesús con una formulación breve y cuestio-
nante. La segunda sentencia can1bia este esquema y empieza por la llamada
de Jesús a su seguimiento; viene luego la petición de un plazo por parte del
personaje anónin1o, para tern1inar con las palabras definitivas y exigentes de
Jesús. Con esta dramatización del diálogo la sentencia se asemeja n1ucho a
las historias vocacionales, sólo que en la sentencia no se habla para nada de
la reacción del interesado a los requerimientos de Jesús, aspecto que siempre
encontran1os en los relatos vocacionales.
En las sentencias de seguin1iento se trata de exponer de fonna plástica e
impresionante lo que le espera al que ha sido llan1ado y lo que tiene que hacer.
El énfasis está en las palabras tenninantes de Jesús, que cobran un significado
ejemplar.
7. Los discursos
Los discursos son piezas literarias que tienen como objeto transn1itir mensajes
. que motivan un convencin1iento o una reacción de los oyentes. Desde este
u t..l "'L!\\.JJ Lll L:.l'-t\1'\IV:> UCL !\1. l. 121
a) El discurso de la buena nueva del Reino: caps. 5 a 7: Comienza con "El sermón
de la montaña".
b) El discurso apostólico: cap. 10: Está dirigido a la labor misionera de los
apóstoles y habla de su acción y de las futuras persecuciones.
d) El discurso eclesiástico: cap. 18: Va dirigido a los discípulos fieles que siguen
a Jesús. Ellos son el núcleo del futuro Reino de los Cielos. Jesús imparte
numerosos consejos de humildad, caridad, compasión y apoyo mutuo.
e) El discurso escatológico: caps. 24 y 25: Marca una crisis violenta. Dios rechaza
al Pueblo infiel y lo sustituye por el Pueblo nuevo formado por judíos y
gentiles, sobre el cual se establecerá el reinado universal y glorioso del Mesías.
El discurso insiste en la vigilancia, trata del fin del judaísmo y de sus
resonancias cósmicas, invita a estar alerta para el fin de cada persona y
anuncia el juicio final. Presenta visiones de carácter apocalíptico.
Sabemos n1uy poco de la infancia de Jesús, pues sólo Mateo y Lucas dan
algunos datos. Las inquietudes desde la antigüedad por cornpletar esos
vacíos de inforn1ación dieron lugar a la creación de escritos apócrifos y
n1itificaciones diversas que pretendían explicar el origen de Cristo.
Dada la importancia que tiene para nosotros el conocer a un Jesús más
cercano, trataremos de desentrañar un poco el n1isterio de su persona procu-
rando destnitificar lo n1ás posible.
Podemos decir que para ser n1ien1bro de la especie "homo sapie11s" se
necesita tener genes y cromosomas fonnados y transn1itidos por n1illones de
años de evolución. No se puede ser hon1bre venido de la nada. En este sentido
ser persona significa formarse en el camino de un pasado que empieza siendo
biológico y se concretiza en una historia, un pueblo, una familia. Dios no
puede hacer surgir un hon1bre sin origen hun1ano de la nada. De hacerlo,
nacería un ser distinto, sin relación con nuestra historia. Por eso, decimos que
Jesús se hace humano al brotar del proceso evolutivo (cosmos, historia,
sociedad) y realizar su vida de una forn1a libre y responsable.
Los evangelios de la infancia forman y transmiten una experiencia cre-
yente en que Jesús se muestra con1o el Hijo de Dios que había sido prometido
ya en el Antiguo Testamento.
Los relatos de la infancia no se pueden concebir con10 una crónica
precisamente de los hechos ni tampoco son leyenda ejen1plar dirigida a los
pequeños. Son más bien reflejo de una fe profundamente vivida y expresada.
No descubren nuevas experiencias, o verdades, sino que reinterpretan y
presentan vivencias de la iglesia recién formada.
La historia de la infancia, de Lucas, constituye uno de los testin1onios n1ás
extraordinarios de la experiencia cristiana de todos los tiempos. Sin embargo,
son numerosas las razones que obligan a ser prudente en la valoración
histórica del relato. Por ejemplo, el censo que es causa del traslado de Nazaret
a Belén es de dudosa historicidad y aunque fuera histórico no obligaba a
trasladarse hasta el lugar de origen de la fan1ilia, Belén en este caso.
Interpretando los con1entarios anteriores y apoyándonos en el libro jesús
y los problemas de su historicidad de W. Trilling, nos arriesgan1os a dar nuestra
CENEROS LITERARIOS DEL N.T. 123
2. Paradigmas
Son narraciones cortas y completas en sí mismas que servían como ejemplos
en la predicación apostólica. Se pueden considerar en algunos casos como
un tipo de diálogo doctrinal. El paradigma tiene los siguientes rasgos típicos:
Otros paradigmas:
Los discípulos arrancan espigas en sábado (Mc2,23-28).
La curación del hon1bre de la mano seca (Me 3,1-6).
La unción de Betania (Me 14,3-9).
3. Disputas
En contraposición al paradigma, que narra un acontecin1iento, la disputa
contiene la relación de un enfrentamiento o discusión de Jesús con sus
adversarios, provocada por un episodio detern1inado.
Podemos esclarecer esto con el ejemplo de la "cuestión sobre los poderes
de Jesús" (Me 11,27-33): se trata de la prin1era de cinco disputas que en el
evangelio de Marcos ven1os distribuidas entre el tercero y cuarto día de la
semana de pasión en Jerusalén.
La sucesión cronológica se debe probablemente al evangelista, al igual
que el orden en que se suceden los interrogadores (sanedrín, fariseos, escri-
bas). A diferencia de las otras cuatro disputas inmediatas (sobre el tributo,
Me 12,13-17; el problema de la resurrección, Me ]2,18-27; la cuestión del
mandamiento supremo, Me 12,28-34; y la pregunta sobre el Mesías, Me
12,35-37) que parecen seguir todas en el fondo un esquetna cotnún, esta
prin1era enlaza con la precedente anécdota de la expulsión de los n1ercaderes
del templo (Me 11,15-19).
Van1os a citar el texto de Me 11,27-33:
Otras disputas, como las que tienen lugar acerca de cuál es el mayor de
los mandamientos (Me 12,28-34), acerca del divorcio (Me 10,2-12) o de las
purificaciones legales (Me 7,1-23), acaban en diálogos doctrinales.
4. Relatos de milagros
hecho ya para su curación (Me 5,26; 9,18). Con frecuencia se describe con
amplitud de detalles cómo Jesús lleva a cabo la curación (Me 1,41; 5,41; 7,33;
8,23-25; 9,25-27). Tan1bién se consigna a veces explícitan1ente el éxito de la
curación (Me 1,31; 7,30; 8,25). De vez en cuando la narración termina con un
coro final de alabanza (Me7,37), o con la nota de que le individuo que ha sido
curado proclama la palabra (Me 1,45) o va en seguin1iento de Jesús (Me 1 0,52).
Con todo, lo n\ismoque en los paradign1as, falta cualquier interés psicológico.
Así como en los paradign1as es una sentencia de Jesús la que constituye el
punto culminante de la historia, aquí ese punto lo ocupa el milagro.
Esta caracterización muestra que, si bien los relatos de milagros presentan
una estructura bastante unitaria, ciertamente no son uniforn1es. Lo que les
in1prime una n1arca común no es un esquema formal al que se atengan
estrictamente, sino la intención de proclan1ar el poder divino que tiene Jesús.
Por eso podrían llan1arse, usando la palabra en su sentido n1ás amplio,
milagros de epifanía o de manifestación.
Milagros de epifanía en sentido estricto son la transfiguración de Jesús
(Me 9,2-10) y su can1inar sobre las aguas (Me 6,45-52). En uno y otro caso el
punto culminante de la narración está forn1ado por una verdadera frase
revelatoria (Me 9,7 y 6,50). Las n1isn1as historias de den1onios habría que
considerarlas como n1ilagros epifánicos en un sentido especial, ya que los
endemoniados revelan explícitan1ente la identidad de Jesús.
Los exorcisn1os que hace Jesús, reflejan la lucha de orden espiritual y
escatológico que opone el Reino de Dios al Reino de Satanás. Tal lucha
invisible se n1anifiesta en el n1odo de obrar de los demonios, quienes al
reconocer a Jesús, gritan desesperadan1ente y entonces Elles prohibe hablar
y los expulsa. Un caso de exorcisn1o muy interesante es el del endemoniado
de Gerasa en Me 5,1-20. Estando Jesús en tierra de gentiles se encuentra un
enden1oniado, pero presa del espíritu del n1al en grado superlativo. "Mi
nombre es Legión, porque son1os n1uchos", dice el Demonio por boca del
afectado. ¡Y el n1iserable poseso estaba esclavizado en cuerpo y aln1a! Pero
ante Jesús, Legión se hun1illa y ten\e: "¿Qué tienes que ver conn1igo, Jesús,
Hijo del Dios Altísin1o? ¡No tne atorn1entes!". En efecto, Jesús le decía:
"Espíritu inmundo, ¡sal de este h01nbre!". El den1onio se siente vencido;
suplica que al menos lo deje en la región para apoderarse de cerdos, animales
impuros. Jesús se lo pern1ite, pero los cerdos se precipitaron al lago y se
ahogaron. Esta es una victoria tren1enda sobre los demonios y en tierra de
gentiles. El hon1bre sanado quiere seguir a Jesús, pero todavía no llega el
tien1po de los gentiles. Ya vendrá. Entre tanto, que vaya a proclan1ar entre
los suyos la misericordia que Dios le ha hecho por n1edio de Jesús.
Otro caso de exorcisn1o n1uy impresionante es el del enden1oniado epi-
léptico donde Jesús se enfrenta a un espíritu n1aligno n1uy poderoso y lo
expulsa definitivan1ente con la fuerza de la oración.
t;t.Ntl<US Ll'l ~KAJ<IUS OEL N.T. 131
5. Relatos de institución
Los tres sinópticos traen, dentro del marco de la historia de la pasión, un relato
sobre la institución de la eucaristía durante la últin1a cena que celebró Jesús
con sus discípulos (Me 14,22-25; Mt 26,26-29; Le 22,15-20); a éstos hay que
añadir el relato correspondiente que encontramos en la primera carta a los
Corintios (11,23-25) y con el que Pablo se remite a la tradición normativa sobre
la primitiva celebración cristiana de la eucaristía.
Dentro de estos textos pueden distinguirse claramente dos grupos: Mar-
cos-Mateo y Lucas-Pablo. Mateo depende de Marcos; Lucas, cuando se
aparta de Marcos, se acerca con Pablo a una tradición con1ún que parece
reflejarse de n1odo más originario en su relato que en el del apóstol Pablo.
Los ele1nentos esenciales son con1unes a todos los textos: una relación de
lo que hizo Jesús con el pan y con el cáliz, de las palabras que pronunció sobre
los mismos, como palabras referentes a su distribución. Si es verdad que los
autores de los relatos difieren en detalles concretos, hay que tener en cuenta
que ninguno de ellos pretendía ofrecer una relación exacta de lo que el Señor
hizo y dijo en la úl tin1a cena. Más bien nos transn1i ten la forma en que se
celebraba la eucaristía en su tien1po y en su con1unidad respectiva. Las
diversas formas fundamentales de la tradición tenían su contexto vital en la
liturgia de la Iglesia antes de ser incorporadas a los Evangelios o, más
concretamente en nuestro caso, a los relatos de la pasión. Una vez dentro del
marco de los relatos de la pasión, están al servicio de una interpretación de
la pasión y muerte de Jesús, hechos evidenten1ente anteriores a los ritos
litúrgicos de la Iglesia.
Una especie de relato de institución referente al bautisn1o se encuentra en
el mandato misional que imparte el Señor resucitado en Mt 28,19s: "Vayan y
hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenlos a cumplir todo lo que
yo les he encomendado".
-Prendimiento de Jesús
-Juicio del Sanedrín
-Negación de Pedro
-Muerte de Judas
-Jesús ante Pi lato
-El viacrucis (Camino de la Cruz)
-Crucifixión y nluerte
-Entierro de Jesús
-Resurrección l
-Apariciones de Jesús Resucitado l
-Despedida y Misión Universal. \
Hacía unos treinta años que Mateo, Marcos y Lucas habían escrito sus
evangelios cuando Juan terminó de redactar el suyo, alrededor del año 95.
No pretendió reunir otros dichos y hechos de Jesús, sino n1as bien aclarar el
misterio de su persona.
En los tres primeros evangelios abundan n1ilagros y palabras de Jesús.
En el de Juan hay solamente siete milagros que él llan1a "signos" y varios
discursos, que progresan lentamente repitiendo las n1isn1as palabras clave.
Juan se ren1ite a algunos de sus recuerdos referentes a Jesús, pero desarrolla
lo que contenían sus palabras y lo que con1prendió en ellas durante su larga
vida.
El Evangelio de Juan nos revela a una persona: Cristo. Este evangelio es
esencialn1ente "cristológico", todo él es una revelación de Jesús acerca de sí
nlismo.
Lo que conte1npló Juan en la persona de su Maestro lo expresa con las
realidades n1ás comunes de nuestra vida: pan, luz, agua viva, unidad, an1or.
San Juan hizo su Evangelio para los cristianos que conocían ya los
sinópticos, algunas epístolas de San Pablo y las prin1eras herejías.
San Juan, debido a su avanzada edad, conoció n1ejor que ningún otro
Apóstol el desarrollo de las Iglesias, y por consiguiente, los errores que se
iban extendiendo en algunas con1unidades cristianas, principaln1ente algu-
nas herejías, tales como la de los nicolaítas, la de Cerinto y la de los pregnós-
ticos m1P neí!aban la divinidad de Tesucristo por considerar la n1ateria
134 CAPITULO V
El prólogo: 1,1-18
El prólogo es un ''Hin1no al Verbo hecho carne". Es una síntesis teológica
sobre el contenido del cuarto evangelio.
Signo-mensaje
5) El can1inar sobre las aguas del lago de Tiberíades: Jesús an1o y señor
de la creación y de las fuerzas de la naturaleza.
El Epílogo
Aparecen aquí dos escenas posteriores a la resurrección. Van1os a comentar
la primera de ellas que es la llamada "pesca n1ilagrosa": ]n 21,1-14.
Jesús les dijo: "Traigan de los pescados que acaban de sacar". Pedro subió a la
barca y sacó la red llena con ciento cincuenta y tres peces grandes. Con todo,
no se ro mpió la red.
Jesús les dijo: "Vengan a desayunar". Jesús se acercó a ellos, tomó el pan y se
los repartió. Lo mismo hiw con los pescados.
Aquí tenemos un encuentro muy significativo de Jesús con los apóstoles, esta
vez a orillas del lago de Tiberíades. Este bellísin1o relato está lleno de la
presencia de Cristo resucitado, quien aparece de pie en la orilla desierta a la
luz del amanecer. Jesús invita a desayunar a sus "pescadores de hon1bres"
precisan1ente de los pescados que acaban de sacar y ¡oh coincidencia!, eran
ciento cincuenta y tres peces grandes; exactan1ente el n1isn1o nún1ero de
países que había en la tierra en ese tien1po. Este hecho sin1bólico representa
la vocación misionera de la Iglesia. Los discípulos se lanzarán por toda la
tierra para llevar en sus redes hacia Cristo a todas las naciones. ¡Estan1os ante
el momento en1ocionante del nacin1iento de la Iglesia!
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ESTE
LOS OLIVOS
Templo de Jerusalén
138 CAPITULO V
HACIA GALILEA
SAMARIA Y SIRIA
HACIA CESAREA
' MONTE DE
LOS OLIVOS
HACIA
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BETANIA
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HACIA EL
MAR MUERTO
SEPULCRO DE
LOS HERODES
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Caífás
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LA FUENTE
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100 200 300m HACELDANA
ALTURA
l. El Concilio de Jerusalén
otra parte, esta fe en Cristo elevaba el plan de Salvación a una esfera universal
en la que ya no habría distinción entre judíos y gentiles, sino que todos los
hombres estaban llan1ados a ser uno en Cristo y a participar de su Reino.
San Pablo en su labor doctrinal entre los gentiles, se esforzó especialmente
en traducir el mensaje cristiano formulado en lenguaje oriental, a términos
helenísticos a fin de que lo con1prendieran mejor. Tuvo, por tanto, que
inventar palabras o darles un nuevo significado. Era sumamente difícil
traducir a un lenguaje occidental/ radicaln1ente distinto, ideas nuevas, naci-
das y expresadas en forn1as orientales. Hay que confesar que el esfuerzo de
adaptación lingüística que realizó San Pablo no alcanzó su perfección. Esta
es una de las razones por las cuales algunos pasajes de sus escritos son difíciles
de entender.
Sin en1bargo, nadie con1o él estaba n1ejor preparado para llevar a cabo
esta ardua y trascendental tarea, pues si por una parte era judío de raza, hijo
de fariseos y educado en Jerusalén con el célebre sabio Gan1aliel, por otra
tenía un espíritu an1plio y poseía una cultura griega propia de un ciudadano
romano1 nacido en Tarso de Cilicia (hoy, sureste de Turquía)1 ciudad abierta
al n1undo, situada en la frontera de la civilización grecorromana y de la
civilización sen1ítico-babilónica.
El autor de esta obra, San Lucas, nos cuenta, con riqueza de detalles/ los
tres largos e interesantes viajes del apóstol (cap. 13 y ss., 15 y ss. y 18 y ss.) y
concluye sus crónicas con los relatos de la cautividad de Pablo en Jerusalén,
Cesare a y Ron1a.
Los "Hechos" nos sitúan en el n1undo judío y, sobre todo, en ese otro
mundo distinto al de los evangelios: el n1undo pagano, romano por su
estructura gubernan1ental y adn1inistrativa, y griego por su lengua y su
cultura.
Las cartas
l. Doxologías
2. Homologías
Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas y del cual somos, y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las
cosas y por el cual somos nosotros.
3. Fórmulas de fe
Los géneros
Los géneros de la herencia tradicional que se han conservado en las cartas
neotestamentarias pueden dividirse en dos grandes grupos que expondre-
mos a continuación.
l. Fondo de tradición litúrgica
Ejercicios 1
l. Lee estos pasajes de la Biblia: Hch 1.1-4; Jn1, 1-14; Dt 6.20-25; Sal19.7-14.
4. Lee todos los pasajes que tengan que ver con los escritores hun1anos y la
inspiración divina: Jn20.30, 31; Ap 1,1-4; Ha 2,2-4.
12. Utiliza el índice de n1aterias para investigar el asunto del perdón. Lee
todos los pasajes bíblicos que se dan en relación con ese te1na.
13. Escribe ahora tu propia respuesta a esta pregunta clave: ¿Cótno puedo
entender la Biblia?
14. Lee algún pasaje (por ejemplo el capítulo 4 de Juan) y luego busca en un
mapa los lugares n1encionados. Haz lo nüsn1o con térn1inos tales con1o
"fariseos" y "san1aritanos", buscando su definición en un Glosario o dicciona-
rio bíblico.
15. Escribe ahora tu propia respuesta a esta pregunta clave: ¿De qué pueblos
y lugares habla la Biblia?
16. Lee dos trozos de libros en diferentes secciones de la Biblia. Ejen1plo: Una
carta de Pablo y unos saln1os. ¿Cuáles son algunas diferencias que notas en
estas distintas clases de escritos?
17. Lee los siguientes pasajes que representan algunas de las diferentes clases
de escritos que encontrnn1os en la Biblia: Ex 14 y 15; Lv 19,11-18; el libro de
Rut; Pr 10,1-5; Am 7,7-9; Le 15,3-10; la carta de Pablo a Filen1ón.
18. Ahora escribe tu propia respuesta a esta pregunta clave: ¿Son iguales
todas las partes de la Biblia?
19. Lee los siguientes pasajes en relación con la unidad de la Biblia: Gn12,1-7;
]os 24,2-8; Le 24,25-27; Sal96.
20. Ahora escribe tu propia respuesta a esta pregunta clave: ¿Tiene unidad
la Biblia?
21. Escribe tu propia respuesta a esta pregunta clave: ¿Qué importancia tiene
la Biblia para el n1undo de hoy?
Ejercidos 11
Decir si las siguientes afirn1aciones son verdaderas o falsas y discutir la
respuesta.
1. En todas las narraciones bíblicas hay que distinguir entre la for111a externa
del lenguaje y el contenido teológico.
9. Las cartas de san Pablo sin excepción acaban con deseos de bendición
expresados en un estilo litúrgico.
10. Los discursos de revelación del cuarto Evangelio acaban con la llamada
"conclusión coral".
11. Al describir una forma lingüística estereotipada no hay que lilnitarse a
señalar su estructura externa.
12. Al describir una forma lingüística fija hay que preguntarse tan1bién por
su intención literaria fundamental.
15. El Sitz im Leben del hitnno es, por consiguiente, el culto divino del templo.
22. Un libro no puede contener n1ás que un género literario, o sea, es sólo una
novela, o una colección de poesías, o un tratado científico, etcétera.
29. El pez que se traga a Jonás, es el sín1bolo del poder enorme y siniestro del
paganisn1o, que an1enaza de muerte a los creyentes.
31. En la saga del sacrificio de Isaac in1presiona, sobre todo, la larga descrip-
ción del estado de ánin1o de Abrahan1.
32. La saga del sacrificio de Isaac tiene que ser antiquísin1a: arrastra consigo
una tradición de siglos.
35. Las experiencias históricas, que han confluido en la saga del sacrificio de
Isaac, se extienden a lo largo de los siglos.
40. A los ojos del autor de la historia de la sucesión al trono de David, Absalón
es una figura sin1bólica. Sin1boliza, en efecto, la rebelión del hombre contra
Dios.
41. En la historia de la sucesión al trono de David sería impensable que Dios
gritara desde el cielo interviniendo así en la historia.
45. Con su escueta enun\eración de nombres, fechas o hechos, las listas son
de un valor singular para los historiadores.
46. La crónica está íntin1amente en1parentada con el género de las listas.
49. Estos textos nos inforn1an del viaje que hizo San Pedro de Cesarea a Roma.
50. Los Evangelios de San Lucas y de San Juan se llan1an Evangelios Sinópti-
cos.
51. En los discursos de Jesús que ofrece el Evangelio de San Juan van
generaln1ente unidas la autopresentación y la protnesa.
Ejercidos III
11. Abre el Antiguo Testan1ento y lee el Salmo 135 (134). El versículo prilnero
dice: "¡Alabad el non1bre de Yahvé!" ¿A qué género pertenece este saln1o?
¿Por qué? ¿Dónde tern1ina la invitación a la alabanza? ¿Dónde con1ienza el
saln1o? ¿En qué puede reconocerse el paso de uno a otro?
14. Lee la perícopa del Antiguo Testan1ento, Jueces 13, 1-7. ¿Reconoces en
esta página una forn1a o esquetna que te es ya conocido? ¿Cón1o se llan1a este
esquema?
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu
reino ...
Género: Oración
1ntención literaria: Plegaria
Lugar de la Biblia: Mateo
Para facilitarte estos ejercicios, te diren1os que los textos aducidos pertenecen
a los siguientes géneros literarios (no te fíes del orden en que los menciona-
mos): predicción, parnbola de dativo inicial, proverbio, lista, noticia de una
visión, carta, canción de an1or, parábola de non1inativo inicial, in1precación,
hitnno, elegía, sentencia profética, oración, discurso de revelación, sentencia
jurídica o legislativa, exhortación, diario de viaje, anunciación, crónica, bie-
naventuranza o n1acarisn1o.
1. Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí, no tendrá más hambre, y el que
cree en mí, no volverá a tener sed ...
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
3. En cuanto al hombre que comete adulterio con una mujer casada: el hombre
que comete adulterio con la mujer de su prójimo será castigado con la muerte,
él y la mujer.
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
4. En verdad, en verdad te digo: esta misma noche, antes de que cante por
segunda vez el gallo, me negarás tres veces.
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención Ji teraria:
Lugar de la Biblia:
6. El año cuarto del rey Ezequías, es decir, el séptimo año de Oseas, hijo de Ela,
rey de Israel, subió Salmanasar, rey de Asur, contra Samaria, y le puso cerco.
Fue tomada al cabo de tres años...
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
11. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los
días de tu vida.
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
12. El reino de Dios es como un hombre que echa una semilla en la tierra. El
hombre duerme y despierta, se hace noche y se hace día, y la semilla, sin que
él sepa cómo, germina y crece ...
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
14. Había en una ciudad un juez que no temía a Dios, ni respetaba a los
hombres ...
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
15. ¡Abba! ¡Padre! ¡Todo te es posible! ¡Aparta de mí este cáliz! Pero no sea
lo que yo quiero, sino lo que quieres Tú.
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
16. Estad siempre alegres. Orad sin cesar. Dad gracias en toda coyuntura,
porque ésto es lo que Dios quiere de todos vosotros en Cristo Jesús. No
extingáis el Espíritu. No despreciéis las profecías. Examinad todo; retened lo
bueno. Hu id de toda especie de mal.
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
20. Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él. El cielo y la tierra
huyeron de su presencia, sin que se encontrase su lugar. Vi los muertos,
grandes y pequeños, en pie delante del trono, y fueron abiertos los libros...
Género:
Intención literaria:
Lugar de la Biblia:
Cristo Pantocrator
Es hermoso creer en los milagros a causa de Jesús, más que creer en Jesús a causa de los
milagros.
APENDICE
TEXTOS BIBLICOS
Y aconteció que después de esto quiso Dios probar a Abraham, y lo llamó: "¡Abra-
ham! ¡Abraham!" Este respondió: "Heme aquí." Y Dios le dijo: "Toma ahora a tu
hijo, el único que tienes, al que tanto amas, Isaac, y ve a la región de Moriah y allí lo
ofrecerás en holocausto en un monte que yo te indicaré."
Se levantó Abraham de madrugada, enalbardó su asno, tomó consigo dos siervos
y a su hijo Isaac; partió la leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que
Dios le había dicho. Al tercer día, alzando los ojos, alcanzó a ver de lejos Abraham
el lugar, y dijo a sus siervos: "Quedaos aquí con el asno, mientras el muchacho y yo
subimos arriba. Haremos adoración y después regresaremos a vosotros."
Tomó, pues, Abraham, la leña del holocausto y la puso sobre el hombro de su
hijo Isaac. Después tomó en su mano el fuego y el cuchillo y se fueron los dos juntos.
Entonces dirigiéndose Isaac a su padre, le dijo: "¡Padre mío!" El respondió: "Heme
aquí, hijo mío." ~~Llevamos, dijo Isaac, el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero
para el holocausto?" Abraham respondió: "Dios se proveerá de cordero para el
holocausto, hijo mío", y continuaron juntos el camino.
Llegados al lugar que Dios le había indicado, levantó Abraham un altar; preparó
la leña y se-guidamente ató a su hijo Isaac, poniéndolo sobre el altar encima de la
leña. Extendió luego la mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo. Entonces el
Angel de Yahvé le llamó desde el cielo y le dijo: jAbraham! ¡Abraham!" Este
11
El día en que Yahvé Dios hizo la tierra y los cielos, no había sobre la tierra arbusto ni
ninguna planta silvestre había brotado, pues Yahvé Dios no había hecho llover
todavía sobre ella, ni existía el hombre para cultivar el suelo.
Sin embargo, brotó desde la tierra un manantial y regó toda su superficie.
Entonces Yahvé fonnó al hombre con polvo de la tierra, y sopló en sus narices
aliento de vida, y lo hizo un ser viviente. Luego, Yahvé plantó un jardín en un lugar
del Oriente llamado Edén; allí colocó al hombre que había fonnado. Yahvé hizo
brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para comer. Y
puso en medio el árbol de la Vida y el árbol de la Ciencia del bien y del mal.
Del Edén salía un río que lo regaba y se dividía en cuatro brazos. El primero se
llamaba Pisón, y es el que rodea la tierra de Evila, donde hay oro fino, piedras
preciosas y aromas.
El segundo río se llamaba Guijón y es el que rodea la tierra de Cus. El tercer río
se llama Tigris, y es el que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.
Yahvé tomó, pues, al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y
lo cuidara. Y Dios le dio esta orden al hombre: "Puedes comer de cualquier árbol que
haya en el jardín, menos del árbol de la ciencia del bien y del mal; porque el día que
comas de él, morirás sin remedio."
Después dijo Yahvé: "No es bueno que el hombre esté solo. Haré, pues, un ser
semejante a él para que le ayude."
Yahvé entonces formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves
del cielo y los llevó ante el hombre para que les pusiera nombre. Y cada ser viviente
había de llamarse como el hombre lo había llamado.
El hombre puso nombre a todos los animales, a las aves del cielo y a las fieras
salvajes. Pero no se encontró en ellos un ser semejante a él para que lo ayudara.
Entonces Yahvé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Y le
sacó una de sus costillas, tapando el hueco con carne. De la costilla que Yahvé había
sacado al hombre, fonnó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el hombre
exclamó: Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada
varona porque del varón ha sido tomada.
Por eso el hombre deja a sus padres para unirse a una mujer, y formar con ella
un solo ser.
Los dos estaban desnudos, hombre y mujer, pero no por eso se avergonzaban.
Jacob fue de Bersebá aJarán. Al llegar a cierto lugar, se dispuso a pasar la noche allí,
pues el sol ya se había puesto. Tomó una piedra por almohada y se acostó.
Mientras dormía, soñó con una escala, apoyada en tierra y que tocaba el cielo con
su punta, y por la cual subían y bajaban ángeles de Dios. Yahvé estaba de pie a su
lado y le dijo: "Yo soy Yahvé, el Dios de tu padre Abraham y de Isaac. Te daré a ti y
a tus desct!ndientes la tierra en que descansas. Tus descendientes serán numerosos
como el polvo de la tierra y te extenderás por todos lados: al oriente y al occidente,
al sur y al norte. En ti y en tus descendientes serán benditas todas las naciones. Yo
estoy contigo. Te protegeré a donde vayas y te haré volver a este lugar. No te
abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho."
Despertó Jacob de su sueño y dijo: "Yahvé está reahnente en este lugar y yo no
lo sabía." Tuvo miedo y dijo: "Qué terrible es este lugar: no es sino la Casa de Dios
y la Puerta del cielo."
Se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado de cabecera, la puso
como pedestal y derramó aceite sobre ella. Jacob le puso a ese lugar, que correspon-
día a una ciudad llamada "Luz", el nombre de Betel, Jacob hizo una promesa: "Si Dios
me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer
y ropa para vestinne, si permite que vuelva sano y salvo a la casa de mis padres, si,
en una palabra, Yahvé se porta conmigo como Dios, entonces la piedra que he
levantado como pedestal será Casa de Dios y, de todo lo que me dé, le pagaré la
décima parte.
A los del palacio se les servían alimentos y bebidas que Daniel no quería tomar, por
estar prohibidas por su ley. Pidió t!nlon<.:es permiso al jefe de los eunucos para no
comer estas cosas que lo habrían manchado.
Dios hizo que Daniel lograra la simpatía de su jefe. Sin embargo, éste respondió:
"Ya que el rey, mi señor, fijó personalmente lo que deben comer y beber, temo que
me eche la culpa y me castigue, si al llegar los encuentra más delgados que los jóvenes
de su edad." Daniel dijo entonces al sirviente designado para su cuidado: "Te ruego
que nos pongas días a prueba. Nos darás de comer legumbres, y agua como bebida.
Después haremos la comparación con los jóvenes que comen de los platos de la mesa
del rey. Entonces harás con nosotros lo que te parezca conveniente."
El sirviente aceptó la proposición. Cumplido el plazo vio que tenían mejor
aspecto que todos los jóvenes que comían los alimentos del palacio. Desde entonces,
el sirviente retiró la comida y el vino y siguió dándoles legwnbres y agua. A estos
cuatro jóvenes Dios les concedió sabiduría e inteligencia en toda clase de ciencia. Lo
que es Daniel, sabía explicar sueños y visiones.
Faraón dijo a José: "He tenido un sueño y nadie ha podido explicármelo. He oído
decir que a ti te basta con que te cuenten un sueño para que tú lo expliques." A lo
cual José respondió: "No soy yo, es Dios quien te dará una respuesta favorable."
Faraón refirió su sueño a José.
"Estaba parado a la orilla del Nilo cuando de pronto subieron del río siete vacas
hennosas y muy gordas que se pusieron a pastar entre los juncos. Pero detrás de
ellas subieron otras siete vacas flacas y feas como no he visto nunca en todo Egipto,
. y las siete vacas flacas y feas se comieron a las siete vacas gordas, que entraron en su
vientre sin que se notara, proque siguieron tan flacas y feas como antes. Entonces
me desperté. Vi tambíen en mi sueño siete espigas llenas y granadas que salían de
un solo tallo. Pero siete espigas secas, vanas y quemadas por el viento brotaban
detrás de ellas. Las espigas vanas se tragaron a las espigas hennosas. Se lo he
contado a los adivinos y nadie me lo ha podido explicar."
José respondió a Faraón: "Tu sueño, Señor, es uno solo. Dios te ha anunciado lo
que El va a hacer. Las siete vacas hermosas, al igual que las siete espigas granadas
son siete años de abundancia. Las siete vacas feas y raquíticas, que salieron detrás,
al igual que las siete espigas vanas y quemadas por el viento del Este, son siete años
de hambre. Esto es lo que puedo decirle a Faraón y que Dios ha querido mostrarle.
Vendrán siete años en que habrá de todo en abundancia en Egipto, pero, enseguida
vendrán siete años de escasez que harán olvidar toda la abundancia anterior del país
y que lo agotarán. La escasez tremenda que sobrevendrá hará desaparecer la
abundancia del país.
Si el sueño se te presentó dos veces, esto quiere decir que Dios está m uy decidido
a realizar estas cosas y que pronto las cumplirá. Ahora, pues, aconsejo a Faraón que
busque un hombre inteligente y sabio para ponerlo al frente de Egipto. Que nombre,
además, intendentes en todo el país que recauden la quinta parte de la cosecha
durante estos siete años de abundancia: recogerán los víveres de estos siete años
buenos y almacenarán el grano en las ciudades donde lo guardarán bajo la autoridad
de Faraón. De esta manera quedarán reservas para los siete años de escasez que
vendrán, y así el pueblo no morirá de hambre.
Se lo anunciaron a Jotam, quien se colocó en la cumbre del monte Garizim. Allí alzó
la voz y clamó. "Escúchenme, señores de Siquem, y que Dios los escuche.
Los árboles se pusieron en camino para buscar un rey a quien ungir. Dijeron al
olivo: "Sé tú nuestro rey." Les respondió el olivo: "¿Voy a renunciar al aceite con el
que gracias a mí son honrados los dioses y los hombres, para ir a mecerme por encima
de los árboles?"
Los árboles dijeron a la higuera: "Ven tú a reinar sobre nosotros." Les respondió
la higuera: "¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecenne
encima de los árboles?"
Los árboles dijeron a la vid: "Ven tú a reinar sobre nosotros." Les respondió la
vid: "¿Voy a renunciar a mi mosto, que alegra a los dioses y a los hombres para ir a
mecenne encima de los árboles?"
Entonces los árboles dijeron a la zarza: "Ven tú a reinar sobre nosotros." Las zarza
respondió a los árboles: "Si con sinceridad vienen a unginne a mí para reinar sobre
ustedes, acérquense y cobíjense a mi sombra, y si así no fuera, brote de la zarza fuego
que devore los cedros del Líbano. ft
Y ahora, díganme, ¿han obrado con sinceridad y lealtad al elegir rey a Abimelec?,
¿se han portado bien con Jerubaal y su familia y lo han tratado según sus méritos?
Pues mi padre combatió por ustedes, arriesgó su vida, los liberó de la mano de
Madian, y ustedes se han lanzado hoy contra la familia de mi padre. Han matado a
sus hijos, setenta hombres sobre una misma piedra y han puesto por rey sobre los
señores de Siquem a Abimelec, el hijo de su esclava, por ser el hermano de ustedes.
Si, pues, han obrado con sinceridad y lealtad con Jerubaal y con su familia en el día
de hoy, que del mismo modo Abimelec sea alegría para ustedes y ustedes para él.
De lo contrario, que salga fuego de Abimelec y devore a los señores de Siquem y de
su consejo y devore a Abimelec."
Jotam huyó, se puso a salvo y fue a Beer, donde se estableció lejos de su hermano
Abimelec.
somos demasiado pocos." Pero Judas les contestó: "Líbreme Dios de huir ante ellos.
Si ha llegado nuestra hora, moriremos como valientes por nuestros hermanos sin
manchar nuestra gloria."
El ejército salió de su campamento mientras ellos permanecieron en su 1ugar para
enfrentarlo. Los hombres a caballo estaban divididos en dos alas. En primera línea
avanzaban los más aguerridos, precedidos por hombres armados de arcos y de
hondas, y Báquides estaba en el ala derecha. Al toque de trompetas, avanzaron por
ambos lados. Los judíos tocaron también las trompetas. La tierra temblaba con el
estruendo de los ejércitos, y comenzó la batalla, que iba a durar todo el día.
Mucho tiempo había transcurrido desde que Yahvé dio paz a Israel, en todas sus
fronteras; Josué, muy anciano, reunió a todo Israel, incluyendo a los ancianos, jefes,
secretarios y jueces para decirles: Estoy ya muy viejo y ustedes han visto todo lo que
Yahvé ha hecho con todas las naciones vecinas y cómo él mismo ha peleado por
nosotros.
Miren que les he repartido el territorio de todos los pueblos que destruí desde el
Jordán hasta el Mar Grande, como también el de esos pueblos que todavía permane-
cen. Yahvé, nuestro Dios, los seguirá rechazando ante ustedes y les quitará sus tierras
para que las tengan ustedes, tal como Yahvé se lo tiene prometido.
Ustedes, pues, pondrán empeño y cuidarán de observar y cumplir con lo escrito
en el libro de la Ley de Moisés, sin desviarse de ella por ningún lado. No traten con
esa gente que queda entre ustedes. No invoquen los dioses de ellos ni juren invocan-
do su nombre; no les sirvan ni se agachen ante ellos.
Manténganse, más bien, unidos a Yahvé, nuestro Dios, como lo han hecho hasta
el día de hoy. Por eso Yahvé ha desalojado ante ustedes a pueblos numerosos y
poderosos: ninguno pudo resisterles hasta el presente. Uno solo de ustedes perse-
guía a mil, pues Yahvé mismo, nuestro Dios, peleaba por ustedes, como se lo había
prometido. Así que tengan mucho cuidado en amar a Yahvé, Dios de ustedes.
Pero si se apartan de El y se unen al resto de estos pueblos que todavía quedan
entre ustedes, si llegan ustedes a ser sus parientes y se mezclan con ellos, sepan bien
que Yahvé no seguirá arrojando delante de ustedes a esos pueblos, sino que serán
para ustedes un lazo y una trampa, un látigo en sus costados y espinas en sus ojos,
hasta que hayan desaparecido de esta espl~ndida tierra que les ha dado Yahvé,
nuestro Dios.
Estando yo a punto de inne por el camino de todo el mundo, les declaro:
reconozcan en su alma y conciencia que todas las promesas de Yahvé, nuestro Dios,
se cumplieron; ni una ha quedado sin efecto; ni una ha fallado. Pero, de la misma
manera que todas estas promesas de Yahvé a favor nuestro se han cumplido, del
mismo modo mandará Yahvé contra ustedes todos estos males con que los ha
amenazado, hasta borrarles de la magnífica tierra que les había dado.
Si ustedes rompen la alianza que Yahvé, nuestro Dios, les ha prescrito; si siguen
y sirven a dioses ajenos; si se agachan ante ellos, el furor de Yahvé se levantará contra
ustedes, y desaparecerán pronto de esta tierra fértil que les ha entregado.
Tratado Purim (Est 9,20-32)
Mardoqueo puso por escrito estos hechos. Luego envió cartas a todos los judíos que
vivían en las diversas provincias del imperio, estuvieran lejos o cerca. Los exhortaba
a que, cada año, celebraran los días 13 y 14 de Adar, para recordar que en esos días
los judíos se habían librado de sus enemigos y que, en ese mes, su angustia se había
cambiado en felicidad y su duelo en día de fiesta. Los convidaba, pues, a que ese día
lo pasaran alegremente, se enviaran regalos unos a otros y dieran limosnas a los
pobres.
Los judíos adoptaron como nonna lo que habían comenzado a hacer por su
cuenta antes de que se lo dijera .Mardoqueo.
Les decía, además, que Amán, hijo de Hamedata, el agagita, su perseguidor,
como pensaba matarlos a todos, había tirado el Pur, es decir, sorteado cuando los iba
a perseguir y destruir. Pero que, como el rey había conocido oportunamente sus
intenciones, había ordenado por decreto que recayese sobre su cabeza el mal que
pensaba hacerles a los judíos, y lo había mandado ahorcar junto con sus hijos. Por
eso que esos días se llaman Purim, que viene de la palabra Pur. Debido a lo expresado
en esta carta y a lo que ellos mismos habían visto y vivido, los judíos, junto con sus
descendientes y con los que se les agregaran en el futuro, se comprometieron a
celebrar anualmente y sin falta estos dos días, en la fecha indicada, según se lo pedía
Mardoqueo.
Y como en cada generación o en cada familia, ciudad o provincia, estos días de
Purim serían recordados y celebrados, no perderían estos hechos actualidad entre
los judíos, ni su memoria se borraría en el porvenir.
Ester, con su autoridad de reina, estampó su finna en esta segunda carta para
que tuviera más valor. Las cartas fueron despachadas a todos los judíos de las ciento
veintisiete provincias del imperio, ordenándoles, con palabras de paz y de amistad,
que observaran estos días de Purim, como lo había establecido Mardoqueo, y que
respetaran, ellos y sus descendientes, la obligación de ayunar y de guardar luto. Así,
pues, Ester le dio el valor de ley a esta celebración de Purim y quedó constancia de
ello por escrito.
Ninguno de ustedes tenga relaciones sexuales con una pariente directa: ¡Yo soy
Yahvé!
No tendrás relaciones con tu padre ni con tu madre. ¡Piensa que es tu madre!
No tendrás relaciones con la mujer de tu padre. ¡Respeta a tu padre!
No tendrás relaciones con tu hermana, hija de tu padre o de tu madre, nacida en
casa o fuera de ella.
No tendrás relaciones con tus nietas, pues son de tu misma sangre.
No tendrás relaciones con tu hennana, hija de tu padre aunque de otra madre,
pues es tu hennana.
No tendrás relaciones con la hennana de tu padre: respeta en ella a tu padre
No tendrás relaciones con la hermana de tu madre: respeta en ella a tu madre.
No tendrás relaciones con la mujer del hennano de tu padre, pues es tu tía.
No tendrás relaciones con tu nuera: respeta a la mujer de tu hijo.
No tendrás relaciones con la mujer de tu hermano: respeta a tu hennano.
No tendrás relaciones con una mujer y su hija, y tampoco tomarás a su nieta;
pues te respetarás a ti mismo. Teniendo ya mujer, no tomarás a su hermana para
tener relaciones con ella mientras viva la primera.
No tendrás relaciones con mujer durante el período de sus reglas.
No estarás en la cama con la mujer de tu prójimo, pues es una maldad.
No ofrecerás en sacrificio a uno de tus hijos, quemándolo en honor a Mol oc, pues
sería deshonrar el nombre de tu Dios. ¡Yo soy Yahvé!
No tendrás relaciones con un hombre como se hace con una mujer: esto es una
cosa abominable. Ni hombres ni mujeres tengan relaciones con un animal: es una
infamia.
Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a Yahvé,
obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar oculto. Todo el pueblo responderá:
¡Amén!
Maldito aquél que desprecia a su padre o a su madre. Y responderá todo el
pueblo: ¡Amén!
Maldito el que corre los límites de la heredad de su prójimo. Todo el pueblo
responderá: ¡Amén!
Maldito el que desvía a un ciego en el camino. Todo el pueblo responderá:
¡Amén!
Maldito el que no respeta el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda.
Todo el pueblo responderá: ¡Amén!
Maldito el que se acueste con la mujer de su padre y deshonre así su cama. Todo
el pueblo responderá: ¡Amén!
Maldito el que peca con cualquier animal que sea. Responderá todo el pueblo:
¡Amén!
Maldito el que se acuesta con su hennana, hija de su padre o de su madre. Todo
el pueblo responderá: ¡Amén!
Maldito el que se acuesta con su suegra. Todo el pueblo dirá: ¡Amén!
Maldito aquél que mata a traición a su prójimo. Todo el pueblo dirá: ¡Amén!
Maldito el que acepta soborno para matar a un inocente. Todo el pueblo dirá:
¡Amén!
Maldito el que no observa las palabras de esta ley y las pone en práctica, y todo
el pueblo dirá: ¡Amén!
Entonces Dios dijo todas estas palabras: "Yo soy Yahvé tu Dios, el que te sacó de
Egipto, país de la esclavitud.
-No tengas otros dioses fuera de mí.
-No te hagas estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en
la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les des
culto, porque Yo, Yahvé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo castigo hijos, nietos y
biznietos por la maldad de los padres cuando se rebelan contra mí. Pero doy mi favor
hasta mil generaciones para aquellos que me aman y observan mis mandamientos.
-No tomes en vano el nombre de Yahvé, tu Dios, proque Yahvé no dejará sin
castigo a aquel que toma su nombre en vano.
-Acuérdate del día del sábado, para santificarlo. Trabaja seis días, y en ellos haz
todas tus faenas. Pero el día séptimo es día de descanso, consagrado a Yahvé, tu Dios.
Que nadie trabaje. Ni tú, ni tus hijos, ni tus hijas, ni tus siervos, ni tus siervas, ni tus
animales, ni los forasteros que viven en tu país. Pues en seis días Yahvé hizo el cielo
y la tierra, el mar y todo cuanto hay en ellos, pero el séptimo día Yahvé descansó, y
por eso bendijo el Sábado y lo hizo sagrado.
-Respeta a tu padre y a tu madre, para que se prolongue sobre la tierra la vida
que Yahvé, tu Dios, te da.
-No mates.
-No andes con la mujer de tu prójimo.
-No robes.
-No des falso testimonio contra tu prójimo.
-No codicies la casa de tu prójimo. No codicies su mujer, ni sus servidores, su
buey o su burro. No codicies nada de lo que le pertenece.
No te arrodillarás ante otro dios, pues Yahvé lleva por nombre Celoso: él es un Dios
celoso. No te comprometerás con la gente de aquellos países, que se prostituyen tras
sus dioses y les ofrecen sacrificios. Pues, de lo contrario, te convidarán a comer de
sus cosas sacrificadas, y después casarás a tus hijos con las hijas de ellos y, puesto
que se prostituyen ellas por sus dioses, arrastrarán a tus hijos a prostituirse también
ellos.
No te harás dioses de metal fundido.
Respetarás la fiesta de los ázimos. Comerás pan de ázimos durante siete días,
como te lo he ordenado, en el mes de la primavera, porque fue en ese mes cuando
saliste de Egipto.
El primero de tus hijos es mío, y también el primer nacido que sea macho, sea
oveja o sea vaca será mío. El burro primerizo lo rescatarás con un corderito; en caso
de no ser rescatado, será muerto. Rescatarás el primero de tus hijos, y no te
presentarás ante mí con las manos vacías. Trabajarás seis días y al séptimo día
descansarás, incluso en tiempo de arar y de segar. Celebrarás la fiesta de las semanas
con las primeras siegas de tu trigo, y otra fiesta a fin de año al recoger todos los frutos.
Se presentarán tres veces al año todos tus varones ante Yahvé, el Señor y Dios de
Israel. Pues yo arrojaré de tu presencia a los pueblos y agrandaré tus fronteras y
nadie codiciará tu país, mientras tú subas tres veces al año a presentarte ante Yahvé,
tu Dios.
No ofrecerás con pan fennentado la sangre de mis víctimas y no quedará hasta
el otro día la víctima de la fiesta de Pascua.
Llevarás los primeros frutos de tu tierra a la Casa de Yahvé, tu Dios. No cocerás
el cabrito con la leche de su madre.
Los enviados de Judá partieron a Roma, donde llegaron después de un viaje largo.
Ahí entraron al Senado y tomaron la palabra, diciendo: "Judas Macabeo, sus henna-
nos y el pueblo de Israel nos han enviado ante ustedes para concertar una alianza de
paz y para que seamos contados entre sus aliados y amigos." Los romanos aprobaron
esta proposición, y ésta es la copia de la carta que escribieron en tablas de bronce y
que enviaron a Jerusalem para que fuera memorial de paz y de alianza:
"Que a los romanos y el pueblo judío les vaya bien por mar y por tierra para
siempre, que la espada y el enemigo estén siempre lejos de ellos. Si una guerra
amenaza a los romanos primero, o a alguno de sus aliados en todo su imperio, la
nación judía participará en la guerra de todo corazón, según se lo permitan las
circunstancias. Los combatientes judíos no recibirán trigo, ni annas, ni dinero, sino
que cumplirán gratuitamente sus compromisos.
Asimismo, si la nación judía es atacada, los romanos lucharán a su lado con todo
estusiasmo, según lo pennitan las circunstancias. Los aliados romanos no recibirán
trigo, ni armas, ni dinero o barcos, según ha decidido Roma, y cumplirán estos
compromisos sin engaños. En estos ténninos concluyen los romanos su alianza con
la nación judía.
Si posterionnenteunos u otrosquisieranagregaroquitaralgo, lo harán de común
acuerdo, y lo agregado o quitado tendrá carácter obligatorio." Referente al mal que
causó el rey Demetrio a los judíos, le hemos escrito así: "¿Por qué mantienes tan
pesado yugo sobre los judíos, nuestros amigos y aliados? Si vuelven a acusarte,
defenderemos sus derechos y lucharemos contra ti por mar y tierra.
¡Cielos y tierra oigan! Escuchen la queja de Yahvé: "Crié hijos hasta hacerlos hom-
bres/ pero se rebel;}ron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el burro, el pesebre
de su señor; pero Israel no me conoce, mi pueblo no comprende."
¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de crímenes, raza de malvados, hijos
perversos! Han abandonado a Yahvé, han despreciado al Santo de Israel, le han
vuelto la espalda.
¿Dónde quieren que les pegue ahora, ya que siguen rebeldes? Tienen toda la
cabeza dolorida/ el corazón entero apenado, desde la planta de los pies hasta la cabeza
no hay nada sano; heridas, golpes, llagas vivas que no han sido envueltas ni vendadas
ni aliviadas con aceite.
Su país es ahora un desierto, sus ciudades fueron presa del fuego; ustedes vieron
su tierra saqueada por el enemigo, y al irse los extranjeros les dejaron un desierto.
La Hija de Sión ha quedado como cabaña de viña como choza de melonar, como
ciudad que ha sufrido un largo sitio.
Si Yahvé de los Ejércitos no nos hubiera dejado algún resto, seríamos como
Sodoma o iguales a Gomarra.
Jefes de Sodoma, escuchen la palabra de Yahvé; pueblo de Gomarra, escuchen
la orden de nuestro Dios: "¿De qué me sirve la multitud de sus sacrificios? Ya estoy
saciado de sus animales, de las grasas de sus carneros y de sus temeros. En realidad,
no me gusta la sangre, sea de ovejas, o de vacas, o de machos cabríos.
Cuando vienen a presentarse delante de mí, ¿guíen se lo ha pedido? ¿Por qué
vienen a profanar mi Templo? Déjense de traenne ofrendas inútiles; ¡el incienso me
causa horror! Lunas nuevas, sábados, reuniones, ¡ya no soporto más sacrificios ni
fiestas! Odio sus lunas nuevas y sus solemnidades, se me han vuelto un peso y estoy
cansado de tolerarlas.
Cuando rezan con las manos extendidas, aparto mis ojos para no verlos; aunque
multipliquen sus plegarias, no las escucho, porque hay sangre en sus manos.
¡Lávense, purifíquense! Alejen de mis ojos sus malas acciones, dejen de hacer el
mal, y aprendan a hacer el bien.
Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y
defiendan a la viuda.
Yahvé puso sobre mí su mano, y su espíritu me llevó, dejándome en una llanura llena
de huesos. Me hizo pasar en todas direcciones en medio de ellos: los huesos,
completamente secos, eran muy numerosos sobre la superficie de la llanura.
Yahvé me preguntó:" ¿Piensas que podrán revivir estos huesos?" Yo le contesté:
"Señor Yahvé, tú sólo lo sabes." Entonces me dijo: "Habla de parte mía sobre estos
huesos y les dirás: Huesos secos, escuchen la palabra de Yahvé. Voy a hacer entrar
un espíritu en ustedes y volverán a vivir. Pondré sobre ustedes nervios y haré crecer
carne y los cubriré con piel y pondré en ustedes mi Espíritu, de manera que vivirán
y sabrán que Yo soy Yahvé."
Yo hablé como Yahvé me lo había dicho. Mientras lo hacía, se produjo un ruido
y un alboroto: los huesos se juntaron, se cubrieron de nervios; se fonnó carne, y la
piel se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos.
Yahvé entonces me dijo: "Habla de parte mía al espíritu, llámalo, hijo de hombre,
y dile de parte del Señor Yahvé: Espíritu, ven por los cuatro lados y sopla sobre estos
muertos para que vivan." Lo hice según la orden de Yahvé y el Espíritu entró en ello.
Se reanimaron y se pusieron de pie; eran un ejército grande, muy grande.
Entonces, Yahvé me dijo: "Estos huesos son todo el pueblo de Israel. Ellos andan
diciendo: Se han secado nuestros huesos. Se perdió nuestra esperanza, el final ha
llegado para nosotros. Por eso, anúnciales esta palabra: Yo, Yahvé, voy a abrir sus
tumbas. Pueblo mío, los haré salir de sus tumbas y los llevaré de nuevo a la tierra de
Israel. Ustedes sabrán que Yo soy Yahvé, cuando abra sus tumbas, pueblo mío, y los
haga salir. Infundiré mi Espíritu en ustedes y volverán a vivir, y los estableceré sobre
su tierra, y ustedes entonces sabrán que Yo, Yahvé, digo y pongo por obra.
Vocación de Isaías (Is 6)
El año en que m u rió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y magnífico,
y el ruedo de su manto llenaba el Templo. Por encima de él había Serafines de pie.
Cada uno de ellos tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, con dos, los pies, y con
las otras volaban.
y gritaban, respondiéndose el uno al otro: "Santo, Santo, Santo es Yahvé de los
Ejércitos, su Gloria llena la tierra toda." Los postes de piedra de la entrada temblaban
a la voz del que gritaba, y la Casa se llenaba de humo.
Yo exclamé: "¡Ayde mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros,
y que vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Yahvé de
los Ejércitos!" Entonces voló hacia mí uno de los serafines. Tenía un carbón encen-
dido que había tomado del altar con unas tenazas. Tocó con él mi boca y dijo: "Mira,
ésto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada, y tu pecado, borrado." Y oí la
voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" Y respondí:
"Aquí me tienes, mándamea mí." El me dijo: "Ve y dile a este pueblo: Pongan mucha
atención, pero no entenderán, miren bien, pero no distinguirán.
Trata de que se ponga pesado el corazón de este pueblo, que se vuelvan sordos
sus oídos y que se les peguen sus ojos; no sea que vean sus ojos, oigan sus oídos,
comprenda su corazón, y puedan convertirse y recuperar la salud." Yo dije: "¿Hasta
cuándo, Señor?" Y él me respondió: "Hasta que las ciudades queden destruidas y sin
habitantes, las casas desocupadas, la tierra, abandonada; hasta que Yahvé haya
expulsado a los hombres y la soledad en el país sea grande. Y si quedara solamente
la décima parte, también habría de ser tirada al fuego, como se quema el tronco del
árbol cortado. De su tronco, sin embargo, saldrá una raza santa.
Yahvé me creó al proyectar sus obras, antes que sus obras más antiguas. Desde el
principio me tiene formada, desde el comienzo, antes de la tierra.
Cuando no existía el abismo ni habían brotado las fuentes del océano, antes que
los cerros fueran puestos en su lugar, antes que las lomas, ya estaba.
Antes de que Yahvé hiciera tierras ni campos, antes del primer polvo del
universo. Cuando afirmó los cielos, allí estaba yo.
Cuando puso la tierra sobre la faz del abismo, cuando formó las nubes en lo alto,
cuando se impusieron las fuentes del océano, cuando fijó los límites del mar para que
las aguas no salieran de su lugar, cuando asentó las bases de la tierra, yo estaba a su
lado, arquitecto de sus obras, y era yo cada día su delicia jugando en su presencia en
todo tiempo; yo me divertía recorriendo su creación, mi deleite está con los hijos de
los hombres.
Ahora, pues, hijos, escúchenme, felices los que siguen mis caminos. Escuchen
mi enseñanza y háganse sabios, no la desprecien.
Feliz el hombre que me escucha y se presenta a mi puerta cada día, esperándome
a la entrada de mi casa. Porque quien me encuentra, encuentra la vida, y obtendrá
el favor de Yahvé. Pero el que me ofende se hiere a sí mismo, y todos los que me
odian van a la muerte.
Narración alegórica (Ez 16,13-16.35-39)
Tu alimento era de harina de flor, miel y aceite. Te hiciste cada vez más hennosa y
llegaste a ser reina. La fama de tu belleza perfecta corrió por los pueblos, gracias al
esplendor que yo te había dado, dice Yahvé.
Pero tú, confiada en tu belleza, y valiéndote de tu fama, te prostituiste entregán-
dote a cuantos pasaban. Con tus vestidos te preparaste tiendas de vivos colores en
los Santuarios de Lomas, para dedicarte en ellas a la prostitución.
Por eso, infiel, escucha la palabra de Yahvé. Por tu descarada vergüenza, por tus
abominables prostituciones con tus amantes e ídolos, por la sangre de tus hijos que
les ofreciste, reuniré a todos tus amantes, no sólo a los que amaste, sino a los que
aborreciste, los reuniré a todos y les mostraré tu desnudez y tu torpeza. Te aplicaré
el castigo reservado a las adúlteras y a los criminales, te abandonaré a su crueldad y
a sus celos. Te entregare a su poder y ellos arrasarán tus santuarios de ídolos; te
quitarán los vestidos, te arrancarán los adornos espléndidos, y te dejarán a la
intemperie.
Los árboles se pusieron en camino para buscar un rey a quien ungir. Dijeron al olivo:
"Sé tú nuestro rey." Les respondió el olivo: "¿Voy a renunciar al aceite con el que
gracias a mí son honrados los dioses y los hombres, para ir a mecenne por encima
de los árboles?"
Los árboles dijeron a la higuera: "Ven tú a reinar sobre nosotros." Les respondió
la higuera: "¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecenne
por encima de los árboles?"
Los árboles dijeron a la vid: "Ven tú a reinar sobre nosotros." Les respondió la
vid: "¿Voy a renunciar a mi mosto, que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a
mecerme por encima de los árboles?!'
Entonces los árboles dijeron a la zarza: "Ven tú a reinar sobre nosotros." La zarza
respondió a los árboles: "Si con sinceridad vienen a ungirme a mí para reinar sobre
ustedes, acérquense y cobíjense a mi sombra, y si así no fuera, brote de la zarza fuego
que devore los cedros del Líbano."
Y ahora, díganme, ¿han obrado con sinceridad y lealtad al elegir rey a Abimelec?,
¿se han portado bien con Jerubaal y su familia y lo han tratado según sus méritos?
Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Esto es lo que dice Yahvé, Dios de
Israel: He escuchado tu súplica acerca de Senaquerib, rey de Asur. Esta es la
sentencia que Yahvé pronuncia contra él:
La virgen, hijo de Sión, te desprecia y se burla de ti. Mueve la cabeza a tus
espaldas, la hija de Jerusalem. ¿A quién piensas que has insultado tú, y de quién has
blasfemado? ¡Del Santo de Israel!
Por boca de tus mensajeros has insultado a Yahvé y dijiste: Con mis muchos
carros armados subo a la cumbre de los montes, a las laderas del Líbano. He
derribado sus altos cedros, sus cipreses más hennosos y sus mejores abetos; he
penetrado hasta sus últimos refugios y las frondosas selvas de su Cannelo. Yo he
cavado pozos, he bebido en tierras extranjeras y secaré bajo la planta de mis pies
todos los canales de Egipto."
Pero Yahvé dice: "He preparado esto que ahora ejecuto. Tú tenías que convertir
las ciudades fortificadas en un montón de ruinas. Sus habitantes, de débiles manos,
confusos y aterrados, no podían hacer nada. Fueron co:no hierba del campo, hierba
de tejado, pasto c.1uernado por el viento de oriente.
Si te levantas o te sientas, si sales o entras. Yo lo sé, y también cuando te enojas
conmigo. Te has levantado contra mí: he oído hablar de tu orgullo. Por eso, yo
pondré mi anillo en tus narices, mi freno en tu boca, y voy a devolverte por el camino
por el que has venido.
Ay, la gloria de Israel pereció en los montes. ¿Cómo cayeron los héroes? ¡No lo
publiquen en Gat, no lo anuncien en las caiJes de Ascalón, para que no se alegren las
mujeres filisteas ni se regocijen las hijas de los infieles!
Montañas de Gelboé, no caigan sobre ustedes ni rocío ni lluvia, ni sean buenas
tierras, porque allí fue deshonrado el escudo de los héroes.
El escudo de Saúl no estaba ungido con aceite sino con la sangre de los heridos.
Y con la grasa de los guerreros. El arco de Jonatán no retrocedió jatnás ni la espada
de Saúl se blandía en vano.
Saúl y Jonatán, amables y queridos. Fueron inseparables en vida y en la muerte.
Eran más ligeros que águilas, más fuertes que leones.
Hijas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de lino y cannesí, y adornaba con
joyas de oro sus vestidos.
¿Cómo cayeron los héroes en medio del combate? ¿Cómo Jonatán fue herido de
muerte en esas cumbres? Por ti estoy apenado, Jonatán, hennano mío, por ti, a quien
tanto yo quería. Tu amistad era para mí más maravillosa que el amor de las mujeres.
¿Cómo cayeron los héroes? ¿Cómo perecieron las armas de combate?
Salmo 6
Salmo 7
Salmo 107
Pequeño rebaño, no temas, porque al Padre le agradó darte el Reino. Vendan lo que
tienen y repártanlo en limosnas. Háganse bolsas que no se gasten, y júntense
riquezas celestiales que no se acaban, donde no pueden llegar ni ladrón ni polilla que
destruya. Porque donde está tu tesoro, ahí también estará tu corazón. Tengan la
ropa puesta y mantengan encendidas sus lámparas. Estén como hombres que
esperan que su patrón regrese de un casamiento para abrirle apenas llegue y golpee
la puerta. Felices los sirvientes a los cuales el patrón encuentre despiertos a su
llegada. Yo les digo que él mismo los atenderá, los hará sentarse a su mesa y los
servirá uno por uno. Felices si los encuentra así aunque venga a la medianoche o de
madrugada.
Entiendan bien esto: Si el dueño de casa supiera a qué hora va a venir el ladrón,
estaría preparado para no permitirle entrar en su casa . Ustedes también estén
preparados, porque en el momento menos pensado vendrá el Hijo del Hombre.
Tiempo después, Jesús volvió a la ciudad de Cafarnaúm y se supo que estaba en casa.
Se reunió tanta gente, que no quedaba lugar ni siquiera delante de la puerta, mientras
Jesús les anunciaba su mensaje.
Llegaron cuatro hombres, que traían a un paralítico. Como no podían acercarlo
a Jesús, a causa de la multitud, abrieron el techo del lugar donde él estaba 1 y por ahí
bajaron al enfermo en su camilla. Cuando vio la fe de esta gente, Jesús dijo al
paralítico: "Hijo tus pecados te son perdonados". Estaban ahí sentados algunos
maestros de la Ley y pensaron: "¿Cómo puede hablar así? Este se alza contra Dios.
Pues ¿quién puede quitar el pecado sino Dios y solamente él?".
En ese mismo instante Jesús conoció en su espíritu lo que pensaban. Por eso les
dijo: "¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil decir al paralítico: tus pecados te son
perdonados o levántate, toma tu camilla y camina? Sepan, pues, que el Hijo del
Hombre tiene en la tierra el poder de perdonar los pecados."
Y dijo al paralítico: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". El se levantó
y al momento, tomando su camilla, salió a la vista de todos. La gente quedó
asombrada y bendijo a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto nada parecido".
BIBLIOGRAFIA
BEECHER Keyes, N el son. Story of the Bible ·world, Ediciones C.S. Hammond &
Co., Nueva York, 1959.
GARCIA DE ALBA, Juan Manuet s.j. El valor de tu vida, ITESO, Guadalajara, 1983.
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Pequeño rebaño, no temas, porque al Padre le agradó darte el Reino. Vendan lo que
tienen y repártanlo en limosnas. Háganse bolsas que no se gasten, y júntense
riquezas celestiales que no se acaban, donde no pueden llegar ni ladrón ni polilla que
destruya. Porque donde está tu tesoro, ahí también estará tu corazón. Tengan la
ropa puesta y mantengan encendidas sus lámparas. Estén como hombres que
esperan que su patrón regrese de un casamiento para abrirle apenas llegue y golpee
la puerta. Felices los sirvientes a los cuales el patrón encuentre despiertos a su
llegada. Yo les digo que él mismo los atenderá, los hará sentarse a su mesa y los
servirá uno por uno. Felices si los encuentra así aunque venga a la medianoche o de
madrugada.
Entiendan bien esto: Si el dueño de casa supiera a qué hora va a venir el ladrón,
estaría preparado para no permitirle entrar en su casa. Ustedes también estén
preparados, porque en el momento menos pensado vendrá el Hijo del Hombre.
Tiempo después, Jesús volvió a la ciudad de Cafarnaúm y se supo que estaba en casa.
Se reunió tanta gente, que no quedaba lugar ni siquiera delante de la puerta, mientras
Jesús les anunciaba su mensaje.
Llegaron cuatro hombres, que traían a un paralítico. Como no podían acercarlo
a Jesús, a causa de la rn ultitud, abrieron el techo del lugar donde él estaba, y por ahí
bajaron al enfermo en su camilla. Cuando vio la fe de esta gente, Jesús dijo al
paralítico: "Hijo tus pecados te son perdonados". Estaban ahí sentados algunos
maestros de la Ley y pensaron: "¿Cómo puede hablar así? Este se alza contra Dios.
Pues ¿quién puede quitar el pecado sino Dios y solamente él?".
En ese mismo instante Jesús conoció en su espíritu lo que pensaban. Por eso les
dijo: "¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil decir al paralítico: tus pecados te son
perdonados o levántate, toma tu camilla y camina? Sepan, pues, que el Hijo del
Hombre tiene en la tierra el poder de perdonar los pecados."
Y dijo al paralítico: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". El se levantó
y al momento, tomando su camilla, salió a la vista de todos. La gente quedó
asombrada y bendijo a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto nada parecido".
PIKAZA, Xabier. Los oríge11es de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1976.
SCHÓKEL, Luis Alonso y j.L. Sicre. Profetas, Ediciones Cristiandad, S.L., Ma-
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VoN RA D, Ce rhCJ rd. El libro del Génesis, Sígu eme, SCJ Ia m r~ ncr~, 1978.
/;'/sentido de la Biblia
Se tc.rminó de imprimir en
scpt icmhrc de 1<.J94 en los talleres lk::
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Juan Ruit de Alarcón 233,
Guadalajara. Jal.. l\11éxico
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