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Ensayo

PSICOMOTRICIDAD Y ESTIMULACIÓN TEMPRANA, SU IMPORTANCIA EN LA


SOCIEDAD
Autora: Guadalupe Loayza Gutierrez
Como se desprende de la argumentación anterior sobre los procesos de desarrollo psicomotor, los primeros
años de vida son una fase vital especialmente crítica, ya que en ellos se desarrolla el proceso perceptivo,
motor, cognitivo, lingüístico, afectivo y lo que debería ser posible interacción equilibrada con el entorno
Desde diferentes áreas de atención temprana -salud, protección social y educación- ofrecemos un abanico
de actividades que favorecen la correcta maduración general del niño, su máximo desarrollo personal y su
integración social. En este proceso, además de la detección temprana de los factores de riesgo, se pone
énfasis en procesos que optimicen el desarrollo anterior y tomen medidas preventivas que sean beneficiosas
social, económica y personalmente. Muchos cambios El desarrollo se puede prevenir si se cura a tiempo y,
por lo tanto, contribuye al bienestar social de las familias y de la sociedad en su conjunto, factores como el
compromiso emocional, la estabilidad de las relaciones familiares, el desempeño económico, la estabilidad
laboral, la participación en las redes sociales. y estilos educativos coherentes son esenciales en el desarrollo
del niño. La estimulación temprana se considera una terapia dirigida a estimular al niño casi desde su
nacimiento y durante los primeros años de vida, por lo que Intervención basada en la ciencia para maximizar
sus capacidades psicofísicas (Ibáñez, 2002J). Se aplica a todo niño con o sin cambios - en sí mismos y/o en
el contexto familiar - es necesario prevenir y/o compensar los trastornos mentales, las deficiencias físicas
y sensoriales Cambios afectivos o emocionales. Por supuesto, el nivel de estimulación debe corresponder
al desarrollo sensorio motor y cognitivo del niño, teniendo en cuenta la intensidad, novedad, complejidad,
contraste, patrón y velocidad de los estímulos evocados. Por ejemplo, si el nivel de estímulos fuera bajo, el
niño no prestaría atención y, ante un estímulo excesivo, se alejaría o gritaría para evitarlo. De hecho, la
estimulación y la auto estimulación las produce la vida fetal, el embrión Se mueve espontáneamente desde
hace 7 semanas, los movimientos son lentos, tortuosos, rítmicos, delicados, parecidos al hipo. Al mismo
tiempo, el movimiento de la madre se transmite al saco amniótico en forma de balanceo, y el contacto del
bebé con la pared del útero desarrolla el tacto y ajusta su posición.
En el cerebro del niño -activo antes de nacer- tiene lugar el proceso de mielinización, en el que es
fundamental una nutrición adecuada para que pueda absorber los estímulos -actividades sensoriales y
cognitivas- del entorno necesarios para la activación de su nervio células y favorecer su desarrollo,
especialmente la motricidad fina (Ibáñez, 2003). Después del nacimiento, los bebés son sensibles a los
cambios de posición y tipos de movimiento, lineales y circulares, que ayudan a desarrollar su coordinación
motora, como lo han demostrado muchos estudios. Por ejemplo, Kramer et al. (1975) observaron que la
estimulación neonatal Causado por el movimiento de la superficie blanda sobre la que yacía el niño y los
estímulos acústicos provocaron aumentos en el peso corporal, el perímetro cefálico y el diámetro biparietal.
Alegret, Bardina y Zorraquino (1994) demostraron que la estimulación psicomotora en niños hospitalizados
beneficioso para el desarrollo neuromotor.
Pero los patrones culturales determinan la relación entre padres e hijos, sus interacciones, y por lo tanto, el
estudio del desarrollo infantil requiere no solo el estudio de los sistemas ecológicos en los que están insertos
y el comportamiento de los padres, sino también de los sistemas de creencias de los niños y sus cuidadores
(Suizzo, 2004) y adaptación de prácticas Desarrollo psicomotor a las diferencias culturales, valores y
creencias de las familias respecto al desarrollo de sus hijos, es decir, la consideración de la estimulación
motriz desde diferentes enfoques etnográficos en el concepto de ser “buen padre/madre” - el compromiso
paterno es diferente en todas las culturas y sus interacciones con los niños suelen ser más limitadas que con
las mujeres madres. Por ejemplo, mientras que en la cultura africana las habilidades motrices tempranas se
consideran esenciales para la integración social y el mantenimiento de la familia, las madres alemanas dan
mayor importancia a las interacciones cognitivas y al bienestar general (Keller, 2002) y dentro de los
modelos culturales Las madres estadounidenses y japonesas mostraron niveles similares y más altos de
estimulación y respuesta social que las madres francesas (Bornstein, Tal y Tamis, 1991). En los países en
desarrollo se encuentran niños con desarrollo psicomotor y sensorial. mayor que según su edad -suelen
sentarse y caminar mucho antes del año- debido a los muchos estímulos que reciben en su medio natural:
Suelen pasar la mayor parte del día al aire libre, en brazos de sus seres queridos uno de estos y otros niños
jugando con ellos, en contacto físico con la madre - de espaldas, de costado...En cualquier caso, parece
confirmarse el vínculo entre la calidad de la interacción con la madre y el desarrollo físico.
En definitiva, a pesar de la brevedad del período de tratamiento y las dificultades metodológicas inherentes
a este tipo de muestras y estudios evolutivos, queda comprobada la eficacia del Método Estitsológico
Multisensorial tras aplicarlo, durante cuatro meses, a niños de o meses a 6 años, sin alteraciones o
discapacidades manifiestas, procedentes de contextos normalizados.
“Volver a mirar” es un libro fascinante para una persona que no conoce o no ha leído nada de Felipe
Lecannelier; sin embargo, el autor ya ha escrito, abundantemente, sobre la crianza y los modelos de crianza
que prevalecen en Chile. Y su tesis es que el modelo hegemónico en nuestro país se basa en que “Existe
una tendencia a cuidar a los niños inhibiéndoles sus afectos y su estrés desde los primeros meses, criando
bajo las reglas del grito, el castigo, la prohibición del tiempo-fuera, con una baja motivación para jugar con
ellos (y cuando jugamos, lo hacemos sin un propósito definido) y por sobre todo, con una expectativa de
que el niño se porte bien, sea educado, a saber, que no se mueva mucho, que no llore, que no haga pataletas,
que no sea contestador, que sea autónomo, (aprenda rápido a caminar, controlar esfínter, a hablar y a jugar
solo) y que sea un niño centrado en el rendimiento escolar, el esfuerzo y el buen comportamiento)”
Un segundo aspecto que señala, y al que hay que poner atención, es que el sistema educativo refuerza esta
forma de crianza en la familia al verse supeditado al cumplimiento de metas de acuerdo a estándares que
pretenden crear una persona productiva que, finalmente, vuelven al sistema educativo un “modelo
deshumanizado que no tiene ninguna pretensión real de educar a los niños, más allá de que sirvan al
cumplimiento de la meta de productividad económica”
En esta primera parte del libro entramos en pánico al contemplar cómo la situación puede ser tan grave, y
Lecannelier respalda sus palabras con decenas de estudios realizados a lo largo de su vida profesional. es
preocupante, es serio y es brillante Un callejón sin salida. Pero en la segunda parte, describe la otra parte
de su visión, que es que necesitamos renovar nuestros modelos de crianza para hacer cambios a lo que ella
llama "Hacia una revolución de crianza respetuosa". con base a los niños y las niñas al frente y al centro y
termine con una apariencia centrada en los adultos que fue desastrosa y la causa de esta epidemia de niños
enfermos. ¿Cómo afecta esto a su desarrollo? El segundo elemento, muéstrame, no digas nada, o habla
menos y obedece más, y finalmente el elemento de consistencia, donde necesitas ser quien eres. En resumen,
mucho en lo que pensar Afortunadamente, muchos países de América Latina y el Caribe cuentan ahora con
programas de desarrollo de la primera infancia (DIT), incluido Bolivia.
En los últimos años, el gobierno a el Ministerio de Salud El programa "Crecer bien para vivir bien" se está
implementando en dos departamentos (Chuquisaca y Potosí). Está dirigido a niños menores de 5 años que
viven en condiciones desfavorecidas en zonas suburbanas y rurales. El programa fortalece la oferta de los
centros infantiles y establecimientos de salud del THD y crea dos ofertas complementarias: visitas
domiciliarias y salas de atención temprana (SA). Estas intervenciones tienen como objetivo promover el
apoyo temprano a los niños en el hogar. Servicios comunitarios, de atención diurna y de salud; detección
temprana de niños en riesgo de retraso o retraso en el desarrollo; y ofrecer tratamiento en base a los
resultados de los diagnósticos realizados en las salas de estimulación.
Existen varios estudios sobre la niñez en pueblos indígenas en Bolivia. En 1991, se llevó adelante una
investigación sobre las prácticas de crianza en la zona andina en forma paralela a investigaciones similares
en otros países de América Latina. Los hallazgos principales del informe incluyen la constatación de que
las mujeres, especialmente las madres, continúan siendo los principales agentes de crianza y que en las
culturas andinas los padres suelen estar presentes en el momento del alumbramiento y participan
directamente en la socialización de los niños hombres (Subirats, 1992).
Otro aspecto fundamental que las instituciones han identificado en estas comunidades rurales pobres es que
los desempeños de los niños en coordinación motora gruesa, motora fina, audición y lenguaje y en el ámbito
socio afectivo no están acordes a los parámetros establecidos en las escalas de desarrollo que dichas
instituciones han definido como adecuadas para su medición. En este sentido, las instituciones han decidido
que estas poblaciones rurales pobres tienen también la necesidad de que los niños menores de 6 años sean
estimulados para que aprendan los desempeños, tal como están establecidos en sus escalas, y desarrollan
sus acciones educativas en este marco. Los programas de estimulación implementados por las instituciones
que son concebidos desde la teoría de la psicología del desarrollo infantil son programados técnica y
didácticamente por profesionales, y sus materiales son diseñados y producidos con criterios de adecuación
gráfica y léxica a los contextos en los que se aplican.
En algunos casos, miembros de organizaciones indígenas participan en la elaboración de materiales, y en
otros casos, algunas madres, consideradas exitosas en función a la evaluación del desarrollo de sus hijos, y
que además son avaladas por su comunidad, se constituyen en guías de otras madres. Salvo en el último
caso, en el que la experiencia de la vida práctica de ciertas madres se considera como opción para guiar a
otras madres, ninguna de las demás experiencias considera positivamente las prácticas de la vida real de las
madres y de la familia. Al contrario, para la capacitación a las madres establecen contenidos relacionados
con la forma de tratar a los niños, la manera de hablarles, la forma de jugar con ellos, etc., que son
presentados como la condición para garantizar el desarrollo de sus hijos.

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