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Evaluación y tratamiento

psicológico de los trastornos del


comportamiento en la infancia y
la adolescencia
Evaluación y Tratamientos Psicológicos en la Etapa Infantil y Adolescente
(Grado de Psicología)
Rosario Ruiz-Olivares
Área de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos
Dpto. de Psicología
1. INTRODUCCIÓN
• Las familias cada vez están más sensibilizadas sobre los posibles problemas
de conducta en sus hijos: fracaso escolar, comportamiento agresivo,
desobediencia, problemas de alimentación, aprendizaje, etc.
• El comportamiento normal en el niño depende de la edad, la personalidad,
y el desarrollo físico y emocional.
• El comportamiento normal depende de aspectos sociales, culturales y del
desarrollo. Es normal la aparición de brotes de comportamiento disruptivo
en ciertas fases del desarrollo infantil.
• Los niños llegan al mundo con diferencias constitucionales (rasgos físicos y
de temperamento). Estas diferencias influirán en su adaptación al medio y
en la relación que los demás establezcan con ellos.
• Es necesaria una identificación precoz para poder prevenir casos extremos.
• Los problemas de conducta no suelen desaparecer si no se promueven las
contingencias ambientales oportunas.
• DSM-5 (2013), trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de
la conducta:
• Trastorno negativista desafiante (TND);
• Trastorno de conducta disocial (TD);
• Trastorno explosivo intermitente (TEI);
• Trastorno antisocial de la personalidad (TAP).

• CIE-11 (2020):
• Trastornos del comportamiento disruptivo y disocial (capítulo 06):
• Trastorno desafiante y oposicionista
• Trastornos mentales, del comportamiento y del neurodesarrollo.
2. ASPECTOS EVOLUTIVOS DE LA CONDUCTA
• Desarrollo psicológico normal: interacción de aspectos biológicos,
psicológicos y socioculturales.
EDAD PROBLEMAS LEVES

1 año Alteraciones relacionadas con el desarrollo motor y la respuesta a la estimulación ambiental y


social (rabietas, miedo, impulsividad).

3 años Coincide con la escolarización: problemas con el seguimiento de órdenes verbales y la demora
de la gratificación: primeras conductas agresivas, problemas de sueño, ansiedad, etc.

6-12 años Dificultades de adaptación social o académica, problemas de aprendizaje, mantenimiento de la


atención y desobediencia.

Adolescencia Consumo de sustancias adictivas, relaciones entre iguales y/o problemas de conducta.

• Indicadores del desarrollo normal al final del capítulo (fotocopias).


Manifestaciones de conductas asociadas a la desobediencia en función de la edad (Banús, 2008)
6-12 meses Pueden aparecer algunas conductas parecidas a la agresión.
12-18 meses Pueden establecerse conductas de empujar o golpear para obtener algo.
18-24 meses Se empiezan a observar conductas que pueden ser clasificadas como hostiles o
agresivas hacia a otros.

30-36 meses Se reducen las conductas agresivas que tienen como finalidad obtener alguna cosa,
y pueden aparecer conductas agresivas verbales (insultos, amenazas) y físicas.

36-48 meses Repertorio de conductas obstinadas e intransigentes.


5-6 años Problemas de atención. Crueldad con los animales, comportamientos de oposición,
mentiras, pequeños hurtos, etc.
3. LA FAMILIA COMO AGENTE DE DESARROLLO PSICOSOCIAL
• La calidad de las interacciones y los vínculos en la familia condicionan el
progreso psicosocial y emocional del individuo.
• Estas relaciones y vínculos se generan en el marco de las estrategias
educativas y socializadoras que utilizan los padres.
• La familia tiene gran importancia en el desarrollo y mantenimiento de los
trastornos de conducta.
• La familia transmite normas y valores sociales, a través de sus actitudes y
comportamientos.
• “Clima familiar”: cohesión y comunicación entre los miembros.
• Baja cohesión, alto nivel de conflicto y baja satisfacción marital: mayor
probabilidad de trastornos de conducta en la infancia.
• Todo se ve incrementado cuando: el ambiente familiar es caótico y no se
promueven habilidades de autorregulación y autocontrol en sus hijos.
3.1. Estilos educativos
• Estilos educativos/pautas de crianza: “patrón conductual complejo que incluye
numerosas conductas específicas que funcionan de forma individual y
sinérgica para conseguir cambios en los niños, cambios dirigidos a lograr su
adaptación emocional y conductual en una sociedad concreta.”
• No se consideran pautas de crianza los comportamientos desviados de padres
abusadores o negligentes.
• Proceso de crianza bidireccional y dinámico:
• La elección de un estilo educativo dependerá de la historia personal de los padres, de las
características del niño y su respuesta al estilo educativo de los padres (Raya, Pino y
Herruzo, 2009).
• Los estilos educativos presentan una alta consistencia, pero se pueden encontrar
variaciones en función de la experiencia de los padres. Éstos pueden cambiar entre un
hijo y otro, e incluso por las circunstancias y el momento personal del padre y/o del hijo.
Formas de comportamiento con una alta consistencia.
• Investigaciones de Baumrind (1967): exigencia y receptividad.
• Exigencia: rígidos o no a la hora de poner normas y hacerlas cumplir.
• Receptividad: sensibilidad de los padres ante las demandas de sus hijos.
• McCoby y Martin (1983): control y afecto.
• Democrático, autoritario, permisivo e indiferente.
• Son categorías continuas y normales.
• Control psicológico: “intentos de control en el desarrollo psicológico y
emocional del niño”.
• Los padres autoritarios esperan que sus hijos acepten sin cuestionamiento sus
juicios, valores y objetivos.
• Los padres democráticos tienden a ejercer un menor control psicológico que
los autoritarios.
3.2. Consecuencias de los estilos educativos en los niños
• Los estilos educativos son un buen predictor del desarrollo ajustado
del niño (desempeño social, resultados académicos, desarrollo
psicosocial y afectivo).Resultados de las investigaciones:
• Los niños y adolescentes con padres de estilo democrático se valoran a si
mismos y son evaluados como más competentes social e instrumentalmente.
• Los niños y adolescentes cuyos padres no están implicados y comprometidos
en su educación tienen una peor ejecución en todos los dominios.
• Los niños y adolescentes educados con indiferencia muestran un desarrollo
deficiente al carecer de vínculos emocionales y de estimulación afectiva y
cognitiva. Competencia social escasa.
• La receptividad es un buen predictor de la competencia social y el
funcionamiento psicosocial, mientras que el grado de control se asocia
con competencia instrumental y control conductual. Resultados de las
investigaciones:
• Niños y adolescentes de familias autoritarias: ejecución moderadamente
buena en la escuela y no se implican en problemas. Déficit de HHSS,
autoestima baja, niveles altos de depresión y ansiedad en comparación con las
familias democráticas.
• Niños y adolescentes de familias permisivas mayor tendencia a implicarse en
problemas y peor rendimiento en la escuela, presenta mayor autoestima,
mejores HHSS y menos niveles de depresión en comparación con las familias
autoritarias.
• Niños y adolescentes de familias democráticas: altos niveles de competencia
social menos problemas de conducta en todas las fases del desarrollo.
4. DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
• Conducta desobediente (falta seguimiento de normas):
• Un responsable del niño da una orden, instrucción o petición para que lleve a cabo
una conducta y el niño no la cumple en un plazo predeterminado de tiempo (20
segundos).
• Un responsable del niño le pide que interrumpa su conducta actual o que no inicie
una conducta que está a punto de ocurrir; el niño no deja de hacer eso que se le ha
pedido que deje de hacer en el lapso de tiempo prefijado.
• El niño no realiza en el tiempo establecido una conducta que por norma ha de realizar.
• El niño realiza una conducta explícita o implícitamente prohibida.

Intervención psicológica: frecuencia de las conductas de desobediencia, variedad de


contextos en que se produce, gravedad de las mismas, y la aparición o no de remisión
espontánea.
También, si están generando problemas en la interacción padres-hijo; y/o interfiere en
el adecuado funcionamiento social y académico del niño.
• Problemas de conducta motivo de consulta:
• Desobediencia:
• Niño “sordo”: nunca parece escuchar a la primera. Cumple las normas pero
los padres tienen que repetir la norma varias veces, alzar la voz e incluso
amenazar.
• Niño negativista: siempre dice “no”. Suele mantenerse por R-
• Niño con rabietas: las rabietas son expresiones emocionales y motoras
desproporcionadas, de alta intensidad y corta duración. A partir de los 2-
3años suelen tener una función instrumental. Pueden llegar a preocupar por
el componente agresivo.
• Conductas agresivas que provocan consulta clínica etiquetadas por el
DSM-5 (2013):
• Suelen ir asociadas a problemas de conducta y a conductas antisociales:
transgresión de las normas sociales, agresividad, impulsividad, ausencia de
sensibilidad a los sentimientos de los otros, carácter manipulador,
permanencia en el tiempo de las conductas, falta de respuesta al
reforzamiento y castigo, y carácter inapropiado para su edad.
• Trastornos Destructivos, del Control de Impulsos y de la Conducta (DSM-5):
• Trastorno Negativista Desafiante
• Trastorno Disocial
4.1. Datos epidemiológicos
• Casi el 90% de los padres informan que sus hijos de 2-3 años tienen
rabietas; 50% de padres de niños de 5-6 años se quejan de conductas
de desobediencia de sus hijos; Solo un 20% de los padres de
adolescentes de 16 años presentan quejas de este tipo.
• En los últimos años, la prevalencia ha aumentado debido a las
transformaciones sociales, culturales y educativas que estamos
experimentando:
• Se ha producido un incremento de niños y adolescentes emocionalmente
frágiles que pueden, con frecuencia, presentar síntomas de irritabilidad,
agresividad, dificultad para establecer vínculos afectivos e impulsividad (Ruiz et
al., 2014)
• Todo esto, quizás debido, a la obtención de recompensas inmediatas, o la poca
tolerancia al malestar y el individualismo (Raya y Comino, 2014) que imperan
en nuestra sociedad.
5. ETIOLOGÍA
• Estilos educativos y pautas de crianza.
• Factores genéticos y biológicos: diferencias en las conductas exhibidas
por los bebés.
• Aprendizaje instrumental y procesos familiares de socialización:
modelo de la coerción de Patterson (1982):
• Conductas coercitivas rudimentarias: llorar, gritar instintivas en el bebé y
adaptativas, ya que moldean la conducta de la madre.
• Estas conductas coercitivas se sustituyen por HHSS y verbales más adecuadas.
Si los padres ignoran las peticiones verbales del niño, y siguen respondiendo
a las conducta coercitivas de control están provocando que las primeras se
extingan y las segundas se mantengan. R-/R+
• En futuras ocasiones, la tasa de respuestas coercitivas del niño se verán
incrementadas.
• Reforzamiento positivo en el
EJEMPLO DE REFORZAMIENTO NEGATIVO mantenimiento de las
Aparición de un acontecimiento aversivo para el niño conductas de desobediencia:
(Orden del padre: recoge los juguetes) • Reforzadas por la atención de los
Respuesta coercitiva del niño
familiares, de forma verbal o
(Llora, grita, patalea, golpea cosas, no obedece) física.
• Conductas adecuadas no reciben
Respuesta coercitiva del padre (acontecimiento aversivo) atención.
(El padre grita también y repite la orden)

Intensificación de la conducta coercitiva del niño


(El niño chilla más fuerte, patalea, no obedece) • La conducta coercitiva del
padre/madre también se
Intensificación de la conducta coercitiva del padre puede ver intensificada, dando
(El padre grita más, amenaza, repite la orden, castiga
físicamente) lugar a un estilo de interacción
Eliminación de la respuesta coercitiva del niño
familiar coercitivo y agresivo y
(el niño deja de gritar y obedece) sirviendo de modelo para su
hijo.
Desarrollo y mantenimiento de los trastornos de conducta en los
niños:
• El incumplimiento
Características de los Falta de habilidades de comunicación, reiterado de las normas
padres Solución de problemas,
Manejo del estrés, etc. puede desarrollar
Inconsistencia e incoherencia en sus patrones comportamientos mucho
de interacción con sus hijos.
más graves como
Características de los Mayor o menor reactividad ante los estímulos.
hijos Patrones de comida y sueño irregulares conductas agresivas,
Sesgos cognitivos robos, agresividad hacia
Falta de habilidad de solución de problemas los compañeros,
interpersonales, presencia de mayor o menor
actividad, etc. problemas académicos,
Pobre calidad de apego hacia sus padres. ect.
Características de la Problemas familiares
interacción Problemas conyugales
Estilos de comunicación
Problemas externos Problemas laborales
de la familia Problemas de ajuste social
Problemas de aislamiento
• Factores de un mal pronóstico:
• Comienzo de los trastornos a una edad temprana.
• Variedad, frecuencia y amplitud de los síntomas.
• Asociación con el TDAH.
• Ausencia de pautas educativas en la familia.
• Nivel económico y socio-cultural desfavorecido.
• Presencia de violencia y maltrato en el entorno próximo.
• Historia de conducta delictiva en la familia.
6. EVALUACIÓN DE LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA

• Entrevistas a padres e hijos (Kendal, 2011), observación (análisis funcional) e


instrumentos validados.
• No todos los problemas consultados van a requerir una intervención
psicológica.
• Motivos de consulta: la conducta resulta incómoda, el comportamiento del
niño suscita inquietud, para preguntar si la conducta de su hijo es normal o
no, buscando feedback sobre las pautas educativas que están aplicando, etc.
• Un pequeño porcentaje se ajustará a problemas clínicamente relevantes.
• Consulta sobre comportamientos disruptivos normales que por alguna
razón han superado la capacidad de control de los padres.
• Se solicita tratamiento con mayor frecuencia para excesos conductuales
(hiperactividad) que para déficits (timidez).
• Determinar a partir de la evaluación quién será el beneficiario de la
intervención (niño o padres)
• Valoración de la conducta del niño.
• Determinación del grado de anormalidad de una conducta no es fácil. En el
caso de niños y adolescentes, hay que tener en cuenta el desarrollo evolutivo y
el contexto social.
• La desviación de la norma se establecerá en base a:
• Desviación respecto a los estándares evolutivos de su edad.
• Desviación respecto a su grupo de iguales.
• Desviación respecto a su propio desarrollo evolutivo o social.
• Otros aspectos a tener en cuenta:
• Análisis topográfico y cuantificación de la conducta.
• Que el niño o el entorno se vean perjudicados por la conducta problema.
• Que la conducta impida la adaptación y evolución saludables del niño.
• Viabilidad del tratamiento: evaluación coste-beneficio.
• Cuando el proceso de evaluación ha sido difícil, no es adecuado plantear una
intervención.
• Anticipar el coste que a corto plazo tendrá la intervención.
Contenidos de la evaluación de un problema de conducta:
Descripciones objetivas de los problemas y síntomas actuales.
Historia del problema: comienzo, periodos de mejoría o remisión, recaídas, cronificación, etc.
Información acerca de la salud general del niño, las enfermedades y los tratamientos (médicos y
psicológicos).
Historial psicológico de los padres y de la familia.
Información acerca del desarrollo del niño: psicomotor, intelectual, social, emocional, etc.
Información sobre su rendimiento académico.
Información acerca de sus pautas de interacción en la escuela y con sus amigos.
Información acerca de sus relaciones familiares: padres, hermanos, abuelos, primos, etc.
Pruebas especiales (inteligencia, evaluación del lenguaje y del habla, potencial de aprendizaje, etc.)
6.1. Criterios para decidir cuál es el orden de prioridad a la hora de
intervenir cuando hay varios problemas de conducta
• Comportamientos que pueden resultar peligrosos para el niño y sus allegados
(p.e. conductas agresivas auto-lesivas o que puedan implicar daño físico).
• Comportamientos que puedan tener un efecto positivo sobre otras conductas
con las que están relacionadas (p.e. conductas de autocuidado para mejorar las
relaciones sociales).
• Comportamientos que no cumplen las normas sociales (p.e. la falta de control
de esfínteres o conductas disruptivas durante la comida).
• Comportamientos que se requieren para el desarrollo de otros repertorios de
conducta (p.e. incrementar la atención para promover el estudio).
• Conductas cuyo desarrollo influirá de manera positiva en la adaptación del niño
(p.e. habilidades de resolución de problemas).
• Conductas que alteren el sistema de contingencias (p.e. intercambio de
reforzadores positivos entre padres e hijos).
• Comportamientos clave para el desarrollo del niño (p.e. conductas de juego,
autocuidado, independencia personal).
• Aspectos resumen a tener en cuenta en el proceso de evaluación:
1. El grado de malestar que la conducta produce al paciente y a 3ª personas.
2. Facilidad para modificar y conseguir algunos cambios rápidos y reforzantes
que faciliten la colaboración de los implicados.
3. Posibilidad de generalización y mantenimiento de los resultados que se
puedan conseguir.
4. Evaluar si el problema consiste en una cadena conductual; en ese caso,
analizarla y comenzar por la primera conducta.
5. Seleccionar el comportamiento que requiera y permita una intervención
rápida, con efectos globales.
7. TRATAMIENTO
• Los programas de entrenamiento de padres (Haslam y cols., 2016):
• Enseñanza de técnicas operantes: eliminar conductas inadecuadas e incrementar
conductas adecuadas.
• Desarrollo de HH de comunicación.
• Transmisión de afecto.
• Reconocimiento y control de las emociones.
• Características comunes de estos programas de entrenamiento:
• La intervención se dirige a los padres.
• Modificar las pautas de interacción inadecuadas entre padres e hijos
(procedimientos coercitivos u hostiles, normas incoherentes e inconsistentes,
atención indiscriminada a comportamientos inadecuados) y fomentar aquellas
que favorezcan relaciones adaptadas y satisfactorias entre ellos.
• Contenidos:
• principios de aprendizaje;
• Entrenamiento en observación y registro de la conducta; análisis topográfico y funcional de la
conducta.
• Instrucciones de cómo dar órdenes de forma clara, eficaz y coherente;
• entrenamiento en la utilización del R+;
• entrenamiento en procedimientos para eliminar o reducir conductas, etc.
• Estrategias utilizadas: Modelado, role-playing, dinámicas grupales, reforzamiento
social, asignación de tareas para casa.
• Algunos cambios en la metodología y procedimiento de intervenir con
la familia en problemas cotidianos de conducta:
• No solo para edades pequeñas (de 3 a 8 años), también es posible una
intervención así con adolescentes.
• Utilización del vídeo para dar feedback, manuales de autoayuda y programas
informáticos para familias que no pueden acudir a consulta.
• Formato grupal: mejor relación coste-beneficio; aprenden unos de otros, se
formnta la motivación y adherencia al tratamiento; diferentes perspectivas de
un mismo problema; etc.
• Objetivos a conseguir por el terapeuta a lo largo de la intervención:
1. Establecimiento de una buena relación terapéutica: utilizar el humor, dar
información sobre el programa y de lo que se puede esperar de él;
comunicación de la propia experiencia terapéutica; facilitar la cohesión de
grupo con dinámicas, etc.
2. Incrementar la sensación de autoeficacia en las HH parentales les permitirá
afrontar situaciones conflictivas en el futuro: reforzamiento social de los
progresos, promoción del autocontrol y la reestructuración de los
pensamientos negativos en relación al proceso educativo.
3. Enseñanza de estrategias de manejo de la conducta:
1. Mantener y/o incrementar los comportamientos adecuados de su hijo;
2. Favorecer el aprendizaje de conductas que todavía no sabe hacer;
3. Corregir aquellos comportamientos que resultan inadecuados;
4. Motivar la emisión de aquellas conductas que sabe hacer pero no hace
Algunas técnicas: utilizar ejemplos, proporcionar material de apoyo, utilizar vídeos donde se
observen modelos, role-playing, moldeamiento.
4. No hay recetas: Adaptar las técnicas a las circunstancias,
necesidades y normas sociales y culturales de la familia.
5. Orientar, dirigir y ayudar a los padres a establecer unos objetivos
terapéuticos: paulatinos, definidos claramente, realistas y
compartidos por ambos padres, teniendo siempre en cuenta el
bienestar del menor.
6. Favorecer la práctica de las estrategias aprendidas en el contexto
natural: tareas para casa, anticipar y resolver posibles problemas que
puedan surgir.
Ventajas de los programas de educación a familias:
• Supone un acercamiento completo, rápido y eficiente a estos
problemas.
• El comportamiento adecuado del niño se mantiene en el tiempo en un
alto porcentaje de los casos.
• Intervenciones eficaces porque mejoran la comunicación entre los
padres y el hijo, se incrementan las habilidades parentales, se reducen
los problemas de conducta.
• Mejora la posible depresión materna y disminuye el estrés parental.
• Escuelas de padres eficaces con evidencia empírica:
• The incredible Years (Webster-Stratton y Reid, 2015).
• Parent-Child Interaction Therapy (Brinkmeyer y Eyberg, 2003).
• Triple P-Positive Parenting Program (Sanders, 2012).
7.1. Triple P-Positive Parenting Program (Sanders, 2012)
• Objetivo: proporcionar a los
Nivel 1: Triple P
Universal
padres información, HH y
confianza necesarias para
conseguir de ellos un estilo
educativo más positivo y
Nivel 5: problemas Nivel 2: Intervención
de conducta graves breve democrático.
• Ámbito: familiar, escolar y
de la comunidad.
• Sistema multinivel: 5 tipos
Nivel 4: problemas
Nivel 3: Problemas
de intervenciones en
de conducta
severos/interés por
la educación positiva
de conducta leves y
moderados función de la intensidad.
Nivel 1: Nivel 2 Nivel 3
Problemas de conducta leves o
Alcanzar a la Breve moderados.
población en general.

Padres que se manejan bien, con Intervención en atención primaria: 4 sesiones de


Mensajes de preocupaciones. 15-30´, individuales.
educación positiva

Seminarios: 3 seminarios de 90´ Grupos de discusión: sesiones en pequeños


Folletos, carteles, grupos, 2h.
Infancia: el poder de la educación positiva; criar
cuñas de radio, etc. niños competentes y seguros; criar niños resilientes. Infancia: cómo manejar la desobediencia; cómo
manejar la agresividad; cómo desarrollar rutinas
Adolescencia: Criando adolescentes responsables;
para irse a dormir; ir de compras con los niños.
criando adolescentes competentes; conectando a
los adolescentes. Adolescentes: cómo manejar sus emociones;
cómo reducir el conflicto familiar; cómo hacer
que coopere; cómo desarrollar HH de
sobrevivencia.

Intervención breve en atención primaria:


sesiones individuales de 15-30´
Nivel 4: Nivel 5

Dificultades de conducta severas Muy intensivo. Problemas de conducta graves.


o interés profundo sobre la
educación positiva.
Las familias deben hacer antes (o al mismo tiempo) el nivel 4.

17 HH parentales
Triple P Intensivo: padres con trastornos mentales y/o conflictos de
pareja. Temas: relaciones de pareja y comunicación; estrategias de
Terapia de grupo: máximo 12 padres, 5 sesiones afrontamiento personal en situaciones de estrés y práctica de ed.
presenciales, 3 sesiones telefónicas. DVD´s y Positiva.
cuadernillos.

Triple P Nuevos Caminos: riesgo de maltrato infantil.


Triple P Estándar: apoyo intensivo; 10 sesiones Temas: manejo de la rabia y otras estrategias para
individuales de 1h. DVD y cuadernillo. mejorar las HH parentales.

Triple P Online: 8 sesiones online.

Triple P Autodirigido: programa de


autoayuda 10 semanas, cuadernillo de
trabajo. Apoyo telefónico semanal 15-30´
• Principios que sustentan el programa Triple-P:
1. Desarrollar para el menor un ambiente seguro, supervisado y que le
ofrezca oportunidades para explorar, jugar y aprender y promover un
desarrollo saludable.
2. Ambiente de aprendizaje positivo: enseñar a los padres a responder a las
peticiones de sus hijos de una forma positiva y constructiva, sin olvidar
que deben resolver los problemas por ellos mismos.
3. Disciplina asertiva: enseña a los padres a cambiar el uso de la disciplina
ineficaz y coercitiva, como el castigo físico, los gritos, las amenazas, por
estrategias eficaces (explicar, negociar, instrucciones claras y expresadas
con tranquilidad, solicitudes apropiadas a la edad, utilizar consecuencias
lógicas, etc.).
4. Expectativas realistas: acercar las expectativas de los padres al nivel de
desarrollo en el que se encuentra el hijo.
5. Autocuidado parental: enseñar a los padres HH prácticas para que vean el
proceso educativo con sensación de autoeficacia y bienestar.
7.2. Programa de Fresnillo-Poza et al. (2000)
• Familias disfuncionales/grupos sociales de alto riesgo.
• Objetivos:
1. Proporcionar un espacio donde las familias reflexionen acerca del
funcionamiento familiar y del modo de resolver los conflictos cotidianos.
2. Analizar las etapas del ciclo vital familiar.
3. Favorecer la comunicación entre los miembros de la familia y el desarrollo
de relaciones sociales.
4. Proporcionar a los padres información sobre las necesidades de los niños
y adolescentes.
5. Dotar a los padres de las HH y estrategias que les permitan favorecer el
desarrollo psicosocial de sus hijos y del grupo familiar.
6. Detectar precozmente los problemas que puedan surgir en la familia o en
alguno de sus miembros.
• 20 sesiones presenciales en grupo (máximo 20 personas).
• 2 h. a la semana.
Estructura de cada sesión:
a) Breve exposición del tema previsto en el programa.
b) Análisis de los conocimientos previos, experiencias, recursos sobre el tema.
c) Aprendizaje y práctica de cada una de las estrategias terapéuticas.
d) Plan de acción, tarea para casa.
e) Análisis de las ventajas e inconvenientes de la puesta en practica de las estrategias.
f) Repaso de los conceptos, procedimientos y actitudes tratados en el transcurso de
la sesión.
Contenidos el programa de Fresnillo et al., 2000

Presentación del programa

• Qué es y para qué sirve esta formación.


• El grupo familiar; Etapas evolutivas el grupo familiar.
• Contexto familiar: estilos de vida y relación entre los miembros.
• Importancia del entono educativo familiar.

Identificar situaciones problemáticas y recursos para afrontarlas de forma eficaz:

• Resolución de conflictos, afrontamiento de problemas


• Asertividad, comunicación, HHSS, contratos de conducta

Desarrollo evolutivo del niño y el papel de los padres en cada una de ellas.

• Desarrollo evolutivos, edad escolar, adolescencia, juventud.

Favorecer el funcionamiento y convivencia en la familia

• Comunicación y desarrollo personal, convivencia familias, etc.


7.3. Terapia de Interacción padres-hijos (PCIT) (Ferro y Ascanio, 2014)
• Entrenamiento de padres en técnicas operantes+Terapia de juego=
• Enseñar a los padres a usar las habilidades de la terapia de juego, empleadas
hasta ese momento solo por los terapeutas (Eiberg, 1974).
• Objetivo: establecer una relación entre padres e hijos afectiva y amorosa, en la
cual los padres pudieran enseñar a sus hijos habilidades prosociales y disminuir
las conductas disruptivas a través del juego.

NOTA: se recomienda leer el artículo colgado en Moodle sobre PCIT.


Intervención
con los padres
y el niño a la
vez Entrenamient
Filosofía
o directo de la
positiva, no
interacción
juiciosa
padres-hijos

Se centra en Uso de datos


Características
patrones de para guiar el
interacción de la PCIT tratamiento

Equipamiento Sensibilidad
y espacio hacia aspectos
especializado del desarrollo
Intervención
temprana
Factores que afectan a la efectividad, adhesión y desgaste hacia la terapia:
Decrementan la eficacia:
Niño menos de 2 años o mayor de
7 y/o con retraso del desarrollo
grave
Padres con abuso de sustancias,
patología severa y/o discapacidad
intelectual
Caos y/o discrepancias familiares

Aumentan la eficacia:
Niños entre 2 y 7 años, con buen
lenguaje comprensivo
Padres con una fuerte motivación hacia
la terapia y CI medio-alto
Pre-evaluación
1 o 2 sesiones
Sesión didáctica
Interacción
dirigida por el

Esquema de niño (CDI) Sesiones de


entrenamiento.
De 2 a 4
las sesiones
Sesión didáctica
del PCIT
Interacción
dirigida por el

procedimiento padre (PDI) Sesiones de


entrenamiento.
De 4 a 6
estándar de la Post-evaluación

PCIT: Seguimiento. De
1, 3, 6, 12, meses

Sesiones extra
(opcional)
8. REFERENCIAS

• Fresnillo-Poza, V., Fresnillo-Lobo, R. y Fresnillo-Poza, M.L. (2000).


Escuela de padres. Madrid: Ed. Dpto. de Prevención y Familia. Área de
Servicios Sociales.
• Sanders, M.R. (2012). Development, evaluation, and multinational
dissemination of the Triple P-Positive Parenting Program. Annual
Review of Clinical Psychology, 8, 345-379.
• Haslam, D., Majia, A., Sanders, M.R. y de Vries, P.J. (2016). Parenting
programs. In JM Rey (Ed.), IACAPAP, eTextbook of Child and Adolescent
Mental Health. Geneva: I.A. for Child and Adolescent Psychiatry and
Allied Professions.

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