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Es del vivir del sinuano, heredado de la cultura Zenú; la vida alegre y el jolgorio
conjugado en sus fiestas y tradiciones como la corraleja, el fandango, el aire
musical del porro sabanero, las fiestas religiosas; que identifican su cultura
caribeña, forjada en el campo, con el olor a finca y a ganado. Este modo de ser se
ve reflejado además en su manera de habitar, en el cual los espacios son
fragmentados, la casa se dispersa en el lugar generando fluidez espacial por la
que circula la brisa, los olores, el mismo entorno, y los animales domésticos entre
otros. Son característicos de este modo de vivir, el ranchón o área social que ha
evolucionado a nuestras terrazas tanto interior como exterior en la cual
dependiendo la hora y condición climáticas ocupan; la terraza exterior o frontal es
usada como sitio de encuentro, sobre todo en las horas vespertinas para recibir
visitas o tomas el fresco de las brisas de la tarde, hasta altas horas de la noche.
La terraza interior es una evolución del área de faenado del campo, se utiliza para
la reunión de la familia y es usada también como comedor informal. El mobiliario
propio de esta cultura son la infaltable hamaca, el taburete; recostado a un horcón
o a una pared, el “banquillo” y la “mariapalito” o mecedora.
La propuesta “Viviendas anodinas” es una intención del rescate del modo de vida
del sabanero traducido a un contexto contemporáneo, en el que aquellas familias
que en busca de oportunidades o huyendo de la violencia, se ven obligadas a
migrar a la ciudad, trayendo consigo una tradición habitacional que en nuestras
ciudades se ven insatisfechas. No se puede ofrecer viviendas cien por ciento
citadinas al sabanero tradicional, al campesino y tratar de encajarlo en habitáculos
nada parecidos a su hábitat tradicional.
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nada vinculan el modo de vivir, el sentir o el calor alegre de la sabana y el caribe a
los proyectos.
DESARROLLO PROGRESIVO.
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La vivienda se propone progresiva a través del tiempo, ya que el núcleo siempre
está en un constante cambio, que además es un ciclo que rige a cualquier hogar,
por lo que hay que destacar que la vivienda debe adaptarse y ser flexible
acoplándose a las exigencias que así la familia lo requiera. “el problema de la
vivienda social no es la producción de unidades habitacionales sino el estudio de
la vivienda como proceso” (Gonzales, 2012, pág. 66).
ESPACIOS PRODUCTIVOS.
La vivienda “constituye uno de los ejes más importantes en la planificación urbana,
una vivienda adecuadamente diseñada en función de las características,
necesidades y expectativas de los usuarios, su entorno y la relación con la ciudad,
resulta esencial para el desarrollo psicológico y social, favorece la sustentabilidad
urbana y contribuye a elevar el bienestar con un menor costo futuro, reduciendo a
la vez el impacto ambiental.” (Pérez-Pérez, 2014, pág. 5). Por medio del desarrollo
de vivienda productiva, se logrará mejorar la calidad de vida de la población y del
lugar, lo que permita incluir alternativas económicas, sociales y ambientales, esto
estará apoyado en el diseño de la vivienda de uso flexible, permitiendo adaptar el
espacio asignado según las necesidades requeridas y modo de habitar el lugar.
Otra opción propuesta es el desarrollar producción en los patios como huertas
urbanas las cuales permitan integrar alternativas sostenibles para auto
sostenimiento de la población incluyendo, un pequeño modelo de trabajo y
desarrollo económico.
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