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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0726/2020-S4

Sucre, 12 de noviembre de 2020

SALA CUARTA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: René Yván Espada Navía
Acción de amparo constitucional

Expediente: 33045-2020-66-AAC
Departamento: Chuquisaca

En revisión la Resolución 15/2020 de 28 de enero, cursante de fs. 207 a 211,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por
María Danica Pereira Vda. de Quiroga contra Marcos Ernesto Jaimes
Molina y Juan Carlos Berríos Albizú, Magistrados de la Sala Civil del
Tribunal Supremo de Justicia.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 4 de diciembre de 2019, cursante de fs. 98 a 117


vta., la accionante expuso los siguientes argumentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Dentro del proceso penal con privilegio constitucional, seguido por el Ministerio
Público contra su fallecido esposo Germán Quiroga Gómez, por los delitos de
contratos lesivos al Estado, incumplimiento de deberes, conducta antieconómica y
resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes, dicha institución dispuso
mediante Resolución FGE/RJGP 11/2016 de 9 de mayo, la anotación preventiva en
Derechos Reales (DD.RR.), de los inmuebles inscritos bajo las Matrículas
2011010016178, 2011010016179 y 2011010016180, pertenecientes al precitado.

Precisó, que el hecho luctuoso por el cual murió su conyugue, ocurrió el 22 de julio de
2018, en cuya base, el entonces Fiscal General del Estado y su persona, solicitaron la
extinción de la acción penal ante la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, a
favor del imputado indicado, por ende, la liberación de todas las medidas cautelares
reales asumidas y la expedición de provisión ejecutoria para la cancelación de las
anotaciones preventivas mencionadas inicialmente, petición respondida en forma

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favorable el 24 y 31 de agosto del mismo año, por la Procuraduría General del Estado
y el Ministerio Público, respectivamente; empero, requirieron que se mantengan
subsistentes las medidas reales referidas para efectos del resarcimiento del daño civil
emergente; cuestión que observó mediante memorial presentado el 19 de septiembre
de igual año, en razón a la imposibilidad de la existencia de responsabilidad civil en el
caso, por parte del fallecido, debiendo operar la misma, además en base al dictado de
una sentencia condenatoria ejecutoriada, conforme a lo previsto por el art. 92 del
Código Penal (CP).
Agregó, que el Auto Supremo (AS) 027/2018 de 19 de septiembre, emitido por la
Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, declaró extinguida la acción penal
por muerte del imputado, como efecto de las solicitudes indicadas anteriormente,
disponiendo en consecuencia, el levantamiento de las anotaciones preventivas
realizadas sobre los bienes del fallecido; Resolución apelada respecto de la última
decisión, por la Procuraduría General del Estado y el Ministerio Público, a cuyos
sustentos, por su parte respondió que la transmisión a los herederos de la
obligación de reparar los daños civiles, solo emerge de la responsabilidad del
propio delito y cuando existe una sentencia condenatoria ejecutoriada, lo cual es
jurídicamente imposible por la muerte de su esposo, lo contrario significaría
vulneración a la garantía de reserva legal, referente a los arts. 92 del CP y 38 del
Código de Procedimiento Penal (CPP).

Afirmó, que la revocación parcial de la Resolución precitada, decidida a través del


AS 742/2019 de 31 de julio, pronunciada por los Magistrados de Sala Civil del
Tribunal Supremo de Justicia –ahora demandados–, con relación al levantamiento
de las anotaciones indicadas al inicio del presente acápite, fue realizada con
aplicación e interpretación aislada del art. 38 del CPP, contrariando el principio de
presunción de inocencia, soslayando que la acción penal se extingue por muerte
del imputado, conforme lo dispone el art. 27 de la norma procesal penal; por
ende, la pena no puede trascender de la persona delincuente, y por ende,
tampoco transmitirse ni aplicarse al cónyuge o a los herederos; asimismo, tal
fallecimiento extingue todas las medidas cautelares reales asumidas en el
proceso, lo contrario significaría conculcación al principio de culpabilidad.

Al final, refirió que la reparación civil, sólo puede ser ejercida contra quienes
fueron declarados responsables del delito, lo que supone la existencia de una
sentencia condenatoria debidamente ejecutoriada, situación imposible en el caso
penal concreto por la muerte de su esposo, quien tuvo la calidad de imputado en
el proceso penal extinguido a su favor.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulneradas

La impetrante de tutela, denunció la lesión del debido proceso en sus elementos


de motivación, fundamentación y defensa, así como del principio de acceso a la
justicia y el derecho a la propiedad privada, citando al efecto los arts. 112, 113,
115.II, 116, 117 y 123 de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 53 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).

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I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo que las autoridades hoy


demandadas restituyan el debido proceso, en sus elementos de fundamentación,
motivación y defensa, observando la garantía de la presunción de inocencia, el
principio de dignidad y el derecho a la propiedad privada, pronunciando nueva
Resolución adecuada al marco constitucional expuesto y desarrollado en la presente
acción de tutela.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

Celebrada la audiencia pública de 28 de enero de 2020, según consta en el acta


cursante de fs. 199 a 206 vta., presente la solicitante de tutela, a través de sus
representantes legales, ausentes las autoridades demandadas, el Fiscal General
de Estado y la Procuraduría General del Estado, como terceros interesados, se
produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

La impetrante de tutela, a través de sus abogados apoderados, en audiencia,


ratificó los argumentos esgrimidos en su memorial de acción de amparo
constitucional y ampliándolo, señaló lo siguiente: a) La anotación preventiva de
los bienes, es una cuestión accesoria y es absurdo que al desaparecer la
cuestión principal se la mantenga, más aún cuando en el caso no existe
sentencia contra ninguno de los imputados; b) Las autoridades demandadas no
se percataron que ante la muerte del esposo, no es posible continuar la acción
civil contra sus herederos, asimismo, que la mancomunidad de la
responsabilidad civil se da entre los eventualmente culpables, amparando su
decisión en la aplicación e interpretación aislada del art. 38 del CPP; c) Resulta
inequitativo e irrazonable, perseguir los bienes de una persona fallecida,
aplicando una norma procesal penal más allá de las implicancias del litigio,
lesionando ello derechos y garantías constitucionales; y, d) La acción para la
indemnización civil, debe estar dirigida contra la persona cuya responsabilidad
penal fue definida, por ende, exista contra la misma sentencia condenatoria
ejecutoriada.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Marcos Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berríos Albizú, Magistrados de la Sala
Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante informe escrito, de 27 de enero de
2020, cursante de fs. 131 a 136 vta., argumentaron lo siguiente: 1) La acción de
amparo constitucional, se basó en denuncias genéricas, argumentos generales y
vagos, por tal razón, es una simple expresión de disconformidad y sin cumplir con
los requisitos mínimos para su admisibilidad; 2) La Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, al levantar las anotaciones preventivas de los bienes que
pertenecían al imputado fallecido, no se percataron que la acción reparatoria a
intentarse futuramente por la vía civil, estará sujeta a la culminación del
proceso penal, aún pendiente y seguido por delitos lesivos al Estado; 3) El art.

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113.I del CPE, establece la indemnización por daños y perjuicios en forma
oportuna a favor de las víctimas; 4) No es evidente la vulneración a los
derechos constitucionales ni las ilegalidades aludidas por la accionante,
tomando en cuenta la correcta interpretación de los arts. 38 del CPP y 92 del
CP, realizada en el AS 742/2019; y, 5) El tema de bienes gananciales, no
fueron parte del debate en el proceso.

I.2.3. Informe de los terceros interesados

La Procuraduría General del Estado a través de Iván Arandia Ledezma y Aidee


Martínez Cuba, funcionarios dependientes, sin presentar poder alguno, mediante
informe escrito presentado el 28 de enero de 2020, cursante de fs. 192 a 196
vta., sostuvieron lo siguiente: i) La extinción de la acción penal, dispuesta a favor
del fallecido Germán Quiroga Gómez, no está en discusión, por tal, como es
evidente que el fallo emitido por los Magistrados ahora demandados, está fuera
de los dispuesto en el art. 27 del CPP; ii) El propósito de la solicitante de tutela,
es eludir el gravamen impuesto judicialmente sobre los bienes recibidos como
parte de la masa hereditaria yacente a la muerte de su esposo; y, iii) El Tribunal
Constitucional Plurinacional no puede analizar la interpretación realizada por los
jueces o tribunales ordinarios, que en el caso concreto, sólo consiste en un
desacuerdo en la interpretación normativa, sin constituir ello, aplicación arbitraria
de la norma ni vulneración a derecho constitucional alguno.

Juan Lanchipa Ponce, Fiscal General del Estado, mediante escrito presentado en
igual fecha, cursante de fs. 197 a 198, refirió que, la fundamentación fáctica y
jurídica realizada en el Auto “de Vista” 742/2019, no vulneró ningún derecho o
garantía constitucional de la impetrante de tutela, correspondiendo resolver la
acción de tutela con apego a los valores y principios que la sustentan.

I.2.4. Resolución

La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca,


emitió la Resolución 15/2020 de 28 de enero, cursante de fs. 207 a 211, mediante la
cual, concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto el AS 742/2019 y la Resolución
52/2019, ordenando que las autoridades ahora demandadas, emitan uno nuevo,
observando los fundamentos expuestos en la misma; pronunciamiento en base a lo
siguiente: a) No existe carga argumentativa en el AS 742/2019 impugnado,
respecto específicamente a los arts. 102 y 123 de la CPE, con relación a la
supuesta aplicación e interpretación del art. 38 del CPP, estableciendo de manera
indefectible si son aplicables los mismos para el caso del difunto esposo de la
accionante; b) Debe explicarse, la razón de constituir la labor de la Procuraduría
General del Estado, una limitante para liberar los bienes del fallecido citado; c) En
materia penal, los delitos son de carácter personalísimo, por ello, la imposición de
medidas cautelares reales a una persona muerta, puede afectar los derechos de
propiedad de los herederos del mismo, especialmente cuando se dispone en esa
consideración la extinción de la acción penal; d) La impetrante de tutela, es

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heredera y actual propietaria de los bienes sobre los cuales recayó la anotación
preventiva dentro del proceso penal declarado ahora extinto, por ende, su
derecho a la propiedad privada se encuentra limitado; y, e) La calificación de la
responsabilidad civil, emerge de lo establecido y sancionado en un litigio de
naturaleza punitiva, a través de una sentencia ejecutoriada, situación que no
ocurrió en el caso concreto.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. Dentro del proceso penal seguido en contra de Germán Quiroga


Gómez –persona fallecida– y otros, por la presunta comisión de los
delitos de incumplimiento de deberes, conducta antieconómica y
resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes, a través de la
Resolución FGE/RJGP 11/2016 de 9 de mayo, emitida por el Ministerio
Público, se dispuso la anotación preventiva de los bienes propios del
precitado (fs. 23 a 28).

II.2. Cursa Certificado de Defunción, expedido el 24 de julio de 2018 por el


Servicio de Registro Cívico (SERECÍ), correspondiente al extinto German
Quiroga Gómez; en cuya base, el entonces Fiscal General del Estado y
María Danica Pereira Vda. de Quiroga -ahora de accionante-, mediante
memoriales presentados de 1 y 3 de agosto de igual año, solicitaron a la
Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, la extinción de la acción
penal (fs. 7 a 9, 11 y 16 a 17).

II.3. En mérito a las peticiones indicadas en la Conclusión que antecede,


Mediante Auto Supremo 027/2018 de 19 de septiembre, la Sala Penal del
citado Tribunal, resolvió la extinción de la acción penal por muerte del
imputado, ordenando el levantamiento de todas las anotaciones preventivas
dispuestas sobre los bienes del mismo; en cuyo mérito, la Procuraduría
General del Estado y el Ministerio Público formularon apelación en contra
del tal decisión, a través de memoriales presentados el 25 y 26 de marzo de
2019 respectivamente, solicitando la subsistencia de la medida preventiva;
respondidas a su vez, por la demandante de tutela mediante memorial
presentado el 9 de abril del indicado año, conforme los siguientes
argumentos: 1) La extinción de la acción penal por fallecimiento del
imputado en la doctrina es de naturaleza sobreviniente, dependiendo de un
motivo surgido en el avance del proceso; por ende, es absurdo sostener
que la disposición del Ministerio Público sobre la anotación preventiva de
bienes, debía ser impugnada, tomando en cuenta la causal para la
excepción interpuesta, basada precisamente en el deceso del imputado; 2)
La petición de la liberación de las “hipotecas”, está del mismo modo
sustentado en el hecho de que jamás de obtendrá cosa juzgada penal y en

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prueba documental, como el certificado de defunción y la declaratoria de
herederos; 3) La transmisión de la responsabilidad civil a los herederos,
emerge de los responsables del delito y por medio de una sentencia
condenatoria ejecutoriada, conforme se tiene establecido en el art. 92 del
CP; y, 4) El derecho a la indemnización, reparación y resarcimiento
establecidos en el art. 113 de la CPE, también depende de la existencia de
una sentencia de condena como se indicó, situación similar si
eventualmente se demanda ello por la vía civil (fs. 31 a 50).

II.4. Por Auto Supremo 742/2019 de 31 de julio, dictado por los Magistrados
de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, declararon procedentes
los recursos de apelación referidos en la Conclusión precedente,
revocando parcialmente el AS 027/2018, con las siguientes
justificaciones: i) El referido Auto Supremo, no excedió el límite de las
peticiones realizadas en la excepción de extinción de la acción penal,
impetrada por la esposa del fallecido, por ende, no es extra petita ; ii) La
Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, no se percató que la acción
reparatoria a intentarse en la vía civil, estará sujeta a la culminación del
proceso penal pendiente, excepto cuando el imputado hubiere muerto antes
de ejecutoriarse la sentencia del proceso penal, en cuyo caso, la acción civil
podrá promoverse o continuarse contra sus herederos; y, iii) La Resolución
precitada, si bien no es incongruente, sin embargo, el levantamiento de las
medidas cautelares reales asumidas, causó menoscabo en la finalidad de
la Procuraduría General del Estado, que es la de promover, defender y
precautelar los intereses del Estado, decisión asumida sólo en base a la
solicitud realizada por la excepcionista –ahora impetrante de tutela–, sin
efectuar una debida fundamentación ni considerar los efectos
perseguidos en la causa principal (fs. 74 a 83 vta.).

II.5. A través del memorial presentado el 15 de agosto de 2019, la impetrante


de tutela solicitó explicación, complementación y enmienda respecto del
AS 742/2019; en base a las siguientes consideraciones: a) Se encuentra
acreditado el fallecimiento de Germán Quiroga Gómez, por ello, jamás
podrá declarárselo responsable de un delito, aún se hubiera demostrado la
comisión de los hechos sobre el mismo, en consecuencia, es imposible
establecer su culpabilidad y por lo mismo, su responsabilidad civil; y, b) La
interpretación de la legalidad ordinaria, en el caso es irrazonable y
absolutamente contradictoria, vulnerando sus derechos y garantías
constitucionales y convencionales (fs. 88 y vta.).

II.6. Cursa Resolución 52/2019 de 19 de agosto, de explicación,


complementación y enmienda, solicitada por la hoy accionante, emitida
por la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante el cual
respondieron y declararon no ha lugar el pedido indicado anteriormente,
conforme a las siguientes conclusiones: 1) La recurrente, confunde la
excepción de extinción de la acción penal con el levantamiento de las
anotaciones preventivas, soslayando que el AS 027/2018, salvó los

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derechos de las víctimas a iniciar las acciones legales pertinentes sobre
los cuestionados bienes; 2) La reparación a intentarse por la vía civil,
estará sujeta a la culminación del proceso penal, excepto cuando el
imputado hubiera fallecido antes de ejecutoriarse la sentencia del
proceso penal; y, 3) Este Tribunal advirtió, que la determinación sobre el
levantamiento de las mencionadas anotaciones, se la efectuó a simple
petición de la excepcionista, sin análisis ni fundamentación como
vertiente del debido proceso, sin embargo, el AS 742/2019, expedido por
ésta instancia, tomó en cuenta las argumentaciones del Ministerio Público
y de la Procuraduría General del Estado, instituciones que solicitaron la
subsistencia de las mismas sobre los bienes del imputado fallecido
Germán Quiroga Gómez (fs. 90 a 91 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La impetrante de tutela denunció la vulneración del debido proceso en sus


elementos de motivación, fundamentación y defensa, así como del principio de
acceso a la justicia y el derecho a la propiedad privada, en razón a que, los
Magistrados ahora demandados al emitir el AS 742/2019 y la Resolución 52/2019,
revocando parcialmente el AS 027/2018, dejaron sin efecto el levantamiento de
las anotaciones preventivas realizadas sobre los bienes del imputado fallecido
Germán Quiroga Gómez, aplicando e interpretando en forma aislada los arts. 38
del CPP y 92 del CP, sin considerar que la reparación civil sólo puede ser ejercida
contra quienes fueron declarados responsables del delito, lo que supone la
existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada, situación imposible en el
caso concreto por la muerte de su esposo, en cuya base se procedió a extinguir la
acción penal.

En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. El contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada


y motivada como parte del debido proceso

Al respecto la SCP 0411/2019-S4 de 2 de julio, justificó: “ʽEl debido


proceso, previsto en los arts. 115.II y 117.I de la CPE, 14 del PIDCP y 8
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se constituye en
prerrequisito para poner en movimiento los derechos humanos
reconocidos en los tratados y convenios internacionales sobre la materia
y consiguientemente, la protección de cualquier otro derecho
fundamental establecido en la Constitución Política del Estado, de
manera que, además de consagrarse en un límite al ejercicio del poder
que ostenta el Estado y una prerrogativa del titular del derecho respecto
al poder público (Derecho subjetivo de defensa frente al Estado), se
constituye, a partir de una dimensión objetiva, en un principio y valor
que fundamentan todo el ordenamiento jurídico.

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En ese sentido, el debido proceso es comprendido por la jurisprudencia
constitucional, como el derecho que tiene toda persona a un proceso
justo y equitativo, de modo que sus derechos se adecúen a disposiciones
jurídicas generales aplicables a todas las personas que se encuentren en
situaciones similares, es decir que comprende el conjunto de requisitos
que deben observarse en las instancias procesales pertinentes, de
manera que posibilite que las personas puedan defenderse
adecuadamente en cualquier tipo de proceso, sea en el ámbito
administrativo o en el judicial, evitando de esa manera cualquier lesión a
los derechos reconocidos en la Constitución Política del Estado y en los
Tratados y Convenios Internacionales sobre Derechos Humanos, al
constituirse estos últimos en parte integrante del bloque de
constitucionalidad, por previsión expresa del art. 410.II de la Norma
Suprema del ordenamiento jurídico boliviano, y que, en el marco de lo
previsto por el art. 256 de la CPE, son de aplicación directa y preferente
en el ámbito interno, cuando contengan normas más favorables.

El Tribunal Constitucional, a partir de los arts. 115.II, 117.I y 180.I de la


CPE, ha desarrollado la triple dimensión del debido proceso, así la SC
0896/2010-R, del 10 de agosto, estableció que: “…La Constitución
Política del Estado, en consideración a la naturaleza y los elementos
constitutivos del debido proceso, como instituto jurídico y mecanismo de
protección de los derechos fundamentales, lo consagra como un
principio, un derecho y una garantía; es decir, su naturaleza está
reconocida por la misma Constitución en su triple dimensión: como
derecho fundamental de los justiciables, un principio procesal y una
garantía de la administración de justicia...”.

En cuanto a los elementos que componen el debido proceso, el


Tribunal Constitucional, en las SSCC 0082/2001-R, 0157/2001-R,
0798/2001-R, 0925/2001-R, 1028/2001-R, 1009/2003-R, 1797/2003-R,
0101/2004-R, 0663/2004-R, 0022/2006-R, entre otras, estableció que
forman parte del mismo los derechos a un proceso público, al juez
natural, a la igualdad procesal de las partes, a no declarar contra sí
mismo, a la garantía de presunción de inocencia, a la comunicación
previa de la acusación, a la defensa material y técnica, a la concesión
al inculpado del tiempo y los medios para su defensa, a ser
juzgado sin dilaciones indebidas, a la congruencia entre acusación y
condena, al principio del non bis in ídem, a la valoración razonable de la
prueba, y a la fundamentación, motivación y congruencia de las
resoluciones; precisando sin embargo, que dicho listado, en el marco
del principio de progresividad, sólo tiene un carácter enunciativo, dado
que pueden agregarse otros elementos que forman parte del debido
proceso como una garantía general y que derivan del desarrollo doctrinal
y jurisprudencial de éste, como un medio para asegurar la realización del
valor justicia.

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Es indiscutible la relación entre el debido proceso y la búsqueda del
orden justo, dado que el primero no se limita únicamente al concepto de
instrumento o vía para poner en movimiento mecánico las reglas del
procedimiento, puesto que lo que se protege realmente a través del
debido proceso, no es la rigurosa observancia de reglas de orden
simplemente legal, sino el manejo de reglas procesales para tomar
decisiones que puedan justificarse constitucionalmente, es decir que,
debe comprenderse al debido proceso desde el ámbito constitucional y
no desde el simplemente legal.

De lo señalado se concluye que, el debido proceso está integrado por


distintos elementos que lo configuran, entre ellos, la necesaria
fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones
(administrativas o judiciales), elementos que, como quedaron anotados
en el párrafo precedente, forman parte de los presupuestos propios de
las reglas del debido proceso, por tanto, de obligado cumplimiento, tanto
por las autoridades jurisdiccionales en los procesos que conocen, como
por las autoridades administrativas, que en el marco de las competencias
específicas asignadas por la ley resuelven conflictos jurídicos o recursos
administrativos, de manera que se garantice el libre y pleno ejercicio de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales previstos en la
Ley Fundamental y los Tratados y Convenios Internacionales sobre
Derechos Humanos.

En cuanto a la fundamentación y motivación de las resoluciones, la Corte


Interamericana de Derechos Humanos, ampliando el contenido del art.
8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ha
incorporado el deber de motivación como una garantía del debido
proceso, estableciendo que, las decisiones que adopten los órganos
internos que puedan afectar derechos humanos, tal como el derecho a la
participación política, deben estar debidamente fundamentadas, de lo
contrario serían decisiones arbitrarias. La Corte también señaló que la
decisión motivada implica una decisión que permita conocer cuáles
fueron los motivos y normas en que se basó la resolución de manera
clara y si estos fundamentos son compatibles con los parámetros
dispuestos en la Convención, por lo que, cuando dicha resolución no
cumpla con la garantía de encontrarse debidamente motivada se
entenderá como contraria al art. 8.1 de la citada Convención.

Por otra parte, la Corte Interamericana también ha señalado que la


motivación es la exteriorización de la justificación razonada que permite
llegar a una conclusión. Precisó el alcance de esta garantía bajo los
siguientes argumentos: i) El deber de motivar es una garantía vinculada
con la correcta administración de justicia, que protege el derecho de los
ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho suministra, y
otorga credibilidad de las decisiones jurídicas en el marco de una
sociedad democrática; ii) La motivación demuestra a las partes que estas

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han sido oídas, que sus alegatos han sido tomados en cuenta y que el
conjunto de pruebas ha sido analizado; y iii) En aquellos casos en los que
las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la
resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias
superiores.

En ese sentido razonó la SCP 0874/2014 de 8 de mayo, al señalar que:


“El debido proceso, a partir de la comprensión de los diferentes
instrumentos normativos de orden internacional, se nutre de diferentes
componentes; así, la motivación y fundamentación de las resoluciones
judiciales constituyen sus elementos preponderantes y persiguen tres
fines específicos a saber; primero, permite que los Tribunales de
instancia superior efectúen el respectivo control al fallo impugnado,
habida cuenta que, a partir de una clara explicación de los motivos y
razones para decidir en una u otra forma, las partes podrán interponer
las respectivas impugnaciones y, a falta de ello el afectado estará en la
imposibilidad de precisar contra qué criterios o conceptos dirigirá su
impugnación; segundo, que el justiciable adquiera seguridad, confianza y
convencimiento en la decisión asumida por la autoridad encargada de
impartir justicia, que conlleve a comprender con meridiana claridad los
motivos y razones que pudieron haber guiado a la autoridad para decidir
en una determinada forma; asimismo, apreciar qué circunstancias y
elementos de hecho y derecho fueron tomados en cuenta por el juzgador
y, si las alegaciones y proposiciones probatorias fueron consideradas,
explicando con meridiana claridad el valor que merecieron los mismos; y,
tercero, pretende hacer públicas las razones que le asistieron al juzgador
para fallar en un determinado sentido, a fin de que el ciudadano común
comprenda la razón de la decisión, porque de ellos deviene la facultad de
impartir justicia, conforme estipula el art. 178. I de la CPE”. A su vez, la
SC 0871/2010-R de 10 de agosto, precisó que: “...toda resolución ya sea
jurisdiccional o administrativa, con la finalidad de garantizar el derecho a
la motivación como elemento configurativo del debido proceso
debe contener los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar
con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe
contener una exposición clara de los aspectos fácticos
pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los supuestos
de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso
concreto, d) Debe describir de forma individualizada todos los medios
de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe valorar de
manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios
producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de
ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre
las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de
hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas
aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la
determinación del nexo de causalidad antes señalado” .

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En cuanto al contenido esencial del derecho a una resolución
fundamentada y/o motivada, la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre,
desarrolló las cuatro finalidades implícitas que determinan el contenido
esencial del derecho a una resolución fundamentada y/o motivada, ya
sea judicial, administrativa o cualesquier otra, que resuelva un conflicto o
una pretensión: “i) El sometimiento manifiesto a la Constitución Política
del Estado, conformada por: i.a) La Constitución formal, es decir, el texto
escrito; y, i.b) Los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos
que forman parte del bloque de constitucionalidad; así como a la ley,
traducido en la observancia de los principios de constitucionalidad y de
legalidad; ii) Lograr el convencimiento de las partes, que la
resolución en cuestión no es arbitraria, sino por el contrario,
observa el valor justicia y los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; iii) Garantizar la
posibilidad de control de la resolución en cuestión por los tribunales
superiores que conozcan los correspondientes recursos o medios de
impugnación; iv) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la
actividad decisoria de todo órgano o persona, sea de carácter público o
privado por parte de la opinión pública, en observancia del principio de
publicidad”; con posterioridad, la SCP 0100/2013 de 17 de enero, agregó
como quinto elemento de relevancia constitucional “v) La exigencia de la
observancia del principio dispositivo, que implica la obligación que tiene
el juzgador de otorgar respuestas a las pretensiones planteadas por las
partes para defender sus derechos”.

Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP


0100/2013, señalan que la arbitrariedad puede estar expresada en una
decisión: a) Sin motivación, cuando la resolución no da razones que la
sustenten; b) Con motivación arbitraria, cuando se basa en fundamentos
y consideraciones meramente retóricas o deviene de la valoración
arbitraria, irrazonable de la prueba, o en su caso, de la omisión en la
valoración de la prueba aportada en el proceso; c) Con motivación
insuficiente, cuando no se da razones de la omisión de
pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes; y, d)
Por la falta de coherencia del fallo, se da: 1) En su dimensión interna,
cuando no existe relación entre las premisas –normativa y fáctica– y la
conclusión -por tanto-; y, 2) En su dimensión externa, implica que la
resolución debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por
las partes. Ambos entendimientos, sobre la coherencia interna y externa,
tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como en
la SC 0358/2010-R de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito
procesal, el principio de congruencia se entiende no solo como la
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, sino
que además implica la concordancia del fallo; es decir, su coherencia
interna, entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de
octubre, entre otras. Por su parte, respecto a la congruencia de las
resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo,

11
señaló que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los
agravios de la apelación y la contestación de alzada.

En ese sentido, conforme con el desarrollo jurisprudencial glosado, una


resolución contendrá una motivación arbitraria, cuando se basa en
fundamentos y consideraciones meramente retóricas, lo que sucede
cuando se citan dispositivos normativos como sustentos jurídicos de la
decisión, sin justificar la aplicación de los mismos y sin establecer con
precisión la premisa normativa; de la misma manera, una resolución
contendrá una motivación insuficiente, cuando no se da razones de la
omisión de pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes‴ (las
negrillas son nuestras).

III.2. El derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva

La citada SCP 0411/2019-S4, en lo concerniente al tema, argumentó: “ʽEl


derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva se encuentra
consagrado en el art. 115.I de la CPE, que conforme al entendimiento
asumido en la SC 1388/2010-R de 21 de septiembre, “...consiste en la
posibilidad de acudir ante un tribunal de justicia y así obtener una
sentencia fundamentada que pueda ser impugnada, y en consecuencia,
conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el
restablecimiento de su situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de
su derecho a la defensa”.

En cuanto a los elementos que constituyen el señalado derecho, la SCP


1478/2012 de 24 de septiembre, en el Fundamento Jurídico III.1.1,
estableció los siguientes componentes: “1) El acceso propiamente dicho
a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos,
elementos de exclusión, limitación, que dificulten el ejercicio de dicho
derecho tanto por el Estado como por los particulares; 2) Lograr un
pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades
judiciales formales o las autoridades naturales de las naciones
y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el
conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran
cumplido los requisitos establecidos en la norma; y 3) Lograr
que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se
entiende que se acude a un proceso para que se reestablezca o
proteja un derecho, un interés o un bien, en la medida que el fallo no
se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no
estará satisfecho”.

Corresponde también señalar que, ampliando el contenido del derecho


de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, la SCP 1953/2012 de
12 de octubre, estableció que, en el ámbito procesal, tal derecho debe
ser interpretado por las autoridades jurisdiccionales a partir del

12
principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine -también
pro persona o de favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar
las normas procesales, siempre de la manera más favorable, de
manera que se asegure una justicia material, por encima de una
formal‴ (las negritas son nuestras).

III.3. Análisis del caso concreto

La impetrante de tutela denunció la vulneración del debido proceso en


sus elementos de motivación, fundamentación y defensa, así como del
principio de acceso a la justicia y del derecho a la propiedad privada, en
razón a que, los Magistrados hoy demandados, al emitir el AS 742/2019
y la Resolución 52/2019, revocaron parcialmente el AS 027/2018,
dejaron sin efecto el levantamiento de las anotaciones preventivas
realizadas sobre los bienes del imputado fallecido Germán Quiroga
Gómez, aplicando e interpretando en forma aislada los arts. 38 del CPP y
92 del CP, sin considerar que la reparación civil sólo puede ser ejercida
contra quienes fueron declarados responsables del delito, lo que supone
la existencia de una sentencia condenatoria ejecutoriada, situación
imposible en el caso concreto por la muerte de su esposo, en cuya base
se procedió la extinguir la acción penal.

De lo expuesto y argumentado por la impetrante de tutela, se establece


que la problemática sometida a revisión, tiene como sustento fáctico, la
anotación preventiva en DD.RR., de los inmuebles inscritos bajo las
Matrículas 2011010016178, 2011010016179 y 2011010016180,
dispuesto mediante Resolución FGE/RJGP 11/2016, pertenecientes a
Germán Quiroga Gómez, quien falleció durante la tramitación del proceso
penal con privilegio constitucional seguido en su contra por el Ministerio
Público, por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de
deberes, conducta antieconómica y resoluciones contrarias a la
Constitución y a las leyes.

Precisa la accionante, que el hecho luctuoso por el cual, murió su esposo,


ocurrió el 22 de julio de 2018, en cuya base, el entonces Fiscal General
del Estado y su persona, solicitaron la extinción de la acción penal ante la
Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, a favor del imputado
indicado, por ende, la liberación de todas las medidas cautelares reales
asumidas y la expedición de provisión ejecutoria para la cancelación de
las anotaciones preventivas mencionadas inicialmente, petición
respondida en forma favorable el 24 y 31 de agosto del mismo año, por
la Procuraduría General del Estado y el Ministerio Público,
respectivamente; empero, requirieron los mismos, que se mantengan
subsistente las medidas reales referidas para efectos del resarcimiento
del daño civil emergente, cuestión que observó mediante memorial
presentado el 19 de septiembre de igual año, en razón a la imposibilidad
de la existencia de responsabilidad civil en el caso por parte del fallecido,

13
debiendo operar además ésta, en base al dictado de una sentencia
condenatoria ejecutoriada, conforme dispone el art. 92 del CP.
Agregando, que el AS 027/2018, emitido por la Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, que declaró extinguida la acción penal por muerte
del imputado, como efecto de las solicitudes indicadas anteriormente,
disponiendo en consecuencia, el levantamiento de las anotaciones
preventivas realizadas sobre los bienes del fallecido; resolución que fue
apelada en lo que respeta a la última decisión por la Procuraduría
General del Estado y el Ministerio Público, a cuyos sustentos respondió
que la transmisión a los herederos de la obligación de reparar los daños
civiles, solo emerge de la responsabilidad del propio delito y cuando
existe una sentencia condenatoria ejecutoriada, lo cual es jurídicamente
imposible por la muerte de su esposo, lo contrario significaría vulneración
a la garantía de reserva legal, referente a los arts. 92 del CP y 38 del
CPP.

Concluyendo, que la revocación parcial de la Resolución precitada,


decidida a través del AS 742/2019, pronunciada por los Magistrados de la
Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, con relación al levantamiento
de las anotaciones indicadas al inicio del presente acápite, fue realizada
con aplicación e interpretación aislada del art. 38 del CPP, contrariando al
principio de presunción de inocencia, soslayando que la acción penal se
extingue por muerte del imputado, conforme lo dispone el art. 27 de la
norma procesal penal; por ende, la pena no puede trascender de la
persona delincuente, y no puede transmitirse ni aplicarse al cónyuge o a
los herederos; asimismo, tal fallecimiento extingue todas las medidas
cautelares reales asumidas en el proceso, lo contrario significaría
conculcación al principio de culpabilidad; pues, la reparación civil, sólo
puede ser ejercida contra quienes fueron declarados responsables del
delito, lo que supone la existencia de una sentencia condenatoria
debidamente ejecutoriada, situación imposible en el caso penal concreto
por la muerte de su esposo, quien tuvo la calidad de imputado en el
proceso penal extinguido a su favor.

Establecidos los contextos de la problemática a resolver en el presente


caso, debemos pasar a disgregar cada punto del mismo y establecer la
existencia o no de violaciones a los derechos fundamentales de la
accionante, para ello, se realizará análisis respecto a los reclamos que
tienen que ver con el debido proceso en sus elementos de motivación,
fundamentación y defensa con relación al AS 742/2019 y la Resolución
52/2019.

III.3.1. Respecto a la motivación y fundamentación del Auto


Supremo 742/2019 de 31 de julio

Dentro del marco señalado en este apartado, corresponde


recordar que conforme se ha expuesto en el Fundamento

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Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, resulta exigible una precisa sustentación por parte
del accionante, quien debe mostrar a la justicia constitucional la
razón de sus denuncias, es decir, evidenciar que la Resolución
impugnada es arbitraria por carecer de motivación o
fundamentación, siendo ésta arbitraria o insuficiente; para ello,
se pasará a revisar y analizar el AS 742/2019, junto al memorial
de interposición de apelación de la solicitante de tutela.

En ese orden, de la revisión del contenido del memorial


presentado por la impetrante de tutela el 9 de abril de 2019, a
través del cual respondió a las apelaciones interpuestas por la
Procuraduría General del Estado y el Ministerio Público contra el
AS 027/2018, expedido por la Sala Penal del Tribunal Supremo
de Justicia, disponiendo la extinción de la acción penal en favor
del imputado fallecido y el levantamiento de las anotaciones
preventivas sobre sus bienes inmuebles, conforme los siguientes
argumentos: i) La extinción de la acción penal por fallecimiento
del imputado en la doctrina es de naturaleza sobreviniente,
dependiendo de un motivo surgido en el avance del proceso,
por ende, es absurdo sostener que la disposición del Ministerio
Público sobre la anotación preventiva de bienes, debía ser
impugnada, tomando en cuenta la causal para la excepción
interpuesta, basada precisamente en el deceso del imputado; ii) La
petición de la liberación de las “hipotecas”, está del mismo modo
sustentado en el hecho de que jamás de obtendrá cosa juzgada
penal y en prueba documental, como el certificado de defunción
y la declaratoria de herederos; iii) La transmisión de la
responsabilidad civil a los herederos, emerge de los
responsables del delito y por medio de una sentencia
condenatoria ejecutoriada, conforme se tiene establecido en el
art. 92 del CP; y, iv) El derecho a la indemnización, reparación
y resarcimiento establecidos en el art. 113 de la CPE, también
depende de la existencia de una sentencia de condena como se
indicó, situación similar si eventualmente se demanda ello por la
vía civil.

En respuesta a los sustentos contenidos en las apelaciones


planteadas contra el AS 027/2018 y la respuesta a las mismas,
los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
dictaron el AS 742/2019, declarando procedentes los primeros,
con las siguientes justificaciones: a) El Auto Supremo 027/2018,
no excedió el límite de las peticiones realizadas en la excepción
de extinción de la acción penal, impetrada por la esposa del
fallecido, por ende, no es extra petita; b) La Sala Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, no se percató que la acción
reparatoria a intentarse en la vía civil, estará sujeta a la

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culminación del proceso penal pendiente, excepto cuando el
imputado hubiere muerto antes de ejecutoriarse la sentencia del
proceso penal, en cuyo caso, la acción civil podrá promoverse o
continuarse contra sus herederos; y, c) La Resolución precitada,
si bien no es incongruente, sin embargo, el levantamiento de las
medidas cautelares reales asumidas, causó menoscabo en la
finalidad de la Procuraduría General del Estado, que es la de
promover, defender y precautelar los intereses del Estado,
decisión asumida sólo en base a la solicitud realizada por la
excepcionista –ahora impetrante de tutela–, sin efectuar una
debida fundamentación ni considerar los efectos perseguidos en
la causa principal.

Por lo anotado y estudiado respecto a la motivación y


fundamentación en el AS 742/2019, por el cual los Magistrados
demandados revocaron y dejaron sin efecto el levantamiento de
las anotaciones preventivas dispuestas en el AS 027/ 2018,
debió dar respuesta razonada sobre los sustentos de que la
extinción de la acción penal por fallecimiento del imputado es
de naturaleza sobreviniente, siendo por ello inconsistente
sostener que la disposición del Ministerio Público sobre la
anotación preventiva de bienes, debía ser impugnada con
anterioridad, basada precisamente en el deceso del imputado,
por ello, jamás se obtendría cosa juzgada penal contra el
mismo, y que la transmisión de la supuesta responsabilidad civil
a los herederos, emerge en realidad de los responsables del
delito, situación jurídica determinada solamente por medio de
una sentencia condenatoria ejecutoriada, conforme se tiene
establecido en el art. 92 del CP; dependiendo de ello asimismo,
la indemnización, reparación y resarcimiento establecidos en el
art. 113 de la CPE, situación similar ante la eventualidad de una
demanda por la vía civil; sin embargo, las citadas autoridades
respondieron que el AS 027/2018, no excedió el límite de las
peticiones realizadas en la excepción de extinción de la acción
penal, impetrada por la esposa del fallecido; empero coligen, que
la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, no se percató
que la futura acción reparatoria a intentarse en la vía civil,
debiera estar sujeta a la culminación del proceso penal
pendiente, excepto cuando el imputado hubiere muerto antes
de ejecutoriarse la sentencia del proceso penal, en cuyo caso, la
acción civil podrá promoverse o continuarse contra sus
herederos, concluyendo que las medidas cautelares reales
asumidas, causaron menoscabo en la finalidad de la
Procuraduría General del Estado, es decir, en la promoción y
defensa de los intereses del Estado, decisión asumida
supuestamente sólo en base a la solicitud realizada por la ahora
solicitante de tutela; estando evidenciado por las referencias

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esgrimidas, la falta de respuesta sobre la muerte del imputado,
su efecto extintivo de la acción penal, la imposibilidad del
dictado de sentencia condenatoria en su contra, la
correspondiente calificación de la responsabilidad civil y la razón
por la que los herederos deben cumplir con dicha obligación,
por tal, existe falta de fundamentación y motivación en el AS
742/2019.

Otorgando sustento jurídico al criterio expuesto, el


entendimiento de la SCP 0903/2012 de 22 de agosto, que
desarrolló el siguiente entendimiento: “De lo expuesto,
inferimos que la fundamentación y la motivación de una
resolución que resuelva cualquier conflicto jurídico, no
necesariamente implica que la exposición deba ser exagerada y
abundante de consideraciones, citas legales y argumentos
reiterativos, al contrario una debida motivación conlleva que la
resolución sea concisa, clara e integre en todos los puntos
demandados, donde la autoridad jurisdiccional o en su caso
administrativa, exponga de forma clara las razones
determinativas que justifican su decisión, exponiendo los
hechos, realizando la fundamentación legal y citando las normas
que sustentan la parte dispositiva de la resolución; en suma se
exige que exista plena coherencia y concordancia entre la parte
motivada y la parte dispositiva de un fallo”. En el contexto
anterior y conforme a lo puntualizado, las autoridades
demandadas, no dieron razones fácticas y legales suficientes
para establecer la necesidad de la persistencia o el no
levantamiento de la anotación preventiva sobre los bienes del
imputado fallecido, respecto del cual se extinguió la acción
penal seguido por los delitos de contratos lesivos al Estado,
conducta antieconómica, incumplimiento de deberes y
resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes.

III.3.2. Lo concerniente a la fundamentación y motivación en la


Resolución 52/2019 de 19 de agosto

En forma posterior, a través del memorial presentado el 15 de


agosto de 2019, la impetrante de tutela solicitó explicación,
complementación y enmienda respecto del AS 742/2019; en
base a las siguientes consideraciones: 1) Se encuentra
acreditado el fallecimiento de Germán Quiroga Gómez, por ello,
jamás podrá declarárselo responsable de un delito, aún se
hubiera demostrado la comisión de los hechos sobre el mismo,
en consecuencia, es imposible establecer su culpabilidad y por
lo mismo, su responsabilidad civil; y, 2) La interpretación de la
legalidad ordinaria, en el caso es irrazonable y absolutamente

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contradictoria, vulnerando sus derechos y garantías
constitucionales y convencionales.

Por su parte, en respuesta a las alegaciones descritas, la


Resolución 52/2019, emitida por la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, respondió y declaró no ha lugar el pedido
indicado, conforme a las siguientes justificaciones: i) La
recurrente, confunde la excepción de extinción de la acción
penal con el levantamiento de las anotaciones preventivas,
soslayando que el AS 027/2018, salvó los derechos de las
víctimas a iniciar las acciones legales pertinentes sobre los
cuestionados bienes; ii) La reparación a intentarse por la vía civil,
estará sujeta a la culminación del proceso penal, excepto cuando el
imputado hubiera fallecido antes de ejecutoriarse la sentencia del
proceso penal; y, iii) Este Tribunal advirtió, que la determinación
sobre el levantamiento de las mencionadas anotaciones, se la
efectuó a simple petición de la excepcionista, sin análisis ni
fundamentación como vertiente del debido proceso, sin
embargo, el AS 742/2019 expedido por ésta instancia, tomó
en cuenta las argumentaciones del Ministerio Público y de la
Procuraduría General del Estado, instituciones que solicitaron
la subsistencia de las mismas sobre los bienes del imputado
fallecido Germán Quiroga Gómez. Constatándose por lo
anotado, la reiteración de los sustentos otorgados en el AS
742/2019 en la última Resolución 52/2019, incurriendo por ello,
en la misma falencia de falta de motivación y fundamentación,
en razón de soslayar los aspectos sobre la acreditación del
fallecimiento del imputado Germán Quiroga Gómez, quien en
consecuencia no podría ser declarado responsable de algún
delito, por lo mismo, no sería posible establecer alguna
responsabilidad civil en su contra.

En conclusión y al final, las autoridades demandadas conculcaron


el debido proceso, en sus elementos fundamentación, motivación
y defensa al tramitar y resolver el recurso de apelación junto a la
respuesta contra el AS 027/2018, mediante el cual, dejaron sin
efecto el levantamiento de las anotaciones preventivas realizadas
sobre los bienes del imputado fallecido Germán Quiroga Gómez,
aplicando e interpretando en forma aislada los arts. 38 del CPP y
92 del CP, sin considerar que la reparación civil sólo puede ser
ejercida contra quienes fueron declarados responsables del delito,
lo que supone la existencia de una sentencia condenatoria
ejecutoriada, situación imposible en el caso concreto por la muerte
del imputado, en cuya base se procedió la extinguir la acción
penal; violando del mismo modo con ello, el principio de acceso a
la justicia establecido en la Constitución Política del Estado, cuyo

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sustento es la búsqueda de una respuesta apropiada y suficiente
al problema suscitado en el proceso penal.

En consecuencia, la Sala constitucional, al conceder la tutela impetrada, obró de


forma correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Cuarta Especializada, en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de
la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR
la Resolución 15/2020 de 28 de enero, cursante de fs. 207 a 211, pronunciada por
la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. René Yván Espada Navía


MAGISTRADO

Fdo. Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano


MAGISTRADO

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