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"Capitis diminutio" o "capitis deminutio"

La situación (status) de un hombre con relación a la libertad,


la ciudadanía o la familia no era inmutable, y cambiando
alguna cualquiera de estas circunstancias, la personalidad
(caput) tenida hasta entonces desaparecía. De ahí que cada
uno de estos cambios se le denominase capitis deminutio o
capitis diminutio, la cual, por tanto, no es otra cosa que una
variación de status: prioris status permutatio.

- Clases de capitis deminutio o diminutio

Tal capitis deminutio o diminutio es de tres clases: máxima,


media y mínima (1).

Capitis deminutio máxima


La capitis deminutio maxima tiene lugar cuando se pierde el
status libertatis y el que era libre se hace esclavo. Son casos
de capitis deminutio máxima todos los que hemos enumerado
como modos de caer en esclavitud después del nacimiento,
aunque eliminándose casi en absoluto uno de ellos: la
cautividad guerrera. Porque, desde el punto de vista del
Derecho romano, la fictio legis Corneliae y el ius postliminii
evitaban que el prisionero de guerra sufriese una capitis
deminutio, ya que, o se le consideraba muerto en el momento
de ser capturado por el enemigo, o, si lograba volver en las
condiciones señaladas para la aplicación del ius postliminii,
recuperaba, como si nada hubiera ocurrido, su precedente
situación jurídica. Pura y exclusivamente aquello que
constituía una situación jurídica, no las situaciones que, como
la posesión, y en un cierto aspecto el matrimonio, eran
consideradas como simples estados de hecho.

Al perder la libertad se pierden también el status civitatis y el


status familiae, porque el esclavo no puede ser ciudadano ni
tener familia.

Capitis deminutio media


Capitis deminutio media o minor es la pérdida de la
ciudadanía romana. No lleva consigo la pérdida de la libertad,
porque se puede ser libre y no ser ciudadano romano. En
cambio, como solamente un ciudadano romano puede tener
familia romana, la capitis deminutio media acarrea también la
desaparición del anterior status familiae del que la sufre.
Acaecía la capitis deminutio media en los casos de ingreso en
otra civitas o en una colonia no romanas. A títulos de pena
perdían también la ciudadanía romana aquellos a quienes
aqua et igni interdicitur y los condenados a deportatio in
insulani.
Capitis deminutio mínima
Se da siempre que una persona deja de pertenecer a la
familia agnaticia de la que formaba parte, conservando su
condición de libre y ciudadano romano. Eran numerosos los
casos que ocasionaban esta status familiae permutatio. La
mujer que contraía matrimonio cum manu dejaba de
pertenecer a su familia agnaticia anterior y pasaba a formar
parte de la de su marido. Por la adopción y la arrogación se
pasaba también de uno a otro grupo familiar. Idéntico efecto
producía la emancipación: el emancipado se hacía jefe de
una nueva familia.

- Regulación de los derechos y deudas en la capitis


deminutio

Como quiera que en la generalidad de los casos de


cualquiera de las tres clases de capitis deminutio el
capitisdiminuído tenía un patrimonio, había que dar una
regulación al destino de sus derechos y de sus deudas,
determinar quién recogía unas y otras. Tal destino era distinto
según los casos. En cuanto al activo del patrimonio -
propiedad, créditos-, pasaba al acreedor en el caso de capitis
deminutio máxima por venta trans Tiberim hecha por él de su
deudor insolvente; y al Estado en los casos de deportación.
En los casos de capitis deminutio media continuaba la misma
situación patrimonial anterior del capitisdisminuido, sin más
diferencia que la de quedar regulada por distinto derecho:
bien el de otro Estado-ciudad no romano, o bien el ius
gentium. En la capitis deminutio mínima el patrimonio activo
del que se daba en arrogación o de la casada cum manu iba
a parar al pater que acogía en su familia agnaticia al primero,
o al marido de la segunda, respectivamente.

En cuanto a las deudas del capitisdiminuido, no se daban, en


cambio, con arreglo al viejo derecho quiritario, los referidos
traspasos. Acontecía así que los acreedores del que sufría la
capitis deminutio resultaban burlados, porque la persona a
quien iban a parar los bienes y derechos no se hacía cargo
de las obligaciones, y, por otra parte, el capitisdiminuido
carecía de personalidad civil para poderle hacer objeto de
una reclamación judicial. El pretor corrigió esta anómala
concepción, bien decretando una in integrum restitutio -esto
es, dando por no ocurrida a tales efectos la capitis deminutio-,
bien concediendo a los acreedores el derecho de dirigirse
contra la persona a la que se hubiere asignado el activo
patrimonial del capitisdiminuido, o bien llegando incluso a
poner a dichos acreedores en posesión de los bienes y
facultándolos para venderlos.

La evolución sufrida por el derecho familiar y sucesorio


romanos, que veremos con más detenimiento en los lugares
respectivos, hizo que en la época justinianea los efectos de la
minima capitis deminutio tuviesen muy escasa importancia.

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