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PERTINENCIA Y CONDUCENCIA.

Nuestro sistema de tendencia acusatoria trae como una misma figura la conducencia y la
pertinencia, pero la primera se refiere en concreto al “vehículo” ósea el medio idóneo para pretender
probar, que conduzca; mientras que la pertinencia se refiere a la relación ya sea directa o
indirecta  de los medios de conocimiento con los hechos o circunstancias relativas a la comisión de
la conducta, identidad y responsabilidad penal del acusado, para hacer más o menos probable un
hecho, o en cuanto a la credibilidad de un testigo o perito. (Art. 375 CPP)
El concepto básico que unifica a todo el desempeño probatorio es la conducencia de la prueba o su
“relevancia”. La compresión del término en su sentido jurídico es imprescindible para que la doctrina
sea aplicada por el juez en juicio. Aunque nos es fácil pensar en la conducencia en términos
sencillos (que debe conducir a comprobar algún hecho de relevancia) su esencia goza de más
sutilidad. Primero, conducencia connota la relación probatoria entre la prueba y la propuesta fáctica a
la cual se dirige. Este es, su “valor probatorio”. Segundo, la propuesta fáctica así probada por la
prueba proferida debe tener alguna pertinencia jurídica. Es decir, debe ser algo que esté vinculado
con un elemento del tipo penal. Debe ser, en otras palabras, “pertinente”.
Hay varias categorías de pruebas que pueden ser pertinentes pero cuyo valor probatorio es
superado por su tendencia a perjudicar o confundir, lo que las hace no admisibles. Estas son
pruebas que el juez debería rechazar, dependiendo de su conclusión acerca del balance entre valor
probatorio y perjuicio. (ponderación)
 Ejemplos comunes son: (se han tratado como conducencia) art. 376 CPP.
· Cuando su potencial prejuicio excede su valor probatorio.
· Cuando su tendencia a confundir excede su valor probatorio.
· Cuando es abundante, acumulativa o repetitiva. (Dilatoria).
Para establecer la utilidad del elemento material probatorio es necesario que el fiscal estructure una
hipótesis lógica y sostenible y que a partir de ella realice una adecuada calificación jurídica; que
incluya todos los aspectos relevantes de la responsabilidad penal. Un elemento material probatorio
puede no parecer útil para demostrar un aspecto estructural del tipo básico, pero sí para acreditar
una circunstancia genérica de mayor punibilidad o para desvirtuar una causal de ausencia de
responsabilidad. En todo caso, el conocimiento de la dogmática penal está íntimamente ligado a la
determinación de la pertinencia de los elementos materiales probatorios, (y de los medios de
acreditación en general) pues sólo a partir de dicho conocimiento puede establecerse con precisión
lo que se debe probar; sólo así es posible establecer la utilidad de un determinado medio de
acreditación.[1]
La sala penal de la Corte Suprema de Justicia en Autos del 17 de marzo de 2004 y 22 de abril de
2009, Radicados 22.953 y 27.539, respectivamente, reiterado en proveído de 12 de abril de 2010,
radicado 33212. “ha sostenido que la procedencia de la prueba se encuentra vinculada a las
exigencias de conducencia, pertinencia, racionalidad y utilidad”

LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EN SALA DE CASACIÓN PENAL, MP: JULIO ENRIQUE


SOCHA SALAMANCA Proceso Nro. 37198, del veinticuatro (24) de agosto de dos mil once (2011).
dijo:
“La conducencia supone que la práctica de la prueba solicitada es permitida por la ley como
elemento demostrativo de la materialidad de la conducta investigada o la responsabilidad del
procesado.

La pertinencia apunta no únicamente a su relación con el objeto de investigación y debate, sino a


que resulte apta y apropiada para demostrar un tópico de interés al trámite”

La racionalidad del medio probatorio tiene que ver con la viabilidad real de su práctica dentro de las
circunstancias materiales que demanda su realización.

Y la utilidad de la prueba se refiere a su aporte concreto en punto del objeto de la investigación, en


oposición a lo superfluo e intrascendente.”
        
En igual sentido se había pronunciado la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA en  SALA DE
CASACIÓN PENAL, MP: Dr. SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ, radicado 33212 del (12) doce de abril
de dos mil diez (2010):

En lo que se refiere a la oportunidad de solicitar en audiencia preparatoria la practica de pruebas


dentro de la audiencia de juicio oral, de acuerdo a las reglas de pertinencia y admisibilidad.  La
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA EN SALA DE CASACIÓN PENAL, Proceso radicado No 24468,
MP: Dr. EDGAR LOMBANA TRUJILLO del treinta (30) de marzo de dos mil seis (2006). Dice:

“De conformidad con el artículo 357 de la Ley 906 de 2004, la audiencia preparatoria constituye la
oportunidad legal para que la Fiscalía y la defensa soliciten las pruebas que requieran para sustentar
su pretensión. Por excepción, el Ministerio Público puede solicitar la práctica de alguna prueba de
cuya existencia tenga conocimiento, cuando no hubiere sido pedida por las partes y pudiere tener
esencial influencia en los resultados del juicio.

Se observa, entonces, que desde la perspectiva probatoria la Fiscalía tiene un compromiso directo


con la verdad y con la justicia material, cometidos que debe buscar con criterio objetivo y
transparente. Sin embargo, como se verá, ese compromiso con la verdad y la justicia material, desde
la óptica probatoria, no es exclusivo de la Fiscalía, porque en el mismo sentido tienen facultades el
Ministerio Público, la defensa y las víctimas.

La defensa tiene iniciativa probatoria en virtud del mandato constitucional del debido proceso
consagrado en el artículo 29 Superior, en cuanto dispone que “Quien sea sindicado tiene derecho...a
presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra”. En desarrollo de ese precepto,
el Código de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004, establece que durante la audiencia preparatoria
la defensa puede solicitar al Juez las pruebas que requiera para sustentar su pretensión (artículo
357), aunque no está obligada a presentar pruebas de descargo o contra prueba (artículo 125).”

De lo que antecede, no basta con la mera solicitud probatoria dentro de su oportunidad procesal para
hacerlo según el sujeto procesal que lo haga, pues se hace necesario como factor determinante de
la admisibilidad para su decreto probatorio, el cumplimiento con la pertinencia y conducencia.
Aunado a ello, los demás parámetros legales de ley para no vulnerar derechos como la igualdad y la
legalidad entre otros.

 ¿Que es la prueba?…Con varias acepciones la expresamos así: a) en el sentido como medio de


prueba, son los distintos elementos de juicio, aportados por las partes u obtenidos por el juez a fin
restablecer la existencia de hechos relacionados con un proceso (entendiéndose como  proceso
cualquier denuncia penal, demanda civil, administrativa, laboral, etc.), b) también se entiende como
prueba la acción de probar, de hacer la prueba, como cuando se dice que le corresponde probar al
actor que esgrime la prueba del hecho por el afirmado ,y c) la voz prueba es también el fenómeno
psicológico, el estado del espíritu  producido en el juez  por todos los elementos de convicción 
allegados al juicio, con la finalidad de llegar a la certeza  de hechos  sobre  los cuales se deba de
pronunciar; definiendo  la certeza, como el conocimiento seguro que se tiene de algo.

La prueba es en si el proceso mismo, y la misma como tal debe estar revestida de la triada  
fundamental de: conducencia, pertinencia y utilidad para que pueda ser tenida en cuenta en el
proceso, aspectos que tratare de manera concisa así: Conducencia, es la idoneidad legal que tiene
una prueba para demostrar determinado hecho; es una comparación que se realiza entre el medio
probatorio y la ley, a fin de  saber, si el hecho se puede  o no demostrar en el proceso con el empleo
de ese medio probatorio , ejemplo #1: En un proceso  X  se está ventilando el hurto de un bien
inmueble  supuestamente de propiedad  de  Jairo  Pérez, y  este, por intermedio de su Abogado 
aporta al proceso   como medio de prueba de la titularidad del bien “un escrito” donde se dice  que
Carlos Ruiz se lo  vendió; en este caso  afirmamos que la prueba aportada  que demostraría la
propiedad del bien inmueble no es conducente para demostrar la propiedad, porque  en este
caso solo el certificado de tradición es prueba de conducencia, ya que la ley no admite otro medio
probatorio.( la persona que este registrada en el certificado de tradición es el legítimo
dueño). Pertinencia. Es la adecuación entre los hechos que se pretenden llevar al proceso
(introducir) y los hechos que son tema de la prueba en este (que ya estaban).
En otras palabras, es la relación de facto que se da entre los hechos que se pretenden demostrar y
el tema del proceso, Ejemplo # 2: En un proceso se está investigando el homicidio de un reconocido
comerciante de una ciudad, uno de sus trabajadores por intermedio del fiscal que adelanta la
investigación pretende hacer llegar al juez una factura vieja de unas botas que el trabajador compro,
prueba esta que nada tiene que ver con la investigación, y que por lo mismo es
impertinente. Utilidad. Es la facultad de llevar probanzas que presten servicios en el proceso para la
convicción del Juez, toda prueba que no tenga este propósito debe ser rechazada de plano, ejemplo
# 3: Si en el ejemplo # 1el señor Jairo Pérez hubiera aportado el certificado de tradición con el
inmueble a su nombre, además de ser la prueba pertinente sería útil.
En general toda prueba que es pertinente y conducente es útil; hay casos en que esta premisa no se
da, como cuando se llevan pruebas encaminadas a demostrar hechos contrarios a una presunción
de derecho, cuando se trata de demostrar el hecho presumido, cuando el hecho está plenamente
demostrado en el proceso y cuando se trate de desvirtuar lo que ha sido objeto de juzgamiento y que
ha hecho tránsito a cosa juzgada.
Lo cierto es que el interesado debe justificar los presupuestos de pertinencia (que el tema de
la prueba se relacione con el tema del proceso), conducencia (que la prueba sea apta para acreditar
lo que se quiere demostrar a través suyo) y utilidad o necesidad (que la prueba haga falta, de modo
que sin ella lo que se pretende acreditar no entraría al proceso), cuidándose de incurrir en alusiones
genéricas.

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