Está en la página 1de 7

TEMA 2. LA EDAD MEDIA: LOS REINOS CRISTIANOS (S.

VIII-XV)

2. LA RESISTENCIA CRISTIANA (S. VIII-XI).

2.1 El origen de los reinos cristianos.


Solo en la zona norte de la Península, protegidos por las montañas, algunos
núcleos de resistencia se opusieron a la invasión.
- El núcleo astur-leonés.
Los musulmanes no llegaron nunca a controlar la zona de la Cordillera
Cantábrica, donde se había refugiado población cristiano-visigoda y algunos
nobles hispanovisigodos empezaron a enfrentar a las partidas del ejército
musulmán. Pelayo derrotó a los musulmanes en Covadonga (722), y sus
sucesores Alfonso I y Alfonso II crearon el reino de Asturias.

En la segunda mitad del s. IX, Alfonso III aprovechó la debilidad de los


emires cordobeses y ocupó el territorio entre la Cordillera Cantábrica y el
valle del Duero. Para controlar mejor las nuevas tierras, Ordoño II trasladó la
capital a León (914), y el reino pasó a denominarse Reino de León.

Para defender el Este de la Meseta, se creó el condado de Castilla,


ampliamente fortificado y gobernados por condes nombrados por el rey
leonés. Uno de ellos, Fernán González, se proclamó independiente en el año
927. A su muerte dejó el título de conde vinculado a su familia, hasta que,
como consecuencia de una serie de matrimonios, el condado de Castilla
pasó a Sancho III de Pamplona.

- Los condados pirenaicos.

Carlomagno, emperador franco, quería proteger su imperio de los


musulmanes, y tras diversas incursiones, algunas con derrota como la de
Roncesvalles, estableció una franja fuertemente fortificada al Sur de los
Pirineos (Marca Hispánica), gobernada por condes dependientes del
emperador.

Hacia el 830, se expulsó a los gobernadores francos de las tierras navarras y


se creó el reino de Pamplona, origen del futuro reino de Navarra.

El dominio carolingio en tierras catalanas fue más duradero, hasta que en el


año 987 el conde Borrell II se negó a renovar el juramento de fidelidad al rey
franco. Así nacieron los condados catalanes, entre los cuales el de
Barcelona fue convirtiéndose en el más extenso y poderoso.

1
2.2 Hacia la formación de reinos.
Con el devenir de los siglos, los pequeños núcleos cristianos del Norte
fueron convirtiéndose en reinos más extensos y fuertes. En el s.XI, el reino de
Pamplona, con Sancho III, tuvo la hegemonía sobre los reinos cristianos.
Sin embargo, a su muerte en 1035, el reino se dividió entre sus hijos: Ramiro I se
proclamó rey de Aragón, Fernando I rey de Castilla y García Sánchez de Navarra.

3. EXPANSIÓN CRISTIANA Y RETROCESO DE AL-ANDALUS (S. XII-XIII)

3.1 La debilidad musulmana: las taifas.


El Califato de Córdoba entró en crisis en los inicios del s. XI. La aristocracia
de Al-Andalus, el ejército y las ciudades enriquecidas con el comercio empezaron a
actuar como fuerzas disgregadoras, iniciándose la desintegración del Califato.
Al-Andalus se fragmentó en más de 25 reinos independientes que adoptaron el
nombre de taifas.

3.2 El avance cristiano (s. XI-XII)


La fragmentación política fue aprovechada por los reinos cristianos para
atacar las tierras andalusíes. Los reyes musulmanes en un intento de detener el
avance, se comprometieron a entregar anualmente una cantidad de oro y objetos
preciosos: las llamadas parias.
A lo largo de los s. XI y XII, los reinos cristianos conquistaron los valles del Tajo y
del Ebro. Los almorávides primero y los almohades después, ambos provenientes
del Norte de África, irrumpieron en la Península para intentar recomponer el Estado
andalusí.
Aunque consiguieron infligir algunas derrotas a los reinos cristianos no fue posible
la unidad de Al-Andalus, que se descompuso de nuevo en taifas.
El reino de Castilla conquistó Toledo (1085) y Portugal alcanzó Lisboa (1147). El
rey de Aragón ocupó Zaragoza (1118) y el conde de Barcelona, Tortosa (1148) y
Lleida (1149).

3.3 La consolidación de los reinos cristianos.


Fernando I, primer rey de Castilla, logró también el título de rey de León y
unió ambos reinos, aunque fueron divididos de nuevo a su muerte en 1065. El reino
se juntó y dividió varias veces hasta su unión definitiva en 1230, bajo el nombre de
Corona de Castilla.
El reino de Pamplona, anexionado temporalmente al reino de Aragón, recuperó su
independencia, cambiando su nombre por el de Reino de Navarra.
En el reino de Aragón, tras la muerte de Alfonso I, los nobles aragoneses
proclamaron rey a su hermano Ramiro, que acordó el matrimonio de su hija
Petronila con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona (1137).

3.4 La gran expansión del s. XIII

2
La primera mitad del siglo XIII fue de gran expansión de los reinos cristianos
a partir de la disgregación del poder almohade tras la derrota de las Navas de
Tolosa en 1212.
A finales del siglo XIII, tan solo el reino nazarí de Granada dejaba testimonio de la
presencia musulmana en la Península, que perduraría hasta su conquista en 1492
por los Reyes Católicos.

3.5 La repoblación de las tierras conquistadas


La expansión de los reinos cristianos se produjo sobre el territorio de Al
Andalus en una combinación de conquista militar y ocupación del territorio por
población cristiana. Las diferentes formas de repoblación influyeron en la posterior
estructura de la propiedad.
La repoblación libre correspondiente a los siglos X y XI afectó a las primeras tierras
ocupadas en el valle del Duero.
Entre los siglos XI y XII, en los valles del Tajo y del Ebro, la repoblación se
organizó de forma colectiva a través de los concejos y municipios, y a los que los
reyes otorgaban privilegios (fueros y cartas de poblamiento).
A partir del siglo XIII, la mayor parte del territorio fue repartido en forma de grandes
latifundios a los nobles, los clérigos y las órdenes militares que habían ayudado en
la conquista.

4. LA ECONOMÍA DE LOS REINOS CRISTIANOS.

4.1 Del autoconsumo al crecimiento económico.


Durante los siglos IX al XI la economía de los reinos y condados cristianos
se basó casi exclusivamente en la ganadería y la agricultura, que estaban
orientadas hacia el autoconsumo.
A partir del s. XII, la situación cambió. En la Corona de Aragón, la conquista a los
musulmanes de tierras de Lérida o de Tortosa reactivó la agricultura y permitió la
conexión con las rutas comerciales del Mediterráneo.
También en León, Castilla o Navarra, el avance de la frontera hasta la línea del
Tajo hizo posible una mayor estabilidad, el crecimiento demográfico y el aumento
de la agricultura y la artesanía. Además, las numerosas parias cobradas a los
reinos de Taifas y la consolidación del “camino francés” de la Ruta de Santiago
activaron el comercio a larga distancia.

4.2 La orientación ganadera de Castilla.


En Castilla, a partir de los s. XII-XIII, la ganadería pasó a convertirse en el
factor fundamental del desarrollo económico. Las enormes extensiones de tierras
conseguidas con la reconquista del territorio andalusí fomentaron la cría de ovejas
merinas, que producían una lana de gran calidad.
Para promover la ganadería se creó el Honrado Concejo de la Mesta (1273), que
agrupaba a los ganaderos y organizaba la trashumancia.

3
La mayor parte de la producción lanera se destinaba a la industria de paños de
Inglaterra y los Países Bajos. Su comercio se concentraba en Burgos, desde donde
se transportaba a los puertos del Cantábrico para embarcar hacia Flandes. Ello
reactivó la vida comercial de Castilla, donde se crearon importantes mercados y
ferias como la de Medina del Campo.
De este modo, la Corona de Castilla mantuvo una economía basada en la
exportación de materias primas y la importación de manufacturas.
Los beneficios de la exportación de lana se concentraron en manos de la nobleza y
de alto clero, que se consolidaron como los grupos sociales más ricos y poderosos
de Castilla. Esta situación dificultó el nacimiento de una burguesía que pudiese
servir de contrapeso al poder de la nobleza.

4.3 La Corona de Aragón.


En las tierras aragonesas se consolidó una sociedad agraria con grandes
propietarios nobiliarios. La agricultura de secano era esencialmente de cereales,
pero existía una próspera agricultura de regadío en las zonas de influencia
musulmana y en las ricas huertas valencianas.
En las ciudades se multiplicaron las actividades artesanales, estimuladas por el
comercio marítimo desde los puertos de Barcelona, Palma y Valencia.
Desde el s. XIII al XV., la Corona de Aragón desarrolló un floreciente comercio
internacional en el mar Mediterráneo, con rutas hacia Cerdeña y Sicilia, el mar
Egeo, el Imperio bizantino y el Norte de África.
Para defender los intereses de los comerciantes de la Corona de Aragón, en los
puertos principales del Mediterráneo se crearon los Consulados de Mar, donde el
cónsul tenía poder para resolver los litigios y actuaba como delegado ante las
autoridades del país.

5. LA SOCIEDAD MEDIEVAL

La sociedad medieval se estructuraba en tres estamentos :la nobleza


y el clero constituían los grupos privilegiados , mientras el estado llano
estaba formado por el campesinado y la incipiente burguesía de las
ciudades.
Los privilegiados basaban su poder en la posesión de tierras, estaban
exentos del pago de impuestos y sometidos a leyes especiales.
El feudalismo se implantó con rapidez en la zona que estuvo bajo la
influencia franca (Marca Hispánica).
En los otros territorios peninsulares también se fue consolidando las
relaciones feudovasalláticas y se crearon múltiples señoríos laicos y
eclesiásticos.

6. LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS

Los tres grandes reinos peninsulares (Corona de Castilla, Reino de Navarra


y Corona de Aragón) presentaban una estructura política similar, basada en tres
4
instituciones: la monarquía, las Cortes y los municipios, aunque cada reino tenía
sus peculiaridades.

6.1 La monarquía.
En la Edad Media, los monarcas se creían elegidos por Dios para gobernar
sus reinos, que se consideraban patrimonio del monarca. Así, este ejercía el poder
supremo.
El la Corona de Castilla, la monarquía tuvo un carácter más autoritario y menos
feudal que en la Corona de Aragón, donde el arraigo de las estructuras feudales y
el poder nobiliario impulsaron el pactismo, por el cual el monarca veía limitadas sus
atribuciones, estando sometido al control de la nobleza a través de las Cortes.

6.2 Las Cortes.


Las Cortes eran la reunión de los tres brazos o estamentos (nobiliario,
eclesiástico y ciudadano) con el rey.
Las primeras Cortes que se crearon en la Península fueron las del reino de León en
el año 1188. Con la unión de los reinos de Castilla y de León comenzaron a
convocar juntas, manteniendo siempre un carácter consultivo y de aprobación de
los subsidios.
En la Corona de Aragón, cada reino tenía sus propias Cortes (Aragón, Cataluña y
Valencia). A diferencia de Castilla, tenía función legislativa y votaban los impuestos.
En el Reino de Navarra, se reunieron por primera vez en 1253 y el monarca tenía
que respetar los fueros, derechos y tradiciones del Reino.
-El gobierno de las ciudades.
En Castilla, se crearon los concejos electivos y surgió la figura del
corregidor, representante del poder real en las ciudades.
En Aragón, la organización de los municipios quedó en manos del Consell de Cent.

7. LA CRISIS DE LA BAJA EDAD MEDIA


Los siglos XII y XIII habían sido de expansión económica en toda Europa.Pero la
llegada a Occidente de una terrible epidemia conocida como la Peste Negra (1348)
inauguró una etapa de catástrofes demográficas, crisis económica y
enfrentamientos sociales.

8. LA BAJA EDAD MEDIA EN CASTILLA Y NAVARRA

8.1 El modelo económico castellano.


En Castilla, la escasez de mano de obra originó un retroceso de los cultivos.
El estímulo del comercio de exportación de lana fue aprovechado por los grandes
propietarios de rebaños de ovejas merinas, es decir, la alta nobleza, los
establecimientos eclesiásticos y las órdenes militares, que aumentaron la cabaña y
acumularon grandes riquezas.

5
La Corona favoreció ese proceso aumentando los privilegios a la Mesta en
detrimento de los intereses de los agricultores, ya que obtenía grandes ingresos de
la trashumancia del ganado lanar.

8.2 Las guerras civiles en Castilla.


En Castilla, los nobles quisieron afianzar su predominio en la sociedad e
imponer su voluntad a los monarcas. La alta nobleza y la Iglesia se opusieron a
Pedro I de Castilla porque quiso someterles, y apoyaron a su hermanastro Enrique
de Trastámara. Tras años de guerra civil (1369-1379) el bando nobiliario consiguió
vencer y proclamar rey a Enrique II, que inició la dinastía Trastámara en Castilla.
El enorme poder de la nobleza y los abusos que cometía, imponiendo tributos y
confiscando propiedades, llevó a los campesinos a reclamar la protección real. Del
mismo modo, para defender sus intereses frente a la nobleza, en las Cortes de
Burgos de 1315, las ciudades habían creado una organización: la Hermandad
General.
La conflictiva situación se convirtió, en el reinado de Juan II (1406-1454) en una
nueva guerra civil, cuyo resultado final fue favorable a la alta nobleza castellana y
la aristocracia siguió dominando en Castilla en tiempos de Enrique IV (1454-1474).
Durante su mandato se hundió la autoridad real y se extendió la anarquía por todo
el reino.
A su muerte, su hermana Isabel fue proclamada reina tras derrotar a su sobrina
Juana, apodada la Beltraneja, en una nueva guerra civil (1474-1479).

8.3 El reino de Navarra.


Navarra tuvo una evolución política propia, diferenciada de la Corona de
Castilla y de la Corona de Aragón. Durante casi un siglo (1328-1425) estuvo
gobernada por dinastías francesas.
Afectado por la crisis económica y demográfica, las disensiones políticas derivaron
en una guerra civil desde 1447, que se prolongó hasta la intervención , en 1512, de
Fernando el Católico, que lo incorporó a Castilla en 1515.

9. CRISIS Y DECADENCIA EN LA CORONA DE ARAGÓN

9.1 Consecuencias demográficas.


En la Corona de Aragón, y especialmente en Cataluña, a las catástrofes
demográficas y la crisis agrícola se unió el colapso del comercio marítimo,
producido en gran medida por el avance de los turcos en el Mediterráneo.

9.2 El cambio de dinastía.


Las dificultades económicas y financieras coincidieron con el problema de la
sucesión dinástica a la muerte, sin descendencia, del último rey de la Casa de
Barcelona. Mediante el compromiso de Caspe se nombró a Fernando de
Antequera, de los Trastámara castellanos.

6
Para reforzar la autoridad monárquica, los Trastámara adoptaron disposiciones
contrarias a las leyes tradicionales aragonesas, que comportaron la oposición de
las clases privilegiadas.

9.3 La guerra civil catalana.


Cuando Juan II de Aragón (1458-1479) accedió al trono, el enfrentamiento
entre la monarquía, que contó con el apoyo de los remensas y las clases populares
urbanas, y las clases dirigentes de Cataluña, degeneró en una guerra civil (1462-
1472).
Juan II logró imponerse y optó por la reconciliación. La pacificación del campo no
se realizó hasta el año 1486, cuando Fernando el Católico abolió definitivamente la
remensa, aunque confirmó el régimen señorial.
El conflicto político entre la monarquía y las instituciones tampoco se resolvió hasta
que Fernando, en las Cortes de Barcelona (1480-1481) estableció un pactismo
moderado, que obligaba al rey a jurar fidelidad a las leyes, pero también le otorgaba
capacidad de intervenir en las instituciones.

También podría gustarte