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La crisis del petroleo y sus consecuencias en la economía latinoamericana

Indice
1. Introducción
2. Producción Latinoamericana Frente a Grandes Potencias
3. La OPEP
4. La Crisis
5. Consecuencias Económicas
6. Medidas
7. La renta petrolera y las relaciones Norte-Sur
8. Las economías capitalistas del Norte y la cuestión del liderazgo mundial
9. El impacto de la crisis del Golfo en los enfoques y las prácticas del desarrollo en los países del
Sur: el caso del Magreb

1. Introducción
El siguiente es un trabajo monográfico que trata sobre la ultima crisis del petróleo, la variación constante
de su precio y la influencia directa sobre la economía latinoamericana. Este trabajo fue realizado con la
ayuda de esta nueva arma informática llamada internet, extrayendo información de diferentes medios
del mundo, para así poco a poco armar una secuencia de hechos relacionados con dicha crisis.
El trabajo consta de cinco capítulos y un anexo en el que se habla de la disputa entre Estados Unidos y
países productores de petróleo del medio oriente.

2. Producción Latinoamericana Frente a Grandes Potencias


La industria en América latina
Un Desafío Constante
Para competir con la producción de los Estados Unidos, los países asiáticos y europeos, la industria
petroquímica latinoamericana debe afrontar desafíos ineludibles: afianzar la unión regional, mejorar la
infraestructura de transporte, reducir tanto cargas impositivas como barreras arancelarias e incorporar
nuevas tecnologías. Si bien los países del continente no actúan como un bloque único, comparten en su
mayoría los mismos problemas básicos, situación que debería llevarlos a buscar soluciones conjuntas.

Hacia una mayor integración


"La evolución de los acuerdos subregionales como la Comunidad Andina y el Mercosur han llevado a los
gobiernos latinoamericanos en la dirección de implementar políticas internas que favorezcan y apoyen
los acuerdos comerciales alcanzados", reconoce Geraldina de Pulido, directora ejecutiva de la
Asociación de Fabricantes de Productos Químicos -ASOQUIM-, de Venezuela. Pero seguidamente
aclara: "Se trata de un proceso que requiere tiempo hasta lograr el consenso necesario para el
establecimiento de un mercado común regional".
El gerente general de la chilena ENAP, Daniel Fernández, mantiene la misma línea que la ejecutiva
venezolana. "Si bien en general nuestra industria ha venido integrándose en los últimos años, para
avanzar más en ese sentido se requiere que los países sigan abriendo sus economías, especialmente a
través de la disminución de sus aranceles y barreras paralancelarias".
La conformación del Mercosur "permitió optimizar las operaciones de manufactura, focalizando en
mercados generales con menores costos de producción", asegura la vicepresidenta de la filial Químicos-
América latina de Shell Chemicals, María Lucía Braz Pinheiro. "Esto generó un impulso muy positivo
para la racionalización de la producción y para que el subcontinente alcance una posición más
competitiva en el mercado internacional.
En el bloque regional (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) hay una importante coordinación de
políticas en materia petroquímica. "En el Consejo de la Industria Química del Mercosur -CIQUIM-, que
une las asociaciones de los países del bloque y de Chile, buscamos solucionar cualquier conflicto
interno antes de elevarlo a los gobiernos o a los medios de comunicación", explica Guilherme Duke
Estrada de Moraes, vicepresidente de ABIQUIM (Asociación Brasileña de la Industria Química). "Hasta
el momento -continúa- hemos podido solucionar satisfactoriamente cada conflicto".

Crecimiento sostenido
El directivo de ENAP advierte sin embargo que la evolución de la demanda de productos petroquímicos
está más relacionada con el crecimiento general de la actividad económica de los países que con la
implementación de bloques comerciales. Se debe mantener el ritmo de progreso económico, "motor del
aumento del consumo de forma tal de volver atractivo para las empresas el seguir invirtiendo en el
sector. En la medida en que el Mercosur contribuya al avance de los países miembro, estará ayudando a
desarrollar la industria petroquímica de la región".
Geraldina de Pulido coincide en que para competir regionalmente con Asia, Europa y los Estados
Unidos, no alcanza con la profundización de los acuerdos de integración. "Se requerirá además una
reestructuración y reacomodo de los productores regionales, con el fin de alcanzar economías de
escala, reducciones de costos e identificación de nichos", afirma.
Por su parte Bruce Petersen, director petroquímico de la National Petrochemical & Refiners Association
(NPRA) de los Estados Unidos, recalca que el continente necesita tomar medidas tendientes a permitir
el libre flujo de capitales y comercio entre las regiones. "Varios de nuestros asociados están abocados a
reducir las barreras entre Europa y los Estados Unidos, tanto en química como en otros negocios",
cuenta.

Barreras físicas
Los empresarios consultados por esta revista coinciden en reconocer los adelantos alcanzados en
América latina en materia de infraestructura de transporte, pero también admiten que queda aún mucho
por hacer.
Geraldina de Pulido, de ASOQUIM, indica que "la infraestructura para llevar a cabo importaciones y
exportaciones (rutas, puertos, terminales, etc.) en la región presenta en muchas ocasiones debilidades
que dificultan el crecimiento sostenido del comercio intra-regional".
La directiva de Shell Chemicals, por su parte, es categórica: "Aún se observa una grieta en la
infraestructura, relacionada con servicios logísticos para transportar productos entre los continentes. Hay
un amplio espacio para mejorar la situación con el fin de beneficiar las actividades de importación y
exportación: se necesita de vías férreas, carreteras, terminales y otros servicios de alta calidad, seguros
y confiables".
"Siempre hay espacio para mejorar en este sentido", coincide el ejecutivo estadounidense y agrega una
componente acorde con los tiempos que corren: "Un creciente énfasis en el uso de Internet para
conducir negocios debería aumentar la eficiencia de la cadena de abastecimiento regional y trabajar
para superar las barreras actuales con el fin de reforzar la integración".

Impuestos, tasas y aranceles


Gilherme Duke Estrada de Moraes reclama que la política tributaria brasileña quita competitividad a la
industria petroquímica local. "Existe una estructura de impuestos en cascada (se pagan en distintas
etapas del proceso) que no son recuperables", detalla. "Una reforma debería hacer más simple el
sistema de recaudación y las obligaciones accesorias (burocracia), y reducir el pago de impuestos que
no se pueden recuperar.
Si bien existe un diálogo con las autoridades, el vicepresidente de ABIQUIM reconoce que el impositivo
es un tema de difícil resolución. De acuerdo con la Constitución nacional, una reforma tributaria es un
proceso lento y engorroso que debe pasar por el Congreso "por lo que no veo factible un cambio en el
corto plazo", manifiesta.
A esta situación se agrega el hecho de que el costo de los bienes de capital no producidos en la región
sea alto debido a los fuertes aranceles de importación. En este sentido, Duke Estrada de Moraes se
muestra más optimista. "El gobierno brasileño, en conjunto con los demás países del Mercosur, está
creando un listado de productos no elaborados en la región para reducir sus aranceles de importación.
Esta medida se encuentra actualmente en estudio, y se prevé que esté en marcha en diciembre de este
año".
Maria Lúcia Braz Pinheiro también reclama por las altas tasas de importación que se deben afrontar
entre algunos países que no forman parte del Mercosur. "Esto provoca que el costo total de hacer
negocios en la región sea muchas veces mayor que en otras áreas del globo", arroja.

Alentar inversiones
En este momento una de las preocupaciones mayores de ABIQUIM es el déficit en la balanza de
productos químicos generales (químicos y petroquímicos), un problema común a todo el Mercosur como
bloque. "Para contrarrestar esta situación es necesario atraer nuevas inversiones con el fin de que se
aumente la capacidad productiva", formula el brasileño. En su país actualmente se está llevando a cabo
un estudio para comprender en qué áreas de producción es posible realizar esta ampliación, de acuerdo
con su acceso a las materias primas y a las necesidades específicas de la demanda.
Esto no significa que no haya en Brasil importantes proyectos en danza. El mayor de ellos es Río
Polímeros, una planta que a partir de 2003, en base a una inversión de 190 millones de dólares,
separará etano para producir eteno y, a partir de allí, polietileno. Su capacidad productiva está prevista
en 540.000 toneladas de polietileno de alta densidad o lineal de baja densidad, y será llevado a cabo por
los grupos Suzano, Unipar y Petrobras (que abastecerá de gas natural a la planta).
El grupo BASF también prevé realizar importantes inversiones, en un programa por 500 millones de
dólares, mientras que Monsanto erogará otros 500 millones en una planta de glifosfato y productos
intermedios. "La industria química se está reactivando paulatinamente", expresa con optimismo el
vicepresidente de ABIQUIM.
Chile es en general un importador neto de productos petroquímicos, lo que involucra para Daniel
Fernández "una interesante oportunidad para desarrollar nuevos proyectos de inversión para el mercado
local y para exportación, especialmente hacia los mercados latinoamericanos. ENAP está consciente de
estas oportunidades que le permiten aumentar el valor de la empresa y prevé participar en estos nuevos
negocios en asociación con otros grupos que aporten tanto capital como tecnologías, conocimiento y
acceso a los distintos mercados", asegura.
Hay dos grandes proyectos que la empresa chilena implementará en asociación con terceros: una planta
de delayed coker en su Refinería de RPC y un complejo de etileno/polietileno de alta densidad que
construirá en Cabo Negro, en la zona de Magallanes, a partir del etano existente en esa región.
"El primer proyecto -especifica su gerente general- representa una inversión de unos 400 millones de
dólares y el segundo involucra una planta de 300.000 toneladas de polietileno de alta densidad con una
inversión estimada en 770 millones de dólares. Ambos emprendimientos se financiarán bajo la
modalidad de ‘Project Finance’, en que gran parte de los fondos necesarios serán aportados por
financistas internacionales. De esta forma se aprovechará la buena clasificación de riesgo que tiene
actualmente Chile".
La planta de delayed coker/cogeneradora entrará en operaciones hacia el año 2004 y el complejo
etileno/polietileno entraría en operaciones hacia el año 2005.
Junto con lo anterior, ENAP sigue invirtiendo en nuevos procesos y en poner al día las diversas
unidades de sus tres refinerías (RPC, Petrox y Gregorio), y está implementando en su refinería de RPC
en la V región de Chile un proyecto para la producción de DIPE (aditivo mejorador de gasolinas),
proyecto que representa una inversión de 35 millones de dólares y entrará en producción en el año
2002. Este emprendimiento está siendo desarrollado en asociación con Ferrostal de Alemania.
La balanza comercial de productos químicos y petroquímicos en Venezuela es deficitaria. Geraldina de
Pulido especifica: "Para el año 1999 las exportaciones se ubicaron en 940 millones de pesos y las
importaciones en 1.482 millones. Además, no existe un equilibrio entre el ingreso y el egreso de
productos básicos, intermedios y finales".
Por otra parte, si bien Shell Chemicals no posee unidades de producción en Latinoamérica (sólo tiene
presencia como distribuidor de varios productos provenientes de otras partes del mundo, principalmente
de los Estados Unidos), su vicepresidente de Químicos reconoce que "cada vez más se observa que los
productores en la región están invirtiendo en productos intermedios y finales, aunque aún prevalece la
producción de químicos básicos como la mayor parte de las inversiones. No hay dudas de que la
tendencia va en dirección de satisfacer los requerimientos de un mercado más sofisticado y cualificado;
todas las inversiones relizadas en los últimos años en la industria automotriz -concluye- es un buen
ejemplo de la creciente demanda de productos de alta calidad".

Un buen potencial
El gerente general de la chilena ENAP se muestra optimista respecto de la capacidad competitiva de la
petroquímica regional. "La historia de los últimos años muestra que sí es posible y necesario competir
con productores de otros continentes pues ello representa mejores niveles de vida para los pueblos.
América latina tiene materias primas, acceso a tecnologías de punta y mercados de productos en pleno
desarrollo, todo lo cual hace que los jugadores que aquí operan puedan competir con éxito con
productores de otras latitudes.
Hacia el futuro se requiere seguir invirtiendo, incorporando nuevas tecnologías y mejorando la
productividad de la industria regional, como una forma de mantener su competitividad frente a
conglomerados de otras regiones".
La directiva de ASOQUIM resume los desafíos de la industria: "Con empresas que posean adecuada
tecnología y costos competitivos, y profundizando el enfoque del desarrollo sectorial basado en cadenas
productivas que incorporen a todos los actores del proceso en una visión de desarrollo común, se puede
impulsar el sector transformador y procesador de productos petroquímicos".

México
Un cambio radical
Ante la necesidad de promover una mayor eficiencia y competitividad en la industria petroquímica y
garantizar el suministro de insumos para el sector productivo -un viejo reclamo sostenido por la
Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ)-, el gobierno del presidente electo Vicente Fox
anunció su plan de arrendar a la iniciativa privada las plantas petroquímicas de la paraestatal Pemex.
Fausto Alzati Araiza, asesor del equipo de transición y encargado de política petrolera, anunció a
mediados de octubre que el proyecto incluye el "arrendamiento de largo plazo de las plantas de Pemex,
a partir del cual los particulares serán los responsables de modernizar e invertir en las instalaciones y
tendrán la obligación de pagar por ellas una renta al Estado, que seguirá siendo su dueño".
La falta de inversión en el sector petroquímico mexicano equivale, de acuerdo con cálculos realizados
por ANIQ, a 7.000 millones de dólares y ha tenido sus principales repercusiones en el estancamiento o
declinación de los volúmenes de producción de petroquímicos derivados. "Existe una subutilización de
los recursos naturales debido a que sólo se aprovecha la mitad del etano extraído y se siguen
quemando millones de pies3 diarios de gas", reza un informe publicado por la entidad.
Los representantes del gobierno electo -que asumirá en el próximo mes de diciembre- prometen revertir
esta situación.

Nuevos acuerdos
Así fue como en mayo de 1999 y sensible a estos cambios, Ipiranga Química desarrolló su "Proyecto
Tintas", con el objetivo de buscar en el exterior a los mejores fabricantes de especialidades para tintas,
tintas de impresión y adhesivos, y facilitar el acceso de dichos productos al mercado formulador
brasileño.
La empresa inició este proyecto en vista de las necesidades que presenta la globalización.
Los negocios de tintas y adhesivos en Brasil han cambiado en los últimos años en función de la
globalización experimentada por ambas industrias: fabricantes pequeños, medianos e incluso algunos
grandes, fueron adquiridos por empresas multinacionales en busca de un posicionamiento favorable
tanto en el país como en el Mercosur.
Esa necesidad de acaparar mercados en la región dio como resultado el crecimiento ya observado -y
aún por venir- en la fabricación de automóviles, electrodomésticos, muebles y toda suerte de productos
industrializados con patrón internacional de calidad.
El movimiento trajo consigo una alteración en las formulaciones empleadas, las cuales paulatinamente
fueron sustituidas por otras internacionales más estandarizadas y modernas.
Dichas dirigido a la industria de tintas y adhesivos formulaciones, que pretenden uniformizar los
patrones internacionales de los grandes grupos fabricantes, también ocasionaron qu
e el gigante del Mercosur comenzara a prestar más atención a los patrones de calidad y a respetar
exigencias ambientales elevadas. Lo cierto es que como consecuencia de esas nuevas aplicaciones se
condenaron algunas materias primas como inaceptables desde el punto de vista ambiental y creció la
demanda de otras menos tóxicas y más sofisticadas.
La iniciativa de Ipiranga ya tuvo como resultado la firma de acuerdos con 12 fabricantes internacionales
y se encuentra a punto de concluir negociaciones con otros 6. Sin embargo, el proyecto fue mucho más
allá de constituir alianzas estratégicas: influyó toda la organización de la empresa y modificó su
estructura comercial.
Desde marzo de 2000, Ipiranga Química cuenta con una nueva unidad de negocios Tintas. Además,
invirtió 200.000 dólares en la instalación de un moderno laboratorio de aplicación técnica para tintas en
Osasco -San Pablo- y recientemente organizó en Brasil el 1° Forum Internacional Ipiranga Química,

3. La OPEP
Organización de paises exportadores de petroleo
(o.p.e.p)*
Evaluación de la ayuda de la opep
La OECD sigue siendo la principal fuente para controlar los flujos financieros hacia los países en vías de
desarrollo. La UNCTAD ha iniciado también un sistema de información que se limita sin embargo al flujo
financiero entre los países en vías de desarrollo. Ambas fuentes tratan de medir la ayuda histórica de
cada donante, con relación a su PNB. Resulta normal que éstas comparen la ayuda histórica de los dos
principales grupos donantes : la OECD y la OPEP. Invariablemente sacan la conclusión de que, aunque
la OECD está canalizando importes superiores en términos absolutos, la ayuda de la OPEP es muy
superior si se mide en comparación con el PNB limitado de este grupo. Esta conclusión es ciertamente
correcta. Sin embargo, las cifras utilizadas son cuestionables y la misma comparación no aparece
correcta.
Los países de la OPEP no son países desarrollados. Su riqueza debida al petróleo no es una inyección
añadida a unas economías ya prósperas y sanas, sino la base económica para construir unas
economías más equilibradas, donde en muchos casos hay que partir literalmente de cero.
Este importante hecho justifica un mayor cuidado en la utilización de los fondos de la OPEP que en el
caso de un país verdaderamente rico, ya que todo el futuro de los países de la OPEP depende de la
manera en que se apliquen sus activos corrientes, que no son duraderos. Esta verdad no siempre se
refleja en el comportamiento derrochador de muchos individuos de los mismos países de la OPEP. Su
visión, al igual que la de algunos observadores, queda a veces cegada por la impresionante, pero
perecedera, liquidez monetaria de que disponen en la actualidad.
Dado que el petróleo es su principal o único producto de exportación, los países de la OPEP no utilizan y
de hecho no pueden utilizar su ayuda como un mecanismo para promocionar sus exportaciones, de la
manera que se ha venido utilizando tradicionalmente por los países industrializados. La ayuda de estos
últimos países, cuando no asume la forma explícita de crédito a la exportación, e incluso cuando está
totalmente libre de ataduras específicas, se sigue utilizando en la mayoría de los casos para pagar
mercancías y servicios de los países industrializados. Por lo tanto, las ataduras de la ayuda son casi
inevitables en el caso de asistencia de los países de la OECD, tomados en su conjunto. Esto no sucede
con la ayuda de la OPEP. De hecho, la ayuda de la OPEP también se utiliza para financiar mercancías y
servicios procedentes de los países industrializados. Ambas formas de ayuda benefician por tanto a la
economía de los países desarrollados, además de a los destinatarios. Sólo que los donantes de la
OPEP no se benefician de un intercambio financiero con su ayuda. Esto es especialmente interesante a
la vista del hecho citado frecuentemente, de que cada dólar de ayuda comprometida de un país
industrializado, viene a representar un incremento de $2 - $3 en el PNB de ese mismo país.
Al calcular la relación entre ayuda y PNB de los donantes de la OPEP, tanto la OECD como la UNCTAD
engloban juntos a diez países donantes, incluyendo países como Argelia, Irán y Nigeria, que a causa de
su gran población tienen un PNB importante, pero que debido a las necesidades de sus economías
figuran con una ayuda histórica baja. Si la base se limitara a los donantes típicos (los llamados países
con excedentes), la relación sería mucho más alta. De hecho es esencial el limitar la base, ya que lo que
coloca a un país en condiciones de prestar ayuda no es el hecho de ser miembro de la OPEP como tal.
Hay muchos países en vías de desarrollo, fuera de la OPEP, que están en mejor situación económica e
incluso financiera que algunos miembros de la OPEP.

El Historial De Ayudas De La Opep


La mayoría de los miembros de la OPEP son países pequeños en vías de desarrollo. Ninguno de ellos
es una "superpotencia" con intereses estratégicos que abarquen el mundo entero, ni una expotencia
colonial con obligaciones políticas y económicas con sus antiguas dependencias. Los miembros de la
OPEP extienden su ayuda por un motivo diferente. Están profundamente preocupados por las relaciones
de los países del Tercer Mundo entre sí, y con la mutualidad de sus intereses.
La ayuda de la OPEP se ha visto influida considerablemente, tanto en su alcance como en su escala,
por la revolución del petróleo de 1973. Aquí es donde se plantean nuevas cuestiones. Crean los
incrementos de precios de exportación de una determinada mercancía un motivo para prestar ayuda ?
Deben los beneficiarios de este incremento de precio compensar de alguna manera a aquéllos que
soportan la carga de la factura adicional por las importaciones ?
La ayuda de la OPEP no es un fenómeno secundario. Los flujos de asistencia financiera de los países
exportadores de petróleo han llegado a ser muy importantes en estos últimos años. Los compromisos de
fondos y cantidades realmente desembolsadas representan una proporción desacostumbradamente alta
del producto nacional bruto de los principales donantes de la OPEP. La proporción que representan los
países miembros de la OPEP dentro del flujo total de ayuda oficial al Tercer Mundo es grande. Muchos
países importantes en vías de desarrollo dependen hoy en día de la ayuda de la OPEP. Las grandes
instituciones internacionales para el desarrollo también han llegado a depender de los países
exportadores de petróleo para obtener unos préstamos substanciosos. Pero quizá más interesante aún
que estas indicaciones de significado cuantitativo, es el hecho de que la ayuda de la OPEP ha asumido
una variedad de aspectos, algunos de ellos de nueva concepción o no ensayado hasta la fecha.
La Ayuda de la OPEP antes de la Revolución del Petróleo.
La historia de la cooperación financiera entre los países miembros de la OPEP y otras naciones en vías
de desarrollo comenzó poco después de la fundación de dicha organización en 1960. Este proceso se
inició cuando en 1961 se creó el Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Arabe. La coincidencia
cronológica de estos hechos puede considerarse como accidental ; no había ninguna relación necesaria
entre las acciones de los cinco países exportadores de petróleo que decidieron unirse en 1960 con el fin
de defender unos intereses económicos vitales amenazados por la erosión de los precios del petróleo, y
la decisión independiente de Kuwait tomada en 1961 de establecer un Fondo para Ayuda al Desarrollo
Exterior. No obstante, y de una forma sutil, se pueden reconocer ahora en estas diversas acciones las
características de un fenómeno nuevo e importante : el surgimiento de una solidaridad efectiva en el
Tercer Mundo, tanto dentro de un grupo de países con intereses económicos similares, como entre
miembros de este grupo y otras naciones en vías de desarrollo. Dentro del contexto de esta potencia, lo
más interesante es que ya en 1961 nació un nuevo concepto para la ayuda exterior, en el cual tanto el
donante como el receptor son países en vías de desarrollo.
El Fondo de Abu-Dhabi, al igual que el Fondo Kuwatí son instituciones nacionales cuya propiedad
pertenece a uno de los países miembros de la OPEP. El Fondo Arabe es una institución regional
fundada por un grupo de países, de los cuales no todos son miembros de la OPEP. Estos fondos se
ocuparon principalmente de la concesión de préstamos para proyectos a Países Arabes, en condiciones
concesionales.
Antes de 1973, la ayuda de los países miembros de la OPEP no se canalizó exclusivamente a través de
unas instituciones de financiación al desarrollo. A finales de los años 60, tres Países Arabes
exportadores de petróleo, Kuwatí, Libia y Arabia Saudí comenzaron a extender unas subvenciones
importantes a Egipto, Jordán y Siria, cumpliendo así una resolución adoptada en la Cumbre de
Khartoum de agosto, 1967. Hay diferencias considerables entre este tipo de ayuda en particular, y la que
dan los Fondos. Los pagos se hicieron en forma de subvenciones y no de préstamos. No iban ligados a
proyectos ni planes, sino que se dieron como ayuda directa presupuestaria. Beneficiaban únicamente a
tres Países Arabes, mientras que los Fondos tenían desde un principio una vocación mucho más amplia.
Estaban motivados por un fuerte imperativo político : la necesidad de apoyar a los estados víctimas del
ataque armado Israelí de junio, 1967 y la ocupación militar resultante de aquél.

Características Relevantes de la Ayuda de la OPEP.


La ayuda financiera de los países de la OPEP y de las instituciones de ayuda apoyadas en la OPEP
hacia otros países en vías de desarrollo, difieren en muchos aspectos de la ayuda concedida por otras
fuentes, tanto si son bilaterales o multilaterales. En primer lugar, la cooperación financiera de la OPEP
en el Tercer Mundo representa una transferencia de recursos desde un grupo de países en vías de
desarrollo hacia otros países en vías de desarrollo. En segundo lugar, esta cooperación no se ve
influenciada por motivos tales como los que caracterizan las actividades de otros donantes de ayuda,
como es la promoción de las exportaciones de los donantes, el mantener una relación post-colonial, o el
inducir unos cambios en las estructuras políticas o económicas de los distintos países receptores de
ayuda.
La solidaridad de los países de la OPEP con las demás naciones del Tercer Mundo está enraizada en la
historia del subdesarrollo que los miembros de la OPEP han experimentado y que comparten con otros
países en vías de desarrollo. Su ayuda, que ha sido posible a través de la exportación de unos recursos
naturales agotables, es otra expresión más de dicha solidaridad, cuyo objetivo final es el fomento el
Nuevo Orden Económico Internacional.
El Fondo de la OPEP da clara prioridad a dos sectores : La producción de energía y la producción de
alimentos, sin restringir no obstante la financiación de proyectos a estas dos áreas.
En segundo lugar, la experiencia relativamente reciente de la mayoría de las agencias de la OPEP en el
campo de los préstamos para proyectos en general ha significado una mejora gradual de sus
capacidades técnicas, lo cual es un proceso que obviamente no podía ir acompañado por el desarrollo
de unas estrategias ambiciosas de préstamo para cada país receptor. En la práctica, esto ha significado
también que las iniciativas de identificación de los proyectos han quedado principalmente como
responsabilidad de los gobiernos receptores.
Estas características tienen a su vez implicaciones sobre los medios y el nivel de la contribución que las
agencias de la OPEP podían traer para resolver el problema del Tercer Mundo. Esto no disminuye en
modo alguno la preocupación de los países miembros de la OPEP por la eliminación del hambre en el
mundo, tal como indica su apoyo y ayuda financiera a las nuevas agencias establecidas
específicamente para atacar ese problema.
Los países de la OPEP, que son todos países deficitarios en alimentos, reconocen que, si bien las
economías de los países desarrollados y en vías de desarrollo están y seguirán estando relacionadas
entre sí, las escaseces de suministro en los países en vías de desarrollo no se pueden cubrir de forma
adecuada o indefinida mediante una mayor producción en las partes desarrolladas del mundo. Los
déficits en los países en vías de desarrollo pueden eliminarse únicamente incrementando el énfasis
puesto en dichos países sobre la producción de alimentos. Es obvio que este objetivo no se puede
conseguir si los mismos países en vías de desarrollo no están preparados para evolucionar y poner en
práctica una estrategia de desarrollo dirigida hacia este objetivo. Debido a limitaciones distintas al
capital, como son limitaciones en recursos tecnológicos y físicos, es probable sin embargo que los
beneficios de cualquiera de estas estrategias se asienten y cosechen únicamente a largo plazo.

El Fondo De La Opep
Constituido en 1976, el Fondo de la OPEP es la institución de ayuda de los trece miembros de la OPEP
que han firmado todos sus acuerdos fundacional y han contribuido a sus recursos. El Fondo comenzó
sus operaciones en agosto de 1976, con unas contribuciones iniciales de aproximadamente $800
millones. Las contribuciones posteriores, algunas de las cuales iban destinadas a transferencias para
diversas agencias de ayuda internacional, han incrementado la cifra total de contribuciones hasta la
fecha a un valor algo superior a $1.6 billones.
Básicamente se confían al Fondo dos funciones : la de coordinador de las políticas y actividades
conjuntas de los miembros de la OPEP en el sector de la ayuda exterior, y la de un donante de ayuda
colectiva por derecho propio.
En resumen, en su papel de coordinador, el Fondo, o más bien su Comité Ministerial y su Comité de
Gobierno, constituyen la voz a través de la cual los Estados de la OPEP han elegido manifestarse sobre
diversos aspectos de sus políticas de ayuda exterior. En general, el fondo ha intentado desde su
fundación, jugar un papel positivo en la ayuda a nuevas instituciones y en desarrollar políticas
adecuadas para efectuar cambios en las relaciones económicas internacionales. El objetivo principal es
lograr el establecimiento del "Nuevo Orden Económico Internacional", mediante un máximo de acción y
un mínimo de retórica. La participación del Fondo en la creación del Fondo Internacional para el
Desarrollo Agrícola (IFAD), fue por ejemplo un esfuerzo para el cumplimiento parcial de este objetivo.
Otra ocasión fue el interés mostrado por los estados de la OPEP en el Programa Integrado para
Mercancías del UNCTAD, y su elemento principal, el Fondo Común proyectado. La finalidad principal del
Fondo Común es dar asistencia a organizaciones comerciales individuales para la compra y almacenaje
de mercancías cuando los precios caen por debajo de un nivel acordado. Se ayudaría entonces en los
precios cuando las condiciones de suministro y demanda afecten de forma adversa amenazando los
precios y otros efectos económicos para los productores. Al Fondo de la OPEP se le encomendó la
responsabilidad de coordinar los esfuerzos de los miembros de la OPEP en las negociaciones para el
establecimiento del Fondo Común. La contribución financiera de estos países al Fondo Común también
se hará eventualmente a través del Fondo de la OPEP.
EL papel principal del Fondo como donante de ayuda en condiciones altamente concesionales, es por
supuesto la principal razón de su existencia. El Fondo lleva a cabo básicamente dos series de
actividades de préstamo : (1) da ayuda a la balanza de pagos de países que tengan graves déficits en
sus cuentas corrientes ; y (2) concede préstamos para proyectos de desarrollo económico. Todos los
préstamos del Fondo tienen unos vencimientos largos, y salvo unos pocos, todos ellos, se han
concedido sin intereses.
En la actualidad, un país solicitante ha de cumplir dos criterios para poder beneficiarse con este tipo de
ayudas : (1) el factor de déficit corriente que acabo de mencionar, y (2) la falta de proyectos de
desembolso rápido adecuados para financiación. Generalmente, cuando el Fondo concede un préstamo
para la balanza de pagos, el prestatario (que en todos los casos será un gobierno), acuerda depositar
una cantidad equivalente en moneda local, para ser utilizada dentro de un plazo de tiempo razonable
para la financiación local de los costes de uno o más proyectos de desarrollo.
El segundo tipo de ayuda prestada por el Fondo lo es en forma de préstamos directos para proyectos, lo
cual se ha convertido actualmente en la principal actividad operacional del Fondo. Este tipo de empresa
se lleva a cabo siguiendo una filosofía manifestada expresamente por los autores del acuerdo con el
cual se estableció el Fondo. Han tomado gran cuidado en evitar crear otra burocracia duplicando
estructuras de organización así como actividades de otras instituciones. Más bien han tratado de crear
una institución que tenga capacidad de decisión rápida, manteniendo una estructura de equipo flexible,
para evitar los embotellamientos y los retrasos que son tan característicos en unos cuerpos mayores de
estructura más formal.

Conclusion
Todos aquellos que tienen en su corazón los intereses del Tercer Mundo se dan cuenta que una OPEP
fuerte beneficia al Tercer Mundo en su conjunto. La fuerza de la OPEP representa una oportunidad única
para los países en vías de desarrollo. Pero todos hemos de darnos cuenta de que esta fuerza se basa
en su facilidad transitoria de una producción de petróleo extensa, así como en la resultante acumulación
de activos líquidos netos. Mediante solidaridad entre los países en vías de desarrollo se pueden lograr
beneficios mutuos para todos, antes de que se pierda esta oportunidad. Ahora bien, es necesario
contemplar los excedentes de los productores de petróleo en su verdadera perspectiva : como una
forma monetaria de un activo que se está agotando y que no contribuye necesariamente a la riqueza de
los países productores de petróleo. Es en interés de esos países, y del mundo en general, que se
establezcan unos mecanismos prácticos para la transformación de estos activos en una nuevas
inversiones reales, que les permitan obtener ingresos en la era posterior al petróleo. En la medida en
que estas inversiones se pongan en práctica en otros países en vías de desarrollo, la OPEP jugará
también un papel principal en la redistribución internacional de ingresos en pro de los países más
pobres. Esta re-distribución ya ha comenzado y se está convirtiendo en un imperativo social en la
escena internacional. Cuando antes se logre de una forma ordenada, tanto más felices serán los
habitantes de este planeta.

4. La Crisis
Se desploma el precio del petroleo
Marzo 8, 2000
Actualizado: 11:31 PM EST (0431 GMT)
LONDRES (Reuters) -- Los mercados de petróleo se desplomaron en un asombroso 10 por ciento el
miércoles tras informar fuentes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que Irán
había retirado sus objeciones a un aumento de la producción del cártel a partir del 1 de abril.
El crudo Brent para entrega en abril quedó en 28,10 dólares el barril, una baja de 3,20 dólares que más
que revirtió el gran avance de 2,27 dólares, o siete por ciento, que registró el martes.
Los crudos ligeros de Estados Unidos se transaban con baja de 3,03 dólares a 31,10 el barril.
El mercado profundizó de manera dramática un moderado descenso inicial tras indicar las fuentes de la
OPEP que se espera que Irán acepte un aumento de la producción de petróleo a partir del 1 de abril
para enfriar los altos precios.
Las fuentes dijeron que una declaración divulgada tras los encuentros en Ryad de las principales
potencias del organismo, Arabia Saudita e Irán, había insinuado que Teherán ya no tiene objeciones de
que se libere crudo extra.
"Ahora hay un consenso sobre el aumento de la producción a partir del 1 de abril", dijo una de las
fuentes. "Irán no objeta un aumento de la producción".
El ministro saudita de Petróleo, Ali al-Naimi, y su homólogo iraní, Bijan Zanganeh, dijeron en una
declaración tras reunirse en Ryad el miércoles que ambos coincidían en la necesidad de "equilibrar el
mercado para alcanzar niveles de precios sostenibles que lleven al crecimiento económico mundial y a
la estabilidad del mercado".
Pero la declaración conjunta no dejó claro si el peso pesado de la OPEP, Arabia Saudita, había logrado
convencer a su ex adversario Irán a aceptar un aumento de la producción para calmar al mercado.
Sin embargo, una fuente dijo que "ciertamente habrá un incremento aunque un par de estados dicen que
lo objetan. Ahora está muy claro que hay un consenso dentro y fuera de la OPEP".
Las fuentes de la organización no indicaron cuáles serían los dos estados opuestos a un alza en la
producción.
Hubo una corrección de los precios a inicios de la sesión provocada por nuevos datos que mostraron
aumentos inesperados en los inventarios de crudo y gasolina en Estados Unidos en la semana que
concluyó el 3 de marzo.
El Instituto Americano de Petróleo (API) dijo que las existencias de crudo crecieron en 7.624 millones de
barriles, a 291.699 millones en ese periodo, mientras que las existencias de gasolina subieron 4.016
millones de barriles, a 199.718 millones. Los mercados petroleros habían pronosticado caídas en las
reservas.
Las restricciones durante un año de más de cuatro millones de barriles por día de la OPEP han llevado a
una fuerte caída en las reservas globales de crudo y de productos petroleros y ha hecho subir los
precios a niveles no vistos desde noviembre de 1990, cuando Irak invadió a Kuwait.
La OPEP tiene programada una reunión en Viena el 27 de marzo para decidir su política de
exportaciones.
En las últimas semanas, Arabia Saudita ha indicado su disposición a aumentar el suministro de petróleo,
mientras que Irán argumentaba a favor de una prórroga de los recortes, postura apoyada por Argelia y
Libia

Preocupa a Estados Unidos el alza del petróleo


Los precios del hidrocarburo se encuentran cerca de los 30 dólares por barril
Mientras los países productores Arabia Saudita y Noruega mostraron su satisfacción por los elevados
precios del petróleo, que han alcanzado niveles que no se veían desde hace nueve años, Estados
Unidos mostró su preocupación por una disminución en sus reservas de combustibles.
Bill Richardson, secretario de Energía de Estados Unidos, anunció que demorará las entregas de
petróleo a su reserva de emergencia con la esperanza de paliar el aumento reciente de los precios de
los combustibles de calefacción.
En esa nación los precios del petróleo se encuentran cerca de los 30 dólares por barril, cuando hace un
año la cotización era de 12 dólares.
El crudo West Texas Intermediate registró una caída de 2.54 dólares para ubicarse en 27.69 dólares por
barril, mientras que el Brent cerró 94 centavos por debajo de la cotización del martes al ubicarse en
26.67 dólares por barril.
En tanto, la mezcla mexicana de petróleo registró una ganancia de 61 centavos al ubicarse en 24.65
dólares por barril, impulsada por las fuertes nevadas que azotaron parte del territorio de Estados Unidos.
Por tipo de crudo, el Olmeca recuperó 84 centavos para cerrar la cotización de ayer en 28.23, el Istmo
ganó 86 centavos para ubicarse en 27.34 y el Maya tuvo una ganancia de 47 centavos, que lo ubicó en
22.63 dólares por barril.
Bill Richardson dijo que se renegociarán los contratos para demorar la entrega de cinco millones de
barriles para la reserva estratégica de Louisana y Texas, pues "dadas las condiciones del mercado, es lo
más sensato".
En tanto, Arabia Saudita y Noruega coincidieron en que para mantener los mercados estables se
necesitará vigilar el abastecimiento entre el equilibrio y la demanda.
Reiteraron que mantendrán el recorte a las exportaciones hasta fines de marzo, pero los productores
deberán mantener la vigilancia para evitar las turbulencias en el mercado.
Datos oficiales del gobierno francés revelaron ayer que se han incrementado los índices inflacionarios
debido al aumento en los precios del crudo.
El índice de precios al consumo creció en Francia durante el mes de diciembre 0.5 por ciento y en un 1.3
por ciento durante todo el año.
La causa principal de esta tendencia, según el diario Le Monde, es "la subida espectacular" del precio
del barril de petróleo en el último año.
Precio de combustibles seguirá a la alza durante este año del 2000
Tegucigalpa
Las proyecciones internacionales indican que durante el presente año el precio del barril de petróleo se
mantendrá sobre los 18 dólares, lo cual afectará el comportamiento de los carburantes en el mercado de
Honduras que experimentaron valores sin precedentes durante 1999. El precio de los combustibles fue
liberalizado a partir del 3 de enero de 1996 según el acuerdo gubernamental número 222/95, lo cual se
evidenció en el comportamiento alcista que este rubro presentó a partir del 7 de agosto de 1999 al 3 de
diciembre último.
Si lo expresado en reiteradas oportunidades por la ministra de Recursos Naturales y el Ambiente,
Xiomara Gómez se mantiene, sobre que Honduras al no ser productor de petróleo los incrementos en el
mercado internacional se reflejarán en el nacional, los hondureños no pueden esperar una disminución
inmediata en el precio de los carburantes.
``Honduras depende de las mismas perspectivas del mercado internacional porque en la medida que se
incrementen los precios en el extranjero así se reflejarán en el nacional'', dijo el coordinador por ley de la
unidad técnica del petóleo, Jesús Sevilla.
Citó una reciente encuesta realizada por la agencia Reuters quien abordó a 19 analistas y expertos que
manifestaron: ``los precios de los combustibles se mantendrán altos durante el presente año, incluso
después del esperado vencimiento en marzo del pacto de recortes de producción''.
Estos consultores elevaron sus pronósticos para el promedio del crudo Brent, para este año en más de
un dólar a 18.56 el barril de una proyección de 17.34 dólares, según este sondeo.
Lo anterior porque desde hace más de seis meses los precios del petróleo subieron en más de doce
dólares y alcanzaron los veinte dólares por barril gracias a un acuerdo tomado por la Organización de
Países Exportadores de Petroleo, Opep.
Esta organización mantuvo los recortes de la proyección hasta marzo del 2000, el incremento de la
demanda mundial y la reducción de los inventarios de petroleo de los grandes países consumidores.
También acordaron reducir en dos millones de barriles diarios la producción mundial de crudo para
impulsar una recuperación en los precios que descendieron hasta los siete dólares por barril.
Según cifras preliminares de esta organización indican una reducción drástica en noviembre por unos
950 mil barriles de petróleo por día a 25.51 millones de barriles de 26.5 millones en octubre, según la
cifra Petrologistics, de Ginebra que fue consuiltada por Reuters en diciembre anterior.
Esto significa que los diez miembros redujeron su producción a tres mil 939 millones de barriles de
petróleo por día en noviembre a 91 por ciento de una meta de recortes de cuatro mil 316 millones de
barriles por día, comparado con tres mil 672 millones de barriles de petroleo por día o un cumplimiento
de 85 por ciento en octubre.

Petroleo 9 agost
Londres, 9 Ago (NTX).- Los precios del petróleo en el mercado local se dispararon hoy en más de cuatro
por ciento ante el reporte que mostró que los inventarios en Estados Unidos cayeron a niveles no
vistos desde 1976, dijeron operadores energéticos.

El barril del crudo Brent del Mar del Norte para entregas en septiembre ganaba 1.25 dólares (4.3 por
ciento) y se negociaba en niveles de alrededor de 30.15 dólares en la Bolsa Internacional de
Petróleo de Londres (LIPE, por sus siglas en inglés).

El alza en los precios del crudo, a niveles no vistos desde mediados de julio, resultó después de que el
Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) reportó que los inventarios
cayeron a sólo 282.6 millones de barriles, el mismo nivel de agosto de 1976.

El temor en lo mercados es que Estados Unidos tendrá pocas existencias de crudo para ser refinado en
productos como gasolina este invierno, además de que aún se desconoce que tan frío pueda
resultar.

Los inventarios petroleros en el mayor consumidor mundial son ahora menores de lo que lo fueron
cuando el precio del energético llegó a 31 dólares por barril, de ahí que pudiera seguir el precio al
alza.

El salto en los precios se dio al tiempo que el presidente de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP), el venezolano Alí Rodríguez invita a los líderes del cartel a la II Cumbre prevista
del 27 al 30 de septiembre en Caracas.

Analistas creen que los precios se mantendrán altos hasta que la OPEP no pueda lograr un consenso
entre mayor producción y los niveles de inventarios de crudo tipo dulce y crudo tipo amargo en el
mundo.

Rodríguez señaló hace unos días que si se diera un aumento en la producción de petróleo amargo,
como es es el que procesan la mayoría de países de la OPEP, los precios se podrían derrumbar hasta
10 dólares por barril.

Se cree que cualquier aumento por parte del cartel se daría hasta la reunión de septiembre, aunque
Arabia Saudita suministre más energético por cuenta propia de aquí hasta entonces.

La OPEP produce el 40 por ciento del crudo que se consume en el mundo, pero sólo unos cuantos
países miembros tienen capacidad suficiente para aumentar su producción de la noche a la mañana.

El precio del barril de crudo podría superar los 25 dólares este invierno, según los expertos
De mantenerse las actuales tendencias de los mercados petroleros internacionales, los precios por un
barril de crudo (de 159 litros) podrían superar los 25 dólares el próximo invierno, advierten los expertos,
tras señalar que esa cotización amenazaría la estabilidad del mercado.
Los once países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) "juegan con
fuego", advirtió ayer en Viena, Johannes Benigni, director de la empresa internacional de análisis de los
mercados energético PVM.
Los analistas atribuyen a dos factores las altas cotizaciones actuales del petróleo: a la disciplina de la
OPEP a la hora de mantener los recortes de producción acordados el pasado marzo y a la reducción de
los inventarios de crudo de los principales países consumidores.
Asimismo, en los últimos días los precios se vieron fortalecidos por los recientes rumores de que la
organización mantendrá las cuotas fijadas entonces hasta fines de marzo del 2000, que contradicen
especulaciones anteriores, según las cuales los ministros de Petróleo y Energía de la OPEP decidirían a
finales de este mes, en Viena, un aumento de su producción total en unos 500.000 barriles diarios.
El crudo Brent para octubre se cotizó en el mercado de Londres ayer, miércoles, a 21,90 dólares el
barril, mientras que el del Petróleo Intermedio de Texas, crudo de referencia en EEUU, alcanzó el martes
pasado su precio más alto de los últimos años al cotizarse a 22,61 dólares el barril.
El precio de la cesta de siete tipos de crudo sobre la que se cotiza el barril de la OPEP se vendió el
martes a 21,09 dólares, más del doble de la cotización que tuvo a principios de este año, de unos 10
dólares.
Según Benigni, pese a esas fuertes alzas, los mercados internacionales de crudo no dan señales de
debilidad y los analistas creen "muy probable" que las cotizaciones suban hasta 25 a 28 dólares el barril
en el próximo invierno.
Cuanto más suben los precios, mayores posibilidades hay de que más productores invadan el mercado,
lo que puede provocar una fuerte caída de las cotizaciones, advirtió el experto. La OPEP, opinó, podría
aumentar su producción si los precios superan los 25 dólares por barril.
La disciplina mantenida desde marzo hasta ahora por los miembros del cartel ha sorprendido a muchos
analistas del mercado, pues incluso tras el recorte de la producción que decidieron el pasado marzo, los
expertos sólo contaban con una recuperación pasajera del mercado, explicó.
Si la organización ratifica, el próximo 22 de septiembre, las cuotas fijadas entonces, la tendencia al alza
de los precios se verá fortalecida por una reducción de los inventarios: los analistas prevén que las
reservas de crudo de los países de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico)
bajarán de los 60 días, que estaban a finales de julio, a los 55 días en noviembre.

NOTA: Luego de que el petroleo mantenia una tendencia a la alza, el precio del hidrocarburo empezó a
caer, así nos lo demuestran las ultimas noticias.

Baja el precio del petroleo


El precio del barril de crudo mantuvo hoy la tendencia a la baja con la que inició la semana en el
mercado de Nueva York, ante la perspectiva de un aumento de las temperaturas en el este de Estados
Unidos, que alivia la presión al alza sobre el precio del gasóleo.
El precio de los contratos futuros para marzo del Petróleo Intermedio de Texas, que es el de referencia
en EEUU, bajó 0,43 dólares y cerró a 28,02 dólares el barril. El barril de crudo se vio arrastrado hoy por
el descenso del precio de los contratos de gasóleo de calefacción, al disminuir la fuerte demanda de los
últimos días en que las temperaturas bajaron de forma notable en el este de EEUU, donde se concentra
el mayor mercado para este producto.
Además, influyeron las especulaciones de que aumentaría la oferta de los próximos días con la llegada
de nuevos cargamentos de crudo al mercado neoyorquino, señalaron los operadores. Declaraciones del
ministro venezolano del Petróleo, Ali Rodriguez, quien afirmó que el precio máximo del crudo del tipo
Intermedio de Texas debería estar en unos 25 dólares por barril, levantó algunos temores en el mercado
a posibles incrementos de la oferta por parte de los productores, lo que influyó también en el descenso
del precio del crudo, según los expertos.

Aumento
Los precios del petróleo cayeron en el mercado local luego de tres jornadas de alzas ante un cambio de
señales que trajeron la expectativa.
Fuente: Notimex | 09:29 Hrs
Londres, Reunión.- Los precios del petróleo cayeron hoy en el mercado local luego de tres jornadas de
alzas ante un cambio de señales que trajeron la expectativa de un pronto aumento en la producción,
dijeron operadores.
Al filo del medio día, el crudo brent del mar del norte, en contratos para agosto que vencen este día, caía
36 centavos (1.2 por ciento) y se negociaba en 29.90 dólares el barril.
Operadores locales aseguraban que lo que sería el tercer aumento en la producción este año al parecer
ya habría sido pactado entre los miembros de la organización de países exportadores de petróleo
(OPEP) y que sólo faltaría ultimir los detalles.
Para ello el cártel podría reunirse la semana entrante en su cuartel general de viena, según señalaron
fuentes extraoficiales.
La opep aumentó su produccion dos veces este año, en abril y julio, por un total de dos millones de
barriles diarios adicionales y el incremento en puerta sería de unos 500 mil barriles por día.
El cártel abastece el 40 por ciento del petróleo que se consume a nivel mundial y el alza en la
producción sería guiada por arabia saudita, uno de los pocos países de la opep en posibilidades reales
de incrementar la oferta.

5. Consecuencias Económicas
Luego de estas constantes subidas y bajadas en los precios del petróleo, sus consecuencias se dejaron
ver con fuerza en Latinoamérica.
Incremento a combustible y energía causará escasez y alza a productos
Tegucigalpa
Escasez de papel y de materia prima podrá enfrentar por etapas la industria de Honduras por alza a las
tarifas del combustible y derivados del petróleo, proyectó ayer el empresario Emilio Larach.
Lo anterior en referencia a los constantes incrementos de los precios a los combustibles que se
evidencia en el mercado internacional ya que el valor del barril de petróleo se encuentra en más de
treinta dólares y en Honduras se autorizó un incremento del 16 por ciento a la tarifas eléctricas.
``Por el momento estamos bien, pero quizá no se importen las cantidades que se necesitan para
producir y al no existir tanta oferta subirán los precios'', dijo.
Asimismo este comportamiento afecta la economía de las empresas, porque deberán ajustar sus precios
de venta y esto afectará tanto a vendedores como a consumidores.
Sostuvo que mientras el costo del petróleo y sus derivados continúen hacia la alza no se puede esperar
que disminuya el valor de los productos de la canasta básica.
Por su parte, la directora ejecutiva del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Cohep, Vilma Sierra,
indicó que el aumento de los combustibles repercutirá en la generación térmica de energía eléctrica por
lo cual es necesario que se implemente una política que promueva la producción de potencia limpia.
El director de la Fundación para las Inversión y Desarrollo de Exportaciones, Fide, Norman García,
indicó que el incremento a los energéticos provocó que EUA tome medidas de emergencia porque
puede dislocar los precios y costos de producción internacional y en el caso de Honduras, arriesgar la
meta inflacionaria del doce por ciento para el presente año.
Aumentará el valor de los productos
El aumento al precio de la gasolina y a las tarifas de energía eléctrica, encarecerán inevitablemente el
valor de todos los productos y servicios en el país, según coinciden los sectores empresariales.
``Eso no hay forma de que nos lo quitemos de encima y no se debería de engañar a la gente; el
incremento de precios nos afecta a todos los sectores'', afirmó el asesor empresarial Mario Duarte.
El incremento a los combustibles en el nivel internacional afecta los rubros de producción y de comercio
nacional, lo cual empuja hacia arriba el valor de cualquier producto o mercancía, dijo.
Los precios internacionales del petróleo llegaron en las últimas semanas a treinta dólares por barril, un
récord desde la guerra del golfo Pérsico.
Esos precios altos del crudo han causado alarma en todo el mundo por el miedo a un repunte
inflacionario.
Lo preocupante en Honduras es que cuando los carburantes bajan de precio en el mercado
internacional, aquí no sucede en la misma velocidad que fueron aumentados, indicó el economista.
``No cabe duda que este incremento a los combustibles y a las tarifas de la energía eléctrica, vendrán a
subir también el índice inflacionario del país'', aseguró Duarte.
La inflación llegó al 0,5 por ciento en enero pasado, según un informe oficial del Banco Central de
Honduras, BCH.
En 1999 se registró una inflación anual del 10,9 por ciento, mientras que en 1998 fue del 15,7 por ciento,
indicó el BCH.

Gobierno incrementa precios del diesel, el lpg y a la kerosina


Tegucigalpa
El gobierno incrementó ayer el precio del cilindro de gas lpg de veinticinco libras en dos lempiras siete
centavos; el galón de diesel, en trece centavos de lempira y el galón de kerosina en 46 centavos de
lempira. Lo anterior lo informó la Secretaría de Recursos Naturales por medio de un comunicado de
prensa en el que se registra la disminución de 0.38 centavos de lempira en el valor del galón de la
gasolina superior y 0.49 centavos de lempiras en el de gasolina corriente.
Según el texto la Unidad Técnica del Petroleo, UPT, justifica estas variaciones debido a que el precio del
petroleo crudo experimentó una alza en los mercados de Londres y Nueva York, tras la publicación de
un informe del Departamento de Energía de los Estados Unidos, en cual se informa de un descenso en
su inventario de crudo.
Además que la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Opep, no definió un tercer incremento
del suministro del combustible en este año, situación que se proyecta que será definida el próximo mes,
en una reunión que se sostendrá en Caracas, Venezuela.
El comunicado sostiene que la incertidumbre en el mercado mundial de este producto se traduce en una
tendencia fluctuante de los precios, tanto del crudo como de los refinados, que es el tipo de carburante
que Honduras importa y genera variaciones de precios en el mercado del Caribe, el cual sirve de
referencia para el país.
Por otra parte, según el texto, el gobierno realiza un ``sacrificio fiscal'' al
disminuir, desde el pasado 3 de enero, la banda impositiva a los impuestos de Importación, Producción y
Consumo de 15 a seis por ciento aplicables a este rubro.

Ecuador
La subida del precio del transporte, la gota que colma el vaso en Ecuador
Los movimientos sociales amenazan con radicalizar sus protestas
Por Esther Ortega Gómez de Segura
La reacción de los ecuatorianos ante la subida del precio del transporte público, que entró en vigor el
pasado 15 de abril, no se ha hecho esperar. El ambiente empieza a calentarse en el país y las fuerzas
sociales ya han advertido que la próxima semana las manifestaciones se radicalizarán.
Ayer, y por segundo día consecutivo, la población se lanzó a las calles para reclamar humanidad al
Gobierno y protestar por el incremento del 100% del precio del transporte público, la dolarización de la
economía y el encarecimiento de los combustibles previsto para el próximo mes de julio.
Las amas de casa se lamentan del precio de los productos de primera necesidad. En un mercado de
Quito, una compradora explicaba que "no hemos salido a las calles, pero ya estamos a punto de hacerlo
porque nos quieren matar de hambre. Mis hijos piden más dinero para poder transportarse y comer algo
en el colegio, pero con lo que gana mi esposo no alcanza".
Por su parte, estudiantes de escuelas y universidades tomaron las calles de la capital ecuatoriana para
protestar por el alza del precio del transporte terrestre y pedir una tarifa reducida para estudiantes. Los
manifestantes lanzaron piedras a la policía, que empleaba bombas de gas lacrimógeno para disolver los
disturbios.
"El pueblo no aguanta más y este incremento provocará que todos salgamos a las calles a protestar ya
que no han tenido consideración ante la escuálida situación económica que vivimos", explicó Gorki
Burbano, secretario nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador.
Huelga de funcionarios. Mientras tanto, se radicaliza el paro de los funcionarios que comenzó el pasado
10 de abril para solicitar mejoras salariales y los trabajadores públicos han anunciado que irán a una
huelga de hambre si el Gobierno no atiende sus peticiones. "El Ejecutivo sabe que nosotros tenemos la
razón. Los propios ministros lo han dicho, sin embargo no nos dan ninguna alternativa", explicó Miguel
García, presidente de la Federación Nacional de Servidores Públicos de Ecuador.
El Gobierno ha sido claro en que, por el momento, no se elevarán los salarios.
En Quito, más de 300 personas, principalmente campesinos e indígenas, continuaron ayer con la
ocupación del edificio del Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas (Codenpe) y
avanzaron hasta las dependencias del Consejo Nacional de Tránsito. En los próximos días, los
indígenas tomarán también otras oficinas gubernamentales, dentro de lo que han denominado
"Movilización Intercultural por la Vida".
Por su parte, los obreros y maestros de la enseñanza pública analizan la posibilidad de realizar marchas
de protesta en los próximos días ante la escalada de los precios del transporte y el anuncio de la
eliminación de subsidios estatales para el sector energético, según informó Luis Villacís, presidente del
Frente Popular (FP), agrupación que aglutina a las principales fuerzas sociales de Ecuador.

Venezuela
Nuevo ajuste por la crisis petrolera
Es por la baja del precio del crudo · Buscan parar el déficit fiscal · Cayó el titular de Economía ·
El país perdió US$ 5.000 millones desde diciembre pasado
La crisis petrolera mundial, que repercute profundamente en las finanzas de Venezuela, cobró sus
primeras víctimas en el gabinete del presidente Rafael Caldera, que ayer ordenó un múltiple cambio de
ministros cuando prepara un plan de ajuste para conjurar la baja de los precios del crudo.
Caldera, a siete meses de terminar su mandato, concretó un enroque entre los ministros de Interior,
José Andueza, y de la Secretaría de la Presidencia, Asdrúbal Aguiar. También aceptó las renuncias del
ministro antidrogas, Carlos Tablante, y del gobernador caraqueño Abdón Vivas Terán, el único
mandatario regional designado por el jefe de Estado.

Pero el reemplazo de fondo se produjo en el Ministerio de Economía, cuyo titular, el empresario Freddy
Rojas Parra, será sustituido por Maritza Izaguirre, la delegada venezolana ante el Banco Interamericano
de Desarrollo, de sólidos contactos con la banca internacional y Estados Unidos.

El cambio de ministros, que sorprendió a todo el país, intenta frenar la severa crisis fiscal y los conflictos
laborales generados por el derrumbe de los precios del petróleo, de cara a las elecciones del 6 de
diciembre .

La baja del valor del crudo ha arruinado las finanzas del país, cuyos ingresos dependen en un 70% de
las exportaciones petroleras. Esa situación causó un déficit fiscal del 3,5% del PBI. Los dos severos
ajustes presupuestarios de febrero y abril último no bastaron para equilibrar los gastos y el Estado no
puede pagar los salarios de parte de sus trabajadores.

Rojas Parra estuvo al frente de la jefatura de Hacienda durante los últimos 7 meses en los que el país
perdió 5.000 millones de dólares por la crisis petrolera. El presupuesto general es de 23.800 millones de
dólares. Sin embargo, pese a que oficialmente se informó que había renunciado al cargo por "razones
personales", su alejamiento levantó una ola de rumores sobre una crisis en el seno del gabinete
respecto de cómo enfrentar la situación.

Los analistas estiman que la actitud moderada de la nueva ministra podría suavizar los enfrentamientos
que ha tenido su antecesor con el Parlamento en la discusión del nuevo ajuste, que cada día parece
tornarse más necesario.

El Congreso ya rechazó la idea gubernamental de elevar el impuesto a las ventas de 16,5% a 18% y
emplazó al gobierno a mejorar la recaudación tributaria, cuya evasión es del 60%, para nivelar el
presupuesto nacional. El bolívar se está devaluando paulatinamente, por lo que los economistas estiman
coincidentemente que la inflación de este año se disparará al 40%. En 1997 fue de 37,6.

Entretanto las finanzas públicas están en bancarrota y no hay recursos para pagar los salarios de los
empleados de la administración. Los gremios de los médicos y educadores siguen parados en protesta
por el incumplimiento de la paga.

Tal como está deprimido el mercado mundial de hidrocarburos hay pocas perspectivas de que mejoren
los ingresos del país en los próximos meses. Los gremios parados no piensan ceder en sus reclamos,
con lo que el conflicto continuará hasta que el gobierno cumpla sus promesas de pago sacando fondos
de donde sea. La salida a la vista es más deuda externa.

6. Medidas
Luego de analizar el problema, los altos mandos y paises miembros de la OPEP se reunieron para llegar
a un acuerdo, auque no todos fueron satisfactorios. Asimismo Estados Unidos busco solucionar su
problema usando sus reservas, tal como lo hiciera en pasadas crisis.
La cumbre de Riad fracasa en su intento de acordar medidas para abaratar el petróleo
Pero nada de eso sucedió, a pesar de que a todos los participantes les preocupa que el crudo se haya
asentado en torno a los 30 dólares. Únicamente Arabia Saudí se mostró dispuesta a aumentar la
producción si el invierno es largo y muy frío o se agrava el conflicto en Oriente Próximo.

El invierno será duro y no se notará sólo en la temperatura, también en el presupuesto de los usuarios y
los Gobiernos de los países importadores de petróleo. Tras dos jornadas de intensas negociaciones
multilaterales y bilaterales, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los principales
consumidores (la UE, EE UU y Japón) no lograron adoptar al menos una medida concreta para frenar la
escalada de los precios del crudo y los carburantes y aliviar la presión de la inflación sobre los países
consumidores.
A pesar de que la cumbre abrió el diálogo entre las partes, se quedó corta a la hora de apartar las
diferencias en un momento en que el precio del barril se ha afianzado en torno a los 30 dólares, el precio
más alto en 10 años. La situación es grave, el coste de la energía ya ha sumado un punto a la inflación
en la zona euro y ha desacelerado el crecimiento económico. Por ello, porque la situación es grave, se
esperaba más de esta cumbre.

Para los participantes, la cumbre resultó positiva. "De este tipo de foros", dijo la comisaria europea de
Energía y Transporte, Loyola de Palacio, "no se pueden esperar resultados inmediatos, sino más bien a
medio plazo. Creo que ha servido para que haya una mayor colaboración entre consumidores y
productores para lograr precios estables y evitar que se produzcan situaciones como las actuales en el
futuro".

Bill Richardson, secretario de Energía de EE UU, dijo que la reunión había servido para que "varios
productores de crudo hayan dicho que la era de confrontación debe terminar". Para Richardson, esta
reunión ha servido para que todos reconozcan que un precio de 30 dólares por barril es demasiado alto -
debe estar entre 20 y 25- y que la intervención de los Gobiernos (refiriéndose a la OPEP) para crear
precios artificiales no beneficia ni a productores ni a consumidores.

Richardson insistió en que debe ser la OPEP la que debe dar el primer paso para que se estabilice el
mercado a través de un incremento de su producción a partir de febrero. "La peor ocurrencia de la
organización podría ser un recorte de la producción", apostilló Richardson.

Éste ha sido el punto más árido de tratar en la reunión. La OPEP sostiene que la oferta de crudo es
suficiente y que incluso excede en 1,4 millones de barriles diarios la demanda. Insiste en que la
volatilidad del mercado depende de factores ajenos a la oferta, como son la especulación, la falta de
capacidad de las refinerías y los impuestos que gravan los carburantes. Este último ha sido el segundo
gran obstáculo en el diálogo durante la cumbre.

La novedad respecto a los niveles de producción es que ayer el ministro venezolano de Energía, y quien
será secretario general de la organización a partir de enero, Alí Rodríguez, declaró que no cree probable
que el cartel recorte su producción tras su reunión del 17 de enero en Viena, sino que más bien la
mantenga en su actual nivel de 29,5 millones de barriles.

Cambio de postura
Esto ha significado un cambio de postura del cartel, puesto que el lunes pasado, en su última reunión
del año, la mayoría de los países estaban a favor de bajar la producción en enero para prevenir una
caída de los precios con la llegada de la primavera. La decisión es polémica en el seno de la OPEP,
puesto que si reducen la producción en enero, en mitad del invierno, pueden provocar que los precios se
disparen, y si dejan la decisión para marzo, puede ser tarde para lograr su objetivo de prevenir que los
precios se reduzcan a menos de 25 dólares.

Arabia Saudí volverá a jugar en enero un papel crucial para el mercado petrolífero. Ayer, al término de la
reunión, el ministro de Petróleo saudí, Ali al Naimi, reiteró por enésima vez que su país está listo para
aumentar su producción si el mercado lo requiere, e incluso añadió que lo hará si el invierno es muy frío
o se alarga en el hemisferio norte, e incluso si algún caso de inestabilidad política se produce,
refiriéndose indirectamente a un agravamiento del enfrentamiento entre árabes y palestinos.

Al Naimi aseguró que Arabia Saudí "puede poner en el mercado 1,8 millones de barriles, más de los casi
nueve que produce en 90 días si se presenta una crisis". Las declaraciones de Al Naimi sin duda
tranquilizarán al mercado a corto plazo y, según los expertos presentes en Riad, pueden ayudar a que el
precio del crudo baje en el corto plazo, es decir, a finales del primer trimestre de 2001 o incluso antes, si
el mercado no percibe que se avecina alguna situación extraordinaria.

Transparencia
Del Gobierno saudí, como anfitrión de la cumbre, partió la única medida más o menos concreta para
contribuir a la transparencia que, según los participantes, el mercado petrolífero necesita urgentemente.
Se estudiará la creación de un organismo permanente de vigilancia sobre el mercado, compuesto por
países productores y consumidores. Se partirá de la base de 15 países, aunque no se reveló cuáles. La
otra decisión que se tomó es que el próximo foro será en Japón en 2002.
En cuanto a los impuestos que gravan los carburantes, el enfrentamiento entre la OPEP y la UE se
mantuvo intacto. De Palacio insistió en que no habrá una reducción de esos impuestos como piden los
productores, y al mismo tiempo reconoció que el tema fue muy polémico durante toda la cumbre. La UE
está sola en esta puja con la OPEP, porque EE UU apenas grava los carburantes. En este punto, la
negociación está bloqueada. La OPEP seguirá sosteniendo que son un factor clave de los altos precios
que los consumidores tienen que pagar por los combustibles, y la UE que esos impuestos han existido
desde hace muchos años y que no son el motivo de la volatilidad de los precios del crudo, que es de lo
que el cartel petrolero debe preocuparse.
EEUU estudia utilizar de nuevo sus reservas estratégicas de petróleo
También anunció que Washington estudia en la actualidad la posibilidad de utilizar de nuevo sus
reservas estratégicas, como hizo el pasado octubre, para intentar influir en las cotizaciones
internacionales del petróleo, según informa Efe.

A diferencia de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) aún no está preparada para liberar sus reservas
estratégicas de petróleo y no pedirá a la OPEP un aumento de producción para enfriar los elevados
precios del crudo , según la comisaria europea de Energía, Loyola de Palacio. «Algunos estados
miembros han pedido la liberación» de reservas estratégicas, dijo De Palacio, pero por el momento no
hay una decisión sobre eso».

La comisaria española dijo que la subida de los precios del petróleo causarán casi la mitad de la
inflación en la zona euro, y ha reducido el crecimiento del área en un 0,3%.

«La persistencia del nivel de precios elevado supone una amenaza de desaceleración del crecimiento
económico mundial que no es beneficioso ni interesante para nadie», señaló, por su parte, Christian
Pierret, responsable francés de Energía. En su opinión, «es necesario que los precios recuperen unos
niveles y una estabilidad compatibles con la continuación del crecimiento económico mundial». Sin
embargo, afirmó que el crudo tiene que mantener un precio «razonable» para incitar a las compañías a
invertir en la realización de las capacidades de producción que se requerirán en el futuro.

Pierret explicó que un precio «razonable» debe situarse en torno a los 25 dólares, lo que coincide con
los objetivos a largo plazo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Por su parte, el ministro indio del Petróleo, Ram Naik, subrayó en nombre de los países en vías de
desarrollo, la «necesidad urgente de tomar las medidas necesarias para bajar el precio del petróleo» y
exhortó al cártel a «estudiar un mecanismo de fijación de precios favorables a los países en vías de
desarrollo en el que se incluyan pagos a plazos, créditos blandos y otras medidas similares».

Y es que el petróleo seguirá siendo la principal fuente de energía en los próximos años, hasta alcanzar
una demanda de 115 millones de barriles diarios en el 2020, frente a los 76 millones actuales, según el
director de la Agencia Internacional de la Energía, Robert Priddle.

Arabia Saudita dispuesta a aumentar producción petrolera a 500 mil barriles diarios
Arabia Saudí está dispuesta a aumentar en 500.000 barriles diarios su producción de petróleo "en un
breve plazo" si los precios siguen altos.
Según dijo el ministro saudí del Petróleo, Ali Al Naimi, en declaraciones a la agencia saudí SPA, el
aumento de producción de su país se llevará a cabo "en los próximos días", siempre que los precios no
bajen de los 30 dólares actuales hasta más allá de los 25 dólares por barril.
Al Naimi aclaró que la decisión se tomará "en coordinación con otros productores", en alusión a la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la que Arabia Saudí es el país más
poderoso gracias a sus reservas.
"No queremos que los precios sigan a este nivel tan alto. Hemos intentado, y lo seguiremos haciendo de
todas las formas posibles, hacer bajar los precios y llevarlos al nivel buscado, que es de 25 dólares para
la cesta de referencia de la OPEP", dijo el ministro.
La OPEP ya decidió el pasado 21 de junio aumentar la producción de sus socios hasta los 25,4 millones
de barriles diarios, pero ni siquiera así consiguió que descendieran los precios, que siguen por encimade
los 30 dólares por barril.
"El Reino (saudí), en cooperación con los otros productores, actuará sin descanso para evitar una crisis
petrolera, para que no haya repercusiones negativas sobre la economía mundial".

Anexo Uno de los principales problemas del petróleo son las constantes luchan entre Estados Unidos y
los paises del medio oriente; aquí un breve reseña de dicha lucha y sus consecuencias directas sobre
esta crisis petrolera.
La Guerra Del Golfo, Primer Episodio Sangriento De Una Economía Capitalista Mundial De Posguerra
En Crisis

Abdel-Yelil Bedui*
Más allá del aspecto militar de la crisis del Golfo, la guerra que tuvo lugar es, fundamentalmente, una
guerra económica, entre un Iraq que se presenta como una potencia regional ascendente y potencias
mundiales descendentes, una de las cuales la principal, a saber, Estados Unidos, está en peligro de
perder su papel de liderazgo mundial en provecho de otras potencias económicas mundiales
ascendentes, tales como Japón y Alemania.
Para comprender esta dimensión económica de la guerra del Golfo, el economista es rernitido al análisis
de la economía capitalista mundial en su doble dimensión: por un lado, la de la dominación del Norte
sobre el Sur donde lo que está en juego es la dinámica de la reproducción del capital a escala mundial,
y, por el otro, la de la competencia entre países del Norte, donde lo que se juega, estructuralmente, es el
reparto del excedente mundial, y, coyunturalmente, el papel de liderazgo. Esta última batalla cobra
particular importancia durante las fases de mutaciones que generalmente sobrevienen en los periodos
de crisis estructurales del capitalismo, como sucede actualmente.
La guerra, como último recurso, es producto de una dinámica contradictoria, que anuncia el fin de un
viejo orden y prepara el advenimiento de uno nuevo, a través de una reestructuración de las alianzas y
de una redefinición de los papeles y de las funciones de las partes en conflicto.
Pero ¿permite realmente la actual crisis del capitalismo la rápida emergencia de ese nuevo orden, o hay
que considerarla simplemente como el primer episodio de una fase de mutación destinada a durar
todavía?
Intentaremos sacar elementos de respuesta a partir de un análisis de la economía mundial en su doble
dimensión, la cual será objeto de las dos primeras partes de este articulo. La tercera y última parte
estará reservada al análisis del probable impacto de la crisis del Golfo en los enfoques y las prácticas de
desarrollo económico en los países magrebíes, en particular, y en los del Sur, en general. Esta última
parte nos permitirá aportar nuevos elementos de respuesta sobre el futuro de la dinámica
socioeconómica.
7. La renta petrolera y las relaciones Norte-Sur
Es evidente que lo que se jugó fundamentalmente en la guerra del Golfo fue el petróleo árabe. En
efecto, por el lado iraquí, el control de este recurso y de su precio se convirtió, en un momento dado de
su desarrollo, en un medio vital para la realización de sus proyectos económicos y de sus ambiciones de
tener acceso al rango de potencia regional. Después de ocho años de guerra contra Irán, Iraq adquirió
indiscutiblemente un poderío militar amenazador, desarrolló un cierto dominio tecnológico en este
campo, montó un conjunto de industrias de producción de armas convencionales y no-convencionales y
reforzó sus posibilidades científicas y económicas.
Pero salió de esa guerra endeudado, con problemas de reconstrucción y con nuevas exigencias
engendradas por la necesidad de preservar esos logros y consolidarlos, en base a la construcción de un
tejido económico más complejo y más denso.
Ahora bien, resulta que Iraq no podía satisfacer estas nuevas exigencias recurriendo al mercado
financiero capitalista internacional. Pues los países capitalistas, encabezados por EE.UU., comenzaban
a inquietarse por el ascenso de esta potencia militar regional, que amenazaba peligrosamente los
equilibrios geopolíticos en una región vital para el capital internacional y para su reproducción. Para
convencerse de ello basta con recordar la negativa del Club de París de aceptar la reprogramación de la
deuda iraquí; la campaña llevada a cabo contra Iraq en torno a un espía inglés y la importación iraquí de
detonadores para bomba atómica y de piezas de artillería pesada, etc. De modo que, para evitar la
asfixia y proseguir la realización de su proyecto, Iraq no podía sino reivindicar un aumento de su renta
petrolera ... lo cual plantea el problema del reparto de las sobreganancias de los cárteles petroleros y da
lugar a un replanteamiento del orden económico mundial establecido.
E1 procedimiento iraquí consistió, en un comienzo, en arrastrar al mundo árabe a su estrategia. Esto se
deduce claramente de la carta dirigida por el gobierno iraquí al secretario general de la Liga de los
Estados Arabes el 16 de julio de 1990. En esta carta, los iraquíes acusan a Kuwait y a los Emiratos
Arabes Unidos de haber inundado el mercado del petróleo con un excedente de producción fuera de la
cuota que les asignó la OPEP, lo que engendró una peligrosa caída del precio del petróleo, que a veces
bajó a 11 dólares, es decir, a un precio por debajo del fijado por la OPEP, que es de 18 dólares el
barril(l). Los iraquíes estiman que cada vez que el precio del crudo baja un dólar, ellos pierden un billón,
en calidad de ingresos anuales. Además, según los iraquíes, la caída de los precios registrada entre
1981 y 1990 hizo perder a los países árabes productores de petróleo alrededor de 500 billones de
dólares (de los cuales 89 corresponden a Iraq).
Es por eso que Iraq propuso al conjunto de países árabes productores o no de petróleo elevar el precio
del petróleo a 25 dólares; crear un fondo de ayuda y desarrollo árabe, que se abasteciera con cada dólar
suplementario por barril vendido por los países productores a más de 15 dólares; y resolver la deuda
interárabe, desde una visión nacionalista y según las exigencias de la seguridad nacional árabe común.
Este proyecto iraquí fue considerado por EE.UU. como una peligrosa amenaza para el futuro del
capitalismo mundial, por diferentes razones.
La primera es que el petróleo constituye, y constituirá aún durante mucho tiempo, una mercancía vital
para la reproducción del capital en muchos sectores de la actividad económica; y que una solidaridad
árabe en torno a este asunto podría influir mucho sobre el curso de la acumulación del capital y,
especialmente, sobre la dominante posición norteamericana y su papel de liderazgo mundial.
La segunda es que el precio de producción individual del petróleo árabe, en el Golfo y en África en otras
palabras, su costo de extracción, es considerablemente más bajo que el del crudo norteamericano, no
s610 porque la calidad del primero es mejor y contiene, por término medio, menos impurezas, tales
como azufre, etc., y más UEC (unidad de equivalente carbón) y, por lo tanto, su costo de producción
convertido en UEC es más bajo, sino también porque, teniendo como base mejores condiciones
naturales (que proporcionan una renta diferencial), la perforación de crudo en el Golfo y en África lo
hace brotar a la superficie más o menos espontáneamente. Por eso, el rendimiento de cada pozo aquí
es hasta mil veces más alto que su rendimiento en Norteamérica. En efecto, en EE.UU., el rendimiento
del crudo por pozo y por día, asciende a sólo dos toneladas, por término medio, mientras que en Oriente
Próximo alcanza, según los pozos, de 500 a 1900 toneladas.
La tercera razón, que se desprende de la anterior, se refiere a la relación del precio de mercado de la
energía con el precio de producción individual (costo de extracción) calculado en términos de UEC, que
pone de manifiesto que, debido a sus cualidades naturales, el petróleo árabe permite realizar enormes
masas de sobreganancias, ya que para un precio medio de 10 dólares el barril de petróleo árabe, los
costos de extracción representan del uno al dos por ciento del precio de mercado. Esto muestra el
interés del petróleo árabe para el capital internacional, desde el punto de vista de su valorización.
La cuarta razón es que lo esencial de esas sobreganancias se va a los cárteles del petróleo y a los
Estados occidentales (a través de los impuestos sobre los aceites minerales obtenidos con la
transformación del crudo, que recaudan estos Estados). Los Estados extractores reciben, sin duda,
cierto porcentaje de la sobreganancia realizada por los cárteles del petróleo, a cambio del arrendamiento
de las fuentes de petróleo. Pero ese porcentaje depende del nivel del precio del crudo. De modo que
para reducir la renta cobrada por los Estados extractores, los cárteles multinacionales, así como los
Estados consumidores, tienen un particular interés en que la base de cálculo de ese arrendamiento
pagado a los Estados extractores es decir, el precio del crudo sea mantenido lo más bajo posible por
debajo del verdadero valor de mercado del petróleo crudo. Observemos que si, como base de cálculo de
ese arrendamiento, fuese tomado el precio real de mercado, correspondiente al valor de mercado del
petróleo para calcular este valor hay que conocer los verdaderos costos de transformación del petróleo
crudo en un producto acabado, así como los ingresos provenientes de sus subproductos, pero ambos
forman parte de los secretos de los cárteles petroleros, el porcentaje de los Estados extractores en la
sobreganancia realizada seria varias veces más alto que lo que efectivamente se les paga(2). Esta
situación hizo que los Estados extractores siempre procuraran crear una relación de fuerzas que les
permitiese aumentar, tanto como fuera posible, el precio del crudo, por no haber podido cambiar la base
de cálculo del arrendamiento. Y eso es lo que Iraq trató de hacer en un primer momento, a partir de una
visión nacionalista que preconiza la solidaridad árabe y recuerda sus intereses.
La quinta razón es que Iraq, con su procedimiento, amenaza reactivar la solidaridad en el seno de la
OPEP y volver a poner al orden del día viejas reivindicaciones que EE.UU. siempre procuró enterrar. En
efecto, desde comienzos de los años setenta, la OPEP y los países del Sur reivindican una
revalorización de los precios de los productos básicos y la indexación de los precios de los productos
exportados por los países del Sur a los precios de los productos manufacturados importados por ellos.
Sin embargo, EE.UU. siempre consideró que estas reivindicaciones constituían amenazas que influyen
peligrosamente en la reproducción del capital. En un discurso pronunciado en la séptima sesión de las
Naciones Unidas, Henry Kissinger observó que "es paradójico que el cataclismo más devastador para el
desarrollo económico durante esta década haya procedido no de la rapacidad imperialista, sino de un
aumento de precios arbitrario, monopolístico, por parte del cártel de los países exportadores (de
petróleo)". Hay que señalar a este respecto que si EE.UU. no reaccionó enérgicamente en ese momento
(los años setenta) contra las alzas del precio del petróleo es porque entonces satisfacía más del 90 por
ciento de sus necesidades de petróleo crudo con fuentes nacionales, y, por eso, los impuestos sobre los
aceites minerales representaban poca cosa. Asimismo, en esa época, la URSS y el bloque socialista
todavía desempeñaban un papel, que excluía a priori el uso de la fuerza militar contra un bloque de
Estados (la OPEP), por añadidura solidario en ese momento. Por todas estas razones, y por estar
saliendo de la guerra del Vietnam, EE.UU. prefirió utilizar esta alza contra sus economías rivales,
japonesa y alemana, por una parte, y, por la otra, buscar el reciclaje financiero y comercial de la renta de
los Estados extractores en beneficio propio. En cambio, la modificación de las circunstancias en 1990
(un 50 por ciento de las necesidades norteamericanas de petróleo bruto depende actualmente de la
importación; una OPEP debilitada; debilitamiento y desmoronamiento del bloque socialista; una
economía norteamericana fragilizada; un Iraq amenazador, etc.) induce a EE.UU. y a sus aliados
cercanos a optar por el uso de la fuerza militar.
Pero más allá de estas razones relativas a la cuestión del petróleo, hay que destacar la determinación
de los países del Norte de defender el orden económico mundial en su esencia y sus características
fundamentales, tal como éstas se derivan de las exigencias de la reproducción del capital, y que
desemboca indefectiblemente en una bipolaridad excesiva entre el Norte y el Sur.
En efecto, hay que recalcar que los mecanismos comerciales que rigen los intercambios mundiales son
la causa de la transferencia de un colosal excedente de los países del Sur hacia los países del Norte. Y
esta transferencia es la causa de esa bipolaridad excesiva, que hace que, en 1988, por ejemplo, los
países más ricos (esencialmente, los países de la OCDE), que sólo albergan el 16,5 por ciento de la
población mundial(3) y ocupan el 18,7 por ciento de la superficie del mundo, acaparen, ellos solos, el
81,5 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial.
Esta realidad es el origen de diferencias humillantes para la humanidad: en 1988, el PNB por habitante
es de sólo 100 dólares en Mozambique, frente a 27.500 dólares en Suiza, esto es, una diferencia de 1 a
275. Esta realidad también es la causa de las altas tasas de mortalidad infantil (152 por mil en Sierra
Leona país aliado, sin embargo, frente al 13 por mil en Suecia), de analfabetismo (la tasa neta de
escolarización primaria es de sólo el 23 por ciento en Guinea, en 1987, mientras que en Suecia es del
cien por ciento), de desnutrición (la aportación diaria por habitante es de sólo 1.595 calorías en
Mozambique, frente a 3.645 en EE.UU., en 1986), de la diferencia de las esperanzas de vida (43 años
en Guinea, frente a 78 años en Japón), etc.
Además, hay que destacar que los países del Norte aprovechan esta bipolaridad para reforzar aún más
su dominación sobre los países del Sur bajo la apariencia de ayuda, asistencia y solidaridad
internacional. En efecto, los países del Sur, al procurar luchar contra su miseria, están obligados a
dirigirse a los países del Norte que acaparan más del 80 por ciento de la renta mundial, a fin de financiar
sus proyectos de "desarrollo". Esto crea nuevas ocasiones que permiten al Norte someter al Sur a
nuevos mecanismos de transferencia a través del endeudamiento (transferencia del servicio de la
deuda). Más aún, este endeudamiento es un medio utilizado por el Norte para controlar el conjunto de
los recursos concedidos (internos y externos), tanto sectorialmente (orientando la selección de los
proyectos) como técnicamente (orientando la selección de las técnicas utilizadas), conforme a la división
internacional del trabajo establecida según las exigencias de la reproducción del capital a escala
mundial. De este modo se cierra el círculo, poniéndose en funcionamiento el conjunto de los
mecanismos (comerciales, financieros y tecnológicos, además de los monetarios) para agravar aún más
la transferencia del excedente generado en el Sur hacia el Norte. Estos mecanismos son la causa de la
profundización de la bipolarización mundial.
Entonces comprendemos que cuando Iraq reivindica una revalorización del precio del petróleo, en
realidad atenta contra los mecanismos fundamentales del circulo mundial (es decir, los mecanismos
comerciales) y contra una mercancía vital, fuente de sobreganancias colosales, transferidas, en gran
parte, hacia el Norte. En otras palabras, afecta un eslabón fundamental de la cadena de la dependencia,
que puede poner en tela de juicio a los demás eslabones y, de este modo, modificar la reproducción del
capital a escala mundial. Es por eso que Sadam se ha convertido en el enemigo que hay que derribar,
tal como sucedió antes con el Dr. Mosadeg en Irán, con Allende en Chile o con Gadafi en Libia. Ni los
jeques árabes los aliados de hoy se libraron de las balas de los medios de comunicación occidentales
durante los años setenta, a consecuencia del alza del precio del petróleo, que, sin embargo, no había
sido desencadenada por ellos.
Pero mientras dure esta realidad bipolar entre el Norte y el Sur, siempre habrá un "Hitler" en algún lugar
del Sur que ocupará la primera plana de la prensa occidental. Y, entre tanto, y a la espera del próximo
chivo expiatorio, esta prensa tendrá ocasión de hablar de "la libertad, la democracia y los derechos
humanos" (sic).
8. Las economías capitalistas del Norte y la cuestión del liderazgo mundial
Ahora se trata de analizar, más allá de la aparente solidaridad de los países del Norte, las divergencias
de sus intereses que ya fueron indicados por los respectivos papeles que desempeñaron los diferentes
países de la coalición y que amenazan con influir sobre el desarrollo de los acontecimientos de la
posguerra, tanto a nivel de las relaciones entre países del Norte, como a nivel de las relaciones Norte-
Sur. Concretamente, estas divergencias surgirán con más fuerza aún cuando se trate de determinar la
configuración de lo que se denomina Nuevo Orden Mundial, y cristalizarán en torno a la cuestión del
liderazgo mundial.
Antes de analizar estos aspectos, hay que recordar que, desde hace unos veinte años, el capitalismo
sufre una crisis que muchos califican como estructural. Es una crisis del régimen de acumulación
intensiva centrada en el consumo masivo, que prevaleció en la mayoría de las economías capitalistas
dominantes durante el período de la posguerra. Concretamente, esta crisis se revela en el agotamiento
de las ganancias de productividad taylorianas y en el alza de la composición del capital en el proceso
fordiano, que han generado tendencias a la baja de la rentabilidad y discordancias entre las
transformaciones de las normas de producción y la orientación del consumo. También es una crisis de la
regulación, de carácter esencialmente nacional durante el periodo de la postguerra, y que cada vez
choca más con la creciente internacionalización de la producción y de la circulación, exigiendo, de ese
modo, una regulación más bien a escala mundial(4).
Esta crisis, que apareció a partir de fines de la década de los sesenta en EE.UU., ha hecho que la
economía norteamericana, que ocupa el lugar dominante en la economía mundial, no haya dejado de
manifestar, cada vez más, signos de regresión y de decadencia, en comparación con las economías
japonesa y alemana, que muestran un dinamismo especial y se afianzan como potencias mundiales
ascendentes, que tendencialmente amenazan el liderazgo norteamericano.
Es verdad que, utilizando indicadores cuantitativos clásicos y desde un enfoque estadístico, la economía
norteamericana todavía aparece como la economía mundial dominante, con su 36 por ciento del PNB
global de la OCDE frente al 19 por ciento para Japón y el 9 por ciento para la RFA. Con todo, si se
adopta un enfoque tendencial, basado en el análisis de la dinámica de la acumulación del capital
norteamericano, la economía norteamericana aparece entonces como una economía en vías de
decadencia, y de pérdida de su papel de liderazgo, en comparación con la economía japonesa (no
mencionamos aquí a la economía alemana para no hacer más pesado este articulo).
En efecto, el análisis de largo periodo, y, más exactamente, a partir del comienzo de la crisis del régimen
de acumulación norteamericano, calificado como "fordista" por la escuela de la regulación, revela un
ahogo del crecimiento en comparación con el venturoso periodo de la posguerra y con la economía
japonesa. De 1965 a 1980, la tasa de crecimiento anual promedio del PIB norteamericano es del 2,7 por
ciento, con una ligera recuperación entre 1982-1989, que eleva esa tasa al 3,7 por ciento. Mientras que
la economía japonesa, durante los mismos periodos, realiza tasas que alcanzan? respectivamente, el
ó,5 por ciento y el 4,4 por ciento.
Pero lo que es importante, en realidad, no son estas tasas, sino, más bien, el respectivo tipo de
acumulación del capital, que es la causa de estos resultados cuantitativos. En lo que respecta a la
economía norteamericana en crisis, ese tipo de acumulación puede calificarse como extensivo, cada vez
más sostenido por la fracción improductiva del capital y basado en rígidas estructuras de empresa, cada
vez menos capacitadas para gestionar los cambios y las frecuentes perturbaciones de una economía
que cada vez es más mundial(5).
El carácter extensivo del modo de acumulación del capital norteamericano aparece en la evolución de la
productividad, considerada, con razón, como un indicador sintético de la dinámica económica. El análisis
de largo periodo muestra que, entre 1960-1973, 1973-1981 y 1982-1989, la productividad
norteamericana aumentó, respectivamente, en un 2 por ciento, un 0,2 por ciento y un 1,7 por ciento.
Mientras que en Japón, esas tasas son del 9,1 por ciento, del 2,7 por ciento y del 3,3 por ciento durante
los mismos períodos(6). Se observará la identidad de las fases de ahogo y de recuperación, que revela
el carácter mundial de la reproducción del capital; pero también se observará el mantenimiento bastante
vigoroso de la productividad japonesa, realizado gracias a una acumulación de carácter más bien
intensivo. Estas diferencias en el modo de acumulación del capital en EE.UU. y en Japón se explican
por diferentes factores.
En primer lugar, hay que destacar la composición sectorial de la acumulación del capital, tal como se
revela en la estructura de la producción. En EE.UU., la distribución del PIB muestra que la participación
de la industria pasó del 38 al 33 por ciento entre 1965 y 1988, frente al 43 y al 41 por ciento,
respectivamente, en Japón. Esa participación, para la industria manufacturera, que es más significativa,
pasó del 28 al 22 por ciento en EE.UU. y del 32 al 29 por ciento en Japón. Esto muestra el dinamismo y
la vitalidad del capital productivo en Japón, en comparación con el capital norteamericano. Esta vitalidad
se obtuvo gracias al afán de inversiones industriales hecho por Japón y que llegó al 17 por ciento de su
PNB desde 1972, frente a sólo el 12 por ciento en EE.UU. Paralelamente a la regresión de la
participación industrial, se observa una progresión de la participación de los servicios, que llega al 65 por
ciento del PIB en EE.UU., frente al 57 por ciento en Japón. Esta progresión muestra la importancia cada
vez más grande del capital improductivo norteamericano con relación a su capital productivo(7).
En segundo lugar, hay que destacar el carácter relativamente más frágil de las empresas
norteamericanas con relación a las japonesas. Esta fragilidad es, en primer lugar, de orden financiero:
alza del coeficiente endeudamiento/fondos propios(8), baja del coeficiente beneficio neto/carga de
interés neta(9). Esta situación vuelve a las empresas norteamericanas muy sensibles a las variaciones
de la coyuntura económica nacional, y también internacional (alza del precio del petróleo, por ejemplo), y
poco aptas para acompañar a largo plazo las exigencias de los cambios tecnológicos en curso. Además,
se vuelven presas fáciles para una absorción por parte de firmas extranjeras.
La fragilidad aparece también a nivel de las posibilidades de innovación que revelan esas empresas.
Aunque los gastos de investigación para el desarrollo son de un nivel comparable en EE.UU. y en
Japón, hay que destacar, sin embargo, que los esfuerzos en este campo los hacen en Japón
esencialmente las empresas privadas (más de 80 por ciento del esfuerzo), mientras que en EE.UU. y en
los demás países industrializados, este esfuerzo es, en general, obra del Estado. Esta diferencia revela
una mayor autonomía de las empresas japonesas y ofrece un mayor margen de maniobra al Estado
japonés para financiar programas de investigación estratégicos. Estas diferencias, más la importancia de
la dimensión aplicada de la investigación en Japón, explican el aumento de la cantidad de patentes
japonesas y la disminución de las de EE.UU. Además, hay que recordar que los índices de
encuadramiento en las empresas japonesas son significativamente más elevadas que los que existen en
EE.UU. En efecto, en Japón se cuentan 5.000 técnicos por un millón de habitantes, frente a sólo 3.500
en EE.UU.
Hay que destacar, por último, un elemento de gran importancia: el relativo al carácter de la organización
del trabajo que reina en las empresas norteamericanas y que es de tipo tayloriano, que asimila al
trabajador a un simple factor de producción, excluido de la operación de la creatividad y de la
innovación. Mientras que en Japón, las relaciones sociales en general permiten una mayor integración y
pertenencia de los trabajadores a sus empresas y a los objetivos de éstas, lo cual hace a estas
empresas más flexibles y aptas para reaccionar mejor ante las mutaciones estructurales y las
fluctuaciones coyunturales.
Investigación para el desarrollo, índices de encuadramiento y relaciones sociales en las empresas son
factores que determinan ampliamente el curso de la innovación y del progreso en las empresas, y que
diferencian y explican los resultados de las japonesas en comparación con las norteamericanas. Y esta
diferencia hace, además, que las empresas japonesas estén claramente mejor situadas para gestionar
las mutaciones tecnológicas, financieras, comerciales y monetarias que caracterizan a una economía
mundial en búsqueda de una salida de la actual crisis del capitalismo.
Señalemos que el mercado financiero no ha dejado de sancionar la fragilidad norteamericana: las
empresas que han visto disminuir su cotización financiera han sido 4,2 veces más numerosas que
aquéllas cuya cotización subió durante los primeros seis meses de 1990. Recordemos que en el punto
más bajo de la recesión, en 1982, ese coeficiente no había superado el 2,8. Además, hay que destacar
que incluso las empresas que intentaron aumentar sus tasas de ganancia sólo pudieron hacerlo gracias
a montajes financieros, y no apoyándose en la creatividad industrial.
En tercer lugar, y como conclusión de lo que antecede, ahora comprendemos por qué EE.UU. no podía
tolerar un aumento del precio del petróleo, que no habría dejado de socavar peligrosamente un sistema
productivo de fragilidad avanzada. Por otra parte, esta fragilidad ya quedó claramente revelada con
motivo del primer "choque petrolero", de 1973-1974, y del segundo choque, producido en 1979-1980,
aunque, en esa época, EE.UU. era muy poco dependiente del abastecimiento externo de petróleo, a la
inversa de Japón y Alemania. Estos países pudieron entonces digerir y amortiguar los dos choques
movilizando substanciales ganancias de productividad gracias a la flexibilidad y a la dinámica de sus
estructuras productivas. En cambio, EE.UU. sufrió una clara agravación de todos sus desequilibrios,
que, desde entonces, se volvieron estructurales (desequilibrio presupuestario, que llegó a 220.000
millones de dólares en 1991; desequilibrio de la balanza comercial, que llegó a 143.000 millones de
dólares en 1988). En realidad, estos desequilibrios no son más que el reflejo de una dinámica de
acumulación que acusa diferentes signos de ahogo, en comparación con el dinamismo de acumulación
del capital japonés.
A partir de este breve análisis, podemos destacar lo siguiente:
La relativa fragilidad de la economía norteamericana ha sido la causa del surgirniento de una dinámica
de guerra con el fin de impedir todo reajuste significativo del precio del petróleo, que no habría sido
digerido por estructuras económicas frágiles y que no habría dejado de precipitar la decadencia
norteamericana y amenazar aún más su papel de liderazgo. De modo que el poderío militar
norteamericano, cada vez más desproporcionado con relación a su base económica, ha sido movilizado
en auxilio de una economía estructuralmente decadente.
Esta tendencia belicista ha sido reforzada por un capital improductivo cada vez más importante(10), con
una base productiva cada vez más estrecha y frágil, incapaz de sostener la valorización del capital en su
conjunto. De ahí la tendencia rentista y especulativa del capital norteamericano, que se ensaña con las
fuentes de sobreganancia, en este caso petroleras, a fin de controlar mejor la renta cobrada por los
Estados extractores. Del mismo modo, el Estado norteamericano, al importar cada vez más petróleo, se
convierte en parte acreedora en el reparto de las sobreganancias, a través de los impuestos fiscales
sobre los aceites minerales.
Para los norteamericanos, la guerra contra Iraq ha sido un modo de librar una guerra contra Japón y
Alemania como potencias mundiales ascendentes. En efecto, para los norteamericanos, correr el peligro
de un aumento del precio del petróleo de alrededor del cuarenta por ciento, tal como reivindicó Iraq,
viene a ser aceptar el riesgo de que la mayor renta que de ello se deriva sea, en lo esencial, reciclada
comercialmente por las economías japonesa y alemana, debido a sus ventajas competitivas,
posibilitadas por su dinamismo industrial. Esto significaría la aceleración del ascenso de estas
economías y la precipitación del ocaso norteamericano. Sin hablar del hecho de que este ocaso podría
abrir nuevas perspectivas a estas economías ascendentes para que se doten del poderío militar que
necesitan para el completo desarrollo de su papel de liderazgo. Por eso, Japón y Alemania no eran
abiertamente favorables a un desenlace militar de la crisis del Golfo. Su participación en el
financiamiento de la guerra, más tarde, corre el peligro de volverse contra ellos en la medida en que, en
la competencia internacional, EE.UU. tendrá dos temibles armas a su favor: su poderío militar y su
control de la renta petrolera, pudiendo ésta ser reciclada en beneficio propio gracias a su supremacía en
lo militar. Además, esto ya ha comenzado, puesto que lo esencial de los contratos para la reconstrucción
de los países aliados del Golfo ha pasado sin licitaciones, es decir, sin competencia internacional, a
manos de los norteamericanos, Esto presagia el nuevo orden económico internacional, que ya no será
regulado por el mercado (tan alabado por los norteamericanos), sino por un "Rambo", que
desempeñaría las funciones del famoso perito tasador de la teoría liberal.
Los análisis anteriores muestran que, en el seno de los países del Norte, la guerra económica podría
redoblar en intensidad, y esto no dejaría de influir en la configuración del nuevo orden económico
mundial que los norteamericanos intentan instaurar conforme a sus exclusivas exigencias ... a menos
que los diferentes imperialismo occidentales y japonés acepten fusionarse bajo la bandera de la pax
americana "new look". Pero en este caso ¿no amenazaría esto con frenar o amortiguar el impulso de las
economías ascendentes? Y en caso contrario, es decir, si las economías ascendentes rechazan la
bandera norteamericana, el nuevo orden ¿será multipolar, presagiando eventuales guerras
interimperialistas?
En estos ejercicios futuristas, las cosas se complican aún más cuando en el análisis se hace entrar a la
URSS. Pues ¿aceptará la URSS el estatuto de satélite en este juego, o aún desempeñará el papel de
una potencia mundial, utilizando también, a su manera, su no menos temible poderío militar? Creemos
que, probablemente, podría estar tentada de hacerlo, por diferentes razones: importancia de las
industrias de armamento de la URSS en los equilibrios económicos rusos; importancia de estas
industrias también en el desarrollo de las fuerzas productivas, pues los descubrimientos tecnológicos se
realizan, la mayoría de las veces, en el sector militar, y luego son aplicados en el ámbito civil; además,
dentro de unos diez a catorce años, la URSS será importadora de petróleo, y, por eso, no puede
desinteresarse de un Golfo que, a su lado, nada en petróleo ...
Por las diferentes razones anotadas, nos inclinamos más bien a pensar que la lucha entre las diferentes
potencias mundiales amenaza con intensificarse, pues los intereses establecidos parecen poco
convergentes ... a menos que todas esas fuerzas mundiales, económicas y militares, entren en las filas
norteamericanas. Pero ¿contra quién y por cuánto tiempo? Contra el Sur, muy probablemente, pero por
un corto periodo de tiempo, verosimilmente.
También es verdad que, en todos los casos supuestos, no es seriamente previsible un orden mundial
estable en ausencia de una salida clara de la crisis del capitalismo mundial. Por esta razón, los países
del Sur podrían aprovechar las contradicciones existentes entre los países del Norte (incluida la URSS)
para actuar sobre la configuración de un eventual futuro orden mundial estable. Esto requiere mucho
trabajo de coordinación, que no es imposible de realizar, habida cuenta del interés de los países del Sur,
de los múltiples desafíos a los que estos se enfrentan y de la nueva conciencia acerca de todo lo que
está en juego, que la guerra del Golfo ha hecho surgir entre las masas populares y la clase política en
los países del Sur. Este será el objeto del siguiente punto.
9. El impacto de la crisis del Golfo en los enfoques y las prácticas del desarrollo en los países del
Sur: el caso del Magreb
Esta parte será tratada a manera de conclusión. Intentará prever el perfil de la futura dinámica
socioeconómica en la región del Magreb, observando el modo en que fue vivida la crisis del Golfo tanto
por las masas populares magrebies como por la clase política de esta región. En efecto, esta vivencia
refleja una cierta percepción de los hechos y anuncia una cierta proyección del futuro, a partir de una
nueva visión de si mismo y del otro.
El comportamiento de todas las fuerzas populares y políticas magrebíes abiertamente pro-iraqui y anti-
occidental, o no significa, fundamentalmente, un evidente retroceso de la ideología del discurso
imperialista, desde los puntos de vista económico, político y jurídico.
A nivel político y jurídico, la utilización ideológica de valores universales, tales como los derechos
humanos, la democracia, la libertad, etc., por parte del imperialismo ha sido desenmascarada y
quebrantada por la brutalidad de la reacción imperialista y su encarnizamiento en aplastar con violencia
y en sangre toda veleidad del Sur de controlar el precio de sus riquezas naturales para realizar su
construcción nacional. Y así como el capital internacional partía ayer a la guerra contra el Sur para
saquear sus riquezas en nombre de una misión civilizadora, hoy parte a la guerra para impedir el control
del Sur sobre sus riquezas naturales en nombre de la legalidad internacional ... probablemente porque
los "bárbaros" de ayer (según el capital) se han reconvertido, entretanto, en "bandidos", bajo la influencia
de la civilización capitalista.
Y así como el capital generó ayer el surgimiento de movimientos nacionalistas para la liberación y la
independencia política, hoy también podría contribuir a profundizar las aspiraciones a una liberación
social y económica.
A nivel económico, la guerra del Golfo también ha revelado el carácter ideológico de las teorías
económicas dominantes relativas a la cuestión del desarrollo y a la de las relaciones económicas
internacionales. En efecto, durante mucho tiempo, estas teorías defendieron una concepción del
desarrollo basada en la interdependencia, la ayuda internacional, la cooperación internacional científica
y técnica, las virtudes de la transferencia tecnológica y de la especialización internacional, etc. Pero aquí
también, la práctica imperialista durante la guerra ha quebrantado esos postulados y desenmascarado
su carácter ideológico.
En efecto, los acontecimientos del Golfo han demostrado claramente que esta ayuda no es, en realidad,
más que el precio de la aceptación de la satelización y la dependencia política y económica; puesto que
los Estados imperialistas, y las instituciones internacionales que están a su sueldo, no han vacilado en
reducir, bloquear, o suspender esas ayudas a todos los Estados que adoptaron, incluso con moderación,
una posición diferente de la de los países coaligados. Mientras que los que entraron a las filas tuvieron
derecho a las migajas de los países imperialistas y sus instituciones internacionales.
Por su parte, el mito de la asistencia científica y técnica, que se supone acelera el desarrollo económico
de los países del Sur, se desvaneció rápidamente cuando en Francia se impidió que estudiantes
iraquíes se inscribieran en hileras de tecnología avanzada, y, en Inglaterra, estudiantes iraquíes fueron
incluso detenidos y considerados como prisioneros de guerra. Paralelamente, e incluso antes del
desencadenamiento de las hostilidades, muchos países árabes simpatizantes con Iraq se encontraron
en la lista de los países sometidos a control en la transferencia de tecnología norteamericana. Todas
estas represalias económicas, y otras más (ejercidas discretamente, como, por ejemplo, la reducción o
la anulación de becas de cooperación), han echado hacia atrás los mitos y el imaginario, y han suscitado
en los países del Sur una conciencia de lo vivido y de lo real.
Esta conciencia se plasmará, inevitablemente, en el surgimiento de una nueva visión de si mismo, de la
sociedad y del mundo, que no dejará de influir sobre los enfoques y las prácticas del desarrollo
económico.
Ya en la lectura de los discursos políticos actualmente dominantes en los países magrebies podemos
detectar fácilmente los signos prometedores de una nueva conciencia y la voluntad de aceptar los
desafíos que ha revelado la guerra del Golfo. Estos discursos mencionan, muy a menudo, la situación
de dependencia económica (en lugar de la interdependencia); destacan el carácter imperialista de las
relaciones internacionales (en lugar de la cooperación); redescubren las virtudes de apoyarse en sus
propias fuerzas (en lugar de la ayuda de los países amigos); insisten en las virtudes del trabajo, del
saber y de la creación (en lugar de la transferencia tecnológica); recuerdan la necesidad de elaborar un
consenso nacional que permita aceptar los desafíos (aquí se defiende la necesidad de la construcción
nacional en lugar de la integración en el mercado mundial); invitan a una profundización de la
cooperación Sur-Sur, en el marco de la construcción de conjuntos regionales que posibiliten una mejor
gestión de las obligaciones internacionales; sienten cada vez más la relación entre lo económico y lo
político, rompiendo así con una visión economicista del desarrollo, vehiculada por las teorías
dominantes, etc. Estas mutaciones en los discursos políticos reflejan las reacciones de las masas
populares, que proclamaron sus sentimientos antiimperialistas y su aspiración a una liberación
económica y social. Estas mutaciones anuncian un saludable despertar en sociedades árabes rentistas,
especulativas e improductivas, que han devaluado el trabajo, el saber y la creación, para hundirse en el
consumo y la extraversión resignada. Este despertar podría desembocar, en la práctica, en la
rehabilitación de un conjunto de valores, necesarios para todo proyecto de construcción económica
nacional que quiera gestionar las obligaciones internacionales a partir de un enfoque estratégico y de
una visión global del fenómeno del desarrollo. También podría hacer retroceder los egoísmos nacionales
y reactivar la dinámica de construcción de conjuntos económicos (Magreb) más fiables, que permitan
una mejor gestión de las obligaciones internacionales y una mayor autonomía colectiva. Este despertar
también podría dar paso a una mayor cooperación entre países del Sur, para volver a poner sobre la
mesa de negociaciones el expediente Norte-Sur, en la perspectiva de un nuevo orden mundial menos
coercitivo.
Todo esto significa que la guerra del Golfo es un momento que podría tener el mérito de haber acelerado
la historia, al engendrar la intensificación de las luchas a todos los niveles y profundizar las aspiraciones
de los pueblos del Sur a la liberación económica y social. Esta lucha será, sin duda, ardua y, a veces,
sangrienta, pues todas las fuerzas sociales (nacionales, regionales o internacionales) que han
acumulado fortunas y edificado intereses en base al orden mundial establecido se opondrán a todo
intento de cambio de este orden en sus fundamentos y su esencia. El próximo periodo amenaza con
caracterizarse por las tensiones y la desestabilización. De modo que la guerra del Golfo habrá
constituido s610 un primer episodio sangriento de una economía mundial en grave crisis.

* Abdel-Ydil Bedui (Túnez). Profesor de Ciencias Económicas. Universidad de Derecho, Economía y


Administración, Túnez.
(1) Recordemos que ese precio había llegado a 34 dólares, frente a 3,4 dólares en 1973. Desde 1982,
ese precio no ha hecho más que bajar. Y los norteamericanos hablan de fijarlo en 10 dólares el barril
después de la guerra del Golfo.
(2) A titulo indicativo, M. Masarat considera que, en 1973, los Estados extractores sólo recibieron, en
conjunto, el 7 por ciento del verdadero valor de mercado de su petróleo crudo (contrariamente a su
participación formal, que era del 55 por ciento y estaba calculada teniendo como base el precio
declarado), mientras que los Estados consumidores se apropiaban del 62 por ciento de ese valor, en
forma de impuestos, y los cárteles petroleros, del resto.
(3) De estas estadísticas se excluye a la URSS, Corea del Norte, la antigua República Democrática
Alemana, Checoslovaquia, Cuba, Bulgaria, Albania, Mongolia y Namibia.
(4) Las reuniones de los siete países más industrializados intentan responder a esta exigencia. Al lado
se han establecido estructuras informales, como la Comisión Trilateral y el Council of Foreign Relations,
que se dedican a reflexiones sobre el futuro de las relaciones internacionales. En todos los casos, los
países del Sur se encuentran apartados porque son considerados simples tierras adentro de las
economías centrales.
(5) En el largo período 1965-1988/1989, la tasa anual de crecimiento del PIB japonés es casi el doble de
la de EE.UU. (5,7% frente al 3%).
(6) Entre 1960 y 1989, la tasa anual de crecimiento de la productividad japonesa es cuatro veces
superior a la de la economía norteamericana (5,4% frente al 1,3%).
(7) Y, además, encabezado por un lobby judío bastante influyente, protector de un Israel amenazado por
una potencia iraquí ascendente.
(8) Este coeficiente pasó del 47,3% en 1980 al 72,3% en 1988.
(9) Este coeficiente pasó del 1,17 durante los años setenta al 0,76 en 1980, para cer al 0,3 1 en 1991.
(10) Estas mutaciones sectoriales están consideradas por la teoría económica (Clark) como parte de la
evolución histórica normal del capitalismo. Sin embargo, consideramos que, para mantenerse, este
rápido crecimiento del sector terciario (los servicios) debe estar sostenido por una dinámica base
productiva, que produzca suficiente valor como para garantizar la prosecución de la valoración del
capital.

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