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• Actualmente el liderazgo está más basado en la autoridad moral que en el poder formal, más
sensible al peso de los sentimientos en el entorno laboral y de mayor reconocimiento a la dignidad
personal-profesional de los colaboradores: podríamos hablar de liderazgo personal, en buena
medida ajeno al grado de poder que se administra.
• Diferencia entre poder y autoridad.
• Tal como la establecía Max Weber: el poder es la capacidad de forzar a alguien para que haga tu
voluntad, mientras que la autoridad es la habilidad de conseguir que alguien haga voluntariamente
lo que tú quieres.
• Un liderazgo exclusivamente apoyado en el ejercicio del poder podría contar con buen número de
aparentes seguidores, pero no tendría mucho que ver con el liderazgo y el seguimiento que se
postulan en la organización inteligente del siglo XXI.
• Hoy las empresas precisan tanto del capital intelectual como del emocional de sus personas, este
liderazgo intelecto-emocional.
• Sin duda, otro enfoque interesante de este nuevo concepto de liderazgo, es el expuesto en el libro
“La Paradoja”, de James C. Hunter, el autor desarrolla con habilidad narrativa, la idea de “Liderazgo
de Servicio”. el servicio o atención a las necesidades profesionales de los colaboradores constituye,
sin duda y entre otras, una fuente de autoridad en la que el liderazgo se sustenta muy sólidamente.
• Los líderes al servicio de las necesidades profesionales (no se habla de los “deseos” sino de las
“necesidades”) de unos trabajadores comprometidos y responsables. Para la consecución de sus
objetivos asignados, los trabajadores han de contar con el activo apoyo de sus líderes, en cuyo perfil
el trabajador desea encontrar -tal como sostiene Hunter- paciencia, afabilidad, humildad, respeto,
generosidad, indulgencia, integridad, compromiso… y esto incluye tanto la inteligencia cognitiva y
emocional, como otros valores personales.
• Hablamos del tipo de liderazgo en que no hay sitio para el egoísmo, la arrogancia, la incapacidad de
reconocer errores, la persecución de objetivos desmesurados, el recurso al castigo psicológico o la
creencia de ser infalibles. Líderes que seguirían siendo líderes aunque se les despojara de su poder
formal. Hablamos de líderes con quienes los trabajadores se sienten a gusto trabajando; a quienes
caracteriza el autoconocimiento, la la confianza en sí mismos, el autocontrol, la proactividad, la
flexibilidad, el afán de logro, la responsabilidad, la confiabilidad, la integridad, la generosidad, la
compasión, el deseo de mejora continua, la comprensión de los demás, el interés por el desarrollo
de sus colaboradores, la conciencia política, la autoridad moral, la orientación al servicio… etc.
• Además, los líderes emocionalmente inteligentes y de comportamiento ético contribuyen a la
inteligencia, salud y virtud de la organización.
•
Diríamos que una organización inteligente se distingue porque:
Ž
• Esta consciente de sus fortalezas y debilidades.
• Actúa con eficacia incluso en circunstancias difíciles.
• Genera satisfacción en los grupos de interés (Clientes, Empleados, Proveedores, Accionistas,
Sociedad).
• Cuenta con una estructura cultural sólida.
• Se administra a través de un enfoque sistémico.
• Aprende de su propia andadura y de sus errores.
• Aprende de la evolución de su mercado.
• Aprovecha plenamente el capital humano disponible.
• Persigue metas compartidas.
• Comparte conocimiento.
• Busca nuevas oportunidades.
• Comprende bien los cambios de su entorno funcional.
• Posee una estructura flexible.
• Disfruta una buena comunicación interna y externa.
• Distribuye el poder de modo que las decisiones se tomen en el nivel más idóneo.
• Es realmente sensible a las expectativas de los clientes.
• Persigue la mejora continua y la innovación.
• Presenta un clima de confianza y sinérgica colaboración.
• Es realmente sensible al desarrollo del Personal.
• Apuesta por un buen balance trabajo-vida personal.
Son muchos los líderes dotados de una buena dosis de inteligencia cognitiva y emocional, y de ello
se benefician sus empresas y sus colaboradores. Pero quizá no nos hemos parado a pensar en el
costo de la incompetencia emocional de algunos otros “líderes” o en su caso, en el costo de las
conductas éticamente discutibles. El liderazgo persigue la obtención del mejor desempeño de los
colaboradores, buscando y consiguiendo a la vez su satisfacción profesional; el líder debe
subordinar sus intereses individuales a los colectivos y guiar al futuro desead
•
Liderazgo Tradicional
• Los jefes se pueden pasar la vida trabajando y tomando decisiones sin haber
desarrollado sus habilidades de mando.
• El éxito en el mando, no es necesariamente la consecuencia de un título, además, los
jefes y los jefes en potencia pueden saber bastante acerca del liderazgo, para darse
cuenta de que si alguna vez lo encuentran tendrá que ser dentro de ellos mismos.
• Por años se creyó que el mejor estilo de liderazgo era el “participativo”, el cual
prescribía escuchar a los colaboradores e involucrarlos en la toma de decisiones.
• El liderazgo autocrático en el que el jefe toma el control y ordena a los empleados qué
hacer, era considerado inapropiado.
• Pero el hacer participar en el proceso de decisión a miembros del equipo no
experimentados, equivaldría a correr un gran riesgo, algunos miembros de equipo
requieren claramente un liderazgo directivo hasta que madure su conocimiento y
experiencia.
• Así pues, ¿cuál es el mejor estilo de liderazgo?, sin duda es aquél que acierta en las
necesidades de crecimiento de la persona con la que trabaja.
Cómo se Comporta un Jefe Tradicional
• El jefe tradicional no se caracteriza por el buen uso de sus habilidades para el manejo de personal, y
muchas veces se encuentra arriba en la escalera de poder por conocimientos y no por habilidades,
comportándose en general de manera autocrática girando instrucciones a diestra y siniestra,
controlando excesivamente los procesos.
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• El concepto tradicional y más generalizado del papel que debe desempeñar un jefe, está compuesto por
los siguientes elementos:
• El Papel del jefe se sustenta en una estructura piramidal que establece y refuerza la distribución del
poder.
• La forma en que se traducen las bases del poder en acciones específicas se les llama tácticas de
poder. Estas tácticas de poder se pueden consolidar en siete dimensiones:
• Se define a la “madurez” como: “La habilidad y disposición de las personas para aceptar la
responsabilidad de dirigir su propio comportamiento”. Paul Hersey
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Factores de la Capacidad
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• Habilidades Técnicas
• Educación
• Entrenamiento
• Experiencia.
• Son importantes, pero no suficientes.
• Habilidades Interpersonales
• Habilidades para tratar con personas que dependen de su liderazgo.
• Habilidades para tratar con líderes de los que ellos dependen.
• Habilidades para establecer relaciones efectivas con sus compañeros de equipo, clientes y otros
involucrados., conforme más responsabilidad se tiene.
• Más importantes son estas habilidades.
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• Conocimiento del Trabajo
• No basta con tener habilidades técnicas y personales, si no sabemos con claridad qué tenemos
que hacer.
• Tampoco actuaremos correctamente si no conocemos los requerimientos de nuestros clientes.
• Poder Organizacional
• El poder para obtener resultados puede depender del manejo de los canales informales de la
organización.
• Muchas veces requerimos de una red de gente que nos ayude a burlar la burocracia.
• Necesitamos gente que pueda penetrar y salir de nuestra organización y de la de nuestros
clientes.
Motivación
• Nada puede ser realizado si no existe el impulso personal que nace de la
motivación.
• La motivación nace del por qué queremos hacer algo.
• Los seres humanos no son máquinas, la única energía que los mueve es la motivación.
• La motivación puede ser intrínseca o extrínseca.
• La motivación más fuerte es el miedo pero es pasajera.
• La motivación intrínseca perdura y se realimenta.
• Los objetivos nobles generan motivación intrínseca.
• La motivación nace naturalmente cuando hacemos algo que sentimos nuestro.
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Factores de la Motivación
• Interés
• El estar interesados en lo que hacemos hace que tengamos entusiasmo.
• El interés nace de que creamos en lo que vamos a hacer y en el fin que se persigue.
• Confianza
• La confianza de que tenemos las habilidades requeridas.
• La confianza de que somos capaces de aplicar correctamente nuestras habilidades actuales.
• Voluntad
• Las habilidades, el interés y la confianza pueden ser determinantes de la voluntad.
• Sin embargo la voluntad se define en la decisión final para hacer lo que somos capaces.
• Alineación
• Los objetivos de las personas deben ser coincidentes con los de la organización.
• Existen personas que están motivadas por razones equivocadas.
• Si las personas no están alineadas, la participación puede hacer más mal que bien.
• Para que exista alineación debe haber visión y objetivos explícitos.
• Si las personas no saben a dónde van y qué se espera de ellos, la motivación se obstaculiza.
• Si las personas no se comprometen, se requiere un gran esfuerzo para verificar que se mantienen en el
rumbo fijado.