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Las consecuencias de una mala imagen corporal en la adolescencia incluyen un riesgo aumentado de
padecer depresión y trastornos alimentarios.
Muchos adolescentes son un poco cohibidos. Y dado que los cambios físicos y emocionales son
drásticos, también suelen ser muy sensibles sobre sí mismos. Quizás se preocupen por algunas
cualidades personales o "defectos" que para ellos son algo muy importante, pero que para otros son
inconsecuentes.
La imagen mental que los adolescentes tienen de sí mismos es un elemento clave a la hora de
valorar la ansiedad que pueden desarrollar en las relaciones con los demás. Cuando una persona
joven tienen una imagen muy negativa, se produce un incremento de su ansiedad social.
Tiene una actitud negativa hacia las personas, y muchas veces hacia sí mismo. Le interesan más los
amigos que la familia. Toman sus propias decisiones siguiendo sus criterios, aunque nos disgusten a
nosotros. Le falta motivación, lo que suele verse reflejado en sus resultados académicos.
La autoimagen
Para integrar su autoimagen, los adolescentes exploran detalladamente sus cambios corporales y
analizan las posibilidades que les ofrecen en su entorno para mejorar su apariencia, tales como:
prendas de vestir, maquillaje, peinados, etc. Estas posibilidades, son las que están de moda y las
tienden a seguir para no sentirse excluidos y ser aceptados en el grupo de interés. Es así como
muchos jóvenes, forjan su propia identidad y su imagen corporal para alcanzar el equilibrio
emocional. Lo preocupante en la autoimagen es el gran porcentaje de población con peso normal,
que muestra preocupación respecto a su cuerpo y siguen dietas aún más restrictivas o estrictas
Imagen social
Los y las adolescentes se encuentran en un medio donde toda la sociedad, la prensa, los amigos o
amigas, los padres, la televisión, etc. Critican por cada imperfección que un adolescente tiene.
Los medios de comunicación social es uno de tantos causantes que hace que los adolescentes les
causen inseguridad su tipo de cuerpo, por los diferentes tipos de anuncios donde invitaba directa o
indirectamente a perder peso o a subir. Vivimos en una época tan sensual que sólo los cuerpos
guapos son válidos para vender coches, detergentes, etc. Una imagen, hoy en día más que nunca,
vende más que mil palabras.