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https://youtu.be/9Xe7GwnTi1w
¿Ven? Si lo vemos en esta tabla, tendríamos al “linfoma precursor de célula T”, que
sería el “linfoma linfoblástico T”, y después, todo el resto, la larga lista es de los
“linfomas de células T maduras”, o “linfomas periféricos de células T”. Es lo mismo,
¿verdad? La diferencia entre el precursor y el periférico, lo mismo que pasaba con la
línea B, es la expresión de marcadores de inmadurez, como es el TdT. Ven que los
únicos que expresan TdT, son los precursores los de células T. Los de células T
maduras, no lo expresan. Después, del juego de la marcación de uno u otro
marcador T, de la misma manera que pasaba con los B, si expresan CD1a, si
expresan CD2, si expresan CD3, expresan CD4, CD5, CD56, CD57, etc, ahí uno va
armando como una especie de “puzzle”, y, sumado a la morfología, a la clínica. y a
las características genético-moleculares, iremos arribando a las distintas entidades
específicas. Entonces, con respecto al linfoma linfoblástico T, ya sabemos, valen las
mismas consideraciones que lo dijimos en lo B. De manera que nos vamos a referir
a los linfomas periféricos de células T, como lo vemos acá.
Los linfomas T/NK maduros o de células periféricas, como dijimos, corresponden,
aproximadamente, al 10% del total de los LNH. Y como ven en esta torta, donde se
divide, porcentualmente, los distintos linfomas T, que esté sacado del libro de la
OMS de la clasificación de las neoplasias hematopoyéticas, van a ver que se
llevan los mayores porcentajes éstos que ven acá, que corresponden, como dice
acá, al “linfoma de células T periférico de tipo NOS” (25,9%), y el “linfoma T
angioinmunoblástico” (18,5%),¿verdad? Entre estos dos tenemos casi que la mitad,
junto con los “linfomas de células T/NK de tipo extranodal” (10,4%), que serían
prácticamente, más de la mitad de los LNH-T/K de células maduras o células
periféricas. Después tenemos otras entidades menos frecuentes, como es el
“linfoma/leucemia de células T del adulto”, que correspondería a casi un 10%
(9,6%); el “linfoma de grandes células anaplásico”, que se dividen los anaplásicos, si
son ALK positivo o ALK negativo, más o menos son un 6.6% un 5.5%,
respectivamente (o sea, entre los dos un poco más de 10%). Después tenemos el
“linfoma T asociado enteropatía”, con un 4.7 %, y ya los otros el porcentaje es muy
bajo. De manera que, entonces, el mayor grupo de linfomas T periféricos o maduros
es esta gran bolsa, que se llama “linfomas T periféricos NOS”, justamente, “NOS” se
refiere a “sin otra especificación”, es decir son todos aquellos linfomas que no los
podemos categorizar en ninguno de estos que acabamos de nombrar recién.
Entonces, esto sería una gran bolsa, de aquellos linfomas que nosotros no podemos
ponerles otro nombre. Que ahora vamos a ver, qué características, en particular,
además tienen.
Decíamos, entonces que, justamente, esta gran bolsa de los “linfomas T periféricos
NOS” que son los más frecuentes de los linfomas de células T maduras, se
presenta, en general, como ganglios generalizados. Es decir, ganglios aumentados
de tamaño, en distintas partes del organismo, ¿verdad? Como linfadenopatía
generalizada. En general asociada a síntomas generales, como puede ser prurito,
fiebre, pérdida de peso, y a veces eosinofilia. Y lo importante es saber que estos
linfomas de células T periféricos NOS, en general tienen un curso más agresivo,
si los comparamos con los de curso más agresivo de células B, como son los
LDGCB. ¿Entienden? Es decir, este tipo de linfomas tendrían un curso, como les
decía, más agresivo que los LNH-B que ya tienen un curso en malo, como es el
LDGCB.
Entonces, volviendo este esquema, que si ustedes recuerdan esto ya lo habíamos
visto, cuando hablamos de las neoplasias de células B, de LNH-B. ¿Donde estarían
originados, entonces estos linfomas de células T periféricos NOS? Se acuerdan que
yo les explicaba, que esto es un ganglio. Estas áreas que se ven acá, como más
nodulares, que están delimitadas corresponden a las zonas B del ganglio, ¿verdad?
Con su centro germinal, que es la parte naranja, y la zona del manto, que es la parte
verde más oscura. Y después la zona marginal. Y lo que queda entre estas áreas,
estas zonas internodulares, son las áreas de T del ganglio, y allí es donde se
originaría este tipo de “linfoma de células T periférico”. Vieron que los precursores
estarían acá en el timo, ¿recuerdan? Acá (en el timo) estaría el origen de los
“linfomas linfoblásticos T”, en la célula T que todavía no maduró. Si ustedes
recuerdan, la célula T pasaba por todo un periodo de maduración en el timo, y
después salían maduros, a la circulación, llegando al ganglio, y acá ya tenemos la
célula T madura, que daría, entonces, lugar a este tipo de linfoma maduro, uno de
los más frecuentes, el que llamamos “linfoma periférico T NOS”.
Obviamente, acá tenemos, como dijimos, uno de los marcadores T genéricos, que
es el CD3. Fíjense, en este caso, como la mayoría de las células expresan el CD3.
El CD20, que es un marcador de célula B, se hace también, para ver qué bueno,
queda algún grupito de linfocitos B maduros, pero la gran mayoría, ven que queda
por la negativa, porque están expresando el CD3, son células T. Acá tenemos el
CD5, otro marcador T, que lo expresa, no hay pérdida de ese marcador. Pero si hay
pérdida de este otro marcador T, como es el CD7. Esto es una pista para decir que
estamos frente a una población T que perdió un marcador T genérico, y que, por lo
tanto, esto nos inclina a pensar de que se trata de una proceso linfoproliferativo T.
Bueno, y también, lo que termina de culminar, como decíamos, hacemos CD4 y
CD8, y ven que la mayoría de todas estas células que expresaban CD3, algunos
tendrían que ser CD4 y otros CD8. Sin embargo, hay muy poquitos CD4, y
prácticamente nada de CD8. Quiere decir que hay una pérdida, también, casi total
de CD8, y una pérdida bastante marcada de CD4. Ese es otro elemento que nos
habla, entonces, de que estamos frente a una población T neoplásica, atípica,
patológica.
Como concepto grande, este grupo de linfomas de células T, que se originan en este
tipo de células, integrarían estos tres grupos de linfomas, donde dentro de ellos, la
“vedette” es el “linfoma T angioinmunoblástico”. O, por lo menos, el que se viene
perpetuando, ya desde la clasificación anterior del 2008. Cualquiera de ellos, se
caracteriza por la expresión de dos o tres marcadores de célula T helper folicular
(TFH). ¿Cuáles son esos marcadores de célula T helper folicular? El PD1, el CD10,
el bcl6, el CXCL13, el ICOS, el SAP y el CCR5. No importa. Basta con que expresen
dos o tres de estos. Generalmente, los más usados, los que nosotros usamos más,
en la práctica clínica, son el PD1, el CD10, el bcl6 y el CXCL13, ¿ta? Es decir, con
dos o tres de estos, nos habilita a poner los linfomas dentro de esta categoría, y
sacarlos de esa gran “bolsa” de “linfoma T periférico NOS”.
¿Por qué se diferencia este linfoma angioinmunoblástico, que dijimos que es la
“vedette” de estos linfomas de célula TFH (como lo dice ahí, es una neoplasia célula
T madura de tipo THF)? Bueno, esta es una enfermedad sistémica, que se ve en
adultos mayores, y tiene un curso agresivo. Este tipo de linfoma compromete, sobre
todo, los ganglios linfáticos, y da un infiltrado celular polimorfo, como lo dan,
habitualmente, los linfomas T, pero que además asocia una prominente proliferación
de vasos de endotelio alto, y una gran proliferación de células dendríticas
foliculares. Es decir, tiene esa particularidad, además de asociarse a la presencia de
células B grandes aisladas, que aparecen “salpicadas” dentro de ese gran
componente T, unas células B grandes aisladas, que están asociadas al virus de
Epstein-Barr (EBV).
Y bueno, acá tenemos unas fotos de lo que es el “linfoma T angioinmunoblástico”,
¿ven? Tiene esta proliferación, de estos linfocitos T con este halo claro (foto
derecha), que es muy característico de linfocitos T en general, pero fíjense, acá
(flechas foto izquierda) como se ven esta gran cantidad de vasos, de endotelio
prominente, ¿verdad? Que acá se ve, también (foto derecha), estas son células
endoteliales, asociadas con esta proliferación T, que ya ven que también es
polimorfa: células grandes, células chicas, células medianas, hay algún eosinófilo en
la vuelta, ¿verdad? Todo ese ambiente como inmunorreactivo, y con esos vasos
tan prominentes.
Siguiendo entonces, vimos los ”linfomas T periféricos NOS”, vimos los “linfomas de
células TFH”, y entre ellos, el “linfoma T angioinmunoblástico”, que salía de allí. Si
recordamos, ahora pasamos al “linfoma de grandes células anaplásico”
Yo los voy a pasar acá, a esta torta inicial, para que no se me pierdan. A ver, perdón
que voy para atrás, pero quería ubicarlos acá. Quiere ubicarlos Primero vimos esta
gran bolsa de los linfomas T periféricos NOS, luego tenemos el linfoma T
angioinmunoblástico, y ahora vamos a pasar a éstos (en rosa y violeta oscuro): a los
“linfomas de grandes células anaplásicas”, que pueden ser ALK positivos, o ALK
negativos. Vamos a pasar este grupo de linfomas T periféricos maduros.
Y bueno, acá simplemente para nombrar otro gran grupo de linfomas T periféricos,
que son los “linfomas T asociados a enteropatía”, que hubo algunos cambios, con
respecto a la clasificación anterior, y la actual. Tenemos los “linfomas T asociados
a enteropatía tipo I” y los “linfomas de células T epiteliotrópico monomórfico (tipo II)”,
y que se agregó una nueva entidad, que son los “procesos linfoproliferativos de
células T/NK indolentes del tracto gastrointestinal”. Pero, vuelvo a repetir,
simplemente saber que existe un gran grupo de linfomas T, que se localizan a
nivel del tubo digestivo, y que hay uno de ellos que se asocia a una enteropatía de
base, en general, una enfermedad celíaca. Y otros, que surgen en un intestino sin
enteropatía previa.
Y por último, les quería comentar, el gran grupo de neoplasias o linfomas de células
T/NK, que ocurren a nivel cutáneo. Eso sí es un gran grupo, como ven, de
desórdenes linfoproliferativos y de linfomas, que a veces son de muy difícil
diagnóstico. Acá es muy importante integrar la clínica. La correlación clínica es
fundamental, y como son de localización cutánea, la relación con el dermatólogo es
fundamental. Hablar con el dermatólogo y que les diga cómo se ve la lesión de piel
en el paciente. Recuerden que la “macroscopía” de estas lesiones es la visión, y nos
la va a dar el dermatólogo. Y qué bueno, acá tendríamos grandes grupos. Las
neoplasias de células T maduras cutáneas más frecuentes son el grupo de la
“micosis fungoide” y el “síndrome de Sézary”. El que le sigue en frecuencia, es
también, otro gran grupo de lesiones, que se agrupan dentro del nombre de
“desordenes linfoproliferativos T CD30+ primarios cutáneos”, y ahí incluiríamos dos
grandes grupos: la “papulosis linfomatoide” y el “linfoma de grandes células
anaplásico primario cutáneo”. Fíjense que nosotros acabamos de ver el “linfoma de
grande células anaplásico sistémico”, que era aquel que daba la linfadenopatía
generalizada, cuadros, a veces, generales de pérdida de peso y apetito… En fin,
esto es un linfoma igual al que vimos sistémico, pero que compromete sólo la piel.
Acá no hay compromiso de ganglios ni de ningún otro órgano. Sólo la piel. Es un
“linfoma anaplásico cutáneo primario”. Y que tiene mucha vinculación con la
“papulosis linfomatoide”, es más, hay trabajos que hablan de que hay un continuo
lesional, de que sería todo como una misma patología, que iría desde lo más
benigno hacia adelante. Por eso no se habla de “linfoma”, sino de “desórdenes
linfoproliferativos” que podrían ser incluso no linfomatosos, y que irían hasta su
expresión máxima, que es el “linfoma de grandes células anaplásico primario
cutáneo”.
Luego tenemos una serie de linfomas de células T periféricos cutáneos primarios,
que son subtipos raros, pero que se han visto cada vez más. En la última
clasificación, ha permitido, cada vez más, separarlos en entidades propias, que
bueno, no vamos a entrar en ellos, pero, que como ven, ahí están nombrados y los
puse simplemente para que puedan saber. Creo que será la última diapositiva. Sí,
era la última diapositiva.
Lo que les quería decir, entonces es que este gran grupo de neoplasias linfoides T,
como yo les decía, son menos frecuentes y son más
difíciles de categorizar que los linfomas B. Hablamos, entonces de linfoma T
periférico NOS, hablamos del linfoma angioinmunoblástico, hablamos del linfoma
anaplásico, y hablamos de los linfomas cutáneos, entre ellos, la micosis fungoide,
que era la más frecuente. Y hablamos del linfoma T asociado a enteropatía. Habría
otro gran grupo, que son los “linfomas T/NK de tipo nasal”, o el “linfoma T
hepatoesplénico gamma-delta”. Están también los de representación leucémica,
como es el “linfoma de células grandes granulares”, y está el “linfoma/leucemia Tdel
adulto”, que está asociado al virus HTLV11. Bueno, les dejo alguno de esos para que
los puedan repasar. Están mencionados en el Robbins. Yo no quería hacerlo tan
denso. Recuerden que dentro de la presentación leucémica, como les decía, el
“linfoma de grandes células granulares” y el “linfoma/leucemia de células T del
adulto”, como le decía, asociado al virus HTLV1… De estos los mencionamos…
Otro que no mencionamos fue el “linfoma de tipo T/NK de tipo nasal”. Se llama “de
tipo nasal” porque se describió, originalmente, justamente, a nivel del tabique nasal,
en la línea media, pero después se vio que este tipo de linfoma puede aparecer,
también, en otras localizaciones. Son linfomas de curso muy agresivo, por eso hay
que tenerlos también presentes. Y bueno, ya algo mencionamos de “linfoma T
asociado a enteropatía”, y están los “linfomas T hepato-esplénicos gamma-delta”,
que son muy raros, excepcionales. Y bueno, cuando aparece uno, realmente es un
dolor de cabeza para el patólogo. Bueno, nuevamente, me pongo a las órdenes.
Entiendo que son temas un poco complejos, pero bueno, pueden repasarlos, como
les dije, de apoyo en el Robbins. Y cualquier cosa, a las órdenes, en la Cátedra de
Anatomía Patológica. Bueno, les mando un saludo a todos.
1
El virus linfotrópico de células T humanas tipo 1 o virus linfotrópico T humano ( HTLV-I ), también
llamado virus del linfoma de células T adultas tipo 1 , es un retrovirus de la familia del virus
linfotrópico T humano (HTLV) que ha sido implicado en varios tipos de enfermedades, incluido el
linfoma de células T del adulto (ATL) muy agresivo, la mielopatía asociada al HTLV-I , la uveítis , la
hiperinfección por Strongyloides stercoralis y algunas otras enfermedades. Se cree que alrededor del
1 al 5% de las personas infectadas desarrollan cáncer como resultado de la infección con HTLV-I a lo
largo de su vida.