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Un linfocito es un tipo de glóbulo blanco que es parte del sistema inmune.

Hay dos
tipos principales de linfocitos: las células B y las células T. Las células B elaboran
los anticuerpos para luchar contra bacterias, virus y toxinas invasoras. Las células
T destruyen las propias células del cuerpo que han sido infectadas por virus o que
se han vuelto cancerosas.
Los linfocitos son células que circulan en la sangre y son parte del sistema
inmunológico. Hay dos tipos principales de linfocitos: células T y células B. Las
células B producen anticuerpos los cuales se unen y destruyen los virus o las
bacterias invasoras. Las células T son combatientes directos de los invasores
extraños y también productoras de citoquinas, las cuales son sustancias biológicas
que ayudan a activar otros componentes del sistema inmunológico, uno de los
cuales son los macrófagos. Dichos macrófagos actúan limpiando los restos de los
invasores y el tejido muerto después de una respuesta inmune.

definición y tipos de linfocitos, y sus


correlaciones clínicas (linfoma de
Hodgkin)
 Por Elsevier Connect 
 26 12 2018
 Desarrollo y propiedades de los linfocitos T memoria
 Fases de maduración de los linfocitos: Claves para generar nuestras
defensas
 Las principales funciones ejercidas por la migración del leucocito
desde la sangre a los tejidos
 10 funciones de las plaquetas

Los linfocitos son agranulocitos que constituyen del 20 al 25% del total de la
población de leucocitos circulantes. Son células redondas en los frotis
sanguíneos, pero pueden ser polimorfas a medida que migran a través del
tejido conjuntivo. Son algo más grandes que los eritrocitos, de 8 a 10  μm  de
diámetro (en los frotis sanguíneos), y presentan un núcleo redondo, ligeramente
hendido, que ocupa la mayor parte de la célula. El núcleo es denso, rico en
heterocromatina y está colocado algo fuera del centro. El citoplasma, situado de
forma periférica, se tiñe de un color azul pálido y contiene unos pocos gránulos
azurófi los. De acuerdo con su tamaño, los linfocitos pueden ser pequeños (8-
10  μ m de diámetro), medianos (12-15  μ m) o grandes (15-18  μ m), aunque los
dos últimos son mucho menos numerosos.  Las micrografías electrónicas de los
linfocitos muestran una escasa cantidad de citoplasma periférico que alberga unas
pocas mitocondrias, un aparato de Golgi pequeño y unos pocos perfiles de RER.
También se visualiza un pequeño número de lisosomas, que representan gránulos
azurófi los de 0,5  μ m de diámetro, y una abundante cantidad de ribosomas
(Texto de Histología, atlas a color, de Leslie P. Gartner).
Tipos de linfocitos

Los linfocitos se subdividen en tres categorías funcionales: linfocitos B, linfocitos


T  y  células nulas. Aunque morfológicamente son indistinguibles entre
ellos, pueden ser reconocidos desde el punto de vista inmunocitoquímico
por las diferencias en sus marcadores de superficie. Aproximadamente el 80%
de los linfocitos circulantes son linfocitos T, en torno al 15% son linfocitos B, y los
restantes son células nulas. Sus vidas medias también difieren
ampliamente: algunos linfocitos T pueden vivir durante años, mientras que
algunos linfocitos B pueden morir en unos pocos meses.

Funciones de los linfocitos B y T

En términos muy generales, los linfocitos B son responsables del sistema


inmunitario mediado por anticuerpos, mientras que los linfocitos T son
responsables del sistema inmunitario mediado por células.

Los linfocitos carecen de función en el torrente sanguíneo, pero, en el tejido


conjuntivo, son responsables del funcionamiento adecuado del sistema
inmunitario. Para ser inmunitariamente competentes, migran a compartimentos
corporales específicos con el objeto de madurar y expresar marcadores y
receptores de superficie específicos. Los linfocitos destinados a ser linfocitos
B entran en regiones todavía no identificadas de la  médula ósea, mientras
que los linfocitos destinados a ser linfocitos T migran a la corteza del  timo.
Una vez se hacen inmunitariamente competentes, abandonan sus respectivos
sitios de maduración, entran en el sistema linfoide y sufren mitosis, y forman un
grupo de células idénticas conocido como clon.  Todos los miembros de un clon
particular pueden reconocer y responder al mismo antígeno. Tras la estimulación
por un antígeno específi co, tanto los linfocitos B como los T proliferan y se
diferencian en dos subpoblaciones:

 Las linfocitos de memoria (bien linfocitos B de memoria o bien linfocitos T


de memoria) no participan en la respuesta inmunitaria, pero permanecen
como parte del clon con una «memoria inmunitaria», listos para
experimentar una división celular y generar una respuesta frente a una
exposición ulterior a un antígeno o sustancia extraña particular.
 Las células efectoras se clasifican como linfocitos B o linfocitos T (y sus
subtipos) y se analizan en el apartado siguiente.

Células efectoras

Las células efectoras son linfocitos inmunocompetentes que pueden llevar a


cabo sus funciones inmunitarias, es decir, la eliminación de antígenos y
células extrañas o alteradas por virus. Los linfocitos B son responsables
del  sistema inmunitario mediado por anticuerpos;  es decir, se diferencian
en  células plasmáticas, que producen anticuerpos frente a los  antígenos.  Los
linfocitos T son responsables del  sistema inmunitario mediado por células.
Algunos linfocitos T se diferencian en  linfocitos T citotóxicos (linfocitos
Tcitolíticos) y  linfocitos citolíticos naturales (NK, natural killer ),  que establecen
contacto físico con y destruyen las  células extrañas o alteradas por
virus.  Además, ciertos linfocitos T son responsables de la iniciación y
desarrollo  (linfocitos T cooperadores [helper]) o de la supresión (linfocitos T
reguladores [linfocitos Treg], anteriormente conocidos como  linfocitos T
supresores) de la mayoría de las respuestas inmunitarias mediadas por
anticuerpos o células. Consiguen esto mediante la liberación de moléculas de
señalización conocidas como   citocinas (linfocinas), que provocan respuestas
específi cas de otras células del sistema inmunitario.

Células nulas

Las células nulas están formadas por dos poblaciones distintas:

 Células madre circulantes, que dan lugar a todos los elementos formes de
la sangre.
 Linfocitos citolíticos naturales (NK), que pueden destruir algunas células
extrañas y células alteradas por virus por ellos mismos, sin la infl uencia del
timo o de los linfocitos T.

Correlaciones clínicas

Los linfomas son un tipo de cáncer de los linfocitos (aunque algunos autores
también consideran los tumores no cancerígenos de los linfocitos bajo el mismo
enunciado). Aunque existen varias subcategorías de linfoma, se subclasifican
históricamente en dos tipos principales, la enfermedad de Hodgkin (linfoma de
Hodgkin) y la enfermedad no hodgkiniana (linfoma no hodgkiniano). El primero
representaba el 25% de los linfomas, y el segundo, aproximadamente el 75% de
todos los linfomas. Los síntomas generales son hinchazón de los ganglios
linfáticos sin dolor asociado, cansancio, picor, sudor nocturno, fiebre, malestar
general y pérdida de peso inexplicada.

1. La enfermedad de Hodgkin aparece en personas de dos grupos de edad,


entre finales de la adolescencia y principios de la treintena, y entre
mediados de la cincuentena y principios de la sesentena. En ambos grupos,
generalmente se origina en un ganglio linfático y se extiende de ganglio en
ganglio. A medida que la enfermedad avanza, se disemina al hígado, el
bazo, la médula ósea y los intestinos. La histología muestra grandes
linfocitos B modifi cados (de 30 a 60  μ m de diámetro), conocidos como
células de Reed-Sternberg, con dos núcleos diferentes que son imágenes
en espejo uno del otro.
2. La enfermedad no hodgkiniana aparece en la mayoría de los casos en
personas de mediana edad y en ancianos. El cáncer se origina
mayoritariamente a partir de los linfocitos B, aunque aproximadamente en el
10% de los casos son los linfocitos T los que dan lugar al tumor. A
diferencia de la enfermedad de Hodgkin, el cáncer se origina en el 75% de
los casos en los ganglios linfáticos y otras regiones corporales, como el
cerebro, los intestinos, el estómago e incluso la glándula tiroidea en el 25%
de los casos. De forma clásica, la enfermedad no hodgkiniana puede tener
un bajo grado de malignidad y tarda años en desarrollarse, o bien tener un
alto grado de malignidad y desarrollarse en un período de semanas o
meses.

lsevier.com/es-es/connect/medicina/tipos-de-linfocitos-linfoma-Hodgkin

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