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I.

Kant (2010) "Probable inicio de la historia humana", en: Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros textos. Madrid: Tecnos

UNIVERSAI"" ]3
IT)EAS PAT<A UNA HISTORIA
]2 IMMANUEL KANT
de modo qu,e el des-
liero de guerra y toda libertad' en una
épocatambién hizo su. aparición la desigualdad en- tiranos entremezcló
tie los hombres, ese rico manantial de tantos ma- ;3;;;;"J; poá"'otot huera suntuosidad de
cultura apenas t""tptéttit tu del
les, pero asimismo de todo bien, desigualdad que i" ,*t t'"üuit"á """ todos los'vicios
sis1e1¡r1 al guna'
se fúe acrecentando en 1o sucesivo. "riv""iu v,'in
;;í;iÑ" ápo"'r.r9
Mientras que los pueblos de pastores nómadas pro.greso que la
el sénero humano tt^up'uirO del
"l,uJá
-,-(lue sólo ieconocen a Dios como su señor- piÁ.'ito en él déspliegue de
ii"i;;;É;i.'r'auiuoientadas
u"oruron a los habitantes de las ciudades y a las sus disposiciones
hacia el bienl^por
gentes del campo Ill9-120] a incluso de su existencra' va
-^9!rie1e1.lienen
ün hombre (sobeiano) por señor (Génesis' yI, 4)
*-, :iü,"J;"ñ;á'ináigno destina.da a dominar
oue se trata de unu ttpttlt
hostigándoles comó énemigos de.clarad.os de sus ¡",itr..-rr',i.t*-y no á-'gotu' como las b.estias o a
haciJndas y granjeándose así su odio, hubo en ver- (Génesis' vl' l7)'
;;J;";;t; íontinua entre ambos o, cuandri me-
::i#;;;'tlJ ""luuós
-un
nos, constante peligro de guerra, por lo que.los
dos bandos pudieron disfrutar, al me-nos lnterlor- oBsERvAc roN Fr\.f,., ü-;
mente, del inestimable bien de la libertad (pues "j1;¡l
li u énutude guerra es, incluso hoy en día, 1o úni- desazón (desco-
El hombre reflexivo siente una
p.uede dar lugar a la
co que moderiel despotismo' po.rque actualmen- nocida por el qrr. ,to'lá áiiqy:
te un Estado precisa de mucha rique-za para con- t;.",n,;'';ii;;;i¿;' il ii"lá á't'descontento con ra
del mundo [120-
vertirse uná potencia y sin libertad no se darían Providencia q.,t "g"'iu Áurchapon-e a-calcularlos
"n
las iniciativut qr," puedén crear esa riqueza' En se
121-l en su conjunto,
un pueblo poqle ha.de suplantarse la riqueza por ""un¿o humano con tanta fre-
ur'g¿nero
*1'r'.i'ot! ánlÉt" -páittt- sln de una
una gran párticipación enel mantenimiento de la cuencia v lo qut 19:.112a
cominidad, lo que a su vez no es posible si no se -a
meiora. Sin embargl' tt ¿" lurna.ilngrtancia
el
(11naue nos
siente librej. Mai, andando el tiempo' el creciente li,Ll'lri'¡riio 'oi ta Providenc11
iu¡o ae los'habitantes de la ciudad, y en espe-cial penoso sobre la tie-
haya trazado ttn "u-ino tan en medio de
ellrte de agradar mediante el que las mujeres de la a1iryo
rra), en pur," pu''u';;bt;; lado' para evitar Ia
ciudad ecli"psaron a las desaliñadas muchachas tantas penalidades-v'-át ""opor completo al des-
del desiertó, debió de ser un poderoso aliciente tentación d" ,"'po""uüii'ut
para aquellos pastores (Génesis,.U, ?)' que en- nuestra propia culpa'
;iil,;;';;i¿lá"¿" á" vista de todós esos males'
iraron én contácto con éstas y se instalaron en la oue acaso sea Ia ttnilu tá"t^
brillante miseria de la ciudad. Siendo así que gra- la baza del auto-
;.;; :i?i; á;;; a"'áf'ou""har
cias a la fusión de estas dos poblaciones otrora oerfeccionamiento'
.Sehadere.onocerquelasmayoresdesgracias
enemigas entre sí cesaron simultáneamente el pe-
nos son aca-
qui"unig." a los puebtós civilizados no tanto por
* tot trauinos árabes se llaman todavía hijos de un anti- rreadas por la guerra y' en
verdad'
suo ieque, fundador de su estirpe (como Beni Haled y otros pretéritas' c.u¿nto pol-1:'
fiór'et'estilol. Dicho J¿rt no es en modo algunoPues su señor i;;;;;á; u.iüá1.,'o lás
';;r\;;;¡l;"^' para la.próxima' po.l:':-l'u'me nun- i
v no ouede eiercer un poder despótico sobre ellos en un
incrementado i
;;;b[¡; du.tor.., ál no tenér bienes raíces que haya ca interrump'oo "*iñ""santemente futura' A I
de
guerra
;ü;;¡;;t,;tda lamilia a la que desagrade-algo^.puede aban- que tiene lugar por ttmor a una
áánu. fá.ií-.nte su tribu pára engrosar las filas de otra'
74 IMMANIIEI, KANT
IDEAS PARA LlNA HISTORIA UNIVERSAL... J5
ital efecto se aplican todos los recursos del Estado,
equivocado en la estimación de su valor, cuando
, itodos los frutos de su cultura que tan bien podrían desea que se prolongue aún más su duración efec-
' ,emplearse en acrecentar ésta: en muchos lugares tiva, pues esto no supondría sino la prolongación
'se inflige un notable perjuicio a la liberrad y la
' :maternalprevisión del Estado para con los indivi- I
de un juego en constante lucha contra intensas pe-
nalidades. En cualquier caso, no se puede tomar a
iduos se transforma en severas e implacables exi- ! mal un criterio infantil que teme a la muerte sin
¡gencias. justificadas pese a todo por el temor de un
\ amar la vida, pues a pesar de que le resulta difícil
. ¡peligro exterior. Ahora bien. ¿acaso tropezaría-1- sobrellevar cada día de su existencia con mediane-
rmos con esta cultura, con la estrecha relación que
I ra satisfacción, nunca le bastan los días para repe-
imantienen los distintos estamentos de una I
tir ese tormento. Pero si reparamos únicamente en
¡nidad para el fomento recíproco de su "o-n-
bienestar, I
la cantidad de tribulaciones que nos afligen a la
rcon la población e incluso con el grado de libertad j hora de obtener los recursos necesarios para man-
que todavía queda a pesar de hallarse bajo leyes ,
tener una vida tan corta, si consideramos cuántas
¡muy restrictivas, si aquella guerra siempre temi- injusticias se cometen en aras de la esperanza de
ida no infundiera hasta en los propios Jefes de Es- un goce futuro por efímero que pueda resultar, en-
,
tado ese respeto por la humán¡dadZ Bastará con i

tonces habremos de creer razonablemente que si


' f considerar el caso de China, susceptible por su en- los hombres pudieran alcanzar un ciclo vital de
" fclave de sufrir un ataque inesperado, pero que ha
ochocientos años o más, el padre podría llegar a
lborrado de su feudo cualquier vestigio de libertad temer por su vida delante del hijo, el hermano
lal carecer de un enemigó lo basta*nte poderoso frente al hermano y el amigo junto al amigo, ca-
lcomo para temerle. Así pues, dado el nivel cultural " biendo asimismo presumir que los vicios de una
en el que se halla todavía el género humano, la humanidad tan longeva se elevarían hasta cotas ta-
iguerra constituye un medio indispensable para se- les que su mejor y más digno destino sería el de
,guir haciendo avanzar la cultura; y sólo después de desaparecer de la faz de la tierra bajo un diluvio
ihaberse consumado una cultura Dios
tcuando- podría sernos provechosa Dnapaz -sabeperpe- ]f, i, ,I universal (Génesis, VI, 12-13).
El tercer deseo (o más bien vano anhelo, pues
Itua, que ademas sólo sería posible en virtud ae aqué- ii J ü
j uno se da cuenta de que lo deseado nunca podrá
lla. Por lo tanto, en lo que afañe a este punto nosotros 'r u 4
'mismos somos los culpables de los males sobre los tocarnos en suerte) es el espectro de esa edad de
oro tan ensalzada por los poetas, donde nos des-
que tan amargamente nos quejamos; y la Sagrada
haríamos de toda necesidad artificial con que nos
Escritura acierta de lleno al presentar la fusión de agobia la opulencia, contentándonos con la mera
los pueblos en una sociedad y su plena liberación
necesidad natural y en la que se daría una igualdad
de un peligro exterior, habida cuenta de que su universal, además de una paz perpetua, entre los
cultura apenas había comenzado, como un grave hombres, en una palabra, el puro goce de una vida
impedimento para cualquier avance cultural pos- despreocupada, ociosamente onírica o puerilmen-
terior y como el estancamiento en una decaden- te retozona: una nostalgia que hace muy seducto-
cia irremediable. ll2l- 122) res a los Robinsones y a los viajes hacia las islas
La segunda insatisfacción de los hombres atañe del Sur, pero que por encima de todo pone de ma-
al orden de la Naturaleza con respecto ala breve- nifiesto el hastío experimentado por el hombre
dad de la vida. Ciertamente uno ha de estar muy reflexivo en una vida civilizada. cuando éste inten-

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