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1944 be €Jiforo lnf"r-Amcdcono
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TNADUCCION DE
TLVIRA POM€RO
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INTER AMIRICANA . BUE OS AIRES
PNINTED IN :
:.
I
PARTE PRIMTRA
I
LA HORA OSCURA
probrema del poder de las masas por medlo de Ia laridad triunfante del estado del siglo diecinueve. Fué
entonces cuando León XIil resumió los principios socia-
I-91__gl
fuerza, y asf producduna nueva serie áe fensionéJv-con-
flictos gue
que intensifican el carácter
carácber destrrretivn
destructivo rlp íq ,rr-
de ia cri- les católicos en aquella gran serie de enclclicas que cons-
s\. r,os problemas del poder no pueden sei sotucfonadñ tituyen la expresión clásica de los ideales del humanismo
u-olrqmte_por et poder ni solo pbr la ciencia,
glTgP§e ha,convertido en servi4or? del poder. l,a-UUer_
ttiüli; y liberalismo cristianos, que han sido la inspiración de
Ia cultura de Occidente. Pero sus advertencias fueron
Hrcr y
tad Ia ta,zott
y-_re razón esEan
están siendo destruldas por los tr»deres
slendo destrufda§ igualmente desoídas. Cuando en 1870 el Papa manifesto
gu9 ellos gearon, y.ta _huryanidad se estd aestüañáó;in- que la humanidad corría hacia la ruina, y advirtió a
9,.{91pn9y puede
cieg-ameñte, hacia er abismo. porque ta huina-
la sociedad que se preparara para la crisis inminente,
Tldlg salvarse por sus proplos esfúen¡o§. o¡an-
cto es abandonada a sf misma, pdrece, y cuanto m¿s anteg que f.g9ra demasiado tarde, gu§-.paUfras no hieie-
grande e§ §u poqe{ y m᧠numero§o§ §us reclu§o§ mate. ron impresión en el seno de una civilizaeión que segufa
rlales, más cohptetá es la cat¿stróiá aerecentando su prosperidad material y era todavía re-
lativamente estable. Es solamente durante los riltimos
Esta es Ia verdad que ha sldo reeonoclda por toda§ treinta años que el mundo ha despertado a la realldad
las eiviltzaciones que eimundo ha eonocldo, peio quá na de los peligros, de los que el papado habla adverttdo
sldo olvidada o_nega{? po{ et hombre modérirq-eüu-*a- tanto tiempo a¡rtes. Dr¡rante los tlltimos tres pontifica-
qaqo por su poder iecién adquirido. Sin embargo, ha que- dos, los heehos verdaderos han sido revelados con espen-
q3d9 un testigQ. Durante rós úrtimos cien añod ta rlte- tosa claridad, V la lglesia ya no parece un testigo des-
sia no ha cesado de mantener el principio d,e la defrn- deñado de la verdad olvidada, sino que se yergue en el
dencia de la le¿ y de la sociedad ?rumaira, ae un oiaen mismo eorazón de la lucha, en la que todos los sere§
qqe tpscignde la polftiqa y ta economfa, y áe-;dvertti
a los hombres de lá catástiofe inevitablé'{ue ieiurtarfe humanos están envueltos. Hoy no es el enemigo el libe-
del intento de crear una civilizaeión que no conozca más raJls¡no humanitario, que era una especie de versión se-
Iey que las necesidades y ?mbicionei de aquéIlos. Ená glar del idealismo moral eristiano. Es un nuevo poder
p$me¡o de tos tres periodos de que ne rráritáó; etstg§ que pisotea todos los derechos e ideales humanos. Bato
advertencias fueron - deseartadas -sumariamente' como la sombra de esta amenaza los conflietos parclale§ que
mero obseurantismo reaccionario. sin embargo, cuanaó han dividido la cütura occidental ya no tienen el mismo
Pfo rx condenó eI Liberalismo lo hizo as¡."ná -Domü; signiflcado, y la causa de Dios y Ia eausa de la huma-
liberaba a tas naciones del despotismo llinritfü ios nidad se han convertido en una. La ley de la fraterni-
poderes del estado, sino porque'vió en eÉa dad no es extrafia a la naturaleza humana, y tro está
doctrina ár
desconocimiento de ta su6ordinación d; ñ socieoaa-Hü- colocada en oposición a los ideales de libertád y pro-
rgqlra_a ta ley divina, y ta afirmaeión de un nuevo orfn- greso social que han inspirado la cultura oceidental en
clplo de poder .ilimitado,. $e mayor alcance aún que'nin- Ios tiempos modernos. Por el contrario es Ia únlea ley
guna prerrogattva real (1). que puede salvar a la humanidad de la ley férrea del
poder que destruye al débil por la violencia, y eI fuerte
-, l,"g
vra
iqplieaciones de este principio se hicieron tode-
mas claras_ gn el segundo perfodb, cuando el tdeatis_
por la tralción. Porque el nuevo paganlsmo no tiene nada
de co¡nún con Ia ideallzación poétiea del mito helénico
mo llberal de Nfazzini i r¿majrt¡re aió lugar a la secu- por los humanistas y clasicistas de reeientes eenturlas,
es gue se han retelado los poderes del ablsmo fuer-
(l) Lorón Iütr, robre ol falso libe¡alismo eu "Er p¡pa y oI puoblor, -las
zaÁ¡ oscrüas que ün estadd encadenadas por mlt años de
t
14 CnrsroPEER DlwsoN Er, Ju¡cro DE LAs Nrcro¡rns l5
civilizaeión cristiana- y que ahora han sido puestos en defensas del Imperio y destruyeron el imponente eüfi-
libertad para conquistar el mundo. Porque la determi- cio del orden romano. Sin embargo, San Agustln lanzó
nación de ganar eI poder es también la determinación de su respuesta. Pudo erguirse sobre el conflicto, porque
llegar a la destrueción, y finalmente se convierte en la aunque era un romano leal y un literato que comprendía
propia destrucción. el valor del pensamiento griego, eonsideraba estas cosas
En estos tiempos oscuros deben ser muchos los que como temporarias y accidentales. San Agustln no vivfa
se sienten arrastrados a la desesperaclón cuando ven Ia a Ia luz de Atenas y AlejandrÍa, sino a una nueva luz,
ruina de las esperanzas de paz y progreso que inqpira- que mlbitamente habfa aparecido en el mr¡ndo desde eI
ron eI idealismo liberal de1 siglo pasado, y la degrada- este, unos pocos siglos antes. El Imperio Romano era,
ción de las grandes conquistas del conocimiento humano después de todo, hijo de Babilonia, la encarnación del
y del poder para servir a las fuerzas malignas de la des- orgullo humano y de la riqueza material, el perseguidor
trucción. Tal vez nunca una civilizaclón ha sufrldo una de los santos y eI opresor de1 pobre. Los destinos verda-
subversión tal de sus propios valores y nonnas mlen- deros del hombre se estaban realizando en otra parte,
tras su poder material y riqueza permanesfan casl ln- en Jerusalén, la ciudad de Dios, que se afirmaba a tra-
tactos Xr err muchos respectos, mayores que nunca. vés de la ruina y destrucción de los reinos e imperios
Para los eristianos, sin embüBo, el choque y la des- humanos, pof, la energla irresistible de un propósito
ilusión han debido ser menos severos que pa.ra-aquellos dlvlno.
que han puesto su fe en el evangelio del siglo diecürueve, Pero hoy, para nosotros, la respuesta es mucho más
del progreso seglar. Porque la fe cristlana nunca dismi- diflcil. Porque la civilización que ha sido minada, y está
nuyó la realidad de las fuerzas del mal en la historia y alrora ameñazada por la subversión total, es una civili-
la sociedad, así como en la vida de los indlviduos, y h r,ac76n cristiana, construlda sobre los valores espiritua-
preparado la mente de los hombres para enfrentai las les e ideales religiosos de San Agustín y sus iguales; y
consecuencias extremas de1 triunfo externo del mal y su adversario no es la simple barbarie de pueblos extra-
la apa¡ente derrota del bien. §in embargo, no es una ño§, que están a un. nivel cultural más bajo, sino nue-
filosofla derrotista, es una afirmación trir¡nfante de vida, vos poderes, armados con todos los reeursos de la téc-
de la vida eterna victoriosa sobre la muerte; del reino nisa clentffica moderna, que están inspirados por una
de Dios prevaleciendo sobre los gobernantes de este mun- determi¡ración cruel de ganar el poder, que no recono-
do de oscr¡ridad. cen otra ley que su propia fuerza. Este es casi un re-
Ilace quince siglos el mundo antiguo se encontró en- verso de la sltuación contemplada por San Agustln. En
frentado con una crisis que amenazaba destruir la civi- su época el mundo se estaba derrumbando y las puertas
lización casi en eI mismo momento en que la Iglesia de la lglesia permanecían abiertas, para permitir la en-
había conseguido la victoria sobre el paganismo. Durante trada en una cludad de refugio a una humanidad derro-
mil años eI mundo mediterráneo habla vivido seguro, a tada. IIoy el mundo es fuert€, V no tiene misericordia
la luz de la culüura helénica. En los tiempos actuales .su por la debilidad y el sufrimiento. Desprecia al Cristia-
sol se habla puesto, y la oscuridad y eI frlo del norte nismo como la forma ¡¡rás peligrosa de escape y derro-
bárbaro y cruel, descendla sobre el mundo. Los pueblos tismo. Tiene su propia religión, una religión que es eI
guerreros de1 este de Alemania, impelidos del sur de reverso de los valores morales cristianos, y que dice:
Rusla y del Danubio por el avance de las hordas mongú. "Blenaventurados sean los fuertes, porque ellos posee-
llcas, que venlan de más allá del Yolga, atravesaron la§ rán el mundo", p€Ío la cual, no menos que eI Cristiaff¡;'t;"F\u
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mo, demanda sac*iflcios sin límites y una lealtad indivf- estos fines son negativos, como en Ia revolución y en la
sibte de todo el hombre. Así, la situación que los eristia- guerra, la escala eompleta de valores morales se tras-
nos deben de enfrentar hoy día, tiene más de común trueca. Es poslble comprender cómo este nihilismo mo-
con lo descrito por eI autor del Apocalipsis, que eon la ral puede ser combinado con una corriente de !flealismo
époea de San Agustín. El mundo es fuerte, y tiene por fanático, en un movimiento revolucionario suÜterráneo.
amos a los señores del mal. Pero estos señores no son Pero se éonvierte en algo peor cuando es'adoptado como
autócratas viciosos como Nerón o Domiciano. Son los credo de un gobierno, y es aplieado por los poderes do.
ingenieros del mecanismo del poder del mundo: r¡n me- minantes para defender la violencia y la injusticia; cuan-
canismo que es más formidable que cualquiera de los do eI terrorismo revolucionario de la sociedad secreta,
conocidos por el mundo antiguo, porque no está limita- se mezcla eon el terrorismo represivo de la policla se-
do a l¡os medios externos, como eI despotismo del pasa- creta para produeir una nueva técnica totalitaria de go-
do, sino que emplea todos los recursos de la psicologfa bierno, por medio de la fuerza y el miedo que minan los
moderna para haeer del alma humana el motor de su fundamentos psicológlcos de la libertad moral.
propósito dinámieo.
Desde el punto de vista cristiano, el punto más serio
De aquf eu€, mientras los fundamentales principlos de la situacibn e§ que el mal se ha convertido en algo
agustinianos de "Los Dos Amores" y "Las Dos Ciuda- personificado, separádo de los apetitos y pasiones-hu¡na-
dés", ma¡rtienen su validez, en estos tiempos han asumido iras, y exaltado sobre la humanidad, 9n una esfera en
una nueva forma, que no tienen igual en las experien; ta éuát todos los valores morales están confundidos y
cias prevl,as de la lglesia. Porque ahora se está haciendo transfOrmados. Los grandes terroristas, desde Robes-pie-
un de[berado intento de unificar e infundir energla a rre y Saint-Just, hasla Dzerstrinki, no han sido hombres
la sociedad humana con las mayores bajezas: poner a inmbrales, sino- rígidos puritanos que hicleron eI mal
üen¡salén ----el esplritu del Hombre como recipiente del friamente, por prineipio, sin ningún pensamiento de ven-
espfrltu de Dios- al servielo de Babilonia; el esplritu de1 tajas personales, mientras que las nueva§ dictaduras
hombre degradado, convertido en el ciego instrumento asocia¡r las cualidades más altas y más bajas de la na-
de rur deseo demonlaco de llegar al poder. No hay lugar
aquf para discutir el origen y desarrollo de ese mal. Es turaleza humana ---el propio sacrificio y deyoción infi-
suflciente declr que las tendenciias revolucionarlas en Ia nita, así como la violencia itimitada y el deseo vengati-
civllización moderna, que fueron insplradas originarla- vo- en su determinación de ganar el poder.
mentc por un positivo opüimismo humanitario, se han Este es el nuevo mal que se ha extendido desde Ru-
perrrertido hasta llegar a una "Revoluclón de la Des- sia hacla el oeste, hasta llegar al verdadero corazón de
trucelón". Y la causa principal de esto, como señala Europa. Ya no está asociado neeesariamente con el co-
Nietzsche, ha sido Ia pérdida de los valores morales cris- munismo. Por el contrario, se extiende por oposiciór¡
tianos, los cuales "impidieron que el hombre se despre- más que por imitación. Tan pronto como los hombre§ d€'
clara a sf mtsmo eomo hombre, que se volviera contra terminen que todos los medios son permitidos para lu-
Ia vida, y que fuera Ilevado a la desesperación por los char contra eI mal, entonces su bien no podrá distin-
conmimlentos". guirse del mal que van a destruir, La subordinación de
Porque cuando una ven la moralidad ha sido despo- la moral a la política, el reino del terror, y la técnica de
lsda de sus fi¡¡rdamentos religio§o§ y metaffsicos, inevi- la propaganda y la agresión psicológica, pueden ser em-
üablemente se subordtia a füres mfu baios; y cuando pleados por cualquier poder o partido que sea lo bas-
18 CnrsroPrrun DlwsoN
tante audaz como para abandonar Io§ escnlpulos trorS-
les y preeipitarse en el abismo.
Esta es Ia mayor diflcultad que tenemo§ gue encarar
en el momento presente. Es t¡n mal que pro§pera con Ia
guerra, y la neeesidad de oponerse al espfrltu de -agre'
siOn ilimitada por medio de las arma,s, crea la ahmósfers
más favorable para su crecimlento. De aquf que tengn-
mos la pesada tarea de eonduclr, simultáneamente, lula
guerra én dos frentes. Tenemos que oponernos por las II
ármas a la agresión del enemigo exterlor, y al mlsrno
tiempo resistir al enemigo interlor: el erecimlnto eri
nuestra propia sociedad del poder pernleloso contra el
que estamos luchando. Y esta se$rnda guerra et lB más DEMOCRACIA Y GUERRA TOTAL
peligrosa de las dos, ya que puede ser perüda tanto por
Ia victorla como por la derrota, y eI proplo hecho de que
estamos impelidos a ldentificar el mal con su manlfm-
tación externa que amenafra, nuestra exlster¡cla naclonal, ( r*rO empe zó la guerra, hubo una tendencia en
tiende a eegarnos para descubrir las tendencles rnás ln* muchos sectores neutrales, a disminuir la importancia
sidiosas qué pueden eseonderse en nuestro proplo orden de los hechos, a contemplarla como una guerra aI estilo
social. La desinüegractón de la eultura oecldental bafo !n antiguo, entre ciertos poderes europeos, en la cual sola-
violencla moral y económlca de la gtrerra no es u pe, mente sus propios intereses y prestigios nacionales esta-
ligro que pueda ser descartado fácllmente. NI tampOeo ban en lucha, y aun la consideraron como una hostilidad
puede ser aceptado por los cristianos con el mkmo etrpf- simulada efectuada para cubrir una retirada estratégica
ritu con que aceptaron la calda del Imperto Homano. a nuevas posiciones diplomáticas.
Porque aquél fué un desastre externo, que deló sln aI- Hoy ya s nadie le es posible engañarse con tales ilu-
teración alguna las fuentes de la vltaltdad esph{tualn siones. Esta "guerra fal,sa" se ha revelado como una gue-
mientras que ésta es una eatástrofe esptrltuat que gol- rra total, eue no toma en cuenta la soberanía nacional ni
pea directamente los fundamentos moreles de nues- las convenclones internacionales, ni los derechos huma-
tra sociedad, y destruye, no la forma exterlor de Ia civl- nos, y la conflagración se extiende con tal rapidez que
I!zac!ón, sino el alma del hombre, que es sI prtnctpio y 'et ningxin estado es tan fuerte ni tan remoto que pueda
fln 0g tqda cultura humsna. conflar en perma¡reeer aislado. Cualesquiera que sean
los resultados, deben afeetar al mundo entero y al fu-
turo de todos los pueblos y de Ia civilización.
Mucho se ha escrito sobre los designios de la guerra
y de la pan de los aliados, pero el motivo real es muy
simple: iefrenar el tr»oder de la máquina militar mayor
del mundo, antes que conquiste a Europa y domine
al mundo.
Asf, cualqulera gue sean sus faltas y los efectos de
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§us propios sistemas sociales, Gran Bretafra y América y no dela intacto nitrgún valor espiritual. Trata a la re-
se yerguen hoy como el baluarte de la llbertad del mun- ligión mlsma como a otra arma de su arsenal, y si bus-
do. Si ese baluarte se quiebra, nadie sabe lo que suce- eamos refugfo en el pacifismo, encontramos que éste es
derá después: el caos universal o la esclavitud universal. explotado en la misma forma, eomo un arma útil para
En cualquier caso es una tonterla suponer que las con- debilttar la resistencia y desintegrar la moral nacional.
secuencias puedan ser limitadas a Europa. El mundo del La marcha arrolladora hacia el poder, QU€ constituye
Atlántico es una unidad, de la cual depende a su vez el el totalitarismo, está aboliendo los límites que han sido
mundo del Pacjfico. Si los dos pilares de Atlante se rom- impuestos por siglos de eristiani§mo y civjlización sobre
pen todo el he'misferio occidental vacilará. tolinstintos primitivos de violencia y agresividad. Pero
Tampoco los efectos de tal eatástrofe estár¡ limitados estos llmites no son necesarios solamente para la pre-
a la política y la economía. Envuelven camblos profim- servación de la libertad individual: no son meno§ esen-
dos en eI carácter de la civilización, tales como solamente ciales pera el orden social, y cuando esos Iímites son des-
han tenido lugar en el pasado en el caso de una revo- truldos, nada queda entre el alma humana desnuda y
Iueión religiosa. Porque la caracterfstica más sallente del las fuerzas de la destrucción. Asl, la guerra presente,
sistema totalitario contra el que estamos luchando, es con su poder ilimitado de destrucción y su desdén pot
su pretensión de controlar la mente de los hombres al todas lÑ restricciones morales y legales, es solamente el
iguát que sus cuerpos, y para reforzar esta pretensldn, síntoma externo de la enfermedad, que está sufriendo no
moviliza todos los reeursos del nuevo arte de la propa- sólo Alemania y Europa, sino el mundo entero.
ganda y de la sugestión de las masas. Hace la guema,
no solamente eon medios militares y económlcos, süm ¿Cuál es la fuente de ese mal? Ciertamente no ha
stdo inventado por Herr Hitler y su§ eolegas. Ellos_son
utilizando también armas espirituales que están dtrigtt sus criaturas, nó sus creadores. Son solamente hombres
das contra la mente y la voluntad de los pueblos cuya que han sido llevados al poder en la eresta de la ola de
simpatla puede afectar el curso de la lucha, es dectr, destrucclón, como los üdéres de la Convención durante
de todos los pueblos de la tierra. la Revolución Francesa; los abogados y periodistas que
Esta extensión inmensa de las earacterfsticas de.esta aparecieron de la nada y cambiaron la faz de-Eur_opa y
guerra, no solamente convlerte en un absurdo la antigua désanarecieion tan sribitamente como se habían levan-
concepción de la neutralidad, junto con todas las otras tadol Pero mientras que la fuerza que impella a la Re-
leyes y convenciones establecidas que defendfan las re- volución Francesa era una ola inmensa de idealismo y
laciones internacionales, sino que involucra también los esperanua en el futuro, la nueva revolución es un mo-
fines morales, ante los que ningrin cristiano puede que- vimiento de desintegración y desesperaeión, cuya fuerza
dar indiferente. En eI pasado fué posible conslderar Ia procede de la bancarrota de los ideales sobre los cuales
guerra como una ealamidad externa, como las plagas o habfa colocado sus esperanzas eI mundo del siglo die-
el hambre, que debían ser soportadas como un mandato clnueve.
divino, pero que no afectaban a la responsabilldad mo- La perspectiva de que la civilización moderna se iba
ral del hombre o a su libertad religiosa. Por el contrarlo, acercando i¡revitablemente a tal catástrofe, no es nueva.
a menudo los males de la guerra fortalecfan el llamado Ya en el siglo pasado fué el tema central de la filosoffa
de la religión, al hacer volver la inteligencta de los hom- de Nietzsche, que ha tenldo una influencia tan grande
bres de la lucha terrenal a la vlsión de la paz eterna. en el pensamlénto rnso y alemán. Pero Nietzsche no
Pero la guerra total no respeta ningrma de estes eosas, estaba solo. IIn contemporáneo suyo, en Rusia, Constan-
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tino Leontiev, {üe es el tema del úttlmo trebaio de trabajo de movlmientos de masas y partidos revoluclo'
IVI. Berdyaev, ha emitido un Jutcto simllar sobre La cul- narlos, dlrtgidos por hombres del pueblo.
tura occidental. Es cterto que este movi¡nlento empezó cuando la de-
mocracia liberal era más débil, y ha obtenido sus triun-
"Ese orden, demasiado móvll, escribe, $re dió a la fos más'grandes en pafses que habían estado acostum-
humanidad t¿é ideas del siglo dieclnueve, de progfe§o, brados durante centurias a la disciplina rfgida de una
iguáráaO y emancip-ació! es muy inestable y... $ebe pr- autocracia teocrática o & una monarqufa absoluta. En
rñinar, eri una cafástrofe univeisal o en un& transfor- Rusla, sobre todo, la democracia occidental era r¡na im-
macióá lenta v profunda de las socledades humanas portación extranjera, y no solamente reaccionarios como
sobre las base-s de principios completamente nuevoft' Leontlev, slno socialistas como Herzen y anarquistas co-
piincipios no solamerite no liberalesi qltg por el contra- mo Bakunin, odlaban eI sombrero de copa y la levita de
iio exiremadamente represivos y tiránlcos. Tal Yez te la burguesía occidental, como la librea de la servidum-
esclavitud retornará uná vez mád, asumlendo gna fsrme bre de tdeales extranJeros, gue eran aún más extraños
diferente, semejante a una rígida subordlnaclón de IAs a sut tradlciones e insüintos que la esclavitud y el obs-
páisonas'a las iomunidades gran&s y pqqugñas, y é§tgs ourarltismo del réglmen zarista.
á su vez dependiendo del Estádo. En cualquler easo esta Por ests ra,Eón es importante distinguir dos elementos
nueva cultüra será muy opresiva para muchos, Y- |oa en la reaccién moderna conüra la democracia liberal.
hombres del sigto veinté, tán próximo a nosotro§' lels Ehrtsüe 1* reacción que se ha levantado en el mismo §eno
de sustentarlo óon eI ea:úcar ytt agUa de ro§&§ de la ll- de la democracia, como resultado del progreso de la or-
bertad y humanidad, lo combinarán con algo pq99 cr ganizaclón det hombre y de la mecaniaación de nuestra
mún y ial vez aterrador" de manera que "la vtda de cultura que he destruldo las bases económicas y sociales
estos ñuevos hombres será mucho más opreslva y poco del inü\rldu¿tismo llberat; y segundo, la reacción natu-
satudable que la vida de los btrenos monJes eserupulosos
en monastérios austeros" (1). ral de &quello¡t pafses que no tenlan tradición democrá-
tica nativa y que tun aeeptado las ideas liberales como
Esta conjetura tan slgnificativa, que e§ casl lqa-pto- parte de la cuttura material de Europa occidental, que
fecfa, se ha óumplido poi completo. Duraqte los tllttmos ellog creyeron que era el símbolo, no sólo del progreso,
veint'e años la áemocracia liberal ha sufrldo derrotas sino tautbién de la explotación extraniera.
tras derrotas. En una gran parte del mundo hemo§ vi§üo
Fué solamente cuando estos dos elementos se unieron
la anulación completa de aquellas libertade§ que el slqlo en le derrota y revolución de1 período de postguerra, que
diecinueve eonsideraba como las bases de tra civilizacién
moderna, y eI estableeimiento de un nuevo orden soci;al
diercn nacluriento aI nuevo orden toüalitario que ahora
que niega los derechos humanos más elementales, y des' está a,menazando la existencia de la democracia en
8urcpn'oecidental y en el mundo. Como en eI siglo di,e-
druye clases y pueblos enteros, tan cruelmente como
ctnueve la democracla occidental mantuvo su hegemo-
cualquier Aespotismo oriental del pasado. Y e§to se ha
hechó posible, no por el triunfo de las fuerzas "re&cclo' rtla por un proeeso de penetración económica e ideoló-
g1cl, ¡m el comerclo y la prensa libres y por la propa-
narlas'i o conservádoras en la soeiedad oecidental slno
por su derrota y el triunfo de §u§ enemigos. Ha sldo el gaclón üe ldeas liberales; asf hoy el nuevo régimen tota-
lltarto está buscando extender su dominación por sus
(r) Nicolás Berdyaev. "Leontievn. (Geoffrey Blcs, f94O) pp. l0S1@ proptos métodos por la organlzación y disciplina de las
ilr'i¡
rnasas y combatiendo toda oposición, dentro y fuera, con del sistema de modalidades y eostumbres de la vida". §o-
un plan de acción psicológica y de agresión militar. bre todo, derivó su fuerza de la ereencia cristiana en el
valor absoluto y único del alma humana, gue trasciende
¿Es la democracia occidental lo suficientemente fuerte
como para resistir este ataqge, o la Euro_pa de occldente infinitamente toda la riqueza, poder y gloria del mundo.
está déstinada a seguir eI cámino tomado por Alemania Las consecuencias políticas y sociales de ta1 ereencia
y Rusia y sufrir uná revolución totalitarta? La respuesta son dos. De un lado produce la actitud ascética y l'a es-
ño depende solamente de factores militares, por-que_ aqn peranza en eI otro mundo, la desestimación de los bie-
el triúnfo en la guerra no podría preveni{r Por sf solo, tra hes terrenales y del poder-mundanal y la- transferencia
declinaeión de lá democraCia, si las condlciones moder- de1 centro de1 pensamiento y de la acción a la esfera
nas son desfavorables para que sobreviv_&, mientras gue religiosa y supértemporal. Péro de1 otro lado, taqpfén
poi otro lado, si los tgri¿amentos de la demoeracia occi- tenáía a inan[enerse dentro del orden soeial y polltico,
áéntat siguen firmes, ni trna derrota militar Ia destruirfa. por la modificaeión de tipos e instituciones sociales en
un sentido cristiano.
Es necesario, en primer lugar, entender lo que que'
Así, exactamente como una monarquía cristiana di-
remos decir por demoeraeia, y seggndo, dlstingUir _entre fiere enormemente de los reinados bárbaros de los que
Io que vive Í to que ha muerto en la tradición demo- desciende históricamente, la libertad cristiana combl¡ró
cráfica que iremo§ heredado de la centurla pasada. Por y transformó los elementos de libertad bárbara de la ciu-
democraéia no queremos significar meramente el proplo dadanía ctásiea en algo nuevo. Las más profundas raÍ-
gobierno o gobiérno populár, sino ry4§ bien esa forma ces espirituales de la democraeia occidental no se en-
farticular dé propio g-odierno qry fu! basado en el ideal
cuentfan ni en la hermandad sangrienta de las tribus
áe übertad pérsonal, y personificado por instituciones guerreras, ni en los privilegios cívicos de los estados ciu-
representativas o partaméntarias. Esta forma particular dadanos sino en Ia reversión espiritual de valores, que
dd democracla es pecriliar a la eivilización moderqA oc- hizo que los hombres honraran la pobreza y eI sufri-
cidental, y está asociada especialmente con las $es gTan-
-Oeste: IngJaterya, Francia y miento, y q.ue vieran en un pobre la imagen de Cris-
des naciones polítieas del
Estados Unidds, de y las cuale§ se extendió, en el cur§o to mismo.
del siglo diecinueve, a easi todo el mundo civilizado. Este sentido de libertad cristiana y democracia cris-
Pero áunque sóto atcanzÓ su desarrollo completg colno tiana (para usar la expresión de León XIII) fué difun-
resultado de las tres revoluciones occidentales Re- dido poi toda Ia cristiandad y formó el fondo espiritual
voluciones Inglesas de 1642-1688, la Revolueión -las
Amerl- de uñ orden social QUe, desde un punto de vista exte'
cana, y la ReÍolución Francesa- sus rafees están -pro- rior, aparece, a menüdo, extremadamente jerá1quico.y
fimdamente arraigadas en las fuentes del eristianismo autoritario. En la Europa oriental, debido especialmente
occidental, asl que es imposible comprenderla apartada a los imperialismos orientale§, a los cuales estuvo some-
de su fondo religioso y eultural. Asf, el ideal occidental tida durante tanto tiempo, este fondo estaba tan ale-
de libertad, que es la inspiración de toda la tradición Jado de Ias realidades políticas que la conclencia social
democrática, ño es una mera conseeuenela'de las nuevas óristiana se expresó en térrninos mlsticos o apocalípticos.
ürstituciones potíticas. Como Burke escribió, la democrs- En el Oeste, sin embargo, eI orden social era más plá§-
eia penetró en todo el orden cristiano de la sociedad eri§- tico y más orgánicamente relacionado con las creencias
tiana y "se levantó, no de las leyes del estado (enr el que e ldeales de los pueblos. Es trn hecho que ninguna civi-
más prosperó por negligencia que por atención), sino lizaeión, ni siguiera la de la antigua Greclia, h¿ sufrido
i
r*'
26 CnrstoPrrEn D¡,wsoñ
jamás un proceso de cambio tan continuo y profundo,
eomo el que ha soportado la Europa occidental durante
ro cuar,,u,o..li,T;.;'J;'.,,"u"
de ella.
todavra J:
los últimos novecientos años. Es imposible expliear esto Por eso debemos advertir que cuando decimos que
hecho en términos puramente económicos, por una in- estamos luchando por la democracia, no estamos com-
terpretación materialista de la historia. El principio del batiendo meramente por deüerminadas institucione§ po-
cambio ha sido espiritual y el progreso de la civilización líticas, ni siquiera pór principios políticos, Menos airn
occidental está íntimamente relacionado con el esplritu luchamos poi la prósperidad mezquina del industrialis-
dinámico de la cristiandad occidental, que ha ido hacien- mo moderño, que-fué bI resuttado de1 liberalismo eeonó-
do, gradualmente, al hombre de occidente sabedor de su mico de la centuria pasada. Lo que tenemos que defen-
responsabilidad moral y de cambiar el mundo. Esta pre- der es, para citar las palabras det cardenal Liénart, "una
tensión está implícita en la perspectiva crlstia¡ra del civitizaéión humana y cristiana, construída con pacien-
mundo: ciertamente ya fué expresado en los términos cia infinita": un trabajo at que muchas razas diferentes,
más explfcitos por San Pablo: "¿O no sabéis que los san- pueblos y escuelas de pensamiento han contribuído,
tos han de juagar al mundo? Y si el mundo ha de ser siglo tras siglo.
juzgado por vosotros ¿sois indigRos de juzgar cosas muy
pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de Juzgar a los án- Y a pesar del conflicto que ha marcado su desenvol-
geles? ¿Cuánto más las cosas de este siglo?" (1) La hl§- vimientó, ha sido un trabajo de unidad; porque el c,ris-
toria de la cristiandad es la historia de la vlndicación' tianismo, el humanismo y la libertad social no §on ideas
progresiva de esta pretensión tremenda {u€, no sóIo hizo discrepantes que hayan dominado alternativamente la
conciencia europea; tienen una afinidad espiritual que
de la Iglesia una fuerza social mucho más dinámica que no fué percibidá por los reformistas y revolucionarios
cualquier otra religión que eI mundo haya conocido, sino que fueron envueltos en eI torbellino del conflicto, pglo
que difundió su influencia a través de toda la civiliza- lá cual se está haciendo ahora visible cuando todos están
ción de occidente, y afectó a las esferas de pensamiento igualmente amenazados por fuerzas inhumanas que no
y acción más alejadas de la influencia dirocta de la están relacionadas con ninguno de ellos.
religión. El gran peligro que tenemos que enfrentar se debe a
En realidad, no fué sino hasta eI final de la Edad la ausencia-de lornprensión de ésta comunidad espiri-
Media, que la unidad del cristianÍsmo medioeval se hubo tual. La cultura euiopea ha pasado a través de u¡t P9-
perdido, que se sintieron los efectos de este cambio espi- ríodo de individualismo y atomización que ha preparad_o
ritual revolucionario. AsÍ, la elevación de la democracia el camino para la m᧠formidable desintegración de
occidental no fué realmente la creación de un nuevo nihitismo que nos amenaza hoy. De aquí Qüe, en el qau-
culto seglar, sino que fué el resultado de slglos de tra- fraglo de Europa, sea muy fácil para cada partido o
grubo, intentar-arrojar la censura por el desastre sobre
bajo en que araron la tierra virgen det oeste y espareie- ios hombros de los otros partidos, o hasta explotarlo en
ron la nueva simiente sobre la faz de la tierra. No hay provecho de sus propios intereses, algo así como una
duda que la semilla estuvo mezclada a menudo con clz,a- óportunidad para su propio engrandecimiento. Los ene-
ña, u oprimida por las zarzas y los espinos, o fué sem- migos de Europa conocen perfectamente esta debilidad,
brada en tierras estériles, donde se marchitó, no obsta¡rte y están listos para explotar las divisiones y diqensione§
éntre partidos y secta§ ¡i: clases y escuelas filosóficas, de
(f) I Corintios VI, 2-3. m¿nerb de crear tma atmósfera de desconfianza univer-
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D.q,wsoN Er, Jurcro DE LAs NacroNrs \-
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§al- y. desintegración_ que preparará el camino para su
trabajo de destrucciónl
eontemplada en este sentido absoluto, ro es mbnw
opuesta aI cristianismo, y ciertamente a cualquier forma
Esta es la causa de la gravedad de la situación pre- elevada de la vida civilizada. La guerra es expresión de
sente. La democracia occidental no está librando sola- barbarie y "las naciones que se complacen en la guerra"
mente una batalla en los frentes con los totalitarismos qude in sua feritate confi.dunt"- eran consi-
rivales de derecha e izquierda. Está siendo minada al -"gentes
derádas poi la antigüedad cristiana como "bárbaros", ep
mismo tiempo, desde su interior, por un proceso de des- el sentidó estricto, y como representativos del principio
integración que socava nuestra vitalidad y AeUitita nues- social opuesto a aquel que estaba personificado en el
tro poder de resistencia. orden de la cristiandad.
Es inevitable que nosotros tengamos que enfrentar Muchas veees la existencia del cristianismo fué ame-
estos peligros con una concentracióh inmeñsa de esfuet'- nazada por los asaltos de esta barbarie externa que ?
zos, gue una todas las fuerzas de la nación menudo-infectaba Ia misma sosiedad cristiana, con el
eeonómicas y psicológicas- para la causa común. -militares,
¿Sig- espíritu de violencia brutal y d9 la- voluptuosidad de la
nifica esto que es imposible pára Ia democracia, deriotár coirquista. Sin embargo el cristianismo sobrevivió a las
al totalitarismo sin convertlrse a su vez en totalitaria? épocas oscuras, en las cuales la espada era Ia única ley,
El gran problema que los estados democráticos tienen y los pueblos que aceptaron el evangelio de la paz y
que resolver, consiste en cómo conciliar las necesidades adoraron la cruz de Cristo, probaron ser más fuertes
de la organización de las masas y poder mecanizado, que los adoradores de la deidad guerrera.
que encuentra §u expresión extrema én la guerra total,
principios de libertad, justicia y hrinanidad dé Y asÍ puede ser en el conflicto entre la nueva barba-
-con loq rie, que §acrifica todos los valores humanos a la con-
los cuales deriva su fuerza espiiituar. párece existir una
contradicción insoluble entre [a técnica totalitaria, que es quistá del poder, y la demo_cracia occidental, que, es- Ia
una forma modernizada de las viejas tradiciones-dél go- tieredera dét cribtianismo. La demoeracia no será des-
bierno absoluto, basada en la aisóiptina militar, la ie- truld,a ni por una derrota militar ni por la disciplina y
presión .del pensamiento y el régimeñ de policfa Éecreta, organización que ha tenido que imponerse a sí misma
y erl sistema democrático que i-mplica ra-rimitación dei paia obtener lá victoria, si puede mantener su valor es-
podc-r del_ gobierno ejecutivó por tá discusión y la coope- ñiritual, y preservarse de los peligros de la desmoraliza-
ración voluntari*,-y.-ta tibertá¿ ae ta opinión-púbtica; y óiOn y fá Aesintegración. Pero ¿stá no es una tarea fácil.
ningrin plan.ci-e_ntÍfi9o, por poderoso qrñ sea, t'uede vén- Dura;-nte más de doscientos años Ia esencia de la cultura
cer esta oposieión. sin embárgo, está iodaviá -en terreno occidental ha sido minada en su entraña por el eonflicto
Ag prygla que un sistema, que es por su naturaleza mes entre religión y racionalismo, como fué disputada.en loq-
adaptable que el orden rígiáo del bbsolutismo, sea incá- siglos preóedentes entre el catolici§po y eI p_rotestantis-
paz de reagrupar sus fueizas ante el desafío hel estado mo. Péro este conflicto que dividió et mundo moderno
totalitario y las nuevas condiciones de la guerra. no lo fué realmente entré las fuerzas religiosas y anti-
religiosas en nuestra civilización, sino un conflicto entre
Cierto que la guerra, que es un estado de violencfa dos-religiones rivales: eI cristianismo tradicional de un
organizada, es por sü misma naturaleza, opuesta al ideal lado, y del otro, una religión seglar del progreso huma-
de libertad-personal, ley y del sis-
-bajo las reglas de táque no, que despertó una fe no menos intensa y una espq-
tema de gobierno de libie determinación son carac- ranza ilimitada en eI amor por la humanidad, como cual-
terlstleas de la demoeracia occidental. péro la guerra, quler movimiento religioso. Todos los movimientos "pre
'1 .ifit,,t
gresivos" democracia, humanismo, socia- mat Ílammend,, Manchmal i¡n Ratteh, Traurig und
lismo- se-liberalismo,
alinearon del lado de la nueva rerigión, mien= giittlinh.
trqs gue los_"reaccionarios", los defensores Aet ántiguo Und nun auÍstard. er: steht: hiiher
orden tradicionalistas, eonservadores--se Als stehende Türme, hiiher.
-realistas,
gniero_n-para la defensa del cristianismo tradicion&r, y Ats d,ie geatmete Luft unseres sonstigen Tags.
de la fglesia como una institución. Süeht. Uberstht. UnC wir? Glühen in Eines ausq,tn-
Este alineamiento de fuerzas se definió más aguda, rnen.
mente entre los pueblos eatólieos, sobre todo en dl sur In ein neues Geschópf , das er tiidlich belebt (L) .
dg Europ!. Entre los protestantes, especialmente en rn- Es particularmente difíci[ para el -ing]és comprender
glaterra, la división fué menos chrá, porque allí exis- la tmpbrtancia de esta "revolución destructiva" .(para
tían toda clase de gradaciones de opinión rbtigiosa, des- citar ia frase de Herr Rauschning), porque el nihilismo
de la alta iglesia conservadora hasta la unitaria. Cier- e§ un fenómeno que está completámente aleiado de
tamente, el poder que estaba tras el liberalismo polltico nuestro temperamehto y tradiciones nacionales, de ma-
inglés representaba la conciencia no conformista eué, nera que esiamos en aptitud de poder desechar la vi-
desde un punto de vista puramente religioso, era rfgi- stón dlrecta de é1, que fué dada por Dostoievsky-o por
Nletzsehe, como una pesadilla metafísica. Sin emb-argo,
damente conservadora y tradicionalista. Sin embargo, subsiste el hecho de que ta rebelión contra eI idealismo
aun en fnglaterta y en los Estados Unidos, los jefes in- moral, ta cultura humanista y la democraeia liberal es
telectuales de la religión del progreso, tales como Ben- uh hecho histórico, no menos real que la Reforma o la
tham y los dos Mills, Roberü Owen y Herbert Speneer, Revotución Francesa, y asf como estos movimientos
Thomas Hurley y John Morley, eran hostiles al cristia- afeeüaron toda la cultüra occidental, aunque estaban
nisrno tradicional y estaban en contaeto más o menos asociados originalmente con un pals en particular,_lo
directo con los liberales y socialistas de1 continente. mlemo sucede con la nueva "antirreligión". Como eI Dr.
Pero durante los últimos treinta años este arinea- Borkenau lo ha demostrado tan claramente en su re-
miento de fuerzas ha cesado de representar la realidad ciente libro (2) el nacionalsocialismo en Alemania, co-
de la situación. Se ha levantado ün poder nuevo, eue mo el bolcheviquismo en Rusia, son reacciones naciona-
no es menos hostil a los ideales liberáles y humanita- les especfficas de un estado de ánimo universal' En Ale-
manlá ha tomado un giro decididamente militar y agre-
1io-s d.e .los apóstoles del progreso, que a li fe histórica slvo, debido a Ia violencia peculiar y a la rapidez de la
del cristianismo. El mundb há sido üardo para eompren-
der la naturaleza qe este po_4er, porque éite tiene'poco dtmluctón det orden del siglo diecinueve que siguió al
de común con las teorías religioias y políticas que'han eolapso del Imperio en 1918 y al hecho de que el orden
gobernado a la humanidad en el pasado. su fueiza pro- del stglo diecinueve, tal como lo eonocemos en occidente
vi_ene, _no de ideas o creencias, sino de la negaciórf oe con su liberalismo parlamentario y su individualism.o eco-
ellas, de las ciegas fuerzas de ciestrueeión que yacen en nérnlco, tuvo un desarrollo superficial en comparación
lo profun9p dqt alma humana, y {ue ahora'hari enürado con la tradición militar que habla construldo el estado
en erupción dg¡u¡_o de- supérticie de la civilizaeiór¡ prrrsiano por la gxrerra y para la guerra hasta un grado
como un voleán dormido -la qué
entra en actividad desj a que no alcanzó ningún otro estado europeo. Por lo
tructora
(l) n. M. Rilke, Fünl Gesánge (Agosto t9l4).
WW ein Uulkq,niogher Berg lag er i& tpeiten, lllefiela {f,} "El aneni§9 lgÍqlítgfl.'t por
Franz Berkgnaq. fqber * Fohsr'
rl
claramente cómo eI uno se ha transformado en el otro que dependla de la libre elección del individg-o. Los pro-
como conseeueneia de la expansión victoriosa de la cul- 6temaf provocados por este estado de desunión religiosa
tura occidental en Rusia, y del conflicto que se desarro- en una sociedad que, sin embargo, posee una tradición
lló entre el estado policial militar de la Rusia de post- cultural común, no han sido, hasta ahora, suficiente-
Petrine y eI viejo ideal de la Santa Rusia, que estaba mente apreciados por los historiadores o los sociólogos.
profundamente fijada en la mente popular. La tensión Es obvio que no pued.a abordar aquí todos eIlos, aün
no fué finalmente resuelta hasta que el estado mismcr en la forrna más sumaria. Lo que me propongo hacer
fué capturado por el mesianismo seglar de las ideas re- es decir algo acerca de la conseeuencia social de la di-
volucionarias, que asi crearon la forma más temprana vergencia entre las dos principales tradicione§ religiosas
y completa del nuevo absolutismo totalitario. Nunca in- denlro del mundo protestante, porque aquí encontra-
sistiremos demasiado si repetimos que la idea totalitaria mos las semillas del conflicto espiritual que divide hoy
no fué fascista ni italiana, ni alemana de origen. Fué dla la civilización occidental, y aunque las divisiones
una reacción rusa que no pudo haberse originado sin teológlcas nunca fueron profundas y ahora están casi
los siglos de segregación cultural y unidad polltico-reli- olvldadas, han tenido consecuencias histórieas de incal-
giosa que formaron la conciencia nacional rusa. culable importancia.
En el cristianismo occidental, ambos desarrollos, re- Nada es más notable que la forma en que el lutera-
ligioso y cultural, han sido infinitamente más comple- nlsmo y el calvinismo, a pesar de su acuerdo teológico
jos y multiformes. Aquí las divisiones religiosas son de firndarñental, han producido o ayudado a producir ac-
fecha comparativamente reciente y en una gran parte tltudes sociales totálmente diferentes y han terminado
de Europa son confusas e indistintas, Nuestra civiliza- representadas por tradiciones -pol_íticas opuestas. Mien-
ción occidental se caracteriza por una falta notable de tras que el luteranismo casi desde eI principio adoptÓ
uniformidad religiosa, y el problema de las minorfas re- una actltud pasiva hacia el estado y aceptó una co-n-
ligiosas ha sido en el pasado una cuestión más can- cepclón de ta autoridad política altamente conservado-
dente que cualquier cuestión de minorías raciales de re; y aun patriarcal, el calvinismo ha demostrado ser
hoy día. una fuerza revolucionaria en la historia europea y ame-
Existe, por supuesto, el catolicismo latino uniforme rlcana, y ha proveído el elemento dinámico moral en
-expansión
en ltalia, España, Portugat y Süramérica, y el cálido la gfan de la cultura burguesa, desde el siglo
bloque de luteranismo escandinavo, pero los palses que dleclséis al diecinueve.
han tomado la dirección del desarrollo de la cultura ¿Cómo se explica este contraste? No hay duda. qle
moderna y Alemania, Suiza y los Países Ba- Cn ÉrAn parte es-debido a las cireunstancias accidentales
-Francia
jos, el Reino Unido y los Estados Unidos- también han oUdconftnaron al luteranismo a los estáticos estados te-
sido divididos por la religión en varlos grupos. En algu- rrltortates de Alemania y Escandinavia; y relaeionaron
nos casos, como en Francia, la minorfa religiosa apena§ ¡l CAlvinismo eon las progresistas comunidades eomer-
sobrevivió a siglos de ostracismo y perseeución. En Ale- ctales de Holanda, Bélgica e Inglaterra. Pero esto no
mania y en Suiza, el pals estaba subdividido territo- -deestá presente en el pensamienlo
G¡ todo. El contraste ya
rialmente en infinidad de feligreslas de credos rivales. y en la personalidad sus dos protagonistas. La quie-
Mientras que en Inglaterra y aun en los Estados Unidos, üud potftica de Lutero no es simplemente el resultado
el principio sectario fué dominando cada vez rr¡ás, has^ dc lis clrcunstancias soci:ales que lo rodearon. Viene
ta que la religión se convirtió en un asunto personal dc lgr rafces más proftrndas de su elperiencia religiosa.
,.:rl ,t, \.:'':' 't ''.:' ,',.1':.7\
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Está demostrado elaramente en los famosos pasajes si- él no está allf por su propia volr¡ntad, sino porqlle ha
guientes, eue tomo de Ia obra de Troeltsch "Enseña,nea sido colocado por §u Dios.
social de las iglesias cristianas", un libro que contiene ,,Por esta raz6n desea eumplir aquf su deber, dglar
gran número de referencias sobre el problema qlue es- que to golpeen y maltraten, si-elto P.1a9e aI demonlo.y
tamos tratando. a sus servidorut, ptro él no se moverá de ese'sitlo haSta
"IJn niño (escribe Lutero) entenderla de estos dichos qr" n señor lo- llame y todas las horas buenag_.que
(de Nuestro Señor) que es una ley cristiana no resistir ü;;. fu.-.áñriderará coráo un&. gracia especial" (1)". .-
el mal, no tomar la espada, no defenderse, no vengarse" Leyendo .*l;; p;saigs
"de _(y.
otr-os similáres)-, es fác11
sino dar su cuerpo y sus posesiones y dejar que los tome interÉátái ta áétifud Lirtero eomo una forma ex'
el que qúera. Nosotros tenemos suficiente con Nuestro y
ffi#-dé-pacitiimo cristiano de alejamientoalgrrnos de Ia vtda
§eñor mismo, que no nos abandonará, como lo ha pro- que en de
müñAanai, simitar a Ia eircontramos
metido: "Sufre, sufre; resígnate, resígnate". Esta es la Ios prtmeros éüáq""tos.'Pero,. este pensamiento tlene
ley cristiana y no hay ninguna otra. át*u"f*r. A pesar de su oposióion super-ag"tlT.t'1?-*:
"Si sufriste violencia o injusticia, debes decir que son ü-iárcriá y ót munclg, {,qtéro nunea consideró aI e§taoo
propios de los poderes de este mundo. Si has de vivir como a una ;üi;idád temporal criticable o maléflca'
én é1 mundo, eso es lo que debes esperar. Nunca triun- Uf *it*o Oicé: 'ifle escrito- sobre ]a autoridad seglar'
farás en efeetuar aquello que sucedería de cualquier rna- rfá*ánoola gtóriosa y útil, como -nilgu1l maestro lo ha
nera. Si has de vivir entre los lobos, entonces has de ñórño desde-tál tiárápos áe los ApgglglesJ exceptuando
aullar eomo ellos. AquÍ, en este rnundo, permanecerno§ ñósibtemente a San Águstín" (2). Todav[a más t qpgr-
en una hostería donde el demonio es el dueño y el mun- i."ñ; ái entrsis que-pone en laso0fa[ aceptación_por eI in'
do Ia mesonera, y toda clase de malas pasiones los ser- dividuo de su lugar en'el orden eomo ]os medJns
vidores, y éstos son los enemigos y oponentes del Evan - divinos ordenadós para su santifieación. Las palsbr?§
gelio. AsÍ, si te roban tu dinero o te injurian en tu ho- áef catecismo de É Iglesia Inglesa, "colocarme en lo
nor, es exactamente lo que tienes que esperar en es- fá¡o, y reverentemente, con- respecto a todos los-qUe son
ta casa." *i'.'rñ"jores, y eumpúr mi deber en tal condición de
En este pasaje, Brandenburg hace el siguiente co- ;ic*,- áÍ cuaÍ f,tacerá a Dios llamarme"- son completa-
mentario, que considero valioso reproducir: mente luteranás en espíritu. En realldad, hay Un pare-
cido notable entre la dbctrina de la AntigUa lglesia-Afl'
"En ninguna parte encuentro el elemento esencial slicana del carácter sagrado de Ia autoridad --el dere-
de las apreciaciones d.e Lutero sobre el mundo, tan cla- Eho divino de los reyes- y la doctrina eorrelativa de la
ramente expresado como en este pasaje ilustrativo. Et óUéOi.rr.ia pasiva dé parté .del sujeto, y el patriarqllf
monje desea escapar del servicio del diabólico posadero mo conservador del luteranismo germano, aunque el ul-
apelando a la huída; la lglesia lucha y desea arranear iimo sobrevivió al primero y tuio un earáeter feudal
el poder de manos del mesonero, empleando medios ex- mucfro más definidó. Existe, no obstante, otro elemento
ternos de autoridad, y quiere ganar control sobre los qu* .s peeuliar al luteranismo, y especialmente a Lutero
pervidores; al principio Lutero esperaba convertir a los
habitantes, ineulcándoles el espfritu cristiano; ahora, sin (l) E. Troeltsch, I-a enseñanza social de las iglg$ar-y grup$.cristia.
nos".'-(Trad. Ins.) U. pp. 86?, y E. Brandenburg, "Luthers Anrchaum¡
embargo, h& renunciado a esta esperanza, pero a pesar von Staat und Gesellschaft, P. 5.
de ello, quiere permanecer en Ia terrtrble casa. Porque (2) Krieg wider die Türken, B. AIY, l, Ml.
42 Cnlsroprrun Drwrox E¡, Jutcro DE LAs N.toor.rss 43
mismo. Es la tendeneia instür'üiva a la agrestón y vlo- del Espíritu Absoluto, y su. eoncepción de la historia
lencil, que es tan caracterlstica de los escritos polémi- óó*o I'a manifestación áe Dios en eI tiempo, de- manera
cos de Lutero, y que se muestra particularmente vio sue Welt-Geschiehte y Welt-Gericht del mun-
lenta en sus escritos eontra los cámpesinos rebelados. áá-V- júció del munáo- son lo -historia
mismo. AqYí üambién
"No se puede discurrir tazonablementb con un rebelde, encóntramos el mismo culto al poder y a Ia fuerza, que
perg se le pgede contestar con el puño hasta que su énéó"ttO su expresión extrema- entre- los disclpulos de
nariz sangre". O "Es meJor que .todos los campesl¡nos Hégel, e inspird el fannoso ensayo de Belins§ sobre Ia
fueran muertos, antes que lo§ prfncipes y magfÉtrados batalla de Borodino.
perecier?rl, _po-Iqle los rústicos tomaion 1a espada sür Pero tuvo todavía una influencia mayor y mucho
la autoridad divina". más directa sobre el pensamiento político-g_ermang, don-
Estas expresiones pueden ser tal vez consideradas de se fundió con los élementos caiólicos del renacimien-
como.qalabras violentas de una naturaleza apasionada to romántico, para producir eI nuevo conservadorismo
y coléri,ea. Pero hay algo más que eso en eiló. IIay un prusiano de P. J. Stahl y Bismarck.
fondo de religión, casi de misticlsmo, en el culto de Aquí, eI culto de Lutero.por la fuerza y y-::19{ 11;
Lutero por_el_poder. Porque aunque cree que todo po tural áe'irracionalismo" se transforma en el culto der
der viene de Dios y que -la autoiiAaa del -Estado dts- mititarismo y de un Machtpotitik amoral o super-In9rPl.
cansa en la Ley Natural y en la voluntad divlna, ve il;l"i q". Troeltsch vea en lade restauración del lute'
gst? ley, ;ro como Santo Tomás lo hizo, como una ley ianisñro gtrmano prusiano "uno los sucesos más im'
páitá"tus" en Ia liistoria social", durante el siglo die-
de- l.a raz6n, siqo
somo el poder divino y,,el
mtsterloso qué
gobierna este dañino muñdo presente,- reino de- Ia cinueve.
ira.y el castigo". "En este retno no hay nada más que ,,Junto con la política de restauración católica in-
castigo y resistencia, juicio y condenaéión, de manéra ternaeional, eicilné,-q". estaba emparentada con é1,.y
de constreñir al mal y proteger al bueno. por eso tam- lúñiñ é"inirfi-;! iá" diferente, Y c-on la cual está
bién este reino posee y- empuña la espada',. ón-contacto, a ?é.ái a*igable a vecbs hostil, el lutera-
En eonsecuencia,_ Lutero va aún más teJos y dice: ñññ;opá ü póri.iO" frincil''al del,problema más di-
"La mano que empuña ta espada seglar no es una mano fíci1 y urgente-qüé afecta^la vida de Alémania, y cumple
humana, sino la mano de Dios. Es -Dios, no el hombre, ¿il É"--¿En.i-dé ensanchar el abismo entre las fuerzas
quien cuelga, y d_etiene la rueda, decapita y castiga. Eé áG áporan ta causa de la democracla y eI . progreso,
Dios quien hace la guerra (1),,. ün anisrno en eI cual desaparecen
-el anhelo tódas las tentativas
Esta tradición luterana, con su dualismo extraño de A. ié.oncitiación; pbrque de construir un
áuente sobre este abismo en Alemania con un-progra-
pesimismo y fe, alejamiento mundanal y afirmaeión del y digno de
mundo, quietud pasiva y aeeptación eruda det reüro de ilr-;;á1-.ri.[iu"o, tué un sueño idealista
la-fuerza, ha sido la fuerza más poderosa en la forma- énéomio, pero refutado rápidamente'" (1)
ción d,e la mente germana, y la actitud social alemana. Toda ésta tradición y bt pensamiento y lgs. ideales
Tuvo un lugar importante en el desenvotvimiento del que ha producido, son iasi ignorados en Inglate¡ra,- y
idealismo cristiano. se encuentra tras la exaltacrón de ártá es ñ mi opiáión una de-Ias causas ryás p_lofundas
^malentendido
Hégel del estado prusiano como la expreslón supreme lei contlieto y que divide hoy dla la ci-
(l) Troeltsch, "Enseñanza social de las iglmias crisü¡nas" (trad'
t
(l) Ob. Kriegsleute rclig werdon kónuen. XD(, 626. Ing.). tr, P. 576.
i .'.,, ', tt):,.::,'i, .,,.t,,'.,.[iil
.: lr
vuestro interés, tened consideración por los santós, gián- "Y aquí os pedimos lieeneia para deciros que estamos
des y pequeños". persuadldos que somos pobres instrumentos indignos en
No fué, sin embargo, en el parlamento sino en el Ias manos de Dios, para vencer a sus enemigos y pre-
ger v&r su pueblo. . . Deseamos que pueda ser conocido
ejército, que la aristodemocracia de ros santos encontró
su expresión más completa. Es la nota dominante de los ¡nr vosotros, nuestros hermanos de Escocia, que no §o-
deba-tes del ejército en Putney, en L647, cuando los de- mos soldados de fortuna, ni somos meramente servido-
legados de los regimientos tomaron los asuntos en su res de los hombres; no solamente hemos proclamado a
m?no y sg erigieron como los representantes del pueblo Jesucrlsto, el rey de los Santos, como nuestro rey, sino
y lrs santos contra el rey y el parlamento. El ejército que deseamos someternos a é1, con sus mismos térmi-
y cromwell mismo, se cohsideraban como el braáo eie- n(N, y admitirlo en nuestro corazón en el ejercicio de
putivo de la comunidad sagrada, comisionados por man- su autoridad real, y seguirlo adonde quiera que El va-
L
I
# Cn¡sroPEER DrwsoN
Er fulc¡o DE LAs Ntcrorvrs 49
yc. EI h¿ enüna.do por su propla voluntad en un conve-
nlo de Ctracla con sus pobres santos (1)." Por esta razÓn, desde un amplio punto de vista, es
-de la
Esta traslaclón de la concepción de Ia "comunidad lmposible negar la importancia tradición de la
lglésia libre calvinista én el desenvolvimiento de la de-
sagrada" desde un ideal eclesiástico a un principio de
acclón polltica revolucionaria, no fué confinada a ex- ¡ñocracia liberal anglo-sajona, ya que, como Troeltsch
tremistas sectarlos, tales como los baptistas y los hom- ha dicho, la diferencia entre los ideales políticos de un
bres de la guinta monarqufa, fué aceptada por los prin- Gladstone o un Abraham Lincoln, y aqüellos de Stahl
y Bismarck, señalan las grandes diferencias entre eI
clpales teólogos independientes, como los dos Goodwins,
por fntelectuales como Vane y Milton y por los lfderes inundo del pensamiento luterano continental y el an-
glo-sajón, el-cual fué determinado o influenciado por el
det ejército mismo, Crornwell e lreton. John Goodwin, óalvinismo y las iglesias libres. Tras las últimas se en-
el gran apóstol de la tolerancia, llega aún más lejos, cuentra el ideal de la Comunidad Sagrada, seglarizado
al punto de comparar el espfritu "crÍstianamente heroi- hasta eI punto de que es hoy aplicado a las grandes na-
co" del ejército, con el ejemplo del "Señor Jesucrlsto, ciones civilizadas, pero conservando todavía su actividad
bendlto por siempre, que entró en las cámaras de la moral y su deseo de dominar y reformar el mundo. AsÍ,
muerte para desde allf traer con é1 un mundo perdi- la creencia del occidente moderno en el progreso, er
do" (2). Y marca el comienzo de un nuevo mundo, por- los derechos del hombre y eI deber de la acción política
guo, como señala Troeltseh, el gran experimento de la que se conforma a los ideales morales, deba lo que deba
reptibliea de Cromwell, a pesar de su corta vida, por la a otras influencias, deriva últimamente de los ideales
energÍa de su impulso religioso abrió eI camino a urr morales del puritanismo y la fe en la posibilidad de la
nuevo ttpo de civilización, basado en la libertad de la realización de la Comunidad Sagrada en la tierra, me-
pon¡ona y la conciencia, como derechos conferidos ab-
dlantes los esfuerzos de los elegidos. Mientras, la combi-
solutamente por Dios y la Naturaleza. La conexión se nación germana de realismo y misticismo, de disciplina
ve mág claramente en América, donde el calvinismo con- externa y anarquía interna, que es tan extrafia a nues-
gregacionista de Nueva Inglaterra, que fué un desen-
volvimiento paralelo al puritanismo independiente de la tra forma de pensar, tiene sus raíees en la perspectiva
luterana del mundo, con su coneepción de Ia humanidad
anüigua fnghterra, desarrolla¡rdose de Iás mismas raf- corno el instrumento pasivo de las fuerzas poderosas de
ce§, en ürección diferente, se dirige directamente a la la naturaleza irracional y gracia irresistible.
aserclón de los derechos del hombre en las eonstitucio-
nes de los estados norteamericanos, y a la elevación de Asf, los dos tipos principales del p-rotestantismo re-
Ia democracia polltica. Pero tambiéñ inspiró la apari- presentan, no sóló,do§ ideas distintas de la lglesia, y de
clón de la nueva cultura liberal burguesa en Ingiate- iU relación con eI mundo, sino también dos conceptos
rra, anrnque aqFf el desarrollo se compllca a eausa del Opuestos de la Ley Natural. La.concepcióT de Lutero de
eolapso qplaqtróficg §e! uperimento cromweiliano, y de lñ Ley Natural, e¡l lo que afecta al estado, es un reco-
ta seglaridqd pg,rcial _de sus ideales en Locke y la se- noclmiento realístico del orden concreto de Ia sociedad
gunda revolucién lnglesa. Como producido por la Providencia en el curso de la
hlstoria; o para usar la expresión de Kaufmann y
(l) una declaración del Ejército rnglés ahora en Escocia, desde el Troeltsch, es la Ley Natural del irracionalismo (1). Cal-
en Muselburgh, lo de Agosto, r6s4. En ..pu.
camp-Ernento de- log sitiadores
ritaniomo y Libertad", Woodhouse, pp. AU.A. vlno, por otro lado, cohsideraba Ia Ley Natural en l.a
(21 'Podcr y derecho unidog", -citado en woodhor¡r¡e, op. ci:. p. zzfi.
t
ttl ,roeltsch II. p. 616.
L \1:'!ri:'
52 CnrsroptrEt Dlwsorir
r Er Ju¡c¡o Dr r¿¡ Ntoorr¡ Sg
56 CnrstopHEn D¡wsolr r
I
r f,l Ju¡c¡o DE LAs N¿ooNrs 87
60 Cr¡sropEtB DrrsoN
I El Jutclo DE LAs Nlcro*rs 61
Te}la, y sus héroes fueron los mártir es, Martyrum can*
dtdatus exercitus. Desde enfonceq-aó"aüürJra
lulia
fe crlstiana fpé predi,eada, no soraineniá en Europa,
f
I v de Ia cual se desarrolló finalmente el tiberalismo po-
no de un extremo ar otrb aet munáó,'desd;;;-póh-y si-
t imo en el sentido más estricto. EI fracaso del liberalls-
'úItimo
Anam al ca¡radá, los nomrres d;ñ h¿mbres que-;i;i- I mo en el curso del siglo §e ha debido, sobre,
figuaron con su san-gre ra d-rib;rtrñ-;ü,it- I to¿o, al fracaso de los partidos liberales para dqr ex-
tual, han sldg
l9n1ad"og, y es,verdad-t
sotamehtJfroy, con ta apa_ I presíón adecuada a esta ideología, Y & la tradición so'
rlctón der nuevo desafío" tCIáriiárió-l io, varores I ótal, ffifo profunda todavfa, que se encuentra tras é1. El
tianos, que gr_ fundamento ¿er maitirio'v
Ios mártlres,, han entrado en la .uuslién. er
cris_
,,honor de I moümiento [beral, en su. sbntido más amplio, trans-
I formó al mundo por una liberación inmensa de las ener-
La fuerza di¡rámica de este idear espirituar üryectó I Sfas humanas, péro eI liberalismo en su sentido más ll-
nueva vida en la crvilizactón moii¡u"aá^aer
munaó-ai- rI í"itado, ¿emoitió su incapacidad para guiar las fuerzas
oue había liberado. §e cónvirtió en un credo defenslvo
_tls,rp y-qiq al cristiantsmó utino-f ñóa., de incorpo- y negativo, el cual desde el punto de vista soctalsta' no
rar tos bárbaros del nort. a-iJ
"u.iu'Ji"Lñ ütí_
vllizaelón medioeval de bcciaeñte. ál* ü iepresentaba nada más que interés de clase. Si¡r em-
nuevamente gye el principio de É-iioér=üa encontramos bargo, la crÍtica socialista del liberalisrno fué, al-menos
tué ia-;;ffi
ps tmportañre dei rrueío aesenvoloimiJni;";ftflrff"i. on su primera forma, un producto de la ideologla llbe-
ral. Fué la extensión, a una clase más amplia, del ideal
¡»gy- -duro
reconocer
qpe- pueda s9r para el aemociati
#áffi
algo en común -entre rur -iáéurd ;-tñiñ; que al prlnelpio había estado limitado a la minorfa po-
del mr¡ndo fiudat éátoñ.o. i, ilttcaménte Conseiente. La apelación fundamental del
lir embargo, ros antiguos
liberales ro realizaron *Loio a sabiendas,
por su ideali-
soclalismo descansa en su aserción de los d.erechos so-
ración de ra ctales reales contra los derechos políticos abstractos. Es
_c¿rta ry*á"r y aei móü*iu"to constitu- una llamada a lo mismos principios que inspiraron a
t"ülr ffi,y?,l*t mitl:ti
de Ia libertad preconrzaoa en ri ag;};#*,i*¿i.srt
los precursores del iiberalismo inglés, y que fueron aflr-
mados tan admirablenaente por uno de los intérpretes del
pendencia v nies aún tod"ui* oeciaiacion de ra rnde- efército de Cromwell, cuando declaró: "El hombre más
Revoluctón-Francesa. ¡ro onsiá;ñ, ,r;;iamada por ra
au pobre que hay en Inglaterra, tiene una vida pare vlvh
envotvimiento ;"",;;rafces del des- como el más rico" (1).
-de la riuártil r 1a aéroñ.i, occidentales
Esta afirmación del derecho de los hombres a vivir
::#i§$Hln**t't-t*{*iuhífi:,i?;#ffi una vlda completa, es la esencia del socialismo, y asf,
es
llo una unidad polftica tr Ietos de estar en oposición a la tradición liberal, es una
dad compuesta ae iráá-váe prolongación de esta última, desde Ia esfera de la ley y Ia
@cliales, cada upo pose_yendo una vi'Aa,áutéüffi;T.; polftica, a la ciencia económica y la cultufa. Sln em-
propüas lnstituciones ü6res. ñargo es irnposible ignorar la existencia de un elemento
. Fué en- rlgraterra, en er sigro diecisiete, que eI tdeal antt¿i¡eral én eI soclali§mo, que ha contribuído más que
crlstfano de libertad es_piritual-y ra trááiáián *rddffii ñt"gri" otro factor separado, al fracaso de la libertad en
ub"TFd-es porlrjcas_iresaroll ju"tálpñ producir el rñr¡ndo moderno. El socialismo continental, repre§en-
!_" ra
tado sobre todo por KarI Marx, e§ responsable, nO §O-
#"r .HTl3?13",'Hfr hlH i:i H# H'.f;Sñl;t#
(f) Cor. Rainborough hablando e,ontfa Ireton on Puttroy' Oct' 20'
lw.
,
L
62 CnrsropHER DtwsoN El Jurcro DE LAs N.c,ctowrs 63'
HSnll
tat y la necesiáad ae créái- una comunión orgánica
en-
D r*O*TE cien años, la Europa cristiana ha existido
iitti.':'"tt*';?$ür,::pf -f,iigfmf*l.SS¡:im, como una verdadera sociedad supernacional, una socie-
mente, y son Un idear ái pu;ñ-ñ*_
.?.rl^iTp..óte.nt9i,
cer vago utópico, dad consciente en alto grado de-su comunidad de cul-
_y péro la historia nóÁ ae tura, a pesar de las guerÍas continuas y divisiones inter-
pun-gu! eíemenlgr en una ."imHt3:t3i?
tradición riberar bár-i,ánéntespue_oan iái sumergldos
qa§ que crearon su historia. Europa recordaba tra unidad
_él F"iip,
temporalmente o, suprimiaés por ra fuerza, del mundo helénico que se ergula contra eI mundo no
tqgnte reaparecegt inas. prónt'o-ó ni¿rrároe, i¡revitable- helénico como una sociedad dé pueblos tibres contra el
a menudo despolismo de oriente, y como el mundo civilizado
rnundo de "la buena vida',- contra el mundo de-cl
en una forma nueva e iriesperada. Ei
eonsiste en aiust_ar nuestio^ pensamiento;iñib-niiñ-rffi los
eondiciones: üer ro qué;ñ; y ro que a ras nueva§ bárbaros.
tradición oóciaenlári_ t'orirprender queha muerto en Ia Hoy ya no es lo mismo. Europa ha perdido su unidad
i
poderes nuevos. que 'et-rromure tos i¡rmensos
r,á--"odr¡rido durante er
_
y la cgnciencia de su misión espirituat. ya no existe una
último medio .igro- pludil'I." q*preados división elara entre tos pueblbs cristianos y entre ros
de Ia tibertad cqn en eI serrrcro que no Io son, y con Ia desaparición de su conciencia
¡á *irmJtaciiida¿ üJñ q". han srdo cristi¿na, Europa ha empezado a dudar de su propia
aptricados para Aeshuirlá.---
existencia. cada uno a su manera, el nacionarisnio f er
lnternacionalismo moderno, igualmente han ignoradó la
existencia de una cultura európea de r¡na sociédad euro-
pea de naeiones, y han intenlado construir un nuevo
mundo, sobre fundamentos disti¡rtos.
::1i::\ .
-.-ra
--r¡i:I".r-¡---':F@-F
la multiprieidad e inconmensurabilidad
ciones nbtiticas, Ñ;;o*prender de Ias organisa. log estados-nación de Ia Europa moderna, d.e manera
quier siStem3 itite'iñ;ióñar, que el absurdo de cuar, {ue el "Dorn7rs, (Irbis, Orbis" agustiniano, está tomado
trata a todos ellos co*o
si fueran individuos potí-t-ieó¡ conjguarejaerecrros gomo una clasificación adecuada de la estructura social
naturateza eomú". iompáral a cñid;on y una del mundo entero.
tos EE. UU. Liberla, o ir La teoría política aristoteliana estaba basada en un
:g1 U qeptiÉrrca »óminicárrá, es como com ürálisis completo de las formas existentes de la socie-
3Tii""',,'ffi??uü;'#:Lrlffr,iir.tJralr;1xü,![ii', dad, y aun en eI tiempo de San Agustín, todavía conser-
__ -
tp comparación de formas tan ofársas puede tene:. Yaba- su validez. La sociedad civilizada estaba organi-
gada todavía sobre las bases del estado ciudadano, y el
,q.i:sl!t?i;ru,flrfl ,rí;§Ti:n:l1['i1rtiffi ti#H
los botes o los^,brlT_lt.perg- que
lmperio romano formaba una especie de sociedad mun-
dlal'compuesta de estados-ciudades, güB eran las célu-
prgpósitos
no es de ningrin
uso a las del organismo internacional. Fuera de ésta se en-
los orgaáiiación'irái,iió".ti mt ntáramos
.de_
organfzar ra industria navai io,br, Contraba eI mundo caótico de los bárbaros que vivían
¡r ñiin¿ipiñ-ál i;
voto por bote, lo único q,ré consegürtá-nios um especie de existencia subpolítica, y q-ue constitulan
zar el orden,:15t^.lt9-y'produei""ia anáiqutaes desorgani_
y el caos. tula amena?,a continua para la sociedad civilizada del
Y to rnismo yju,*,j-"_ñqüé er aniurao él or,bis teyrarum rofiLano. Todavía existía un gran estado
te, si tratamos -un& *uros fragran_ que permanecía en un plano de hos-
de crear organización ürternacional clvilizado
basada en ros cr9_regho{igualeJñáh,
ñdone§, y consi_
-Persia- hácia Roma, y formaba -una especie
ttlidad permanente
deramos cada-esraao ¿e-Vaclo
ddñáái *" nación de de ,antí[esis oriental de la monarquía mundial romana.
iy,re. sin embargo, esto éi ro
iie, iás lrá.Iór.r, porque encontramos{ñ i"ñtó Esta estructura sociopolítica todavÍa conservaba su §lg-
nlficado para la mente medioeval a pesar de los cambios
originares de ,rrtrul3ffirB,rHt? eI Mund.o. Para los filósofos medio-
la iiga" urr-.ir.utáao aá'veisaues, ros Es- que r¡CúLr¡GL sufrido
que había
tltag Du¡
tados unidos juntoa panamá, Giáñ
jaz, Italia y Liberia, F rancia y Haltf.
sieiiilñ":;iht- ivales como Santo Tomás, Ia ciudad era todavía el Ór-
gano político esencial, Y €1- Iugar -del imperio romano
si esto hubiera sido simplemente una concesión a Las íué ocupado por el cristianismo al gue se consideraba
neeesidades temporarlas oe la situación de postgu;d; como td rinicá soeiedad universal. Además de esto exis-
no hubiera sldo tan importante, pero va mucho más tfa el Islam, eI anticristo social, eon el que el mundo
lejos,- y _envu-erve ras pres-uncioned §ociórogi."r-¡e"Iñ; cristiano vivía en un estado de guerra permanente, y
los ideales del modeino movimió"lo iñt?rnaeional. va además existían los paganos del Báltico oriental que
sea en su humanitarismo seglar en sus aspeitos-cbío- Astaban siendo gradualmente eonquistados e incorpora-
licos..Por ejempro, ra reracióñ más -o dos, contra su voluntad, a la sociedad cristiana.
ó]áia qLe conozco de
principios inte'nacionares catófieñ c?ogo álÉuüi Pero hacia fines det siglo quince este cuadro tradi-
rnternacional,-preparado por la únión -.1rnt--ern¿cional de
Clonal, de súbito, se hizo pedázos, interior y -exterior-
Estudios sociarés-- mientñs trata proi*d*ente mente. Europa advirtió de pronto la. existencia de un
de los mundo enteio de pueblos, 1os salvajes de América -y
dereehos y deberes de los estados, éoneáa.=orra
superficial al fundamental probiema sociorosico aüención Africa, y los pueblos civilizados del .lejano Oriente, 4e
"naturaleza" del estado. Aeepta casi sin modlflcaelón ü
d; manera que se magnificó incalculablemente la eseala
concepto aristoteüano el de su unilerso histdrico y geográfico. Al mismo tiempo
act eitadñiud;d} io-spñ; ; el mundo cristiano era convertido por la heteifa en un
.iirir.,r'r-"1r--.¡4"?:-r,,"7:-T
pre§en'ciando
}oy, no e§ meramente una cuesüón de r.¡
validades o inter:eses eurooégs. us un cñnieto mundi¿rr,
que se está rib_rando sobie terñtorio
áüropuo, p€ro r.,
efeetos der crmr,ro p-u.oór ser limiiád;;a
La misma idea cte la'ley-interna.ionái, Europa (r)
do moderno lá como el mu.
ra ha con"o.ñ;, tue éi-piot'ucto de ra
lización euro,e,a y tuvo iü ngge, órñ;-todos cir,l
mas erevado§.a.q ";,iüérjJiiuilización, los varo'r,r¡
un orden esnirituai sobresarieñiél-i" en ffi
ra creencia .rr
rey divina v VI
natural, a ta cual toAói-roJ puebloí
loi iñáiiüüás, estaban som..f,B*t v as¡ coiril
como er papa ha dichó, Lr_sotamente por
,n retor,,,
l.A §ECULAñIZACION DE tA CULTURA OCCIDENTAL
*ü;ñ .i'#::ff
ie T?,l?ü.ff i_i ü,.ffi:i,f:ir .Tj#By u
éste es un próbrgma
la Liga de las ¡racióñés, -á *¿, rüñáariiirt"r QUe er rrr,
que cuarquier proyecto rrr,
unión Feclerar. us.soiámtnie buanao
eT-piineipio morar ]l O es pqpible discutlr la situaclón moderna, ni des-
d¡ el puntote vista de la religión ni del de la polÍtica,
ffi:i:,"{{d{{{:ü#i;Hli:i"?.Tr?[t$:iá::::rm: lh emplear la palabra "cultura". Pero la palabra ha
f"?L",'ffi Hflt?1ti#tü:ffi:ütf üüo usada en tantos sentidos diferentes y contiene tan-
pués der naufragio aJ l?t#iP.,fltlTH# hr mattces en su acepción, que es necesario decir algo
rui-éii¡ñtes iá'ái"rogias de prt,_ Dbre el sentido en que la yoy a emplear, de maneia
-innecesarias.
fr!:tr"Ifl1§{lil"uH#ff r,r",triTffi ñ1#,H*irf l üc evitar confuslones
cipios filosóficos y morales, so-brg
sóIo ta civ,rzacién cr-isiiihl, tdfi;ffiáffiffirijfil; - , El Diccionario Conciso de Oxford da tres significa-
smo hda ra crvürzaciór. dos: hnr&nza, nneJoramlento por medio de la educación
mental o ffsiea y desarrollo intelectual. Ninguno de és-
hü, sln embargo, es precisamente el sentido en el cual
I palabra es umda. por los antropólogos, sociótogos, y
lhora, de modo ereelénte, también poi historiadores y
fllósofos. Desde 18?1, cuando §ler,-en fnglaterra, pu-
bltcó su famoso tibro sobre Cultura Prtmitiv&, y deBde
ün- perfodo anterlor aún, en el continente, la palabra
fc ha extendido hasta cubrir todo el compteJo de insti-
tuclones, costumbps y creeneias, asl corño ias artes y
üganizaeión económlea, que constituyen la herencia so1
gtat {e--gn pgeblo. Es casi ürtercambiable eon la pala-
-a
bna clvlltzación, aunque la u,lüma está restrlngiAa tas
idosc fueron Gxpucstas antc dol s¡rallido do Ir
fomss más elevadas de cultura, vB que excsté r¡na ob-
, ,jl/n*Tstac guoma cn
tcdón obvla al habla¡ de tra "clvilización,, de un püenio
86 CnlsroprrER D¡,wsoN
Er ju¡cro ob ¿rs ñ¿,c¡o¡vr§ s?
incivilizado. por
.lo tanto, empleo cultura como el tér-
mino más amptio e incrüsivo', t cfiiru.io" ó*; -ü; La relación entre las más altas y más bajas formas
tipo particutar de cultura, en sus de religlón nunca ha sido más perfectamente especifi-
manifestacionéi-*?, eada que en la.s palabras de los apóstoles a los simples
elevadas y conscientes.
llcaonenses, cuendo ellos recibieron a Bernabé y a Pa-
,!
AsÍ, es posible ubicarse detrás o más allá de la civi- blo como a dioses: "Os anunciamos que de estas vani-
*?acrgnf .y esturliar la naturaleza lnumana en un esta-
oo dades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y le
relativamente pero nunca es posible ir tlerra, y la mar. y todo lo que está en ellos; el cual en
-primitivo.
mas altá de ra euñura. La iael áui r-iglo oieóióéño, oé las edades pasadas ha dejado a todas las gentes andar
un estado de la naturateza en et cual éi ñomrre e"lÁtü en sus caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin tes-
an_tpq de encontrarse aprisionado entre ras
mallas
red del estado-¡¡ de ta ieligión oigáñiáál y en de la tlmonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y
et cuat tiempos fructíferos, hinchiendo de mantenimiento y dé
$:b:gl-:_t1 gde se encueñtra nuevamenre de manera alegría nuestros eorazones". La religión del hombre- pri-
nlraafn aamnl^t^-^^-¿^ ---.r.
í,
.lt..f lt,6.,id.j"iaEr-il"lbüpü:ñ ilffTil mitivo está unida a esas cosas: comida, lluvia, y el curso
de las estaciones. En ellas él ve la mano de Dios y el
*,iii,l:,_::*p,:pf
rnrurvo rorma parte.de pur'd sociar, ;'#;üff
patrón. i.";A a menuoo ,ffi; trabajo de fuerzas sagradas y mágicas. De esta man-era,
Sjf§" i"jiá depende
elaborado,-y "q1pj".lt--un_
aé rai-traaiciáner Jottrrrres,
rüuv
la forma de vivir de los hómbrés, y las crisis de sus
to como el hombre civilizado, o arin-rnás-.- tan-
vldas están tejirtas inextrieablemente con ras creencias
En la misma forma es imposibre separañh curtura y práctlcas religiosas, para formar su patrón de cultura.
de .ta religión, y cuanto más ;tid; ,;lrl.mos Sin emb&rgo, aun las formas de religión más crudas
en ra his-
tgr_ia, o- más deseendemos en la escara áét
a".aii"ll";;
gal,. rnás estrechamente unidas e.t¿rrla úrr* .o' ra
y. más primitivas nunca están completámente restrin-
otra. gidas a este patrón; siempre poseen un elemento de
Es fácil entender ra razón aé estq qñ es inherente transcendencia,-sin el cual cesaiían de ser rerigión. Da-
la naturaleza de_ ra religión mismá. tsorque ra religióna do. que- la religión es el vínculo entre el hombré y Dios,
no es, como creyeron los racionalistas dé tos aos üiii- entre la sociedad humana y el mundo espiritual siern-
Jnos siglos, un fónómeno secundario quJ ¡ra suigid;-á; pre tiene un doble aspecto. para el que lb admita, sea
la expto!.q.io, de la credurid"d ñü*;;;;, como Hobbes un viajero o un crltico racional, Ias -religiones priiniti-
lo dice, "de ra-opinión de fantá.dil-ig*rancia de mo- ves pueden pareeer un peso muerto de la con?ención
tivos ocultos, devoción a lo que ros rlonñnies y s-uperstición soeiales, que impide avanzar a la socie-
tomar las eosas casuares como pronósticos,,; se temen, y de
encuentra dad;- para e]. primitivo rriismo, §in embargo, es el cami-
en el mismo centro de la concieñcia huáái*, no de los dioses, el orden consagrado tiaáieional que
del hombre, de su dependencilaffie;;;*ás er sentido
", artos v de
su retación eon el mündo espirüuáil cua;6;ffi;irilpi;
lleva la vida humana a la comünión con los pode'res
más altgs; y vemos en la historia de religiones más des-
es una cultura, es más estrácha rr, ,éráóion
con la reli- arrolladas, que las prácticas religiosas más simples y
glórr no porque una curtura inierlor sái'iñ¿. elementales son capaces, no de estar cargadas solámen-
que las elevadas, sino porque tos umitelestrecññ-A;;;
"ipiriffii
control sobre la natur a{ezaáumentan er ,.rrtiao te de emoción religiosa, sino de convertirse en eI vehículo
dencia del hombre, ya-que parece imposiule para
o. oñ";: de profundas ideas religlosas, como por ejemplo el rl-
tdad existir sin ra a¡ldá de ros poderirs la socie- tual del sacrlficio en la India antigua o la ordenación
mistériosos qü;-r, ceremonlal del ealendario en la Chüra.
rodea,n.
Por otro lado, cu¿ndo llegamos a las retiglones más
:i,.,,',
i!
!r9
a primera vista vorver ra espar¿a a ia- viaá que parec* 'r
" No hay duda que el rápido proglgso materlal
y. la
condenar to-dos los varores náturáiel ñu*i,na v 'lipansiórf externa-de la cultura-océidental han tentdo
tá construída ra eurturá humana, sin Jo¡r, ros cuales es_
emráiáó tir"á Íd efeeto secularizador. Los imperios del mundo tlenden
gran infruencia sobre ra cultura'Jlmprrmé"J*-éáieéi1,.
"á* i¡suatmente a perder eontacto Con sus raíces esplrltuales
sobre ta vida sociar de ros nariv;s d;i ñib;tf
A. ürld, i lo mismo su-cefle con la expansión dey_una clvlllzaclón
no menos qyglna religión que adopta una fnr meaio de la influeneia i_itelectual admlnlstratfva,
actitu¿ ran
camente oositiva, o cómo ñosotróí áe"imos-;p;;;;;';,_ 6Opo lo vemos en el caso del mundo helénlco en la ter'
frente a ta natuíare rl i-u la vida rrlmana. oora y segunda centurias A. C. Sin embargo, QtI" .r9
"{e 9¡te -tipp:i*
Religfone.s
embar§o, tiaen ñes üürr*rnre eI ete_ il te tausá eseneial del cambio. que La ctrltura occldental
menro de rensión y coñtÍicio á;-ñ;;üió" lC estaba secularizando antes de el gran perfodo de
.riirr'r"ri_
sig.T v cuuura, qud es rácir iá"*"r #üffi"ii'iill ,,,"#- 'n¡ expansión hubiera empezado. Las cau§a§ ft¡ndamen-
-de
ese proceso fuer-on espirituale§ y relacionadas
n*á á!;;r'eee compreramenre runu,§Í Jtiá?ffirrá'-
cla con el patrón social^.
ü¡les
$trechamente con todo eI de§envolvimlento esplrltual
ru+gtn tipo de cultura encontramo§, por del hombre occidental. Pero las mismas cau§as que pro'
-^-rf nada
razon, que cbrresponda rearmál[i-ar pióbrEñ* esta üUJeron la secul afizaciÍn de la cultura fueron tambtén
tenemos oue énfi.entarin .l morrrrñtó-áñrente ir,iá Itsbonsables de su expansión externa. Existfan, en re-a-
btema de* un, es,taaJ-á;;;dñ;i¿, _el pio- lldád, dos aspectos dé un solo proceso, una revolución
; tiho"u"ión eñrre
Ig t_._ligió, y ta cuttu.a-;ñ otras pdraüos, tat del mundo que parece trascender a la histori,a y
de una curtura seeurariáaqa. *"- ñ#-a,ra"el problema Grepr nuevas cat-egorías, con las cuales nuestras tlor-
culturas han pasacro poi-fases ¿e iécutar que otras mds tradicionales de juicio son incapaee§ de conclllar.
tiva,,por ejempio crriná án' izaeión rera- I Es con respecto a los hechos religioso§ gue los mé-
enér^,,ui,iiob.q,ióáo;."i;t:ilff ilá|3.1;c*r1.Tffi tOdos tradicioñales de interpretación son más imperfec-
estuvieron limitedas J-sóciig*.r::.iáitiJorares,
y easi üos. Porque si consideramos el problema desde ur pur'
ciertamente a pequeñár órirus -eñ üo de vi§ta cristiano, nos encontramo§ con la paradoJa
o ériÉs esüas
de que fué r¡na cultura cristiana, Y ro una pagana, la
des' Pero hov és soereda_
-ün tenórnelo mundiar, y, ar menos en
Ias sociedadés. *a.-ááéi'rriüdas.,
se extiéri¿e a través de firente de esta revolueión. Mientras, el htstorlador se-
roda ra esrructlo" róá¡ár gtar es llevado contra el hecho igualmente perturbador
;i";fdd;ra-;üffi" ra genre eo_
que el penümiento ¿. lrr elases óe que el elemento no seglar de la cultura occldental
frt"¿,Llff.Tt y sru- ha §iAo el elemento dinámico en todo el proceso del
Es bastante seneilra Ia e4prieaeión cmbio, ya que la secularización completa- de la cultura,
dad de Ia situariór de Ia universali_ por un ate¡amiento de este elemento, harfa delenpr por
ñ;..";u. Es debida
mundiat de ra-civiliiaetÍi- occioentai- a Ia extensión óompleto él movimiento progresivo, X asf prod9ctr qrg
poiru
impe$af, por er prográso;#;ñi'ínm'i, expansión rccñdad estátlca, que tia domlnado el ca,mblo soclal'
económica e intelectual. pero,.¿-.g¿Í ,i penerración hasüa un grado taf que ya no pt)see nlnguna energfa
ü iaaeión
Ia exüensión Ínnoensa de la éiüuizicton-oietdáñtfu;; entre vlt&I.
Ests es tra grandese y mtserta de ta clvütuaclón mo'
|i: tt':t:,4'.i
dern-a que ha conquistado al mundg por ta pérdlda üe los bárbaros se habÍan construído por medio de la
de
s,u a.lma-,
.y que cuándo el alma está p"raiA*. AeUá o", _ gspada.
La existencia de este doble dualismo Je la lglesia
oer rambién al mundo. La cultura océidentaí nunc,f ñn
sido una unidad natural, como rás- giandes eivllizacio-
nes der antiguo, oriente, como Eáipñ; brrina- e rnái; y et estado, y del ideat cristiano y la realidad bárbara-
Es una asociáción eambiante d.ññbios y pa¡ses, -qi* fo ut a de iás razones principales por Ia que el cristia-
debe su unidad a la continuidad'ae lu-tiráiéiéí, frfs*o occidental no se^ deseñvolvié en una civilización
tradición oue ni siquie-ra origid riñó .ile úeiáá¿;iran;: uTu iétigiosu cerrada, como aquellas del antiguo oriente. En
y erigranaecio, rrari" qr. se convirüió en ra fuen- Caníbio, Ia unidad del crislianismo se rompió y [_a hege-
I9rT0
te de un mundo nuevo y una nueva humanidad. monía cultural de la iglesia fué destruÍda por la revo-
rante mil años ra portaáora de está iüai.ion fuéDu- lución religiosa del sigló dieciséis. Pero aunque_ esto pre-
iglesia cristiana, y áurante este párioaó'aá ra paró el cañrino para Ia secularización de la cultura, na-
fué solamente corivirtiéndose en ñdembros deiorrnae-ioñ, ta podía haber-estado más lejos de la m_ente e inten-
que las naciones pudieron parttciprr la istrriá Ctóri de los líderes del movimiento. Por el contrario, &
de la cultura occidental.
.rr- l,a comunidad allos les pareció que estaban trabajando. para la dese-
Cularización de la iglesia, y la restauración del cristia'
ñ. . La. importancia de este factor ha sido rara veu su- nismo a su pureza primitiva. No comprendieron que el
fieientemente
.ap_reeiada por tos rriJtóriaáore.. Elros re_ lntento de purificar y separar Ia religió1 de sus agr_e-
conocieron ta influencia áe ta isr¿iiá-á" la historla -¡iér E&dos culturales, podla eñconürar su equivalente en la
dioevar, v la forma en ra eual-ra ünioa¿- iriieióiá me- íCpaiación de la Cultura de la religióq y.la secularwa-
eristianismo aeondicionó el desarrolto dJ los pu"ebbs ñ: Ctón creciente de la vida y el pensamiento. Y esto fué
eidentales. ,pero,
_rn€ .pa{ece, ninguno oé Lilo§;"mpñ-
lo que sucedió, aunque fué un proceso gradual que tar-
dió. ptenamente la. silnifiq?crón"a"l-rruóhá, que es dó siglos en comPletarse.
únieo en la historia árundiat, que nüióp" encontrócasi su Sin embargo, la nueva cultura humanista que es-
3*:dg {-jgrT, culrural, no Sirirpremán6 por ta pioi._ üAba empezanáo a desarrollarse en occidente en los si-
sron de r¡na fe_ común, sino por entrar en una comu- glos quiñce y dieciséis, estaba lejos de ser enteramente
nidap espirit-ual.qug ya existi* y que posera ñpriffi-
pio ind-ependientá iecular. Como Burdach 1o ha señalado, misma con-
ganos de autolidad.de-organización,
coñ sus propioloi- cepción del Renacimiento renacimiento de la cul-
y sus propias insiiiüeiories v rává".
La i_glesia medioevai no ei"a un estado déñiro'aJ'ü" tuia- estuvo estrechamente -o unida con la Reforma, o
gst-ado, sino una sociedad superpotili.a áe-ra cuará 0l renacimiento del cristianismo. Ambos estuvieron in-
tado era un órgano timitado, toóaf y-rünoioi"ado. es_ fluenciados en sus orígenes por las esperanzas aPoea-
rdeal_
mente hubo una.g-ral socieáad _ia-aáipuebro- crrsiia_ lfpticas de una renovaeión espiritual del cristianlsmc/,
que estuvo tan extendido hacia fines de la Edad Media,
l^trii!",8'f Si[,{i,I?í3:,ñ,Í,iJlru;f Hff g,#'ffi: Í qo. eneontró diferentes formas de expresión en Euro-
te medioeval no concernía exétusiv;móñte-a ras relacio- pa meridional y septentrional. Ni los humanistas ni los
nes de las dos jerarquÍas entre si, Á-i-ñó-mlnos ieformistas soñaron Ia destrucción del cristianismo. Cre-
conscren-
te_mente y de modo mes profundo'ar proorérna de recon_ yeron, como Erasmo, que "el mundo estaba recobrando
ciliar este orden ideal con el mundo real de estados te_ n¡s sentidos como si despertata de un profundo §ue-
rritoriales y principados feudales, que lm áuscenaánte, ño", y pensaron que Ia religión y la cultura podlan des-
:iit.,])',.
ir,.:l
n Cn¡sroprrEr DrwsoN
Er, Ju¡cto DE Lá,s N¿ctol¡ss 98
prenderse de_sus antiguas pieres,
volvlendo a sus orígen"es. Jr renova,r su Juventud
,ile ser
¡,üe Fué Una f,eocracrA,
seglar. F'UC
Sef SeElar. comunista totalltaria
teocracia, COmUnñüa úoüauu¡Lua,
Asf, Io Qle obtuvo el Renaeimiento {'$obernadá por un rey sacerdotg Meüafísi.g- :19'
9:!91, gue descubrió -ui nuuoo m,ndo fué eomo Io de gido por sufragio universal,universal, y tres -etmagistrados repre-
encontrar un camino de vuelta añlr¡Jmunaoen su intento de trata-
por une ientando
Eg¡lUÚU¡¡f¡L, al
Q¡ Poder,
¿Lrt vr, la
Lc.. Sabidurla
Sabidu
vqv¡ss¡'w yvJ la
'E Ciencia,
Y-v que
quq
a-- ----l--
ruta nueva. E¡ra remoclo, ;aüiü'd;ü, ban respectivamente de Ia gueria, la ciencia y_la edu-
.que rrauiañ ataao ;ñ;;mienro y ra .jlgfri.T,f;3ff: eaclón, y It ciencia económica_ y la eugenesia. No eran
bre medloeval, ta aparl¿ió" ae münáoJrruors
y ta com- admitihós ni la propiedad ni eI inatrimonio, nl la fami-
prenslón de bs po§i5itio;de¡-ililni6ür lla, y los magistradbs trabajaban de acuerdo q su§ ?P-
rr¿ra' causaron rlna libera_ción au ," razón hu-
á9 d;rgñ'l;áíí tttüáes, tos hónores se concedfan de acuerdo al mérito,
cultura occrdentat un- nüávo carácter-ñe
"'iu y los alimentos de acuerdo a las necesidades y consti-
mundial. AulQu-e u créñói, óó.la""iai'estabaabareamrento
tución.
en flr infancta, hombres como r,eonáiáo todavÍa
racelso, camp_ ane[a.. y -Bacon y& de vinci, pa- A primera vista la utopla de Campanella recuerda
comprender ,. rrauran
sus positúUaaAei-'tráñriñiláAorasempezado a la de Tomás üloro, pero al mismo tiempo difiere pro-
les. Campanella és.riné:-*' mundia- ft¡ndamente en espíritu e lntención. No fué por cau¡&
',Glorla r Fl que. sabe y puede hacer todo. de la utopla que Moro perdió la cabeza, sino en defensa
0h, mi arte, ñteto ae ía iabiduria tunoamental, del orden tradicional del cristianismo. Pero el utopLs-
algo de su bella da rr¡o de Campanella tenÍa un carácter definidamente re-
1**gl.r, qü. se ltama el Hombre. volucionario que se mostró en el intento fantástico de
un segundo. Dios, et ñriugro aeip.i*uro, gobierna un puñado de frailes y proscriptos de sutstltqir e! gq
las profundidades; súue nasta"ei .ráio blerno español en 1599, y establecer Ia Ciudad del Sol
gus movlmlenüos, ,i" aras y caleura
sus meaiaas,, il;Jturateza. en el Monte Stilo, en Cata1uña. Asl creo que Campane-
El vlento y el mar lla, más que Tomás Moro, y más que los anabaptistas
globo terrestre con un han sidó ¿o*iñáoos- por é1, y et
ll
y g_obierna, trueca y fracá-ru presa. ióüli, ro eonquista
barco,--ér de Munster, tendría que ser considerado como e! pre-
cursor del socialismo revolucionario moderno, ñ᧠e§-
I
fuá en qre¡b se,ntido el resultado de la eurtura libei.;rr mente este margen de libertad, hasta- que hoy erl los
renrltó fatal a los ideales y valoies Uferiles, y últinirr üstados totalitariós y, solamente en grado apgna! menor,
mente a los tipog. sociales
- - {ue nan riao ,ieadores y por. en to* democrático§,'el control social se extiende hasta
tadores de Ia óultura. Íi viAa y l¿ eonciencia. Y como este controf está ejer-
-¿
La máqui?a impricó er aumento der poder, la eo, Cldo con un espíritu utiliüario par? fines militares, eco-
eentración del_pod+, y nómicos y políticos, la secularizácig-n -completa de la cul-
vlda eeonómiea, aésÉues B mecaniraciOá, brimuro, de i,,
a-é u ,ial-robfu en-gáne;-i tura paréie inevitable. Que la religiÓn_ sobreviva toda-
L
Es cierto oue en Gran'gretana-y r* ñ.áos unidos, vfa, e§ debido, por una parte, al hecho de- que ]a técnica
efectos rev:orucionárñ d.*iá *..rnización fueron
-ierritoiiñ
Ios
del'control sócial no esta hdavía completamente des-
Arrollad&, yd que hay resquicios y rincones en la socie-
cidos por Ia existencia de redrr
y mercadog ext¡anjeros para absorber óló"iales ilimita dad y en ia personalidad-humana que 9II cierto modo
9ot,
fuerzas económicas. Fué soiañente cuañáo ,e ras nue,ar; han éscapado al proceso de regimentación,- y -por otrq
mecanización al mundo cerrado de guiop, apricó r* parte, porque la religión misma es,aprovechada por eI
continenta r, éstadó torno un instrumento para el control social, más
gug qu carácter revolucionario se rrizó-éíia."rc.-V-¿;i,r
-tl o menos de la misma forma en que Augusto revivió los
fué 9l -caso, ¡obr.e todo, cuan¿ó p;ió ,t n,rrguesfa r
beral de occidente a lai mános de iás *oñarquías i
rltos moribundos y las instituciones del paganismo ro-
cráticas de Europa orient_ur, burr.r
se aproximó a ros prrr mano, con miras a añadir el prestigio de la antigüedad
3""-
btemas der nuevó orden aáiaé el p,rñi;;i' y la tradición a su nuevo orden. Pero una religión $e
der polftico y la organizacién militar. ,irá-áér'pi, ésta clase, que es utilizada como un medio para un fin
gqe_ ha dividido a Europa en el si_
político o como un instrumento de cultura, ha perdido
^r^ 1l^.flT__co-nflicto- gu earácter traseendente y por 1o tanto ha cesado de ser
gro ygulfe y ha prg$ucrdo dos guerra§ munáiates, es er
resultado de la áp[cación de üna t¿éniól simiiái,,-óoi, una religión en el sentido verdadero.
un espfrltu o Así, como 1o he sugerido, el progreso de la civiliza-
,T":::ril;,3fi1':!hl"n?#ulTnT,"..'i:'i"1"::iliti""v
ra mecanuacrón siendo usadas en uno de los casoi,
éoii ción oceidental por la ciencia y el poder, parecen condu-
uP espfrltu comercial, para el acreeenf"miento
acreeentamiento de «ie la.
r:r cir a un estado de secularización total, en el cual des-
*1.1:nrJ j^" g,9fói,óq "i-rñi,iffi^ñiiii;;';,#
v mieniid;f iÍ aparecen simultáneamente la religión y la libertad. La
3":y**1,Ífl ry{.f r;o"iiiüili,#1ii,iál
eta s j- hác e -ra-iñá Áñiáaáoñ á;üH;, ffi Jr? disciplina que la máquina impone sobre eI hombre es
grll§la!
T,*,:r*gr orgarlización párece ser ra .oñaiáiffi;a;1 ian éstrictá que ta misma naturaleza humana corre el
sarla de la supórvivenciá-sécial. -- --- -J páiero de ser-mecanizada y absorbida en el proceso lry-
i.fiii.-po"¿á esto es acepüado como una necesidad his-
La cultr¡ra liberal buscó evltar el peligro de la secu_ iñiñ inefuOi¡ie, eñeonf,ramos una sociedad qle está
larización compreta, meaiáñh l" insisüené?a sonre
.
un Orden Cristiano
E¿ lurcro DE Lt\s NÁclorns 101
PIANEAMIEIi¡:TO Y CULTURA
patabras,
caai^J^-r
g q *-q
- i^-^--
q_ra¡1 ea dp, a f iríes .
::, H1 :o:ia la créación oé' ün1,5uena
tl
"r
iuiár.i ;ililffi
-;láj;,:ri'ár"Jáilr,; no existe la éuestión de los elementos superracionales. La
retigión es simplemente una expresión del elemento irra-
tido aristotérico. porque ta
üido aristotético. curturJ *e. cional en la náturaleza humaña, un poder oscuro y si-
for_qug ra óüttura Lr[i"ar. es
m7, Lriuaaa e.q Fsa,",_
niestro que es eI enemigo de la cultura verdadera y de
il
cialmente, después esen_
db todo,- er fruto G la energíaenerpín y v rc
rr\
jñár,ru;; la ciencia.
1xfftr"::'?lt::,1:.l1ro_.,-gulo.EaiJa.if.iJyiL
l.::iqr*'.Jryr?Iios,ii,n-á*rr*áiü1i;#f ?á?#i EI racionalismo moderno, sin embargo, adopta una
ifili :i: x":::""1',1*ri
un simpte
ñ.il.üñili,á;#
ill,
margen de ri¡.itáá #t'lffii actitud ligeramente diferente. floy el énfasis se pone'.no
tanio soble eI irracionalismo de la religión, como sobre
Es obvio o.ue ra nueva sociedad. praneada
tendrí& il iu[timación de lo irraeional, V también es criticada
lglpis, y-
Td menos, curtuiar*u"t"'.rááátru que rasQu. como evasión y cumplimiento de los deseos, como un
sutrstituto ilusório de Ia realidad. Si esto fuera cierto,
eiedades der pasado, que lrevaron a cabo so-
eosas tan gran-
des, a pesar he su l.,bñ;-v a.nniaálG
razónde que Áeiia inútil mirar a ta religión como una fuente de pg{e¡
no hava sido asÍ hásta aqui, ñry-arübüJcarra
en nues_ éspiritual; por el contrarlo,.sería una fuente de deloili-
tra preocupación intensálindteiái ou
hechos it, dáA, una'eipecie de neurosis colectiva que pervlerte y
nómicos, qyu ilevó iili"nición-a eco_
mina la eneigía social. (1)
i"dd
-áiirouema
r "
no económieas, que también ér.o ras funciones
de ta ¿Pero es posible conciliar una opinión tal con los
$_g¡ocupación, taÍ cómo rJ óánocemos hov. pero una cut_ heeáos de la-historia? Porque la retigión ha sido, sin
üura ptaneada qu_e es er .o*piu*;ff;
de una duda, uno de los más grañdes poderes en la historia
"üesario humána. Parece haber aumentado la energía colectiva,
en lugar de disminuirla, y siempre qpe la humanidad se
neados mecánicamente. Gñü- la humanidad deben ser clasificadas como ilusiones de las masas, a saber:
como deformaciones engañosas de la realidad basadas en el deseo de obte'
En otras parabras, ¿será Ia cultura del futuro com- seguridad de-felicidad
ner una*Ch¡llizacíón, y protección contr& el sufrimiento". S.
Freud, Guerra y Muerte", tr. J. Richman (1939) p. 34.
tt0 Er, Jurcto DE r,as Nicroxrs : ' tl5
surdo. Por otro lado, si admittmos ros principios opues- fraeaso de la religión. Por el contrario, ellos prueban
tos poderes creadores de la razón y l" piimacfa oet que eI poder del Esplritu puede destruir cualquier obs-
-los tendremos que dejar rugar eñ nuéstro mundo
esplritu- ftculo y superar lal defensas más elaboradas que la i!-
planeado para la intervención dé un poder que tras- genuidád humana pueda proyectar. Y mientras qpe fa
ciende el planeamiento. y er únieo lugat'para e§te poáu, íttuación presente parece én muchos respectos más di-
en una eivilización planeada, se encuentra en la óima, ffcil que cüalquiera-en la historia del pasado, es también
como fuente de energla espiritual y el principlo que gula al mlsmo tiempo más inestable, está menos fiJada en
todo el desenvolvimiento. Porque asl como eI -plañea- las costumbres y unida menos emocionalmente. En una
miento económico es imposlble a menos que una socie- Dalabra. la mecanizaeión de la vida humana la vuelve
dad posea una cierta cantidad de vltalidad flsica, un rnes serisitiva, en algunos aspectos, a la influencia espi-
deseo de vivir que provea el motivo-poder para eI traba- rltual, que el antiguo tipo inorganizado de cultura: en
jo, el planeamiento eúltural requiere un principio aná- el momento presente, esta respuesta es más evidente
logo de vida espiritual, sin el cual la cultura se convierte donde las fuerzas en cuestión son más dañinas, pero
en una pálida abstracción. claramente ésta no puede ser la única posibilidad, y el
gran problema que tenemos que resolver consiste en
La única forma de desecularizar la eultura conslste cómo hacer para descubrir los medios que son necesa-
en dotar de un designio espiritual a todo el slstema de ilos para abrir este nuevo mundo, aparentemente sin
organización, de manera que la máqulna se convierta ülma, de mecanismo destructor de almas, al mundo es-
en servidora del espíritu, y no en su enemtga o su dueña. plritual que está tan cerca de é1.
Obviamente, ésta es una tarea inmensa, pero no pode-
mos evitar enfrentarnos con ella en un futuro ceróano.
Si la cultura no ha de ser dinamitada desde abato por
la explotación de las fuerzas lnstintlvas subraciónátes
en la naturaleza humana, debe ser activada desde arrlba,
siendo eonectada una vez más con las fuerzas del poder
divino, la sabiduría y el &mor. I¿ fe en Ia posiblttdaA
de esta acción divina en el mundo es el fi¡ndamento der
pensamiento cristiano. creemos que pars cada nueva
necesidad hay una respuesta de la gracia dlvina, y quo
cada crisis histórica ( ¡que es una clisis del destin-o rru-
mano!) se encuentra con una nueva efuslón del Esof-
ritu. La tarea de la rglesia y la del cristta¡rrsmo tndivt-
dual, consiste en prepárar e[ camlno para tar acción dt-
vina, abrir las ventanas de la mentd trumana y remo
ver las cortinas de_ lq ignorancia y el egonsmo, qúe man-
tienen dormida a la humanidad. Los E-vangeúoi nos en-
señan puede obrar la religión eomo-allada de ia
-córyo
esrupttrez hgmlna
estuqidez_ numana y la mala votdÍrtad,
volunü cómo pueoi cesai
Ios ojos de los hombres y tapar sus oídos. peio
Pero no púe-
mos emplear los Evangelios como argrrurento -por ;t
It6 Cn¡sropEEn D*tsoN
Er furc¡o Ds rJ\s Ntc¡oxrs I1?
del mundo antiguo por un.grupo hombres oscuros y üternatlva cristlana de renovación y orden espiritual,
sin educación, oé uná raza déspieciáAt;en Dorque es aqul, y no en el plano de la organización po-
-de_
una provincia
oscura? Pero sin embargg, esdsucedió, y ¿eipu-ci dJ*ir llttca y económica, que ha de encontrarse el centro ver-
novecientos años, despüéé que tantoí íeinoi v puá¡iá, dadero del problema.
han venido y se h.an iqg, esir ideá toaaoia *Ldt"Iilií" §in duda no es fácit para el hombre moderno com-
cierto punto, nueiliá y nuáslró-pe"iamiento. prender la aplicabilidad de los prlncipios crlstianos a las
.se dirá que esto no"iü
puede sucedei nuevamente. su- ñecestdades inoderna§. La Iglesia habla un lenguaje dis-
ceqro una vez y terminó: se ha convertido en una parte ttnto al del mundo moderno, QUe ha perdido hasta la
de la historia. Pero ésta no es la opiniéiiirtstiana. ldea de la teologfa. Debemos comprobar el hecho de_ qge
Desdr:
aquel punto de vista ra conversióri ael mundo
dtian;;; el mundo de la Biblia y los Padres, y los dogmas de la
solamente una muestra o ula aniiéipacién aei-ñEA; teotogfa se han convertido hoy en una lengua muerta
transformar ar mundo de ra te- cii-§tiana, rd q", d; para la mayorfa de los hombres. Y esto significa Qle las
i ;;
inusitado es ra forma estáticá
lpásü;;Í
qgg el mundo moderno presripóne. pero como hemosórsuañlr*r, grandes realidades fundamentales
óuales depende todo, y que son más-las
verdades de las
reales que las cosas
visto, el mundo moderno bs er hundó seiuiáiizad; qü; que vemos y tocamos- son desdeñadas como palabras
hi"i,flll1i? Ailt*'il:ltni ff TSJtü3kla f meras fórmulas piadosas que no tienen aplicación en
$;l"lfr la vida moderna.
espirituales dé É tradidiOn cristiana^ Aun desde ru1 punto de vista externo y superficial,
Lo que preseneiamos hoy, sin emb&rgo, no es la calda ¡erfa un error permltir a una dificultad de esta fndole,
- la
de cultura tradicionat áél cristianisláb, ¿J ta catas- que tmpldlera Ia comprensión de los principio§ e tdqas
trofe de ta cuttura.laica qge ha ocupado su iusai.-páiqu. due tlenen una parte real en los hechos fundamentales
el fracaso de nuestra civilización e-n satisfacár las nete- de nuestro tiempo.
sidades más profundas del hombre, ha creado un vacío
espiritual, qna zona de oscuridad y eaos bajo el orden
mecánico y la inteligencia cientffica del mundb moderno.
Q9 ugri
I,a demandá de un orden nuevo, para una solu-
ción total de nuestros probremas socialó§ mediante un
nuevo planeamiento de la sociedad que trirnsformar á, la
vida humana y reh_ará al hombre rnismo. Estos son, eñ
realidad, slntomas de ra necesidad religiosa fi¡ndameátat
de la salvación- exp-erimentÉindose en
-la necesidad
formas nuevas, que corresponden a laiultura puramente
Qic-a, en
qug h?* aparecid.o. pero si, como treinoJ atéhó,
el fracaso de la ci-vilización moderha está réiáóióñááci
directamente con su secüarismo y su pérdida ¿e tól ira-
lores espirituales, es_inútil poner ñuestias esperanzas en
remedlos, por,más drásticos que sean, que ilnoran este
problema fr¡ndamenta,l. por esta taz6a, ñay ñes ocastón
ahora, que en oportruridades anterlores, dé reaflmar Ia
120 CnrsropEEn DtvysoN Er. Jurcro DE LAs Ntclo¡rrs 121
l11g H? pg=-jl ggryglva en.todas parres. La civitiza_ clicas, la cultura europea no puede subsistir cuando se
Sil_*:l^Hgp^rl-..1T,u1,r,ri,á!iH"T;irii;#,Tliá,ífr la priva de su fundamento religioso. El cristianismo es
ffi 3'_t3tr?*:[tli,iüiái,,1;:'""HsuáfJ:?f iperdura- eI áIma de Ia civilización occidental, y cuando eI alma
ll."W:"*:r."paál-üt"r-pr.tiürñ;;#,H'fiiJ""rTXI3; se va, el cuerpo se pudre. Lo que está en juego no es la
i3;,tu'ilf^"#?1,"::*g::d-m¿lsé-,ñüilrü,"üÍiü"*Tr1'
detriniento de tá sóóiáliáli. rior que mantiene unida a La sociedad, Q[€ une eI hom-
Así, por ra fuerza intrfnseca de las rior que mantiene junta a la sociedad, que une el hom-
se eonvierte nuevamente g1 guaraianá cosas, h rgresia bre aI hombre, y el orden del estado al orden de la na-
Ia eiv,izaeión-cristianá. *iif,ñráu.i'?Jey protectora de turaleza. Y euando esto se ha ido, nada queda, sino el
admitida en épocas -ánt*ioie;; -aü; reconocida v principio de la fuerza bruta que es esencialmente irre-
mentos inamovibres de lá iéeislaci,in f;d; ffi"ñ;tj conciliable con una sociedad plural como la comunidad
.ioii sobre ella des- europea, y que por lo tanto opera como una fuerza revo-
f3#fásil"1§á.ffll;tr
todos ros asuntós iérátiuór- a
#r it_:fl:** *iií **:ü§ :, lueionaria y destructora, tanto en e I orden nacional
como en el internacional: dividiendo las clases y las na-
nación de tod¿s -ra .oñ.iárrá ia, ra subordi_ ciones entre sí, hasta que la sociedad es destrulda o la
vinas der Evangerio, rr"ur*o1rf. ;l;d;;"a ras reyes di_
br
¡.as 1é/.J ¿. humanidad es reducida a un nivel muerto de servidum-
y eelesiástico, en procura der arrñros poaeres, civir bre bajo la mano de hierro del poder. Durante más de
naeiones, sin desrüedró-á""ru b,ürdür*t *porar de ras sesenta años, los Papas sucesivos han advertido al mundo
ri*ñtái Li.rrro,, (r).
Esta concepción. de una civilizaeión moderno la proximidad de la catástrofe (1), y ahora
es un idear adstracto, .irró cristiana que no la catástrofe ha llegado.
una
personificada en instítuciones tradióiol"rristóricá rear^ El optimismo que llenó el siglo diecinueve con sus
sociatés,-fmanifestándosé
en variadas aerividaaeJ curi*áffi:ili{ sueños de una utopía humanitaria de progreso material
nismo' ya sea q-ue ra a.áñt.mos iáu* der crisria_ y de iluminación racional, ya no engaña a nadie. Por eI
ó
un ideat, no p.*+oi. ñáái- su reatidaau recñacemos como contrario, existe el peligro de caer en los extremos opues-
el gran nrincipio oe u-Liiio.d
rristOrica, como tos de la desesperación y el derrotismo. Por lo tanto es
a;;ñJJ. e,r' Gibbon. a
quien náaie acusará a" ;;p;tii^iñaÉüíá, importante no perder de vista el lado positivo de la ense-
por er eie_ ítanza papal, recordar que la diócesis sagrada nunca ha
desesperado de la república cristiana, pero, como León
$fAt}fl'§t|fiffi ,r?X**:T^.l,iri,acüñ,-.,'-t..tiso-^d.
m,Édpá,"x.^ü.,taibniaüigllig'i#¿J?rfi XIII dice: "se ha colocado una muralla y un baluarte
ñ;";;il;"b;is 5jTi*?f.fi para salvar a la sociedad humana de caer en la bar-
t ?l?*t?ifr:lte nrodqj;';n
ñüñüffi i"ü1ifrl1,tll#l"t:ltm::1,*:,r,Hlfl
sim,ares v barie".
-moaáirrá;. --sv^,v¡¿'|!¡ Si Ia civilización europea deriva su vida y unidad de
hostiles, de Ia uuropá un principio espiritual más elevado, no está atada aI
. .rrrg y-a,nque-Europa deriva-su-forma, su unidad es- ciclo fatat del nacimiento y la muerte, tiene en eierto
plritual su cultura áe ra tradición .*iliia" d, yd no es sentido un alma inmortal, al menos una po§ibilidad de
más eristiandad: o más bien es una cristiandad renovaclón espiritual. "Restaurar tOdas las cosas en
estado de desintegración y disor"ái0".-§.üún en un Cristo, escribió Pfo X en la enclclica que ya he citado,
hs encí_ ha sldo siempre eI lema de la Iglesia y es especialmente
(1) Il Fe¡¡no Proposito',, Junio lt, lg05.
(t) Leén XIII, primera encíclica. "Inscrüabílf', 1878.
r30 Cn¡sroprrEn DrwsoN Er, Jurcro DE LAS N.lc¡orvss 131
fuetza de unión a ra,retra muerta de das de ta historia, un juicio de las naciones tan terrible
Ia rey. ¿pero eómo
ñriiid;qu-;; como eualquiera de los descriptos por los profetas. Ve-
ffi mos todos los recursos de la eiencia y la tecnologfa, de
"n::$?*11:'á#n:,á,ffd;i'l:S?:?.f
19"tya -f ,á.u, nuevamenre en er ..piri[i#"[TriilE: los cuales estábamos tan orgullosos, dedicados metódi-
gunda de Nico_demo:.¿"cómo eamente a la destrucción de nuestro mundo. Y detrás
la respuesta es la *i§*lóarq.pueden §., ifrus;ü*,,"i?
tgs_pu.ebtos y civilizacio_ de esta destrucción material existen males mayores aún,
nes como para ros indiviados. ;,rl la pérdida de la libertad y de la esperanza, el esclaviza-
desea, y- tú escuchaste su voz, pero
uspiriü respira donde
no saUiáíá; ffi;; mténto de pueblos enteros a un orden inhumano de vio-
venía ni adóntu i!1". ño- *iauiu.er lencla y opresión. Sin embargo, por oscura que parezca
noo'emos
poder de Dios, o negar lás posibilidades ümites ar
de su acción la perspectiva, sabemos que la decisión última no des-
ereadora' Ni pgdemoÉ tampoco, pof, cansa en el hombre sino en Dios, y que no es su volun'
de antemano ?ómo o¡raremos erf rehción otra parte, deeidir
a hs nuevas tad abandonar a la humanidad a sus propios impulsos
l?TT,ile..nosorros, .ó*; nación ó-Jái"o
«ramos ser llamados a desempeñar. - parrido, po_ destructivos o a la eselavitud de los poderes del mal.
Dios no gobierna solamente la historia. Intervlene como
En el Antiguo, Testamento ros profetas advertían actor de ella, y el misterio de la Divina RedenciÓn es la
constantemente a llave de su acción creadora. El reinado de Cristo y su
l9s judiog
eficiencia de ta acción
contra iá éónri anza, en ra
"poiiiica,-ta autoridad sobre las naciones no son frases devotas, son
áI,ái*a de ta car-
D€", o eontra ra espera áet ,;ail,í.iñ*irriár principios de lmportancia revolucionaria, tanto en el
ofro Iado condenában no menos eñeisióimente á*iq* ü, orden moral como en el político. Como Newman escribió
pusilánime b1!a-qá peair güñaA ra ne- hace eien años: "La religión de Cristo no fué un mero
y-gación ¡r
de esperar su saliacién fieñte á Añsñes y cosas a Dios credo o filosofía. Un eredo o una filosoffa no necesltan
des abrumad.oras. dificulta- haber interferido con reinos de este mundo; pero pudie-
Hoy estamos_ enfrentados a una ron haber existido baJo el imperio romano o eI persa.
-ñiiir*os
demanda métodos nuérór ág aócioñ.situación nueva que No: el reino de Cristo fué un reino al contrario. Ocupó
marnos para un conflieto espirituat có" que ar_ un lugar; pretendió gobernar sobre aquellos que hasta
nizadas der mar, ras cualár. óo*o san u. t"é"rrl órlá- aqul los gobiernos del mundo habfan gobernado sin
paüro dice, no son rival: y si estos gobiernos del mundo no lo reconocleran
meramente materiales o hún
sonespirituares.,"sobieir,il"á"ffif y se sometieran a su gufa, gobernando de acuerdo y baJo
ffi'#Ji.tt3:,ffiffi?i
euyo aúaque asf;uto y viorento arroita-r"J sus leyes, "romperfa en pedazos" estos goblernos, no con
ras de un orden.huñrano y una civuizáóiór, ir¿gu".iffi*j armas terrenales, sino con el poder dlvlno".
gado su existencn. que ha ne-
P*,? aqueilos que ven en eI mal nada más que
-
generalizaeión abslracta de tas iaiiasltebiliaááeJá.
una
lo,s
inaivi{uos, g¡ naturar- áo. u sotucíón cristiana
pareciera res
también vag-a y óscura. pero si reconocemos
la reatidad tremenda áe ios m?F gÉiñ"*os que
carar, veremos que er poder del Esprfiiu en-
que los puede vencer. eláf,i"i.ó;d;;
Estamos pasando por una de ras mayores
encruciJa-
Cn¡sroprrEn DlwsoN Er Jurc¡o DE LAs NrcroNrs 137
unidad.
nueva bierno de un amo, cémd t¿s tilanlas del pasado,
é*bGu las nuevaÁ técnicas de-Ia p,sicologl-u y--9,,t-t1l9l:
. Hoy dla, el cristianismo está implleado en Ia hlstorla, Ouéta para someter la personalidad. y controlar la men¡e
así como rsrael lo fué en la época'de ioJ proiátas,;im: AésAe ádentro. Mediante la represión y eI estfmulo con-
que todavfa no ha habido tiempo para queios crisiianos tilüOós, po* ta iugestión f ei terr_or, la personalidad es
ajusten sus mentes a lo que hi §ucediho. sin em¡arlq sometida á un asaito psicótógico, ¡asta que entrega-su
ya .existe una comprensidn general de que los heclíod iinérta6, y sB eonvierté en uñ tftere que grit?, marchai
:g.jll9t,y políticos s-e han conlertido en eslpiritüátei,-quó odia y áüere , i la voz de su amo, en respuesta a su in-
ra rgtesia ng puede abstenerse de interveriir sin tnitiio viii¡tb e irreconocible estímulo. En un ordenque- tal no
nar su misión. La razón de este gran cambio no eJ, sl¡r puede haber iuárr para 1a religión,. a merlos ésta
embargo, primariamente religiosa] es decir, no ei d¿bida
ñi.;áá iü rm"itáa u§piritu_{ y permita..qYe la emplee el
al progreso del etemento crislianó en nüéétra curtüa I ñ"é"; po¿e, como uñ medio pára condicionar y contro-
la legglquista .del mundo por Dios. roáo I_J .ó{rarid; ial fa riiAá psíquiea cle las masas. Pero ésta es una solu-
es debido a la invasión de rb espirituar pór Ir iá"iñi;i: óiófi*pósibte'para et cristiano, ya que serfa ug peqldo
a la triunfante afirmación de ta civilizacién y dei ótaAd óonira ét Uspiritu §anto en el sentiaó más absoluto. Por
seculares contra los varores tL tgtesia debe, una vez más, emprender su
rg,lesia. nJ significado real de to -espirituales í contia ia
que iiamariros totatlta-
eiia razón
óiiéio
-proféticd
y atestigúar 1¿ Palabra, aunque .esto
rrsmo y 9l estado totalitario, es el control total de todas siánitida el juició de las-naeiones y una.guerra-abierta
Ias actividades y energfas ñum?nas, fañto espiritiüiés .üt tot poderes del mundo. Las democracias occidentales
,coTno
fÍsicas, por el estado, y su airec'eióñ a los tines aic-
V-sul iihéres no estimaron en todos sus alcances eI pe-
f,aoos por sus
.intereses, o más bien los intereses del !ar- íigro de la fuerza revolueionaria que ilPelfa a los esta-
tido o camarilla goberñante. con eI resultado que- el antiguo sistema
dós btalitarios,
una tal tentativa ha sido hecla por los déspotas del d.e estado euioieo se ha venido ana¡o como un castlllo
pasado porque el Dios-estado es el no¿s antiguo-oe tod;; áé naipes, y áIiu*oi luchando pgr nuestra existencia
los e-nemiggs de Dios. Fero en er pasado, ét po¿ei áá contra un enumigo despiadado.- Y,_ similarmente, los
estado estaba limitado por los medios a iu diSposición. cristianos no a]canzaron a comprender cuán profirnda-
ñ;iñ-úbfr"-sido sacudidos lo§ fundamentos del mun-
Foy ese,poder es ilimltado. El avance de la cleñcb y la para qatvar a
tecnología, mientras ha aumentado inconmensurable- áo, I qué esfuerzo inmenso se necesitaba
mente el eontrol del hombre sobre su medio, ha aumen- U'frurñanid.ad del abismo del nihilismo y la desintegra-
tado también el control de la soeiedad sobie el ürdivi- ción espiritual. Estas dos luchas no son' ciertamente,
la
duo, el del estado sobre la socied&d, y eI de los gober- pudieta
nantes sobre el estado. En los nuevói estados, no- sola- misma.- rs posiore que la derrota de Alemania
mente la propiedad y el trabajo de un hombrb, sino su A;ñ, tan füártes cómo siempre los malesenespirituales sl misma,
A.i totatitarisáo, mientras qué la guerra e§,
74A CnrsropHER Dewsoñ
Er, Jurcro DE LAS NacroNns 141
un elemento-_destruetivo
pfritu der nihilis-ml iu'que favorece eI progreso der es_
a"¡h";¿iór;. las situaciones elevadas". Como el cardenal Hinsley dijo
si es posibre utilizár"diuctra
v_ tooo depende de en la proclama que inauguró el movimiento:
puramente materiares iá*ló.ur, ,o pára fines
o aesiiü.ffi;;,;ilo como un "El apóstol escribió estas palabras en la prisión, en-
dio de derener raJiuáia;r.ñ;üüq me_ cadenado entre dos soldados romanos, armados como
ü1. han
roffi., como Burká es-cribió hace un
sido ribe_ para la guerra. Dice, en efecto" que ia enorme panoplia
í,?13Th?rTundo' de la guerra, o los arma,mentos materiales, cuentan
§t-¿J"#fl.trl,'fi %::il-qry[,ilffii:l;T.ii:,;,ffi : poco contra el Espíritu, porque Ia palabra de Dios no
está unida, Verbum Dei nan est A\ligatum. El espÍritu
a.,"o*Já§"i,*fl ñHffi .ff #nldfi.t.g"l¿ no puede ser esclavizado o aprisionado, excepto por su
""*
hombre. Está ¡iu" oárürurta' pñ tH propia traición voluntaria. La Palabra del EspÍritu es
nuestros amigos, poi ,iüu*rru fam,ia, por la Palabra de Dios, y Ia Palabra de Dios es más pene-
"1"'.tr;-dñ;,. ü? nuestra patiia,
por nuestra especie. er-i.rto.es-vaniáiá; trante y aguda que una espada de dos filos,,.
men". si esto es cierto- r-ñrie1rá,;*;-r.? el restols cri- Si los cristianos hubieran comprendido esta verdad,
das der pasaoo, i"6'r;;i,á guerras rimita-
y hubieran hecho de ella su principio de acción, los
eon su carga rnonstruása" 6¡;;;r;
ae oestñ;ü;.
d. ," guerra rorar males que ahora amenezan avasallarnos, no hubieran
menso es soportable, .Ert" mar in_
evitar o previnii**i.- li.i"Ii"ilrrr.o surgido. Pero ésta es, precisamente, Ia verdad que eI rnun-
,i*yoru, aún. urto es,medio
"oiá*"rtu
dad' Io qüe,osotroi cil*'*?.,-porque f de
en reari-
do moderno ha negado. Este ha puesto su confianza en
ríeil ne§ar q9? n *á:,á;r.;^qó p*ru*rs que es di- el "arma de la carne", como los judíos del Antiguo Tes-
sean sus creer:iu. ig; ,"ffiil., .ruresquiera tamento, y ha creído la palabra del hombre y no la de
,ruiiáior*s, sienten que están defen_
diendo' no solamente-ifiri:-gr Dios. Ha trastrocado toda la jerarquÍa de los valores es-
y, su própiedad, sino eo- pirituales, de manera que nuestra civilización ha sido
sas que son mayores volcada, con la care hacia la oscuridad y la nada, y la
a,i" qg9. eilos rñir"ñg, y más pro_
fundas que tos i"térelü^nórit¡;;.";t;;omrcos.
qrue se han revantaoo
espalda contra eI sol de la verdad y la fuente de la
creen
en aerénsá'á. h ;ioi;;;;,
có"íru existencia. Durante un corto tiempo poca im-
ra traieión v -tiene
l;r#*Hi1icia, ü ü;ü" á" tuda ra rru- porúancia que sean décadas o centurias- permaneció pa-
úinando precariamente sobre eI hielo d.elgado del racio-
u.'l preparad:- nalismo y el humanismo secular. Ahora el hielo se ha
ggil"ll*"i3ffi f..rfi:';:,
perorear,erárisrian;-;;ffi 1 arriesgar roto, y somos arrastrados por la corriente, aunque po-
,[];?r,j:n"?*ffi".TTn*l demos engañarnos dlciendo que las fuerzas que han sido
.liberadas
a no hacer menos en et cá:lli:!, son de nuestra propia creación, y siiven a nues-
ou-iol'á".i9r,.t yespirituat que existe tra determinación de ganar el poder
_
,'
) , i'"
.¡"
iu*
t
1\
La hermandad universal está abierta a todos, y no re- imposible, porque ignora la naturaleza real de nuestro
ehaza a ninguno,, (1). AéÉaóuér¿o. Coneedlendo que los eatólicos, ang{ctngs,
creemoi"que la creación de esta sociedad aivina es óitódoios,-tuteranos lasy i[lesias libres crean eq l? Igte-
{9. impo-rta'?cia infinitamente mlyór qñ t,do ro suce- sia del Díos Vivo, cómo pltar de la verdad,. subsiste. el
dido en la historia,-y que_es_solamehte c1¡n esta sóóiá¿uá, frátfró quu no es É mismd Iglesia, qn u+ sentido institu-
.que la_ humanidad püede liberarse de la maldieión de áio"ai ónietivo, la que es el ón¡eto de esta fe. Vemos esto
los malentendidos y ias luchas fratricidasr que rran cons- más clarámenúe en- el caso de los católicos y ortodoxos.
tjtui9o la pallq qué te correspondió a iá Éumanidad eaí- Tenemos aquí dos soeiedades espirituales perfeetamente
lp:.L:t de esta sociedad, güe es ta caridad, es
9!$"itucapaz concretas y ¿etinidamente orgánizada,s, que están de
er unrco qocter de dar nueva vida, ,,por esto sabe_ acuerdo, hásta un grado notable, en Ia concepción de
mos que hemos. pasado de ra muerte a'rd vida, poiá"u su natuialeza y seriicio, pero que son mutuamente ex-
amamos a nuestros hermanos,,. clusivas, ya qu"e parecería que buanto más pr_ofunda e§
. L* p*usente erisis mundial debe ser juzgada por los su creencia eh "Ia lg1esia", más completa es la-separa-
cristianos en reración a estas verdadei turlaamehtáres ción entre ellas. En eI caso del protestantismo y las igle-
P:1.1o:--c?fgar con nuestra parte F,esporrraUiliááá. sias libres, la situación es, por §upuesto, definida mucho
rremos fracasado aI intentar hacer ofr nüestras voóéi menos claramente, debido á la desaparición completa de
ante las naciones._ Hemos permitido qüá ;i* visión rén- unidad estructural e intelectual. Sin embargo, es conce-
dita dp ta p1r, ta Ciudad dA Dios, guyá--iuf es la VeráaO, bible que la reacción contra la tendencia separatista del
cuya ley. eq ta-_c-a1idad. cuya troirteía eJ"ra nté*rriááá;i protesiantismo, de ta cual el Movimiento Ecuménico es
:?r^:g]l"P por eJ potvo áe ta conrrovér¡ial1i*ftaau; ét e¡emplo más notable, podría dar por resultado la crea-
ar campo de nuestra proqia
_vista parciar y áeriiiÉdh_ cióri de un cristianismo protestanté reunido, que podría
.. Sin embar.ggr por póco'leales qud rrayán iiao los éñl-
flanos a su misión, en el p-asado y-en el fresente, eiéemos
levantarse contra Ia Iglesia católiea, en la misma forma
que la ortodoxia oriental lo hizo en el pasado.
qqq eJ pod-er transformator y a.i'e.piri[ü Así somos llevados otra vez aL problema fundamen-
-áe -óiisa";
ieqeneráaor
:*1"J11i1-pr.sente en ta igtes"iá t-üü;-;i tal de la desunión cristiana, {ue es el problema del
nosotros. cumplimos con nuestia parte en Ia táíea,
manifestará una vez más este póoer en respuest:áál;
oiái cisma. En realidad este problema está tan estrecha-
gran necesidad del mundo. mente asociado con el de la herejía, como en la diferen-
cia de opinión religiosa, güe es muy fácil confundir uno
con otro. Pero, sin embargo, es muy importante dlstin-
guirlos cuidadosamente, y considerar en sí misma la na-
turaleza del cisma, porque creo que en éste, más que en
2 la herejía, se encuentra la clave del problema de la des-
unión del Cristianismo. La hereila, como regla, no es la
causa de} cisma, sino una excusa para é1, o más bien
puede ser objetado que Ia colaboración de ros una racionalizaéiÓn de é1. Tras de cada herejla se en-
-_. P.uro sobre la
cru¡uanos, base de principios ftrndamentales, és cuentra algUna clase de conflicto social, Y es solamente
resolviendo este conflicto que §e puede restaurar la
(r) "socieilad' ile la lglesid'. victor 'white, o. p,, Dominicos, sep.
unidad.
1911, p. d68. para ilustrar lo que quiero significar, tomaré como
154 Cn¡sTopEER DewsoN
Er Jurcto DE LAs N.tcrowrs 155
ejemplo er cisma entre ras igresias
bizanlir* y annenia,
conrroversia erri ro i"ti"l'*iñr¡{d'HffiIi" los armenios, porque pertenecemos a un mundo diferen-
§s"fl:s"esa te, y si ayuna?noq ¿espués de todo, encontramos difícil
compreram;"?:1ll,f,?:?"iXtl,ixt:he%iü;f;f
ra herejía de ros foónóJ;ír,á,
i rñ;i;hs *-f
del conseio
conipienáer cómo'la génte puede conceder laqta impor-
tancia a las cuestiones que se refieren a cuándo y cómo
de charcedon; asunros afu,.*!*l r"iiiáñdL debe llevarse a cabo el áyuno. Pero, ¿podemos estar se-
y sutiles;üffii-
volucraban ros propremal más piotuna6i guros que ese mismo espíiitu no es hoy lguPlmente fuer-
eiencia teológicá. §in em¡arso, de Ia
aun desde er principio, le, aunque tome formás complet4mente distlntas? Re-
es obvio oue las pasionás-que"ríen"ió"
jandrla de tu*uilgT iá. ca,es de Áte- cuerdo ñaber leído, hace varios años, la historia de un
-"üüqe, e rriéiáron ruerrar a ros eminente teótogo no conformista, cuyo nombre he olvi-
obispos como a anir¡íalás-sárvá¡á*,-ñi' dado, que me chocó, como un ejemplo de esta intoleran-
radas por u1 cleseo p*á ué ñ';&,üá ütuyieron insni- cia. Es-te teólogo habfa viajado a Asls, y estaba enorme-
por motivos puramerite rerieiosoi iiorósica ni aun
á, óü"iquier crase. Fué mente impresionado con la historia de San Francisco- y
un espÍritu qg í.ffi.'i.rigiosos, pero f el arte medioeval en que está expresada. Pero una tarde,
cuya fuerza reari;;;utr-n*'impñó
era oe ü misnia cl;td;ra que r'
cuando visitaba la iglesia más baja, se encontró con un
luehas polÍticas, y aún- güárrffi y ocaslona
fraile y un grupo de campesinas que hacían las estacio-
,d
J
lgbamos resut[ado, i.rt rdarios en nuestros himnos ingleses, e impresionan por sus acentos
Armenia o Ánisiñiu,-rá.üria
ouvio que er erenoento teoró-
4ro ha dejado de i"*;;; prácticlñ*tu
er conflicto rear es. de sentinafentos en cuen ta, y
orientales. De súbito, experimentó una reacción violen-
ta de sus sentimientos, y se dijo: "Esta religión no es
mo ejempto t1{irmaeion, qqg ññ;res. Tomo co- la mfa, y este Dios no es eI Dios que adoro".
griega la semana antes aparecía en ," üt,rgia Este caso me parece un ejemplo perfecto, porque el
deia-cuaiur*lv que he citado
en "La esrrucrurl g" Edpu,iñ;H:
ces matditos armenios em¡iiezan áiu, r* tres ve_
motivo teológico o intelectual está enteramente ausente.
No es lo mismo que si él vacilara por la Mariolatría, o
su.avrrno niñérñJ, qü por la pompa de una misa solemne. Se rebeló en Italia
ellos ltaman
y huevos, para "ltrrgyron, ie*o nosotrói-óómemos quesos por la misma causa, por la cual el no conformismo evan-
refutar sir t er-e¡ia;. Ááiri,-én mt oprnión, gelista se ha levantado en Inglatema, como una mani-
podemos ver en un estado ca
iaaisensiorrr.rigi;.*-p;;;t'J.fr?i".i*:H'lt:::-:ffi iestación espontánea de Ia devoción cristocéntrica popu-
lar. Y Io que lo trastornó no fué ninguna divergencia
nifica que.ros grregos consideraban
gente bestiar. y g"é estaban seguros á lóJ **enios como de opinÍones teológicas sino solamente eI escenario ex-
&e obrarfan mar
;r;ú; cosa. yaedonde traño y la tradición cultural diferente.que separa el mun-
Itgrprr que rücit-ian reina un es-
podrÍa áspeiarsg de rás aiscr¡sioneJ do de la Italia campeslna de la próspera clase media
fifilxrl'hr,r$tu tJ* inglesa. . *'' '"''S
.{peso **,ur,iH8'áirá:",:, X!i*iA,H Xffi?,$;*,f*: No hay necesidad de preocupa,rse de este punto. Fué
biera enconrraao.nilgqn; airiáurr;ü .ó;er cuarquie_ comprenciiOo sóIo demasiádo forzadamente por los ery.Ii-
p. otrg ?, y $ no rru¡ióia srdo ta doc_ torei y pensadores del Entightenme¿ü desde Bayle a Gib-
trina de ?rg,r.11-teorg.Sic
ra Encarnacidn,-úai,ria bon y tt omas Paine, y fué responsablg 9n gryn parte
É"ü" üürmente
Arrora nos resutta thcu e,ondenor otra.
de la reacción contra la ortodoxia en eI slglo dieciocho.
a ios grtegos ya
Pero, senslblemente, su u§o c6mo arma eontra la reli-
156 CnrsropEER D¿wsoN Er. Jurcro DE LAs N¿croNrs " r57
gión revelada ha tendido histórico. Si hubiera sido posible llevar la vida a un nivel
a enceg.uecer a Ios
respecro á su sisñificáAo*rqat.apologéticos muerto de uniformidad, en el cual, ingleses y españoles,
fi::r?füBsrcon La hfsroria franceses y alemanes, hubieran sido todos iguales, las
contrárse;fl ff&#L?x,ti,:3,tr#f jni§l;;?"ii.,i?ffi condiciones hubieran sido más favorables para la unidad
siglo dieciocho, a -.u¡l;,^ .¡"¡1r"yérráo- I religiosa, pero la civilización europea hubiera sido infi-
ramente racional de ta ieligion;,ú;ilu"en üna f,osofía pu- nitamente más pobre y menos vital, y probablemente su
dades absürac-tu¡ q"u .óñ -iooastas generáli_ vida religiosa se hubiera empobrecido y hecho menos vi-
.o*urres a
de retigiu".p,
de ra rerigión, t:iffiá i!'us nada *á, qr" elras formas
fanrasma
tal también. Es el pecado habitual de los idealistas sa-
Qle ronáá-ra-tüñurT.-n fg muerta-y crificar la realidad a sus ideales; rechazar a la vida por-
ra esperanza pg*aioa. óüá¡11ié, i.^.risü; rear debe que ésta no alcanza la altura de sus ideales; y este vieio
nocer, por ularado, et carrácter_o¡¡-ái?iáae reco_ prevalece tanto entre los idealistas religiosos como entre
,grosa u verdad re_ los laicos. Si condenamos el principio de la diversidad
et otro,-v,d
de aquÍ ra necJsiááo ,í¿!
;ñ{ts-retigión,
ffi ieorogía_ y por o polaridad en la historia y demandamos una civiliza-
en formas "::*i&A;
con_cretas ápróiroas de represenrarse ción abstracta uniforme que evitará los riesgos de las
Ia tradición cutrurJ olí erl cárácter-nacionái-y guerras y los cismas religiosos, atentamos contra la vida
ü,!.Fió.-nl *;.f;rrurat que to!
campesinos itatianos
sus senrimienros , ñ; t.*¡"*r'iilgr.ru, expresen
de la misma manera que si condenáramos la diferencia
de los sexos, como muchos heréticos lo han hecho, por-
_en rórmá_ di;¿i#;i m ü"u estarñ mat
es que adoraran dioses que conduce a Ia inrnoralidad. Y éste no es un mal-pa-
a otros como separado. oi]árentes ó].'áoilsideraran unos ralelo, porque la polaridad o dualismo de la cultura de
po de ra rgresii áála mente ae cristo y der
cuer_
responden a estímulos ;,;0.,-ñ'.;1Hálaje disrinro v
noiq". que he hablado, no es sino un ejemplo de ese ritmo uni-
ámóciona.res difeientes. versal de la vida que eneuentra su expresión más nota-
En otraÉ ble en la división de los sexos. Por supüesto que no quie-
sfr'#ffi ;sTr'#ai*-áu"rii"onotenari*anqu.invorucrar ro decir que Ia dualidad de la cultura es una ley fija,
Apenas es n-ecesario absoluta e inalterable; es más bien una tendencia qúe
señ arar ta importaneia
que tiene actúa en diversas formas en las sociedades diferentes y
LftH]'á,-á,:ll.H,g.i:ffi1:l
,c*mo rlo es la religié"-áu'sud; ii*,H,t.,.f ?#j: en époeas distintas del desenvolvimiento de una misma
de sates y Bossuur; ?s i;;áI,'s*
Ja-;trgq #tl",w"ps Franeisco
sociedad. Pero ésta es una tendencia que se encuentra
siempre presente y que parece mostrarse más claramen-
adoran i,*¿g"lli y Dagoes te détinida cuando la vida social y la cultura son más
que sus saeerd"h;-i* ;g.i. *iáoñiul'y nacen rodo
-que ras
ro vitales y creadoras, como por ejemplo en la época del
iiloi;áy-^ü*r"o'#irmo puede
cirse der católieo cóñiuñtt,'-
utatis mutandis. de- Renacimiento.
Baio los hechos teorogül Cualquier punto vital en la vida de la socledad puede
y protesranrismo, ru .rJrá"trí que dividen ar catolieismo
convertirse en el centro de una polarización tal, y donde
entre Ia Europa meridionai á;;;lisma curturar una cultura tiene una organización excepcionalmente rí-
Iu. ,.ñütrilnar, que
biera existido aunque r .Ñ; rruniera apare- hu- gida, como en el imperio Bizantino, el principio de dua-
cido nunca. Dero. qu. el cris[ia"¡r*r-rro lidad puede encontrar su expresión en una división apa-
ar óx-isu, ,á-tilarce in6vita-
blemente en üermin'os-réiüñ1o.. rentemente arbitraria, como aquella de las facciones del
sin embargo, esta olñorres naturar, Circo Azules y los Verdes- que desempeñó un pa-
condenaoa eoñó per¡uaiclái, y, que y no puede §er pel tan-Ios
importante en la vida social de Constantinopla.
es paite der proceso
I58 Cn¡sroprrER DlwsoN Er, Ju¡c¡o DE LAs Nrcroxrs 159
#
rormas realn: representante de todas las fuerzas hostiles a la naciona-
lidad, y todos los católicos fueron considerados como ma'
los ingleses y súbditos desleales. Para el inglés corriente
r,sa;;"s*ffiffifffi{fi $-+f-n*3f:l*,fl el católico típieo no era Tomás Moro, sino Guy Fawkes,
y la eelebración de la Traición de la Pólvora se convirtió
,u,,ilifr1l.',.1t&31"n::3',i'rT-:l-".Imás.importantehaeia en una especie de expresión ritual primitiva del aborre-
.i.oñ-áá*ñü.tráconci."¿i;-áTi4üfi cimiento popular del enemigo hereditario de la taza.
que puedan contaminar nueitrá-i.. -ñri i,X"d,]3,TnHíl; Esta identificación de la religión y la nacionatidad
de los casos, er pecado aei cis** il"grrn mayoría duró más de doseientos años, y aun hoy subsiste como
intención consc*.Tlu ae -Gárarse ro ,u árigina en una un prejuicio subconsciente en el fondo de la conciencia
de ra
sia, sino d.e permitir a u nñánte q"é-*á váraadera igre- humana. Pero ha ido disminuyendo inevitablemente con
rezca tanto por enemistades instintirar-ü o.üpu y se oscu- el desarrollo de la civilizaeión moderna. Ya no hay ne-
oposiciones,
ya no podemos ver craramente ros hechof;JpilIt¡ra- cesidad alguna de que el naeionalismo, eI sentimiento de
_que
les, y nuestra actitud religiosa es determinada pór clase o lolmotivos éconómicos se disfraeen con el manto
ruér_ de Ia religión, porque se han convertido ahora en las
zas que no son religiosas.
Es fácil ver.,. en el siglo quince, por ejemplo, cómo fuerzas ¿ominañteJy conscientes de la vida social. Las
intereses y motivos matóriatés rricíeñl qüe lOeoioáias que hoy fórman los. polos -opuestos de Ia ten-
ros
de la rglesia y er estado se opusieran a ,ttor*asüderes sión sócial iro sori religiosas, siño políticas, nacionales.y
nece- ;¿;nómicas, que han iruzado y §orrado en gran parte
162 CnrsropriEn D.twsoN Er, Julcto DE LAs N¿crsNss 163
Ias más antiguas divisiones socio-rerigiosas
ron.la Europa catótica de ta proi"rá-ñ-té. que sep&ra- unirse e los cristtanos a pesar de ellos mismos; o puede
Lre aour en mi opürión, la época presenüe es ser que ta iglesia reaccioñe positivamente ante la situa-
más ravoiabr .que,
e aii iañ; á;ü riiiiááa üüe ninguna orra cióni mediañte una nueva efüsión del esplritu apostóIico,
desde la Edad Media. si ei;ñrtú;iñá*se comó GrigRon de Montfort lo profetizó hace dos siglos.
una minoría religiosa, si convierte en
es amenazado por Ia hosfiltdad
y.ta persecuciónl enrónces iá ;ñ;;ffi"
nismo se convierte en una ráariaáá-v;;j, d;{ üffiü:
mente una frase-r apprece.un centró de ser mera_
{
las fuerzas disperias'der cristia;ññ
aritaraor del cual
ñirta." reunrrse v
ánq ffiññffi;;Trl_
reorsanizarse. Debemos reeordár
tural del confljgto y rá -te,nsion óóiaiu, -q"e
ta historia, exisre üna rel mei atravfesan
.J:il.áff [róiüIia", au duatidad
;:tTt'!?,1[,Ha:ffi ;;31i#ft énrrffi;
a
reino--albñr,
-y qr
dos ciudades gé
u aóciriná de r", i#H"uI ffJ
raniloñla y_ ¡erusatén,
aparece en ra historra, y re_ da su impóit.oyo conflieto
tos cristianos permtel,í"á rñ rrbia. cdñ.i;
.óñriüTü'í aioirtooes der
g***"lrt*1l*+-s{}ü:*mlr
Ia
en representaeión
visibü_du uJté i'rTriiipio divino po-
sitivo, rdvantáná&;-.;;iñ ñ#ñd#til*"
Creo que Ia época aei óismr.eit¿- pasáhao, der mar.
llegado eI momento en y que ha
-qur át prirrcipi;;#i"o de ra vida
de Ia rglesia reafirmará'su
aá atüócrón, [evando
todos los erementos vivienteinqaer
o. lá ,laly-á pensamiento
cristianos a una unidad- o¡sanica- o"áo'q"úe
cristo es ra
cabeza de ra rgresia y er Elpíritü sa"6 é, r" oiáJ.i;
rglesia, donde quie.ra que hlra fe en cristo y en i.;
er Es-
píritu de cristo, existe ét espiiitu de u"iááá y"ros má¿io,
de reunión. por esta razói no es necesario habrar
cho acerca de ros camilos y medios, páráur ros mu-
eamüros
d_el espÍritu son esencialmeirte mistáfiád, y
el entendimiento humano. Aún puede s., quusourépasal
eI mlsmo
vigor de las fye-r¡as que se están re,nténuo contra
rglesia y la rerigión, co-ntribuyan a Ia unidad, la
forzendo a
CnrsroprrER DewsoN
Er, Julclo DE LAs N.rcrorns 165
bierno, y. rehusó sacrificar er indivlduo a la cornunldad, Porgue la causa que estamos defendiendo es mucho
g la -pa¡te al coniuñto". Hoy estos principios han-aidd más fuñdamental que cualquiera forma de gobierno, y
desafiados en una-forma más fundaniental que cuaiquiái cuatquier credo polltico. Está unida a toda la tradición
otra en ocasiones anterior€s, y nos enconüramos enfren- de lal cdtura cristiana y oceidental, a la tradición de la
tados a un orden en er cual'tódos los derechos rrumánás libertad y la eiudadanía social por-.un lado, y a la de
{de1lapoder
misma persona humana son inmolados en el altar la tibertád espiritual y eI valor infinito de la persona
a la gloria del nuevo Leviatán. humana, por otro. No hay duda que ta demoeracia como
si hemos de eonstruir un orden cristiano para Gran ldeal. representa esas cosa§, y es e] resultado de esta
Bretaña, ha de ser basado en la libertad, porqire de otra tradición. Pero en la práctica, la moderna cultura demo-
manera no sería británico, pero debe sei una libertad crática, a menudo representa solamente una versión se-
cristiana, no una libertad de materialismo económid cularizada y envilecida de este i{eal, y en muchos res-
egoÍsmo individual. Esto significa que debé ser un ordent
pectos, como de Tocqueville_lo vió hace más de un siglo,
prepara el camino- para la 4egada_ dql pg-evo orden que
social dirigido a fines espiiituates, en el cual todos los bbtlene forma potítica en el estado totalitario. En uha
hombres tengan una posibilidad de emplear su ribertad palabra, lo que estamos defendienclo no es Ia democracia
en el servieio de Dios, de acuerdo a sus propios dones sino ta humánidad. La base de nuestra unidad cam-
y poderes. Las libertades que reclamamos y que la huma- po común, sobre el cual todos estamos de acuerdo--el no
nidad demanda, no son el derecho del fuerte de oprimlr és un asunto de opiniones políticas, es nuestra resistencia
al débil, ni el derecho de los ambiciosos de enriquecerse a un sistema que sentimos que es inhumano y opuesto
a expensas de otros hombres, sino los derechos elemen- a todo lo que es caro a los hombres cristianos. Ya no
tales que son para eI espÍritu humano lo que el aire y podemos ¡ayt decir "hombre civilizado", porque estamos
la luz son para el cuerpo: libertad de adorár a Dios, li- énfrentados al hecho terrible, a] cug! cerró los ojos et
bertad de palabra, liberación de la indigencia y el temor. optimismo liberal del siglo pasado, el heeho de qué una
Sin estos derechos el hombre no puedé ser plenamente sóeiedad pueda deshumanizarse, rnientras consérva to-
un hombr€, y el orden que los niegue es un órden inhu- das las ventajas técnicas y materiales de una civilización
mano. cientlfica adelantada.
La cosa más importante que tenemos que compren- Para luchar contra esta cosa inhumana, hemos teni-
der es que no estamos luchando por ningúñ fin pdrcial, do que adaptar nuestra vida a l? gu_erra tollat y a. las
pi po{ ninguna ideologÍa de partido, sino para preserrar condiciones inhumanas que esto involucra. Pero ¿cómo
los valores de nuestra completa tradición éspiri[uar y so-
cial, contra las fuerzas que amenazan destiuirra. desde ouede hacerse esto sin sacrificar las misma§ cosas por
^fa; que se hace el sacrificio? En otras palabras ¿es pgsl.-
este punto de vista, eI us-o del término ,,d.emoeracia,, ca-
mo la definición de nuestra causa, no es compretamente ¡te §atvar nuestras vidas sin perder nuestras almas? A
satisfactorio. La democracia tiene una significación po- primera vista parece fácil contestar afirmativamente es-
lítica restringida, que de ninguna manera eubre el cdn- tas preguntas, porque este pafs ya ha pasado por la
po y la
qg de valores que tienen que ser defendidos, -paia ta confu- expúteñcia de la gUerra moderrl&, I soportado durante
§ión de democfacia como ün término genárat nüei- cu-atro años la larga agonla de Flandes y del Somme,
tra tradición de libertad social, y su slgnifieado polltico, sin sufrir nirngUna transformaclón revolucionaria, Y sh
T4s limitado pero más exacto, púede ploducir málenten- perder sus valores tradicionales de humanidad, Iealtad
didos y desacuerdos. y Ufertad personal. Pero hoy la pregunta está hecha en
l68 CnrsroprrER D¡,wsoN Er fu¡cto DE LAs N.lctoNrs L69
forma mucho más fundamenlal. La pérdida de la paz, Ia sociedad demo ctática u "occidental" pueden ser pre-
el fracaso de la democracia política en-la Europa de post- servados.
guerra., la aparición de los bstados totaiitarios y stf des- EI gran peligro existente consiste 9n- que el desarrollo
envolvimiento exitoso de ras nuevas técnieas d"el poder, de las nuevas técnicas de control social ha -dejado atrás
todo señala la insuficieneia de una política purainentó ioi aésunvolvimientos religiosos y morales de la cultura
defensiva y la necesidad de una reoridntación tundamen- moderna. EI efecto negatiio y régresivo de esta tenden-
tal de nuestra sociedad y curtur a para luchar contra eI cia sobre la cultura há sido ciaramente especificado por
desafío de las nuevas coridiciones de una época de poder eI orofesor XáiI Mannheim en "El hombre y la socle-
científicamente or.ganizado. La sociedad fnre puáá-;;;
brevivir únicamenté si puede convertirse en uná sociedad
á;á;; pero él escribe desde el puntg de.vlsta del pro-
tan perfect_amente orgáT iTada y científicamente ptanea- léélirtá o áofernante, mientrat qY. e] Problema religloso
É" ljué4"óiri.rva* múcho mejor desde-el punto opuesto:
da como el orden despótico dé ros estados totaiitarios. el del sujeto.
Y así, en medio del toibeltino le la guema y Ia préilon Si ta liloertad ha de §er preservada, es necesario dar
inmediata de una conceniraeión inténsiva áel eifuerzo también al individuo atguria libertad de asociaclón y
lagioqal, estamos forzados, al mismo tiempo, a enfrentar urg""á etácción vocacionát. Usto tlry¡i-é.1 ppege- aplicar-
el hecho fundamental de cómo es posibte píoyectar uná se"a ta libertad espiriüual. Debe existir libertad de comu-
I
sociedad moderna sin destruir ta liLertad fuciái ios lu- nicación o comuñióri, V libertad de vocaciqg esp_ecial-
|ores que la cultura occidental y cristiana han áceptaáo mente de vocación coirüemplativa. ¿Cómo están relaclo-
hasta ahora como el fundamenlo de la vida humaha. nadas entre sí estas lil¡ertades?
. En primer lug?1, debemos reconocer que no es bas_ En el pasado, }a libertad p-ersol?I qa estado siempre
t_ante asegurar la libertad rerigiosa en el sbntido técnico estableciOa sol¡ié ta propiedad particular. Et cludadano
del derecho de mantener las creencias religiosas y prac- era un fromnrá prósp^ero, y en cónsecuencia, las franqUl-
!1.?, alguna clase de adoración religiosa, porque es mny áiár V privilegiós esta¡an_ a disposición de a_quellos que
fácil para una sociedad planeada inborporar tós más mí- ;i'-" "piópieta"rios u hombres. uye- poseian *lgll?-,f$:
nimos elementos vitales del cristianismo otganizado en de rañgo- material en la socied?d .y alguna establltdao
su nivel más bajo de vitalidad espiritual, mientras social. Ét derecho de propiedad traio consigo e! derecho
destruye, al mismo tiempo, las raíces de la personalidad, d; 1¿ libertad en la elécción de una ocupación. Pero aun-
sin la cual, tanto la religión como Ia libertad sociar se q"u eiiu derecho era pelsonal, no.era cómpletamente ln-
marchitan y mueren. La solución totatitaria consiste en ¿ividuatista. nitalou ünido a Iá existencia de un pequeño
salvaguardar Ia vitalidad física y sacrificar ra ribertad áiupo primario familia- que tenía sus qosesiones
espiritual, -El go1nprgmiso demoerático consiste en pre- E" óo*,:n bajo el-ta gobierno del padre,.qnp mlnúscula §o-
servar la libertad individual sobre eI nivel superficiai de ciedad comuñista.-Así, la base bel ediflcio social, estaba
la vida económica y política, mientras desatiende las raí- conitituída por ta familia, como la unidad económlca y
ees físicas y espÍrituátes. social primaria.
La cosa más importante es, por lo tanto, asegurar el Fué en un med.io social tal, donde existió la libertad
mÍnimo de condiciones que son esenciales parJ la pre- ..pititrái ¿éf paiado. En contiaste con la libertad soclal
servación de la libertad espirituar, y bien püede decírse, y ^política, fud sin emb-argo, considerada slempre como
pya la supervivencia del alma hunnana: porque sin esto, írráep.ndi'ente'de las relaciones económicas. En una pa-
ni los valores cristianos, ni los varores tradicionales de hbrá, la tibertad espiritudl fué imaginada a menudo co'
/:.
170 CnrsropsEn D.twso§ Er. Iurc¡o DE rÁs NlcroNps 171
i!!"eliiri,n#,.n3.#ffi:1,1t;ifiri8¿?ff
económica ha crecido cadl-vez
J*lüt
*¿r, y iir- n* ido asimi- incóñcenible que pueda ser
'aceptada pol t.nd.:#ffi
""sr.ilm"r.t^"iüh:s#iü!illp'i{üfi *gt qlel s¡rnt ltl-ot : i
Iando a los servicios priniiós organizados,
que han exis- rt r t á[ñ r'd'ñ;i. o'ü
zación. É'qt el mundo no es cle-
tido siempre iór;j;*pr6,
!"_*gder^ -gi¡i*"o éi-.¡?üro, la crisis pt.tu"Tá qü" .iiá. sufriendo
bida a ta ,ur.óiOñ-instintiva-áá ta sociedad
civil, tas bticiñas er servicio occidental
y departamentos de ür_ su más ín-
contra ,, .iriJoñ; lrñ;J ¿árti"ctor
genierÍa),
pero de ser
que en- et pasado urá" u" Y 1a ra-
-
á sü áá*ü" ;; ¿';" ,* esrera
éontras tá'ná" timo, y de fas iáióe§ Ae su vitalidad espiritual'
económica priváda. 'w vp'va* u\r§J itstlr"##f§rü zón de qr. .*to*;;;* más onvio está-en -que-.la..t-fT:
se está separando cada vez más der tra-
*^.!"_propiedad
bajo, y se convierte sobre^todo ur ui a.rérno
de recibir
$'snt*t}:rnx'rui-,t'r;,:e,if"3§:?'i,"fffJ31:::
Oe los elementos espirituales
nómico, y ta JüüótáiñáéiOn de. manera
ffi1áS$3,h;nS¿:#1,§i,T,1fi g;gá,-uüásonadminis- de la cultura óáóiAental a fines materiales, -
posición tal como
oue ésta ,o o.oóáná-moralmente
-la uTP
Marx
ptit&*" H;*;;iriir ;i-ítrq";pr.t."áia
a" revolución totalitaria'
1i,T'i*:i,J*'lrl"[.*Xfi]i'ffiT"T.li',fl
anterior. En [8lfr
ros días de toi ejérülo*=ir"-rcenarlos, urr i#ír^ijñ,, ürffi; que eI burgués capitalista
estaba .ro*n{Jiltiéii" bajo süs pies y
produciendo sus
hombre era ribre de_prestar seivicio en-ils rueizas'rr*
j"u:i"ilSi&J;liüil
v ,i'r.áññt"o üü"ftüiil.
kffi l.;rlj*-fi.?:#",,13,,1Hfi ,
catástrofe externa de la derrota militar, np parece exis- fué la servidora obediente de cuanto poder ganó, por
tir ninguna razón para que el proeeso no eontinúe, hasta distintos medlos, eI control del estado.
que nuestra sociedad llegue a estar tan completamente El ürmenso adelanto en el poder de la administración,
sujeta a plan como cualquier estado totalitario. que es característico de todos los estados modernos, de-
6e ser acompañado por un progf,eso correspondiente en
. ¿_Pugde sobrevivir la socied ad. a un proceso tal? Exis-
te, desde luego, el peligro de que el ptáneamiento buro- el sentldo de la responsabilidad personal por parte de
crático pueda destiuii la libeitad nb menos completa- los adminis'üradores, de otra manera se cbnvertirá en
mente que la dictadura totalitaria. Sin embargo, ho es un goblerno impersonal de esclavos sobre esclavos: la
necesario e inevitable, ya que el sistema no es en sf mis- tiranfa de los esclavos del escritorio sobre los esclavos
mo irreconciliable con eI principio de la libertad de vo- de la máqulna. En otras palabras, el servidor público
cación. Ciertamente, el servidor civil es más apropiado debe ser un hombre libre y un ciudadano, si ha de ad-
que eI hombre de negocios o el político, para representar ministrar una sociedad libre. Como hemos visto, la ten-
el principio del servieio desinteresado y el honor profe- dencia del nuevo orden eonsiste en tratar a la polltlca
sional en la sociedad moderna, eontra el motivo cápita- y a la organizaclón económica como formas de servicio
lista del provecho y la determinación dictatorial de ga- público, de manera que el servieio civil se convierte en
nar el poder. En el pasado, es muy eierto, han sido los norma y modelo de toda la estructura social. Consecuen-
elementos negativos de la burocracia los que se han he- temente, sl el principio de la libertad de vocación es
cho más evidentes, con el resultado de qu-e en la mente preservado en este punto, asegurará" la libertad espiri-
popular se encuentra asociado el distintivo de la cinta tual en eI momento preeiso, mientras que si se pierde
y_ del formalismo, eon la ausencia de la responsa-
aquf, toda la sociedad se convertirá en algo mecanizado
-rgj.a
bilidad personal y el amor a la rutina. pero esto fué de- y sin vida.
bi$g gn glal pprte a las condiclones constreñidas y ti- Es cierto que éste no es el único principio que está
mitadas de Ia época del individualismo, cuando er ser- en juego, ya gue la libertad de vocación sin libertad de
vicio público estaba restringido por ra tradición liberal asociaclón es imposible o sin signifieado. Pero todavía
plivilegio aristocrático por uña parte, y et prejuicio poseemos un amplio margen de libertad de esta última
liberal eontra ta interferencia del eltado, -por btrá.
$91 clase, aun cuando está siendo restringida cada vez más
Ha habido una expansión tan inmensa en las fun- por Ia mecanización de la vida económica. Todavía no
c-ioles y poder de la -burocracia, que está tan alejada hemos perdldo el sentido de la eiudadanÍa, y existen aún
vastos campos de la vida social, en los cuales puede en-
{u !o que fué- hqq. gn sigro, comd la Jerarquía oficiar eontrar expresión el principio de la asociación libre, co-
{e la época de Diocleciano io estuvo del se-rvicio civil mo por eJemplo en la creación espontánea de nuevos
del imperio. sin embargo, nuestra sociedad no se rra asi-
milado aún al cambio, y t, opinión púbtica está toAtti; grupos y organizaciones para luchar con las nuevas ne-
influenciada por resabiós de pensamientos que pertene- cesidades sociales, tal como lo hemos visto el año último
cían a tradicig+es qug hace inucho que úan cesado de en nuestras ciudades bombardeadas.
existir. El servidor purnco no ha cornprendido poi com- Esto, sin embargo, nos da solamente el material nue-
pleto la extensión de su responsabilidad. No es s-utieiente vo de una sociedad libre. Abandonado a sf mismo el
§_er un especialista competente y trabajador. Nada pue- principlo de asoclaclón puede expandirse hasta alcanzar
de ser más alto a ese respecto que el standard de la bu- una proliferación anárquica de grupos rivales, o puede
rocracia alemana. Sin embargo, por esta misma taa6n, degeñer¿r en un& explotación del egolsmo de los grupo§,
176 Carsropnrn D¡,¡rysoN Er. Jurc¡o DE LAs Nlclorrs t77
en Io§ cuares ra camaraderla se convierte
para ra corrup_ción y ra apropiación en una excusa rnilitar, eligió a un almirante inglés, QU€ era el enemigo
jos polÍticos. -sotamente *cuando iiíel;a d;ñ;;.ñ- de su país,-eomo la personificación de su ideal (1).
ción es asesola$ ra riuuraa de asocia- Cláro está que si Inglaterra ha de adaptarse a la
.por
ponsabilidad individuar,
el áspíritu á.-ro-áueión y ra res- disciplina de uña sociedad planeada, es este elemento
es capaz ae seivir a ros órdenes de lá tradición nacional, por sobre todas las cosas, eI
mas elevados de ra curtura,_ au .rá* Ias
t
bajo las cuares ra ribertaa oétho*nr, condiciones
6s espirituarmente
que proveerá la dinámica moral necesaria. Nuestro tem-
peramento nacional es naturalmente rebelde al esplritu
fructlfera, de malera que en rugái-aá *u burocracia prusiano de Ia obediencia disciplinada y organlzación
muerta controlando la áctividad te una masa informe, metódica, sobre todo, y todavla más al mlstlcismo de
tendremos la forma masas que ha,ce fácil para el eslavo abandonarse en
.orgánica de una eomunidad vivien-
te.. En la époea capitatista er motivo-práveeho fué tan sumisión extátiea a un poder colectivo lmpersonal. Pe-
exüremadamente acéntuado que ra sociedad
tendió a con_ ro, por otra parte, es más fácil para eI inglés aceptar
vertirse en una organización aesamáá; y
cruer, que no Ia idea del deber social y servicio desinteresado con un
gra y? eapaz de evocar el amor y Ia tealtbd de los rrom_ sentido de responsabilidad personal. Si este espfrltu pue-
que una sociedad ae áccio"irtur. En de ser aplieado a las nuevas eondiciones de la socledad,
F',tr,.igr-rl
totalitario el motivo poder está tan ..náludo, er estado es eoncebible que una sociedad planeada pudlera ser
y .des.tr¡lye, no soraniente ra ribertad siro que barre creada sin la déstrucción de la hbertad nl por parte de
principios erementares de Ia tarnbién ros la buroeracia impersonal ni por la tiranfa lnhumana.
vida. ranto uno como otro Pero la tarea que hay que llevar a cabo es tan grande
eontribuye+ a ra exproiJ.ié" explotación del débir
por el fuerte, y de lós muchos-ra que no puede ser eumplida solamente por medlos socla-
por_ roífóáos, y8 sea que les y políticos. fnvolucra la acción de fuerzas esplrltua-
Ios fuertes estén rpresentáoor por
der eeonómico, eomo en la sociedad
ros poseedores der po- les más profundas que pertenecen a la esfera rellglosa.
poseedores der poder porÍtico, capitatista, o por ros Si nuestra civilizacTón está tan completamente secula-
ros jefes aL partido y ra rizada que la intervención de estas fuerzas es lmposlble,
policía del estado, ., .i ,iG*u
futalitario. creo entonces que no resta esperanza alguna de preser-
§olamente fortareciendo er eremento var la libertad, y el nuevo orden se volverá más y más
de vocación, tan_
to en el estado eomo en ra sociedad;;*il" impersonal e inhumano. Pero si eI crlstlanlsmo es toda-
estos males. Fué ra fuerza der- sistema ser evitados
vía un poder viviente en el mundo, debe constltulr la
,l,l t,
,'1,i
,',]
desinteresado, contra ra Lmnición det poder y ra groria (l) El retrato idealizado del almirante Collingwood, en "Seraítude
,',i
\
178 CnrsropHuB D¿wsoN El Julcro DE rl\s Ntcloxss 179-'
religiosa ap10pi1da,
Pero un orden fundado _et arguna forma de neopagani§mo. chos mi,e¡nbros, ernpero todos los miembros del cuerpo,
en er principio de
tiene una afinidad naturar eon los idbales ra vocación siendo mTtchos, son un cuerpo, asl también Cristo. Por'
que pü un frspíritu somos todos bautizados en un cuer'
hecho está en que ra coneepción de Ia cristianox. Er po, ora Judíos o Griegos, ora, sieraos o libres; y todos
vocación sociar
encuentra su arquetipo y patrón en 1a la.a
cristiana de hemos bebido de un mismo Espíritu. Pues ni tampoco
la voeaeión espirituar. vérnos esta afinidád?üd;.lEñ: el cuerpo es un miembro, sino m,uchos. Si dtJere el pie:
_cipio, en las relaciones entre los apóstoles crtstiarioJ v Porque no sou tnano, no soy d,el cuerpo: ¿por eso no
!gs. -rep_resentantes der orden romano, ¿a qüe-FEAñ i serd, del cuerpo? Y si, di,jere la oreja: Porque no soy ojo,
Pablo, los etegidos del señor, paree_en rráber'sánüidirdi no sog del euerpo: ¿par eso no serd, del cuerpo? Si toilo
cornelio el centurión. y Festó bt goberpador, una espácie el euerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo luese
de entendimiento instintivo, q-u-dno sintierón ni oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dlos ha colo-
ñlG;
pggi.qgtes iudíos ni por ros firósofos griegos. md óónsi- cado los miembros eada uno de ellos en el cuerpo, eotno
creraron como a hombres que estaban preltando un-sJi_ quiso. Que si tod,os fueran un miembro, ¿dóncle estu-
vieio desintergragg por su pr-opia vocádién, y por aiera el cuerpo? Mas ahora tnuchos mlembros son a la
to ministros de Dio3,,eomd e[bs mñ*ñ; aunque roentan- un aerdad, ernpero un cuerpo. Ni el ojo puede decir a la
plano de acción más bajo. rnano: No te he menester: ni asimiyno la cabeaa a los
Es en la esfera rerigiosa que er prineiplo de la'Iiber- pies: No tengo necesidad d,e aosotros. Antes, mucho mús
tad y Ia voeacion encüé"tia'su desarrori6-mA; los mlembros del cuerpo que parecen md,s flaeos, son
ñrf;;;
¡r -com_pleto, tal como lo vemos en los máeniticós-eánil neeesarias; Y a aquellos del cuerpo que estirnarnos ser
!}tgr de Ia primera epiptoll de san p"fu;;"ü;ffidfiü; mds ailes, a éstos aesti.mos md,s honrosamente; y los que
en los cuares cogrpSri Ia diferencia Gñ; áo"ésl.f;üJ en nosotros sor? rnenos honestos, tienen mds compostura.
espirituales de Porque los que en nosotros soz md,s honestos, no tlenen
1a 1slgsia_co¡r ¡ai iüncionáJ
mo naturat (1 Coriñtios '- oá brñ;ñ:
Xff, 4-Zn): neeesidad: mas Dios ordenó el cuerpo, dando mds abun-
dante honor al que le faltaba. Para que no haya desaae-
Empero hag repartimiento d,e d,ones; tnas el nencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se in-
Espíritu es. y haylepartimienti le- míi¿iieraosi mi,smo teresen los unos por los otros. Por manera que sl un
mismo señor ,rj y hay ypart¿mieii'á '1" operaeiones: ,il,lt mietnbro padeee, todos los miembros a una, §e duelen;
y si un mi,embro es honrado, todos los miembros a una
Que ohra ióaii ff-';,;r;;;;
tna.s et mismo Dios-es-er
.
tgdo-s. Ernpero a ead,a zrno -re es dada, se goean. Pues aosotros sois el cuerpo de Cristo, y mlem-
*án¡t"rtaciú¡t, d,et
Esp-íritu fara prouecho. porque a ta ieráa¿, bros en parte.
dada por- er zsptrttu p"1,iora d,e sabWuría; a éste es
a otro,
bra de ciencia- s.geún'et miimo zipilttu.-h*oííáiiízx; pata-
Y luego San Pabto continúa mostrando que más allá
et mtimá- Éll¡rilú;';; ;;;;, donei a, ,oil¡.f.Íifrir;;U de todos los dones espirituales, trascendiéndolos y col-
rnismo Espí;itu:,¡ á át*i-riqaei.ones d,e n mándolos, se encuentra el camino indispensable y uni-
ir::iíf;r.*l y a otrol'a¡á\reción d,e ,rorrf#!:;t; olrrÍ,
séneros de tenguas; U a otro, tnterplit_ñld; áb\r;;;:o;,.
versal de la caridad, el corazón del organismo espiritual,
Mas todas estas coias oorá uno et m¡smo sin el cual los dones espirituales más poderosos y eleva-
repartiendo particularmente a, calda- i Espírrtu, dos son inútiles e inanimados.
uno-'como
Porque d,e ti ?nq,nera que er cuerpo es ,*no, qulere. La misma concepeión de la vida orgánlca de la co-
y fiene rnu,- munidad y los mismos principios de orden, vocaclón y
180 Cn¡sropEEB DtwsoN
diferenciaeión funcional fueron Er" fu¡cro DE LAs Nrcrouus^
anlinarrn, 181
'
,'rill
186 CnIsToPHER D,Iw§oN
Er. Jutclo DE LAs Nec¡oxrs 187
tura, y Ia ley- final del progreso hurnano
eontrada en- ra rr.pá"ii6" iictórrórá-áá ha de sor e,,- mente una unidad espiritual basada en la religió4 y ex-
riores y Ia elimirraclon piogr.uire-ar-r*i-r"zas tipos supe-
ros presada en la culturb, no puede ser reemplazada por
irüeriores. üna unidad:biológica ni económica, porque éstas perte-
Es obvio que estas teolialjgl,puy.apropiadas
proveeruT^ple para necen a un phnó diferente de realidad social. Son ele-
i{99róSi91 para ta qbrfurca agresiva de
un imperiarismo^qnitá1iy mentos sociales, no organismos sociales, en el sentido
vgmos en el-caso de Atemsnia
t.i"ái, 'ñe*so poler exacto.
I*i1f,:ilr,'1
aé-",iá'-üdffi
' ff i'tf&:i.:1T,il*liJiBflffi
-momentó ;üé de
.¡",fi
Es verdad que es imposible restaurar el antiguo orden
europeo, aun eir su forlia más reciente { Tás vagamente
f
,iryÉt*?
Ias
u ;lm*:liaxt*r#
tradiciones y e.piiitu caractuils-uó srffir,TTHist
oiga^niráOa, poique el mod-erno desenvólvlmiento econó-
mico y ta güérra-mecanizada-moderna han qfectado pro-
funddmerite las condiciones de la vida polltlca y la con-
áe u civ,ización
occidentar. que auñ rritrer
mismo--óórñia.o cepción de la soberanía del estado, de -mqnera que ya
fuente de'tas_ *4{?rñá!, como Ia no'es posible para los estados menores de Eu¡op3 lnanl
como ro ñuñ.or.visd, rudia .orrquisras d tener su indefrendencia mediante eI sistema tradicional
creó ra unidad ¿"i.,iiái y eom*nidad ,sir*?ffi!? [tJ; de las alianzds militares y el equilibrio del. podqr. Pero
cuttura que h civiliááóI.í", tuér;mo- comunidad -de
occioeátái-adquirió esto no significa que tendrían que ser sacrificados a la
fluencia irni.versar. uláiéilo_ que su i¡*- decisión de ganar- eI poder de lós estados totalitarios o
{uropa
o" nacionei v que por to tánto.fué también absorbidos en una uñidad raeial que pudiera ser una
Xrl?-i::'rt$?f er eiementó iil
creación artificial de una propaganda nacionalista. Esta-
dos pequeños como suiza-y BéIgica, -que ni siquiera ha- 1,]
A,lr-#*idi*tlüefitUf
nación son *l.?l}#,ru,.*ru* blad uña lengua común, pueden, sin emb?Tgor poseer
un carácter nácional firmé y tradiciones históricas que
::Tg a.o*p,léfiü
misma existencia a;;r.áor".qru
su^ sínt-e!J§, y
creben su no pueden por el interés de ninguna. teo-
-racial ser denegadaspártido.
i
estaban compuestas uí nacionér.--------'*' so del estado individual y del sistema de estado europeo illlj
Así, Ia ideorogía racista, al iguar qge en adaptarse a las nuevas condiciones.
es el resurtado de1 de*umbe de ia ra comrurista, Sin embargo, aun este fracaso es un testimonio in- ,illir
la tentativa de encontrar un su¡stiiuto uniiai europea y de directo de los-poderes de la civilizaclón occidental, da-
ñr*
$lil
gún eremento sociar primariá, ella en al- do que es el résultado de la expanslón mundlal de la
QUe
pero si, iomo creemos, sea permanente e ür- cultüra occidental y su triunfo sobre las limltaclones
rybre. nuiopa fué esencial- fÍsicas que condlcionaron la ctvilizaclón e.n. el pasado_.
En los cómienzos del slglo veinte la polltica internaclonal
ür,i
ilil
188 Cn¡sroprrEn DlwsoN Er Jurcro DE L s Nrctowss 189
nuestras mentes a lá es Apenas hemo valían las nuevas fuerz&s, y crearon una organización
q¡"ñ ñtu,iq6 ü-ffififrtpk
er cuar ra uniááá-ño'ár'*f
pero con la llegada
tiliffiHm
otáoürffi'ra eiv,ización.
que no fué ni europea ni universal, ya que no inclufa ni
a log Estados Unidos ni a la U.R.S.§., y dado que su
base verdadera fué un sistema de alianzas, similare§ a
aquellas que habían garantizado el equilibrlo europeo
t"l?lrll peaaz8s- ui {9.1." prr..rt. guerra hemos rris-
l"tisü;i#;;a det poder en los siglos dieciocho y diecinueve. No es
,T, d_e esrado, baJo
sorpiendente que un sistema que ignoraba las realida.
des del poder mundial hubiera sido desafiado y arrui-
ffiffiJ-iiffi'11"r:.S;,uXam,ggli¿?J*1?f* nado por los nuevos reglmenes de Europa y Asia, que
r"#mJÉi:tpi,x,Ftl&tr,rtrr*lil#rm estaban basados sobre la realidad desnuda del poder e
ignoraban tod.os los otros factores. Pero aunque el ra-
cismo, el militarismo, la autarqufa y la agresión iltmi-
H,r'*fiütlis'ir*mfilf f{ffi,Hi,,{**$ tada son poderosos como fuerzas revolucionarias y des-
nf "*"*:t,":*diar :Cñüa-
-su- tructivas, no pueden ser empleados como fundamentos
ü*m: ffi
nesarcón-éxcepcioña-fff
esrá casi de un nuevo orden. El trabajo de la Liga de las Naciones
ha de ser hecho nuevamente con mayor realismo y res-
casi eüteramenü-Jl.-ut
no de esros ¡ooerei; ü"
il'ül,:i:¿?:f,Hfjlif,ffi
irendencia de o ponsabilidad más amplia. No puede ser hecho por Eu-
estaáó-ii;át #Ti,rt#f,oT ropa solamente, pero tampoco se puede llevar a cabo sin
tradicional.-É.k§'ürr"i"ip.gór
ñiffiü o federacrones Europa, ya que Europa todavla representa la eoncentra-
clón más grande de población, poder y actividad cultural
i^l',.ffi 'áf ,#iilffi'JJf ,t¡r*;ü,íolgde-teriitorio, del mundo. Por lo demás, es de Europa y de América,
que es el Nuevo Mundo de Europa, de donde ha venido
f.."S§."#--d;üii.r"^1ffi tt'"ii*",T=stEoóq'üñá* la idea de un orden mundial internacional, y es merced,
prdüü"diiü_*"í[f a la i¡rfluencia occidental y en comunión eon la cultura
,$T.'3r"r:J'! ::]i;'tir-ff';f i?íffi t!,.§
.r,'.óioilií"*rF. ffi ;üffi que er desarro-
oecidental que los pueblos de Asia y Africa han adqutrtdo
la noción de su ciudadanía mundial y de su rarrgo ür-
:lrü:f 'dtli:t'lhi§.:iFl{ttüf 'Hn;itffiffi ternacional.
Pero, ¿eómo es posible concebir cualquler soluctón
ffiii:nH':il:,:*$ffi:ffift5á#T}iM;ffi
ra seguriáád*ilit rrrr"i*ii-idnil
que concilie los derechos de las naclones con la e:dsten-
cia de Europa, por una parte, y le necesldad del orden
$lffr1.. una base r¡ni_
mundial, por otra? En prlmer lugar, es necesarto pensair
que el problema no es eI de una relactón rlntca entre
Esto fué recono_cido,
por los fundadores la lación y la Ltga de las Naclones, o el estado y la so-
dg Ia ¿iga de ras
-*n*o ñH;,"r.p:l.ipio,
pero].órñó-rr.mos vrsro ciedad unlversal. Es una relaclón trlple, lnvolucrando
:' cinco, ñ-;i;;;"ron a caieurar en ro que en una unidad cultural que es intermedla entre le naelón
y el mundo. Hasta aqul, la unidád cultural ha sldo la
(I) Empleo Ia palabra en el úItlma, y las distintas culturas y civilizaclones, tales co-
Hi**l*::rninr,.ru"h#:qir1,;$*"*í,ff H,"?"""ilr3 mo I,¿s de Chi¡ra y Europa por ejemplo, eran mundos
cemados, adoptando la miisma actitud, una§ con reqpec-
,1
,{
,.¿l
,l
I90 Cnlsroprrrn D¿wsoN
t' Er, Jurcro DE LAs Nlcloxrs 191
to a Ias otra§, tomada p:L,l^T griegos
y los bárbaros
-m;sur*,*i' ideales está limitada en Rusia por el carácter totalitario
ffiif f,frTff'$?h tj:tlianos y Jñ' r* de Ia ideología comunista y los métodos de dictadura
unacivlizácion-á;.;'rfi ;;türryir",iri}:,.:'jl1#fJrrii revolucionaria, y en el fmperio Británico por la diferen-
compuesta de provirr.iu, ."riiurales, cada eia de rango entre los dominios con gobierno propio,
sisentes
de Ias cuale,s es los territorios eoloniales y los protectorados, asf como
eomp,rurta ;
diferentes nueblor ó ñ*Jiones. ñ;* ül ,r, númerouna de por la inclusión del vasto subcontinente de India, eue
potíticas v^soeiarár-riiii."tes casi toáá, Ias ideologías
este Erupó intáimáaü.o"í."-ar iñár;ili* exisrencia de
constltuye una de las mayores áreas culturales del mun-
do y uno de los miembros potenciales de la confedera-
iisáao'.o*o ra suprema
realidad social .ortru'ui rtnao-aáffi; eión universal. Porque la India no es una nación sino
eional inorEánieá á i-ñrü*", s'ocieaaa interna_ una sociedad de naciones como Europa, eon una tradi-
q_rr. es simñremente
de todos ros esraá;r;;iil;rffi Ia suma eión comrln de civilizaeiín, que sobrepasa la polftica y
verdadero debe teneién'tygl*, ;u" .H'orden mundiar que ha sobrevivido a invasiones sin número y a siglos
dades der noder, ri"i ü*n*! *;"i;;enh
tura que afeetai nl"soiá'Lr r'#iüií,iades de ra eur-
Ias reali- de dominaeión extranjera.
institueioner Pero, ¿gué decir de Europa misma? ¿Es posible ima-
ginar una federaeión europea oeeidental que tomarla su
il3ffi'!fiiJlu*.H:ril;itt":igrtT,::'iffiidl.3'; luEar con las tres unidades federales exlstentes, como
Existen dos línea* á* eondu-eta miembro de Ia sociedad universal? En el momento pre-
a seEuir para ,tratar
este probrema. oJ-un iial,
.aáá
euttura pudiera s.r orgárrizada .ioiiiátio, o área de
sente el ideal de unos Estados Unidos de Europa puede
pareeer utópico e lrreal, sin embargo pareee ser la rlnica
eom;;; mundo auto_ soluclón eapaz de eonciliar la tibertad nacional v la au-
sunuré,*iryl,n r"t rite-
iÉl[3*i?l,i',liii[?# ff #a
menrepd;;"rñr;á;,,utlHi?:3üíirr,.",r:,f
tonomla eultural de los pueblos europeos occidentales
eon Ia tradición de la unidad europea y tas necesidades
«rereehos de tár-"á-.já,iÉrli trT; del orden ?nundial.
.agi-d;;;áz
La soruei¿" arteináiiíá".b¡g*iá
ñ aer mundo. Las obieeiones a Ia idea de una federaeión europea
de naeiones sino ,r, ;;.;;, ,,o una rÍea
óorrlq.r.rgiq;,-;;; son el resultadg, en gran parte, de tener una opinión
raciones, orr?l1f+'U;ilur1iqaá, -au* riga de fede- demaslado ltmitada de la ñaturaleza de la federaeión,
lültu ra, y eada y eoneeblrla en las condiciones de los Estados unidos
HÍ'i:fffi13?fl:,Tip"i#;}fffiá HE fil.,"nes ó .,iá-
$e {,mé_rtea, donde la solución federal fué posible por el
Ya tene*?: ejemplos hecho de que Ia opinión nacional fué eoncéntrada'sobre
Iítico en Ios tres grairdesae este tipo de organismo po- Ia unión misma rlráq que sobre los estados, que poseran
poderes Que están un carácter provincial más que naeional.'pbro en Eu-
aliados en
l?#.f'rf.t.¿.,*".;, üii"iu ,9" ai.tiit". en consrtu- rop? eI _desarrollo intensivo de las tradiciones polfticas
nacionales y Ia cultura nacional, han hecho a fodos los
ffi1*,*í1re¿{gats**ihl¿F1ilffi-f pueploq tan c.onscientes de su propia lndividualidad que
cualquier llmitaclón de su sobéranfa porftica es reciblda
.x,:""t*",:Jxil,ht.[:[;1":,3ffi como una amenaza, a su existencla espiritual.
,ffiq?,?,',fl
ideates democráu.á, ,jiiilái.s, fl?xsi Parece absurdo s&car como conclusión de todo esto
de Ia aesiguáiááá-rirüffiffi;quey rec hazan que la únlca forma posible de unidad europea es un im-
ra aprica.,BirrJffifjl perlallsmo totalltarlo que destruirfa toda la libertad na-
192 CnrsroprrER DlwsoN
E¡, JurcIo DE LAS N-tcloxes I93
cionar. ciertamente, es m4s- razonabr,e pensar
sanizaeión de Europairnñ;E;il;iin ribre y ra or-
que
variada a,]emana o anglo-americana de Europa, sino si Europa
como fuera posibre. Er Estado he de ser orgánizada como un imperio militar totalita-
ha mostradó cuán t"i"l pyeaeHriá"iüá a. ras Naciones
iriá-iñel camino de ta rio, o como una federación demoerátiea libre. §olamen-
autonomta y
*irñ
preservando - ar_diversid;A
^d. lár'i;il, te mediante ia segunda alternativa es posible integrar
rñTpg unai
ciar verd*dpr?,, a,nque i"aátiniáá et principio del libre albedrío nacional en una unidad
poüético orden-univeilá1, üna ñ*'it*o nuestro hi-
""ru"á"ffi?ll:X?,ff: más amplia, que poseería suficiente comunidad de cul-
tea*a.iári'au federaciones, tura y tradición histórica como para despertar un sen-
{.que por Io demás exiite con un mínimo de organiza- tido verdadero de lealtad, tal como una organización in-
cron y contror central. un ia *irffi ternacional que es incapaz de crear la Liga de las Na-
eoncebir un? unión europea que ;;rma es posible
sería- primariamente ciones. Una unión europea de esta clase estaría en eon-
una socieda{ de-pueblos iini"s', árii**.uat dición de cooperar con las otras federaciones mundiales:
grandes y pequeñós, roi reinóly jur'iup,iblicas tos estados
propias institücionei y constiiü.Íorü. eon sus el Estado Británico, los Estados Unidos y la U.R.S.S., así
junto a ros orros, ¿óñd lHstirían los unos como con la América Latina, India y China, como miem-
b rraéáñ-iós "riiemnros hno constituyente de un orden mundial federal.
tado Británico oe ú* iiil;ones. der Es-
En esta forma sería posible preservar el carácter na-
una federación tar estarra_ enteramente cional y la misión cultural de los estados más pequeños,
con Ia concepción traoiciána¡ de aeuerdo
que tienden a desaparecer en la atmósfera cosmopolita
Burke definib-cod"n áJ*'q" a" rá-üiliáád europ€&, que
sado en una forma .drrñ ug-pffiffi cristianos, ba- tle un estado mundial. Así Suiza o Dinamarca tienen su
a;,.r!gá, trugar y significación en el orden europeo, como Colom-
cultura, poseyenao uña-léy priurica iirril.ro*unidad de bia o Ecuador lo tienen en América Latina, o Nueva Ze-
comun.
EI varor porítieo de .rt3 concepción landia o Terranoya en el Estado Británico, y sus valores
fué vieiado aI
§er aceptada' Ia guerra órg
Iey inteinacÍonar,"ulvlciá"que ,rra^páitu normar de Ia
individuales se perderían o serían seriamente deterio-
rados en un sistema mundial uniforme, al eual el estado
tué rñitioo pero no cu-
rado por ra tentativa áJéróti";;;'ai#ir pequeño es incorporado eomo una unidad aislada, junto
ras condieio- a" superestados gigantescos que euentan su poblaeión
fttri:, ffi"
tentativa seria f
{, áé *,:&i'r",f#
iñilr i}-'# Eii',% le[:?
tr:^-u:-t?dos de Europa
base de los ññipisñ üi.Tirnos, sobre Ia
por cientos de millones.
No hay duda que las dificultades que se levantan en
ramüia crisrfana au rár-iá;id;: como miembros de Ia el camino de la creación de este sistema federal orgá-
yecto fué lanz1do É.#d;do que er pro- nico de orden mundÍal son inmensas, pero lo mismo
qg;ior?rr
ücos de Europa oec'iáérr}á,-L grandes éslaaos autoirá- puede deeirse de cualquier sistema de orden mundial,
Ia nacionardád isfi;;;üñ íJ, p.irr.ipios desde una Liga de las Naciones hasta un estado mun-
sublimes fueron-t -ñilñilrrg.;g;-ññ#ios, sus ideares
de
oéfuáriiáü, .o*o üirl?ascara,
dial unitario.-Sin embargo, la historia catastrófiea de
tiranfa, y fuero-n oestruiáol-poT de Ia los ultimos treinta años óon sus dos guerras mundiales
natisras de mediaaoJ á"i los movimientos nacio_ y su sucesión de crisis económicas y políticas tendria
ron a ver Ia necesidad á; ,jhb aiuáí"üf"ü,nru no uega- q*" aportar pruebas suficientes para convencer a las
i"n oraen europeo organ izado. drenteri más iautas y conservadorás que la cuestión de1
Hoy esta necesidad es comprendida orden universal no es un especulación utópica, sino un
y Ia cuestión principái-ñ én bdas partes
eJ éñtu.-"rññás**orrfa rusa, hecho vital, del cual dependen nuestras vidas y ta exis-
tencia de nuestra oivitización. &r el momento presente
| ":
{ '(
1,
BIBLIOTECA LUIS ANGEL ARANGO - B DE LA R
INDICE
P,c,nrE Pnturnr
PÁc.
I. hora oscura ... .. 9
-La
II. Democracia y guerra total 19
-
III. -- Los orígenes religiosos de la desunión europe& 34
IV. El fracaso del liberalismo . . . 54
V.
- El fracaso de la Liga de las Naciones
- 1. La caída de la Liga 67
2. El Estado-nacit¡n y la Unidad europea 72
3. La Unidad europea y Ia Liga de las
Naciones 7B
VI. La secularizaciórr rle l¿ cultura 85
-
I)nrtru Sncu¡ror.
LA RESTAUIIACION DE UN ORDEN CRISTIANO
I. Planeamiento y cultura 101
II. - Frincipios sociales cristianos 116
- 1. La ley de la naturaleza . 120
2. La idea del cristianismo 126
3. El poder del espíritu 133
III. -- La espada del espíritu 136
W.-Retorno a Ia unidad cristiana ,.... 145
V. La eonstrucción de un orden crigtiano . . . . . L64
-
vI._LaCristiandad,EuropayelNuevoMundolBI
'1,
,),!,
IIL'I'IM AI] NOVH
Nt)t/til.¡¡
/t, t.:u¡rdovllU
Wlnll¡r
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l rrrrl¡,rttrt
I I l'.1,,.1rr,.r,,rrr,... l. Lt¡lwlÉ
l,i ,:',','' ':,,. 'l::: , l',1';f',*'fl,
UltIlrÉ lltllltrlrr
l', .1,,. .1,, ["] l, , r n t:r¡¡t
Este libro terminése de imprimir (i¡tl¡,lrr
el 3o de setiembre de 1q44, en los
Talleres Gráficos .,ROSEDAL,, r rrl l, r lrrf{ ttt,ñil,flil
Santa Fe 3399 - Buencn Ai;.
Ala.lr'lrrl¡tct ll!l
I r,l ti ¡ lUrl l¡lttl?14,,
v^illrtE
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I I rtr. lr rl 1,, lt,, Af ,r,r ([] ,lr'1,
I ¡, ¡,ri,rrr,l,r,, ltlllAtt l1't tt,
I r',, É !.,t,rul M¡,rhr,ltfrl, lt, OlOt,l ' , il.1't,
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S 3.00m/A¡rr