Está en la página 1de 1

Se puede hacer una clasificación de la esclerosis lateral amiotrófica a partir de tres niveles: según

la región corporal en la que el paciente presenta los primeros síntomas, según el modo de
adquisición y según las neuronas motoras que se vean afectadas.

En primer lugar, según la región donde aparecen los síntomas primarios, se diferencia entre ELA
bulbar y ELA espinal/medular. La primera se caracteriza por síntomas como la disartria y la
disfagia, como consecuencia de la afectación de motoneuronas del tronco encefálico;
representa el 25%, afecta más a las mujeres y suele ser más temprana. La segunda se manifiesta
en forma de pérdida de fuerza y debilidad de extremidades (caídas frecuentes) e incluso fallo
respiratorio; mejor pronóstico que la bulbar.

En segundo lugar, según el modo de adquisición, se hablará de ELA esporádica y ELA familiar. El
primer caso es la más frecuente (90%), no hay antecedentes familiares y su etiología es
desconocida. El segundo caso presenta un componente hereditario generalmente autosómico
dominante, como mutación del gen SOD1 mayoritariamente; en este tipo se describe otro
subtipo, la ELA de Guam o el Pacífico Oriental, una asociación de deficiencias (ELA-Parkinson-
demencia) endémica de esta región.

Por último, según las motoneuronas afectadas, se distingue entre ELA primaria, atrofia muscular
progresiva. La ELA primaria se produce por afectación de las MNS y la conservación de las MNI.
La atrofia muscular progresiva se caracteriza por la afectación de las MNI, incluso con pérdida
de reflejos; una subcategorización de la anterior sería la parálisis bulbar progresiva, que, como
ya adelantábamos, provoca disfagia y disartria entre otros.

La denominación de la ELA como enfermedad de las motoneuronas se puede explicar


fisiopatológicamente. Charcot y Cuveilheir la describieron la afectación simultánea del tracto
corticoespinal y las MNI del asta anterior de la médula. Lo más característico de esta
enfermedad es la muerte final de las MNS y MNI, a pesar de que inicialmente solo se produzca
una pérdida de función de estas. Esta muerte final de las motoneuronas provoca una
denervación en cascada y la consecuente atrofia muscular, de ahí el término amiotrófica.

La muerte neuronal se acompaña de una gliosis (proliferación de astrocitos), neuronofagia


(penetración de las células nerviosas por células neuróglicas jóvenes), esferoides axonales en
raíces motoras, pérdida de axones motores y desmielinización de la vía piramidal. Todo ello
supone una mayor consistencia de los cordones laterales de la médula, de ahí el término lateral.

Los mecanismos fisiopatogénicos principales de la ELA son: estrés oxidativo, excitotoxicidad,


afectación de ADN y ARN neuronales, disfunción mitocondrial, neuroinflamación,
autoinmunidad y alteración del metabolismo energético. No obstante, los mecanismos
moleculares implicados directamente en la degeneración neuronal son la disfunción
mitocondrial, la apoptosis, la neuroinflamación y la excitotoxicidad.

En cuanto a la disfunción mitocondrial cabe destacar que, aunque se desconoce el mecanismo


exacto por el que se produce, parece haber una relación causa-efecto con una alteración de la
homeostasis los iones de Calcio y de la síntesis del ATP. Además, aunque la disfunción
mitocondrial no es causante por sí misma de la enfermedad, debido a la importancia de las
mitocondrias en la supervivencia celular como fuente de energía, su alteración contribuiría a los
procesos de excitotoxicidad y estrés oxidativo. En algunos casos llega a producirse
hipermetabolismo, lo que genera una pérdida de peso exagerada que empeora el pronóstico.

También podría gustarte