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Hoy es un galardonado director de cine, que acaba de ganar dos premios Globo de Oro, con la
película About Schmidt, protagonizada por uno de los símbolos de Hollywood, Jack Nicholson.
Se trata de Alaxander Payme, un estadounidense, de origen griego, que vivió durante un año
en Medellín, en 1983.
"Yo conocí a Alejo por uno de ésos azares de la vida que pasan sin motivo y sin razón. Yo
estudiaba flauta con una profesora particular y un día una compañera de clases, que sabía que
yo era colombiana, me contó que un amigo viajaría a Medellín para hacer una investigación. Yo
le dije que estaba interesada en conocer a éste muchacho pues mi mamá tenía mi pieza en mi
casa de Medellín disponible", de esa manera Eliana Vásquez conoció a Alexander Payme.
Payme, que en ese entonces tenía 23 años de edad, llegó a vivir a la casa de doña Cristina
Londoño, en la habitación de Eliana. Desde ese día dejó de ser Alexander para convertirse en
Alejo.
En ese entonces, pese a que estaba dedicado a la historia soñaba con ser director de cine, así
por lo menos lo recuerda María Mercedes Vélez, una de sus grandes amigas en Medellín. "Le
encantaba ir a puebliar. Sentía una atracción única por Titiribí".
El título de su tesis, que hoy reposa en el Fundación Antioqueña de Estudios Sociales, FAES,
es Growth and Social Change in Medellín, Colombia: 1900-1930. (Crecimiento y Cambio Social
en Medellín, Colombia: 1900-1930).
El estudio comienza cuando Medellín tenía 60.000 habitantes, cuando las calles eran estrechas
y empedradas y cuando sólo era accesible a mula y cuando su industria textil solo consistía de
un par de telares, en un pequeño edificio.
De origen griego, Payme había aprendido a hablar español en España, país donde residió un
tiempo con su familia.
"Se sostenía con clases de ingles que dictaba en Inlingua. Viajaba en bus por la ciudad, se la
conocía al derecho y al revés, su presente y su pasado. Aprendió a hablar con acento paisa,
tranquilamente pasaba por uno de nosotros. Le encantaban los frutos tropicales, en particular la
guanábana. En Medellín descubrió a muchos artistas latinoamericanos, especialmente a
Mercedes Sosa y Les Luthiers, unos de sus favoritos", afirma Clara Londoño, prima de Eliana.
Pese a que su intención era quedarse sólo tres meses en Medellín, su estadía se prolongó por
un año, siempre en el apartamento de doña Cristina Londoño, en El Poblado. Se apegó tanto a
esta tierra que estuvo a punto de casarse acá.
Quienes lo conocieron coinciden en que poseía un gran sentido del humor, al punto que se
presentaba como Alejandro Payne. "Su nombre en español le caía al pelo pues fue uno de
nosotros" rememora Clara Londoño.
Pese al paso del tiempo y la distancia, Payne aún permanece en contacto con Medellín, por
medio de Eliana, que trabaja en Stanford, y de María Mercedes Vélez, que desde acá los
mantiene al tanto de todo lo que sucede.
Quienes lo conocieron en Medellín son quienes más gozan y celebran los premios que acaba
de ganar en Los Angeles, en la entrega de los premios Globo de Oro, la antesala más
importante de los Oscar.