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Neurodidáctica
Compilación realizada por el Dr. Héctor Valdés Veloz
2.1. El concepto de aprendizaje visto desde la Didáctica General.
En cuanto a las actividades de interacción social, cada sujeto cuenta y pone en función
en los actos de aprendizaje sociales que realiza para asimilar la cultura, sus propios recursos
intelectuales y afectivo / motivacionales, conformados de forma particular en su
individualidad. O sea, en el aprendizaje cristaliza continuamente la dialéctica entre lo
histórico / social y lo individual personal, es siempre un proceso activo de reconstrucción
de la cultura, y de descubrimiento del sentido personal y la significación vital que tiene el
conocimiento para los sujetos.
Por su parte las neurociencias conciben la categoría aprendizaje como cualquier variación
en las conexiones sinápticas que produzcan cambios en el pensamiento y comportamiento,
que puedan generarse a través de la información teórica, la práctica o las experiencias de
vida.
Desde el punto de vista de las neurociencias entendemos por aprendizaje cualquier variación
que ocurra en las conexiones sinápticas que produzca cambios en el pensamiento y
comportamiento, que puedan generarse a través de la información teórica, la práctica o las
experiencias de vida.
Todo aprendizaje entonces está posibilitado por las estructuras neuronales del cerebro de
nuestros alumnos que, al mismo tiempo están siendo modificadas por el aprendizaje.
En este apartado intentaremos dar los primeros pasos en la construcción de las bases de una
teoría neurodidáctica en la que se sinteticen y se combinen armónicamente los principales
hallazgos de las investigaciones realizadas en las últimas décadas sobre el funcionamiento
del cerebro, así como las recomendaciones que se derivan de los mismos para la enseñanza
y el aprendizaje.
Por su parte, estamos entendiendo neurodidáctica como una disciplina reciente que se
ocupa de estudiar la optimización del proceso de enseñanza – aprendizaje basado en el
desarrollo del cerebro, o lo que es lo mismo, es la disciplina que favorece que aprendamos
con todo nuestro potencial cerebral.
Luego, cuando hablamos de principios neurodidácticos nos estamos refiriendo a las tesis
fundamentales que se basan en los elementos convergentes entre las teorías
psicopedagógicas y el funcionamiento del cerebro humano, que propician que la dirección
del proceso de enseñanza aprendizaje sea más efectiva en el sentido de que los alumnos
aprendan y desarrollen su personalidad con todo su potencial cerebral.
Una condición necesaria, si bien no suficiente para que tenga lugar un proceso de
enseñanza aprendizaje efectivo en el aula, es que existan y se practiquen normas de
convivencia claras y compartidas cuyo cumplimiento sistemático haga que los alumnos
vayan tendiendo a autorregularse.
La formación de hábitos correctos en los escolares es una condición de partida para que
se produzca un adecuado desarrollo de habilidades, capacidades y competencias.
Se requiere un contexto aúlico limpio y ordenado, con estímulos atractivos para captar
la atención de la corteza cingular anterior de los cerebros de los estudiantes, y con ella,
la atención selectiva y sostenida en el tiempo.
El medio ambiente del cerebro es el cuerpo y el entorno. Entre ambos hay u flujo de
información sostenido durante toda la vida, un equilibrio dinámico que en el organismo
se traduce en una integración sensitivo – motora.
Un docente con un desempeño rutinario, haciendo todos los días lo mismo en sus
clases, no logrará captar la atención de sus alumnos de manera sostenida en el tiempo,
pues no los motivará suficientemente.
Por el contrario, un docente que utiliza la sorpresa para estimular la curiosidad de sus
alumnos y que presenta novedades en la mayoría de sus clases, logrará sin duda alguna
que estos tengan una sostenida disposición para el aprendizaje.
Para que la información llegada al cerebro de los alumnos a través de sus órganos
sensoriales logre vencer el filtro del Sistema Articular Reticular Ascendente (SARA), y
ascender a los lóbulos frontales con posibilidades de que se forme en los mismos huellas
mnémicas referida a dicha información, será necesario que el docente con frecuencia
cambie la voz, variando su volumen y ritmo; produzca cambios visuales en los colores de
los recursos didácticos que emplea así como varíe los tamaños de los mismos y procure
que la información llegue a los alumnos a través de varios sentidos simultáneamente,
entre otras acciones didácticas.
Para que el alumno aprenda con todo su potencial cerebral es preciso que, entre otras
cosas, a lo largo de su vida tienda a lograr las 1000 billones de conexiones neurales que
en promedio pueden lograr sus respectivos cerebros. Para ello resulta necesario
integrar contenidos de las distintas asignaturas que cursan.
Enfrentar nuevos desafíos, implica establecer nuevas redes neuronales cuya finalidad es
la adptación a lo que subyace el aprendizaje.
La información que se trata en una o en pocas ocasiones raramente puede formar huella
mnémica en el cerebro. Es decir, como consecuencia de la plasticidad cerebral, las redes
neuronales que no se activan sistemáticamente desaparecen en el tiempo.
Por las razones antes expuestas es necesario que cada cierto número de clases el profesor
consolide la materia tratada, en tres niveles diferentes: ejercitación, sistematización y
profundización.
Los indicadores tienen la virtud, entre otras, de objetivar el debate educativo en las
sociedades democráticas, proporcionando una información relevante, significativa y
fácilmente comprensible incluso para los ciudadanos no especialistas en Educación.
- Los indicadores deben apoyarse en alguna teoría o modelo de los procesos educativos.
3
Alejandro Tiana Ferrer: “Qué son y qué pretenden”, en Cuadernos de Pedagogía, Nº 256, marzo de 1996, p.
50.
Para juzgar adecuadamente la calidad de un sistema de indicadores, existen por lo menos
seis criterios generales, los que explicamos a continuación:
• Validez interna
Consiste en la precisión matemática del cálculo involucrado en los indicadores cuantitativos
o en la precisión conceptual de los indicadores cualitativos.
• Validez externa
Se refiere a la capacidad del indicador para representar correctamente el fenómeno del
sistema educativo de que trate.
• Consistencia interna
Consiste en la coherencia de los indicadores entre sí, evitando contradicciones entre la
categoría de información reportada. Los sistemas de indicadores deben tener un cierto grado
de redundancia, en el sentido de que varios indicadores deben medir el mismo fenómeno,
con el objetivo de determinar la consistencia de la información y de los indicadores
utilizados.
• Comprensibilidad
Consiste en la capacidad de los sistemas de indicadores para considerar los factores críticos
que permiten describir o explicar la condición del sistema educativo.
• Por su uso
En última instancia este es el criterio más relevante para evaluar los indicadores. Deben
informar lo suficiente como para elaborar juicios con fundamento sobre la condición de la
educación en general o de determinadas variables de esta, que sirvan de base para diseñar,
implementar y evaluar políticas para su mejoramiento.
II. Motivación para el 4. Las metas u objetivos que formula son claros y coherentes con
el currículo nacional.
aprendizaje.
11. Logra que los alumnos comprendan qué, para qué, por qué,
cómo y bajo qué condiciones van a aprender el contenido de la
clase.
III. Reactivación de 13. Propicia que los alumnos establezcan nexos entre lo conocido
y lo nuevo por conocer.
los conocimientos
previos. 14. Se asegura de que los alumnos posean todos los
conocimientos previos necesarios para comprender el nuevo
contenido.
IV. Tratamiento de la 16. Demuestra que tiene dominio del contenido tratado.
V. Consolidación y 22. Utiliza expresiones enfáticas para indicar aquello a lo que los
alumnos deberán concederle especial atención e importancia.
control. 23. Identifica con precisión los niveles de apoyo o ayuda que
necesitan sus alumnos y es consecuente con ellos.