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Atributos de la Asistente Educativa - Habilidades

Habilidades

Las habilidades se definen como las capacidades que a través de las


experiencias proporcionadas por el contexto y la interacción con los
demás, se desarrollan y expresan por medio de comportamientos, como:

a)  Independencia

La persona independiente se desenvuelve por sus propios medios, tiene


una opinión y pautas de acción propias para construir su vida y llevar a
cabo sus metas; en este aspecto, también hay que tener equilibrio ya que
por naturaleza humana somos interdependientes. Se puede ser
independiente y trabajar en equipo, enriquecer el pensamiento; así como,
compartir la vida profunda y significativamente con otros.

Cuando la persona reconoce la importancia de la independencia, es


capaz de observar en el niño la confianza que va adquiriendo en sus
propias fuerzas, facilitando la realización de actividades como: permitir
que se abroche su ropa, crear un ambiente de confianza para que inicie
la marcha o el control de esfínteres.

b)  Reflexividad

Está relacionada a las características de las personas que suelen


reflexionar antes de hacer o decir algo, no actúan por impulso y piensan
en las consecuencias de sus actos. El término se asocia con la
introspección que es la persona que se autoevalúa constantemente,
reflexiona y, en su caso, cambia de actitud. Generalmente son
persistentes en las actividades que inician y tolerantes ante la frustración.
Esta habilidad se manifiesta no sólo en el plano individual sino en lo
familiar, laboral y social.

Un ejemplo o caso que a veces ocurre en guarderías, es que los lunes


algunos niños llegan cansados y con sueño, antes de obligarlos a realizar
cualquier actividad, es importante reflexionar sobre la situación, porque
probablemente durante el fin de semana durmieron menos horas de las
habituales.

b)  Tolerancia a la frustración
La frustración es aplicable a las circunstancias que resultan en falta de
satisfacción de una necesidad o motivo. Se presentan en cada una de las
etapas de la vida, que en su momento se consideraron importantes y que
no fueron satisfechas o alcanzadas.

Los componentes que causan la frustración y las reacciones ante ésta,


son diferentes en cada persona. Puede ser que a veces las metas,
objetivos o deseos son poco realistas y derivan en diferentes niveles de
frustración.

La tolerancia a la frustración se establece en función al tiempo en que


una persona tarda en reponerse al motivo que la causó; sin embargo,
hay quienes, en algunos casos, no logran sobreponerse.

Las frustraciones afectan directamente la imagen que se tiene sobre sí


mismos y se desarrollan mecanismos de defensa, algunos positivos
como redoblar esfuerzos para lograr la meta u objetivo, identificarse con
una persona que se admire e imitar su esfuerzo por salir adelante. En
cambio, algunos mecanismos negativos son la ansiedad, evasión y
agresión.

Se requiere de la Asistente educativa una elevada tolerancia a la


frustración, que impida mecanismos de ansiedad o agresión hacia los
niños cuando éstos por ejemplo, derraman un vaso con agua, se
ensucian la ropa, no logran alcanzar totalmente capacidades propias de
la edad, como el control de esfínteres o comer apropiadamente con los
cubiertos.

d)   Equilibrio emocional

Se define como la respuesta emocional adecuada hacia una persona o


entorno. Es importante señalar en este punto que, no es posible tener el
control sobre las conductas de los demás, pero hay un bienestar que no
depende de cómo los demás se comporten con nosotros, ya que es
posible mantener el equilibrio interno tanto en ambientes favorables
como adversos. Tener conciencia de que el bienestar propio no depende
de los demás, sino de sí mismo.

Esta habilidad, al igual que las ya descritas, se puede desarrollar y


entrenar tanto en el ambiente familiar como en el laboral. Algunas
manifestaciones de una persona que no cuenta con equilibrio emocional
es mostrarse triste, ansiosa, tensa, impulsiva, impaciente o irritable. Por
el contrario, las manifestaciones de una persona equilibrada
emocionalmente es que suelen ser reflexivas, tolerantes a la frustración,
con una autoestima adecuada, son independientes, tienen la capacidad
para resolver problemas y para establecer relaciones afectivas seguras.

La Asistente educativa debe tener equilibrio emocional que le permita


llevar adecuadamente situaciones que sucedan durante la atención y
cuidado del niño sin perder el control, y de esta manera proporcionarles
un ambiente seguro y estable.
 

e)   Empatía

Esta palabra se refiere a un proceso emocional que posibilita la


percepción de los estados de ánimo de otros; se vuelve una habilidad
que es posible desarrollar si se desea y, consiste en el esfuerzo por
comprender los requerimientos, actitudes, sentimientos, reacciones y
problemas de los otros, sin perderse a sí mismo, para actuar
adecuadamente ante una situación específica.

Para ser empáticos, es necesario escuchar atentamente al otro,


manteniendo contacto visual, sincerarse para estrechar la conexión de
comunicación, ofrecer afecto físico con una palmada o estrechar las
manos, tratar de entender la perspectiva sin emitir juicio de valor, si tiene
razón o está equivocado y, ofrecer ayuda porque existe la disposición de
hacer algo por alguien.

Esta habilidad es necesaria para reconocer y comprender los


sentimientos y actitudes de los niños sin emitir juicios de valor; por
ejemplo, un niño quiere el juguete que otro está usando, al ejercer la
empatía se reflexiona con ellos, reconociendo sus deseos y sentimientos,
al decir “entiendo que quieras el juguete porque te gusta mucho, pero
vamos a darle dos minutos más a tu compañero para que juegue y le
decimos que ya es tu turno”.

Otro ejemplo, es cuando en algunas ocasiones los niños que están


aprendiendo a controlar esfínteres y mojan su ropa, la habilidad de
empatía sería decir “entiendo que por estar jugando no te acordaste de
avisarme para que te lleve al baño, te voy a limpiar y cambiar, cuando
vuelvas a sentir ganas de ir al baño recuerda avísame”. Para el caso de
los bebés, cuando tienen un llanto incontrolable es conveniente cargarlo,
confortarlo con palabras cálidas hasta que logre calmarse. Con todas
estas acciones, se evitan conflictos ofreciendo alternativas de solución,
además de reconocer sus sentimientos.

a)   Sociabilidad

Es el valor humano que pone a disposición del individuo el gusto por


compartir tiempo con familiares, amigos y compañeros. Lo impulsa a
buscar y cultivar relaciones interpersonales en el que coincidan intereses
e ideas, que en ocasiones llevan a un fin común. No necesariamente se
basa en la simpatía o en la afinidad emocional, sino con el interés de
relacionarse en el tiempo y espacio con alguien más.

Es útil como canal de comunicación ya que permite sentar las bases para
tener nuevos amigos, elección de pareja, compartir con alguien aficiones
e intereses y por supuesto, el trabajo en equipo.

En el ámbito de guarderías y específicamente en el trato cotidiano con


niños, es importante que la Asistente educativa demuestre interés por
cada uno, ya que al ejercer este valor en la cotidianidad pueden
impulsarlos al desarrollo de esta habilidad la que seguramente
trascenderá en sus relaciones a futuro.

Es importante destacar principalmente en los momentos de juego, a


aquellos niños a quienes les cuesta trabajo comunicarse con los demás,
tengan o no algún tipo de dificultad en el habla, ya que estarán gestando
sus futuras habilidades sociales. Se puede socializar con ellos en
diferentes momentos, por ejemplo cuando se comparten actividades
lúdicas como saltar, jugar con la pelota, intercambiar colores y cuentos.
g)   Asertividad

Es la habilidad personal que nos permite expresar sentimientos,


pensamientos y opiniones de la manera más adecuada mediante el
diálogo, actitudes, acciones, además de saber aceptar, y rechazar
peticiones para evitar conflictos y malentendidos en las relaciones con
los demás.

En el trabajo cotidiano con los niños, se requiere que la Asistente


educativa tenga la capacidad de expresar afecto y muestre su habilidad
para comunicarse con ellos, sin dañar su autoestima, por ejemplo: no
usar apodos, dirigirse a ellos cálida y respetuosamente, incluso en las
ocasiones en las que tiene que poner límites. Sabe decir que no, cuando
alguna petición ponga en riesgo la seguridad física o emocional tanto de
ellos, como de sus compañeros.

Al ser asertivo, evita que se originen acciones agresivas hacia los niños
como gritos, jalones y conflictos, ya que esto es considerado como
maltrato. También implica atender sus necesidades físicas y
emocionales, como el cambio de pañal o brindar apoyo para contener su
enojo, puesto que al no atenderlas habiéndolas detectado, se considera
que actuó con negligencia.

h)  Apertura

Es el interés que se tiene hacia nuevas ideas y diferentes opiniones o


puntos de vista, implica estar dispuestos a aprender de todos y de todo,
saber escuchar a los demás incluso en contra de nuestro criterio, para
posteriormente valorar y reconocer si son o no acertadas y aceptadas.

Las Asistentes educativas, deben contar con apertura de enfrentarse a


emociones tanto positivas como negativas, respetar culturas y diferencias
entre los niños, para lo cual es importante, hacer uso de la tolerancia,
paciencia, creatividad e imaginación. Hay que tener presente que para
ellas y ellos, es importante el ejemplo porque alimenta la creatividad e
imaginación.

i)  Altruismo

La palabra altruismo tiene su origen en un vocablo del francés


antiguo altruisme, que significa darse a uno mismo para ayudar a aquel
que lo necesita, por ello es definida como la capacidad de actuar
desinteresadamente en beneficio de otros que pueden necesitar la
ayuda, por lo que no basta tener buenas intenciones, sino que tiene que
reflejarse en hechos y conductas que beneficien a otros sin anticipar
recompensa, que como consecuencia natural se produzca internamente
y en la otra persona tenga un efecto positivo.

En el trabajo con los niños, significa tener la intención y motivación


interna de hacer el bien, buscar siempre el bienestar y desarrollo integral.
Es importante estar consciente que es un compromiso permanente de
estar al cuidado de las necesidades físicas, emocionales y cognitivas.

El altruismo se materializa en conductas que se reflejan en las


actividades diarias al procurar constantemente el bienestar de los niños,
por ejemplo: al abrazarlo y reconfortarlo cuando está triste, al compartir
su sonrisa, o cooperar con él en el momento que quiere alcanzar algún
objeto o juguete.

Atributos de la Asistente Educativa - Actitud


Actitud

La actitud del personal educativo durante la atención y el cuidado de los


niños, es otro aspecto a considerar, porque es la forma en que
comunican su estado emocional y reflejan el grado de autoestima. Es
una percepción del mundo exterior, nunca es estática, es un proceso en
curso, dinámico y sensible.

Destacar lo positivo y disolver lo negativo, es realizar un esfuerzo para


crear el hábito de tener una actitud positiva y manejar de una forma
adecuada nuestras emociones, para nuestro propio beneficio y el de los
demás.

Una actitud positiva es la manifestación de las circunstancias en las que


cada quien vive e, identifica y crea áreas de oportunidad a través del
esfuerzo interno, con inclinación a la creatividad, a la alegría y a la
vitalidad. Las actitudes negativas llevan a estados depresivos donde
surgen, la tristeza, la apatía, la pasividad y el conformismo.

El ser humano es un todo integrado, no puede separar su nivel de


autoestima con la necesidad de autorrealización, sus actitudes son
coherentes a estos valores y reflejan este esfuerzo a través de una vida
plena. La actitud incluye ideas y sentimientos a favor o en contra de una
persona, un hecho o cualquier producto de la actividad humana.

Uno de los caminos que el ser humano posee para llegar a la


autorrealización, es la capacidad de servir a los demás; cuando el trabajo
está enfocado a satisfacer las necesidades de los otros, el trabajo
dignifica a quien lo realiza. La idea de actitud de servicio abarca
conceptos como: satisfacción, autenticidad, comunicación, atención y
disponibilidad.

Considerar a los niños, a los compañeros de trabajo, a los padres


usuarios del servicio y, a todos los que nos rodean, es algo que nos
engrandece como personas. Cuando se habla de actitud de servicio, se
hace referencia a algo que no siempre es observable de manera directa,
pero se ve reflejado en la conducta y como resultado del trabajo, con
impacto de manera positiva o negativa, según la actitud que tomemos.
Además de establecer interacciones adecuadas, tener una actitud de
servicio implica:

● Conocer nuestras funciones y reconocer la importancia de nuestra


labor dentro de la guardería.

● Gusto por el trabajo realizado.

Lo anterior se complementa con la autoestima, como ya mencionamos es


uno de los componentes emocionales más importante de la personalidad
y está presente en todos los aspectos en los que interviene la persona,
como un factor que deriva en el bienestar psicológico.

Algunas investigaciones apuntan que a mayor autoestima mayor salud física y


psicológica, a menor autoestima mayor propensión hay hacia alguna patología. Se
desarrolla desde la infancia y ésta puede disminuir en ciertos momentos o
circunstancias de la vida Implica aceptarse a sí mismo y al enfrentarse a un error
cometido, aprender de él para hacer mejor las cosas en el futuro. Es estar dispuesto a
experimentar la auto–observación de las emociones, la responsabilidad de nuestros
actos y las metas en la vida.

La autoestima se enlaza con la autoafirmación, que significa abrirse paso sin tener la
necesidad de pisar a los demás, afirmar los derechos propios sin ser indiferente a los
de los demás, es vivir de forma auténtica, hablar y actuar desde las propias
convicciones. Uno de los pilares de la autoestima, es vivir con un propósito, es decir,
dirigir nuestra vida hacia las metas planteadas como formar una familia, hacer
ejercicio, trabajar, o lo que se considere para vigorizar y dar sentido a la vida.

Es de gran importancia que la Asistente educativa en su trato directo con los niños
sea tolerante y promueva en los niños el valor propio de la persona, ya que les
proyecta y transmite su estado de ánimo así como el desarrollo adecuado de amor
propio y hacia los demás. Si cuenta con una adecuada autoestima hablará, tratará con
afecto y respetará los derechos de los niños.

Responsabilidad, calidad y calidez en la atención y


cuidado de los niños en la guardería
Es esencial que se provea a los niños que asisten a las guarderías del
IMSS un ambiente seguro, con atención de calidad y proporcionada con
calidez, durante su estancia. También, se considera que es una cuestión
ética y social que debe predominar en el trato cotidiano, durante toda la
jornada.
El comportamiento y estrategias que debe mostrar el personal educativo
y las estrategias que utilice durante su atención al niño mediante el trato
directo y constante, se describen a continuación:

●  Aceptación, ternura, protección, goce compartido y otras reacciones


positivas hacia los niños. Para lograrlo, se deberá utilizar y desarrollar las
habilidades y competencias de: asertividad, autoestima, empatía,
equilibrio emocional, sociabilidad, capacidad de establecer vínculos
afectivos y de resolución de duelo; sobre todo, en los casos en que por
las propias demandas del cuidado, afloran emociones de enojo o
molestia; se requiere que sea capaz de equilibrar esas emociones para
que no permeen en acciones o actitudes negativas hacia los niños.

●  Escuchar y respetar las iniciativas de niños, sin imponer su voluntad


con agresividad o violencia, así como validar sus deseos y sentimientos,
considerando que es un ser autónomo, activo y en constante desarrollo.

●  Disponibilidad física y emocional al permitir cercanía y contacto físico,


estar dispuesto para los niños, mostrar gusto por estar y compartir con
ellos y evitar a toda costa ignorar sus necesidades y su comunicación.

● Permanentemente, estar alerta a las señales del niño, interpretarlas


adecuadamente y responder pronta y correctamente. Lo contrario sería
por ejemplo, pensar está llorando porque quiere burlarse del adulto,
siendo que en la realidad llora porque tiene hambre. Tampoco se debe
basar en argumentos como “déjalo que llore para que haga pulmón”,
“deja que llore hasta que le gane el sueño”, la sensibilidad hacia sus
necesidades, es conseguir con la respuesta que logre nuevamente un
estado emocional positivo.

Es importante señalar que resultados de diversas investigaciones indican


que los niños reciben un cuidado adecuado durante los primeros años de
vida, tienden a establecer relaciones sociales satisfactorias, tienen un
mejor autoconcepto y mayores habilidades para aprender, incluso en
etapas posteriores de su vida un mejor desempeño escolar y profesional;
por ello el personal educativo debe coadyuvar con los padres
desempeñando un papel protector en el proceso de desarrollo de los
niños. 

Respeto a los derechos de los niños


Reconocer los derechos de la niñez y su garantía es uno de los pilares
sobre los que toda sociedad debería cimentarse. La protección de estos
derechos ha sido resultado de un proceso histórico, debido a que en
épocas pasadas nadie consideraba la protección especial que los niños,
de todo el mundo, merecen.

La Declaración de los Derechos del Niño adoptada por las Naciones


Unidas en 1959, la Convención sobre los Derechos del Niño, la primera
reforma al artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y la  “ Ley General de Derechos de niñas, niños y
adolescentes, artículos 1, 3, 11, 13, 44, 46, 47,49, 102, 103 y 147,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de diciembre de 2014,
tienen el propósito de garantizar el ejercicio, respeto, protección y
promoción de los derechos de la niñez, reconocer a la población infantil
como titular de derechos y, establecer los principios rectores y criterios
en materia de derechos humanos.

Las autoridades federales, estatales y municipales en el ámbito de sus


respectivas competencias, adoptarán las medidas necesarias para
garantizar estos derechos a todas las niñas, niños y adolescentes sin
discriminación de ningún tipo o condición.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO (I-V)

 I.   Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo. Niñas, niños y


adolescentes tienen derecho a que se proteja su vida, su supervivencia,
su dignidad y a que se garantice su desarrollo integral. No pueden ser
privados de la vida bajo ninguna circunstancia.

II.   Derecho de prioridad. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a


que se les asegure de manera prioritaria (antes que a los adultos) el
ejercicio pleno de todos sus derechos. Para tal efecto siempre se
considerará su interés superior.

III.   Derecho a la identidad. Niñas, niños y adolescentes deben contar


con nombre y apellidos, ser inscritos en el registro civil de forma
inmediata y gratuita, y se les deberá expedir en forma ágil y sin costo la
primera copia certificada de su acta de nacimiento. Siempre que se
solicite un cambio de apellidos, tendrán derecho a opinar y a ser tomados
en cuenta. La falta de documentación para acreditar su identidad nunca
será obstáculo para garantizar sus derechos. Deberán contar con
nacionalidad; en la medida de lo posible conocer su origen, a efecto de
preservar su identidad, pertenencia cultura y relaciones familiares.

IV.   Derecho a vivir en familia. Todas las niñas, niños y adolescentes,


tienen derecho a vivir en una familia y no podrán ser separados de ella
por falta de recursos para su subsistencia, tampoco podrán ser
separados de las personas que los tengan bajo su guarda y custodia,
sino por orden de autoridad competente y mediante un debido proceso
en el que haya sido tomada en cuenta su opinión y su interés superior.
Su institucionalización deberá ser el último recurso que adopte el Estado
mexicano para la protección de sus derechos. Niñas, niños y
adolescentes tienen derecho a convivir con su madre y padre, así como
con las familias de aquéllos (incluso cuando algún integrante se
encuentre privado de su libertad) en un ambiente libre de violencia,
excepto cuando ese derecho sea limitado por autoridad competente en
atención a su interés superior.

V.   Derecho a la igualdad sustantiva. Niñas, niños y adolescentes tienen


derecho a que se les proporcione un mismo trato y a la igualdad de
oportunidades, tomando en consideración sus necesidades específicas
para el ejercicio pleno de sus derechos.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO (V-X)

VI.  Derecho a no ser discriminado. Niñas, niños y adolescentes tienen


derecho a un trato igualitario, nadie puede limitar o restringir sus
derechos por su origen étnico, nacional o social, idioma o lengua, edad,
género, preferencia sexual, estado civil, religión, opinión, condición
económica, circunstancias de nacimiento, discapacidad o estado de
salud o cualquier otra condición atribuible a ellos mismos o a su madre,
padre, tutor o persona que los tenga bajo guarda y custodia, o a otros
miembros de su familia. Para garantizar este derecho se deberán tomar
en cuenta las necesidades específicas de cada niña, niño y adolescente
de manera individual o en grupo, según sea el caso.

VII.  Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo


integral. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir en un medio
ambiente sano y sustentable, y en condiciones que permitan su
desarrollo, bienestar, crecimiento saludable y armonioso, tanto físico
como mental, material, espiritual, ético, cultural y social.
VIII.  Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal.
Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir una vida libre de toda
forma de violencia y a que se resguarde su integridad personal, a fin de
lograr las mejores condiciones de bienestar y el libre desarrollo de su
personalidad.

IX.  Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social. Niñas,


niños y adolescentes tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible
de salud, así como a recibir la prestación de servicios de atención médica
gratuita y de calidad, con el fin de prevenir, proteger y restaurar su salud,
así como a su seguridad social, que permita hacer efectivo su derecho de
prioridad, su interés superior, igualdad sustantiva y no discriminación.

X.  Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con


discapacidad. Niñas, niños y adolescentes con discapacidad deben
ejercer plenamente todos y cada uno de sus derechos contenidos en la
Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, Tratados
Internacionales y demás leyes aplicables, considerando sus propias
necesidades. En todo momento se les deberá facilitar un intérprete o los 
medios tecnológicos que les permitan obtener información de forma
comprensible.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO (XI-XV)

XI.  Derecho a la educación. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho


a una educación de calidad que contribuya al conocimiento de sus
propios derechos y basada en un enfoque de derechos humanos
atendiendo a sus propias necesidades, que garantice el respeto a su
dignidad humana; el desarrollo armónico de sus potencialidades y
personalidad, y fortalezca el respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales, en los términos del artículo 3o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley General
de Educación y demás ordenamientos aplicables.

XII.  Derecho al descanso y al esparcimiento. Niñas, niños y


adolescentes tienen derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y a
las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar
libremente en actividades culturales, deportivas y artísticas, como
factores primordiales de su desarrollo y crecimiento.

XIII.  Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento,


conciencia, religión y cultura. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho
a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y
cultura. No podrán ser discriminados por ejercer estas libertades.
También tienen derecho a disfrutar libremente su cultura, lengua, usos,
costumbres, prácticas culturales, religión, recursos y formas específicas
de organización social y todos los elementos que constituyan su
identidad cultural.

XIV.  Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la


información. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a expresar
libremente su opinión, así como a buscar, recibir y difundir información e
ideas de todo tipo y por cualquier medio, sin más limitaciones que las
establecidas en el artículo 6o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.

La libertad de expresión de niñas, niños y adolescentes implica el


derecho a que se tome en cuenta su opinión respecto de los asuntos que
les afecten directamente, o a sus familias o comunidades.

En poblaciones predominantemente indígenas, se deberá difundir la


información institucional y la promoción de los derechos en la lengua
indígena local.

Niñas, niños y adolescentes con discapacidad deberán contar con


sistemas de apoyo para ejercer su derecho a la libertad de expresión,
acceso a la información y sistema de apoyo para la expresión de su
voluntad.

No podrá difundirse o transmitirse información, imágenes o audios que


afecten o impidan el desarrollo integral de la niñez y adolescencia y su
interés superior o que exalten algún delito.

XV.  Derecho de participación. Niñas, niños y adolescentes tienen


derecho a ser escuchados y tomados en cuenta en los asuntos de su
interés, conforme a su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y
madurez. También deberán ser escuchados y tomados en cuenta en
todos los procesos judiciales y de procuración de justicia donde se
diriman controversias que les afectan.

Maltrato Infantil
Existen diversas formas de maltrato infantil, la más visible es el maltrato
físico que muchas personas aplican como método disciplinario. Es
definido como el uso de la fuerza física con la intención de modificar la
conducta del niño, que deja huellas en el cuerpo y, en ocasiones llegan a
ser permanentes. Otras formas son la negligencia o el abandono físico y
psicológico, el abuso sexual y algunos autores manejan el maltrato
institucional en el que los niños son maltratados con un trato indiferente
hacia sus necesidades, no se les escucha, no son interlocutores activos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos considera la práctica
del castigo o maltrato físico como violatoria de los derechos de los niños.

El maltrato infantil, en la mayoría de los casos sucede en el ámbito


familiar (padre, madre o personas que conviven con el niño), sitios donde
tendrían que estar los niños rodeados de amor, afecto y atención.

Las manifestaciones clínicas cuando los niños son maltratados


físicamente se presentan entre las primeras 24 y 48 horas, éstas suelen
ser sutiles y se caracterizan por irritabilidad y llanto constante, que a
menudo es el factor desencadenante de otra agresión, como la pérdida
del apetito y ligera somnolencia. Sin embargo, después de algunas horas
aumenta su estado crítico, al presentar un estado nauseoso, vómitos,
somnolencia muy marcada, crisis convulsivas y falta de conciencia.

Este tipo de maltrato es frecuente encontrarlo en niños menores de cinco


años. Las consecuencias en los niños se pueden manifestar con
actitudes agresivas, destructivas, rebeldes, hiperactividad o apatía,
timidez y miedo, ansiedad, aislamiento, sentimientos de culpa y de ser
malos. En el ámbito escolar es frecuente la inasistencia y el bajo
rendimiento de los que lo padecen.

Maltrato Psicológico o Emocional

Se considera maltrato psicológico o emocional cuando los padres o


responsables del cuidado del niño, lo someten de manera reiterada a
alguna de estas condiciones:

●  Rechazo.- Se desprecia, degrada, avergüenza, critica, castiga y


humilla al niño.

●  Aterrorizar.- Ponen al niño en situaciones caóticas y peligrosas, lo


amenazan con actos de violencia (o a personas queridas para él).

●  Aislar.- Encierran al niño y limitan sus interacciones sociales.


●  Explotar/corromper.- Promueven o permiten que el niño imite
conductas inapropiadas para su edad.

●  Ignorar.- Existe una falta de vinculación con el niño por incapacidad o


por falta de motivación. Hay interacción solamente cuando es necesario.

Abandono físico o negligencia

Se entiende por abandono físico o negligencia aquella situación de


desprotección de las necesidades físicas básicas del niño, tales como
alimentación, higiene, vestido, protección y vigilancia en situaciones
peligrosas, así como educación y cuidados médicos que no son
atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro de su
familia o cuidador.

Generalmente los niños que sufren abandono físico o negligencia


presentan conductas de retraimiento, apatía, asistencia irregular a la
escuela, bajo rendimiento escolar, indiferencia a su entorno.

Las consecuencias como resultado de las situaciones antes descritas en


los niños son: baja autoestima, ansiedad, depresión, ideas suicidas,
inestabilidad emocional, abuso de sustancias, conducta antisocial,
agresividad, bajo rendimiento escolar, entre otros.

Abuso Sexual

Abuso sexual de acuerdo con artículo 260 del Código Penal Federal se
define como: quien ejecute en una persona sin su consentimiento, o
la obligue a ejecutar para sí o en otra persona, actos sexuales sin el
propósito de llegar a la cópula o cuando se obligue a la víctima a
observar un acto sexual, o a exhibir su cuerpo sin su
consentimiento.

Se considera abuso sexual cuando una de las personas involucradas sea


menor de quince años o no tenga la capacidad de comprender el
significado del hecho, aun con su consentimiento, o que por cualquier
causa no pueda resistirlo o se obligue a ejecutarlo en sí o en otra
persona.
Toda forma de violencia sexual atenta contra el desarrollo integral de los
niños, por lo tanto cualquiera de los siguientes delitos, puede
considerarse como tal: pornografía o prostitución infantil, explotación
sexual, estupro, violación (penetración oral, anal y/o vaginal con
cualquier objeto o miembro viril), privación ilegal de la libertad con fines
sexuales, trata de personas y hostigamiento sexual.

Ciertos factores pueden desencadenar un caso de abuso sexual, como la


presencia de un padrastro, un familiar con farmacodependencia o
alcoholismo; madre ausente, desintegración familiar o la vulnerabilidad
que representa la presencia de un niño con discapacidad física,
intelectual o mental.

Consecuencias del abuso sexual

Las consecuencias en los niños pueden ser: miedo, ansiedad, culpa,


desconfianza, tristeza, baja autoestima, enojo. (Loredo- Abdala, 2008).

Algunos de los indicadores que pueden presentar son:

●   Señales físicas repetidas, diferentes a los golpes comunes que se


pueden presentar como consecuencia de los juegos.

●   Expresión ansiosa, parecer pálido, tener frío o sudar a consecuencia


de una lesión interna.

●   Recela el contacto con sus padres u otros adultos.

●   Ante el llanto o situaciones de angustia no muestra expectativas de


ser consolado.

●   Pregunta constantemente: ¿Cuándo me voy a casa?, ¿No me voy a


casa? más que “me quiero ir a casa”.

●   Demuestra extremos en su conducta como retraimiento o agresividad.

●   Se percibe diferente y no se siente querido.

●   Cree que el maltrato es merecido.

●   Presenta enfermedades de origen psicosomático.

●   Muestra conductas adultas inapropiadas o excesivamente infantiles.


●   Se presentan sucio, maloliente y/o con ropa inadecuada en la
guardería.

●   Se muestra con cansancio o apatía permanente.

●   Se queja constantemente o se mueve con incomodidad.

●   Manifiesta cambios constantes en la conducta sin motivo aparente.

Agresión por parte del personal que labora en la guardería

Cuando el agresor es personal que labora en la guardería, pueden


identificarse ciertas características que reflejen los malos que ejercen en
los niños. Asimismo algunas manifestaciones de esta situación se ven
reflejadas en el propio niño, a través de su conducta, la cual puede
observarse en casa, en la propia guardería o en cualquier otro sitio;
algunos de estos indicadores, son:

En el personal de la guardería

●  Al ingresar el niño a la guardería, el personal que está a cargo de su


cuidado lo recibe con indiferencia, desprecio, burlas sobre su persona.

●  Cuando se dirige a ellos, lo hace con sobrenombres o apodos.

●  El niño recibe malos tratos por parte de su cuidador inmediato como:
jalones, aventones, golpes, pellizcos, gritos, burlas con golpes, etcétera.

●  Transmiten al niño una desvalorización constante de sí mismos, con


críticas, burlas y desprecio constante.

●  Muestra desinterés por la evolución en el desarrollo o por las


actividades que realiza el niño.

●  Exigen al niño por encima de sus capacidades físicas o psicológicas.

●  Expone a los niños a temperaturas extremas sin la debida precaución.

●  Descuida la higiene de los niños durante su estancia en la guardería.

●  Cuando el infante sufre algún accidente, no se le proporciona la


debida atención médica.
●  Se presentan quejas sobre los malos tratos del personal de la
guardería de manera frecuente.

●  Se permiten juegos extremos entre los niños al grado que se lastiman
entre sí.

●  No se les proporciona a los niños sus alimentos en el tiempo y forma


adecuada.

●  Los accidentes o eventos importantes ocurridos con el niño dentro de


la guardería no se reportan a los padres de familia.

●  En su trato con los padres de familia suele ser hostil, irritable o
prepotente.
Manifiesta cambios constantes en la conducta sin motivo aparente.

●   Las relaciones sociales son hostiles y distantes.

●   Presenta necesidad excesiva de afecto.

●   La actitud es de constante estado de alerta, con recelo, temor y/o


sobresalto.

●   Los juegos que realiza se refieren a aspectos sexuales y son


inadecuados para su edad.

●   Demuestra conductas, conocimientos y afirmaciones acerca de


actividades sexuales.

●   Tiene agresiones sexuales hacia otros niños más pequeños y


vulnerables.

●   Desórdenes funcionales tales como: pesadillas, alteraciones del


sueño, miedo a la obscuridad, hablar dormido, enuresis, encopresis.

●   Presenta poco interés y motivación por las actividades que se


desarrollan en la guardería.

●   Después del fin de semana el niño regresa a la guardería triste,


distraído, con golpes o lesiones.

●   No acude o llega tarde a la guardería.


●   Muestra problemas alimenticios, como falta o exceso de apetito.

●   Se observa retraso en el desarrollo físico, emocional y/o cognitivo.

●   Niños llevados con frecuencia al hospital, para tratar problemas


peculiares.

●   Presenta regresiones a conductas infantiles ya superadas.

●   Se observan relaciones secretas o reservadas entre el niño y algún


adulto.

●   Ausencia de cuidados médicos básicos que ponen en riesgo la salud


del niño.

En las guarderías del IMSS, el personal del área de


pedagogía, es quien se encuentra en mayor tiempo dedicado
al cuidado de los niños, debe informar de manera oportuna
cualquier situación o evidencia que ponga en riesgo la
integridad física y emocional del niño, además de brindarles
atención en un marco de calidad, calidez y de respeto a sus
derechos, para generar las condiciones necesarias que
contribuyan a su desarrollo armónico e integral.
Posibles manifestaciones de conductas de emisores de maltrato

Las manifestaciones de conducta que padres/madres o personas que


cuidan de los niños, pueden presentar al ser emisores de maltrato son:

●  Parecen no preocuparse por el niño o, lo sobreprotegen.

●  No se preocupan por acudir a la guardería y evitan asistir a las citas y


reuniones.

●  Comportamiento renuente para brindar información.

●  Incapaces de controlar sus impulsos, se observan enojados, al mínimo


estímulo responden con una agresión.

●  Indican que las lesiones fueron provocadas por otras personas como
hermanos o compañeros de juego.
●  Menosprecian y desvalorizan al niño.

●  Se refieren al niño como una "propiedad".

●  Compensan con bienes materiales la escasa relación personal afectiva


que mantienen con ella o él.

●  Se observa que abusan de substancias tóxicas que alteran la


conducta.

●  Presentan trato desigual entre hermanos.

●  No se muestran cariñosos con el niño, constantemente lo amenazan o


aterrorizan.

●  Lo culpan de todo lo malo que pasa.

●  No justifican las inasistencias frecuentes del niño a la guardería.

●  Justifican la disciplina rígida y autoritaria hacia él.

●  Se refieren al niño con algún adjetivo peyorativo u ofensivo.

●  Ofrecen explicaciones ilógicas, contradictorias y no convincentes sobre


el maltrato o bien no dan explicaciones respecto al trato de los niños.

●  Utilizan una disciplina inapropiada para la edad del niño.

divers

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