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ASIGNATURA: PSICOPATOLOGIA 1
CURSO: C1
SEMESTRE: 4
Los trastornos del estado de ánimo (trastornos del humor) se conocen además como
trastornos afectivos. Afecto significa estado emocional, que se expresa por medio de gestos
y expresiones faciales.
La aflicción o el duelo es la actitud regular más conocido frente a una división o una
pérdida, como el deceso de un ser preciado, el divorcio o el desengaño cariñoso.
Principalmente, el duelo y la pérdida no ocasionan depresión persistente e incapacitante,
excepto en personas predispuestas a sufrir trastornos del estado de ánimo o del humor.
El diagnóstico del trastorno del estado de ánimo se hace en los casos en que la tristeza o la
euforia son bastante intensas, surge en compañía de otros indicios peculiares y de la
limitación de la función de llevar una vida habitual a grado físico, social y gremial.
Si sólo se sufre depresión, se llama trastorno unipolar. Otros trastornos del ánimo,
denominados trastornos bipolares, integran episodios de depresión que alternan con
episodios de manía. La manía sin depresión (llamada manía unipolar) es bastante poco
recurrente.
En torno al 30% de los individuos refieren depresión como uno de sus indicios una vez que
acuden al doctor. Sin embargo, menos del 10% padecen en verdad depresión grave. Casi el
4% poblacional de Estados Unidos sufre trastorno bipolar.
En la mayoría de las personas, los trastornos del estado de ánimo pueden tratarse con éxito
con medicamentos y terapia de conversación (psicoterapia).
Síntomas
Los síntomas comunes de los trastornos del estado de ánimo incluyen sensación persistente de
tristeza, vacío y desesperanza; sensación de sentirse fuera de lugar y baja autoestima; culpa;
dificultad para relacionarse; cambios en el apetito y el sueño; fatiga; pérdida de la energía o
irritabilidad; hostilidad y agresión.
Causas
Las causas de los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad son múltiples y variados. La
combinación de genética (herencia familiar), cambios en los niveles hormonales, factores
ambientales como un duelo, cambios de vida importantes o inesperados y el estrés parecen ser
en parte responsables.
Referencias bibliográficas
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